Nos dirigimos a la pequeña casa y tocó la puerta… nos atendió una mujer algo joven… no parecía su madre…
-Hola JeRyong, ¿Tú también almorzaras con nosotros?-
Preguntó de lo más normal, aquella confianza con esa mujer sea quien sea no me agradaba, ella me miró y sonrió, le devolví la sonrisa, pero de manera algo falsa…
-Quizás, no lo sé, igual no creo que sea conveniente…-
Dijo ignorándome por completo, ok, eso ya me desagradó, ni siquiera tuvo la educación de saludar y presentarse no de decirme “Hola soy JeRyong, gusto en conocerte, ¡vaya! ¡Eres hermoso!”…
Aish… mujeres… sólo espero que su madre no sea tan “desagradable” como ella, ¡sí desagradable! 5 Segundos bastaron para “odiarla”…
-Ya veo… ¡Oh! Me olvidaba, él es Key, mi novio…-
¡Oh sí! ¡Y ahí tienes! ¿¡Oíste!? ¡SU novio! Está ocupado, lo siento querida…
-Hola, gusto en conocerte, le extendí la mano con una sonrisa-
Dije amablemente… ella me mira algo inconforme…
-Hola, mi nombre es JeRyong ex amor de Jong-
Dijo sonriendo levemente de lado… ¿Ex amor? ¿¡EX AMOR!? Miré a Jong sin poder evitarlo…
-¿Qué estupideces dices JeRyong sshi?-
Sonrió algo nervioso, vaya que me conocía, y sabía que tan “peligrosas” podían ser mis miradas…
-La verdad, sabía perfectamente, que te gustaba cuando eras niño…-
Sonrió amablemente mientras miraba a Jong…
-Pero bueno, pasen por favor, tu mamá te está esperando con ansias…-
Hizo una pequeña reverencia… nuestras miradas se encontraron y pude sentir prácticamente; cómo se sacaban chispas nuestras miradas… sonreí de lado y tomé de la cintura a Jong, posándola peligrosamente cerca de su trasero, él me miró y yo le sonreí…
Llegamos al living, no era muy amplio pero si lo suficiente para que entráramos los “5”, pues aquella mujer no se había ido aún, y él niño asomó tirándose sorpresivamente sobre los brazos de Jong… pero si se quedaba… esa tal “JeRyong” iba a arruinarme el almuerzo…
-¡Hola JongIn!-
Lo saludó con una sonrisa, mientras lo aceptaba en sus brazos y lo alzaba… lo giró hacia mi…
-Mira, he traído compañía hoy, se llama Key…-
Dijo en un tono tan dulce que parecía paternal, me emocioné por dentro, si pudiéramos tener hijos ¿Así se vería? ¿Cómo un papá súper guapo, joven y amoroso?
-Hola JongIn, gusto en conocerte, Jong me ha hablado mucho de ti- Sonreí –Soy Key-
Dije estirándole mi mano para saludarlo pero él me miró algo extrañado, yo me preocupé… ¿le caería mal?... mi sonrisa se borro pero no desapareció… luego de unos segundos de que nuestras miradas se encontraron… sonrió y estira su cuerpo hacia el mío… ¿Quería que lo abrasase? ¿Quería que lo alce yo también?...
Sonreí aliviado miré para todos lados… y le di la torta a la tal JeRyong que estaba mirando algo ¿Descontenta?
-Toma, llévalo a la heladera, es un presente de mi parte…-
Intenté ser “educado” pero no podía ocultar mi “rechazo” hacia ella; no dijo nada y lo llevó… estiré mis brazos y sujeté al niño… él me sujetó y a los segundos… se apoyó en mi cuerpo…
Miré a Jong, él estaba sorprendido al igual que yo… pero luego sonrío… me contagió el gesto, cuando justo se separa el pequeño JongIn y me mira…
-Hola, soy Park JongIn, hijo de mi mamá-
Yo reí ante esa presentación… Jong también lo hizo…mire nuevamente a sus ojitos y me dijo
-Tienes olor rico-
Y volvió a hundir su cabecita en mi cuello… yo estaba que tenía el corazón… estrujado… era tan tierno, tan amoroso… tanto con Jong como conmigo… me dieron ganas de llorar… mis ojos se aguaron mientras miraba a Jong… ¿Esto se sentía tener un hijo? ¿Así de completo te hacía sentir un simple niño, con esas simples y divertidas palabras?...
