Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

50 sombras de Gay por nezalxuchitl

[Reviews - 71]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Diosas exteriores e interiores aficionadas a la homoerotica: como era demasiado trauma para una sola persona leerse el original entero para parodiarlo (yo preferiria que me arrancaran las uñas) solicite la colaboracion de algunas amigas para continuarlo. Estoy muy emocionada porque es la primera vez que llevo a cabo un proyecto asi, con multiples colaboraciones, de autoras todas ellas talentosas y expertas.

Hoy tengo el placer de presentarles este capitulo escrito por Julxen, mi autora favorita. Todo el credito por este capitulo le pertenece y cuento con su autorizacion para publicarlo aqui.

Les dejo el link a su perfil

http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewuser.php?uid=12645

A gozar se ha dicho!

 

 

Capitulo 2, by Julxen

Sombras de Gay.

Mi corazón está latiendo con fuerza, para desgracia de toda la humanidad. ¡Todavía viviré para dos libros más! ¡Y tendré descendencia!¡Contra la naturaleza! Y contra el bien común.

Bueno, voy de camino a casa dentro de mi amigo Wanda, sí, así como mi pikachu interior está dentro de mí.  Oh, es que no les había contado: tengo un amigo imaginario interior al que le gusta tomar poses ridículas de Yoga y hacerme caras raras. Mi psiquiatra lo llama esquizofrenia… yo lo llamo imaginación.

Me han contado que soy el alter ego de una tal Bella, una vampiresa que yace en un mundo vampírico donde los vampiros brillan y no pueden usar el twenti. ¡Qué horror! ¡Un mundo sin twenti! Y sin poder morirte.

Voy a matar a mi amigo Cato apenas lo vea. ¡Por mi pikachu interior!, Gay es el hombre más interesante que he conocido desde que he conocido al último hombre más interesante antes de él. ¿No tiene sentido esta frase? Bien, mi vida tampoco la tenía. Pero todo ha cambiado desde que conocí a Gay. ¿Es su poder? ¿Su riqueza? ¿Su aspecto? Por supuesto, porque soy un superficial y no engaño a nadie.

Odio que Cato no me haya dicho que Gay era un hombre tan joven; yo que lo imaginaba un viejito nada follable, uno a el que en un libro sincero también me hubiese tirado, pero en este bodrio hago como que soy muy puro y niño bueno y no me rebajo a tanto.  

Ahora, mientras doy vueltas en mi choche, empiezo a narra detalles insustanciales de mi vida; páginas que ningún lector, ni siquiera los que se dicen fans, se leyeron; pero no lo dicen porque no es bonito decir eso.

Cato me hace un interrogatorio tipo CIA apenas llego a casa y yo le digo que lo pasé fatal con Gay mientras mi pikachu interior se masturba. El muy tonto de Cato se lo ha creído, en unas páginas más adelante se liará con el hermano de Gay, un hombre bueno, sincero, inteligente, divertido y respetuoso. ¡Qué horror! ¿Cómo puede gustarle un hombre así? No hay nada como el talibán acosador que me caerá a mí.

Pero bueno, volvamos a mí. Tengo un trabajo en un sex shop, y aunque llevo cuatro años en él, aún no entiendo ni de que va el vibrador más básico. Eso se debe a que sinceramente… soy una mierda (esto lo dice el libro original con todas sus letras, la única cosa seria que dice), soy más del chico –hacerse- el- pendejo-todo- el- puto- día, y escribir separando cada palabra con guiones sin ningún motivo en absoluto, más que mi absoluta subnormalidad.

Hoy en mi trabajo la he pasado fatal. Gay no sale de mi cabeza, y ya empezó a acosar a la única neurona que tengo. ¡Esto tiene que terminar! Pero no lo hará, es muy bueno para que suceda.

Otra conversación tediosa entre Cato y yo. Creo que empieza a sospechar que Gay me pone guarro. No importa, lo distraigo y me pongo a leer Tess de los D’Urbervilles. No entiendo por qué tiene un final tan feo. De haber sido un libro de “Elige tu propia aventura”, yo habría escogido el final bonito. De haber sido mi vida un libro de elije tu propia aventura, yo habría elegido el suicidio.

Sigue sin pasar nada interesante en mi vida. ¡Joder! ¿Cómo puedo ser el protagonista de un libro? Oh, por fin sucede algo. Un fotógrafo llamado José se me acerca y como buen libro de Mary sue resulta que está totalmente loco por mí. Es el secreto de los protagonistas como yo: no importa cuán pendejos seamos, todos, pero absolutamente todos los otros hombres que nos rodean, nos quieren follar.

José es lindo y tierno, pero no me atrae en lo más mínimo. Lo mío son los desequilibrados mentales, con fusta en mano, a los que les gusta follar… duro. ¡Por mi pikachu interior! ¿Se imaginan que me la quisiera meter blanda? Eso sólo le gusta a una amiga de Sánchez Dragó.

