-Tenemos que hablar- KiBum alzo una ceja, ellos no tenían nada de que hablar.
-Tal vez otro día, ahora estoy cansado- trato de deshacer el agarre, pero Choi aplico mas fuerza. No dejaría que se marchara- no de nuevo- no aceptaría un “no” como repuesta.
Necesitaba decir la verdad, necesitaba saber que pensaría KiBum cuando se enterara de la verdad, quería saber cual seria su reacción. Pasó muchos años arrepintiéndose, ya no podía soportarlo un día más.
Saber que KiBum no era pareja de DongWoon y que en cualquier momento otra persona podría ocupar el lugar, que él hace algunos años ocupo, no lo dejaba dormir. Tampoco es como si esperara, que el rubio se tirara a sus brazos y lo besara como si no hubiera mañana.
No esperaba eso, el solo quería su perdón, y que el se enterara que nunca dejo de amarlo. Claro que seria feliz, si KiBum lo perdonaba y- tal vez- le diera otra oportunidad, pero sabia que eso estaba alejado de la realidad, el menor lo odiaba y creía que lo odiaría mas al saber la verdad, y lo tonto que fue al dejarlo.
-Tiene que ser hoy- el menor rodo los ojos, cansado que siempre Choi lo este buscando.
-Bien- dijo irritado.
Caminaron en completo silencio, hacia el aula donde el menor daba clases. DongWoon los veía desde lejos, esperanzado que Choi le contara todo a KiBum y rogando internamente para que el menor no lo odiara del todo.
Después de algunos minutos la academia quedo vacía, solo estaban ellos. Choi agradecía que fueran los únicos, pues esperaba que KiBum le gritase o tal vez lo golpease, con lo cambiado que estaba el menor esperaba cualquier cosa.
-Y bien- KiBum dejo sus cosas en un rincón y se sentó en una de las sillas que había en el aula- ¿Qué es tan importante que no puede esperar otro día?- pregunto restándole importancia, tomo su celular, tecleando rápidamente un mensaje a su madre, iba a cenar con ella, pero al parecer se retardaría o tal vez no iría, gracias a Choi.
-Hay algo que tengo que decirte, algo que he guardado por años-
Su nerviosismo crecía, sus manos sudaban y su corazón no paraba de latir, como si hubiera corrido un maratón. Por un momento pensó en olvidarlo y no decir nada, pero se arrepintió, se lo debía a KiBum, se lo debía a él mismo.
-Habla entonces, tengo cosas que hacer- el menor levanto la mirada de se teléfono, para mirarlo. ¿Acaso Choi estaba nervioso? podía notarlo, lo conocía también que no había olvidado los tics que tenia, cuando estaba nervioso.
Movía los pies, y jugaba con sus manos, si, no había duda estaba nervioso, siempre hacia eso cada que llegaba tarde a una cita, o había olvidado algo que KiBum le había comentado, y el menor no había olvidado nada con lo relacionado a MinHo.
-Te diré todo y si después quieres irte, golpearme o gritarme estas en todo tu derecho- hablo sincero, el rubio empezaba a impacientarse ¿Que podía ser tan malo, para que dejara golpearlo?
-¿Qué tienes que decirme?- ahora el rubio tenia mucha curiosidad.
-Te amo- el menor hecho su cuerpo para atrás, casi cayendo de la silla, ¿Qué había dicho?- nunca deje de hacerlo- confeso.
-¿Qué estas diciendo?-negó con la cabeza, sonriendo con ironía- no, esto no es cierto- susurro para él mismo.
¿Qué lo amaba? ¿Qué nunca dejo de hacerlo? Debía ser una broma y una muy mala. Por que le decía todo esto, ¿Quería burlarse de él una vez mas?
-Es cierto, jamás deje de hacerlo KiBum, hay muchas cosas que tengo que decirte-
Tal vez no había sido la mejor forma de empezar, pero tenia que hacerlo, tenia que decirlo o si no moriría, desde que vio a KiBum en la academia quiso gritarle lo mucho que lo amaba, lo mucho que lo había extrañado, es por eso que decidió empezar así, tenia que hacérselo saber.
-¿De que estas hablando? ¡Que tienes que decirme!- exploto- ¡Dime!-
-Unos días después del accidente- comenzó su gran explicación- alguien hablo conmigo- no mencionaría a DongWoon, eso era algo que el chico debía decirle, a él no le correspondía- me dijo que te dejara, que por mi tenias problemas con tu madre- el rubio abrió los ojos- que ella no aceptaba nuestra relación, que tu no serias feliz si estabas a mi lado-
KiBum procesaba lentamente la información, ¿Todo este tiempo vivió con una mentira?
