You seem to need hope
Capítulo 3
Por desgracia me tocó estar en el único grupo de dos integrantes y sí, mi corazonada había sido asquerosamente acertada: Mi único compañero de carpa era Lay. Y estaba seguro de que el muy inútil nunca había acampado en su vida, por lo que tarea de armar la carpa iba a recaer en mí. XiuMin, por otro lado, había tenido suerte al tocarle con Kai y otro compañero nuestro que era bastante divertido y agradable.
Voy a tener que dormir en la misma carpa que Zhang Yixing. ¿Qué puede ser peor que eso? Estoy pasando más tiempo con él del que paso con mis amigos. Maldita escuela y sus estúpidas actividades.
***
- Barbie...- aparecieron Lay, Chen y Yimou, en el pasillo por donde caminaba, interrumpiendo mis pensamientos. Los miré mal y cuando les iba a responder, una gruesa voz me interrumpió.
- ¡LuHan!- exclamó Jongin llegando a mi lado y poniendo una mano en mi hombro -Perdón por tardar- me sonrió y lo miró a Yixing -¿Y vos qué haces acá? ¿Qué querés?- le preguntó de muy mala manera, mirándolo con desprecio.
- Chicos...- Lay le habló a sus amigos -La Barbie se consiguió un Ken...- los tres estallaron en fuertes carcajadas. Puse los ojos en blanco. Idiotas.
- Me sorprende que sepas tan bien los nombres de los juguetes, Yixing- comentó Kai -¿Jugás a las Barbies?- le preguntó fingiendo curiosidad con una leve, traviesa y sexy sonrisita de suficiencia. Reprimí una carcajada. Lay iba a responderle pero Jongin levantó una mano frente a su cara para frenarlo -No me importa, no me interesa saber nada de tu aburrida vida- me agarró de la mano -Vamos LuHan- y me arrastró por el pasillo hasta salir del colegio.
***
- ¿Me esperaste mucho?- preguntó soltando mi mano y empezando a caminar por la calle.
- No, solo un rato. XiuMin no vino hoy, está enfermo- le dije y me acomodé los anteojos.
- Pobre, ¿es grave?- me miró preocupado. Sonreí.
- No, solo tiene la garganta inflamada y algo de fiebre. Pero va a estar bien para el campamento del fin de semana- suspiré -Me gustaría que me hubiera tocado con ustedes.
- No siempre vas a tener la suerte de estar conmigo, por mucho que lo desees- bromeó y yo me reí observando que habíamos llegado a una plaza.
- La suerte sería tuya en ese caso, Jongin. Soy bueno armando carpas- comenté mientras nos sentábamos en un banco.
- Y yo soy bueno encendiendo fuegos- susurró en mi oreja. Me estremecí y lo miré sorprendido. Kai me sonrió y levantó la cabeza, cerrando los ojos y apreciando la fresca brisa de invierno.
- Si sigue así, el fin de semana nos vamos a congelar- dije cambiando de tema y desviando la mirada de su relajado rostro. Estaba nervioso porque lo que había dicho parecía una insinuación. Seguro son imaginaciones mías.
- Supongo... pero los que más van a sufrir, van a ser vos y Lay. La carpa de ustedes es un poco grande para dos personas, lo van a pasar bastante mal. Llevá mucho abrigo- me miró abriendo un solo ojo.
- Puedo soportarlo- respondí queriendo quedar bien, pero haciendo una nota mental de llenar mi equipaje de ropa de invierno y mantas extras.
Llevarse bien con él era realmente fácil. Después de una semana y media de vernos casi todos los días, se había integrado con facilidad al pequeño grupo que conformábamos con XiuMin.
***
Al otro día después de clase, decidí visitar a MinSeok, ver cómo evolucionaba su enfermedad y llevarle la tarea para que no se atrasara en el estudio. Cuando toqué el timbre me abrió la esposa de su padre, la cual era casi una madre para él.
- ¡LuHan!- exclamó encantada -¿Venís a traerle la tarea a MinSeokkie?
- Sí, ¿cómo esta él?- pregunté preocupado.
