-¡MinHo!- KiBum miro una vez mas la escena. Toda la valentía se había esfumado, como si nunca la hubiera tenido, en cambio la tristeza y la decepción se hicieron presentes. Las lagrimas que había estado evitando, cayeron de sus ojos, bañando su hermoso rostro.
Para MinHo todo paso tan rápido que aun no lo asimilaba. Volteo lentamente encontrándose con un KiBum con lágrimas en los ojos. Abrió los ojos a más no poder y se sintió la peor persona al hacerlo llorar.
De un momento a otro KiBum salió corriendo del lugar. No soporto ni un segundo más la mirada de MinHo en él.
-KiBum espera- ¡No podía dejarlo ir! Cuando estuvo a punto de salir corriendo hacia él, un agarre en su muñeca se lo impidió.
-Hyung- hablo TaeMin, tomando su muñeca, impidiendo su huida.
-Suéltame tengo que explicarle- era lo único que importaba en esos momentos. Explicarle todo a KiBum.
-No, yo lo hare- ¿Qué? Trato de zafarse del agarre y este se hizo más fuerte. MinHo fulmino con la mirada al menor, deshaciendo el agarre fuertemente, haciendo que el menor por poco callera al suelo.
-¿Qué? Tu no le dirás nada- ¿Cómo se atrevía a decirle eso? Eso no le correspondía a TaeMin. Miro una vez más al chico con el ceño fruncido y totalmente enojado. Ya hablaría con TaeMin después.
-Pero hyung- TaeMin trato de retenerlo con él un segundo más, pero la mirada que el alto le dedicaba lo hizo callar.
-¡Que no!- grito, asustando al menor- ahora déjame- MinHo no espero un momento mas y salió corriendo en la misma dirección en la que KiBum se había ido.
Mientras corría no podía pensar en otra cosa que las lagrimas de KiBum y su rostro que solo mostraba tristeza y decepción. Se suponía que él no lo haría llorar, que siempre procuraría mantener una sonrisa en el rostro del rubio, pero no lo pudo lograr.
Y por más que corría y trataba de no perder de vista nada, no encontraba a su esposo. Había personas en cada rincón, corría chocando con estas y olvidaba por completo disculparse. No importaba nada más en ese momento que encontrar a KiBum y tratar de explicarle la situación.
¿Cómo había llegado hasta esa situación? Paso una de sus manos por el cabello, alborotándoselos, frustrado y desesperado. Se suponía que nada de eso ocurriría.
Hoy seria la noche en la que MinHo se confesaría- o pensaba hacerlo- esa noche debía ser espectacular y magnifica. Se desapareció toda la sesión por preparar la sorpresa para KiBum. Por que si, MinHo quería ser romántico, quería que KiBum se diera cuenta de cuanto es que lo amaba, y que no importaba que él aun estuviera confundido, que él esperaría pacientemente.
Pero ahora todo estaba arruinado, nada de eso se podría cumplir. Lo había arruinado, había cometido un error, que estaba seguro le costaría muy caro.
Y lo peor era que no encontraba a KiBum. ¿Dónde podría estar? El rubio no era deportista, por lo que no creía que pudiera correr tan rápido. Busco por alrededores, preguntando a cada persona que veía, si no lo habían visto, pero nada, parecía como si KiBum hubiera desaparecido.
Si tan sólo pudiera regresar el tiempo, si tan solo pudiera evitar el error que cometió, nada de eso estuviera pasando y ahora no estaría corriendo por todo el lugar, con las personas observándolo como si fuera un loco.
¡El hotel! Las palabras resonaron el la mente de Choi, si KiBum no estaba por los alrededores lo mas seguro es que estuviera en el hotel. Corrió de nuevo, chocando con las personas, hasta el lugar. Tenía que estar ahí, y no lo dejaría hasta que no le diera la oportunidad de hablar con él.
Entro al lugar dirigiéndose a los elevadores, presionando el botón rápidamente. Las puertas se abrieron y subió presionando ahora el numero 6.
-Rápido- decía MinHo desesperado. Después de unos minutos bajo en el piso correspondiente. Entro a la habitación mirando por todo el lugar- ¿KiBum?- pregunto. Todo seguía en el mismo lugar, el equipaje aun se encontraba ahí, eso quería decir que KiBum aun debía estar ahí- ¡KiBum!- llamo de nuevo, reviso en el baño pero no había nada. KiBum no estaba por ningún lugar. Se llevo la mano a lo cabellos. Grito con frustración y bajo de nuevo a la entrada.
-¿Dónde esta KiBum?- pregunto a uno de sus asistentes, cuando hubo llegado a la entrada.
