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Caprichos del destino por Sorgin

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Suguru observó el cuerpo que estaba tumbado a su lado. Ryuichi parecía un ángel cuando dormía. Repaso mentalmente lo sucedido, una divertidísima cena, un par de copas y  los besos en el ascensor del apartamento de su ¿novio?. Apenas habían podido resistirse, nada más entrar se fueron al dormitorio. Los rayos del sol que se filtraban por las cortinas, le habían despertado, aunque dudaba de que su acompañante sufriera los mismos efectos. Evito despertarle. Tomo la camisa que éste había llevado a la cena y se la puso. Era más delgado y bajito que el cantante por lo que parecía que llevaba un vestido. Rió al mirarse en el espejo del baño. Revolvió su cabello mientras comenzaba a desperezarse, camino a la cocina sin perder detalle a la decoración. Saco la leche del frigorífico y se sirvió un vaso, tomo algunas galletas del bote que había en la encimera.  Regreso al salón y miro detenidamente las fotografías que había sobre la chimenea. Algunas eran de los comienzos de Nittle Grasper Una de ellas le llamo la atención, en ella se veía a Noriko sobre la cama de un hotel con los rulos puestos, Tohma estaba a su lado con un niño de cabellos verdes entre sus brazos. El niño abrazaba muy fuerte a Kumagoro. Su sonrisa se ensancho al reconocerse. Imágenes confusas invadieron su mente, recordaba las giras a las que les había acompañado, dejo su mente vagar.

 

 

*FLASHBACK*

 

 

Los miembros de Nittle Grasper se preparaban para su segunda gira en Japón. En la cima del éxito tras su primer disco, no parecía haber nada que podría detenerles. Una mujer entro en el estudio de grabación con un niño de unos cinco años cogido de la mano. Intercambió unas palabras con el manager del grupo y se quedo a ver la grabación; al terminar entro en el cuarto insonorizado para hablar con ellos, su manager también lo hizo.

 

-Seguchi Tohma-san.- El teclista de ojos esmeraldas hizo una cortes reverencia.- Necesito hablar con usted, en privado. Salieron de la habitación y se dirigieron a un salón de reuniones. Nittle Grasper entro al completo. La mujer suspiro resignada y la paso una carpeta al muchacho rubio.

 

-Soy Izumene-sama, asistente social.- Los tres muchachos la miraron sin comprender. Un hombre entro corriendo.

 

-Gomen nasai.- tomo asiento al lado de la mujer.

 

-Tohma, ¿de que va esto?- susurro Noriko.

 

-No tengo ni idea, pero ese hombre es el abogado de mis tíos. Se presento hace dos días en mi casa y dijo que se pasaría por aquí.

 

-Soy Ichimoya-san, lamento el retraso. Espero que me recuerde Seguchi-san.- El muchacho asintió.- Bien como ya le dije sus tíos murieron hace dos semanas; siguiendo sus indicaciones hemos venido a darle su herencia. Se compone de algunos bienes patrimoniales y una renta anual que será cobrada mensualmente.- Los N. G. se miraron sorprendidos.- Por supuesto podrá disfrutar de todo esto si cumple una pequeña condición.- Tohma le miró desconfiado.

 

-¿Qué condición?.

 

-Vera, usted no es el único pariente. El dinero y los patrimonios corresponden legítimamente a su primo Fujisaki-san.

 

-Mi gozo en un pozo.- Susurró Noriko.-¿ Y porqué viene a molestar a Tohma?

 

-Dado que Seguchi-san es el único pariente vivo de Fujisaki, sus tíos desearían, oh disculpe, creo que esto es de su apartado Izumene-sama.

 

- Sus tíos deseaban que en caso de que algo les sucediese usted se haría cargo de su hijo.- Tohma reparó en el niño que estaba al lado de la mujer.
 
-¿Suguru?- El niño se escondió tras la mujer; Tohma la miró.- Creía que estaba con ellos.

 

-Y así es. Los médicos aún no se explican como pudo salir sin un rasguño del accidente.

 

-Entonces él, ¡él lo vio todo!- Tohma se levanto del asiento y se acerco al niño, que lo miro tímidamente. Se arrodillo para estar a su altura.- Suggu-chan, ¿te acuerdas de mi?. Ja, como te vas a acordar si tenías tres años.- Noriko y Ryuichi también se acercaron.

 

-Es un niño muy tímido. Dígame Seguchi-san, ¿se hará cargo?.

 

-Hai.- Tohma firmo los papeles y tomo al niño en brazos, quién tembló ante el contacto.- Noriko ¿puedes coger los papeles?.

 

-Claro.

 

Salieron del salón y se dirigieron al aparcamiento, Tohma deseaba llagar cuanto antes a su casa. De pronto oyó la risa de su primito, miro hacía atrás y vio a Ryuichi jugando con Kumagoro.

 

-Tohma si te giras no podemos jugar, ¿verdad Suggy-chan?.- El niño volvió a reír al sentir el tacto del conejito rosa. Llegaron a casa de Tomha.

 

-Tohma ya se que es mucha pasta- Noriko revisaba  los papeles- pero, ¿crees que podrás cuidarle?, ya sabes con la gira.

 

-No lo hago por el dinero. Ese niño es muy especial para mí. Cuando empezó a gatear siempre me seguía- sus ojos centellearon.- Además su risa es contagiosa, ¿no crees?.

 

-Sí.- Noriko le miró como una madre mira como juegan sus hijos.- Muy bien te ayudaremos, ¿verdad Ryuichi?.- El aludido estaba jugando con el conejito y el niño.

 

-Bueno no en vano soy su padre.- Tohma se sonrojo.

 

-Su padre, querrás decir su madre.

 

-Tohma- unos seductores ojos azules le miraron felinamente.- Todos sabemos que postura te gusta.- Tohma se levanto de la silla y se dirigió al muchacho, para besarle apasionadamente.

 

-Será mejor que os cortéis un poco, si no queréis causarle un trauma a la criatura.

 

 - No te preocupes es muy pequeño para eso.- Río Ryuichi.

 

 

*FIN DEL FLASHBACK*

 

 

Suguru abrió los ojos, ¿por qué había recordado todo aquello? .No, no podía ser real. Ryuichi y Tohma, pero Tohma estaba enamorado de  Yuki. Su boca le supo salada de repente, sin darse cuenta había comenzado a llorar. Algo dentro de él le decía que aquel recuerdo era real. Recogió sus prendas esparcidas por el suelo del salón. Se vistió apresuradamente, solo deseaba salir de allí, necesitaba aclarar las cosas. Miro de nuevo la fotografía que le había hecho recordar y la arrojo violentamente al suelo, después salió de allí.

 

 Ryuichi despertó al oírle golpe, se puso los boxers y salió a buscar a su ¿novio?.

 

-¿Suguru?, Suggy ¿que ha pasado?.- Iba a mirar en la cocina cuando noto en pinchazo en el pie. Un trozo de cristal se le había clavado, vio la foto tirada en el suelo y suspiro.- Suguru.- Se encamino al baño mientras mentalmente se repetía “Baka, debiste quitar las fotos probablemente se alteró al ver a Tohma, luego iré a verle.”.


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