-Señora Choi, que sorpresa- KiBum sonrió, viendo a su suegra sonreír y moverse con esa elegancia que la caracterizaba.
-¿Cómo han estado KiBum?- pregunto la mujer.
Directo como siempre, KiBum se lo imaginaba sus visitas no eran para otra cosa que saber sobre su matrimonio ¿Algún día los dejarían tranquilos? No al parecer no, lo único que importaba para ellos era que el matrimonio no se derrumbara y terminaran por separarse.
-Bien-
-Me alegro mucho- KiBum asintió- MinHo esta apunto de llegar del trabajo ¿no es así?-
-Si, no debe tardar- KiBum miro la hora, efectivamente MinHo no tardaría en llegar a casa.
KiBum sabía todos los horarios de su esposo, pues siempre lo esperaba en la puerta unos minutos antes de que él llegara, se le había hecho un costumbre que no quería evitar, así como muchas otras que le hacían sonreír y querer abrazar a MinHo.
-El día de mi cumpleaños no tuve la oportunidad de hablar con ustedes, MinHo me explico lo del viaje-
-¿Viaje?- el rubio alzo la ceja confundido.
¿De que viaje estaba hablando la mujer? No recordaba haber hecho ningún viaje, ¿Por qué MinHo habrá dicho eso?
-Si el que tuviste que hacer por la sesión de fotos, si es por trabajo no hay problema-
Algo hizo click en la cabeza de KiBum y recordó. Fue el día del beso el mismo día del cumpleaños de la madre de MinHo, seguramente tuvo que mentirle a su madre para justificar los días que no estuvo en su casa.
-Lo siento mucho señora, me hubiera encantando pasar el día con ustedes- el rubio se disculpo, no mentía le hubiera gustado convivir con ellos, pero ese día no estaba en condiciones después de los sucedido en la cocina.
-No te preocupes KiBum- contesto la amable mujer.
KiBum ahora entendía por que MinHo tenía mejor relación con su madre que con su padre. La mujer era amable y compresiva, nada que ver su propia madre, tenia una sonrisa encantadora que claramente había heredado su esposo.
Podía decir que MinHo era idéntico a la mujer, en estos 7 meses que llevaban de casados se había dado cuenta que MinHo, era amable, compresivo, cariñoso, divertido, encantador y la lista seguía su esposo era el mejor.
Sus padres habían tenido razón al decir que MinHo era el mejor, y él cada día lo quería mas, y por que no también tenia ganas de besar de nuevo los perfectos labios de MinHo, últimamente tenia un problema con eso, veía a MinHo y no podía evitar querer besarlo. Pero lo evitaba, se mordía el labio y desviaba la mirada de esos esponjosos labios, simplemente no podía solo besarlo.
-MinHo dijo que se estaban llevando muy bien-
-Así es-
-No sabes lo que nos alegra y a tus padres también- asintió con una fingida sonrisa.
¡Por supuesto que les alegraba!
-¿Mamá?- ambos miraron a MinHo sorprendidos ¿En que momento había llegado?- ¿Qué haces aquí?-
-Siéntate MinHo, tengo algo que decirles- MinHo obedeció a su madre tomando asiento a lado de su esposo, entrelazo sus manos con las del rubio y sonrió ante la atenta mirada de su madre.
-Hoy no gritaste- susurro KiBum. En verdad había extrañado los gritos de su esposo al llegar a casa.
-Lo extrañaste, no te preocupes amor mañana lo hare- KiBum rio- ¿Y bien mamá?-
-Bien como sabrán queremos lo mejor para ustedes, llevan 7 meses de casados, y su relación mejora día con día ¿no es así?-ambos asintieron dándole la razón. Era verdad su relación prosperaba.
-¿Qué pasa con eso?- pregunto el moreno.
-Hijo, no creen que es tiempo de tener hijos-
¡¿Qué?! La pareja abrió los ojos como platos y se miraron entre si nerviosos. ¿Hijos? Ellos no podían tener hijos, no en una relación que no existía, por que ellos podían estar casados, pero su matrimonio era solo apariencia.
