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You seem to need hope por parku

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Notas del capitulo:

Volví (°^°)/

Disculpen la tardanza ;A; Misteriosamente todo esta cambiando, pero a la vez volviendo a la normalidad en mi vida (?) -Ni yo me entiendo e.e- jaja Y eso me saca un poco de tiempo de escritura u-u

Puede que tarde de nuevo, porque estoy haciendo unos trabajos prácticos para entregar. Pero prometo volver con un cap nuevo de este fic, y de Shelter :D -si tengo suerte por ahí puedo actualizar antes, pero no quiero prometer nada :C
Desde ya, muchas gracias por leer y tenerme paciencia cuando tardo en escribir, o cuando me bloqueo :3 Son las/los mejores lectoras/es :3

Por cierto MOCOS, este capítulo te lo dedico a vos ^O^

You seem to need hope
Capítulo 9


Abrí mis ojos lentamente al sentir un fuerte dolor en mi pie. Intenté moverlo pero algo me lo impedía. Me enderecé levemente y vi a Yixing abrazado a mi pierna. Ignoré el dolor y me reí muy bajito. La madrugada anterior, después de que me despierte gritando, nos habíamos quedado hablando hasta dormirnos en incómodas posiciones. Sobre todo él, que estaba acostado a lo ancho de la cama, con mis piernas encima de su pecho. Temiendo que me duela al hacer un esfuerzo por liberarme de sus brazos, me quedé quieto mirando el techo.


***



Una música que parecía venir de abajo de la cama se empezó a escuchar. Lay se despertó sobresaltado y, aflojando su abrazo pero sin sacar mis piernas de arriba suyo, se estiró hacia el suelo y agarró algo.

- ¿Hola?- atendió su celular con voz ronca -Suyin... no, no estoy en mi casa. En lo de un amigo- parecía no querer darle a su novia más información de la necesaria -¿Cuándo volvés de Japón?- separó el celular de su oreja y lo miró con el ceño fruncido -Se cortó...
- Por ahí la señal es mala...- opiné. Sentí que daba un pequeño saltito.
- ¡Estás despierto! Me asustaste...- comentó divertido. Reí levemente mientras Yixing liberaba mis piernas.
- Hace un buen rato, pero como estabas tan agarrado a la pierna del pie lastimado, no podía soltarme de tu abrazo sin que doliera- respondí sentándome y, por fin, sacando mis piernas de arriba suyo. Se frotó el pecho.
- Me hubieras despertado en vez de quedarte sin hacer nada- dijo mientras se sentaba él también.
- No es como si tuviera algo importante que hacer de todos modos...- me froté los ojos -¿Qué hora es?- pregunté.
- Las once de la mañana- respondió.
- ¿No debería haber más luz?- bostecé.
- Sí...- se paró, fue hasta la ventana y miró afuera -El clima empeoró... parece que se va a caer el cielo- agregó, bostezando él también.
- Parece que la tormenta con rayos se quiere hacer rogar- reí levemente y él me siguió con una risita que sonó nerviosa.


***




Después de desayunar y que yo tome el calmante, ya que el dolor había empeorado, nos sentamos en la sala con mi computadora portátil a ver unos capítulos de una serie que habíamos descubierto que a ambos nos gustaba.
No podía creer que era la misma persona con la que siempre me había llevado mal en el colegio. Ayer a la noche no quise preguntar más, pero me quedé con la intriga de saber esos motivos que lo llevan a ser como es cuando esta con sus amigos alrededor.

***


- Dejame ayudarte a cocinar... me siento inútil- pedí por tercera vez mientras Yixing preparaba la cena. Él se dio vuelta y suspiró, rindiéndose.
- Tomá, podes cortar estas verduras- dijo depositando frente a mí una tabla de cortar con varias verduras y un cuchillo.
- Gracias- sonreí, contento de poder servir de algo.
- No... No es nada- me miró a los ojos, para después mirar hacia un costado y volver al lado del horno y vigilar la carne que estaba en éste. Fruncí el ceño, confundido. Me había parecido notar un sonrojo en su rostro.

***



Esa noche decidí bañarme. Lay me acompañó al baño, me envolvió el pie vendado con una bolsa de plástico y me dejó todo cerca. Después de que prácticamente lo obligue, salió del cuarto.
Me saqué la ropa hasta quedar en boxers y me miré al espejo sosteniéndome del lavamanos. Incliné levemente mi cuerpo para poder ver en el reflejo mi espalda, y acaricié con cariño el tatuaje que tenía en mi omóplato izquierdo. Sonreí.