-Que…- ni siquiera podía hablar.
-Él dijo que tú dejarías todo por mi, si yo te lo pidiera, y yo no podía permitir eso, tontamente creí que lo mejor era dejarte ir, que lo mejor era destrozar tus ilusiones conmigo para que te marcharas lo mas pronto posible- Choi pudo notar los ojos del menor cristalizarse- yo sabia cuanto querías cumplir tu sueño, cuan ilusionado estabas, quería cumplieras todo lo que soñaste aunque no fuera a mi lado… creí que era lo mejor-
¿Lo mejor? El siempre se pregunto si era lo mejor, había escuchado tantas veces esas palabras que creía odiarlas. ¿Lo mejor era no disfrutar?, ¿Lo mejor era no vivir del todo feliz?, ¿Lo mejor era llorar casi todas las noches?, ¿Lo mejor era no confiar en nadie?, ¿Lo mejor era convertirse en una persona distinta?, si eso era lo mejor para el, ellos tenían definiciones diferentes.
-¡Por que te lo pidieron lo hiciste!- grito lleno de rabia- ¡Pensaste en mi!, ¡Te importe! Me dejaste por que alguien te lo pidió- negaba con la cabeza, mientras hablaba.
¿Por qué tuvo que ser tan tonto? Si alguien le hubiera pedido que lo matara ¿Lo hubiera hecho? Todo este tiempo vivió en una completa mentira, tratando de odiar y olvidar a esa persona que creyó que era lo mejor.
¿No lo amaba lo suficiente? Le importaba tan poco, que no fue capaz de luchar por el.
Tenía tantas ideas en la cabeza, que se sentía mareado. Quería golpear a MinHo hasta quedarse sin fuerzas, quería gritarle hasta no poder hablar más, pero también quería besarlo hasta quedarse sin aire, quería abrazarlo hasta que sus cuerpos fueran uno solo.
El nunca dejo de amarlo, el solo mintió para que el fuera “feliz”, pero sin éxito.
-Lo siento tanto, solo quería que fueras feliz- dijo sincero el mas alto.
¿Feliz? Rio con ironía, nunca pudo ser tan feliz, como cuando estuvo a lado de MinHo.
-¿Feliz?- murmuro- no sabes todo lo que sufrí, no sabes lo infeliz que fui, no sabes todo lo que pase- las lagrimas salían de sus ojos- ¿Lo hiciste por mi felicidad? Adivina que, ¡No lo fui!- grito, sin poder contener mas la ira, las lagrimas bañaban su hermoso rosto, dejándose caer al suelo.
-No llores- MinHo se inclino, secando con sus pulgares las lagrimas que no dejaban de salir- Mírame- KiBum alzo la mirada, encontrándose con esos grandes ojos, que tanto amaba, esos en los que alguna vez vio reflejado su amor, esos que ahora le pedían perdón- Te busque el día que te fuiste, trate de llegar lo mas rápido al aeropuerto, pero cuando llegue, ya estabas despegando-
El rubio corrió la mirada, no podía seguir mirando esos ojos. El alto estaba nervioso, ya había dicho casi toda la verdad, y KiBum solo le había gritado, necesita su perdón.
-No sabes lo arrepentido que estoy, no viví feliz después de ese día, cada día era peor, me odiaba por hacerte sufrir, por haberte hecho llorar- el alto continuo- pero también estoy feliz y orgulloso de ti, KiBum eres el mejor bailando, te lo puedo asegurar, no sabes lo feliz que fui, al enterarme que habías logrado todo lo que algún día quisiste- el rubio lo miro de nuevo- Te amo, jamás deje de hacerlo, tu siempre has sido lo mas importante para mi… perdóname por favor-
Choi no lo resistió un segundo más y beso esos labios acorazonados que tanto amaba. Un beso lento, suave, dulce, lleno de todo ese amor que no le había dado todos esos años.
KiBum lo empujo fuertemente. No todo era tan fácil. Se incorporo fulminándolo con la mirada.
-¿Crees que todo es tan fácil?- sonrió con tristeza- no lo es MinHo, ya nada es lo mismo- salió corriendo del lugar, dejando a un MinHo muy confundido, ¿Qué quería decir, con ya nada es lo mismo?