La idea no había sido de la madre del alto, ella era solo era la vocera por decir, la encargada de comunicarlo, pensaba que era muy pronto para los chicos, pero el señor Choi decía que era lo mejor. Si la pareja tenia un hijo habría un heredero, y ellos no tendrían la escusa de separarse, por que si, el padre de MinHo creía que un hijo tendría que tener a sus padres juntos.
-¿Hijos?- hablo Choi después de unos minutos.
-Prometieron llevar esta relación lo mejor posible-
-Si lo hicimos- dijo Choi- pero ni siquiera llevamos un año de casados, creo que es muy pronto-
MinHo así lo veía, es verdad que él estaba enamorado de KiBum, pero no sabia que sentía el rubio por él. Además MinHo sentía que aun no estaba preparado para ser padre- no ahora- tendrían que esperar un tiempo mas.
-¿Tu que piensas KiBum?- bajo la mirada, pensando en su respuesta.
¿Él? Ni siquiera estaba seguro que es lo que sentía por su esposo, y sentía que un hijo no arreglaría las cosas, además que el no estaba listo para llevar una vida con él, no negaba que le gustaran los niños y que quería ser padre.
Pero no ahora, ni siquiera sabia que era su relación con MinHo. Definitivamente un hijo no estaba en sus planes y creía que tampoco en los de MinHo.
-MinHo tiene razón, creo que es pronto, aun tenemos mucho tiempo por delante- la mujer asintió escuchándolo- creo que no es el momento-
-Mamá- la mujer miro a su hijo- cuando pases los dos años prometo que lo pensaremos- KiBum alzo una ceja ¿Qué quería decir con lo pensaremos?- y si todo sale bien, dentro de un tiempo tendrás muchos nietos corriendo por tu casa, ¿No es así amor?- concluyo con una gran sonrisa.
Que no estuviera preparado no quería decir que no los quisiera. Y si, MinHo quería una gran familia.
-¿Qué?- parpadeo un par de veces ante las palabras de su esposo- ¿Quieres muchos hijos?-
-Si amor- beso la mejilla del rubio y después susurro en su oído- quiero muchos como tu, así que ya lo sabes-
-Estoy aquí para tu charla semanal- dijo ChangMin- así que habla- MinHo rodo los ojos ChangMin era muy curioso y quería saber como iba todo en su matrimonio.
-No tengo nada que decir- tomo unos papeles fingiendo leerlos. Mentía, tenia mucho que decir, pero ahora no se encontraba con aminos, aunque sabia que poco le importaba eso a ChangMin, y seguramente terminaría por contarle todo.
-Mentira- el mayor le quito los papeles- cuando entenderás que se cuando mientes, además que la semana pasada dijiste lo mismo-
-Es un historia muy larga hyung- ChangMin sonrió cuando escucho esas palabras, había convencido a MinHo.
-No te preocupes el presidente Choi me dio el día libre- ambos rieron.
-Bese a KiBum, y yo… me enamore de él-
-Oh MinHo ¿Cuánto no me has dicho?- dramatizo el mayor.
-El día que hablamos ¿recuerdas?- asintió invitándolo a continuar- tu dijiste que me dejara llevar, yo lo pensé, por que él y yo no nos conocíamos en lo absoluto, y no quería enamorarme y al final terminar lastimado-
-Si es ya lo se- MinHo frunció el ceño y ChangMin callo.
-Lo pensé por mucho y me di cuenta que quería conocerlo, saber como era, que le gustaba y que no, cuales era sus cosas favoritas y demás, KiBum resulto ser una persona distinta a lo que pensé, es verdad que es caprichoso, pero es amable y comprensivo, y no importa si llego molesto tras un mal día, él esta ahí con una sonrisa haciéndome reír y escuchándome atentamente en todo-
Y tal vez era lo que más le gustaba del rubio, su forma de ser con él y las pequeñas atenciones que tenía hacia él, por que le gustaba que el rubio lo esperara en la sala o que KiBum le acomodara la corbata por la mañana o que se despidiera con un delicado beso en la mejilla.
