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Shampoo por keny_shawol

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Notas del capitulo:

¡Ultimo capitulo! gracias por leer y comentar. La verdad no pensé que les gustara, este capitulo es para todas ustedes que leen y comentan. En verdad gracias.

 

 A leer!

-Bebé- MinHo besaba el cuello de KiBum, mientras colaba una de sus manos por debajo de la ropa del rubio, para acariciar su vientre- Despierta-

 

KiBum abrió los ojos y sonrió al sentir las caricias del moreno, pero no se movió, quiso quedarse en esa posición, fingiendo dormir, cerro los ojos y se dedico a sentir las caricias, le gustaba que MinHo lo acariciara por las mañanas.

 

-KiBum, tenemos que ir a la  Academia-

 

-Tengo sueño, mejor nos quedamos en la cama- dijo sin abrir los ojos. Estaba cansado, había pasado una larga noche con MinHo y lo menos que quería en esos momentos era bailar.

 

-Tienes clases hoy, tienes que ir- regaño el mayor. A él también le hubiera gustado quedarse todo el día con el rubio, pero tenían trabajo, ya lo dejarían para otro día. 

 

-No te dejare quedarte en mi departamento de nuevo- dijo el menor, dio la vuelta para quedar de frente con MinHo, pero sin abrir los ojos- No me dejas dormir-

 

KiBum se había mudado de la casa de su madre, había comprado un departamento en el centro de la ciudad, a tan solo unas calles de la Academia y el departamento de MinHo.

 

Había pasado más de 5 meses desde que retomaron su relación, la cual iba cada vez mejor. No había mentiras, la confianza había crecido, su relación se fortalecía cada vez más con el paso del tiempo, y ellos se amaban más cada día.

 

-Entonces te quedaras en el mío- sonrió y se recostó sobre KiBum sin dejar caer todo su peso- tengo recordarte que tu quisiste venir a tu casa-

 

La noche anterior KiBum había pedido que pasaran la noche en su departamento, alegando que siempre pasaban la noche en el departamento del más alto.

 

-¡Quítate de encima de mi!- se quejo el menor, pero Choi no lo tomo en cuenta y se acomodo mejor sobre el pequeño cuerpo del rubio- MinHo- siguió quejándose- Eres enorme y pesas-

 

Choi cerró los ojos y disfruto de su posición, KiBum resignado acariciaba al mayor, una de sus manos subía y bajaba por la espalda del moreno y la otra se enredaba en el cabello de su pareja. 

¡Podía quedarse así de por vida!

 

Ambos sabían que su relación era la mejor. Les gustaba salir en citas improvisadas, cenar juntos algunas veces por semana, quedarse en el departamento del otro y despertar juntos por la mañana.

 

A veces KiBum se pregunta ¿Qué hubiera pasado si no perdonaba a Choi? Seguramente viviría infeliz. Y no negaba que estuvo a punto de hacerlo, por que no podía creer, que Choi lo hubiera dejado así, sin pelear por él y mentirle durante tanto tiempo.

 

Pero también pensaba que el hubiera hecho lo mismo. Si alguien le hubiera pedido que se alejara de Choi por que le causaba problemas, lo hubiera hecho, por que lo amaba tanto que solo quería lo mejor para el. Entendía a MinHo, una parte de él lo hacia y es por eso que lo había perdonado.

 

Era la ley de la vida, pensó días después, no todo es color de rosa, no todo tiene final feliz, y algunas veces tienes que pasar diversas adversidades, para ser feliz. Y claramente KiBum lo había hecho, había sufrido, llorado, reído, gritado, se había sentido frustrado, y hasta punto de dejarlo todo, pero todo eso tuvo su recompensa, fue un camino muy difícil, pero ahora estaba ahí, abrazado del chico de grandes ojos y sonrisas encantadoras, que lo besaba por la noche y por las mañanas, que le repetía cientos de veces cuanto lo amaba y que lo apoyaba en todo lo que quería.

 

Definitivamente podía asegurar que se sentía pleno y feliz.

 

-Tengo una propuesta para ti bebé- hablo Choi rompiendo el silencio en el que se encontraban.

