El amigo perfecto.
-MinHo- escucho como llamaban a su novio- ¿Me acompañarías a comprar el regalo para mi sobrina?- termino de preguntar JinKi con esa peculiar sonrisa que lo caracterizaba.
Y ahí estaba de nuevo el “claro” de su novio como respuesta. MinHo era demasiado amable, trataba a sus amigos como si de un hermano se tratase, tal vez ese era el porque Choi era muy popular en la universidad y tenia muchos amigos.
MinHo sonrió a KiBum y este formo un pequeño puchero en sus labios acorazonados. KiBum sabia que no podía negarle nada, ni mucho menos podría prohibirle algo. Choi estaba en todo su derecho de salir con sus amigos, además no es como si tuvieran planes ese día.
No le molestaba- tal vez un poco- solamente a veces sentía que muchos se aprovechaban de su novio por ser tan amable. Pero tampoco es como si pudiera hacer algo, MinHo era así y es por eso que se había enamorado de él.
-Claro, siempre y cuando KiBum te de permiso- ambos rieron viendo como KiBum fruncía el ceño.
-MinHo, puede hacer lo que quiera- se defendió un tanto indignado- no tiene por que pedirme permiso, no soy su madre-
MinHo tomo asiento a su lado, pasando uno de sus lagos brazos por el hombro de su pareja, dejando un pequeño beso en la mejilla.
-Es broma KiBum-
-Es verdad KiBum- JinKi sonrió nervioso, sabia como era su amigo y lo que era tratar con él cuando estaba molesto- solo es una broma-
Suspiro, no podía enojarse con ninguno de los dos, JinKi era su mejor amigo y siempre estaba ahí para él, y MinHo era su pareja, con la que no podía estar mas de diez minutos enojado.
-Prometo recompensártelo por la noche- susurro MinHo en su oído- solo acompañare a JinKi por su regalo, regresare pronto-
KiBum asintió mientras una sonrisa se formaba en su rostro. La pareja se había mudado juntos hace tres meses, después de clases regresaban juntos a casa. MinHo sabia que a KiBum no le gustaba regresar a casa solo, pero ya había quedado con JinKi desde hace más de una semana.
-¿Lo prometes?-
-Lo prometo-
KiBum lo pensó unos momentos, no le prohibiría nada a Choi, no por nada era considerado un buen amigo. Extendió su sonrisa, dejando un corto beso en los esponjosos labios. No importaba que saliera esa tarde con JinKi, el obtendría su recompensa por la noche.
El deportista perfecto.
-Una vuelta más- el grito del entrenador, le hizo fruncir el ceño.
El día estaba demasiado caluroso y KiBum comenzaba a aburrirse. No le hacia mucha gracia quedarse observando el entrenamiento del equipo de futbol, pero tenia que hacerlo ya que después saldría con MinHo.
Suspiro con cansancio ¿Por qué tenia que estar ahí? Odiaba los deportes, pero MinHo los amaba, odiaba sudar y tener que correr por las canchas, pero al parecer eso era entretenido para Choi.
Eran tan diferentes que no entendía como eran pareja. MinHo era el capitán del equipo de futbol, mientras que él era el chico que le gustaba dibujar. MinHo podía sentarse haber algún partido en la televisión por horas, no importaba si era basquetbol, futbol o tenis, MinHo lo veía sin aburrirse, mientras que a él le gustaba pasar horas y horas de compras. Totalmente diferentes, pero amándose con la misma intensidad.
Estaba seguro que podía nombrar a todos los miembros del equipo español de futbol, o podía decir quien ocupaba el primer puesto del ranking en el tenis, después de escuchar las explicaciones de Choi sobre la posición que ese tenia, o sobre el revés que ese había hecho, se había aprendido cada uno de sus nombres. Cuando MinHo le explicaba sobre algún deporte, lo único que podía hacer era asentir y sonreír, tratando de entender lo que quería explicarle.