-Me gustan sus atenciones, un día enferme y él estuvo ahí día y noche a mi lado ¿Sabes que odio estar solo cuando estoy enfermo?- el mayor asintió de nuevo- pero él estuvo ahí y dejo su trabajo por cuidarme, y yo empezaba a sentir mas que cariño por KiBum, y quería estar todo el día a su lado-
Eso es lo que le había pasado a MinHo quería estar todo el día con KiBum y hablar con él, quería que salieran a cenar o simplemente dar un paseo nocturno por las calles. Sentía su corazón latir cada que KiBum besaba su mejilla o cuando simplemente se tomaban de las manos. Y le gustaba ver los sonrojos en el rubio o sus encantadoras sonrisas que quería solo fueran para él.
-Y un día estaba haciendo un pastel y le pedí ayuda, la cocina quedo hecha un desastre y me lleve un regaño por parte de la Señora Park- ChangMin rodo los ojos, MinHo si que le contaba con lujo de detalles su vida ¿Qué el importaba si lo regaño la señora Park? Rio, definitivamente el pequeño MinHo era único- en fin, terminamos de hacer el pastel, y él tenía harina por todo su rostro, y tome una toalla de papel para limpiarlo, pero vi sus labios y quise besarlo, y lo hice y después el salió corriendo, y yo me di cuenta que estaba enamorado de él-
Y su problema creció, por que no podía dejar de pensar en KiBum. Y también le dolía por que sabía que el rubio estaba enamorado de otra persona, y que había demasiadas posibilidades de que nunca correspondiera sus sentimientos.
-De película MinHo- hablo el mayor- su historia es tan… ni siquiera tengo palabras para describirlo-
-Hyung- MinHo esperaba un consejo o algo mejor, pero no ChangMin no era así.
-¿Qué quieres que te diga? Te enamoraste y como te dije es algo que tu no decidías, cuando alguien decida de quien enamorarse felicidades es un genio- bufó molesto- no puedes hacer nada para “remediarlo” y MinHo es bonito estar enamorado y querer a esa persona, pero ¿Él siente lo mismo?-
ChangMin tenia razón era bonito estar enamorado y querer esta con esa persona, si lo era, pero era mucho mejor que esa persona te correspondiera, y no sabia si KiBum algún día llegaría a hacerlo.
-No lo se-
-¿Y él sabe que lo amas?- negó con la cabeza.
-No- MinHo quería estar seguro que KiBum aunque sea sienta algo más que cariño por él, o que le de una señal de querer intentarlo. ChangMin no sabía nada de la ex-relación de KiBum y JongHyun así que no podía pedirle algún consejo sobre eso.
-Debes decírselo- aconsejo el mayor.
¿Debería decirle sus sentimientos a KiBum?
-Señora Park- la mujer dejo de cortar las verduras para mirar a KiBum- ¿Usted a estado enamorada?- la mujer asintió.
-Si de mi esposo- la mujer siguió cortando las verduras, mientras que KiBum preparaba su siguiente pregunta.
Había estado muy confundido los últimos días, creía estar enamorado de JongHyun, pero últimamente no podía dejar de pensar en su esposo. No creía que alguien podía estar enamorado de dos personas distintas.
Claro existían diferentes casos, y el de él era uno especial. A estas alturas de su relación con Choi no podía asegurar estar enamorado de JongHyun y tampoco podía decir que lo que sentía por MinHo era simple cariño.
-Supongamos- hablo dudoso el rubio- que una persona tiene una pareja, pero después es obligada a estar con otra pero se da cuenta que siente algo por esa otra- la mujer asintió asimilando las palabras- ¿Cree que lo que tuvo por la primera persona no era amor?-
La señora dejo de cortar los alimentos y lo pensó un momento. KiBum esperaba ansioso la respuesta pues esa suposición era su vida que en estos momentos era muy complicada, y la mujer le pareció la mejor persona para hablar.