Agarrándome de las cosas y dando pequeños saltitos, me acerqué a la bañadera y me metí adentro. Llevé una de mis manos al borde de mi ropa interior para quitármela, pero al hacerlo perdí el equilibrio por la inestabilidad de estar parado en una sola pierna y me caí, haciendo mucho ruido y quedando empapado.

- ¡¿Qué paso!?- gritó Lay entrando de golpe y mirándome sorprendido al encontrarme acostado en el piso de la bañera -¿Estás bien?- se acercó rápidamente y me ayudo a sentarme.
- Sí...- froté mi cintura, en donde me había golpeado -estoy bien, anda que puedo solo.
- No- replicó firmemente.
- ¿Qué?- por favor que no esté pensando lo que creo que está pensando.
- Te voy a ayudar a bañarte- declaró.

No pude ganar la pequeña discusión que siguió. Lay estaba arrodillado al lado de la bañadera y yo apoyado en el borde, de espaldas a él. Me había puesto el shampoo, y masajeaba hábilmente. Contra mi voluntad, mi cuerpo comenzó a relajarse. Suspiré de gusto. Inconscientemente, tiré la cabeza hacia atrás buscando más contacto con sus manos. Te estas mostrando vulnerable frente a Zhang Yixing, me dijo una voz en mi mente que decidí ignorar. Se sentía demasiado bien. Ya había terminado de lavarme el pelo y había empezado a pasarme el jabón por la espalda.

- Ya está...- susurró. Me di vuelta lentamente y con dificultad. Al verlo, mi respiración se cortó por un momento. Yixing estaba mojado de cuando se había precipitado a ayudarme, y la remera se amoldaba a su cuerpo. Su pelo goteaba y estaba sonrojado. Por primera vez noté que era lindo. Muy lindo e incluso más. Nos miramos a los ojos unos segundos, ambos con la cara roja -Te dejo para que... termines de bañarte solo. Avisame cuando termines y te ayudo a salir- asentí con la cabeza y él se paró para irse.


***



Entramos a mi habitación y Yixing me ayudó a sentarme en la cama. Me pasó algo de ropa y, después de pedirle que se diera la vuelta, me cambié.
- Agarra algo para vos también...- le dije.
- ¿Qué?- preguntó sin entender.
- Agarra ropa para vos... estás desde ayer con lo mismo- comenté.
- Ah... gracias. Sí, no fue muy agradable bañarme y ponerme de nuevo la misma ropa- rió mientras buscaba en mi armario -¿Esto está bien?- me mostró un pantalón de gimnasia y una remera lisa.
- Sí- respondí, rascándome una mejilla.
- Mañana voy a ir a mi casa a buscar ropa, voy a hacer rápido- se pasó la mano por el pelo.
- Bueno, tomate tu tiempo- me estiré y sonaron los huesos de mi espalda.
La ventana vibró cuando una fuerte ráfaga de viento golpeó contra ella. Empezó a llover de nuevo.
- Me voy a acostar- me informó Lay con una sonrisa que me pareció algo forzada.
- Que descanses- me tapé con las sábanas.
- Vos también- se dirigió hacia la puerta.
- Yixing...- le llamé.
- ¿Sí?- se dio vuelta y me miró.
- Gracias por ayudarme tanto- desvié mi mirada -Si alguna vez necesitas algo... lo que sea... podés contar conmigo- me sonrojé.
- No es nada... y gracias a vos también. Lo voy a tener en cuenta- sonrió cálidamente. No puedo creer que me esté sintiendo tan a gusto con él. Logró que no piense en Sehun por horas.

***



Me desperté a la madrugada al oír un fuerte trueno. La incesante lluvia golpeaba contra mi ventana y la luz de los relámpagos se veía una y otra vez, haciendo que la habitación permanezca iluminada casi permanentemente.
Tenía muchas ganas de ir al baño, pero no quería molestar a Yixing por algo así. Me paré con mucha dificultad y, sosteniéndome de la pared y dando pequeños saltitos, me dirigí al baño.

Cuando estaba volviendo a mi habitación, un trueno, el más fuerte que había escuchado en toda la noche, retumbó por la casa. Justo en ese momento, escuché un angustiado quejido y como alguien susurraba palabras inentendibles. Giré mi cabeza para mirar el hueco de la puerta de la habitación de mi mamá. Lay me había comentado que iba a dejarla abierta, para escuchar si yo necesitaba algo. Pero parecía ser que el que necesitaba algo en ese momento era él.