-Disculpen la demora muchachos… es que me estaba preparando…-
Dijo una voz bajando las escaleras… ambos miramos y aquella mujer bajó con una sonrisa dibujada en su rostro… JongIn no quería soltarme… hice el amague para bajarlo… pero aprisionó sus pequeñas piernitas alrededor de mi cintura… no era tan chiquito, quizás tendría unos 10/11 años pero su cuerpo era delgado y menudito… que lo hacía parecer de menos edad…
-Hola Jongie…- Se acercó a darle un cariñoso beso de madre en la mejilla… me miró… y sonrió al verme sosteniendo al niño… -Veo que ya lo has conocido, un gusto en conocerte, eres muy lindo… Jong me ha hablado lo suficiente de ti para que me agrades, y ahora que te veo, veo que no se equivocaba, mi nombre es Park YoungRi… gusto en conocerte; Key-
Sonrió mientras, buscaba la manera de darme un beso en la mejilla también… pues el cuerpo de JongIn “hundido” en mi cuello no me dejaba mucho espacio.
Me saludó como pudo y tomó de las cinturitas a JongIn…
-Ven con mamá bebé, deja a Key descansar un ratito, pesas un poquito-
-¡No! ¡Quiero quedarme con él tiene olor rico!-
Ambos reímos…
-Déjelo, en verdad no me molesta al contrario… aparte a mí no se me hace tan pesado-
Sonreí, ella hizo una mueca cómo diciendo “está bien”, y acarició el pelo del niño para darle un beso.
-Que eres pegote, bebé…-
Dijo susurrando, mientras se alejaba con una sonrisa…
-Bueno, si no les molesta, me gustaría invitarlos a que tomaran asiento, la comida está lista, la he hecho yo misma, espero que les agrade, ¡Ah! y Key… muchas gracias por el pastel, ya lo he visto, se ve delicioso-
-No hay de qué señora Park-
Dije sonriendo… mientras me acercaba a la mesa junto con Jong… y el niño “prendido” en mí…
-No, no me llames así, sólo dime YoungRi, para mí está, te casarás con mi hijo… por lo tanto, serás mi hijo también jeje-
Dijo volviendo a sonreír amablemente… yo asentí algo apenado… esa sonrisa, tan blanca, brillante y cálida… sin dudas era la madre de MI Jong…
-Bueno, muchas gracias entonces por la confianza-
Me senté y aún tenía a JongIn encima de mí…
-Bebé, quieras o no, tendrás que salir de ahí… es hora de comer y no lo dejarás estar cómodo, ven al lado de mami… te hice tu comida favorita…-
Dice en ese tono tan amable y cálido… haciéndome acordar a mi madre también… que me trataba de la misma forma cuando era niño…
El pequeño me miró, algo suplicante, pero sólo pude sonreírle… y se bajó solito, yéndose a sentar a su asiento, al lado de su mamá…
Sonreímos ambos, tanto ella como yo, al ver lo obediente que era. Al sentirlo bajarse, mi cuerpo sintió cómo un frío inusual… ¿tanto me había acostumbrado a tener su cuerpito encima del mío?