-No creo que sea así- KiBum la escuchaba atento- aunque tal vez esa persona no conocía exactamente que era el amor, y ahora que hay otra persona este confundido, aunque tal vez esas personas no estaban destinadas-
Quería decir que lo que sentía por su ex-pareja nunca fue ¿amor? JongHyun fue su primera pareja, su primer amor y tal vez la señora Park tenía razón, él no había tenido otra pareja más que JongHyun, no podía asegurar que era el amor.
Quería mucho a JongHyun, pero no oponerse a su matrimonio, y no luchar por esa relación, tal vez significaban algo. O como antes le había dicho a MinHo, su amor no era tan grande.
-¿Y si después vuelve a ver a la primera persona?-
-Cuando eso pase se dará cuenta a quien ama, quien le importa más, a quien necesita para vivir feliz- la mujer término de cortar las verduras y las puso a cocinar.
Para KiBum era tan difícil, no podía asegurar a quien quería mas, aunque sentía que quería a MinHo un poco mas, pero lo justificaba diciendo que era por que se la pasaba prácticamente todo el día con él.
-Tendrá que pasar eso, tendrá que verlo, o tendrá que esperar hasta estar separada de ambos- veía a la mujer lavarse las manos, para después condimentar la comida.
-No necesariamente, se dará cuenta, esa persona lo sabrá a su debido momento- la mujer sonrió- sabrá que esa es la persona que estuvo esperando- KiBum asintió con una sonrisa.
Si la señora Park tenía razón, él sabría a su debido momento a quien es que en verdad quiere, aunque tenía ligeras sospechas de quien es a quien quería en su vida.
- ¿Cómo se enamoro de su esposo?- ella paro todo lo que estaba haciendo, suspiro con una sonrisa y miro al chico.
-En realidad no lo se, solo se que me gustaba su forma de ser, y quería estar con él toda mi vida- KiBum sonrió enternecido ante el romanticismo de la mujer- ¿Usted como se enamoro del señor Choi?-
-¿Yo?- pregunto nervioso, la señora asintió- yo… me gusta la personalidad de MinHo, él es atento, caballeroso, comprensivo, divertido, alegre, tiene un lado infantil y juguetón, pero también puede ser serio, listo y entregado- la mujer sonrió- MinHo es todo un príncipe azul, es atractivo, tiene unos enormes y hermosos ojos chocolate, que reflejan cada uno de sus sentimientos, una perfecta nariz, y unos labios abultados y perfectos, amo su sonrisa por que es encantadora y tiene un toque coqueto a la vez, su voz grave y ronca, amo sus pequeños detalles, y que me tome de la mano, y hasta amo que llegue gritando la casa… me gusta él así como es, me gusta MinHo- suspiro recordando a Choi.
-Esta usted muy enamorado-
-¿Qué?- ¿ÈL había dicho todo eso? ¿Estaba enamorado de MinHo? Tal vez esa no era la forma en que se enamoro de MinHo, pero sonaba como la perfecta descripción de alguien enamorado, y eso es lo que pensaba la mujer.
-Habla muy bien de él, describe todo lo que le gusta, es bueno saber que a pesar de tener meses casados lo ame como el primer día-
-Ah…si- ¡Enamorado como el primer día!
-¡Amor estoy en casa!- los gritos de MinHo anunciaban su llegada.
-¡En la cocina!- la mujer siguió con sus deberes, mientras KiBum esperaba a su esposo. Minutos después MinHo entro a la habitación con una gran sonrisa.
-Buenas tardes señora Park- saludo MinHo.
-Buenas tardes señor Choi-
-¿Cómo estas amor?- pregunto el moreno al rubio.
-Confundido- susurro.
-¿Qué?-
-Estoy bien- mintió. No estaba nada bien.