Entré despacio a la habitación, escuchando como se decía a sí mismo palabras tranquilizadoras que no parecían surgir efecto alguno. Estaba aterrado por la tormenta. Ahora entendía todas sus sonrisas forzadas al hablar del clima, y su apuro por ir a acostarse.
Me senté en el borde de la cama y, lentamente y con cuidado, me arrastré hasta quedar acostado a su lado. ¿Cómo puede ser que no se dé cuenta de que estoy acá? me pregunté. Pero Yixing seguía inmerso en su miedo, dando un fuerte respingo al oír un trueno nuevo. Me acerqué a él y apoyé una mano en su hombro. Se dio vuelta al instante, sobresaltado.
- ¿Q-qué hacés acá?- preguntó con los ojos muy abiertos.
- Fui al baño y al volver te escuché. Me di cuenta de lo que te pasaba y pensé que por ahí, si me quedaba con vos, ibas a tener menos miedo...- respondí desviando la mirada.
- Yo no tengo mied...- otro trueno, esta vez más fuerte, se escuchó. Pegó un salto y se acercó a mí, sin darse cuenta.
- Está bien tener miedo, Yixing. No me voy a reír, ni le voy a contar a nadie- me metí abajo de las sábanas y lo miré en la tenue luz que daban los relámpagos.
- Gracias- suspiró aliviado -La verdad es que sí, me dan pánico.
- Bueno, por hoy, yo te voy a defender de los horribles rayos- se rió. Al sonar otro, se acercó a mí, queriendo ser disimulado pero fallando en el intento.
- ¿Cómo está tu pie?- preguntó, rompiendo el silencio que se había formado.
- Bien, por ahora no me duele mucho...- bostecé.
Nos quedamos callados, mirando el techo por un rato. Cuando me estaba quedando dormido, se escuchó un trueno más y Lay se puso rígido del susto. En mi estado semi consciente, estiré un brazo y lo pasé por detrás de su cuello. Hice una leve presión y lo guié hasta mi pecho, para después empezar a acariciar su pelo. Sentí como comenzaba a relajarse.

***



La mañana siguiente, el cielo estaba completamente nublado pero ya no llovía. Después de desayunar, Yixing me había ayudado a ir hasta mi habitación y, prometiendo volver rápido, se fue a su casa a buscar algo de ropa y cosas que fuera a necesitar. Al parecer con la intención de pasar el resto de las vacaciones en mi casa.

Respondí los e-mails que me habían enviado Kai, XiuMin y mi mamá. Miré algunos videos por internet y después un poco de televisión.
Por aburrimiento, me dediqué a revisar los cajones de mi escritorio, sorprendiéndome al encontrar cosas que creía perdidas.
En un momento, metí mi mano en el cajón con más fuerza de la necesaria, sintiendo un dolor inmediato en mi dedo índice. Saqué la mano, viendo que tenía una pequeña herida y la chupé.
Curioso por saber qué me había lastimado, busqué en el cajón. Al ver lo que había adentro, enseguida supe lo que había sido.
Saqué la vieja hoja de afeitar que había sido mi única compañía por varios meses hacía unos años. Sonreí con tristeza al recordar esos horribles tiempos, pero casi pude sentir mi expresión cambiar al pensar en mi mejor amigo y en como lo había conocido.
- Es cierto... ayer soñé con ese día...- susurré -Recuerdo que me había hecho un corte y entró XiuMin... ese día me salvó de mí mismo. Fue la última vez que me corté- suspiré -Pero hoy... no hay nadie para salvarme...- agregué en un susurro y dirigí la hoja de afeitar a mi muñeca -Nadie al que realmente le importe...- hice un poco de presión, pero sin deslizar el pequeño metal. ¿En serio quiero volver a esto? me pregunté.

 

 