MinHo veía la silueta de KiBum salir del aula, sin siquiera poder detenerlo, pero de que serviría, ya le había dicho toda la verdad, ya había pedido perdón, había hecho todo lo que estaba en sus manos, lo único que esperaba era la reacción de KiBum y esa había sido, salir corriendo, asegurando que ya nada era lo mismo.
Por supuesto que nada era lo mismo, el no podía regresar el tiempo por mas que quisiera. KiBum claramente no quería nada con él.
“Pero que tonto MinHo” se recrimino, que tonto pensar que KiBum lo perdonaría y correría de nuevo a sus brazos, tal vez su error fue besarlo, pero simplemente no lo pudo evitar, deseaba tanto besar esos labios acorazonados, deseaba de nuevo tener ese delgado cuerpo entre el suyo, deseaba tantas cosas, pero no las podía tener.
Se quedo sentado en el suelo, aun pensando como es que todo había acabado así. No quiso levantarse, no quería ni siquiera moverse de ahí, no podía- no por ahora- necesitaba pensar, aclarar sus ideas.
KiBum corría, con lágrimas en los ojos, dificultándole la vista. ¿Con solo una disculpa todo estaría arreglado?, ¿Creía que seguía siendo un niño? Detuvo sus pasos en la entrada de la academia. Respiro hondo tratando de normalizar su respiración, secándose torpemente las lagrimas que no dejaban de salir.
¿Cómo en un minuto su vida podía cambiar? De un momento a otro, conocía la verdad, de un momento a otro no sabia que hacer con respecto a sus sentimiento hacia MinHo, él se había propuesto olvidarlo, pero ahora que sabia la verdad, que sabia que MinHo lo amaba, tanto como el, no sabia exactamente que hacer.
¿Por que no le dijo la verdad en todo este tiempo? Si tan solo lo hubiera hecho, ahora estaría completamente bien, ¿Por qué no dijo la verdad el día del accidente? Si Choi lo hubiera hecho, el se habría ido a New York, pero con un detalle diferente, seguirían juntos y llevarían su relación a distancia.
“que por mi tenias problemas con tu madre” las palabras resonaban en la cabeza de KiBum, alguien le había mentido a Choi, su madre siempre acepto su relación con MinHo. ¿Quién pudo haber mentido? Alguien que no lo quería, alguien que solo quería hacerlo sufrir.
Ahora entendía algunas de las acciones del moreno, sus palabras bonitas, sus reacciones, sus actos, entendía por que buscaba cualquier pretexto para hablar con el, por que le repetía lo orgulloso y feliz que estaba por el, ahora entendía muchas cosas.
Regreso corriendo al aula, ya había sufrido durante mucho tiempo, debía cerrar ese capitulo de su vida y empezar uno nuevo.
Detuvo su recorrido, y se quedo observando desde el marco de la puerta a Choi. MinHo veía un punto inexistente en la pared, no se percataba que el rubio estaba detrás de el. KiBum se acerco lentamente tratando de hacer el menor ruido. Se sentó enfrente de MinHo y sonrió era hora de hacer lo correcto.
-Mírame- hablo suave y calmado, tomando el rostro del mayor, entre sus suaves manos- hubiera querido saber la verdad, todo habría sido tan diferente, y tengo tantas ganas de golpearte por ser tan tonto, por haberme hecho llorar por meses, pero es mi pasado, nuestro pasado…-
-Lo siento, perdóname por favor- interrumpió el alto, con unas pequeñas lágrimas escapándose de los ojos, era la primera vez que lloraba frente al menor.
-Fuiste tan tonto- el menor sonrió, acariciando con el pulgar la mejilla derecha de alto- eres un tonto con suerte, a pesar de los años, a pesar del sufrimiento, jamás pude olvidarte, todos los días me obligaba a hacerlo, pero nunca podía, pase los 2 mejores años de mi vida contigo-
-También lo fueron para mí-
-Debe sentirse afortunado profesor Choi, esta vez no voy marcharme y no me mentiras- el rubio beso los labios esponjosos en suave roce- no lo vuelvas a hacer, no vuelvas a mentirme-
-No lo hare- cerro los ojos, para después abrirlos comprobando que no fuera un sueño- te amo KiBum-
Ambos sentían como su corazón latía a mil por hora, sonreían como los tontos enamorados que eran, querían besarse, abrazarse como lo hacían antes, pero como había dicho KiBum, ya nada era lo mismo, era como si fueran extraños.
