-¿Cómo han estado?- pregunto la madre de KiBum.
La mujer había ido a una de sus recurrentes visitas, solo para checar a la pareja, y ver que todo marchara bien.
-Bien- KiBum no mentía, la incomodidad desaparecería con el paso de los días, y hasta cierto punto se divertía con MinHo.
-¿Todo bien con MinHo?-
-Todo bien- dijo con una sonrisa.
Podría decir que perfecto. MinHo simplemente era el esposo que todos quisieran tener, siempre estaba al pendiente de sus necesidades, siempre lo hacia reír, y en lo últimos días lo esperaba con el desayuno listo. Era una lastima que no lo quisiera, y que MinHo y él no serian mas que amigos, la persona que estuviera con MinHo en un futuro, seria muy afortunada.
-Me alegro- la mujer recorrió con la mirada la estancia y volvió su mirada a su hijo- él dijo que todo estaba mal y se peleaban todo el tiempo-
Y esa razón principal de su visita, el padre de MinHo les había comentado lo que su hijo le había dicho. La madre de KiBum hizo todo lo posible por ir a casa de su hijo lo más rápido posible, para tratar de arreglar la situación, no podían permitir que tan solo a unas semanas de casados, ya hubiera problemas.
-Solo fue un broma- él rubio recordó ese día y lo molesto que había estado con su esposo- no se por que lo dijo, pero no te preocupes mamá todo esta bien, pero por favor no le digas que a su padre que fue una broma, se molestaría con él-
Y era lo menos que quería, él ya había hablado seriamente con MinHo, y todo se había arreglado, pero el padre de MinHo era diferente, seguro reprendería a MinHo, y era lo menos que quería, se preocupaba por su esposo, y no quería que tuviera problemas con el señor Choi.
-Entonces ¿Todo esta bien?- pregunto de nuevo la mujer, solo para asegurarse.
-Si mamá, todo es…-
-¡Amor estoy en casa!- suspiro cansado al escuchar los gritos de MinHo, recordó haberle dicho que no quería que gritara, ¿Pero lo tomaba en cuenta? No, claro que no, él seguía gritando a todo pulmón.
-Veo que se llevan mejor-comento su madre con una gran sonrisa. Seguramente ella estaba más que feliz, al ver esa cercanía.
-KiBum… oh, Señora Kim, que sorpresa- MinHo sonrió y saludo a la mujer- Buenas tardes-
-Que tal MinHo- saludo la mujer. Él alto camino, hasta sentarse a un lado de KiBum, beso la mejilla del rubio y después entrelazo sus manos, KiBum lo miro sorprendido, y MinHo simplemente sonrió- ¿Cómo has estado?-
-Perfecto-
-Eso me parece bien- la mujer tomo su bolso, y se levanto- creo que es momento de irme-
-¿No se quedara a cenar, señora Kim?- pregunto amable como siempre Choi.
-Hoy no, será para otra ocasión-
Ambos se despidieron de la mujer, y después de unos minutos la madre de KiBum se fue, dejándolos solos.
-¿Cómo te fue hoy?- pregunto KiBum.
-Normal, ¿Y a ti?-
-Bien-
-¿Qué quería tu madre?- a MinHo se le hizo extraño que viniera, y no es que no este acostumbrado, ya que la mujer venia cada 2 semanas, pero esta vez, ya había ido a su casa varias veces.
-Solo vino por que quería asegurarse que todo estuviera bien, tu padre le comento lo de tu pequeña broma-
-Lo siento- MinHo balo la mirada apenado- siento si te cause problemas, hablare con mi padre-
MinHo tampoco quería tener problemas, ni que KiBum los tuviera y por su culpa, es por eso que hablaría con su padre.
-No es necesario, le dije la verdad, y también le pedí que no dijera nada, y sobre todo a tu padre- dijo con una sonrisa KiBum.
-¿Enserio?- pregunto un poco sorprendió él moreno.
-Si-
-Gracias-
-No es nada- él rubio se incorporo y extendió su mano- ahora vamos a cenar, llevo horas esperando- él alto soltó una risita, y tomo la mano de KiBum para después conducirlo hasta el comedor.
