You seem to need hope
Capítulo 16
Los días pasaron, convirtiéndose en semanas. A pesar de que con Lay ya habíamos entregado el trabajo de biología, sacando una nota muy alta gracias a nuestros esfuerzos, nos seguíamos juntando para estudiar o pasar el rato. Y era algo casi normal que, de vez en cuando, esos encuentros terminaran en algo más. Seguía sin dejar que me besara, y no habíamos pasado de las caricias y roces intensos; ya que si veía que quería ir un poco más allá, lo frenaba. Nuestra confianza en ese sentido había crecido bastante, y yo mismo había sido el creador de algunos de esos momentos. Y parecía que eso a Yixing le encantaba.
Era como si fuera algo superficial, pero mientras reíamos a carcajadas por algún chiste, y justo antes de que Sehun se cruce en mis pensamientos, nos mirábamos unos segundos a los ojos y se sentía algo... más profundo. Pero suponía que era mi imaginación. Él tenía novia, y yo seguía sin poder olvidar a mi ex-novio. ¿O no?
Sin embargo, a pesar de no me arrepentía de nada, el recuerdo de Sehun aparecía y me hacía sentir mal. Sobre todo porque Lay se veía cada vez más deseoso de probar cosas diferentes. Como besos por ejemplo. No entendía por qué quería tan desesperadamente que lo bese. Le ofrecía algo más... placentero. Lo que él quería, o más bien parecía necesitar, era algo que en mi opinión, tenía muchos sentimientos. Y sus indirectas y provocaciones sobre eso eran cada vez más frecuentes. Así como tentadoras.
Pero no podía. Se lo había prometido.
Cada vez nos llevábamos mejor, cada vez nos conocíamos más y, debido a que nuestros mejores amigos estaban prácticamente saliendo, nosotros pasábamos mucho tiempo juntos. Yixing se había enterado poco después que yo y cuando me lo contó, se sorprendió al ver que yo ya lo sabía. No podía creer lo agradable que era, y lo bien que la pasábamos juntos. Viendo películas o series, hablando, estudiando, jugando en la computadora, e incluso, cuando su papá no estaba, lo ayudé varias veces a cuidar a Meiling. No quería que lo conociera, así que no me llevaba a su casa si el hombre iba a estar.
Parecía no importarle estar dejando tanto de lado a su novia, pasando mucho tiempo conmigo y nuestros amigos. Éramos... un grupo. O algo así.
XiuMin y Chen se veían felices. No eran muy demostrativos, pero se notaba en la forma en que se miraban lo mucho que se querían. Era sorprendente como había cambiado todo en tan poco tiempo. Incluso Yimou se disculpó con XiuMin por lo que le había hecho, mientras que con Yixing sosteníamos a Chen por las dudas. Lo miraba como si quisiera matarlo. Mi mejor amigo, con el corazón enorme que tenía, lo perdonó, pero le pidió que no se volviera a acercar a él... o a cualquiera de sus amigos. Yimou aceptó y se mantuvo al margen.
Por otro lado, Kai estaba haciendo obvias sus intenciones conmigo, demostrando que le interesaba como más que un amigo. Podía decir que era un chico atractivo, y me atraía físicamente. Cuando me intentaba seducir, lo lograba en cierto modo. Pero... no sentía ningún tipo de química en el sentido de pareja. Aunque como amigo lo podía considerar uno muy bueno. Lo quería mucho.
Después del día del boliche, se mostró raro toda la semana que siguió, confesándome que si había entendido en parte lo que BaekHyun le había dicho. "Dijo que me extrañaba mucho, y que tuvo que salir a buscar alguien con quien estar. Pero no sé de qué hablaba, tenemos amigos en común, él no está solo. ¿Por qué habría de salir a buscar compañía?" No quise decirle que podría estar la opción de que hubiera salido a buscar otro tipo de compañía y no del tipo amistoso.
