MinHo contemplaba a KiBum y sonreía al ver sus acciones. Sonreía cuando los felinos ojos se posaban en los suyos, cuando KiBum se movía elegantemente o simplemente cuando KiBum hacia un tierno puchero. No podía ni quería evitar verlo. Lo amaba todo de él, lo amaba por completo y se encontraba terriblemente feliz al ver que su relación prosperaba.
-¡MinHo!- su hermano agito su mano enfrente de su rostro, sacándolo de sus pensamientos- MinHo te estoy hablando-
-Lo siento hyung- se disculpo con una sonrisa, haciendo reír a su hermano.
-¿En que estas pensando?- pregunto sin esperar respuesta- estas perdido en tus pensamientos, o imaginándote un cuento de hadas-
-¡Hyung!- se quejo el menor, haciendo una mueca de disgusto.
-¿En que piensas?- el mayor tomo un poco de su bebida- ¿En tu esposo? ¿En él MinHo?- pregunto expectante, esperando la respuesta, mientras ambos miraban al rubio que en estos momentos se encontraba riendo.
-En nada- aclaro- ¿Por qué no estas con tu esposa?- pregunto, al no ver a la chica.
-¿Por qué tu no estas con tu esposo?- alzo la ceja.
-Esta con mamá, presentándole a toda la familia-
Navidad había llegado. El tiempo había pasado tan rápido que cuando se dieron cuenta las fechas decembrinas habían llegado. Ambos vieron el tiempo pasar tan rápido, pero no por ello menos divertido. Durante todo ese tiempo su relación mejoraba día con día, hasta el punto de haber pasado el cumpleaños de MinHo juntos. Un fin semana completamente para ellos, donde KiBum se encargo de consentir a su esposo y devolverle un poco de todo ese amor que el alto le otorgaba.
Y como habían planeado se encontraban en casa de los padres de Choi, que no podían encontrase mas felices, al ver al matrimonio juntos y sonriendo. KiBum fue robado unos minutos por la madre del moreno, alegando que debía presentarle a todos los familiares que no pudieron asistir a la boda.
-Hyung- hablo MinHo, el aludido alzo las cejas- ¿Estas enamorado de tu esposa?- el mayor frunció el ceño y tomo de su bebida una vez mas.
-¿Por qué la pregunta?-
El hermano de MinHo paso por la misma situación, fue obligado a casarse con un chica, que ambos reconocían era linda y encantadora, pero no era lo mismo. Obligados a casarse, sin amor y sin conocerse. MinHo nunca toco que el tema, pues no lo sentía correcto.
Pero habían pasado más de tres años desde el matrimonio de su hermano, tal vez sus sentimientos habían cambiado. Tal y como a él le había pasado, tan solo le bastaron unos meses, para enamorarse por completo de KiBum.
-Solo quiero saber- confesó- pero si no quieres hablar del tema, entenderé- el mayor suspiro y negó con la cabeza.
-No MinHo, no la amo- MinHo abrió los ojos sorprendido. A pesar de saber que el matrimonio fue por obligación, se sorprendía al saber como su hermano había pasado tanto tiempo con esa vida, y estaba seguro que su hyung no era nada feliz en su matrimonio.
-Alguna vez has pensado en ¿Intentarlo? Simplemente ¿Darse una oportunidad?- MinHo estaba seguro que la chica debía querer a su hermano. Ella era amable y siempre estaba pendiente de él, era educada y siempre tenía una sonrisa en su rostro, podía ver en su mirada que amaba a su hermano.
-No quiero y no puedo- reconoció bajando la mirada- yo quiero a otra persona-
Y eso tampoco lo sabía. MinHo se sentía mal, estaba seguro que hizo sentir mal al mayor hablando de temas que no le causaban felicidad.
Por un momento el miedo lo invadió. ¿Y si sufría como su hermano? Aunque las cosas marchaban bien entre KiBum y él, aun no sabía si KiBum había olvidado a JongHyun y si lo quería tanto como él. Trato de no pensar en eso, su historia era muy diferente y KiBum le había pedido que lo intentaran. Eso significaba que iba por buen camino.
-No sabia, lo siento- se disculpo apenado.
-Esta bien- le dio una palmaditas en la espalda y continuo- ¿Lo quieres? ¿Estas enamorado de KiBum?- el mayor también era curioso y quería saber como iba el matrimonio de su pequeño hermano.
