-¿Entonces todo arreglado?- pregunta la señora Choi. MinHo entrelazo sus manos con las del rubio y sonrió haciendo obvia la respuesta.
-Si…No…- KiBum murmuraba nervioso, sintiendo como Choi acariciaba su mano- estamos intentándolo de nuevo, así que podría decirse que si- el moreno rió al ver a KiBum nervioso. Le encantaba.
Sabia el porque del nerviosismo. KiBum no quería que sus padres- de nuevo- estuvieran pendientes de lo que hacían y lo que no, no quería que de nuevo les dijeran que hacer y que no, y sobre todo no quería que las visitas a su casa fueran constantes.
-Están juntos de nuevo, KiBum- la madre del nombrado sonrió- eso es lo que importa-
¡Por supuesto que era lo que importaba! Ambos sabían de sobra que sus padres no podían estar más que felices con la decisión. KiBum pensaba que sobre todo su madre era la más emocionada y nada tenia que ver con que su hijo fuera feliz. La madre de Choi si que se alegraba por la felicidad de su hijo, estaba feliz de poder ver a su hijo sonreír otra vez.
-Claro, es lo que importa- contesto MinHo.
-¿Se volverán a casar?- MinHo y KiBum se miraron confundidos, sin saber que responder, sin saber si quiera que es lo que pensaba el otro.
KiBum quería llevarlo todo con calma, aprender a confiar de nuevo, sin sus padres como su sombra, tomando sus propias decisiones. Amaba a MinHo y lo aceptaba, pero ahora tendrían un bebé, y este ocuparía sus prioridades. Tal vez en un futuro cuando su relación con MinHo volviera a ser la de antes, no dudaría en casarse de nuevo con él. Esa era una de sus razones, y también porque al parecer Choi no quería casarse de nuevo, o al menos eso pensaba por la expresión que MinHo tenía en esos momentos.
-Por ahora no- contesto Choi. Y con eso KiBum creía que no quería casarse de nuevo.
-Pero…- la madre de KiBum abrió la boca para hablar, pero su esposo la detuvo.
-Ellos saben lo que hacen- el rubio agradeció a su padre con una sonrisa.
Después de unas largas dos horas con sus padres la pareja al fin pudo regresar a su casa. MinHo casi rogo a KiBum que regresara a la casa, alegando que tenia que estar al pendiente de él debido al embarazo.
El silencio reinaba mas no era incomodo. KiBum mantenía la vista fija en el camino y por momentos acariciaba su vientre, MinHo conducía con sumo cuidado y por momentos observaba a KiBum y con eso una sonrisa tonta adornaba su rostro.
MinHo podía gritarle al mundo lo feliz que era. KiBum necesitaba confiar en él de nuevo, y aunque aun no le decía “te amo” para MinHo era suficiente que el rubio estuviera con él, dándole una nueva oportunidad y así poder formar una familia.
El vehículo se detuvo y MinHo ayudo a KiBum a bajarse de este. El rubio también estaba feliz, había extrañado todos los detalles que MinHo tenia hacia él, sus besos, sus brazos, había extrañado a MinHo por completo.
Choi ayudo al rubio a subir las escaleras y lo acompaño hasta su habitación. KiBum sentía que MinHo lo estaba sobreprotegiendo, no tenia nada malo, solo estaba embarazado y eso no le imposibilitaba de casi todo, pero MinHo siempre le decía que lo hacia porque se preocupaba por él y no quería que nada malo le sucedería.
-Terminare de traer tus cosas- dijo Choi. A pesar de que tenían dos semas de haber reanudado su relación, la mayoría de las pertenencias de ambos aun se encontraban en casa de sus padres. La mudanza llegaría en unos días, pero algunas cosas como la ropa de KiBum ya se encontraban en la casa.
-Esta bien- Choi asintió y se dirigió hasta la puerta- espera- KiBum se acerco a él- ¿MinHo donde dormirás?-
Estos días juntos habían compartido habitación, pero era porque siempre terminaban dormidos después de largas horas de plática, y ahora KiBum creía que era el momento de que ellos compartieran habitación, eran una pareja después de todo y eso es lo que hacían las parejas.