-Eres un hombre casado, ¿Cómo es tu vida ahora?- pregunto ChangMin.
-Normal-
-Vamos MinHo, de-ta-lles- MinHo rio bajito, en verdad su amigo era curioso. `
-No se hyung, normal… supongo, no tengo quejas de él, y espero que él no las tenga de mi-
-¿Lo amas?-
ChangMin lo sabia, solo esperaba que MinHo lo confirmara. Si MinHo lo amara, no le habría dado esa repuesta, le hubiera dicho que era feliz, que todo marchaba perfecto y un sin fin de cosas que las parejas enamoradas decían.
-…si- ChangMin alzo un ceja.
-Sabes que es malo mentir ¿No es así? Tú y yo sabemos que es mentira, y como tu hyung exijo la verdad-
-No lo hago- confeso Choi.
-¿Por qué te casaste entonces?-
-Por que si… por que estaba decidido- ChangMin sonrió compresivo, él había pasado por lo mismo.
-Tus padres ¿Es así?- MinHo asintió.
Era así, siempre lo seria. MinHo lo sabía, la mayoría de los chicos de esa sociedad pasaban por lo mismo, algunos tenían la suerte que no, pero otros como él tenían que hacerlo, por que el “no” no era una opción.
-¿Tu amas a tu esposa hyung?- se atrevió a preguntar, el menor. ChangMin asintió con una sonrisa.
A veces MinHo pensaba si le pasaría lo mismo, ¿Se terminaría enamorando de KiBum? Tal vez 2 años bastaba para lograrlo. Pero también pensaba que no lo podía saber, podías pasar un largo tiempo con una persona y simplemente verlo como un amigo, o tal vez un hermano, si él se enamoraba, no seria por que así lo que quiso, no por que se obligo hacerlo. Después de todo uno nunca mandaba en el corazón, y no decidía de quien se enamoraba.
Y si se enamoraba ¿Seria correspondido? Tampoco lo sabía, todo podía suceder. Nadie sabia el futuro, y solo podía esperar haber que pasaba.
-Ella me gustaba cuando nos casamos- hablo ChangMin- al convivir con ella y todo, termino por enamorarme, a veces creo que solo me falto ese empujón-
-Ya veo-
-¿Te gusta MinHo?- Choi asintió.
KiBum era lindo, no, KiBum era hermoso, y lo reconocía. Desde el día de su boda se dio cuenta, tenía perfecta piel, unos hermosos ojos felinos, su pequeña nariz perfilada, y unos labios acorazonados que quería besar. Hermoso, en pocas palabras.
-¿Lo quieres?-
¿Querer? Era una palabra muy grande. Pero le gustaba pasar tiempo con él rubio, le gustaban sus sonrisas, le gustaba sus pucheros, y le gustaban los sonrojos del rubio, cada que lo tocaba, o le daba un beso en su mejilla. Y cuando todo eso pasaba, un sentimiento cálido se instalaba en el moreno, y una sonrisa se posaba en su rostro. Así que si, lo quería.
-Creo que si- ¿Podían estar juntos?- hyung- el nombrado alzo la mirada- ¿Crees que podíamos estar juntos? ¿Crees que llegare enamorarme de él?-
-Eso no lo se MinHo, solo el tiempo lo dirá, pero el chico te gusta, y quien sabe, todo podría pasar-
¿Podía? Seguía preguntándose. Últimamente le gustaba pasar tiempo con KiBum, eso ¿Significaba algo?
-Pero y si…- tantas preguntas se le venían a su cabeza, tantos peros, y que pasaría.
-No pienses en nada mas MinHo, solo el tiempo lo decidirá, si te gusta estar con él adelante, haz las típicas cosas que hacen las parejas, no se MinHo, solo si te gusta hazlo, creo que nada pierdes pasando tiempo con él- Choi asintió- lo que tenga que pasar pasara, y si te enamoras felicidades serán felices por siempre, y si no, pues te quedaras con él, el resto de tu vida- molesto el mayor.