Estaba perdido en mis pensamientos… pensando… ¿Algún día podremos tener un hijo o hija? ¿Podré educarla de tal manera que sea tan obediente cómo el pequeño este? Es ahora cuando quería ser mujer, para poder tener un hijo, estaba tan sumido que la mano de Jong en mi pierna, acariciándome suavemente me hizo dar un leve respingo… la mamá me miró… y yo miré a Jong… quien tenía un rostro de confusión…
-¿Estás bien Key?- Me dijo, a lo que asentí sin decir palabra alguna mientras miraba a Jong, él comenzaba a quitar su mano de mi pierna pero lo detuve…
-Sí, estoy bien, no ha pasado nada, disculpen si los he asustado-
Sonreí mirando a la madre ahora, para luego mirar a Jong… quien sonrió más calmado… sujetando mi pierna con más seguridad…
-Oh, bueno; entonces iré a traer la comida…-
-Yo, mejor me voy yendo-
Dijo devuelta la “odiosa” de JeRyong quien me había sacado de mi burbuja de sensaciones agradables… todos asintieron menos yo… se quedó un segundo mirándonos, esperando seguramente a que la invitáramos a quedarse… pero ciertamente, esto era una “comida familiar” y ella al parecer no encajaba
-De acuerdo, que te vaya bien… JeRyong, gracias por acompañarnos y cuidad de mi bebé todo éste tiempo…-
-No hay de qué-
Dijo sonriendo y desapareciendo por la puerta de entrada…
-Bien, quedamos solos, cuéntenme, ¿cómo es que se han conocido? Y tú Key… ¿Cómo has logrado tener tan enganchado a mi Jong? Siempre ha sido difícil entrar en su corazón…-
Dijo riendo suavecito… yo me sorprendí, pues era la cosa más extraña del mundo, él era el difícil, y resulta que fue él, el que “rogaba” porque le de mi “aprobación”… sonreí… así que, así era; ahora me sentía importante… comenzamos a hablar… y a responder sus preguntas con absoluta sinceridad…
Se sorprendió… al saber que éramos “alumno y profesor”… por lo que también insistió en que le parecía bien, que nos casáramos, luego de que Jong terminara el colegio…
El almuerzo transcurrió con absoluta serenidad y tranquilidad, no creí que su madre, fuera a ser tan agradable… aceptándonos así como así, y aceptar que su hijo se estaba por casar con otro hombre… por lo tanto… pasamos prácticamente todo el día en su casa… jugando con JongIn… hablando con ella, tomando un agradable té, con el pastel que había llevado… el cual me había salido sensacional, y no es por presumir; pero era realmente bueno en los “postres”…
(N/A: Si en los “2 tipos de postres” ;9)
Luego de una larga jornada que pasamos con su madre… regresamos a mi casa, pero no antes de decirle… que nuestras familias se debían juntar para conocerse… lo cual ella lo vio correcto… pero ya luego arreglaríamos mejor el encuentro y pondríamos a cabo nuestro plan para reconciliar a los padres de Jong… ¿Se habían olvidado de eso verdad? No era muy “original” pero creemos que dará resultado…
Ya camino a casa estaba observando el paisaje iluminado por los faroles… pensando en cuando podríamos tener un hijo, realmente me había tocado mucho el corazón aquel amor instantáneo que me brindó aquel pequeño y el cual yo recibí con gusto…
Vi que el paisaje no se movió más y volví en sí… miré a Jong… este lugar era conocido… pero no era mi casa… él sonrió… y me miró con sus ojos brillantes.
-¿Recuerdas éste lugar?-
Mire hacia alrededor pero sin salir del carro… abrí mis ojos al reconocerlo…lo miré sorprendido… él rió
-Si… así es… aquí es dónde nos dimos nuestro primer beso… ¿recuerdas? En nuestra primera cita… recordarlo me hace sentir tan melancólico pero feliz a la vez… aquí fue que empezó todo oficialmente, cómo pasa el tiempo; ¿verdad? Hace unos meses… éramos un alumno y profesor “incumpliendo la ley”… y ahora… nos vamos a casar, gracias a aquel “des obedecimiento” de la tal ley, ¿sabías que…? ¿Desde ese entonces ya te amaba? ¿Sabías que estaba súper nervioso por tu reacción ante mi atrevimiento? Temía que me dieras una abofeteada y te fueras corriendo, y que yo no pueda alcanzarte nunca más… pero aquella vez me correspondiste… y pude sentir amor en aquel beso; lo inmensamente feliz que me hiciste, no te lo imaginas; y cuando me invitaste a dormir, y luego pasó aquello por primera vez… enterarme de que yo sería tu primera vez; una vez más, lo inmensamente feliz que me hiciste es inexplicable, cada momento que pasé junto a ti, cada momento que me mirabas, me sonreías, me hablabas y me correspondías… cada segundo era increíblemente feliz; nunca creí amar a alguien tanto, y menos a un hombre… pero tú, tú has logrado lo imposible, lo que otros eran incapaces de hacer; incrustarse en mi corazón de una forma muy, muy profunda. Y ahora… ¿sabes? Desde que te vi con JongIn en brazos… te veías tan bien con él, que no pude evitar pensarte que así te verías, cuando nosotros tuviéramos un hijo, quiero tener un hijo contigo… pero-
Le corté… estaba llorando en silencio… mis ojos eran unas cataratas prácticamente, pero de pura y absoluta felicidad… me desabroché el cinturón de seguridad y me coloqué encima de él, le sonreí con mis ojos aguados al 100%, pero él con esa sonrisa tan serena, tan cálida y comprensiva, comenzaba a limpiar mis lágrimas con sus pulgares… lo besé de manera lenta y absolutamente cariñosa… él estiró el asiento un poco hacia atrás… pues estaba muy pegado al volante y en cualquier mal movimiento la bocina iba a sonar. Él no hizo ni dijo nada, sólo me abrazaba suavemente… mientras nuestros labios se saboreaban con parsimonia uno con el otro…
-Te amo Jong… que de eso no te queden dudas, me enamoraste, tienes mi corazón, me tienes… soy tuyo por completo, en cuerpo y alma, te amo tanto, contigo, me siento realmente amado querido, realmente me haces saber que existo que estoy vivo, y que soy alguien… te amo Jong, te amo tanto Puppy, nunca creí encontrar el amor de ésta manera…-
Dije mientras mis lágrimas seguían recorriendo mis mejillas, aprovechando a tomar un poco de aire… él me sonrió y tomó mi rostro con sus 2 manos… y volvió a besarme con total amor, increíblemente en ambos no había una pizca de lujuria, solo amor, amor puro y sincero.