 

-Si es quedarnos todo el día aquí, acepto- dijo aun sin abrir los ojos y con una sonrisa.

 

-No- el alto rio ante las ideas de su novio- Quiero que te mudes conmigo, quiero que vivamos juntos, ¿Qué me dices?-

 

KiBum abrió los ojos de golpe sorprendido, ¿Ellos viviendo juntos? Años atrás había sido una de sus ilusiones y ahora podía cumplirlas.

 

-¿Lo dices enserio?- pregunto aun sorprendido, MinHo murmuro un “por supuesto” y sonrió- ¿No te parece muy pronto?-

 

 No pensaba que Choi, quisiera dar ese paso, al menos no por el momento, también pensó que serian novios por toda la vida, y no es que le molestara-no del todo- y tampoco es como si en Corea se pudieran casar, pero habían distintas formas de volverlo formal.   

 

- Claro que no, te conozco desde hace mas de 5 años, y te he amado por mucho tiempo, quiero que estés conmigo todos los días, quiero despertar a tu lado- aseguro decidió y sin temor.

 

MinHo no pensaba que se estaba precipitando, tanto tiempo separados, solo lo hizo darse cuenta de cuanto amaba al rubio, y que lo quería con él resto de su vida. Ya había pasado demasiado tiempo lejos, que no quería esperar ni un minuto más.

 

Quería al rubio con el, quería dormirse y despertar a su lado, quería desayunar, almorzar y cenar con él, quería pasar sus vacaciones con él, quería vivir con él.  

 

KiBum le regalo la sonrisa más hermosa que tenia, tomo su rostro y lo beso, dulce, suave, con un “gracias por estar conmigo” sobre sus labios. El por supuesto que quería estar con Choi, a cada momento del día. 

 

-¿Eso es un si?-

 

-Si MinHo- dijo, para después volver a besar a su pareja.

 

 

 

 

 

-KiBum es un gusto volver a verte- SiWon lo abrazo, ante la atenta mirada de Choi.

 

-Me alegra verte también- respondió el menor con una sonrisa.

 

MinHo y KiBum estaban visitando a SiWon, el mayor los había invitado a cenar, además de conocer a su esposa, y a la pequeña SoYoung.

 

MinHo le contaba al mayor, todo lo sucedido en los últimos meses, y también, por que SiWon era muy curioso, le conto como fue su reconciliación, claro omitiendo algunos detalles.

 

-¿Ahora esta todo bien?-

 

SiWon aun se preocupaba por MinHo y quería lo mejora para el. También no quería que MinHo se precipitara, lo conocía demasiado bien.

 

-Perfecto- sonrió.

 

-La madre de KiBum, ¿Acepta su relación?-

 

-Eso fue una mentira-

 

KiBum le había contado a Choi, que su madre nunca se opuso a la relación, que fue una mas de las mentiras de DongWoon. MinHo se sintió tan tonto en ese momento, pensando en que si hubiera averiguado bien las cosas, nada de eso hubiera pasado, pero evitaba pensar en eso, y disfrutar de su vida con el menor.

 

-Entonces ella no tiene ningún problema- Choi asintió- así que ahora todo esta bien- sonrió feliz, por su amigo- ¿Y tu relación con KiBum?-

 

-Le pedí que se mudara conmigo-

 

-¿Y?- pregunto curioso.

 

-Dijo que si-

 

SiWon se sintió tranquilo, ahora que sabía que lo de madre del rubio fue mentira. Estaba preocupado por eso, no quería que Choi sufriera de nuevo, pero ahora todo se veía bien, el podía notar cuanto amor se tenia la pareja, y ahora solo restaba desearles lo mejor.

 

 

-¿Cuántos meses tiene?- pregunto el rubio, mientras veía a la pequeña SoYoung.

 

-7 meses- decía la orgullosa mama.

 

Mientras que MinHo platicaba con el mayor, KiBum aprovecho el tiempo para conocer a la pequeña niña.

 

La esposa de SiWon era hermosa, además de amable, la pequeña se parecía a ella, pero tenia los grandes ojos y las largas pestañas del mayor, era la combinación perfecta. Seguramente la pequeña, rompería corazones cuando estuviera más grande.

