-KiBum, permítame presentarle al profesor Choi- el nombrado giro rápidamente ¿Había dicho Choi? ¿Podía ser el mismo? Vio la chica, pero no había nadie mas ahí, su corazón latió frenéticamente con solo decirle el nombre, pero nadie había ahí.
-¿Profesor Choi?-pregunto confundido, tal vez escucho mal, movió la cabeza, había escuchado perfectamente Choi, la chica asintió, buscando al alto que se suponía estaba con ella.
-El estaba aquí hace un momento-
KiBum busco con la mirada por todo el lugar, ¿Podía ser MinHo? En el fondo quería que fuera el moreno, si estaba molesto y dolido con el, pero por alguna razón, que el no quería reconocer, quería verlo una vez mas, quería saber como estaba, que era de el.
Un hombre alto llamo su atención, ¿Era el? Salió corriendo hacia la salida, por donde el alto se encontraba, paso entre todo la gente, golpeando y disculpándose a la vez con las personas. ¿Por qué corría? Ni el lo sabia, sus pies se movían solos, solo al escuchar su nombre ya quería verlo.
-¡¿MinHo?!- llego a la salida, pero nadie había ahí, solo coches y personas alejándose, Choi se había ido- MinHo-susurro.
-KiBum, ¿Qué pasa?- pregunto DongWoon que llegaba con Krystal, desconcertados al ver salir corriendo a KiBum, sin ninguna explicación, ambos lo miraban esperando su repuesta, pero KiBum no decía nada solo buscaba a alguien con algún parecido a MinHo.
-¿Cómo era? ¿Cómo era el?- pregunto desesperado.
-Era alto, cabello castaño claro, corto, eso creo… era muy atractivo- no coincidían, tal vez no era MinHo, la ultima vez que lo vio aun tenia su cabello largo y de un color mas oscuro, pero las personas cambian su cabello, su corte, siempre lo hacen.
Y si era el, ¿Por qué no se quedo? ¿Estaría molesto? El debía estar molesto, a el fue al que le mintieron, ¡Olvídalo! Se repetía, no tenia caso seguir recordando a alguien que no lo merecía.
-Tal vez no era- susurró, tenia una esperanza, ¿Pero de que? Era mejor dejar ese tema por la paz.
-¿Quién?- DongWoon lo miro esperando la respuesta, ¿Qué la pasaba a KiBum? ¿A quien había visto para salir corriendo así?
-MinHo-
-Entonces MinHo, quiero saber que te parecieron los chicos-
-Son los mejores- aseguro Choi, lo eran Amber había bailado espectacular y KiBum lo había hecho perfecto, el mejor para MinHo.
Recordaba aun como había bailado, y como estuvo apunto de reencontrase con el, le hubiera gustado hablar con el, saber como estaba, si era feliz o no, pero no necesitaba preguntárselo, el mismo lo había visto. KiBum era feliz, lo vio en su sonrisa, en su mirada al bailar, y también al momento de correr hacia DongWoon.
No quiso hablar con el después de ver esa escena, lo vio tan feliz que no quiso arruinar ese momento, si KiBum lo veía tal vez se sintiera triste, o tal vez molesto por haberlo lastimado, no quería eso, no se lo merecía, es por eso que se alejo antes de llegar a su lado, es por eso que camino lo mas rápido posible esquivando a las personas para salir del lugar sin que el castaño lo viera.
¡Es Feliz! Se repetía desde que dejo New York, 2 días después de la presentación, el era feliz y tenia a alguien en su vida, si por que Choi creía que DongWoon y KiBum estaban juntos, que eran un pareja feliz, esa fue otra razón para no hablar con el, el ya no tenia lugar en la vida del menor.
-¿Si?-pregunto Victoria con una sonrisa- tu crees que puedan ser de los mejores ¿Son tan buenos como Kahi, YunHo o tan buenos como tu?-
-Claro que aun les falta mucho por aprender, no tienen la experiencia aun, pero te aseguro que llegaran tan lejos como ellos- la chica lo miro sorprendida ¿Qué había pasado en el viaje para que MinHo hablara así? Ella sabía algo, pero quería que Choi se lo dijera.
-Parece que te impactaron los chicos-
-Son buenos debo admitirlo- no mentía, de KiBum siempre supo que llegaría lejos, y la chica no bailaba nada mal, y aseguraba lo mismo para ella- y por que me pediste que vaya a verlos ¿Los quieres contratar acaso?- Nunca le pregunto a KiBum si le gustaría enseñar, si contrataban a KiBum, el alguna vez lo podría ver y tal vez… ¡No! No sabe si lo están contratando, no sabia si el chico aceptaría, no debía pensar en eso.
-Tal vez, pero no estoy segura, como dijiste aun les falta mucho que aprender-
-Sabes DongWoon aun creo…- KiBum fue interrumpido por el sonido del timbre, camino hasta la puerta para abrirla.
-¿Kim KiBum?- pregunto un hombre con uniforme, el castaño asintió- Es para usted- el hombre le entrego una pequeña caja al chico- Firme aquí- el chico lo hizo, y después de unos segundos el hombre se fue.