Continuamos besándonos de esa manera un largo tiempo… hasta que decidió que era hora de volver a casa… no quería… pero sabía que tenia razón… con un último beso, difícilmente logrando dejar sus labios volví a mi asiento… él me sonrió… y acomodó el asiento nuevamente y encendió el auto, para luego colocarse el cinturón de seguridad… y llevarme a casa…
Cuando llegamos ambos nos bajamos, y él le colocó alarma a su carro, sabía lo que eso significaba, sonreí, por fin podría volver a despertar junto a él…
Entramos, tomamos un café… y nos fuimos a acostar… y por más increíble que parezca, hicimos solo eso, dormir; un beso de buenas noches fue suficiente, para que lograra conciliar el sueño, aprovechando su pecho bien trabajo, apoyé mi cabeza allí, él me rodeo con sus fuertes brazos… y con una sonrisa fue con la que me dormí al igual que él…
Cuando despertamos, él estaba acoplado a mi cuerpo abrazándome… y yo dándole la espalda, mientras sin darme cuenta, sostenía su mano, la que rodeaba mi cintura… sonreí al despertar maravillosamente con su calor, y la tenue luz solar que se intensificaba por mis cortinas blancas…
Era una mañana perfecta, despertarme junto a “mi futuro marido”, reí al llamarlo así, sonaba tan irreal… no parecía que en verdad fuera a ser así más adelante, parecía un sueño… realmente… lo era; era un maravilloso sueño del cual no quería despertar.
Aquel día pasó sin nada importante y demasiado veloz, estaba disfrutando de sobremanera tenerlo a mi lado… que cuando quise acordar; el sol se había ocultado, y la luna estaba ya en su mejor momento… miro el reloj y se habían hecho cerca de las 10:30, Jong me miró y con una mueca de tristeza, comenzó a juntar sus cosas, indicando que ya se iba…
-No quiero que te vayas…-
Dije sin tonalidad alguna…
-Lo siento; pero debo hacerlo, debo ir al instituto mañana, nos veremos allí…-
Me sonrió mientras se acercaba, acariciando mi mentón proporcionándome un dulce beso… yo le correspondí y lo sujeté del cuello cuando él quiso separarse no se lo permití, le tironeé hacia mi cuerpo, haciendo que cayera recostado en mi pecho… él me mira sorprendido, para luego sonreír…
-¿Qué haces?-
Preguntó, con una sonrisa de lado.