 

-¿Es una niña tranquila?- sabia que los bebes, a veces, eran inquietos y lloraban casi todo el día.

 

A KiBum le nacieron las ganas de tener un bebé, siempre le gustaron los niños, y ahora que veía a esa pequeña, quería uno también para cuidar, enseñarle, llevarlo a la escuela y alimentarlo.

 

-Es muy tranquila, solo llora cuando tiene hambre-

 

El rubio sostuvo a la pequeña en sus brazos, mientras esta reía, y veía fijamente al rubio.

 

-Eres muy hermosa- le decía a la pequeña.

 

Tenerla entre sus brazos, hizo su deseo mas grande. Quería decirle a MinHo, pero tenia miedo de la reacción del moreno. Se acordaba que hace algunos años, le había dicho que quería hijos, pero había pasado un tiempo ya desde eso, ahora no sabia si MinHo quería o no, tal vez ahora ya no quería y prefería estar solo.

 

 

 

 

 

-¿Estas completamente seguro?- pregunto su madre.

 

-Si- respondió el rubio- no veo nada de malo-

 

-No lo digo por eso KiBum, solo creo que se están precipitando-

 

Así lo creía su madre, no es que no quisiera o se opusiera, solo pensaba que estaban apresurando las cosas al mudarse, a penas y comenzaban de nuevo.

 

-No- KiBum no lo creía así, sabia perfectamente que quería estar a lado de MinHo el resto de su vida- Además tu sabes todo lo que pasamos,  creo que MinHo y yo estamos listos-

 

Aunque al principio KiBum dudo en contarle a su madre lo sucedido, termino haciéndolo. Se entero por Choi, todas las mentiras que DongWoon le había dicho, y se encargo  de contárselas a su madre.

La señora estaba sorprendida, nadie se imaginaba que DongWoon fue capaz de mentir de esa manera, ellos tenían una imagen distinta del castaño.   

 

KiBum le conto todo a su madre, desde la reconciliación con el moreno, hasta la pelea que tuvo ese día con el castaño.

 

Habían pasado más de 5 meses y aun no hablaba a DongWoon, a veces tenia unas enormes ganas de hablarlo y saber como estaba, pero se arrepentía en el momento. Su enojo había cedido, pero aun estaba dolido y triste.

 

¡Eran mejores amigos! En algún lapso de su vida, se sintió atraído hacia él, y conocer al verdadero DongWoon no le agrado para nada. Pero a pesar de todo el no creía que el castaño fuera una terrible persona, pero no estaba de acuerdo en lo que hizo, y tenia que pasar algún tiempo mas para que tuviera que perdonarlo del todo.

 

-Y DongWoon, ¿Hablaras con el?- pregunto minutos después la señora.

 

-No lo se- confeso, por que si a veces tenia la necesidad de contarle como se sentía. Después de vivir por mas de años- prácticamente juntos- DongWoon se convirtió en su confidente, y siempre, a pesar de que había cambiado, le contaba como fue su día, o como se sentía.

 

-Yo creo que deberías hablar con el- KiBum alzo un ceja- no es que este de acuerdo en lo que hizo, por que creo que no era la manera, pero lo conoces desde hace años, al menos dale una oportunidad, una mas-

 

-Pero no se si pueda perdonarlo- replico el chico.

 

-KiBum no quiero que odies, ni guardes rencor a nadie, uno debe saber perdonar-

 

Claro que uno debía perdonar, pero él creía que todo tenía un límite, y DongWoon lo había cruzado. Le hubiera gustado que el castaño lo aconsejara, no que separara a MinHo de su lado. Y claro el castaño no tenia toda la culpa, pero si la mayor parte, por eso es que no estaba seguro.

 

-No lo odio, solo me decepciono-

 

Eso era, decepción, por que los amigos no mienten, no hacen nada a tus espaladas, pero DongWoon había fallado, tal vez era su manera de ayudar y creyó que era lo correcto, pero claramente no lo había sido.