- Ah, mucho mejor- me dejó pasar a la enorme casa -Creo que ahora está fingiendo para que lo mimemos de más- susurró alegre y yo me reí. - No me extrañaría de él- rió, con mucha dulzura y cariño. Realmente amaba a MinSeok y lo trataba como una madre. Era una lástima que su hijo no quisiese a Min tanto como ella lo hacía.
- Pasá tranquilo, está en su habitación —agregó.
- ¡Muchas gracias!- hice una leve inclinación y subí las escaleras. - Toc toc- dije abriendo la puerta del cuarto de XiuMin. Él estaba acostado, durmiendo, y se veía muy mal. Me acerqué preocupado -MinSeokkie- susurré y apoyé mi mano en su frente.
Sin que lo notara, una mano rodeó mi muñeca y me tiró a la cama: en cuestión de segundos, lo tenía arriba mío, haciéndome cosquillas sin descanso, y empecé a reír a carcajadas.
- Basta, basta, MinSeok. Por favor- más risas salían de mí sin control.
- ¿Te la creíste?- dijo, dejando de mover las manos -Te escuchaste muy preocupado- lo miré -Pero te mereces más cosquillas por no haber venido ayer e irte con Kai- sentenció con gracia, prosiguiendo con su tortura hasta casi dejarme sin respiración. No podía parar de reír.
De repente, alguien golpeó la puerta. XiuMin salió de arriba mío, se metió en la cama y volvió a poner una expresión de enfermo y cansado. Qué personaje, por favor, sonreí.
- Pase- dije tratando de regular mi respiración, que todavía no volvía a la normalidad.
- Chicos, les traje algo para que coman- comentó la señora Kim dejando una bandeja en el escritorio- Espero que lo disfruten.
- Gracias, señora Kim- miré con hambre el plato lleno de sándwiches y los enormes vasos con coca-cola.
- No es nada, querido- respondió saliendo del cuarto y cerrando la puerta detrás de ella.
- Ya sabe que estás fingiendo, lo sabés, ¿no?- me acerqué al escritorio, agarré la bandeja y me senté a su lado en la cama.
- Sí, pero me gusta que ella finja que me cree- respondió agarrando un sándwich y empezando a comer -Y ya que me obligan a ir al viaje igual, voy a aprovechar esto.
- Sos un tramposo, ¿sabías?- asintió con la cabeza y sonreí -¿Tu hermano no está?
- No lo nombres- susurró mirándome -Si lo hacés, aparece- levanté una ceja -No, por suerte no está- agregó volviendo a comer.
- Estás loco - me reí.
- Lo sé- sorbió tranquilamente de su vaso.
- ¿Tenés todo para el fin de semana?- pregunté.
- Sí... LuHan- lo miré, su tono de voz había cambiado -Supongo que para vos va a ser más difícil ir al campamento- dijo con cautela.
- Sí, compartir tanto tiempo e intimidad con Yixing va a ser insoportable... espero que no ronque- me llevé comida a la boca, desinteresadamente.
- No lo decía por Yixing- me miró preocupado.
Dejé mi sándwich en el plato y agarré el vaso con gaseosa, mirando la pared.
- Ya sé- me lo bebí de un trago.
***
Era viernes y estábamos en el micro que nos llevaría al lugar del campamento. Iba charlando animadamente con XiuMin y Kai, que estaba asomado por arriba del asiento.
En un momento escuché cómo el profesor le llamaba la atención a Lay por algo que estaba haciendo y me reí. Lamentablemente lo hice cuando todos habían guardado silencio, arrepintiéndome de inmediato.
- ¿Le da risa, señor Xi?- cuando estaba molesto con alguien, usaba su apellido para hablarle. Sonrió irónicamente y lo miró a XiuMin -MinSeok, por favor cambiate de lugar con el señor Zhang. A ver si aprenden a no molestarse entre sí.
- ¡Pero si yo no hice nada!- reclamó XiuMin.
- Tenés razón, por eso te lo estoy pidiendo y no ordenando- tenía una manera muy particular de manipular las situaciones, era sorprendente. MinSeok me miró mal y se paró para ir a sentarse con Chen.
- Perdón...- le susurré y me giré para mirar por la ventana cuando Yixing se sentó a mi lado, soltando largos suspiros de fastidio. Me puse los auriculares y me apoyé en el vidrio para dormir.
