You seem to need hope
Capítulo 22
Era imposible no hacerlo. Leí, intentando atacar cabos para comprender de qué hablaban y que era lo que había pasado entre ellos. Algo no muy difícil de hacer.
"¿Nos podemos ver?"
"No puedo, voy a salir con Luhan"
"Dejá a tu novio"
"Yixing, te quiero, pero no de esa manera. Estoy enamorado de LuHan y no pienso dejarlo. Disculpame por no poder corresponderte"
"Te extraño. ¿Nos podemos ver?"
"¡Perdón Yixing! No puedo, estoy por salir para ir a la casa de LuHan. Aunque también te extraño~ Sos un amigo excelente, no sé porque no le mostrás a nadie este lado tuyo"
"Perdón por lo de ayer, Sehunnie... no quise besarte... Bueno, sí quise, pero no te enojes conmigo... :C"
"Yo te perdono, pero no sé cómo enfrentar a LuHan ahora. Disculpame si fui muy bruto al rechazarte.
Creo que le voy a contar que somos amigos... Probablemente por carta, ya sabes que es como mejor me expreso, por la escritura"
"Disculpame por ser tan pesado, Sehunnie. Sólo quiero que seas feliz, así que no te voy a molestar más con eso. Prefiero que seamos amigos a que me odies por insistirte tanto. Sé que amas a tu novio... fui un inmaduro al pedirte que lo dejaras. Te quiero mucho~"
Sentí un pinchazo de pena en el pecho, ya que ese último e-mail que Lay había enviado, era de un día antes de la muerte de Sehun. Éste no había llegado a leerlo, o a responderlo al menos. Yixing nunca tuvo una respuesta a algo tan importante para él.
No sabía cómo sentirme al respecto. Yixing y Sehun habían sido amigos a mis espaldas. Yixing había estado enamorado de Sehun. Sehun nunca le había correspondido porque estaba conmigo, porque me amaba. Sonreí, pensando en lo fiel que había sido y lo mucho que me había amado. Me imaginaba que Lay se debería haber sentido mal al no ser correspondido. Y por la bronca, empezó a molestarme... Ahora tiene un poco más de sentido. O algo así.
***
Llegué al colegio, entre bostezos y pasos torpes. No había dormido nada dándole vueltas a mi reciente descubrimiento. Caminé, sin prestar atención y casi cayéndome del sueño. De golpe, choqué con un grupo de personas.
- Disculpen, chicas- hice una leve inclinación para seguir caminando y encontrar a mis amigos.
- ¿Chicas?- escuché preguntar a Chen, totalmente extrañado. Me giré, notando que las "chicas" con las que había chocado eran Chen, Xiumin y Lay. Con los ojos levemente cerrados, les sonreí tontamente y me acerqué a ellos, colgándome de MinSeok apenas los alcancé. Los tres estallaron en carcajadas.
- ¿Está borracho?- cuestionó Yixing.
- No, sólo dormido- explicó mi mejor amigo, pasando un brazo por mi cintura para ayudarme a mantenerme en pie.
- ¿Estás bien?- me preguntó Lay mirándome muy de cerca con una sonrisita. Asentí, cerrando los ojos.
- Le doy treinta segundos más y te lo saco de encima, no me importa nada- informó Chen con un dejo de molestia en la voz.
- ¡No seas celoso!- exclamó mi mejor amigo -Sabés que sólo somos amigos, y que siempre fue así.
- No me importa...- repitió tercamente -Treinta... veintinueve...
- Ya, me lo llevo a algún lugar para que duerma un rato. Su estado es deplorable y no va a servir de nada que vaya a clases- sentí como me pasaban de unos brazos a otros como si fuera un muñeco. Me aferré a la nueva persona mientras me arrastraban hacia algún lado. Sintiendo el familiar aroma de Lay, me dejé llevar.
***
- ¿Dónde estamos?- pregunté cuando volví a ser un poco consciente de mi entorno.