-Si, lo hago, aunque al principio no estuve de acuerdo y quería evitar el matrimonio a toda costa, no pude evitarlo, me enamore de él-
-¿Y JongHyun? ¿Cómo sabes que KiBum lo ha olvidado?- la boca de MinHo formo una perfecta “o” ¿Cómo sabia su hermano de JongHyun? Se suponía que era un secreto, que ellos habían mantenido la relación en secreto, ni siquiera los padres del rubio estaban enterados ¿Cómo es que él si?
-¿Cómo lo sabes?-
-Los vi en un par de ocasiones- se encogió de hombros, como si fuera lo mas normal- MinHo no confíes mucho, no aun, alguien me comento que KiBum aun sigue enamorado de él-
-Estaba enamorado de él- corrigió- él lo esta intentando conmigo- Él sabia de la relación, pero KiBum había dicho que no pensaba en JongHyun y que en estos momentos su relación con él era lo único que importaba. Y él confiaba en KiBum.
-¿Seguro? ¿Crees que podrá quererte como tu a él?- y no es que el mayor fuera malo y quisiera hacerlo dudar, simplemente quería que MinHo se cuidara, era su hermano menor y quería lo mejor para él, solo quería que MinHo no se dejara llevar y no confiara ciegamente, que no volara tan alto, por que la caída seria mucho peor.
MinHo callo no sabia que responderle. Sentía que aun no podía asegurar nada, porque su propio esposo aun no lo estaba.
-MinHo- KiBum apareció ante ellos- Vamos- extendió su mano, regalándole una de sus magnificas sonrisas. Las dudas de MinHo desaparecieron al ver esa sonrisa, confiaba en KiBum, porque ahora todas esas sonrisas, todos los besos y caricias solo eran para él y podía ver en los ojos de KiBum la felicidad y el cariño que le decía tener. Tomo su mano entrelazando enseguida sus dedos, antes de irse miro a su hyung y respondió a su pregunta.
-Lo estoy hyung, estoy seguro-
-Feliz año nuevo, amor- susurro MinHo en el oído del mayor, abrazándolo por la espalda y dejando un corto beso en la mejilla. KiBum ladeo el rostro para dejar un corto beso en los labios de su esposo.
-Feliz año nuevo, MinHo- sonrió para después girar entre los brazos de su esposo quedando de frente.
-Vamos, tienes que felicitar a todos adentro-
-No quiero- pidió con un puchero en los labios- quiero quedarme aquí- MinHo poso su vista en el lugar, sabia por que KiBum quería quedarse ahí. Luces adornaban el jardín de los Kim, haciéndolo ver espectacular.
-Tenemos que entrar- informo el alto. Era la tradición y debía felicitar a todos los invitados o al menos a sus padres, pero KiBum quería estar en el jardín y disfrutar de la maravillosa vista.
-Unos minutos mas- pidió con un nuevo puchero, MinHo suspiro, si KiBum hacia eso el no se podía negar, siempre hacia lo que el rubio quisiera.
Ambos caminaron y se sentaron contemplando la noche. Casi llevaban un año de matrimonio y todo marchaba bien. Comenzarían un nuevo año juntos y KiBum tenia el presentimiento que todo marcharía mejor ahora.
-Un largo año ¿no?- pregunto MinHo, el rubio asintió. Un largo año juntos, con peleas, lágrimas, risas, besos y caricias. Un año juntos aprendiendo a conocerse y llevar un matrimonio obligado, que al final agradecían de haberlo hecho. Ambos estaban enamorados y ahora no se arrepentían de haberse casado.
-Fue divertido ¿No lo crees?- KiBum entrelazo sus manos- no te divertiste conmigo estos meses amor- Choi sonrió al escuchar la palabra de cariño que uso KiBum.
-¿Cómo me llamaste?- pregunto esperando que lo repitiera. A pesar de que había besos, KiBum no era de las personas que llamaba a alguien de forma cariñosa, y Choi pudo darse cuenta pero a él no le molestaba en lo absoluto, no todos eran iguales y entendía a KiBum.
-Tu siempre me llamas así- dijo como si fuera normal y lo era, MinHo siempre lo llamaba así- eres mi esposo, debo hablarte con cariño-
-No es necesario, no quiero que lo hagas por obligación, solo cuando lo sientas- murmuro. Aun no quería apresurar su relación, todo marchaba bien y esperaría pacientemente por KiBum.