 

-Solo habla con él, y trata de perdonar-

 

El menor prometió que lo pensaría, después de media hora, termino por convencer a su madre, que no era precipitado, alegando que lo años que estuvieron separados no se dejaron de amar. Al final su madre termino por aceptarlo- aun no muy convencida- pero ella quería a KiBum y lo apoyaría como siempre lo hacia.

 

 

 

 

KiBum veía a su pareja leer el periódico. Era el momento del desayuno. Se habían mudado juntos hace 1 mes y todo marchaba a la perfección, pero había un pequeño detalle que le molestaba. Y tenia que hablar con MinHo urgentemente. 

 

-MinHo- hablo con voz melosa el menor.

 

-¿Qué pasa?- MinHo dejo el periódico que leía a un lado, para prestarle atención a su pareja.

 

-¿Te puedo pedir algo?- el menor sonrió, justo como a MinHo le gustaba que lo hiciera.

 

-Dime-

 

-Esa maestra YuRi la de actuación, ¿Sabes a quien me refiero?-

 

-Si se a quien te refieres- contesto extrañado el mayor, obviamente sabia a quien se refería, era el director de la Academia y por lo tanto debía a conocer a los profesores.

  

-Creo que deberías despedirla- directo como siempre.

 

-¿Por qué?- Choi no entendía el por que, YuRi era una buena profesora, no tenia problema con ningún otro profesor, así que no veía nada de que quejarse de la chica.

 

-Por que si- desvió la mirada avergonzado por su respuesta.

 

La verdad era que KiBum estaba celoso y mucho. Creía que YuRi gustaba de MinHo. Claro que si, estaba seguro, podía ver como YuRi veía con lujuria a su pareja. Estaba completamente seguro que YuRi quería algo más con MinHo.

 

Y él no podía permitirlo, por que Choi era de él y de nadie mas, ese chico de grandes ojos, sonrisas encantadoras, voz varonil, y con un cuerpo digno de dios griego, era de su propiedad, y todos debían saberlo.

 

-¿Por qué si?- MinHo miro confundido a KiBum. Esa no era una respuesta, ¿Acaso el rubio había peleado con la chica? Esa podía ser una razón, pero no entendía por que KiBum, no se lo había comentado.

 

-MinHo ella te quiere, he visto como te mira y…-

 

-¿Estas celoso?- pregunto divertido.

 

-¡MinHo!- se quejo el menor con tierno puchero.

 

¡Si lo estaba! Y MinHo no debía burlarse de él, mucho le había costado aceptarlo. Ye l no era celoso, o al menos eso creía, con sus anteriores parejas nunca lo fue, jamás les reclamo que llegaran tarde, o que alguna chica o chico los abrazara, jamás se quejo.

 

Pero siempre había un pero, MinHo era su excepción. KiBum se volvía egoísta si se  trataba del mayor, no quería que nadie lo mirara ni mucho menos que lo tocaran, era celoso, solo con MinHo.

 

-Ven aquí- llamo el mayor, el rubio camino hasta el lugar de Choi y este hizo que se sentara en sus piernas- Eres tan lindo celoso- MinHo acariciaba la mejilla del rubio, mientras que estas se tornaban rojizas, debido a las palabras de su pareja- pero no tienes que estarlo KiBum, créeme jamás mirare a nadie como te miro a ti-

 

-¿Entonces miras a otros?- pregunto indignado, desviando la mirada de esos grandes ojos, que lo miraban fijamente.

 

-No cambies mis palabras KiBum, tu sabes a lo que me refiero- el mayor tomo el mentón del rubio, obligándolo a mirarlo- No tienes por que estar celoso, yo te amo a ti, en todo caso el que debería estar celoso soy yo, no sabes como te miran las personas-

 

Si Choi también era celoso, creía que todos veían con deseo al menor, ¿Y quien no lo haría? Si KiBum tenía una peculiar forma de mover las caderas al caminar, que para nadie pasaba desapercibido y obviamente MinHo se daba cuenta de ello.

 

-Pero puedes estar seguro que no te cambiare por nadie, créeme ya lo hubiera hecho- el menor paso sus manos por el cuello de su pareja- para tu suerte y para mi desgracia, estoy completamente enamorado de ti- bromeo el chico de mirada felina.