- En donde guardan las cosas para las clases de gimnasia- me explicó Yixing -Pensé que habría algo cómodo donde pudieras descansar.
- Gracias- sonreí, sentándome en una colchoneta que se veía apetitosamente blandita.
- No es nada- se sentó a mi lado. Mi cabeza comenzaba a apagarse de nuevo. Nunca más iba a seguir de largo toda la noche si al otro día tenía que ir al colegio. Sin dejar de sonreír, Lay acortó el espacio que nos separaba y me besó lentamente y con dulzura. Sonreí ante la relajante y agradable sensación, empezando a dormirme y a corresponder torpemente el beso. Se separó, con una leve carcajada.
- Tengo que hablar con vos- susurré, mirando sus labios, para después mirarlo a los ojos.
- Cuando quieras- me dio un pequeño besito -Pero primero dormí un rato- no iba a discutir eso. Inmediatamente, me dejé caer para acostarme y cerrar los ojos. Enseguida sentí una caricia en mi pelo, durmiéndome casi al instante.
***
- Lu... despertate- susurraron en mi oído, y después sentí una leve cosquillita en mi cuello, que me hizo reír y abrir los ojos. Lay rozaba mi piel con sus labios, muy suavemente. Al percatarse de que estaba despierto, siguió subiendo hasta mi boca, y la presionó con la suya. Despertando del todo, pase mis brazos por alrededor de su cuello, para que no escapara y lo besé yo esta vez, introduciendo mi lengua e iniciando una placentera batalla por la dominación. A diferencia del día anterior, gané yo. Sonreí en el beso, convirtiéndolo en algo más pasional y desesperado. Todavía atontado por lo poco que había dormido, ni tomé en cuenta en donde estábamos e hice fuerza para intentar cambiar posiciones, pensando en que Lay se vería realmente bien debajo mío. Pero no lo logré, ya que él se resistió -No... LuHan- susurró nuevamente entre besos y mordidas -La clase de gimnasia de primero está por empezar. Van a venir a buscar las cosas- con una última succión a su labio inferior, alejé mi boca de la suya. Me di cuenta, sonrojado, de que mis piernas flexionadas una a cada lado de su cuerpo tenían su cadera apresada para que no se separara de mí. Aflojé el agarre y desvié la mirada.
- Perdón... me dejé llevar- suspiré, intentando tranquilizarme. Lay sonrió y se acercó a mi oído para hablarme directamente ahí.
- Me encanta cuando te dejas llevar- confesó -Pero lamentablemente, este no es el mejor lugar- me dio un beso debajo de la oreja y se salió de arriba mío para sentarse.
- Cuando te agarre y el lugar sea más adecuado...- me vi interrumpido por la campana del colegio.
- ¿Decías?- preguntó Lay, con una pícara sonrisa, cuando el ruido cesó.
- Ya no me acuerdo- mentí. Hizo un puchero que me dio tanta ternura, que no pude evitar sentarme y robarle un casto beso -¿Cuánto dormí?- cambié de tema. Me daba vergüenza terminar la oración.
- Dos horas- dijo mirando su celular, para ver la hora.
- ¿Y vos te quedaste acá sin hacer nada?- asintió.
- Mirarte y acariciar tu pelo no es “hacer nada”- informó. Sentí mi cara enrojecer furiosamente. Me había estado mirando mientras dormía. Estaba seguro que mi cara al dormir no era algo muy atractivo. Me hice una imagen mental de mí mismo, durmiendo con la boca abierta, baba cayendo de ésta y roncando fuertemente. Fruncí el ceño, esperando que mi apariencia al dormir no fuera esa.
- Te veías precioso y relajado- agregó adivinando mis pensamientos. Sonreí tímidamente.
- Vos te ves tierno cuando dormís- hablé bajito.
- ¿Me observas mientras duermo?- cuestionó, sorprendido, sin borrar la sonrisa.