Pero para KiBum eso ya no era necesario, lo sentía y quería llamarlo así. Estaba enamorado de MinHo. Desde el momento en que vio a JongHyun lo supo, desde ese momento se dio cuenta que no había nadie mas importante que MinHo.
Quería a JongHyun y eso no cambiaria, pero la forma de hacerlo no era lo misma. Lo quería como un amigo, como a alguien muy especial e importante, pero no como a la persona que amaba, no como a la persona con quien quería pasar el resto de su vida.
Siempre estaría presente, JongHyun fue como muchos lo llaman “el primer amor” su primera relación. Sus sentimientos cambiaron y se encargaría de hablar con JongHyun y decirle la verdad, él merecía a una persona que lo quiera, tanto como él quería a MinHo.
-MinHo- hablo después de unos minutos de silencio.
-¿Si?- pregunto sin despegar su vista de la luna.
-Te quiero- Choi lo miro y le regalo una encantadora sonrisa.
-Yo también- el rubio se mordió el labio, estaba nervioso.
Sentía que seria un buen momento para hablar con MinHo y decirle sus sentimientos. Estaba nervioso pues no sabía si Choi los correspondería. Quería decirlo, necesitaba hacerlo.
-MinHo yo…- Choi lo miro expectante- te… quiero mucho- ¡No podía! Al menos no por ahora, sentía que debía hacerlo hasta que hablara con JongHyun, o hasta cuando se vayan de vacaciones. Lo pensó unos minutos y llego a la conclusión que se lo diría cuando se fueran de vacaciones.
-Yo también, amor- KiBum sonrió y acaricio con su pulgar la mano del moreno.
-Tenemos que pensar en nuestras vacaciones- asintió- tengo algo my importante que decirte- susurro para si mismo, pero Choi pudo escucharlo perfectamente.
-¿No puedes hacerlo ahora?- la curiosidad se había instalado en MinHo, quería saber que era lo importante que su esposo quería decirle.
-¿Eh…?- sonrió y negó con la cabeza- Espera hasta ese día-
Como había decidido se lo diría hasta cuando se vayan de vacaciones, pero ahora seguramente tendría que soportar las constantes preguntas de su esposo, por saber que tenia que decirle.
-Pero…- Choi iba a replicar pero un delgado dedo sobre sus labios se lo impidió.
-No seas desesperado- rio causando una mirada de disgusto en su esposo.
-Bien- dijo resignado. Se levanto extendiéndole la mano a su esposo- vamos, adentro esperan-
-Lo siento mucho amor- Choi lo abrazo por la espalda, recostando su cabeza en su hombro, KiBum negó con la cabeza.
-No es tu culpa MinHo- miraban por la ventana. El viento soplaba fuertemente y llovía.
-Siento que lo es- admitió entrelazando sus manos- si no hubiera enfermando, hubiéramos podido viajar antes- y no estarían ahí con la lluvia que no parecía parar.
MinHo enfermo en los días en que los que tenían planeado viajar. Estuvo enfermo por más de una semana, haciendo que perdieran el viaje. Y cuando se hubo recuperado, las vacaciones para Choi habían terminado, pensó en pasar unos días maravillosos con su esposo para recompensar el viaje, pero la lluvia los imposibilitaba prácticamente de todo.
-MinHo- dio la vuelta para quedar de frente a su esposo- tu salud es primero- sonrió, tratando de no hacerlo sentir mal.
-Se cuanto querías viajar- se encogió de hombros restándole importancia- y ahora no lo podremos hacer, hasta por lo menos un par de meses mas-
MinHo tendría que regresar a su trabajo y estaría demasiado ocupado. Si quería salir de viaje tendría que ser después de unos tres meses como minino. Pensó en pedirle unos días libres a su padre, que estaba seguro cuando se enterara que era para mejorar la relación, aceptaría gustoso, pero deshecho la idea, si se lo decía, tendrían tanto como a sus padres como a sus suegros detrás de ellos y no podrían disfrutar nada.
-Ni importa, podemos divertirnos aquí- rio al escuchar el viento- o más bien dentro de la casa-
-Oh vamos KiBum, al menos dime que estas molesto- alzo una ceja.
