KiBum caminaba por las calles, la mirada en el suelo y una traviesa lágrima recorriendo su mejilla. Habían pasado un par de horas desde que hablaron con sus padres, ¿Y que había pasado? Nada absolutamente nada, todo seguía igual que antes.
Caminaba con rumbo al departamento de su pareja, necesitaba decírselo, necesitaba explicarle. Él tenía que decirle, quería saber la reacción. Llego al lugar, subió por el ascensor, y toco el timbre.
La puerta se abrió, y él estaba ahí, con una sonrisa como siempre. Quiso sonreír, quiso besarlo, pero las lágrimas llegaron y lo único que pudo hacer, fue abrazarlo.
-JongHyun- hablo entre el llanto. Dolía y demasiado, ¿Por qué tenia que separarse de la persona que amaba? No lo entendía, él no tendría su cuento de hadas y final feliz. Viviría una vida que no quería.
-¿Qué pasa?- pregunto preocupado el moreno. Lo estrecho entre sus brazos y el rubio rodeo su cintura con sus brazos, haciendo el abrazo más fuerte.
Necesitaba sentirlo, necesitaba sentir ese aroma tan peculiar, que lo caracterizaba, necesitaba besarlo, por que esa seria la ultima vez que lo hiciera.
-Tranquilo- susurraba su pareja- odio verte llorar KiBum- hablo aun mas preocupado, al ver que el llanto del rubio no cesaba-Ven, vamos entremos y me dices que pasa- separo lentamente el cuerpo de su pareja. El rubio asintió y entraron al departamento del moreno.
KiBum trato de tranquilizarse, pero le costaba, era muy difícil, y no quería que JongHyun se enojara con él. KiBum bajo la mirada, mordiéndose el labio, suspiro. Era momento de hablar.
-Me voy a casar- el rubio subió la mirada, esperando la reacción del moreno, pero este sonreía, ¡¿Sonreía?!
-Lo se- KiBum parpadeo un par de veces, como ¿Lo sabia?- las noticas vuelan, mis padres me dijeron- lo olvidaba, los padres de KiBum eran amigos de sus padres- la familia Choi esta feliz, esperaba que lo dijeras- JongHyun sonrió.
El dolor de KiBum se hizo mas fuerte, ¿Cómo podía ser tan amable a pesar de todo? Siempre creyó que JongHyun era una buena persona, pero esto rebasaba los límites. ¿Podía estar de acuerdo con su matrimonio? O ¿Solo fingía?
-Pero no quiero JongHyun- las lagrimas bañaban de nuevo su hermoso rostro- no lo quiero, yo te amo a ti-
-Yo también te amo KiBum- el moreno acaricio la mejilla del rubio, secándose sus lagrimas con su pulgar.
JongHyun era el chico ideal-al menos para él- era atento y cariñoso, alegra y divertido. Era atractivo, y tenía unos ojos que le encantaban. Aunque cuando lo conoció, su estilo le pareció algo rebelde, con los cabellos decolorados, no le importo, le había parecido sumamente atractivo.
¿Por qué él, no fue el elegido de sus padres? Simple, era por que JongHyun era considerado el “chico rebelde”.
-No se que voy hacer JongHyun- el moreno se encogió de hombros.
-Se que no soy del agrado de tus padres, no sabes cuanto lo siento- el rubio se sintió tan mal, al escuchar esas palabras.
JongHyun no solo no era del agrado de sus padres, no lo era de ningún padre de su círculo social. Él no quiso estudiar lo que sus padres le impusieron, ni mucho menos casarse con la persona que ellos querían.
Y eso estaba mal visto en la sociedad en donde el creció, decir “no” era prácticamente un pecado, algo que no era correcto, que no debía ser. Pero JongHyun quería seguir sus deseos, no quería estar todo el día tras un escritorio, y tratar de aparentar vivir feliz, con alguien al cual no quería. JongHyun fue capaz de lo que muchos no.
Él rubio le conto todo, desde la platica con MinHo hasta la que hicieron con sus padres. Él moreno parecía entender, o eso aparentaba.
-Esperaremos- dijo después de minutos de silencio.
-¿Ah?- el moreno tomo el rostro de KiBum entre sus manos.
-Esperaremos- JongHyun sabia que KiBum no se seguiría imponiendo a sus padres, no se lo reprocharía, hasta para él había sido difícil, negarle algo a sus padres- esperare por ti, te casaras y pasara lo que tenga que pasar, no te perderé KiBum, no lo hare, lo superaremos, ¿Esta bien?- el rubio asintió- Te amo- dijo para después besar la mejilla del rubio.
