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Shampoo por keny_shawol

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Notas del fanfic:

hola

este es mi primer fanfic. es un minkey inspirado en la cancion de shampoo de after school, no e igual, algunas ideas sacadas del videos

sin mas le dejo para que lean 

-Ábrelo- KiBum le extendió el sobre a JungAh, esta lo tomo y asintió.

 

Estaba tan nervioso, muy nervioso, en ese sobre estaba el destino de su vida. Si tal vez sonaba muy dramático pero el baile era su vida, le encantaba poder sentir la música y que su cuerpo se moviera por si solo.

 

-…por me dio de la presente- JungAh había comenzado a leer la carta, y el quería que llegara a la parte mas importante, ¿aceptado o no?

 

Semanas atrás había dado la audición. SM Academia de Artes de Seúl una de la mas prestigiosas academias de baile del país, si KiBum como el pequeño caprichoso que era hizo que su madre y su mejor amiga viajaran con el hasta Seúl para dar la audición. Espero por un largo mes y ahí estaba el pequeño sobre con la respuesta que el esperaba que fuera un “aceptado”

 

-Aceptado- leyó por fin JungHa- KiBum, fuiste ¡aceptado!- grito la chica.

 

Pero el se encontraba en shock “aceptado” resonaba en su cabeza, esa era la repuesta que tanto había estado esperando, pero era tanta su emoción que no podía ni hablar.

 

-aceptado- susurro- JungHa me aceptaron- el chico casi salta de la emoción, lo podía gritar a todo el mundo, su sueño por fin se haría realidad.

 

El  sueño de KiBum no solo era entrar en esa academia, ¡No! El tenía uno más grande, después de graduarse de la academia el se iría a New York, y ahí comenzaría su sueño.

 

 KiBum soñaba con entrar a “Dance Manhattan” ser uno de los mejores bailarines, presentarse en los mejores teatros. Y lo cumpliría, el lo sabia, no dejaría que nada se interpusiera en su camino para lograrlo.

 

-Sabia que lo lograrías, eres uno de los mejores bailarines-la chica sonrió

 

-Gracias- KiBum la abrazo, JungHa era una de sus mejores amigas, lo acompañaba en todas sus locuras, como esa vez que viajaron hasta Seúl, escapándose de la escuela por que el quería tomar un café en una de sus cafeterías favoritas, habían viajado hora y media en tren.

 

-KiBum, te extrañare- dijo la chica separándose de el y mostrándole un pequeño puchero que a KiBum le pareció adorable.

 

-Vendré a visitarte cada que pueda- Eso era tal vez lo que mas le molestaba de entrar a la academia. Se mudaría de Daegu a  Seúl. Había rogado a su madre que se mudaran de nuevo, si el había vivido ya en Seúl, pero su madre dijo “necesito un descanso” y se mudaron a Daegu.

 

Eso no seria un problema, KiBum venia de una de las familias mas adineradas de Seúl, su madre era una gran diseñadora y su padre les había dejado una gran herencia al morir. Tenían  una gran casa en Seúl, así que su madre no lo pensó mucho y cumplió el deseo de su único hijo

 

 

-Les diré que lo decoren como tu quieras- KiBum miraba la que había sido su habitación años atrás, Tenia un pequeña cama en uno de los rincones, a un lado de esta, una pequeña mesa de noche, paredes pintadas de blanco con algunos detalles en azul, y un pequeño armario, que tendría que cambiar y doblar en tamaño.

 

Ya no era el niño de 15 años que dejo Seúl, con sus 18 años de edad se había convertido en un adicto a la moda con cientos de camisas y pantalones de diseñador, lentes, bufandas, sombreros, guantes, chalecos, o si, el tenia una gran armario.

 

-Yo te diré cuando tenga el diseño- su madre asintió y sonrió.

 

-Como quieras cariño- Su madre, una mujer de no mas de 40 año, delgada, alta, tez blanca, era una mujer muy guapa y elegante, había tenido que criar sola a KiBum, pues su padre había muerto cuando el solo tenia 10 años, un infarto. La señora jamás se volvió a casar, no le pareció apropiado un padrastro para KiBum, aunque este le decía que debía hacer su vida de nuevo, pero ella siempre se negaba su vida era su hijo y u trabajo y ella vivía feliz así.

 

-Mamá- la aludida lo miro- ¿Podre verdad? ¿Lo lograre?- Todos tenemos nuestros momentos de inseguridad y KiBum no era la excepción.

 

-Claro que lo harás- La mujer se acerco, para después envolverlo en sus brazos, amaba a su mama siempre estaba ahí para el, dándole su apoyo en todo lo que quería- Eres uno de los mejores bailarines- aseguro su madre.

