“Suerte” recordaba claramente las palabras de su novio, seguido de un beso de despedida. Había viajado a New York para la audición, se sentía nervioso, creía haberlo hecho bien, estaba seguro que seria escogido, pero aun así los nervios no se iban, deseaba tanto haber quedado.
Miro el reloj nuevamente, MinHo llevaba 30 minutos de retraso, movía el pie en señal de impaciencia, sostenía una maleta con su mano izquierda y la otra estaba a su lado, recordaba haberle dicho claramente la hora que llegaría a Seúl, y estaba seguro que Choi sabia que odiaba esperar.
-Lo siento- escucho a sus espaldas, volteo lentamente, encontrándose con un MinHo agitado, seguro por haber corrido.
-Me hiciste esperar media hora MinHo- se quejo el castaño.
-Lo siento KiBum- se disculpo de nuevo- Había mucho trafico- Y me quede dormido, pensó el moreno.
-¿Acaso se te olvido?- podía jurar que así fue, Choi negó con la cabeza y tomo las maletas que traía KiBum.
-No se me olvido lo tenia presente- sonrió- mejor dime ¿Cómo te fue?- pregunto mientras caminaban hacia la salida. KiBum suspiro y sonrió, la experiencia había sido única, y se había divertido comprando en la semana que estuvo ahí.
-Fue divertido, compre en…-
-No me refería a eso- interrumpió, su gran historia de toda la ropa que había comprado, en las más exclusivas tiendas- en la audición-
-Creo que bien… espero que bien- siguieron caminando, hasta llegar al coche del mayor, que subió las maletas del menor en el maletero, para después entrar al coche en el cual ya se encontraba dentro.
-Estoy seguro que te fue bien- entrelazo su mano con la del castaño y sonrió- Estoy seguro que te aceptaran- dijo para después besar a KiBum, una semana sin el, había sido mucho, ¡Lo había extrañado tanto! Que estuvo a punto de tomar un vuelo hacia New York, y alcanzar al menor.
-¿Cómo es tu relación con MinHo?- pregunto DongWoon.
-Bien- tomo un poco de su café y miro al mayor, debería de parar con eso, llevaba ya meses con MinHo y todo marchaba a la perfección, además que empezaba a molestarle la actitud de DongWoon se estaba cansando de la preguntas constantes sobre su relación con el profesor, no podía solo dejarlo en paz.
-No quiero que me mientas KiBum, quiero…-
-¡Basta!- estallo- ¡Es suficiente!- sus gritos, exaltaron al mayor, KiBum jamás le había gritado- He soportado todo este tiempo, por que eres mi amigo y te quiero, pero mi paciencia tiene un limite DongWoon-
-¿Qué quieres decir?-
-Que estoy harto de que me interrogues siempre, mi relación es perfecta, basta ya con eso DongWoon, soy feliz a su lado, ¿No lo puedes entender? ¿No puedes dejarme ser feliz?-
-KiBum- quiso decirle algo más, pero no supo exactamente que, aun seguía preocupado, a pesar del tiempo, sentía que en cualquier momento, KiBum vendría llorando, por que MinHo le había mentido, o lo había lastimado.
-KiBum nada, entiéndelo, no lo voy a dejar, nada podrá hacerme cambiar de opinión- por que a pesar de todo lo que le había dicho DongWoon de MinHo, el confiaba en Choi, por que lo conocía, por que Choi siempre fue sincero con el, por que se había enamorado, por que lo amaba.
-¿Tanto lo amas? ¿Tanto es tu amor, que lo prefieres a el antes que a mi?- pregunto con miedo, pero se había vuelto tan masoquista, el sabia perfectamente la respuesta y aun así permanecía a lado de KiBum.
-Si lo amo, y no puedo creer que tú no lo quieras entender… tal vez, deberíamos terminar nuestra amistad, por que no acepto que tu no quieras que este con el, no puedo aceptar que tu me hables mal de el- ¿En verdad había dicho eso? Dejaría atrás su amistad por MinHo, ¡si! Al parecer así era, y el se tenia la culpa, sabia que el menor, escogería a Choi antes que el, solo no pensó que fuera tan doloroso.