-Supongo que en la que dormía antes-
Y aunque MinHo se muriera de ganas de compartir habitación con el rubio, de dormir y levantarse con él a su lado, le daría su espacio y solo haría las cosas hasta que KiBum estuviera listo.
-Yo estaba pensando…- mordió su labio inferior, nervioso- podrías quedarte conmigo- susurro, impidiendo que Choi escuchara.
-¿Qué dijiste? No te escuche- MinHo se acerco aun mas hacia él.
-Quiero sea nuestra habitación- dijo con una sonrisa- compartiremos esta habitación- Choi abrió los ojos ¿Escucho bien? ¿KiBum quería compartir habitación?
-¿Seguro?- asintió con las mejillas sonrosadas. Estaba nervioso y la verdad no entendía el porque. Ambos ya habían compartido habitación y cama en más de un sentido. KiBum podía decir que conocía a MinHo y muy bien.
-Al menos que tu no quieras-
-No es eso, KiBum- tomo el rostro entre sus manos- me encantaría, pero solo si tu quieres-
-Lo quiero, MinHo- Choi asintió con una sonrisa y dejo un corto beso en los acorazonados labios- ¿Es un si?-
-Por supuesto-
Choi abrió los ojos lentamente, se llevo una de sus manos a sus ojos tallándoselos. Ladeo el rostro encontrándose con el rostro aun dormido de KiBum, dejo un beso en su frente y con cuidado de no despertarlo se levanto de la cama.
Las mañanas para MinHo eran las mejores, aunque se levantara con el brazo y el cuello adolorido, porque KiBum casi lo usaba como cama, una sonrisa siempre estaba en su rostro al saber que KiBum estaba de nuevo con él.
Encendió las luces de la habitación viendo como KiBum fruncía el ceño y tomaba las sabanas para cubrirse con ellas. “Es tan adorable” pensó Choi. Registro entre sus cosas y después de unos minutos se dirigió al baño.
Después de su ducha matutina, MinHo prepararía el desayuno, ahora que la señora Park no estaba, Choi madrugaba y preparaba el desayuno para KiBum. No quería que el rubio estuviera mal alimentado y menos ahora que estaba embarazado, y por eso haciendo uso de sus dotes culinarios, trataba de preparar el mejor desayuno para KiBum.
-Buen día- saludo KiBum con una sonrisa. Bostezo llevándose una mano a la boca y MinHo rió al ver sus expresiones.
-Buen día- Choi dejo un corto beso en su mejilla, entrelazo sus manos y llevo a KiBum hasta la mesa- Te deje listo el desayuno-
-¿No desayunaras conmigo?- pregunto con un tierno puchero.
-Lo siento KiBum, tengo que salir para la oficina en unos minutos-
KiBum asintió, tomo asiento, tomando del vaso con jugo de naranja que se encontraba en la mesa.
-¿Crees que la señora Park debería volver?-
-¿Tan mal cocino?- negó con la cabeza rápidamente, sin poder evitar que una risita se le escapara.
No pensaba que MinHo cocinara tan mal, pero si pensaba que tal vez cocinar por las mañanas era un tanto difícil para MinHo. Tenia que madrugar para poder prepararle el desayuno y después medir su tiempo para no llegar tarde a la oficina. Porque si, el era el presidente y debía dar el ejemplo. Así que KiBum encontraba conveniente que la señora Park regresara.
-No es por eso, MinHo- se acerco a él, para después rodear su cuello con sus brazos- pero si la señora Park regresa, ella tendría el desayuno listo por las mañanas, tu no tendrías que levantarte tan temprano y tal vez te daría tiempo de desayunar conmigo-
Porque si había algo que no le gustaba a KiBum era comer solo. Al menos a él le gustaba tener un pequeña platica mientras comía, y que mejor que con MinHo.