 

-¡Oye!- se quejo, frunciendo levemente el ceño- vaya forma de hablarle a tu novio-

 

-Es broma amor- deposito un suave beso en los abultados labios y sonrió- Estoy completamente enamorado de ti-

 

-Yo también KiBum, yo también-

 

-Entonces como eres buen novio, ¿Despedirás a YuRi?- el menor hizo un puchero digno de concurso y puso la cara mas inocente que tenia.

 

Aun no se lo olvidaba lo de aquella maestra. Quería que Choi la despidiera, tal vez estaba tomando medidas extremas, pero era por que estaba pensando a futuro.

 

Con eso no quería decir que no confiara en MinHo, lo hacia, en la que no confiaba era en ella, y tal vez pudiera sonar muy trillado, pero era la verdad, estaba seguro que YuRi le causaría problemas en el futuro, tal vez pueda malinterpretar alguna situación y el no quería tener problemas de ningún tipo con Choi.

 

-No- el mayor acariciaba los costados de KiBum, mientras este se acomodaba en su pecho- KiBum, no la puedo despedir, “por que si”, tienes que confiar en mi, por favor, jamás te engañaría-

 

-Esta bien- murmuro el rubio. Ya seguiría insistiendo otro día.

 

 

 

 

-Es un gusto conocerte KiBum- la madre de Choi sonrió.

 

-El gusto es mío, señora Choi-

 

La madre del moreno había viajado a Corea por vacaciones, como un pretexto más para conocer a KiBum. Y es que a pesar de que ellos tenían más de 6 meses desde que retomaron su relación, nunca habían tenido oportunidad de verse.

 

El rubio se encontraba nervioso, no sabía que pensaría la madre de MinHo de él. Esperaba agradarle a la señora, pues MinHo alguna vez le conto, que su madre, no había aceptado del todo las preferencias de su hijo.

 

No quería que lo viera, como el chico que cambio de sexualidad a su hijo. Ya había tenido suficientes problemas, para ahora no agradarle a su “suegra”, seria el colmo.

 

La madre de Choi era tan distinta a la del rubio. No había aceptado con todo el entusiasmo la nueva sexualidad de su hijo, pues ella quería nietos, y ahora no los tendría- al menos no propios- y aunque le madre de KiBum alguna vez quiso lo mismo, ella siempre apoyo a su pequeño bailarín.

 

KiBum preparo la cena, rogando internamente por que a la señora le gustara. La cena transcurrió tranquila, la señora solo había comentado, que le había faltado un poco de sal a la comida, pero eso fue toda su crítica.

 

La mujer contaba anécdotas de MinHo de cuando tenía 6 años, KiBum reía y miraba de reojo a su pareja, Choi por su parte fruncía el ceño y se quejaba de que su madre, revelara sus intimidades.

 

-Y una vez en el supermercado, me hizo una escena, solo por que no le compre el juguete que quería- comentaba la mujer, riendo al recordar aquellos años.

 

-Era un niño muy caprichoso- molesto su pareja.

 

-¡Ya! Hablemos de otra cosa- exigió el moreno.

 

-Entonces ¿Cuándo piensas darme nietos?- pregunto la mujer, después de unos minutos de silencio.

 

Sabia que estuvo mal pedir que hablaran de otra tema, ¿Por qué seguía insistiendo con eso? Si, la entendía, pero aun era joven, tenia muchos años por delante, y su madre también.

 

-Mamá-

 

-No tiene nada de malo lo que estoy diciendo, ahora que todos sabemos su historia, no veo por que no pensar en adoptar algún niño-

 

Y si Choi quería un hijo, pero no estaba seguro si KiBum también. Era un tema delicado, que debían hablar seriamente, no era algo para tomar a la ligera. Apenas se estaban acostumbrado a vivir juntos, sentía que debían esperar solo un poco mas para tener una tercera persona con ellos.

 

Además KiBum apenas comenzaba su carrera, aun era invitado a bailar a New York, y también podía agregar China en la lista de países en los que se había presentado. MinHo no podía quitarle su vida, con el tiempo ellos lo decidirían.

 

-Creo que aun somos jóvenes- respondió rápidamente el menor, al ver la reacción de su pareja- ¿No es así MinHo?- pregunto con una sonrisa.