-¡Hyung!-
-Ya, solo hazlo-
“Podía intentarlo” pensó MinHo. Como decía ChangMin nada perdía, y no tendría ningún problema… si había un problema… JongHyun.
-¿MinHo?- la cabeza de KiBum, se asomaba por la puerta.
-Pasa- MinHo se sentó en la cama.
-¿Por qué esta todo apagado? ¿Estas bien? ¿Te sientes mal?- Choi sonrió ante la preocupación de su esposo- Hoy no te escuche llegar-
-Estoy bien-
MinHo no había llegado a la casa gritando como se le había vuelto costumbre. Después de su plática con ChangMin, solo llego a recostarse y pensar.
-¿Seguro?- asintió.
-Vamos a salir- hablo MinHo, KiBum lo miro desconcertado- quiero que salgamos, es mas, vamos ahora- MinHo tomo la mano de KiBum, obligándolo a levantarse.
-¿A dónde vamos?- pregunto aun confundido.
Pero MinHo no le respondió y comenzó a caminar. MinHo en realidad no tenia nada preparado, simplemente quería la compañía del rubio. Le había entrado unas enormes ganas de conocer y saber más de KiBum.
Caminaron sin rumbo fijo, conociéndose un poco más. Desde la fechas de sus cumpleaños, hasta la música que escuchaban.
KiBum le conto a su esposo, sobre su trabajo, y lo mucho que le costo convencer a sus padres, le dijo cuanto amaba la fotografía, y donde había estudiado. La familia de MinHo y KiBum era tan distintas, MinHo confiaba mas en su madre, mientras que KiBum lo hacia en su padre.
La madre de KiBum, siempre lo había dejado en segundo lugar, su relación no era mala, pero no era la mejor tampoco, todo lo que la mujer hacia era para su beneficio, hasta en el matrimonio había salido beneficiada, para ella significaba mas dinero que gastar, y mas viajes que hacer.
También le conto sobre su relación con JongHyun, y como con el paso de los días, dolía menos, con eso no significaba que lo había olvidado, por que KiBum creía que eso no sucedería, pero con el paso del tiempo el dolor era cada vez menos, y todo gracias a MinHo.
MinHo por su parte le hablo del trabajo, y como detestaba hacerse cargo de todo. Era difícil y sobre todo no quería decepcionar a su padre, ni a su madre, ellos habían confiado en él, pero ahora también tenía a otras personas en su vida, como KiBum y sus suegros, que tampoco quería decepcionar.
Le hablo de su hermano, que también fue obligado a casarse, después del matrimonio de su hermano, apenas y se hablaban, él vivía en Japón y solo lo veía en ocasiones especiales. Nunca pudo hablar con su hermano sobre su matrimonio, lo más cercano que tenía a un hermano era ChangMin.
ChangMin era como su hermano, y desde que su hermano de sangre se fue a Japón, ChangMin fue su apoyo. Su madre siempre era compresiva con él, y es por eso que creyó que lo ayudaría a evitar su matrimonio con KiBum, pero no había sido así.
Aun así, ahora no estaba frustrado ni molesto por su matrimonio, en estos momentos estaba feliz, si feliz, no tenia quejas de KiBum y como le dijo a su amigo, quería al chico de mirada felina.
-Creo que es mejor regresar- dijo KiBum- parece que lloverá- pero como si el rubio lo hubiera invocado, la lluvia comenzó a caer, haciendo que KiBum soltara un gritito.
MinHo tomo de la mano a KiBum y comenzó a correr de vuelta a su casa, a pesar de las constantes quejas de KiBum, pidiendo que se detuvieran y esperaran a que la lluvia cesara, MinHo siguió corriendo alegando que era divertido, pero MinHo era así, a veces era muy infantil, y a KiBum no le molestaba en lo absoluto.
Después de varios minutos corriendo y gritando en las calles, como si fueran unos adolecentes, llegaron a su casa, completamente empapados. Entre risas, llegaron, subiendo al segundo piso hacia algún baño, dejando pisadas por todo el recorrido.
-La señora de la limpieza nos matara- hablo KiBum, al ver el desastre que habían hecho.
-Creo que si-
-Debimos venir pronto MinHo- regaño el rubio.