Páginas y más páginas de absolutamente nada. Podría poner que José me quiere sacar fotos, desnudo, para una exposición de “arte”, pero no puedo porque ese es el argumento de otro libro y luego me denuncian por plagio. Una denuncia a mí ¡Que no tengo ni para un celular de los viejitos!

Cato me ha sometido de nuevo a un interrogatorio, pero le he vuelto a hacer el quite con unos sandwiches. Si le dijera que yo quisiera ser el centro de un sándwich humano, pero no. ¡Lo tengo de lo más engañado!

Me ha dicho que le gusto a Gay, pero yo me he hecho el desinteresado. He fruncido el ceño y otros lugares. Estoy hasta estreñido.

—¿Por qué querías saber si Gay era Gay? Dicho sea de paso esa fue la pregunta más vergonzosa. Estaba mortificado y él también estaba enojado de que se la hiciera —le pregunto. ¡Preguntar por lo obvio enfada a cualquiera!

—Es que nunca tiene citas —me contesta Cato.

—Pues fue vergonzoso — le respondo yo—. Me alegra saber que nunca más tendré que posar mis ojos en él. “Lo que yo quiero es posar mi boca en su minga” ¡Pero eso tampoco se lo puedo decir a Cato! Estas cosas solo las posteo en twenti con el seudónimo de @conejitoencelo.

Me sonrojo, se me seca la boca y mi pikachu interior me hace un corte de manga.

—Creo que suena un poco como si le gustases —Me dice Cato.

“¿Que yo le gusto a Gay?” Pienso que Cato está siendo ridículo, yo estoy siendo ridículo. Todo este libro es ridículo.

Mierda santa.

 

Nuevamente en mi trabajo. No pasa nada interesante en este sex shop ¿Cómo es posible? Sin embargo, de repente:

¡Insuficiencia cardiaca! Como si mi expectativa de vida no fuera ya sombría por mi estupidez, ahora se aparece Gay a dejarme con una disfunción miocárdica irreversible.

—Señorito Steel, que sorpresa tan agradable —Pues para la literatura seria no es ninguna sorpresa. De hecho, es un cliché bastante desabrido.

Empiezo a hacer una descripción bastante ridícula e innecesaria sobre el personaje recién llegado. ¡No puedo localizar mi cerebro y mi voz! El primero porque nunca ha existido.

—Sr Gay —susurro, porque eso es todo lo que puedo lograr (frase textual). No lo había contado, pero Gay también me ha dejado con enfisema. ¡Este hombre me va a matar! Algo que en la vida real muchos psicópatas hacen o desean. Pero Gay es un psicópata lindo, algo así como un Hannibal Lecter institutriz.

—Estaba por el área —dice con todo la jerga de un psicópata ¡Ya siento que lo amo!—. Es un placer verlo de nuevo.

¡Por Dios! Mi corazón va a estallar cual taliban. Gay es el hombre más perfecto sobre la tierra, capaz de quitarte la respiración… literalmente.

—Ano, mi nombre es Ano —le recuerdo apenas puedo modular—. ¿En qué puedo ayudarle, Señor Gay?

Gay sonríe de forma escalofriante y mi pikachu interior vomita. Me empieza a preguntar por un montón de cosas raras: Ordenadores de cables, cinta de enmascarar y sogas. Y yo en vez de pensar si este hombre tendrá un rehén, le pregunto si está redecorando.

No hago otra cosa que sonrojarme, fibrilar, jadear y quedarme sin saliva cada quince segundos. ¡Ni que me hubiesen inyectado atropina! Debo ser un defecto de fábrica. Los genes no se alteran tanto solo por exposición ambiental.

Otro sujeto ha aparecido en mi vida. Obedeciendo a los más básicos principios de educación me saluda, y ya Gay quiere sacarle los ojos. ¡Oh, es que es el hombre de mi vida! Nada como un psicópata para sentirte seguro.

Parece que le sacarán fotos a mi hombrazo,  ¡qué bien! Es bueno tener fotos suyas para cuando empiece a buscarlo la Interpol. ¡Espero también que mi cadáver quede reconocible! Pero lo dudo. Gay es demasiado fogoso en su arte.

Mi vida se ha empezado a poner interesante. En la sección de fotos, Gay ha vuelto a sentir celos, ahora de José. Lo ha mirado con esa mirada típica de oftalmólogo. ¡Siento que en cualquier momento va a mearme encima! Mi pikachu interior está danzando. Un momento, no danza… ¡Convulsiona!

Gay me ha invitado a ir por un café. ¡Pero yo no estoy interesado en el café! Yo me siento ingles y quiero un té con leche. A mí lo que me gusta son las aberraciones. ¡Hasta en las bebidas!