A veces le molestaba que a MinHo le gustara tanto el deporte, le molestaba que no le pusiera atención y solo se dedicara a ver algún deporte. Pero no podía negar que le gusta la sonrisa de MinHo cuando su equipo favorito ganaba algún partido. No podía negar que le gusta la risa y la emoción de MinHo cuando su equipo se llevaba la victoria, gracias a la jugada perfecta que Choi había hecho.
-KiBum- MinHo llego con una botella de agua, sonriendo con nerviosismo, y KiBum supo que no le traería buenas noticias.
-¿Qué pasa?-
-El entrenador quiere que nos quedemos mas tiempo- bajo la mirada apenado- lo siento se cuanto querías salir-
KiBum hizo un puchero, a veces odiaba que MinHo fuera el capitán del equipo. Tomo la mano de MinHo haciendo que se sentara a su lado.
-Lo siento mucho bebé- se disculpo de nuevo.
-¿Tardaras mucho?- Choi negó con la cabeza, estaba seguro que no tardaría mas de media hora- esta bien- soltó en un suspiro.
-¿Esperaras?- asintió con una sonrisa- gracias. Te amo- dijo dejando un tierno beso en su mejilla.
-También te amo- MinHo sonrió una ultima vez y salió corriendo de nuevo a la cancha. KiBum sonrió inconscientemente, aunque quería decirle a MinHo que se fueran, que no lo esperaría, no podía hacerlo.
Sabia lo importante que era para MinHo entrenar, también estaba consiente de cuando MinHo se quedaba con él por horas haciendo compras, que sabia que a él no le gustaban.
No importaba que a MinHo le gustara el deporte y se quedara entrenando por horas, después de todo hacer deporte tenia su recompensa. A KiBum le gustaba que MinHo se sacara la camisa, se mordía el labio viendo el buen formado cuerpo de su novio y lo mejor era que era todo suyo.
El estudiante perfecto.
-No puedo- murmuro dejando a un lado el lápiz y libro que trataba de estudiar. Se cubrió el rostro con ambas manos, mientras movía la cabeza. Se sentía frustrado, por más que estudiaba y estudiaba esa materia simplemente no se le daba.
Sintió un peso en su hombro, ladeo el rostro encontrándose con la cabeza de MinHo apoyada en su hombro y su miraba posada en el libro que acaba de dejar. Choi dejo un corto beso en sus labios y tomo asiento a un lado de él. Tomo el libro y todo lo necesario, le explicaría a KiBum la tarea.
-Vamos, yo te lo explicare-
-¿Puedes? MinHo tu también tienes deberes ¿Ya has terminado?-
-Si, ya termine- mintió, la verdad es que ni siquiera había comenzando con toda la tarea que tenia. Ahora lo que mas le importaba era que KiBum terminara y entendiera, después tendría tiempo para terminar sus deberes.
MinHo explicaba y explicaba, todas las veces que fuera necesario para que el rubio entendiera, tenia una paciencia infinita, porque ya le había explicado ese tema a KiBum cientos de veces.
KiBum pensaba que MinHo era simplemente perfecto, tenía la paciencia y siempre lo ayudaba. Siempre que KiBum no entendía nada, ahí estaba Choi explicándole. MinHo tenía las mejores calificaciones de su generación, él no tenía las mejores pero no estaba tan mal.
A veces odiaba que MinHo fuera tan perfecto, era deportista y también uno de los mejores estudiantes ¿Cómo le hacia? Era un genio tal vez, no encontraba otra explicación. A veces sentía que MinHo se aburriría de él y lo dejaría, por no compartir los mismos gustos o simplemente por desesperarse con facilidad, tenia miedo de que eso sucediera, pero MinHo se encargaba de despejarle todas las dudas.
-¿Entendiste?- pregunto MinHo, después de casi dos horas.
-Si- asintió con una sonrisa- gracias-
-No es nada KiBum-
¿Cómo le hacia? Seguía preguntándoselo. MinHo siempre entregaba los trabajos en perfecto orden, a tiempo e impecables. Podía hacer cualquier cosa, ya sea una maqueta o una presentación oral, no importaba cual fuera el trabajo, MinHo siempre lo hacia bien.