-No lo he visto- el chico se encogió de hombros- antes de quitarnos de la locación, dijo que se quedaría unos minutos mas- miraba por todos los lugares tratando de encontrarlo. Mokpo no era un lugar tan grande, no debería estar muy lejos, el problema es que no sabía por donde se había ido.
-KiBum se fue- hablo otro chico, llamando la atención de Choi.
-¿Cómo que se fue?-
-Subió aun coche- explico- no se encontraba bien señor Choi, él estaba llorando-
No, no y no. ¡KiBum se había ido!
-¿Me dirás que paso?- la madre de KiBum, froto la espalda de su hijo tratando de calmarlo- ¿MinHo te hizo algo?- pregunto otra vez, obteniendo silencio de nuevo. La mujer comenzaba a desesperarse, lo único que KiBum hacia era llorar y balbucear palabras sin sentido.
La relación de KiBum con su madre, no era de las mejores, así que la mujer no sabia como tratar al chico. Se sentía impotente y un tanto mal, al no poder calmar a KiBum, después de todo era su madre y lo quería.
-No quiero estar con él- hablo secándose torpemente las lagrimas.
No quería saber de MinHo, no quería verlo. Después de ver a su esposo con TaeMin lo único que pudo hacer fue salir corriendo.
“Repitamos lo de la otra noche hyung” aun podía escuchar claramente las palabras de TaeMin. ¿Pasaron la noche juntos? Al principio se negaba a creerlo, MinHo no podía ser así, él no podía haber sido infiel, ¿O si?
Y ahí estaba su confusión, ¿Por qué MinHo lo beso? ¿Por qué no lo aparto? ¿Por qué no hizo nada? Con eso llegaba a conclusión que las palabras de TaeMin eran ciertas, y habían pasado la noche juntos. Porque ¿A que mas podía referirse a esa frase? No creía que había pasado la noche con TaeMin jugando videojuegos.
Tantas cosas pasaban por la cabeza de KiBum ¿Desde cuando? ¿Las veces que MinHo llegaba tarde era porque estaba con él? Era cierto que no eran una pareja normal, pero pensó que había quedado claro cuando le pidió que lo intentaran.
KiBum se lo dejo claro desde un principio a MinHo, no quería que hubiera infidelidades, porque él no seria la burla de nadie, pero al parecer eso era justamente lo que era. Todo ese tiempo MinHo solo se había burlado de él, lo engaño con TaeMin y estaba seguro que el menor se burlaba de él.
KiBum estaba tan molesto, lleno de rabia e ira, que se imaginaba las razones, se creaba una historia en su cabeza, aun sin saber si era cierta, o sin pedir explicaciones a MinHo. Lo único que pensaba en esos momentos era que MinHo le fue infiel, y que no quería estar de nuevo con él.
-¿Por qué no quieres estar con él?- pregunto alarmada la mujer.
-Porque esto fue un error, esto fue por que ustedes nos obligaron, yo no quería esto, no lo quiero, no puedo seguir viviendo así-
Su matrimonio había sido el mayor error. Se sentía tan tonto, él estaba completamente enamorado de MinHo, ¿Y Choi que había hecho? Jugar con él, hacerle creer que en verdad estaban intentando ese matrimonio, haciéndolo creer que lo quería.
Estaba molesto con TaeMin por haberse metido con su esposo, pero estaba aun más enojado con MinHo, por haber sido capaz de engañarlo.
-Prometieron intentarlo- KiBum frunció el ceño.
-¿Es lo único que te importa? ¿Y yo que? ¿No te importa mi felicidad?-
Eso era el colmo. Pero que tonto fue al pensar que su madre lo entendería, lo único que importaba para ellos, era que el matrimonio no se arruinara, que MinHo siga llevando la empresa tal y como lo hacia, que no hubieran perdidas y que la fusión de las empresas se quedara tal y como estaba.
Porque siempre había sido así, a sus padres jamás les habían importado. Lo único que importaba para ellos era el poder, y nada más. Jamás seria importante la felicidad de KiBum, ni siquiera la de MinHo, jamás seria lo que ellos quisieran, jamás serian sus deseos, siempre seria lo que sus padres ordenaran y ellos debían acatar eso.
Pero KiBum se había cansado de eso ¿Qué había pasado? Se había enamorado como un tonto y su esposo solo jugo con él. ¿Qué había pasado? Que MinHo le hizo creer que ellos tendrían una oportunidad, que ellos podrían ser felices, pero nada de eso era cierto. KiBum se canso de eso, de no importarles a sus padres, y de siempre hacer lo que ellos querían, de siempre obedecer sus órdenes. Por un vez en su vida, KiBum deseaba tanto ser libre, y de no tener a sus padres a su sombra.
-Si no me dices que te hizo MinHo ¿Cómo podre ayudarte?-
-Me engaño- dijo simple. No había nada más que decir, MinHo lo engaño y él ya no quería estar a su lado.