Abrí los ojos lentamente, notando que el micro estaba quieto y no había nadie dentro. Sentí una presión en mi hombro y me giré para ver a Yixing durmiendo sobre éste. Me quedé inmóvil. ¿Qué hago? Lo miré de nuevo. Hasta parece tierno cuando duerme, nada de ese Lay creído e idiota que siempre muestra ser... ¿Qué estoy pensando?
Moví mi hombro.
-...Yixing... despertate - pero se removió molesto y se aferró a mi brazo, abrazándolo como si fuese un peluche. Entonces reí y seguí meciéndolo -Lay... despertate, ya llegamos y todos bajaron- abrió los ojos y me miró.
- Shh. Quiero dormir- su abrazo se hizo más fuerte y apoyó la cabeza sonriendo con satisfacción. Lo miré sorprendido. De golpe reaccionó, separándose bruscamente de mí, intentando explicarse -Yo...
- No importa, si cancelas la "deuda" que tengo con vos, por ayudarme en matemática, no le cuento a nadie de esto- se rió.
- Hecho- se paró y se estiró para atrás. Su remera se levantó un poco, dejando ver parte de su estómago. Lo imité y me puse mi mochila.
Me miró y acercó su mano a mi cara, estiró un dedo y lo apoyó en mi nariz. Seguí el movimiento ascendiente que hizo para acomodarme los anteojos, que estaban medio caídos. Lo miré extrañado.
- Me ponía nervioso que estén tan abajo- me explicó cuando vio cómo lo miraba -¿No te molestaba?- asentí con la cabeza mientras se ponía su abrigo y se colgaba la mochila de un hombro. A veces, cuando estamos solos, pienso que es otra persona.
Al salir del micro, nos recibió un frío invernal. El lugar era precioso, con muchos árboles, un lago enorme, y dos cabañas grandes. Los árboles estaban bastante separados entre sí, para que las personas pudieran armar sus carpas a los costados.
- Al fin deciden despertar- nos dijo el profesor con un renovado buen humor -¡Chicos, reúnanse acá!- gritó para que lo escucháramos. Cuando todos estuvimos cerca de él, empezó a hablar -La cabaña grande es donde van a comer, la más chica es el baño y las duchas- explicó -Pueden armar las carpas donde quieran, siempre que sea en aquel sector- señaló una parte del lugar -El fin de este viaje, es ver cómo trabajan en la naturaleza. Por lo que les traje unos libros sobre anatomía muscular, con unos lindos y extensos cuestionarios. Quiero que me lo entreguen el lunes antes de irnos de acá- dijo revolviendo en su bolso. Se empezaron a escuchar muchas quejas y él miró divertido al grupo -¿Se la creyeron?- rió -No hay ningún cuestionario, se podría decir que es un viaje por placer. Pero tienen que investigar un poco la zona con sus compañeros de carpa y entregarme un informe sobre lo que opinan del lugar y si les resultó fácil la experiencia. Nada más- un murmullo general de alivio se escuchó entre los alumnos -Vayan a acomodarse y a armar la carpa. Asegúrense de clavar bien las estacas.
- Lay...- dije por tercera vez, viendo cómo se esforzaba para que la carpa tipo iglú, quedara bien armada -Dejame hacerlo a mí o al menos dejame ayudarte. Solía ir de campamento con un amigo y sé hacer carpas muy bien- no quería correr el riesgo de que quedara mal hecha y de noche se viniera abajo.
- Yo puedo solo- respondió tercamente metiéndose adentro y queriendo estirarla desde ahí. Lo miré sorprendido. ¿En serio está haciendo eso antes de que quede estable en el suelo?
De golpe una estaca mal puesta se soltó y la carpa cedió, quedando Yixing encerrado en la tela de ésta. Me empecé a reír muy fuerte al ver eso.
- ¡Barbie, deja de reírte y ayudame!- exclamó molesto, intentando salir del enredo de tela que había sobre él.
Me acerqué sin dejar de reír y busqué la entrada. Cuando la encontré, la abrí viendo a un despeinado y colorado Lay adentro, respirando entrecortadamente. Salió rápidamente y se mantuvo a una distancia prudente.