-¿Es lo que realmente quieres?-
-Si tú seguirás rechazando mi relación, creo que es lo mejor- y le dolía tener que decir esas palabras, pero ahora creía que era lo mejor. DongWoon le dio una última mirada, no podía creer que tantos años de amistad, se fueran así de fácil, sonrió con tristeza y dio la vuelta para marcharse, y no entrometerse mas en la vida del menor.
-Mamá- KiBum entro corriendo a la habitación de su madre, sin siquiera tocar la puerta.
-KiBum, ¿Qué pasa?- su madre se encontraba en la cama, con un libro en la mano, ni siquiera le había dado tiempo de levantarse, KiBum se había lanzado hacia ella, abrazándose a la cintura de la mujer, dejando las lagrimas caer- ¿Qué paso? ¿Estas bien? Dime que es lo que paso hijo-la mujer se había preocupado en sobremanera.
-Yo… me pelee con DongWoon, y le dije que lo mejor era terminar nuestra relación- las lagrimas caían y caían, el cuerpo de KiBum subía y bajaba debido al llanto.
-¿Por qué hiciste eso?- pregunto la mujer, mientras acariciaba el cabello de su hijo, para tratar de calmarlo.
-Por que el… por que, no acepta mi relación con MinHo, por que siempre me habla mal de el- y de nuevo llanto, al castaño en verdad le dolía, que su mejor amigo no este de acuerdo, que no lo dejara ser feliz y que siempre le este buscando algún defecto al mayor.
-Estoy segura que solo se preocupa por ti-
-Yo se que trata de hacerlo, pero tiene un limite mamá, soy su amigo y tiene que apoyarme ¿no es así?- es lo que creía KiBum, un amigo debe apoyarte, estar contigo siempre, y si entendía un poco la actitud de DongWoon, pero tal como el había dicho, todo tiene un limite y DongWoon no lo dejaba vivir, siempre con sus preguntas y acusaciones- creo que estoy grande, para tomar mis decisiones, no siempre habrá alguien cuidándome-
-Yo siempre te cuidare KiBum, y creo que todos necesitamos a alguien que nos cuide, alguien que este con nosotros-
-Pero tu eres mi mamá, y no me refiero a eso, solo creo que el no debe estar atrás de mi todo el tiempo-
-tal vez lo dice por que sabe algo- si, todos sabían como era MinHo, pero sentía que el mayor había cambiado, claro seguía siendo el mismo dentro del salón de clases, pero sabia-por SiWon- que MinHo, había dado un cambio, se le notaba mas alegre, mas feliz, KiBum lo había cambiado.
-El lo conocía, pero no creo que sea razón para atacarlo, las personas cambian, yo lo hecho, todos cambiamos- respondió el castaño dando por terminada la conversación.
KiBum llego a su casa, cansado y con ganas de un relajante baño, abrió la puerta principal, y entro arrastrando los pies, había sido un día cansado, desvió la mirada ala pequeña mesa de madera, que se encontraba a un costado de el ¡Sobres!
Tomo todos lo sobres, seguro que estaría su respuesta ahí, habían pasado semanas, tal vez un par de meses desde que había viajado a New York para dar la audición, era tiempo de que llegara la repuesta.
Estados de cuenta, siguiente, estados de cuenta, siguiente, “New York” leyó el castaño, “Dance Manhattan”, su respuesta había llegado.
Abrió el sobre, casi rompiéndolo, estaba desesperado, tomo el papel que venia dentro y lo desdoblo. “Por me dio de la presente” comenzó a leer, nervioso, ansioso.
Abrió los ojos desmesuradamente, lagrimas caían por sus ojos, cuan termino de leer la carta, salió corriendo de su casa hacia el chofer que lo llevaba a cualquier lugar.
-A la casa de MinHo, señor Park- dijo una vez adentro de coche, el hombre asintió y puso en marcha el vehículo.