-¡Felicidades!- decían los señores Lee- hacen una bonita pareja-
-Gracias- dijo KiBum fingiendo una sonrisa.
-Se ven tan adorables juntos, MinHo cuídalo mucho-
-Lo hare- el alto sonrió, minutos después los señores Lee se marcharon, dejándolos solos.
Se encontraban en su “pequeña” fiesta de compromiso- que de pequeña no tenia nada- fingiendo ser la pareja perfecta, que se amaba.
¿A que llegaron? A nada, ¿Se casarían? Por supuesto que si. Pero tenían una pequeña esperanza. Al hablar con sus padres les dijeron que no lo harían, pero sus padres se opusieron, hablaron por horas hasta que llegaron a un acuerdo.
No podrían renunciar al matrimonio, ¿Por qué? Pues, por que todo estaba listo, y los señores no podían pasar vergüenza, ¡No! Claro que no, jamás pasarían semejante barbaridad.
Pero, y en estos momentos es cuando KiBum y MinHo amaban los “peros”, si después de dos años, si ambos se querían separar, podrían hacerlo, claro que ante deberían intentarlo, tratarían de quererse, ¿Raro no? Si, podía decirse que si, pero así era esa sociedad.
¿Por qué dos años? De nuevo para evitar una vergüenza y el que dirán de las personas. Que al parecer era más importante que la ¡felicidad de sus hijos! Pero al menos no estarían juntos toda la vida, ambos sabían que no lo intentarían y que pasando los dos años se separarían. No es como si se fueran enamorar en dos años ¿Cierto?
-Esto es aburrido- se quejo el rubio.
-¿Aburrido? En nuestra propia fiesta amor- molesto el más alto, haciendo a KiBum sonreír- imagínate como será nuestro matrimonio-
-Peor- dijo riendo.
-¡Oh vamos! ¿Insinúas que seré un mal esposo?- KiBum sonrió. Su relación había mejorado en las últimas semanas- como amigos- era normal que MinHo bromeará con ese tipo de la palabras, al principio se le hizo extraño, pero lo dejo pasar, después de todo convivirían un largo tiempo juntos.
-Chicos- ambos se giraron para ver a los señores. Eran los Kim, con su hijo- muchas felicidades-
-Gracias- contesto MinHo.
La mirada de KiBum cambio, estaba serio, podría decir que triste, y MinHo pudo darse cuenta.
-Les deseamos lo mejor- el alto respondió con una sonrisa, y después de unos minutos los señores Kim se fueron, dejando a JongHyun con ellos.
-Muchas felicidades MinHo- JongHyun aplaudía y su mirada se centraba en KiBum- ¿Es el mejor no crees?-
-Lo es- Choi estaba confundido, no entendía por que JongHyun hablaba con él, no eran amigos, y jamás habían cruzado palabras.
-Creo que has tomado la decisión correcta- KiBum solamente veía, no hablaba, no podía hacerlo.
-Lo hice-
-Yo creo que tu…-JongHyun trato de hablar, pero fue interrumpido por KiBum.
-JongHyun… por favor- sabia cuales eran las intenciones del moreno, y no entendía el por que.
¿Qué ganaba haciendo saber que su matrimonio seria una farsa? La mayoría- tal vez- lo sospechaba, pero nadie debería saberlo, ellos debían aparentar y muy bien.
La ex-pareja se miro por largos minutos, que para MinHo fue una eternidad, y seguía sin comprender la situación.
JongHyun dio la vuelta y se marcho, dejando de nuevo a la pareja sola. Era incomodo, no solo para MinHo también para KiBum.
-Ustedes…- comenzó MinHo sin saber que preguntar o decir- ¿Se pelearon? ¿Él te hizo algo?- el rubio negó con la cabeza.
-Somos… conocidos- hablo segundos después el rubio.
Mentía, si, pero no podía decirle a MinHo quien era en verdad JongHyun. No por vergüenza, o algo así, simplemente no tenia esa confianza con el alto.
-Pareciera como si…-
-Nada- dijo cortante- solo somos conocidos-
¡Incomodo! MinHo quería saber que paso con ellos, no creía que fueran simplemente conocidos, Choi era muy curioso, pero no lo hizo, se contuvo. Sabia que KiBum no le diría, y lo entendía, ellos no eran amigos, no había confianza entre ellos.
Era tan incomodo, que el alto se desesperaba, no podía estar sin decir nada, pero no se le ocurría sobre que habar con el rubio.
-Esto es una exageración- se atrevió a decir, una leve sonrisa se poso en el rostro del rubio.