- ¡Me rindo! ¡Hacelo vos! ¡Esa cosa me va a comer!- gritó alterado, señalando el desarmado intento de carpa. Lo miré extrañado: Actuaba como un nene chiquito e infantil. Las risas volvieron y se convirtieron en carcajadas.
En menos de media hora tenía la carpa perfectamente armada y entre ambos acomodamos nuestras pertenencias. Lay bufaba molesto por no haber sido él quien solucionase el problema, y terminó yéndose a buscar a Chen y Yimou.
Por mi lado decidí disfrutar el tiempo inspeccionando el lugar.
Me alejé bastante, caminando a paso lento y oliendo el delicioso aroma a naturaleza que tanto había extrañado. Rodeando el lago encontré una pequeña bajada al agua hecha de arena: una pequeña playa artificial que seguramente durante el verano la usaban para entrar a nadar o tomar sol. Me senté en el borde que separaba el pasto de la arena y dejé que el paisaje me llenara.
Estoy seguro de que este lugar te encantaría, es hermoso y se respira tranquilidad. Y con lo que amabas acampar, te traería acá cada vez que quisieras. Sonreí melancólicamente.
Un ruido se oyó a mi espalda, provocando que mirara hacia atrás para ver qué lo generaba. Era Jongin, que se acercaba a donde yo estaba con un extraño bulto en la parte delantera de su campera.
- ¿Cómo me encontraste?- pregunté sonriendo.
- XiuMin me dijo que cuando venís a lugares de este estilo, te gusta ir a caminar y sentarte frente al lago, río, mar, o cualquier fuente de agua grande que haya cerca- sonrió y me sacudió el pelo.
- Sí, me relaja mucho- levanté la cabeza y respiré hondo -¿Y qué trajiste de contrabando ahí?- rió.
- Qué observador- abrió la campera y reveló dos latas de gaseosa y un paquete de papas fritas -¿Querés?
- Sí, oh por Dios, sí- estaba hambriento y faltaban horas para la cena.
Abrió el paquete y me ofreció, pero cuando levanté mi mano, que estaba apoyada en el suelo, alejó el paquete. Lo miré sorprendido.
- Tenés mucha tierra en las manos- explicó. Agarró una papa y me la ofreció él. Dudé unos segundos pero terminé acercando mi rostro y la tomé con mi boca. Me sonrojé y me paré, acercándome al agua y me enjuagué las manos.
- ¡Que frío!- me quejé: el agua estaba helada. Me senté al lado de Kai y él se acercó para pasarme calor. Me dio una gaseosa y nos quedamos en silencio mirando el agua y comiendo.
- ¿Sabés qué más me dijo MinSeok?- preguntó en un momento.
- ¿Qué?- me alejé un poco para mirarlo mejor.
- Que cantas muy bien- se pasó una mano por el pelo.
- Sí, canto. Pero no sé si lo hago tan bien. XiuMin a veces exagera- respondí avergonzado.
- ¿Puedo escucharte?- me miró.
- No sé...- me daba mucha vergüenza.
- ¿Por favor...?- hizo un tierno puchero. Suspiré.
- Está bien...- me alejé un poco más, me aclaré la garganta y empecé a cantar un fragmento de una canción que me gustaba mucho.
Cuando terminé, nos quedamos en silencio unos minutos.
- Wow- susurró Jongin.
- ¿Qué?- miré el agua y me llevé la lata de gaseosa a la boca, empezando a tomar.
- Creo que acabo de tener una erección.
Sus palabras me sorprendieron tanto que escupí todo lo que tenía en la boca.
- ¿Qué?- lo miré, totalmente sonrojado.
- Es broma- rió -Tranquilo. Cantas hermoso, XiuMin no exageró para nada.
- Gracias...- respondí y lo miré.
Me sonrió y se acercó a mí. Con el pulgar, limpió lentamente los restos de gaseosa que me habían quedado en el mentón al escupir. Demoró su mirada en esa zona y sus ojos subieron hasta encontrarse con los míos. Su sonrisa se ensanchó.
- Ahí está. Ya estás limpio- se secó la mano con gaseosa en el pantalón. Le sonreí tímidamente.
Después de la cena, cada uno volvió a su carpa. Todos estábamos muy cansados y el frío era insoportable.