45 minutos, 30 segundos después, se encontraba en el edifico donde MinHo vivía, entro al ya muy conocido lugar, saludando al ya también conocido recepcionista. Camino hasta lo elevadores, entrando en el primero que se abrió, presiono el botón con el numero 9. Un minuto después, las puertas del elevador se abrieron y corrió hacia el departamento de Choi. Toco fuertemente la puerta.
-¿KiBum?- pregunto extrañado Choi, no alcanzo a preguntar mas, pues el menor se había lanzado sobre el, casi tirándolos a ambos al suelo, que Choi con su gran fuerza logro evitar, sujetando al castaño fuertemente de la cintura.
-¡Lo hice!- grito en el oído del moreno- ¡Me aceptaron MinHo!- MinHo separo a KiBum de su cuerpo, viendo la gran sonrisa y un brillo especial en los pequeños ojos de menor. Sonrió, para después darle un casto a beso a su pareja.
-¡Felicidades!- felicito para después abrazarlo, y llenarse con el peculiar aroma del menor- Me alegro por ti- KiBum paso sus manos por el cuello del mas alto, sonriendo, se sentía completamente feliz.
Había logrado lo que siempre había querido, su sueño se veía mas cerca a medida que pasaba el tiempo. Pensaba que su vida no podía ser más perfecta, había logrado entrar a la academia, tenía una madre que lo apoyaba en todo, unos amigos que siempre estaban ahí para el y tenia un novio amoroso y atento.
-No puedo creerlo- la lagrimas salían otra vez, bañando su pequeño rostro- sabes lo que significa MinHo, pronto todo lo que soñé se hará realidad- el mayor asintió, se encontraba orgulloso, de su pequeño novio.
-Y yo se que lo harás KiBum- acaricio la mejilla, limpiando con su pulgar las lagrimas que no dejaban de caer- Te amo- confeso, sintiendo su corazón latir, y como sus mejillas tomaban un color carmesí- Te amo KiBum- repitió. El corazón de KiBum parecía querer salir de su pecho, siempre quiso escuchar esas palabras salir de mayor, y que ahora por fin se cumplía, acerco su rostro al de mayor, rozando sus labios, con los abultados y esponjosos de su novio.
-También te amo MinHo-
Ni siquiera se acordaba en su madre, y que le tenia que decir la gran noticia, en ese momento solo existían el y Choi.
Después de unos minutos más de besos y felicitaciones por parte de profesor, se encontraban en la sala sentados uno a lado del otro con sus manos entrelazadas.
-Creo que deberías cortarte el cabello- hablo el menor, rompiendo el silencio en el que se encontraban.
-¿Tan mal me veo?- Choi se había dejado el cabello largo, y no es que se viera mal, todo lo contrario, se veía más atractivo, y es por eso que KiBum quería que se lo cortara, por que no quería que nadie lo viera, por que Choi era de el y de nadie mas, tanto tiempo con su novio lo había vuelto posesivo.
-No, solo creo que te verías mejor con el cabello un poco más corto y tal vez de otro tono- MinHo rio por las ocurrencias de su novio.
-Te dije que lo harías- aseguro el mayor- Te enseño el mejor- el menor rodo los ojos ¡No cambia!
-A veces me pregunto por que estoy contigo, eres demasiado estricto, te crees el mejor, eres caprichoso, engreído, arrogante…- y la lista continuaba.
-Vaya forma de hablarle a tu novio- negó con la cabeza, indignado ante las palabras del castaño.
- A veces me desesperas-
-Pero la mayoría me amas- aseguro- además me quieres así- y ahí la respuesta, por que MinHo podía ser todo eso y mas, pero también era lindo, caballeroso, atento, divertido y si lo quería, lo amaba así, no podía negarlo, casi 2 años a su lado, y siempre se sentía bien a su lado.
-Así es MinHo, te quiero así-
MinHo veía atento la presentación, ¡El tiempo paso rápido! Y se encontraba ahí, deseando que esta vez, todo saliera bien, y que sus alumnos hicieran la mejor presentación de su vida.