-Lo es- asintió- pero así sin ellos, ¿No es así?-
-Toda la razón-
Ellos no eran como sus padres, si, KiBum podía ser caprichoso y tener lo mejor en calidad, pero no llegaba al extremo de sus padres, y MinHo el no era como sus padres, era todo lo contrario, y toda su fiesta de compromiso, en verdad le había parecido demasiado exagerado.
-¿Por qué esa cara KiBum?- pregunto TaeMin- ¿Deberías estar feliz no?- una sonrisa maliciosa se instalo en el rostro del menor.
-¿Por qué?- pregunto el rubio. ¿Feliz? No entendía el por que, no podía estar saltando y bailando de felicidad, simplemente por que él no lo era.
-¿Por qué?- hablo esta vez Sulli- te casaras con MinHo-
¡Si! Debía estar con una sonrisa en su rostro, pero claramente eso no sucedería. ¿Qué tenia de especial casarse con Choi? Como podía estar feliz, ¿Si no es la persona que ama?
Y lo peor de todo, era tener que aparentarlo, no podía decir que lo hacia infeliz, tenia que mostrar una sonrisa, y aparentar que todo estaba bien, que amaba a MinHo y quería pasar el resto de su vida con él.
-Así es- continuo TaeMin- MinHo es uno de los más guapos, tienes suerte KiBum- ¡Demasiada suerte!- es inteligente, caballeroso, amable y sobre todo atractivo, ¿Deben quererse mucho?-
Él rubio frunció el ceño, ¡TaeMin si que era descarado! Todos sabían que gustaba de Choi, y se atrevía a decírselo en su cara, al futuro marido, y no es que le importara, pero ese niño debía comportarse.
-Si lo quiero- fingió una sonrisa, y tomo un sorbo de café, que en esos momentos se encontraba frio.
Y así siguió la platica, o mas bien el interrogatorio a KiBum, pues a todos les parecía raro, que de la noche a la mañana, estuvieran comprometidos, puesto que ellos a penas se hablaban.
-Nos vemos chicos- se despidieron TaeMin y Sulli.
-Es tan hipócrita- dijo Krystal una vez que los dejaron solos.
-¿Quién?- inquirió KiBum confundido.
-TaeMin- el chico rio. TaeMin si que lo era-Todos saben que esta enamorado de tu futuro esposo-
Krystal era la amiga de KiBum, se conocían desde hace más de 3 años, y ella como KiBum se caso con alguien a quien no quería. Pero Krystal se enamoro de su esposo y no tenía ningún problema. La chica estaba enterada de todo, hasta de su relación con JongHyun, sabia que era difícil para el chico, para ella lo fue, y lo de KiBum era distinto, el estaba enamorado de alguien mas.
-No puede hacer nada- la chica rio, y asintió dándole la razón.
Claramente TaeMin no podía hacer nada, si los padres de MinHo quisieran que estuvieran con él, lo hubieran escogido como su futuro esposo, pero no era así, y el menor tenía que aceptarlo.
-¿Y que paso? ¿Cómo lo tomo JongHyun?- suspiro, recordando la escena de hace un par de días.
Desde ese día, no volvió a hablar con JongHyun, y aun no entendía por que se comporto así en la fiesta.
-Bien, pero el día de la fiesta, fue terrible, se acerco a felicitarnos, y si no lo detengo, no se que hubiera hecho-
O dicho, por que Choi no sabia de la relación que ellos tenían. Tenia un poco de temor que sus padres lo supieran, no sabia como se lo tomarían.
-¿Celoso?- KiBum negó con la cabeza.
-El nunca había sido celoso-
Era verdad, JongHyun jamás lo fue. Nunca lo celo, y eso que KiBum tenia amigos y muy cercarnos, y ahora no entendía el por que de los “celos”. KiBum se lo repitió muchas veces, lo amaba y no lo dejaría de hacer, y esperaba que JongHyun lo entendiera.
-Pero ahora te casaras, es lógico, no estarán juntos, no en un largo tiempo- asintió.
Claramente podía ser así, con lo poco que se veían, ahora seria peor, pues no lo vería, no en al menos los dos años que MinHo y KiBum debían estar juntos.
-Si, tal vez sea eso- una parte de él entendía a JongHyun, también le dolería que su pareja se tuviera que casar con otra persona.
-Ya veras que todo se soluciona- la chica sonrió, tratando de darle seguridad.
Y eso esperaba el rubio. Que todo se solucionara.
-¿Moderno, o tradicional?- preguntaba la señora Choi.