Y a pesar de todo, me sentía levemente confundido. No era algo muy relajante tener alrededor a dos chicos que no se sabe cuándo pueden "atacar".
Mi mamá me había presentado a su novio, que resultó ser muy agradable. Se mostraba atento con ella, y me alegró notar que se veía sincero. Así como interesado en saber sobre mí.
***
[XiuMin POV]
Estaba tirado en mi cama, casi quedándome dormido, cuando escuché la puerta de mi habitación abriéndose lentamente junto a unos pasos sigilosos. Sonreí, sabiendo quien era. La cama se hundió bajo un peso nuevo, y sentí un cuerpo recostarse sobre el mío y una mano acariciándome la mejilla. Abrí mis ojos, viendo a Chen sonriendo feliz. Le devolví la sonrisa y, como si nos hubiéramos leído el pensamiento mutuamente, ambos nos adelantamos a la misma vez, uniendo nuestros labios en un corto pero demostrativo beso.
- Nos pueden ver...- susurré al separarnos.
- Nuestros papás salieron, estamos solos- respondió dando un rápido beso en mi mejilla y recostándose a mi lado, entrelazando sus dedos con los míos.
- ¿JongDae?- pregunté mirando el techo. De reojo, vi cómo se ponía de costado, apoyándose sobre su codo y su cabeza en su mano. Se acercó más a mí y comenzó a acariciar mi abdomen.
- ¿Qué pasa?
- Ya pasó más de un mes y nosotros... nunca hablamos sobre esto que está pasando... Yo... no sé si vas en serio. Y eso me incomoda. El... miedo de pensar que sólo estás jugando conmigo no me deja estar tranquilo. La duda me carcome y... no sé- me tapé la cara con el antebrazo. Sentí movimiento y una presión sobre mi estómago. Chen se había sentado arriba mío. Con su mano me obligó a destaparme y guió la mía hasta su pecho, a la altura del corazón.
- ¿En serio dudas?- se inclinó, sin sacar mi mano de su pecho, y apoyó su nariz sobre la mía -No pensé que era necesario decir nada. Lamento no haberlo hecho y hacerte dudar. Yo te quiero mucho, muchísimo- se alejó levemente sin despegar sus ojos de los míos -Desde siempre. Y me gustaría que estemos juntos como pareja... si querés, claro- sonreí, asintiendo con efusividad. Sonriendo, me besó lentamente y con dedicación por un largo rato.
La dulzura y la lentitud, que resultaba tan estimuladora, pasó, dando lugar a besos más ardientes y profundos. Una de sus manos se coló por mi remera, subiendo por el costado del torso hasta el pecho donde, mientras sus labios abandonaban los míos para bajar al cuello, pellizcó levemente un pezón. Con la respiración entrecortada por el intenso beso de hacía unos segundos, apoyé una de mis manos en su hombro derecho.
- JongDae... esperá- susurré, completamente sonrojado.
- ¿Por qué?- preguntó mientras se dedicaba a dejar una marca en mi cuello. Algo que le encantaba. Sus manos no se habían alejado de mi cuerpo, subiendo mi remera hasta las axilas.
- Porque me da vergüenza- intenté bajarme la prenda para cubrirme, sin lograrlo. Dejó de hacer todo lo que hacía sobre mi persona, para sentarse sobre mis muslos y mirarme a los ojos con el ceño fruncido.
- ¿Sos... inseguro sobre tu cuerpo? ¿Pero por qué? Si sos lindo... y tu cuerpo también lo es. No tenés porque tener vergüenza, me encanta todo lo que veo- aseguró con una sonrisa traviesa mientras pasaba muy suavemente la yema de sus dedos por mi abdomen, a la altura del ombligo, creando una agradable cosquilla. Cerré los ojos avergonzado.
- Pero...