Veía a cada uno de lo chicos, pero por momentos solo se enfocaba en el chico de mirada felina que sonreía durante todo el baile. Amaba verlo bailar, desde el primer día que lo vio supo que llegaría lejos, ¿Quién pensaría que aquel chico llegara a ser su pareja?
La presentación termino, y MinHo respiro, lo habían hecho bien, Choi MinHo les había enseñado.
-Perfecto como siempre- escucho a su espalda.
-Hyung- SiWon se encontraba de pie atrás de el- Tienes razón, perfecto.-
-KiBum- Nicole saltaba de alegría, tanto el como KiBum, lo habían hecho, ella se iría a Japón y el castaño a New York, lo habían logrado, 2 años habían pasado, 2 años en los cuales habían aprendido, y ahora era hora de continuar su camino- Lo logramos-
-Lo logramos-sonrió
-KiBum, lo hiciste- su madre se acerco para abrazarlo- Estoy tan orgullosa de ti-
-Aun no he terminado del todo- había terminado un ciclo en la academia pero aun venia lo mas importante. Creía que aun no era momento de felicitaciones-no por ahora- el momento llegaría cuando el hubiera bailado en los mas grandes teatros del mundo.
-No importa, estoy orgullosa de ti-
-¿MinHo?- entro al aula, de la cual se despediría dentro de un par de semanas, después de las felicitaciones de su madre y amigos, Choi le había mandado un mensaje diciéndole que se encontraran ahí.
-Llegaste- MinHo entro al salón y camino hacia el abrazándolo- Felicidades- susurro en su oído- te hubiera felicitando en la presentación pero diría que tengo favoritismo- el menor rio, como si nadie supiera que MinHo, tenia sus favoritos.
-Gracias- Choi se sentó y KiBum a su lado recostando su cabeza en el hombro del mayor, para después entrelazar sus manos- sabes, no quiero irme- había estado pensándolo por días, era su sueño, pero no quería separarse del moreno, ¿No se suponía que nadie se interpondría en su camino? Pero nunca se imagino, amar tanto a Choi, estaba tan confundido.
-Tampoco quiero que te vayas- era verdad, se había acostumbrado tanto a estar con el, que no quería que se fuera y conociera a alguien mejor que el, y lo cambiara, no lo soportaría, esta vez no, amaba tanto al de la mirada felina, que ni siquiera podía imaginarse a el mismo con otra persona que no fuera el- pero es tu sueño KiBum- ¡Y no puedo impedírtelo!- y esperare por ti- aseguro además, podía ir a visitarlo de vez en cuando.
-Te extrañare- KiBum beso su mejilla- Lo extrañare tanto, profesor Choi- dijo divertido.
-Yo también- MinHo se incorporo y le extendió la mano a KiBum- haremos lo que tu quieras hoy, será tu regalo, soy todo tuyo-
-Ya eres todo mío-
Decidieron ir a cenar, la madre de KiBum tenía mucho trabajo, y Nicole se fue a celebrar con sus padres, así que podía pasar todo ese tiempo con KiBum.
-¿A dónde quieres ir?- pregunto una vez en el coche, MinHo puso en marcha en vehículo, y salió hacia la carretera.
-Podríamos ir a… ¡MinHo cuidado!- grito KiBum. Un coche venia en dirección a ellos, chocando de frente.
Ruidos, cristales rotos, un estallido, gritos de las personas que habían presenciado el accidente.
-KiBum- susurro MinHo, abriendo los ojos, sentía dolor en todo el cuerpo, miro en dirección al asiento del copiloto, KiBum tenía los ojos cerrados, sangre en todo el rostro-KiBum- trato de estirar su mano, trato de pararse, pero un fuerte dolor se lo impidió, y algo sobre su cuerpo que no sabia exactamente que era, lo imposibilitaba de moverse. Escuchó sirenas a lo lejos, quiso quedarse despierto, pero después de unos segundos todo se volvió negro.