-Se que odias comer solo- asintió con una sonrisa- llamare a mi madre y le diré que llame al señora Park ¿Bien?-
-Gracias-
-¿Quieres que desayune contigo?- rodeo la cintura con su brazo y lo acerco todo lo que podía, que por ahora no era mucho, puesto que el abultamiento en el vientre de KiBum se hacia mas notorio con el paso de las semanas.
-¿Puedes?- beso la punta de su nariz y asintió con una sonrisa.
-Llamare a Tiffany y le diré que me retrasare-
Vio como MinHo salía de la habitación y después se llevo un dedo a su barbilla, pensando. ¿MinHo dijo Tiffany? No recordaba que su secretaria se llamara así ¿Sera que era una nueva? Minutos después MinHo apareció con el móvil en la mano y con una sonrisa en su rostro.
-Listo, le dije que llegaría en media hora-
Ambos se sentaron y comenzaron a comer en silencio. KiBum no dejaba de pensar en el nombre de esa chica y no sabia exactamente el porque.
-¿MinHo cambiaste a tu secretaria?-
-No-
-¿Entonces quien es Tiffany?-
-Oh cierto, tu no la conoces- alzo las cejas, esperando a que continuara- Tiffany es mi asistente-
-¿Asistente?-
No sabía que MinHo tuviera una, en todo el tiempo que estuvieron casados jamás se entero que tuviera una, ni mucho menos que necesitara una.
-Mi padre la contrato, en los últimos meses el trabajo a aumentado-
KiBum dejo escapar un pequeño “Oh” y continúo comiendo. Algo con esa asistente no le agradaba, a pesar de que la desconocía. Sabia que una asistente por lo general se la pasaba la mayor parte del día con la persona, y si el trabajo de su pareja incremento eso quería decir que aquella chica pasaba todo el tiempo con MinHo.
Y eso le daba celos. Porque si, KiBum era un poco celoso y saber que alguna chica pasaba la mayor parte del día con MinHo, así fuera por trabajo, no le gustaba.
-¿Pasan mucho tiempo juntos?-
-Lo normal supongo-
KiBum frunció el ceño. Para MinHo paso desapercibido, sabia que KiBum era curioso, y no encontraba otro porque, de sus preguntas.
Terminaron de desayunar entre pláticas sobre su bebé y lo que deberían de comprar. MinHo partió a la oficina y KiBum se quedo con la idea de conocer a esa chica y saber que tanto tiempo convivía con MinHo.
-KiBum creo que no es buena idea- decía Krystal mientras trataba de detenerlo- deberías estar en casa descansando-
KiBum rodo los ojos, cansado de las mismas palabras. Que tuviera casi cinco meses de embarazo no le imposibilitaba de salir a visitar a su pareja.
-¿Acaso no puedo visitar a MinHo?-
-Visitar no- corrigió- vienes a checar a MinHo, o mas bien a la dichosa asistente-
Asintió con una sonrisa, si sabía la verdad porque le reclamaba. Los celos de KiBum crecían y aun mas después de conocer a la famosa “Tiffany” hacia un mes atrás. “Tiffany esto” “Tiffany aquí” era Tiffany por todo.
La chica era bonita y al parecer como sospechaba, si pasaba todo el día con MinHo, y eso le molestaba. Estaba seguro que esa chica lo único que hacia era coquetear con MinHo y lo confirmo después de observarla un día. La chica no dejaba de sonreír coquetamente y hasta tenia el descaro de abrazarlo algunas veces o tratar de rozar sus manos.
Y MinHo era tan ingenuo y un poco tonto, según KiBum, que no se daba cuenta de las intenciones de esa chica. KiBum sentía que si no hacia algo- tal vez- perdería a MinHo. A pesar de que MinHo todos los días le decía lo mucho que lo amaba, KiBum aun no podía ser sincero con respecto a sus sentimientos y tenia miedo a que MinHo se cansara de esperarlo y de estar con él.
-KiBum, en tu estado no deberías salir- Krystal entro con KiBum al elevador- se que ahora es difícil para ti caminar-
Y lo era, un poco. El vientre de KiBum había crecido en los últimos meses, y con eso su estado físico no era el mismo, y Krystal se lo hacia saber de forma mas sutil, porque con el peso que KiBum había ganado- que era poco- él estaba un poco sensible.