KiBum camino hasta donde se encontraba su amigo con el paquete en la mano, ¿Qué era? Se preguntaba mientras agitaba el paquete, tratando de descubrir que era.
-¿Tú lo mandaste?- no podía descartar la idea de que DongWoon le hubiera mandado ese paquete, el chico negó, el no tenia nada que ver.
-No- tomo el paquete, arrebatándoselo al menor de las manos- ¿Qué será?- pregunto tan curioso como el castaño.
-Es mío- se quejo el dueño, quitándole su entrega, con desesperación abrió el paquete, estaba curioso por saber que era- chocolates- tomo la caja y se lo mostro a su amigo- ¿Quién manda chocolates?-
-Y tiene una nota- DongWoon tomo el papel entre sus dedos, dispuesto a leerlo, pero el fue arrebato por el dueño, repitiendo “es mío”, el mayor bufo, al fin ni le interesaba- ¿Qué dice?- a quien engañaba, le interesaba tanto como a KiBum.
-“Felicidades, bailaste perfecto”- leyó el castaño- DongWoon estas seguro que…-
-No- interrumpió el nombrado- no los mande, ¿No dice quien fue?- el chico negó con la cabeza.
-¿Quién pudo haberlos mandado?- pregunto al aire, ¿Quién mandaba chocolates? ¿Y por que?
-Tal vez alguna de las personas que conociste en la presentación- el menor murmuro un pequeño “tal vez”, pero no estaba seguro de que así fuera, ¿Por qué le mandaron chocolates? ¿Y como supo su dirección? Será que tenía un acosador acaso, ¡No! No quería tal cosa, pero quien los había mandado sabia cual era su dirección, y cuales eran sus chocolates favoritos… ¡era un acosador!
-¡Basta!- grito cansando- paren todo, seguimos mañana- paso un dedo por su entrecejo, este grupo le daba muchos dolores de cabeza- Ahora fuera de mi vista- uno a uno los chicos salieron del aula, MinHo los intimidaba, y hasta cierto punto les daba miedo.
-Hoy estuvo muy molesto, peor que otros días, ¿Pasa algo profesor Choi?- el nombrado desvió la mirada hacia su interlocutor, era TaeMin, un chico al que le daba clases, sabia que era coreano, y eso era todo.
-No me molestes mas- había salido con ese chico un par de veces, ¿Por qué? Por que le llamo la atención, por que aunque lo negaba ese chico le recordaba a KiBum, era tan delgado como Kim, bailaba tan bien como el, y aunque el no lo aceptara, sabia que eso era el por que había salido con ese “niño” como el lo llamaba, después de New York, solo quería alguien a su lado, justo como KiBum tenia a DongWoon, pero no resulto y ese chico empezaba a molestarle.
-No, claro que no lo hare profesor- el menor sonrió.
-Estoy cansado, no molestes- Choi tomo sus cosas dispuesto a marcharse, necesitaba un largo baño, dormir y mucho.
-¡Profesor Choi!- exclamo el menor, MinHo lo miro, y el mas bajo lo tomo por el rostro para besarlo, Choi abrió los ojos sorprendido, ¡Que le pasa a ese niño! Como se atrevía a besarlo sin su permiso.
-¡No!- grito separando al menor de su cuerpo.
-¿Qué?- por que lo separaba, si Choi también lo besaba algunas veces- ¿Qué pasa?-
¿Qué pasa? Se preguntaba, pasa que no eran sus labios, no eran sus sonrisas, no era sus manos, no eran sus abrazos, no eran sus caricias, no eran sus besos, TaeMin nunca podría llenar ese lugar, el lugar que KiBum siempre ocuparía en su corazón, el chico nunca podría ser como KiBum y el jamás podría olvidar a KiBum, tal vez con esto cayo en cuenta que lo había perdido, que nunca lo recuperaría, y era tan desesperante, por que el no podía olvidarlo y mucho menos dejaría de amarlo.
-No puedo- susurro, no podía siquiera mantener un beso con otra persona, que seria de mantener una relación con otra persona, jamás podría, cada que alguien le llamaba la atención, cada vez que beso a TaeMin, cada vez que miraba a una chica, cada una de esas veces, un KiBum sonriente y abrazado a DongWoon aparecía en su mente. Y se arrepentía cada día, y se recriminaba el haberle mentido, por que eso lo llevo a perderlo.
-¿Qué?- pregunto extrañado el menor.
-Estoy enamorado- confeso- No puedo seguir esto, se termino- tomo sus cosas dejando a un sorprendido TaeMin, pero no podía mentirle a ese chico y mucho menos a el mismo, el mas que nadie sabia que no podía estar con otra persona, que no sea el chico de mirada felina.
Termino de acomodarse la bufanda, tomo los guantes negros, como casi todo su vestuario- excepción de la bufanda- por que últimamente, ese era el color que lo caracterizaba.
Con esta serian 3 inviernos en Manhattan, ya no había rastros de aquel chico de 20 años, que llego de Corea con un gran sueño.