- ¿Es mi culpa?- me interrumpió. Los volví abrir, mordiendo mi labio inferior con fuerza completamente sonrojado -Es mi culpa- confirmó, suspirando y frotando sus ojos con sus manos por un momento -Soy un idiota- me miró con una expresión dulce -En serio lamento todo lo que te dije, pero... te mentí. Siempre. La verdad, me gustás desde que nos conocemos... Desde que eras rellenito. Jamás me importó eso en realidad. Te molestaba porque odiaba que hubieras aparecido en mi vida como mi hermano, y que me gustaras tanto me hacía odiarte. Porque no podía quererte del modo que yo quería. Te molestaba porque si te trataba bien, no iba a poder contenerme. Quería que fueras mío, pero no podía ser por esa no-hermandad. Llegué a mi límite con lo de Yimou, y actué. Y qué suerte que lo hice, porque realmente no pensaba que fuera correspondido- le sonreí, feliz por su confesión -Así que no tengas vergüenza. Porque te juro que sos lo más hermoso que vi en mi vida- finalizó, y se inclinó para besarme.
- JongDae...- me besó castamente -Vos también me gus...- me dio otro más -…tás desde que...- tomó mi labio inferior con sus dientes, tirando suavemente de él -nos conocemos- sonreí, y lo besé yo esta vez, introduciendo mi lengua cuando sentí que abrió su boca. Sus manos volvieron a deslizarse suavemente por mi torso, subiendo hasta donde estaba mi remera enrollada y la empujó para sacármela. Esta vez no lo detuve y, avergonzado, me limité a disfrutar de las diversas sensaciones, mientras me concentraba en el techo. Con sus labios rozó mi cuello, bajando por el pecho, lamiendo un pezón y siguió el recorrido con su lengua hasta el ombligo, donde dio un no tan suave mordisco. Di un pequeño saltito por la sorpresa, escuchando su risa casi al instante.
- Perdón... siempre quise hacer eso- confesó mientras besaba la zona afectada. Levanté levemente mi cabeza para mirarlo.
- ¿Sí? Si de morder va la cosa… No te preocupes, podés hacerlo tranquilo… me… gusta que me muerdan- me calienta que me muerdan, confesé en mis pensamientos. Me sonrió de costado.
- ¿Así que te gustan los mordiscos?- me mordí el labio con vergüenza.
- Tonto...- lo empujé suavemente del hombro y el rió, para después agarrar mi mano con delicadeza y acercó su boca a mi dedo índice. Mordió despacio una vez y enseguida volvió a hacerlo, aplicando más presión. Alejó sus labios succionando la punta y depositó un beso. Un escalofrío me recorrió y sentí un tirón en mi entrepierna ante la obscena imagen. Tomándolo de su remera, lo hice acercarse a mí para besarlo.
Con sus manos en mi cadera y mis dedos enredados en su pelo, dejé de pensar y me limité a actuar.
***
[LuHan POV]
- LuHan, quiero contarte algo- me dijo XiuMin en el recreo.
- ¿Pasó algo?- pregunté distraídamente mientras nos sentábamos en el suelo del patio del colegio, apoyando nuestras espaldas contra la pared del establecimiento.
- Podría decirse que sí...- se acercó a mi oído -Chen y yo formalizamos y... lo hicimos- susurró. Lo miré sorprendido.
- ¿De verdad?- asintió con la cabeza, sonriendo ampliamente -Bueno... ¿Debería felicitarte?
- ¡No! Sólo quería que lo supieras- me empujó con su hombro y reí.
- Me parecía que estabas de un excesivo buen humor. Me pone muy feliz que estén bien- le sonreí y me devolvió el gesto.
- No puedo evitarlo, fue tan...- empezó a contarme todo lo que habían hecho, olvidando la timidez que solía tener con esos temas. Yo me limitaba a escuchar, intentando no hacerlo, mientras tomaba de una botella de jugo.
Veinte minutos después, MinSeok se fue a buscar un libro a la biblioteca y yo me quedé mirando a la nada sin moverme de mi lugar en el suelo. Sin poder sacarme de la mente la detallada explicación. No había omitido nada, ni siquiera el tamaño.