- Tal vez...- me paré, ofreciéndole mi mano para ayudarlo. La tomó y, al estar de pie, me envolvió en un abrazo.
- Antes de quedarte dormido, me dijiste que querías hablar conmigo- comentó -¿Sobre qué?
- Ahora no, más tarde- pasando mis brazos por su cuello, le correspondí el abrazo.
No sabía cómo decírselo todavía. Pero sí sabía que no me iba a enojar, ni que lo iba a juzgar. Esos e-mails los había enviado un chico enamorado, desesperado por ser correspondido. Con catorce años era evidente que iba a dar pasos en falso, como intentar "robarle" el novio a alguien.
***
- ¿Son novios?- preguntó XiuMin mientras caminábamos hasta mi casa. Después de la clase de piano, Lay se había ido con Chen y yo prácticamente había secuestrado a MinSeok.
- No, claro que no- respondí.
- No lo digas como si fuera obvio- pasó un brazo por mis hombros y juntó nuestras cabezas -Contame más. Algo sobre ustedes- dijo bajito.
- Mmm, no sé. ¡Ah! Sí, ayer... nos dimos nuestro primer beso- parpadeó varias veces, sorprendido.
- Wow. Te debe de gustar en serio... ¿Y... Sehun?- susurró.
- Ayer fui a despedirme de él- le conté toda la historia de la mamá de Sehun, de la carta y lo que había pasado el día anterior, ignorando su primer comentario. Del cual estaba seguro de la respuesta. Sí, me gustaba en serio. Y mucho.
***
Entramos a mi casa, todavía hablando. Comimos algo y subimos a mi habitación.
- Min...- me senté en la silla de mi escritorio -Quiero contarte algo más.
- ¿Qué cosa?- se acostó en mi cama y abrazó una almohada. Respiré profundamente, preparándome.
- Kai, ayer en el baño, me acorraló contra una pared. Me besó a la fuerza y se comenzó a frotar contra mí. Me dijo "Por favor, necesito comprobar algo" Después apareció Lay, le dejó en claro que pasó algo entre nosotros y Kai se fue. Pero antes de hacerlo, le sonó el teléfono y atendió felizmente a BaekHyun, su mejor amigo, ya sabés.
- Sí.
- No sé qué hacer con él...- confesé.
- Hablalo... dejale en claro que no querés nada. Igual... es un tonto. Está embobado con ese amigo suyo- suspiró -No sé cómo no se da cuenta de eso.
- ¿Viste?- me reí -Yo también lo noté.
- Hablá con él y, cuando todo quede claro, comentale tu teoría muy disimuladamente- sugirió XiuMin.
- Buena idea- apreté el botón de encendido de mi computadora y miré a mi amigo -Vení... hay algo más.
- ¿Me arrastraste a tu casa para que te visite o para que haga de consejero y psicólogo?- preguntó bromeando.
- Por las tres cosas- vi cómo se paraba sonriendo y se sentaba a mi lado -Cuando Lay se fue ayer, se olvidó su cuenta de e-mail abierta... Iba a cerrarla, pero vi que una de las carpetas se llamaba "Sehun"- abrió los ojos grande -No pude evitarlo. Quería saber si era de otro Sehun y entré... Pero no era de otro. Era de Oh Sehun...- lo miré -Leí los mails. Sé que estuvo mal, pero entendeme... no tenía sentido para mí. Quería saber.
- Entiendo, no te preocupes- me despeinó con ternura -¿Y qué decían?- le conté rápidamente lo que decían los mails, intentando no olvidar nada -Bueno... puedo decir que se nota que ahora está interesado en otra persona...- me observó significativamente unos segundos -Pero igual te repito lo de antes. Hablá con él.
***
Estaba acostado en el sillón de la sala, mirando un aburrido programa de variedades, cuando sonó el timbre repetidas veces.