***




- ¡¿Qué haces?!- exclamó Lay entrando en la habitación de golpe. Me sobresalté y lo miré. No lo había escuchado llegar. Se arrodilló en el suelo enfrente mío y me arrebató la hoja de afeitar.
- ¿Por qué tenés puestos anteojos de sol?- pregunté confundido al notar eso.
- ¿Vas a volver a cortarte como en ese año?- me preguntó ignorando lo que le había dicho, claramente molesto -¿Otra vez a lo mismo Xi LuHan?- fruncí el ceño.
- ¿Como que otra vez?
- Sí, ¿te pensabas que nadie se daba cuenta de que te auto flagelabas? Al menos yo, sí lo notaba- se paró, abrió la ventana y tiró la hoja de afeitar por ella. Iba a decirle algo, pero se veía realmente enojado. Volvió a mi lado y me agarró de la muñeca, estirándola hacia él y verificando que no me había llegado a lastimar.
- No iba a hacerlo... simplemente estaba recordando...- ¿De verdad no iba a hacer nada? Lay suspiró y me miró, intentando decidir si me creía o no. Al parecer lo hizo -¿Pudiste traer tus cosas?
- Qué linda forma de recordar que tenés...- soltó su agarre con el ceño fruncido, que pude notar por arriba de los enormes anteojos de sol que llevaba puestos -Sí...- respondió ya más calmado, señalando la mochila que había dejado tirada al entrar.
- ¿Y por qué los lentes de sol? Afuera está bastante oscuro por las nubes, y acá adentro no son necesarios...- volví a preguntar.
- Porque me gustan- se los acomodó.
- Son de mujer...- le informé.
- Ya lo sé, ¿qué tiene?- se rascó el cuello y vi una marca roja en él. Tenía una forma parecida a una mano. Me acerqué a él más de lo necesario. Tanto, que sentí su respiración golpear mi rostro. Noté como se tensaba ante la repentina cercanía pero no me importó. Levanté ambas manos y, con delicadeza, le saqué los anteojos de sol. Cayeron de mis manos de la impresión que me dio al verlo. Tenía el ojo y el pómulo derecho inflamados, y ya estaba adquiriendo una tonalidad violeta - ¿Quién te hizo esto, Yixing?- susurré y pasé un dedo muy suavemente por la zona afectada.
- Nadie- me arrebató los anteojos de las manos y se los volvió a poner.
- Yixing... te fuiste un rato a tu casa y volviste así- lo agarré de las mejillas y lo obligué a mirarme -¿Quién te lo hizo?- susurré angustiado, en cierto modo sabiendo la respuesta.
- Mi papá- confesó con la voz estrangulada -es alcohólico- explicó como si eso justificara lo que le había hecho -Siempre se enoja fácil, es violento con las palabras, e incluso al gesticular. Eso pasa también cuando está sobrio, pero empeora cuando toma- suspiró -Nunca pasó de eso... pero hoy, cuando llegó a la casa y vio que no había nadie, se molestó. Apenas entré me estampó contra la pared, agarrándome del cuello y me preguntó dónde estaba mi mamá. Él ya lo sabía, pero claro, no se acordaba. Cuando le dije que estaba de viaje visitando a su hermana, y que yo no iba a quedarme en mi casa, me golpeó y se fue de la casa gritando incoherencias- una lágrima resbaló por su mejilla. Ignoré la sorpresa que sentí al verlo ser tan sincero y abierto conmigo, y le saqué los anteojos. Esta vez no se opuso. Lo miré a los ojos y, como si hubiera sido obvio todo el tiempo, entendí algo.
- Por eso no te gusta el alcohol... ¿no?- pregunté vacilante.
- Sí...- frunció el ceño -Nadie sabe de esto, te agradecería que no lo comentaras- se secó otra lágrima que había caído.
- Promesa de scout- dije. Él sonrió con tristeza, y el intento de risa que siguió se convirtió en un leve llanto. Su sonrisa en un puchero. Está desbordando angustia contenida, supongo que por eso me está contando todo esto y me deja verlo así. Entre esto y lo de su novia, debe pasar realmente malos momentos.
- No sé por qué mi papá nunca me quiso. Me despreció, me hizo sentir que no valía nada, me humilló, me trató mal casi todos los días desde que tengo memoria. Pero hoy... aunque fueron segundos, creí que iba a matarme- bajó la mirada, jugando con sus dedos. Me acerqué a él y lo abracé. Primero se mostró un poco tenso, pero lentamente se rindió a mi abrazo, enterrando su rostro en mi cuello y sollozando más fuerte. Me sentí mal por él. Yo había tenido un mal padre, pero nunca me había hecho nada parecido. Me separé, sonriéndole alentadoramente y, agarrando del hombro de mi remera, la llevé a su cara y le sequé las lágrimas y la nariz.
- Qué asco...- comentó soltando una pequeña risa en medio del llanto.
- Hay cosas más asquerosas que un poco de agua salada y mocos ajenos en mi remera- respondí logrando que riera, esta vez de verdad.
- Supongo que sí- respiró hondo, finalmente dejando de llorar.
- Lay...- me miró -¿estos son los motivos de los que me hablaste el otro día?- desvió la mirada, asintiendo.
- A pesar de que mi mamá me quiere mucho, como ya te dije, mi papá no. Cuando entré a la secundaria y empecé a hacerme popular, la gente comenzó a quererme. Me sentí tan bien que me dejé llevar y terminé siendo bastante idiota. Me perdí a mi mismo en alguna parte del camino- se pasó una mano por el pelo -Aunque no sé por qué, últimamente hay momentos en los que siento que vuelvo a ser el Yixing de antes. Se siente bien no tener que fingir tanto- sonrió. Antes de que pueda responderle, se paró -Ya vengo, voy a buscar hielo- se fue rápidamente de la habitación, para volver a los pocos minutos con hielo envuelto en una toalla. Se volvió a sentar al lado mío.
- Yixing...- intenté hablar.
- Gracias por escucharme- me interrumpió -Me siento mejor ahora que alguien sabe todo esto.
- No es nada- apoyé mi espalda contra el escritorio que tenía detrás mío -te dije que podes contar conmigo para lo que sea- asintió con la cabeza, colocando el hielo en su ojo golpeado. Se quejó un poco.
- Pero esto no cambia nada entre nosotros- aclaró.
- No esperaba ningún cambio- sonreí -Supongo que cuando volvamos al colegio, voy a volver a ser Barbie- fruncí los labios con desagrado.
- No creo que vuelva a decirte así...
- ¿Por qué?- le pregunté sorprendido -Igual no me quejo.
- Digamos... que la última vez que te dije así me asusté bastante- desvió la mirada.
- ¿Lo decís por el "accidente"? Lo que me hizo reaccionar tan mal no fue que me dijeras Barbie- incliné la cabeza, intentando mirarlo a los ojos.
- ¿No?- negué, aunque no me estaba mirando -¿Y qué fue entonces?
- Lo de...- dudé un momento. Le debía una respuesta sincera, ya que él lo había sido conmigo. Suspiré -Lo que me preguntaste, de si mi novio me había dejado...- inconscientemente me llevé una mano al pecho, aplacando un poco la molestia que me provocaba el recuerdo.
- ¿Estabas llorando por eso...?- preguntó mirándome fijamente.
- No exactamente- ahora confiaba un poco en él, pero no tanto -Ese día era el aniversario de muerte de un amigo muy querido... lo que dijiste, me dolió por eso. No era mi novio el que me dejó- mentí -pero era mi amigo. Y me dejó de la peor de las maneras- sonreí tristemente.
- Yo... lo siento mucho, LuHan. De verdad- se veía sincero.
- No importa, ya pasó- suspiré -Además, con todo lo que estás haciendo por mí, lo mínimo que puedo hacer es limpiarte la consciencia- ambos reímos. Me sorprendió escuchar lo bien que se escuchaban nuestras risas juntas.