Choi fue el primero en dar el primer paso, acerco a KiBum a su cuerpo, estrechándolo en un fuerte abrazo, el menor pasó sus manos por la espalda del alto, mientras que este besaba su cabeza. KiBum derramo unas cuantas lagrimas, pero estás no era de tristeza, era de felicidad.
El rubio se aferraba al mayor, no queriendo dejarlo ir, no queriendo estar separado de él, no de nuevo. Susurraba “no lo vuelvas a hacer”, “no vuelvas a mentirme” quería que se lo prometiera, quería que se lo aseguraba, por que no podría soportar otra decepción por parte del moreno.
Tal y como decían, eran el pasado del otro, un pasado nada feliz y con un poco de obscuridad, pero ahora serian su presente y su futuro. Dejarían atrás todos esos momentos, en los que sentían que no podían sin el otro, ahora se encargarían de crear nuevos recuerdos, unos de felicidad.
-KiBum- DongWoon entro al aula, todos los maestros se habían marchado, KiBum era el único que se encontraba ahí, probablemente esperando por Choi.
-¿Si?- el menor sonrió.
El rubio había estado muy sonriente y alegre en la última semana, DongWoon sabia que ya había hablado con Choi, ahora era su turno.
-Tengo algo que decirte- DongWoon estaba nervioso, no quería perder la amistad de KiBum, no podía soportarlo.
-Dime- KiBum se sentó e invito a DongWoon hacer lo mismo.
-Antes que te diga, solo quiero decirte que lo hice por que quería lo mejor para ti, lo hice por ti- aclaro antes de todo, necesitaba hacérselo saber.
-Me preocupas, ¿Qué es lo que pasa?- no podía evitar estar preocupado, algo en la voz de DongWoon le decía que lo que le diría, no seria nada bueno.
-KiBum- tomo las manos del menor- el día de tu accidente yo…- era tan difícil decir la verdad, después de tanto tiempo, en estos momentos el mayor se arrepentía de haber esperado todos estos años.
-¿Es algo malo? DongWoon que sucedió ese día- tenía el presentimiento que era algo malo, que DongWoon había hecho algo de lo cual no estaba feliz.
-Yo te vi tan mal ese día- comenzó a hablar- tu habías dicho que dejarías todo por MinHo, no podía permitirlo, no podía dejar que arruines tu vida, pensaba que tu y MinHo no estaban destinados- levanto la mirada del suelo, y miro al rubio pidiendo perdón- yo le mentí a MinHo, le dije que te dejara, por que tenias problemas con tu madre, le dije que te dejara ser feliz, por que no lo eras a su lado… perdóname-
KiBum soltó el agarre de sus manos, como si el simple contacto quemara. Negó con la cabeza, no queriendo entender lo que su amigo le decía.
-Tú, fuiste tú-
Esa persona que estuvo a su lado, apoyándolo, velando por él, en los momentos mas difíciles, ahora resultaba ser otra- aparentemente- no entendía por que le mintió.
DongWoon le había dicho que era lo mejor, que tal vez el y Choi no estaban destinados y que lo mejor era olvidarlo, todas esas palabras eras mentiras, solo lo había dicho para ocultar su culpa.
¡Culpa! Su mejor amigo tenía la culpa de todo, la persona en la que más confiaba le había mentido, por mucho tiempo, ¡Por años! Paso años mintiéndole, y asegurándole que todo estaría bien, cuando claramente no era así.
¿Qué había hecho mal para merecer semejantes mentiras?, ¿Fue tan mal amigo?, ¿Se lo merecía? No podía evitar pensar en eso, DongWoon había llevado prácticamente su vida como el quiso, sin siquiera poder opinar.
-Perdóname- suplico el castaño.
-¡No! Tu mas que nadie sabia lo que viví- reclamo- tu sabes todo lo que pase y las veces que llore, y nunca fuiste capaz de decirme la verdad, me mentiste por años, pensé que eras mi amigo-
Y por más molesto que estuviera, no pudo evitar sentirse triste y dolido. Se suponía que eran amigos, y los amigos deberían de desear lo mejor, pero el solo pensó en lo que creía que estaba bien, sin detenerse a pensar como se sentiría el rubio.
-No lo hice con intención de herirte, lo hice por que fue lo mejor para ti- DongWoon trataba de explicar, pero sin éxito alguno.