 

KiBum pensaba que MinHo no quería ningún niño con ellos, y se sintió triste, pero debía de entenderlo, no podía obligarlo, y no perdería al moreno por ese problema, mientras que se siguieran queriendo le seria mas que suficiente.

 

-Aun lo somos-

 

El resto de la velada, transcurrió entre risas y mas anécdotas, y no solo de Choi, la señora también le conto, sobre su vida, cuando era mas joven y de cómo conoció al padre de MinHo.

 

-Fue un placer conocerte KiBum- la señora no mentía, el chico de mirada felina le había fascinado- espero que pronto me visiten, y así conoces al padre de MinHo-

 

-En vacaciones de invierno, estaremos ahí- aseguro el rubio.

 

Sentía como si hubiera pasado un examen, la madre de MinHo era encantadora, y al parecer a él no le fue nada mal, pues la mujer lo adoraba.

 

-Cuídate mucho pequeño- la señora abrazo a su hijo- no lo dejes ir MinHo, no quiero a otro que no sea él- susurro la mujer a su hijo- te espero en vacaciones bien-

 

-Ahí estaremos-

 

MinHo también se sintió aliviado, al parecer su madre había aceptado a KiBum y estaba mas que encantada con el. Todo parecía marchar bien para la pareja.

 

 

 

 

 

 

-¿Tenemos que ir?- pregunto de nuevo KiBum.

 

-Si- sentencio el más alto.

 

-Pero…- el menor iba a replicar, pero el moreno se adelanto.

 

-Han pasado meses KiBum, se cuanto quieres a DongWoon, y se que también quieres arreglar las cosas con él- tomo las manos de KiBum entre las suyas- no eres un mala persona, y es por eso que quieres perdonarlo-

 

MinHo lo sabia, se daba cuenta de cuanto sufría al no tener al castaño con él. Entendía a KiBum, había estado muchos años con DongWoon, y por lo que el menor le había contado, siempre lo cuido, y estuvo al pendiente de el menor, y se lo agradecía.

 

MinHo le pidió a DongWoon que cuidara del rubio, y que siempre estuviera el pendiente que el rubio cumpliera sus sueños, los disfrutara y sea feliz, tal vez KiBum no fue feliz del todo, pero si cumplió sus sueños.

 

-No se si es tiempo MinHo- KiBum bajo la mirada, no sabia si estaba preparado para verlo, y tal vez sonara dramático, pero no podía ver con los mismos ojos a DongWoon, ya no lo vería igual.

 

-Solo una oportunidad- su pareja no quería que lo odiara, ni que guardara ese rencor y amargura.

 

Los tiempos difíciles habían pasado, así que solo quedaba perdonar, tal como KiBum perdono a MinHo. Con eso no quería decir que estaba de acuerdo con lo que hizo DongWoon, pero tampoco todo había sido su culpa, el también tuvo una parte de la culpa, es por eso que quería que KiBum, hablara con DongWoon y sobre todo lograra perdonarlo.

 

Media hora después llegaron a una pequeña cafetería. MinHo lo había organizado todo, y esperaba que DongWoon también se presentara, le había costado mucho convencer a su novio.

 

Y no es que la relación de MinHo y DongWoon, fuera la de hace algunos años, no eran los mejores amigos, pero en su tiempo lo fue, y no quería que KiBum dejara atrás tantos años de amistad.

 

-DongWoon, ¿Cómo estas?- pregunto el mayor.

 

-Bien- sonrió- KiBum- hablo con cautela, no queriendo que el menor, le gritara- ¿Cómo estas?-

 

El menor se mordió el labio inferior, nervioso, y no entendía el por que. Se conocían desde hace años, pero es como si fueran unos completos extraños.

 

-Estoy bien-

 

Era incomodo y mucho. MinHo es el que tenia que empezar las conversaciones, KiBum contestaba, no muy queriendo, y DongWoon solo hablaba lo mínimo, como si fueran lo típicos chicos que no se conocían, y el maestro los hubiera puesto hacer un trabajo juntos.