Después de aquella presentación el mundo se dio cuenta de quien era Kim KiBum, ofertas llegaron y claro después de sus estudios en “Dance Manhattan”, el ahora rubio, se convirtió en un de los bailarines mas cotizados de toda la región.
Pensó en visitar a su madre, pero eso significaba recuerdos, que el mismo diariamente se aseguraba estaban enterrados en los mas profundo de el, y para que arriesgarse, por eso se excuso con su madre, diciéndole que tenia mucho trabajo, que en parte era verdad, y que mejor ella lo visitara, y claro su madre no pudo negarse.
-Estoy listo- dijo mirando DongWoon, una mirada que el antes el amaba, pero que ahora tanto le disgustaba, el no tenia ya esa mirada que transmitía amor, cariño, con un toque infantil y hasta cierto punto ingenuidad. No ya no existía ese KiBum, y DongWoon lo noto, días después de la presentación el menor cambio y el no sabia el por que- Llévame por mi chocolate- exigió.
-Cuando te volviste tan caprichoso-
-Siempre lo he sido- el rubio rodo los ojos.
Muchas veces se decía, ¿Por qué no intentarlo con DongWoon? Pero siempre desechaba la idea, era casi como su hermano, todos estos años a su lado, cuidándolo y protegiéndolo, que el aunque ahora no lo admitiera agradecía eternamente, pero aun lo veía como su amigo y nada mas.
¿Parejas? Había tenido y muchas, desde chicos americanos, hasta extranjeros que conocía gracias a su trabajo, ¿Fiestas? No había ninguna a la cual faltara, y a las cuales también asistía el mayor, para cuidarlo y ver que llegara a salvo a su casa.
Tal como se lo prometió a MinHo, el cuidaba de KiBum, pero no sabia si este era feliz, reía y sonreía como todos, pero el, que lo conocía mejor que nadie, sabia que solo eran risas y sonrisas fingidas, el se había convertido en una persona fría y que no revelaba sus sentimientos, ya no era el mismo.
Caminaban por las calles, en completo silencio, KiBum quería chocolate caliente, era lo único que le recordaba a su madre, en esa gran ciudad, había tomado ese habito, tomar chocolate en invierno, una vez por semana al menos.
-¿Alguna vez piensas regresar a casa?- pregunto DongWoon, por que aunque le gusto la vida en esa cuidad, aun no se acostumbraba del todo, también por que no decirlo, extrañaba a su familia, a sus amigos, a su país, y si, prometió cuidar del menor, pero algún día tenia que regresar, con o sin el menor.
-No… no lo se- si, no quería ir por los recuerdos, ¡Pero también extrañaba Corea! Y aunque no lo aceptara, tenía miedo.
Pero algún día el miedo desaparecería, y ese día regresaría a Corea.
Aun mantenía contacto con Nicole y también con JungAh, la primera bailaba en todo los teatros de Japón y pensaba en abrir una pequeña academia para niños, ya que se había dado cuenta que le gustaba dar clases. JungAh por su parte había terminado sus estudios y era una gran abogada, KiBum se alegraba por sus amigas, cada uno de ellos hacia lo que mas quería.
-Algún día hay que regresar- hablo el mayor- algún día, tienes que visitar a tu madre y a tus…-
-Lo se- contesto antes de que se amigo, siguiera su gran explicación, el mas que nadie sabia que no podía evitar su pasado y Corea toda la vida.
-Cuando estés listo, iremos- trato de animarlo, aunque KiBum no se lo dijera el sabia que tenia miedo a su pasado y DongWoon también lo tenia, el no había hecho del todo bien en el pasado, y eso lo atormentaba día con día, por que no quería que al final KiBum lo odiara por haberle mentido.
-Cuando este listo- decía al momento que asentía.
-Y dime MinHo, ¿Te va bien aquí?- pregunto Victoria, había viajado hasta Japón para visitar a MinHo tenia mas de un año que no lo veía, y también para decirle algo importante.
-No me quejo- respondió Choi con una sonrisa. Tenía trabajo, visitaba a sus padres con frecuencia, así que si, no estaba nada mal en Japón.
-¿Eres feliz?- Choi desvió la mirada, era un tema delicado, pero pensaba en la ultima vez que supo de KiBum el lo vio feliz, y eso era lo que siempre quiso, que el menor fuera feliz, así que el estaba bien, no era feliz-no del todo- pero estaba bien.
- ¿Por qué preguntas noona?- Victoria sonrió, a pesar de que Choi no se lo decía, ella sabia exactamente como se sentía el moreno.
-¿Piensas regresar?-la chica cambio de tema, no quiso seguir insistiendo.
-Lo he pensado, tal vez si- tarde o temprano tendría que hacerlo, aunque Japón era un país hermoso, el extrañaba Corea, años habían pasado desde lo sucedido, ¿Por qué no regresar?
-Perfecto- la chica sonrió.
-¿Perfecto?- pregunto extrañado.
-Te tengo una propuesta MinHo- ¿Propuesta? Pensaba el alto, con un poco de miedo, las propuestas de la chica no traían nada bueno. Victoria asintió, y no quería un no como respuesta.