-Evitando que mi futuro esposo se vaya de mis brazos…-
Dije sonriendo ahora… él miró para otro lado por unos segundos mientras sonreía, para luego besarme una vez más… el beso era más “íntimo” no se sentía cómo uno de despedida… comencé a corresponder…
Él comenzó a avanzar sobre mi cuerpo ladeándome en el sofá y colocándose sobre mi delgado cuerpo… me sonríe desde arriba y me mira a los ojos…
-Tú sí que sabes cómo retenerme-
Dijo de manera algo ronca por la leve agitación, para luego de verme sonreír; “internarse” en mi cuello, haciéndome soltar esos suspiros, esos jadeos, que se impregnaban de placer…
-Recuerdas que soy un gatito muy, muy caprichoso, hambriento; y estoy deseoso de caricias de “mi amo”…-
Dije saboreándome de manera sensual, a lo que afilaba mi mirada, y la transformaba en la de aquel “felino salvaje” pasando mis manos peligrosamente suaves por su espalda…
Sus labios comenzaban a hacer presión en mi cuello, dejando allí sus marcas… mis manos habilidosamente se metían entre nuestros cuerpos… para luego buscar la manera de colarse por los pequeños espacios dónde no se encontraban los botones de su camisa blanca, comencé a desprender un botón… luego otro y otro, mientras recorría con mi dedo índice, haciendo caricias circulares a medida que iba ascendiendo para desabrochar los demás botones… una vez más, aquel torso bien trabaja a la vista…
Me excitaba tanto que mi miembro comenzó a despertar de golpe.
Cómo era de esperarse terminamos haciendo el amor una vez más… pero algo en mi subconsciente… me traicionó… cuando estaba a punto de llegar…
Mis lágrimas comenzaban a recorrer mis mejillas…
-¡Aaah! Aah ¡Jong! ¡Jong!... ¡Qui… quiero… un hijo!...-
Dije a lo que él se corrió dentro mío y yo entre nuestros abdómenes…
-¡AAAAAH! ¿Qué… qué dices Key?...-
Preguntó desconcertado… luego de haber caído suavemente sobre mi cuerpo respirando de manera muy agitada…
Yo intentando regular un poco mi respiración para hablar dije…
-De… desearía po…poder concebir… un… un hijo…-
Dije dejando correr mis lágrimas con mayor fuerza, mientras me “prendía” a su cuello, pues lo abracé con fuerzas…
-Key… Key yo… yo…-
-No digas nada; sé que es imposible…-
Continué llorando en su cuello él me abrazó aún más… no dijo nada; más así yo se lo pedí. Cuando me tranquilicé… y mi llanto mermó… me separé de él; más el no se movía.
Me las arregle para poder ver su rostro; y me di cuenta de que se había quedado dormido encima de mí en el sofá. Su respiración tan serena ahora chocaba con mi cuello provocándome escalosfríos.
Sabía que al otro día no iba a poder moverme; pero no quería mover a Jong de aquella posición, pues para que negarlo, no sentía una pizca de frío a pesar de estar absolutamente desnudo con él encima, sin ninguna clase de sábana que nos tapara, cómo sabía que quizás él si se resfriaría… extendí mi brazo lo más que pude y lo tapé con las prendas de ambos, suerte que estaban allí a mi alcance.
Al otro día cómo lo sospeché, no sentía mi cuerpo… estaba absolutamente entumecido, quería moverme pero no podía, y debía hacerlo para pararme de allí tomar una baño extra veloz e irme a trabajar, ¡malditas obligaciones! ¡Quiero estar con Jong!
-Jong… Jong despierta, amorcito… mi vida… Jong…-
Decía una y otra vez en un tono muy bajito pero que no llegaba a susurro, él despertó de a poco, puesto que no podía moverme… no podía zamarrearlo ni hacer nada, a menos que él se quitara de encima.
Levemente eleva su mirada adormilada, y mira para todos lados, con sus ojos difícilmente entreabiertos…
-¿Qué, qué pasa gatito?-
Preguntó mientras elevó un poco su mirada y se encontró con la mía, lo cual hizo sonreír a ambos.
-Levántate, no puedo moverme, debo ducharme e ir a trabajar, y tú debes ir al colegio también…-
Sus ojos se abrieron de golpe, y de la misma manera se quitó de encima… me ayudó a ponerme de pie, aunque aún seguía sin sentir mis extremidades…
-¡Lo… lo siento!-
Dijo apenado, a lo que me miró extraño al ver que mi cuerpo no reaccionaba. Preguntó con gran preocupación.