 

Lo poco que hablaron fue sobre la pareja de DongWoon, que se encontraba de viaje, en una presentación, MinHo le confeso que el creía que  KiKwang, llegaría lejos.

 

 La pareja por su parte le comento sobre su trabajo en la academia, y su reciente mudanza juntos, DongWoon se sorprendió y quería preguntar el por que tan pronto, pero se arrepintió, por que sabia que KiBum lo tomaría a mal.    

 

Era el momento de despedirse, y el mayor se encargo de asegurar que lo repetirían, la verdad es que no había progresado en nada, KiBum no presto mucha atención a la plática, y tampoco había hablado con DongWoon. 

 

-KiBum- hablo DongWoon antes que el nombrado se retirara- ¿Podemos hablar?-

 

KiBum miro a su pareja, como preguntado ¿si estaría bien? Choi asintió, dándole a entender que lo hiciera. Choi se despido del castaño y le dijo a KiBum que lo esperaba el auto.

 

-Yo…- el castaño, no sabia por donde comenzar- KiBum lo siento mucho-

 

De nuevo pedir disculpas, ese día apenas y hablaron, mas bien se gritaron y DongWoon no pudo explicarle el por que lo hizo, al menor.

 

-No pidas disculpas de nuevo DongWoon- el rubio levanto la mirada, encontrándose con los ojos del castaño, que ahora le pedían perdón- no estoy de acuerdo en lo que hiciste, no se por que lo hiciste…-

 

-Solo quería lo mejor para ti- interrumpió DongWoon.

 

-Déjame terminar- pidió el rubio- no creo que fuera lo mejor para mi- hablaba calmado y sin ganas de pelear- no creo que separarme de MinHo, fuera lo mejor, tu sabes todo lo que sufrí, hubiera sido mas fácil, que me aconsejaras no dejar mis sueños por MinHo, si, no te niego que tuve la idea de quedarme con MinHo, pero no lo hice, tampoco creo que me hubiera atrevido-

 

-Se que no fue la mejor manera- reconoció.

 

Si después de los años, no se dio cuenta de la mala decisión que había tomando, y se sentía completamente culpable, pero había sido lo mejor para KiBum.

 

-Creo que lo que mas me dolió, fue que me lo ocultaras tantos años, y me hicieras creer que MinHo era un mentiroso, no apruebo lo que hiciste, pero eres mi amigo y aun te quiero-

 

-KiBum yo…-

 

-No te digo que te perdono ahora, solo necesito un tiempo, no puedo entender el por que y creo que nunca lo hare, existían tantas maneras- trato de sonreír- solo dame un tiempo mas, para ser los amigos que éramos-

 

-Esta bien-  no lo obligaría, ni tampoco lo apresuraría. Sabia que no debía ser nada fácil para el rubio, pero le alegrara que lo siguiera queriendo tal y como él lo hacia.

 

-Lo repetiremos- aseguro con una sonrisa.

 

KiBum quería demasiado a DongWoon y después de hablar con su madre y MinHo, decidió perdonarlo, todos tenemos errores, nadie es perfecto, y si él hubiera cometido un error, querría que lo perdonaran.

 

 

 

 

 

 

-¿Qué haces?- MinHo abrazo por la espalda a KiBum, haciendo que este diera un pequeño brinquito, asustado.

 

-MinHo me asustaste-  el rubio odiaba que Choi lo asustara así, por mas que se lo decía, el moreno no dejaba de hacer, a veces parecía un niño.

 

-Lo siento- beso la mejilla del menor, en manera de disculpa- ¿Qué hacías?-  pregunto de nuevo.

 

-Solo veía estas fotografías- señalo algunas con su dedo.

 

Había retratos, cajas y muebles por todo el lugar. Se acaban de mudar a una casa, un poco más grande y no había podido acomodar nada desde la mudanza.

 

 Después de que KiBum se mudara al departamento del alto, pasaron un año maravilloso. Pero Choi aun quería una familia, así que había comprado una casa  más grande, un hogar para ellos.

 

Tenían un poco más de un año que vivían juntos, y aunque no se pudieran casar, el moreno le había comprado un pequeño anillo, en señal de su amor, había sido entregado en sus vacaciones en Japón, KiBum salto, lloro, rio, de la felicidad ese día,  y le había repetido cientos de veces, cuanto lo amaba.  