-¿Por qué habría de estarlo? MinHo enserio que no lo estoy, tenemos demasiado tiempo- le dio la espalda de nuevo y MinHo ver pudo su reflejo en el cristal. Recorrió con su dedo el rastro de una gota de agua por sobre el cristal y sonrió- estamos casados y tendremos todo el tiempo del mundo tal vez todo nuestra vida- hizo un gesto con su mano restándole importancia- si este matrimonio ya es aburrido, nada lo compondrá- bromeo con un resoplo.
-¡Oye!- estalló en risas- no es aburrido- se quejo con el ceño fruncido, KiBum quedo de frente a su esposo de nuevo.
-Es broma querido, la verdad me divierto contigo y como te dije no estoy molesto, aun tenemos tiempo “hasta que la muerte nos separe”- dijo causando la risa de MinHo- Por algo pasan las cosas ¿no?- asintió.
Y de nuevo se escapa una oportunidad para ambos, de nuevo no podían confesar sus sentimientos. MinHo se frustraba en no poder hacerlo, pero decidió que esta vez lo haría si o si. Ambos viajarían a Mokpo por una sesión de fotos y seria el momento perfecto.
-Entonces tenemos que aprovechar los días antes de regresar a la empresa-
-Es verdad, escuche que hay una sesión importante ¿No es así?- pregunto, mientras tomaba asiento.
-Si- dijo con una sonrisa.
-Pasaremos mucho tiempo juntos- Choi asintió.
-Lo espero con ansias amor- admitió. KiBum era el fotógrafo y MinHo como buen presidente que era supervisaría todo. Además que pasaría tiempo con su esposo.
A pesar de la lluvia, ellos se divertían dentro de su casa, pasaban la mayor parte del día juntos haciendo cualquier cosa. Y si, KiBum quería hacer el viaje, pero por ahora se divertía con su esposo.
MinHo tomo el rostro de KiBum, sonrió y después estrello sus labios en los rosas de su esposo. El rubio sonrió dentro del beso y pasó sus manos por el cuello del moreno. ¡Amaba besar a MinHo!
MinHo bajo sus manos hasta la delgada cintura y acaricio los costados, escucho un pequeño gemido por parte del rubio y se separo lentamente de él. Ambos se miraron nerviosos. En los últimos días estaban teniendo problemas con los besos.
Cada vez subían más de tono, se volvían más demandantes y necesitados, sus manos recorrían el cuerpo del otro, sacando suspiros y uno que otro gemido. Ninguno había pasado de los besos, pero ambos querían hacerlo, ambos sentían la necesidad de tocarse y besarse, ambos querían entregarse al otro.
-¿Qué planeas para el resto del día? Pregunto KiBum, tratando de desaparecer la incomodidad que se había instalado.
-Lo que tú quieras- dijo rápidamente el moreno.
-Una película- tomo las manos de su pareja, obligándolo a levantarse- veamos una película-
Verían una película, para dejar de pensar en el otro de esa manera.
-¿Es bueno?- pregunto KiBum señalando el libro que su pareja leía, Choi asintió.
Y ahí estaban de nuevo disfrutando sus últimos días de vacaciones. En la cama leyendo. KiBum tenía recostada su cabeza en el hombro de Choi mientras que este leía un libro y él hojeaba una revista. De nuevo aprovechando cada segundo juntos.
-¿Qué quieres hacer por la noche?- KiBum lo pensó unos minutos, estaba seguro que ya había visto todas las películas de su colección.
-Esto- dijo con una sonrisa. Podía quedarse toda la vida abrazado a MinHo y no le molestaría.
Choi cerró el libro que estaba leyendo, se acerco lentamente al rostro de KiBum, rozo sus labios, para después atraparlos en un beso. Y ahi estaba otra vez esa necesidad de besar a KiBum hasta quedarse sin oxigeno.
Lo recostó delicadamente sobre la cama, mordiendo suavemente el labio inferior. Sus grandes manos viajaron hasta los costados de KiBum, coló las manos por debajo de la ropa, escucho un leve gemido por parte del rubio y detuvo todo movimiento. No podía continuar si KiBum no estaba de acuerdo, no quería hacer nada que él no quisiera.
KiBum lo miro, sonrió y después tomo el rostro de MinHo atrayéndolo de nuevo a sus labios. Lo quería, necesitaba sentir a MinHo. KiBum tomo la camisa de Choi desde el borde tratándola de subir.
-¿Seguro?- pregunto MinHo, KiBum asintió volviéndolo a besar.
Atrás quedaron las películas y quedarse abrazado a Choi. Esa noche se entregaría a MinHo