-¿Qué… qué te sucede Key?-
-Nada… nada que un buen baño no pueda solucionar… ¿me llevas? –
Sonreí ahora de manera pícara… y sin dudarlo con una sonrisa de lado me alzó como si fuera una princesa y me llevó a la tina…
-Báñate conmigo-
Le dije sujetándolo del brazo, mirándolo con aquella mirada refilada; se volvió y se metió dentro de la tina al igual que yo; con aquella sonrisa irrevocable de su rostro. Comenzamos a bañarnos, obviamente sin poder evitar darnos uno que otro beso… él se encontraba jabonándome la espalda… cuando de repente se me escapa aquello…
-Podría acostumbrarme a esto… me gustaría que pudieras vivir conmigo…-
Dije en un tono triste al final, pues sabía que no era posible “por el momento”, y sabiendo aquella respuesta…
-Gatito, no creo que-
-¡No importa!, No te preocupes por eso, pero cambiando de tema, ¿Cómo haremos para ejecutar el plan: “Papás juntos otra vez”?-
Dije de prisa, cortando aquellas palabras que no quería oír, era suficiente con lo que me dolía el saber que jamás podríamos “concebir” un hijo… él con un tono algo serio, pues era obvio que no estaba de ánimos para responder a mi segunda pregunta, pero… sólo quería que supiera mis intenciones…
-Aquello que habíamos dicho la otra vez me parece bien, organizar un encuentro para que ambas familias se conozcan, y decirles a papá y a mamá un horario diferente al que le diremos a tu mamá y tía…-
-Hmm, puede que resulte, ¿si es así? ¿Cuándo podría ser ese “encuentro”?-
-Déjame averiguar cuando papá tiene libre, pues dudo que deje sus negocios de lado por causa de “una cena familiar”. Eso… ya no es propio de él…-
Dijo con un dejo de tristeza, que me afectó… me giré y quedé frente a frente y entre sus piernas…
-¿“Eso; ya no es”? ¿A qué te refieres? ¿Ante lo hubiera hecho?-
Pregunté curioso como un niño de 5 años.
-Sí, pero preferiría no hablar de ello…-
Sonrió nuevamente de esa manera tan serena y tierna mientras acariciaba mi rostro… estaba por decir algo pero me cortó
-¿Qué hora es?-
Besé fugazmente sus labios y me acerqué a donde estaban las toallas pues ahí estaba mi celular y me fije la hora…
-7:30-
Dije sin preocupación alguna, él abrió sus ojos de sobremanera y salió a las apuradas de la tina salpicándome todo…
-¡Por dios Key! ¡Me queda solo media hora para ir a mi casa a cambiarme e ir al colegio! ¡Diablos se me ha hecho tan tarde!-
Se secó a una velocidad extrema, casi resbala pero logró mantenerse en pie y corrió hacia el living; a buscar su ropa supongo. Y cuando estaba saliendo yo de la tina, escucho un grito a lo lejos.
-¡Ya me voy gatito! ¡Nos vemos en el colegio!-
Y se escuchó el portazo… no alcancé a decir nada… pues cuando logre salir del baño, el arranque de su motor ya se oía cómo se alejaba.
-Hay que ver lo distraído que eres Puppy-
Dije riendo mientras en mi mano se balanceaba ¿Adivinen qué? Sí, jaja, su ropa interior, se había olvidado de ponérsela parece… aunque cuando junté mi ropa, me di cuenta de algo; mi bóxer no estaba. Comencé a reír nuevamente, ¿era lo que yo pensaba que era? ¿Jong se había puesto mi bóxer en vez del suyo? Bueno jaja, puedo entender que se hayan confundido, los colores eran parecido, pero de seguro le apretará un poco…
Reí de lado, mientras me iba a mi habitación a aprontarme, yo no tenía tanto apuro, pues 8:15 salía siempre de mi casa, aún me quedaba un poquito de tiempo.
Cuando terminé de alistarme, salí al garaje en busca de mi carro y me dirigí a la escuela. Luego de esperar esos 3 o 5 minutos que esperaba siempre ingreso al aula, pues los lunes, yo era su primer profesor.
Saludé a todos por igual, pero el banco de Jong estaba vacío, sonreí al saber que seguramente se le hiso tarde o venía en camino, pasó más de la mitad de mi clase, y aún no había señales de él, comencé a preocuparme, ¿tanto se tardaría? La puerta que se abrió de golpe y de manera apresurada me sacó de mis pensamientos, sonreí al instante, pero se me borró cuando vi que era el director y no Jong…
-Profesor Kim, puede venir un momento-
-Claro, ¿Qué sucede?-
Dije dejando el libro arieto en el escritorio, yendo hacia él preocupado, el director nunca interrumpía una clase.