 

Como toda pareja, tenían sus problemas, pero no pasaban más de un par de horas y ya se habían reconciliado, y es que ninguno podía estar separado del otro por mucho tiempo.

 

 

Pasaron toda la tarde acomodando los muebles y demás, viendo fotografías de sus vacaciones y recordando parte de ellas. En tan solo poco tiempo, habían creado nuevos recuerdos, aprovechado cada minuto, juntos, recompensando el tiempo que estuvieron separados.

 

-Tengo al que decirte- hablo el moreno.

 

Se encontraban descansando después de un largo día, él rubio tenia su cabeza recostada en el pecho del mayor, sus piernas entrelazadas, y sus manos acariciando ese cuerpo que tanto le gustaba.

 

-Si es sobre lo de China, ya te dije que no iré, no quiero dejarte-

 

-KiBum no quiero que dejes de hacer lo que te gusta por ti-

 

KiBum había recibido una propuesta, pero tenía que pasar unos 6 meses en China, y no quería dejar a Choi, ya que el moreno tenía que atender la Academia.

 

-No es eso MinHo, no quiero ir, estoy bien dándole clases a los niños, me gusta, ya viví todo lo que tenia que vivir, esta vez puedo tomar yo mi decisión- Choi asintió, no haría lo mismo que lo que hizo años atrás, se haría lo que KiBum quisiera- quiero estar contigo, y con los niños, estoy bien no te preocupes-

 

No mentía, amaba dar clases a los pequeños, ya había cumplido todos sus sueños, hizo y deshizo lo que el quiso. Ahora su sueño era pasar el resto de su vida con MinHo y nunca separarse.

 

-Esta bien, pero eso no era de lo que quería hablarte- el mayor acaricio a KiBum, y sonrió, dándose ánimos por lo que estaba punto de pedir.

 

-Dime- respondió confundido el rubio.  

 

-KiBum- el moreno se incorporo, quedando sentado en la cama- estoy seguro que tu eres la persona con la quiero pasar el resto de mi vida- aseguro con una sonrisa.

 

-Yo también- el menor acaricio la mejilla de su pareja, sonriendo como el enamorado que era.

 

-Entonces yo estaba pensando… quiero que tengamos un hijo-

 

El menor abrió los ojos sorprendido, pero después de unos segundos extendió su sonrisa.

 

-Claro que si- KiBum se tiro encima de Choi abrazándolo y besándolo por todo rostro- MinHo pensé que no querías hijos, no sabes lo feliz que me haces- el menor sonreía mientras abrazaba fuertemente a su pareja.

 

-Claro que quiero, quiero hijos, quiero estar contigo-

 

MinHo lo venia pensando desde que se mudaron a su nueva casa, había investigado todas las posibilidades, y encontró algunas muy buenas.

 

Su sueño de tener una familia, estaba por cumplirse, tendría un hijo- no propio, pero un hijo era un hijo- y con la persona que más amaba en el mundo.

 

Con la persona que se despertaba todas las mañanas, a la cual le decía “te amo” a diario, la persona con la que sonreía, lloraba y reía, con KiBum.

 

-MinHo, te amo- grito el menor- tendremos un hijo, ¿Lo haremos?- pregunto aun emocionado.

 

-Lo haremos- MinHo beso a su pareja, un beso dulce, suave, lleno de amor- Te amo KiBum- susurro contra los labios del menor, para después atraparlos de nuevo en un beso.

 

Todos sus sueños se habían cumplido, ahora solo quedaba el de tener una familia y pasar el resto de su vida juntos, y lo cumplirían, por que a pesar del tiempo, y las adversidades, ellos se seguían amando como el primer día. 

Notas finales:

Primero, gracias de nuevo, espero que les gutara.

 

Segundo, ¿Qué les pareció? Espero su reviews, quiero saber si les gusto la historia y que les pareció.

 

Tercero, dentro de unos días subiere un nuevo fic, quiero saber si quieren mpreg? Háganmelo saber.

 

Gracias, no vemos! 

 


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