Se sobreviene una conversación descafeinada (tal vez de haber pedido café la cosa hubiese sido distinta), con los diálogos más tontos e insípidos del mundo. Le digo a Gay que me gustan los libros y le menciono varios autores importantes. Si supiera que sólo leo las sinopsis y luego busco los resúmenes en wikipedia. Santo internet, pobre vampiros de “Crepusculo” que no pueden usar el twenti.

Por un momento he pensado que Gay me llamaba “azucar” aunque me gusta más terroncito. Mi pikachi interior colapsa y yo me sonrojo como una amapola, también poseo los efectos psicotrópicos de esta flor todo el tiempo.

—¿Algo para comer? —me pregunta Gay.

—No gracias —respondo yo. Aunque te comería todo el $&%#.

—¿José es tu novio? —Ahora Gay se está entrometiendo en mi vida privada ¿Por qué no se entrometerá también en mis entrañas?

El resto de la “cita” parece más una entrevista de trabajo un tanto guarra. Pero. ¡Benditos dementes en bicicleta! Casi he sido arrollado por uno y Gay me ha rescatado y ha estado a punto de besarme.

Mierda santa. Nuevamente termino con esta frase. Ya sé por qué este libro apesta tanto.

 

 

Es viernes y me he embriagado por primera vez. Por culpa de Gay me empiezo a portar como un hombre normal. ¡Maldito Gay! Oh, no. Eso sonó homfobico.

José quiere besarme, lo aparto pero él me acorrala. Un hombre normal le daría un buen golpazo, pero yo soy salvado por mi caballero galopant, al cual, por cierto llamé hace unos minutos para decirle nada. Es que me puse un poco nervioso cuando Gay me regaló un libro hace unos días y por eso decidí mandarlo a la mierda. Tomen apuntes gente: Cuando alguien te regale libros, ¡Mandalo a la mierda!

—Creo que el señorito ha dicho que no —dice Gay a José. Entonces yo lo veo y se me estruja la garganta, siento un mareo y vomito todo. No hay nada más erótico para conquistar a un hombre que vomitarlo encima. ¡Es infalible!

Gay se ha prendado de mí después de la vomitada, me ha llevado a su casa, me ha desnudado y quien sabe que cosas más. ¡No hay duda de que es todo un caballero! He paseado en helicóptero también. Gay tiene su propio helicóptero. Y pensar que las chicas de los noventas solo soñaban con hombres en motos ¡Perdedoras!

Pero no todo es hermoso y retorcido en mi vida. Gay me ha pedido que sea su pasivo ¡Su pasivo! Me ha enseñado un cuarto digno de un cuartel de las SS y me ha dicho que sueña con hacerme cosas allí. ¡Mi pikachi interior se retuerce en su pokebola se libera y Digievoluciona!

Tengo que firmar un contrato para que Gay pueda hacerme cosas en ese cuarto bautizado como “Cuarto fuccia del dolor” ¡Si mestruara seguro se me adelantaría de lo emocionado que estoy!

El contrato es un panfleto extraño lleno de cosas raras como comer solo fruta entre comidas ¡Y yo que adoro las donnas! También dice cosas como no mearse encima, una de mis principales fantasías.  Y no involucrar niños ni animales. Esto si me ha dado un poco de miedo. Y o que creía que esas cosas no había que especificarlas por ser… ¿Cómo es que se le dice? Ah, ya recuerdo ¡Ilegal!

De todas formas lo que me ha dado más miedo es eso de ejercitarme cuatro veces por semana ¡Ni que estuviéramos en el ejército! En fin, le digo a Gay que me lo tengo que pensar mejor y el frunce el ceño. Pero luego de ser obligado por él a comer, termino firmando por miedo a que me deje, aunque aun no somos nada. Me pregunta si quiero agregar o quitar algo.

—Nunca he hecho algo como esto —le respondo.

—Bueno cuando has tenido sexo sexo, ¿hubo algo que no te gustara hacer?

Me sonrojo cual insolada en Malí. Gay se da cuenta y frunce el ceño, parece paciente recuperándose de una mala inyección de botox.

—Nunca he tenido sexo —le confieso

—¿Nunca?

—Nunca

—¿Ni siquiera la puntita?

—No.

Gay cierra los ojos y frunce el ceño como si se fuese a teletransportar.

—¡Por qué no me lo habías dicho antes! —me grita.

Es definitivo. Me he enamorado perdidamente. No hay nada más romántico que un hombre que te grita como energúmeno porque eres virgen. Las mujers de hace tres siglos se deben estar descojonando en el más allá.

 

Continuará…

Sí,  pero lo continuará otro. Yo ni a huevo. Bye ^^ .

 

Notas finales:

Yo personalmente me he reido como no en meses. Una carcajada de la primer a la ultima palabra. Esta mujer es mi diosa exterior, adoro su manera de escribir. No oculto mis perversas intensiones de que me ayude con otro capitulo, muajajaja!

Es su deseo que comparta este videito, chequenlo, no tiene desperdicio:

https://www.youtube.com/watch?v=GEOgd9kNUeo


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).