 

-Mamá, ahí esta lo mejor de lo mejor-su madre sonrió enternecida, a pesar de tener 18 años para ella seguía siendo su pequeño niño, con miedo a la montaña rusa y miedo a la obscuridad.

 

-Por eso te eligieron- sentencio su madre.

 

 

 

 

Las semanas pasaron rápido, la noche antes del gran día no había podido dormir de los nervios y la emoción. Se había despertado temprano, para llegar a tiempo, se dio una ducha, y escogió la ropa adecuada para bailar, claro sin perder el estilo, un desayuno ligero y listo para el gran día.

 

El coche lo había dejado en la entrada del lugar, faltaban aun 10 minutos para dar comienzo a sus clases, entro a la academia viendo chicos y chicas caminar de un lado a otros. Aulas marcadas con números y letras.

 

El lugar no era tan grande, admitían solo un pequeño número de alumnos cada año, solo era por decir un pequeño curso, y era lo que KiBum necesitaba, ese pequeño empujo para así ser aceptado en New York.

 

KiBum no era el típico chico adinerado, claro tenia pequeños caprichos, le gustaba la ropa de diseñador, y los mejores restaurants del lugar, pero el era una persona amable y cariñosa con sus amigos, respetaba a las personas mayores así como a desconocidos, conocía sus límites.

 

-Disculpe- llamo a una mujer de lentes, cabello corto, un poco mas de 40 años.

 

-¿Si?- la mujer lo miro con la ceja alzada

 

-¿La clase con el profesor Choi?- Miro el papel, para verificar que no se haya equivocado de nombre.

 

-¿El de baile o el de actuación?- pregunto la mujer

 

-Baile-la mujer lo pensó un momento, recordando donde se encontraba el aula del profesor

 

-Aula C-3-

 

-Gracias- La mujer sonrió, o mas bien una mueca, fue lo que pensó KiBum, dio medio vuelta y se marcho.

 

Camino por los pasillos buscando el aula, no eran muchos así que no tardo en encontrarlo. La puerta estaba abierta así que entro.

 

El aula era amplia, con una gran espejo abarcando la pared, dio una mirada a al lugar, habían como 10 personas en esta, camino y se sentó en una de las sillas, a lado de una chica de cabello rubio.

 

-Nicole- dijo la chica con una gran sonrisa. Bonita, pensó, le había gustado la forma en que sus ojos se cerraron cuando sonrió.

 

-KiBum-

 

-Tu también ¿eres nuevo?-pregunto. En esta academia entraban 6 cada año, por lo tanto los 6 restantes en un aula solo les faltaba un año para graduarse.

 

-Si- sonrió, la chica le había agradado desde que se presento, seria una gran amiga sin duda, le recordaba a JungHa.

 

-Te deseo lo mejor KiBum-

 

Este seria el comienzo de su sueño.

 

 

***

 

 

-Buenos días MinHo- saludo amable como siempre SiWon

 

-Buenos días- saludo bostezando

 

-De nuevo de fiesta, y un día antes de clases- SiWon negaba con la cabeza, mientras le daba un sorbo a su café.

 

-Eran vacaciones entiéndeme-

 

-Si, bien, nos vemos después, las clases están a punto de comenzar- SiWon se despedía y salía del salón.

 

  Minho bostezo de nuevo, haberse ido de fiesta anoche fue una mala idea. Tomo el resto de su café y dejo la taza en la mesa, salió del salón de maestros, con una mirada de superioridad.

 

Choi MinHo, a sus 22 años era considerado uno de los mejores maestros de baile, si no que el mejor de toda corea, o al menos eso es lo que pensaba.

 

Camino con paso decidido hasta el aula, saludando a algunos maestros por el camino. Otro año mas dando clases, y no es que le molestara, solo que a veces se frustraba con los alumnos que le tocaban.

 

Era conocido como uno de los maestros mas estrictos, el  veía el baile como algo que debía ser con perfección, movimientos calculados y perfectos, ¿Bailar sintiendo la música? Que basura es eso, pensaba, el no creía en eso.

 

Llego hasta el aula entrando y cerrando la puerta de golpe, todos en el lugar se sobresaltaron, camino hasta quedar en medio del aula. Todos callados, esperando que hablara.

 

-Soy Choi MinHo, y seré su maestro, estos dos años- dijo con una sonrisa de lado.

 

 

 

 

 

Notas finales:

este ha sido el primer capitulo espero que les haya gustado

si quieren que lo continue haganmelo saber 

adios!


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