-Te divertiste- ¡Estornudo! MinHo se llevo sus manos a la boca, y de nuevo estornudo.
-Creo que alguien se enfermara- dijo divertido el rubio.
-Vamos recuéstate- con mucha lentitud MinHo hizo lo que le pidió. Se sentía mal, podía verlo- debimos volver pronto- regaño de nuevo.
-No me regañes- pido el moreno. KiBum toco su frente, sintiéndolo un poco caliente. Tenía fiebre.
-MinHo, MinHo, que hare contigo-
-Cuidarme- KiBum sonrió.
-Eso parece-
-Gracias- MinHo entrelazo sus manos con las del rubio.
¿Pero que le pasaba a MinHo? Ese día estuvo muy extraño, o mas cercano era la forma correcta de describirlo, desde su cita improvisada, hasta el infantilísimo de correr bajo la lluvia, que no negaba, se había divertido.
-Le diré a la Señora Park, que te prepare una sopa, o algo, y te traiga un pastilla- KiBum se levanto, dispuesto a irse, pero una mano lo detuvo.
-No te vayas-
-MinHo solo iré por eso, no tardare- pero Choi no soltaba su mano- lo prometo- MinHo soltó su mano.
KiBum bajo a la cocina, para pedir la sopa y la pastilla para MinHo.
-Señora Park- la mujer alzo la mirada- podía preparar alguna sopa para MinHo, y darle algo para la fiebre-
-El señor ¿Se siente mal?- KiBum asintió- vi como llegaron, se que son jóvenes y quieren divertirse, pero deben cuidarse-
-Lo haremos-
-Pero no se preocupe, si usted lo cuida, pronto se recuperara- dijo la mujer con una amable sonrisa. KiBum fingió una sonrisa, después de todo ellos eran la pareja perfecta.
Cuarenta y cinco minutos después la sopa estuvo lista.
-Se lo podría llevar- pidió el chico, la mujer asintió- dígale que un momento subo, avisare a su padre, que no ira a trabajar-
KiBum llamo al señor Choi. Tenia que explicarle por que MinHo estaba enfermo, claro obviando que se mojaron en la lluvia, el hombre le pidió que cuidara bien de su hijo, y que no se preocupara que su padre y él se harían cargo de todo, mientras MinHo estuviera enfermo.
-Tardaste en llegar- dijo MinHo, cuando lo vio entrar en la habitación. Se había tardado solo un poco mas, pero como MinHo dormiría en su habitación, KiBum tenia que dormir en alguna de las otras habitaciones y tuvo que llevar algunas cosas.
-Tuve que hablar con tu padre, y acomodar algunas cosas-
MinHo continuo comiendo, minutos después la señora Park vino por todo y se retiro dejándolos solo de nuevo.
-Creo que deberías dormir- recomendó KiBum.
-¿Te quedaras hasta que me duerma?-
Podía sonar infantil, pero a MinHo no le gustaba estar solo cuando estaba enfermo, y en estos momentos necesitaba a KiBum a su lado.
-Pareces un niño- MinHo frunció el ceño, haciendo a KiBum sonreír- Bien, lo hare-
-Gracias-
-Duerme ya o me iré- advirtió KiBum.
Tuvo que pasar mucho antes que MinHo se durmiera, después de muchos “estoy incomodo” “no puedo dormir” y “no te vayas” al fin pudo conciliar el sueño. Si, MinHo podía ser muy infantil.
Se quedo observándolo unos minutos, recorrió con sus dedos sus labios, y la pequeña y casi imperceptible cicatriz en su mejilla derecha, acomodo un pequeño mechón de su cabello y sonrió. MinHo era atractivo, realmente lo era.
¿Acaso empezaba a sentir algo por MinHo? No, claro que no. El estaba enamorado de JongHyun ¿Cierto?
Toco su frente por última vez checando la temperatura, aun tenia fiebre, ya lo vendría a ver una última vez, antes de acostarse a dormir.
-Buenas noches MinHo- susurro antes de dejar la habitación. Se recargo en el marco de la puerta, y suspiro. Estar con MinHo le estaba afectando.