-Moderno- dijeron al unisonó la pareja. MinHo sonrió al darse cuenta que pensaban igual.
Estaban organizando la gran boda de los chicos. Seria en un mes, y tendrían que trabajar rápido, ¿Por qué tan pronto? Habían preguntado, sus padres dijeron, cuanto antes mejor.
-Ahora…sobre el menú- decía la madre de KiBum, que fue interrumpida por el sonido de un teléfono.
-Es el mío- dijo KiBum- es importante- miro a su madre, pidiendo permiso.
-No tardes- sentencio su madre, el chico asintió.
-Permiso- dijo para después salir del lugar.
-Continuemos- hablo de nuevo la madre del rubio- sobre el menú- decía viendo a MinHo.
-Lo que ustedes consideren- contesto Choi.
No quería saber nada con lo referente a la boda, tampoco es como si supiera mucho, sobre el menú y decoración de la gran fiesta.
Lo único que quería era que el tiempo pasara rápido, y poder ser libre. Sus padres les habían dado esa condición, por que sabían que se terminarían enamorando, tal como paso en sus matrimonios, o al menos eso pensaban.
Hablaron sobre lo arreglos, el menú, el lugar en donde se llevaría acabo el gran evento, y hasta el traje que llevaría Choi.
Minutos después la madre de KiBum se quejo, de que su hijo ya había tardado en esa llamada, si, era verdad el rubio llevaba varios minutos hablando con quien quiera, que fuese.
-Iré por él- comunico la señora Kim.
-Que vaya MinHo- ofreció la madre de este- MinHo, ve por él-
-Bien- rodo los ojos, no podían dejar al chico hablar con calma, y sobre todo ¿Por qué tendría que buscarlo él?
MinHo salió del estudio, ¿Dónde podría estar KiBum? Camino por los pasillos, hasta que lo encontró cerca del pasillo que conectaba a la cocina.
Aun hablaba por teléfono, por lo que no se acerco, pero Choi era muy curioso y no pudo evitar escuchar la conversación del rubio.
-Lo se- decía KiBum- yo también te extraño- ¿Con quien hablara? Se preguntaba el más alto- hablamos después, yo también te amo JongHyun- KiBum colgó, y suspiro.
¿JongHyun? Podía ser el mismo ¿Kim JongHyun? MinHo entendió muchas cosas, es por eso la escena en la fiesta. ¡Claro! Ellos eran pareja.
-Tan pronto ya me engañas- solo de repente MinHo, haciendo que KiBum diera un salto, asustado.
-MinHo- dijo KiBum, aun asustado.
-¿Tienes una relación con JongHyun?- se atrevió a preguntar el moreno.
-Tenia- el rubio bajo la mirada, tratando de evitar las lagrimas.
-¡¿Por qué no lo dijiste?!- casi grito el alto.
-No tenía por que contarte mi vida- bien, no tenía por que, pero todo había sido muy diferente, o al menos eso creía MinHo.
-Si lo hubieras dicho, ahora no tendrías que separarte de él- dijo MinHo- y ahora no estaríamos en la organización de una boda-
-Mis padres no aprueban a JongHyun, ni siquiera sabían que salíamos-
-Pero…- MinHo lo sabía, JongHyun no era del agrado de ningún padre. Claramente no podía decirle nada a KiBum.
-Crees que si se los dijera, ¿Cancelarían el matrimonio?- Choi negó, ¡Claro que no! No lo harina- no lo harían- confirmo el rubio.
-Al menos lo hubieras intentado- MinHo creía que KiBum, estaba perdiendo mucho. Era su pareja, y tenia que separarse de él, no quería estar en el lugar del rubio.
-Ya esta hecho MinHo- el rubio sonrió- ahora regresemos-
-Podemos dejarlo para otro día- ofreció. Tal vez KiBum no se encontraba bien, sentimentalmente para organizar una boda.
-Esta bien, puedo hacerlo- el alto asintió y KiBum comenzó a caminar de regreso al estudio, seguido por el moreno, pero se detuvo en la puerta- MinHo- el rubio dio la vuelta quedando frente a frente.
-¿Si?-
-Termine con JongHyun, mientras que estemos casados, yo no tendré relación con él, no te engañare- el alto asintió, invitándolo a continuar- espero que tu hagas lo mismo, se que no hay amor, se que no nos queremos, pero al meno nos respetaremos, ¿si?-
-No lo hare KiBum-
Ni siquiera lo pensaba, engañarlo no estaba en sus planes. Simplemente MinHo no era esa clase de persona.
-Bien, vamos que hay una boda que organizar-