-¿Me estas diciendo gordo?- la chica suspiro y negó con la cabeza.
-Claro que no, solo… es que… olvídalo-
-Mejor así-
-¿Y si MinHo esta ocupado? Recuerda que ha tenido mucho trabajo ¿O si esta en una junta? Al menos debiste avisarle-
-Quería que fuera una sorpresa- dijo con una sonrisa.
Las puertas del elevador se abrieron y los chicos caminaron por el pasillo hasta llegar a la oficina de MinHo.
-Llámame cuando te quieras ir- Krystal no se quedaría con la pareja, no soportaba verlos juntos algunas veces, y no es porque le molestara, ellos hacían bonita pareja, pero a veces eran muy melosos y prefería platicar con ChangMin a ver a la pareja besarse.
-Puedes irte si quieres, me quedare hasta que MinHo termine- ese era el plan de KiBum, a veces se sentía mal por solo usar a Krystal como su transporte, pero desde que su embarazo avanzo dejo de conducir.
-Bien- rodo los ojos y suspiro- entonces supongo que nos vemos mañana- KiBum asintió y después la chica se perdió por los pasillos.
-¿MinHo esta en su oficina?- pregunto a la secretaria.
-Si- contesto la chica con una sonrisa- le avisare que esta aquí-
-No, prefiero darle la sorpresa-
KiBum camino y tomo la perilla de la puerta, tratando de hacer el menor ruido posible, en verdad quería darle una sorpresa a Choi. Abrió la puerta lentamente y abrió los ojos ante la imagen que apareció ante él.
MinHo estaba sentado, y Tiffany se encontraba detrás pasando un brazo por sus hombros para llegar al teclado del ordenador. ¡Esa chica! Estaba seguro que si alguno de los dos giraba un poco el rostro, terminarían por besarse.
-¿Interrumpo?- la chica se separo rápidamente de MinHo con una sonrisa nerviosa en el rostro. MinHo en cambio sonrió y camino hasta donde KiBum se encontraba.
-KiBum que sorpresa ¿Qué haces por aquí?-
-Quería verte- dijo con un puchero, a MinHo se le hizo tan adorable, que se olvido por completo que no estaba solos y beso a KiBum como si no hubiera mañana.
-También quería verte- susurro contra sus labios.
-Permiso- la chica salió rápidamente de la oficina, sabiendo que sobraba ahí.
-Esa chica no me agrada, MinHo- frunció el ceño- siempre esta coqueteando contigo-
-¿Celoso?- pregunto divertido.
-¿Debería?-
-Por supuesto que no, KiBum- beso la punta su nariz- no deberías estarlo de nadie, te amo- susurro- además no tienes porque preocuparte, el contrato acaba esta semana y no pienso renovarlo, hable con mi padre y le dije que tenerla aquí no estaba funcionando-
A MinHo tampoco le hizo mucha gracia cuando su padre le dijo que tendría un asistente. La verdad es que sentía que no funcionaba y no le gustaba tener a alguien con él todo el día. Aparte que sentía que la chica lo acosaba y a veces se tomaba mucha confianza como cuando lo abrazaba.
-¿Enserio?- pregunto con un brillo en sus ojos, Choi asintió con una sonrisa.
-KiBum, sabes que deberías estar descansando- regaño, acariciando suavemente el vientre del rubio- lo dijo el medico-
-Pero quería verte- dijo extendiendo su sonrisa- además tengo algo que decirte-
-¿Qué?-
-¿Sabes porque no estoy celoso?- pregunto divertido, ambos sonrieron sabiendo que si, KiBum estaba celoso.
-¿Por qué?-
-Por que tú eres mío- dejo un suave beso sobre los esponjosos labios- y también debes saber que… te amo- MinHo sonrió y abrazo el cuerpo de KiBum aun más.
-También te amo- susurro en su oído.
KiBum no necesitaba esperar mas, ahora podía decirle todas las veces que quiera “te amo”