Y aparte de todo era querido por los maestros, y maestras, sobre todo ellas, que les encantaba MinHo. Odiaba que MinHo fuera tan estudioso y aplicado, porque significaba que las profesoras lo querían con ellas a todo momento. Esas señoras que no sabían que MinHo era de su propiedad.
Tal vez no del todo, pues Choi no era un objeto, pero si era su pareja y lo quería solo para él. MinHo sabia que KiBum era muy celoso y es por eso que evitaba quedarse más tiempo en el aula con alguna maestra y si lo tenía que hacer, KiBum estaba ahí a su lado.
-MinHo- el nombrado lo miro- ¿Me ayudarías con la tarea de ciencias?-
-Claro-
Y aunque a veces odiaba que MinHo fuera tan buen estudiante, la mayoría de las veces amaba que lo sea, después de todo él podría tener su maestro particular en casa.
El novio perfecto.
-¿Qué quieres hacer por la noche?- pregunto MinHo. Era viernes, y seguramente saldrían a una de sus típicas citas. Desde el parque de diversiones, el cine, o ir a la cafetería favorita del rubio, no importaba que hicieran, MinHo siempre lo sorprendía al final de la velada.
-Yo pensaba que…-
-¡MinHo!- saludo alegre JongHyun, interrumpiendo la respuesta de KiBum- Hola KiBum- saludo con una sonrisa, de pronto ya estaban ahí JinKi y TaeMin. KiBum rodo los ojos, ya se le hacia extraño que ninguno de ellos estuviera ahí con ellos, cada almuerzo se reunían a comer juntos. Y no es que a KiBum le molesten los chicos, pero siempre acaparaban la atención de MinHo.
Después de unos segundos la conversación había cambiado completamente y ahora se trataba de “¿Qué haremos el fin de semana?” ¡Oh no! Ese era su fin de semana con MinHo y no dejaría que se lo llevaran con ellos.
Si bien a KiBum le gustaba convivir con los chicos, esta vez no era así. Sentía que en esa semana no había tenido tiempo mucho tiempo con su novio y lo había extrañado mucho. Si, vivían juntos y lo veía todos los días prácticamente a todas horas, pero necesitaba a ese MinHo cariñoso, atento, que lo besaba todo el día, con el que podía quedarse sin hacer nada, simplemente observándolo.
Y no es que se quejara de MinHo como pareja, al contrario no tenia quejas de él. MinHo siempre estaba al pendiente de él, cumpliéndole sus caprichos, abrazándolo y repitiéndole lo mucho que lo amaba, si no tenia quejas sobre MinHo, solo sentía que no habían tenido mucho tiempo para ellos últimamente.
-¿Entonces que dicen?- pregunto JongHyun. Los había invitado a una fiesta que se realizaría en su casa, ya que se había mudado y esa seria su fiesta de “inauguración” o algo así había dicho.
-No lo se- dijo MinHo, estaba cansado y lo último que buscada era desvelarse en una fiesta.
Y ahí estaban todos de nuevo tratando de convencer a la pareja. Desde se la pasaran bien, hasta habrán la bebidas que tanto te gustan, pero KiBum tenia planes diferentes y esa noche la pasaría con su pareja.
La pareja se despidió, prometiendo que lo pensarían.
-¡MinHo!- grito JinKi, cuando ambos se habían alejado tan solo unos pasos- ¿Irán?- pregunto insistiendo de nuevo. KiBum entrelazo sus dedos con los de su pareja y se acerco a su rostro para susurrarle algo al oído, MinHo sonrió y asintió.
-¡Lo siento chicos, tengo planes!- y sin mas que decir se alejo de ahí con su pareja en la mano y una sonrisa en el rostro.
MinHo podía salir con sus amigos por la tarde, podía quedarse un tiempo mas practicando, pero había algo que no cambiara por nada del mundo y no importaba dejar botado todo. Y eso era acostarse con KiBum bajo una manta, viendo una de esas películas románticas que tanto le gustaban a su novio.
MinHo era perfecto.