Entré a mi carpa, seguido de Yixing quien la cerró enseguida en un inútil intento de mantener el calor. Nos metimos vestidos en las bolsas de dormir y nos tapamos con la manta que cada uno había llevado, pero no era suficiente. Él estaba en una punta de la carpa y yo en la otra, ambos temblando. Sentía que se me iban a salir los huesos de lugar si seguía así, me metí más en la bolsa y traté de dormir.
Después de una hora, ninguno de los dos lo había logrado y seguíamos temblando y castañeando los dientes con fuerza.
- Lu...Han...- me sorprendí porque usó mi nombre.
- ¿Q...Qué?- respondí entrecortadamente.
- Hagamos... tregua por este viaje... No tiene por qué saberlo... nadie- casi suplicó.
- ¿De... qué hablas?- levanté la cabeza para mirarlo.
- Vení, acercate- me pidió.
- ¿Para qué?- lo miré con desconfianza.
- Por Dios, me muero de frío. Acercate así nos transmitimos calor- estiró los brazos, agarró mi bolsa de dormir y en un sólo movimiento suyo, ya estaba a su lado. Lo miré sorprendido -Abrí la bolsa y tu campera- ordenó mientras él hacía lo mismo. Con manos temblorosas hice lo que me pidió. Unió las bolsas de dormir, y puso las dos mantas arriba nuestro. Después se acercó y me abrazó fuertemente, pasando sus brazos por adentro de la campera abierta. Me sonrojé, pero él no lo notó porque estaba oscuro -Hace lo mismo, abrazame así.
Rodeé su cintura, por adentro de la campera y él profundizó el abrazo, quedando totalmente pegados, yo un poco más abajo con mi cara a la altura de su cuello.
Ambos suspiramos por fin entrando en calor y dejando de temblar. Supongo que a veces tiene buenas ideas.
***
Un agradable calor me invadía, una suave respiración despeinaba levemente mi pelo, relajándome. Abrí levemente los ojos, y respiré profundamente. Esa persona olía muy bien. Mis brazos, que rodeaban su cintura, subieron por su espalda, que al tacto se sentía perfecta, y llegaron a los hombros. Apoyé mi nariz en su cuello y le abracé fuertemente, recibiendo en mi cintura un abrazo de igual fuerza. Me dejé ir, sintiendo el calor y oliendo esa piel, que era una de las mejores cosas que mi nariz había sentido. Se sentía muy bien estar entre esos brazos.
Un ruido molesto se empezó a escuchar. Queriendo dormir un poco más, me aferré a lo que estaba entre mis brazos, escuchando un leve quejido cerca de mi oído. Abrí los ojos de golpe, encontrándome con un cuello pálido pegado a mi cara. Me separé lentamente hasta mirar a Lay a los ojos, que me miraba sorprendido. Él me abrazaba por la cintura, yo a él por el cuello y nuestras piernas estaban entrelazadas. Nos seguimos mirando sin reaccionar. Nuestros rostros estaban muy cerca.
- LuHan, ¿ya te despertaste?- reconocí la voz de XiuMin que me hablaba a través de la carpa.
Ambos reaccionamos a la vez, horrorizados de que nos vean así y, con mucha dificultad, nos separamos.
- Si, ya estoy despierto. Esperame en el comedor- le respondí.
- Está bien, apurate- escuché sus pasos alejarse y suspiré aliviado.
Con Yixing, pasamos el día recorriendo el lugar y escribiendo el informe que nos había pedido el profesor. No hablamos mucho ya que seguíamos incómodos por lo sucedido en la mañana. No puedo creer que me desperté, lo abracé más y seguí durmiendo. ¡Y que me haya gustado su abrazo, su calor y su olor! Seguramente, eso fue por lo dormido que estaba.
***
Más a la tarde, me reuní con XiuMin y Kai, y fuimos al mismo lugar en el que había estado el día anterior con Jongin.
- Dicen que infiltraron alcohol para hoy a la noche- comentó XiuMin.
- ¿Quién?- exclamó Kai, sorprendido.
- Seguro que fue Chen- dijo MinSeok.
- Sí, lo más probable es que él tuvo la idea, y los convenció a los demás- agregué.