***

 


Esa noche estábamos en la habitación de mi mamá mirando una película, cuando sonó su celular. Después que yo pusiera pausa, él atendió.
- Hola, mamá- saludó alegremente -Está todo perfectamente- rió. Fruncí el ceño -Sí, me estoy quedando en lo de LuHan. Hoy fui a buscar ropa a casa...- su mano fue a su cuello, como por inercia -Sí, papá estaba, pero durmiendo. No me vio entrar ni salir. No te preocupes, nos sabemos cuidar bien- me miró sonriendo. Le devolví una leve sonrisa. ¿Por qué miente? -Yo también te quiero, mandá saludos a todos por allá. Nos vemos en unos días- cortó la llamada.
- Yixing...- empecé a hablar.
- No digas nada... simplemente no puedo decírselo- apoyó la cabeza en la almohada.
- Algún día vas a tener que decirle, Lay. ¿Y si todo empeora?- me acomodé los anteojos.
- ¿Acaso se puede poner peor?- rió irónicamente -Supongo que sí...- se respondió a sí mismo -Si eso pasa, tendría que buscar a alguien que me salve...- bromeó, para hacer más alegre el ambiente que se estaba formando. Me reí, mientras me recostaba en la cama.
- Seguro que hay alguien dispuesto a hacerlo. Siempre hay alguien- de todos modos a mí me pasó hace unos años con XiuMin, él me salvo de... Me senté de golpe, alarmado, recordando los pensamientos que había tenido más temprano ese día.

"Recuerdo que me había hecho un corte y entró XiuMin, ese día me salvó de mí mismo. Fue la última vez que me corté."

"Pero hoy no hay nadie para salvarme, nadie al que realmente le importe."


Y entonces me di cuenta de lo que había pasado esa tarde. Zhang Yixing me había salvado de mí mismo.

Notas finales:


Perdonen si tiene errores, estoy muy cansada, así que no lo corregí tanto como otras veces... apenas tenga tiempo lo vuelvo a corregir n-n

Muchas gracias por leer ^O^
Ojalá puedan dejarme un comentario con su opinión :3 Enserio me hacen muy feliz y me animan a seguir el fic :)

 

 

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Xie Xie por leer! :]

 

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