-Estoy harto de que digan que es lo mejor para mi, nadie mas que yo sabe lo que es mejor para mi-
¿Por qué lo había hecho? Por que todas las personas en las que confiaban las decepcionaban, por que ninguna le hablaba con la verdad, ¿Por qué?
MinHo termino de guardar unos papeles, apago las luces de la pequeña oficina y salió con rumbo al lugar donde se encontraba KiBum.
Retomaron su relación, pero iban con calma, era como si se estuvieran conociendo de nuevo. Ambos se contaban su vida, y todo lo que habían hecho todos los años que estuvieron separados.
Choi no le oculto nada, y le conto lo de sus pocas relaciones pasadas, así como el también se entero de todas las ex-parejas del menor, no negaba que sintió celos, pero era pasado, y ahora ellos estaban juntos, amándose como nunca dejaron de hacerlo.
Caminaba por los pasillos, escucho gritos provenientes del aula de KiBum y salió corriendo hacia el lugar preocupado, ¿Qué estaría pasando?
Llego al lugar agitado, deteniéndose en la puerta, miro a DongWoon y KiBum peleando, no debía meterse, no por ahora, DongWoon debía decirle todo a KiBum.
-Entiéndeme KiBum- suplico el castaño- era lo mejor para ti, eres el mejor, y eso es lo que quería para ti- el menor negó, enojado y dolido.
-Me mentiste- grito- no se si pueda perdonarte esto, no lo se-
Era su amigo, si, pero le había mentido, le había ocultado la verdad por años, y no era algo sin importancia, no era una pequeña mentira, el había prácticamente cambiado su vida.
-KiBum yo no…-
-DongWoon- interrumpió Choi- ahora no- MinHo decidió que era momento de intervenir, podía ver a KiBum apunto de llorar, no era momento para hablar, ninguno se encontraban en el mejor estado.
DongWoon salió del lugar, triste y culpable, pero sabia de sobra que se lo merecía, solo esperaba que KiBum algún día pudiera perdonarlo.
-KiBum…- trato de hablar el moreno.
-No- alego el rubio- quiero estar solo- pidió. Necesitaba pensar, calmarse, necesitaba un momento a solas.
-No- el moreno se acerco a el, no quería dejarlo solo, quería estar a su lado para protegerlo.
-MinHo ahora no- sus lágrimas a punto de salir, en cualquier momento se quebraría.
Pero MinHo no lo tomo en cuenta, lo tomo en un abrazo, transmitiéndole que el estaría ahí para el, y que lo apoyaría. Creía que KiBum necesitaba alguien a su lado, después de que ambos le dijeran la verdad, por que seguramente el rubio, estaría dolido, triste y hasta cierto punto enojado.
El rubio lloro desahogándose en los brazos fuertes, ¿Seguiría sufriendo? El sentía que ya era bastante, primero lo de MinHo y ahora lo de DongWoon, las personas que más quería, le mintieron.
-Ustedes decidieron por mi- hablo el rubio entre el llanto- no pensaron en lo que yo quería, solo lo dieron por hecho-
MinHo se sintió culpable, el menor tenia toda la razón, ellos solo actuaron por instinto, ninguno pensó el, que quería o no KiBum, ello solo lo decidieron, sin siquiera pedir su opinión.
-Lo siento mucho KiBum- no le alcanzaría la vida para pedirle disculpas al menor- espero que puedas perdonarme-
Lo deseaba y lo necesitaba, no esperaba que lo entendiera, pero si que lo perdonara.
-Yo ya te perdone MinHo- aseguro el rubio, mirando a los ojos y tratando de sonreír- solo es muy difícil aun, yo jamás me imagine que DongWoon fuera capaz de mentirme-
Tenia una imagen completamente distinta del castaño, sabia que el nunca mentía, y que siempre aparento querer lo mejor para él, pero ahora no estaba del todo seguro, de quien era verdaderamente DongWoon.
-Lo se, pero no estas solo, me tienes a mi, esta vez no me alejare- el alto deposito un suave beso en los labios del menor.
-Abrázame- pidió le rubio. Quería sentirlo, quería que lo abrazara fuertemente y le trasmitiera todo su amor.
-Siempre-
Lo abrazaría a diario, lo besaría en cada momento, reiría con él, lloraría con el, lo amaría todo los días, por que ahora estaría con el para siempre.