- ¡Yo voy!- le dije a mi mamá, que estaba cocinando. Caminé hasta la puerta, abriéndola y sorprendiéndome al ver a Lay con Meiling en sus brazos -Yixing... Meiling... ¿Qué hacen acá a esta hora?- me parecía más extraño el hecho de que la pequeña estuviera en la puerta de mi casa. Ella, con los ojitos llorosos, extendió sus brazos hacia mí. La sostuve cuando Lay me la pasó y ella me abrazó del cuello -Pasá- cerré la puerta cuando lo hizo.
- LuHan, ¿Quién es?- preguntó mi mamá apareciendo con un delantal -¡Oh por Dios! ¿Quién es esta hermosura?- exclamó encantada. Meiling dejó de abrazarme para mirarla sonrojada.
- Buenas noches, Señora. Soy Meiling, la hermana de Brony- todos sonreímos ante su ternura y le di un beso en la mejilla.
- Debo suponer que Brony sos vos- comentó mi mamá, mirando a Yixing quien asintió.
- Bueno, yo soy la mamá de LuHan, podés decirme Liang- le sonrió con calidez.
- ¿Podemos quedarnos hoy?- me preguntó Lay. Mis papás están discutiendo muy feo, no quiero que ella vea eso- asentí con la cabeza.
- Por supuesto- dijo mi mamá, mirando con pena a Meiling -¿Te gusta cocinar?- ella asintió, sonriendo -¿Querés ayudarme a preparar la cena para estos lindos chicos?
- ¡Sí!- exclamó la nena, entrando en completa confianza y estirando sus brazos hacia mi mamá para que la alzara. Ella, encantada, lo hizo.
- Siempre quise tener una hija- comentó.
- ¡Ey!- grité, haciéndola reír a ella y a Yixing.
- Sabés que te amo, hijo, pero me quedé con ganas de tener una nena para ponerle vestidos y peinarla- respondió, entrando en la cocina con Meiling en brazos. Fruncí el ceño, y mi labio inferior sobresalió un poco al hacer una mueca de molestia. Recibí un rápido beso en éstos y miré a mi alrededor, alarmado.
- Cuidado- susurré.
- No pude evitarlo- confesó -Parece que se van a llevar bien- asentí, feliz -En realidad... la verdad es algo diferente- lo observé curioso -Vamos a tu habitación, ahí te explico.
- Sí.
***
- Cuando llegue a mi casa hoy, hace más o menos veinte minutos, se escuchaban gritos desde afuera- empezó a hablar Lay apenas entramos a mi cuarto -Quise abrir la puerta, pero mi mamá se asomó antes para impedirlo... hizo que Meiling saliera y me diera la mano, y me dijo que no volviera, que mi papá estaba muy agresivo. No podía dejar sola a Meiling y entrar a defenderla, además de que cerró con una traba que tiene mi puerta para que no lo hiciera. No sabía a donde ir, menos estando con ella... Y me acordé que en las vacaciones de invierno me dijiste que podía contar con vos para lo que fuera...- suspiró angustiado.
- No necesitas explicarme por qué viniste acá- le dije, rodeando la silla donde estaba sentado e inclinándome para abrazarlo desde atrás, colocando mi mentón en su hombro -Siempre que pueda ayudarte, lo voy a hacer- le di un pequeño beso en la mejilla. Lo sentí sonreír -Y sé que mi mamá también.
- Gracias...- levantó su mano y me acarició el pelo suavemente.
- No es nada. ¿Puedo hablar con vos de otra cosa?- caminé hasta la silla que estaba al lado de él y me senté.
- Claro- inclinó la cabeza hacia la derecha.
- Pero no te enojes, por favor. Sé que estuve mal...- me pasé la mano por la nuca, nervioso.
- ¿Qué pasó?- preguntó preocupado -¿Por qué me enojaría?- agregó.
Suspiré, comenzando a contar la historia de los e-mails por segunda vez en el día.