- ¿Y ustedes van a tomar?- nos preguntó Jongin.
- No sé...- respondió XiuMin.
- Tal vez un poco- me recosté para mirar el cielo del atardecer.
***
Por la noche, cuando el profesor ya se había ido a dormir, el alcohol empezó a aparecer. Al principio no quise tomar. No porque no me gustara, sino porque no quería emborracharme delante de mis compañeros. Y la verdad que no era algo difícil de hacer, ya que con muy poca cantidad ya veía borroso y decía tonterías. Pero después de que me convencieran de jugar unos juegos, terminé cediendo. Y ya me sentía más que mareado.
- ¡MinSeokieeee!- lo abracé muy feliz -¿Y Jonginnie?
- No sé, debe andar por ahí. LuHan, mejor dejá de tomar- salió de mi abrazo y me miró.
Me reí estrepitosamente.
- Pero no pasa naada. Está muy rico, ¿querés?- le ofrecí.
- No tenés remedio- agarró el vaso y tomó.
- XiuMin, hace que deje de tomar- dijo Lay apareciendo de pronto -No quiero que vomite en la carpa- me reí.
- ¡Yixing!- pase un brazo por sus hombros -¡Rico olor!- me miró con una ceja levantada.
- No puedo convencerlo -le respondió mi amigo.
- Hace frío, me lo llevo a la carpa- acerqué mi nariz a su cuello y olí profundamente. Volví a reírme -¡¿Pero qué haces?!- exclamó, alarmado.
- ¿Me querés usar de estufa?- me miró molesto, quedando nuestras caras muy cerca. Le devolví la mirada, intentando enfocar y acorté el espacio que nos separaba, dando un casto y corto beso en sus labios. Me separé y vi su expresión sorprendida. Él estaba inmóvil y me causó gracia. Dejé de abrazarlo y MinSeok estalló en unas sonoras carcajadas. Lo acompañé, sin entender por qué nos reíamos.
- Lo voy a...- intentó hablar Lay.
- ¡No! Por favor...- MinSeok se acercó por si tenía que evitar que Yixing me pegara. Yo los miré divertido, mientras todo mi mundo se movía a mi alrededor -Lo hace siempre- le explicó -siempre que está borracho besa a las personas. No esperé que te lo hiciera a vos, no pensé que estuviera tan borracho. Perdonalo, no sabe lo que hace- finalizó.
- ¿Pero qué decís, MinSeokkie?- le pregunté con voz pastosa.
- Vos callate- Lay me fulminó con la mirada -Y más te vale que nadie haya visto eso- me agarró del brazo y miró a XiuMin -Lo llevo a la carpa antes de que tome más y después quede a mi cargo por ser su compañero.
No esperó a que mi amigo respondiera y me arrastró hasta la carpa.
***
- No entiendo nada, Lay. El mundo da vueeeeeeeeltas y vueltas- me reí.
- Dejá de hablar, ¿Querés?- pidió fastidiado -Metete en la bolsa de dormir y acercate. Tengo demasiado frío- lo miré temblar, ya acostado. Yo estaba sentado.
- Yo no siento frío- me encogí de hombros.
- Es por lo que tomaste, idiota- me reí ante su insulto.
Entré con mucha dificultad a la bolsa y me acerqué a él. Rápidamente, para que no reaccione, volví a darle un beso. Era divertido ver sus expresiones.
- Volvés a hacer eso y te mato. Soy bueno porque no estás para nada consciente- me abrazó para entrar en calor, quedando mi cara en su cuello. Embriagándome con su olor mucho más de lo que ya estaba. Deposité un beso en esa zona; y después le di una gran lamida seguida de un pequeño mordisco, queriendo probar si el sabor era igual de bueno que el olor. Lo era. Escuché un suspiro de parte de Lay -Basta- susurró en mi oído -Tengo novia, y vos...- sintiendo que volvía a apoyar mis labios en la piel de su cuello, deslizó una mano hasta mi rostro y me tapó la boca -Dormite.
No sabía por qué hacía todo eso, pero después de todo, no sabía ni donde estaba acostado. ¿O estaba parado?
Sin sacar su mano de mi boca, empezó a cantar muy bajito. La canción me relajó, hasta hacerme dormir.