-Puede haber una explicación, por que no hablas con él- alzo una ceja indignado.
¿Explicación? No necesitaba una después de lo que vio. Estaba todo claro, lo estuvo aun más cuando MinHo no separo a TaeMin de su lado, lo estuvo claro cuando el menor pasó sus brazos por su cuello, y lo estuvo aun más cuando TaeMin pronuncio esas palabras.
-No hay nada que hablar- dijo- lo único que debes saber es que no quiero estar con él-
No quería ni ver, ni estar con MinHo.
-Señor Choi- la señora Park recibió a MinHo en la entrada. MinHo entro con desgano, la cabeza baja y los ojos terriblemente cansados. Trato de sonreír a la mujer, trato de hablarle, pero no podía hacer nada, no tenia ánimos de nada- vamos le prepare un te- dijo al ver la condición del moreno.
Choi siguió a la mujer. Necesitaba algo para calmarse, necesitaba dormir un poco y pensar en muchas cosas. Llegaron hasta la cocina, donde la mujer tardo unos pocos minutos en terminar la bebida.
-Él no regreso ¿No es así?- la mujer le extendió la taza, mientras negaba con la cabeza.
-Vinieron por algunas de sus cosas por la mañana-
¡¿Tan rápido?! Pero que podía esperar, KiBum no quería saber nada de él. A MinHo le tomo casi dos días poder regresar a Seúl. No podía simplemente irse y dejar botada la sesión. La cancelo obviamente, pero había tardado un tiempo tener todo en orden y listo para regresar.
Llamo infinidad de veces al rubio, pero este jamás le contestaba, por último KiBum había optado por apagar su móvil. Se sentía demasiado frustrado, necesitaba explicarle todo a KiBum y hablar seriamente con TaeMin.
-Me imagino- susurro, pensando en que KiBum seguramente ya había hablado con su padre, y pronto hablarían con los suyos, y todo se convertiría en un grande problema.
Aun no podía creer, como su casi perfecta vida de casado se había convertido en nada. No sabía que haría si KiBum no regresaba. Todo lo feliz y emocionado que estaba se había esfumado, llegando en su lugar, enojo, frustración y tristeza.
-¿Él no regresara?- se encogió de hombros sin saber que responder exactamente.
-No lo se-
No sabía exactamente que sucedería, pero estaba casi seguro que KiBum no quería saber nada de él y mucho menos verlo.
-¿Se divorciaran?-
¡Divorcio! No se le había pasado por la mente eso, pero ahora que la mujer lo dijo, no podía evitar pensar en eso. ¿Divorcio? ¡No! Al menos él no quería, y esperaba que no se pasara por la mente de KiBum esa idea.
-Espero que no- respondió con completa sinceridad.
Un divorcio entre ellos, traería más problemas de los que ya había. Sus padres se molestarían, estaba seguro que le gritarían y lo obligarían a buscar la manera de impedirlo. Pero en estos momentos poco le importaban sus padres y sus suegros, lo único que quería era estar con KiBum.
-¿Esta llorando?- MinHo se llevo un dedo a la mejilla, efectivamente estaba llorando. Ni siquiera se había dado cuenta. Limpio todo rastro de lagrimas y miro a la señora Park suspirando ¿Pero como no hacerlo? Tan solo pensar en divorcio y no volver a ver a KiBum le causaban una enorme tristeza.
Tan solo imaginarse no volver a verlo, no ver de nuevo esas sonrisas, no probar esos labios, no tener ese cuerpo entre sus brazos, lo hacían querer llorar, querer regresar el tiempo. Amaba a KiBum y no quería imaginarse una vida sin él.
-Lo ama mucho ¿No es así?- asintió tratando de sonreír.
-Demasiado-
-Señor Choi, por que no intenta hablar con él, si lo ama tanto como usted a él, tal vez lo perdone-
-No creo que quiera verme- y KiBum tampoco lo amaba, él estaba confundido y ahora que lo había decepcionado, estaba seguro que regresaría a los brazos de JongHyun.
-Creo que nada pierde con intentarlo- aconsejo la mujer.
-Tal vez-
Pasaban más de las dos de la madrugada, estaba seguro que ahora no lo recibirían en la casa de los Kim, que es donde sospechaba KiBum se encontraba. Tomaría en cuenta el consejo de la mujer, iría temprano a casa de sus suegros y trataría de hablar con KiBum.
-Es mejor que descanse unas horas- la mujer tomo la taza de te que no había sido tocada- y no se preocupe todo saldrá bien-
Eso es lo que mas quería. Tenia esperanzas de que todo se arregle, y esperaba que todo funcionara para bien. No estaba seguro de que seria su vida sin KiBum.