- LuHan, ¿Lo viste a XiuMin?- preguntó una voz enfrente mío. Sabiendo quien era, levanté mi mirada lentamente no pudiendo evitar sonrojarme por todo lo que me había contado mi mejor amigo hacía unos momentos.
- Se fue a la biblioteca, Chen- le sonreí y desvié la mirada. ¿Por qué tuvo que contarme todo?
- ¡Gracias! ¡Nos vemos después!- se dirigió rápidamente hacia la entrada del colegio. Recién ahí noté que Lay estaba parado a un costado de donde había estado Chen unos segundos atrás. Se sentó a mi lado.
- Lo hicieron- informó sin mirarme.
- Sí, lo sé- respondí.
- Tuviste una... ¿Explicación detallada?- apoyó su cabeza en la pared.
- Sí. Demasiado detallada para mi gusto. ¿Cómo sabés?- lo miré de reojo.
- Porque yo también- suspiró.
- ¿Traumado?- pregunté estirando mis piernas y cruzándome de brazos.
- Algo... ¿Vos no?- sonrió de costado.
- Tal vez...- confesé -No quería saber tanto, supongo- nos miramos unos segundos y nos empezamos a reír a la misma vez. Cuando finalmente nos quedamos en silencio, volvimos nuestras miradas al patio donde estaban todos los alumnos disfrutando del tiempo libre.
Sentí una presión en mi hombro y me giré para ver a Lay apoyando su cabeza. Sonreí inconscientemente y cerré los ojos para descansar un poco antes de que comenzara la siguiente hora.
***
- ¡¿Que vos y Lay qué?!- exclamó XiuMin mientras caminábamos hacia mi casa. Había decidido que ya era hora de contarle todo respecto a Yixing.
- No grites- susurré -Y lo que escuchaste...- paré de caminar cuando él frenó en seco con el ceño fruncido.
- ¿Por qué no me contaste nada?- preguntó mirándome a los ojos muy serio.
- Porque... no sé. Me daba vergüenza, supongo- me acerqué más a él -¿Estás... enojado?- cuestioné con un poco de miedo.
- ¿Y vos que creés?- me mordí el labio superior y miré el suelo angustiado -No, claro que no- lo volví a mirar y estaba sonriendo.
- ¿No?- suspiré aliviado cuando negó con la cabeza.
- Me alegra que me lo cuentes- confesó -Me parecía raro que de golpe se llevaran tan bien. Pero ahora todo tiene sentido- me guiñó un ojo. Le golpeé el brazo suavemente, mordiendo mi labio inferior -Pero, si te soy sincero, me esperaba algo así. Hacen linda pareja- me dio una palmadita en el brazo, mientras sentía mi cara arder.
- Nadie dijo nada de ser pareja. Y dejá de decir esas cosas, o no te presto la película que me pediste el otro día- amenacé a modo de broma.
- ¡No! Perdoname, LuHannie- se colgó de mi brazo, haciéndose el tierno. Sonreí y le pasé la mano por el pelo, despeinándolo.
- Vamos, tenemos tarea que hacer y tiempo que malgastar- le dije pasando un brazo por sus hombros y empezando a caminar.
***
Mi mamá había salido y yo estaba ordenando mi habitación. Hacía días que no lo hacía.
Cambié las sábanas, limpié los muebles, barrí el piso, saqué todos los libros de mi biblioteca para sacarles el polvo y los volví a ordenar, acomodé mi armario e hice muchas cosas más hasta que quedó todo perfectamente ordenado y limpio.
Miré con gusto todo y sonreí. Justo en ese momento, sonó el timbre. Me cambié rápidamente la camiseta que tenía puesta, que estaba toda sudada por el esfuerzo, me puse otra y bajé las escaleras corriendo.
Abrí la puerta, sorprendiéndome al instante con la persona que estaba parada detrás de ésta.
- ¿Señora Oh?- pregunté en un susurro, con los ojos muy abiertos.