A MinHo le gustan los días lluviosos.
A él le gustan por varias razones. Le gusta observar por la ventana como las gotas se estrellan contra el cristal empañándolo por completo. Su dedo índice siempre recorre el rastro de las gotas a través del cristal y la sonrisa tonta en su rostro no se borra.
El clima siempre es frio cuando llueve y esa es una de las razones por la cual a MinHo le gusta la lluvia. Los suéteres guardados en el armario de colores negros y grises por fin pueden ser utilizados, y aunque esta seguro que el disgusto en el rostro de KiBum se hará presente, por el color y los feos diseños que estos tienen, según el rubio, en el fondo sabe que le gusta abrazarlo.
Otra de las razones es que a MinHo le gusta el chocolate caliente que KiBum prepara y se encarga de servir en su taza favorita color verde. Y aunque a él no le gusta lo dulce, siempre hace una excepción si del chocolate de KiBum se trata. Siempre es dulce, pero no mucho para empalagarlo y tiene un sabor diferente y MinHo cree que es porque KiBum lo prepara.
Ama sentarse enfrente de la ventana con la taza de chocolate en su mano, usando uno de los suéteres de mangas tan largas que llegan a cubrirle la mano. La inspiración llega en momentos como ese. Él no es el vocalista principal de SHINee, tampoco tiene una voz tan espectacular como los otros, tal vez sus canciones no tengan tantos sentimientos como las que escribe JongHyun, pero le gusta escribir y después enseñárselas a KiBum. Le gusta la sonrisa que forman los acorazonados labios del mayor y el beso, el simple roce que mueve todo en su interior, que viene después.
El frio que se cuela por las ventanas es la excusa perfecta para abrazarse debajo de las sabanas. Esa es sin duda la razón más importante por la que a MinHo le gustan los días lluviosos. Después de prepararse para dormir, MinHo siempre encuentra a una persona extra en su cama.
A pesar de los años de relación que llevan, tres para ser exactos, no siempre comparten cama. Al principio era por la incomodidad, cuando en sus primeros días de relación todo resultaba nuevo, que hasta tomarse de las manos lograba un leve sonrojo en sus mejillas. Cuando esa etapa fue superada siguieron las peleas, ellos se aman con todo el corazón, pero no todo son palabras cursis y besos en el rostro, a veces son los celos de MinHo o hasta los de KiBum que los hicieron dormir en camas separadas.
A veces es KiBum que siempre dice que necesita su momento a solas, a pesar de compartir habitación. A veces KiBum dice que es porque MinHo lo patea por las noches y la sabana que comparten termina en el suelo. Pero MinHo sabe que eso no es cierto, KiBum es el que termina quitándole la sabana y lanzándola a un rincón de la habitación, MinHo siempre se despierta a mitad de la noche, buscando la sabana en la obscuridad y una vez que la encuentra cubrir al rubio con ella. La sonrisa nunca abandona su rostro, sobre todo después de sentir los delgados brazos del rubio en su cintura.
Pero en los días lluviosos, no hay día en que KiBum no se cuele en su cama. El mayor siempre dice que es porque en la cama de MinHo no hay frio y siempre se siente cálido. MinHo sonríe y los cubre a ambos con la sabana.
Los brazos del rubio siempre lo abrazan por la cintura y sus piernas no tardan en entrelazarse. Las caricias en los brazos y costados de KiBum se hacen presentes minutos después y KiBum siempre cierra los ojos, dedicándose a sentir todas esas caricias, que aunque no acepta, siempre le hacen sentir mariposas revoloteando dentro de él.
-¿Tienes frio?-
La pregunta de siempre. Es algo tonto preguntarlo, MinHo lo sabe, pero siempre lo hace por una razón. KiBum asiente con la cabeza y un puchero inconsciente se forma en sus labios. Esa es la razón.
MinHo ama los días lluviosos.
-¿Por qué siempre se siente bien dormir aquí?- MinHo ríe y no puede evitar besar los labios, que puede reclamar como suyos. Si, MinHo es un poco posesivo.
-Es porque soy yo al que abrazas- KiBum rueda los ojos y uno de sus dedos golpea las costillas de MinHo.
MinHo sin duda ama abrazar a KiBum por las noches. Su mano siempre viaja por el brazo de KiBum, su rostro siempre se esconde en los cabellos del rubio y ama sentir el aroma que KiBum desprende, una mezcla perfecta que hace único al rubio.
-Cántame- KiBum siempre lo pide.
MinHo ama que por las noches KiBum deje atrás ese carácter de diva que lo describe. MinHo ama que por las noches KiBum sea él y no Key. Le gusta que la mascara quede atrás y que se muestre tal y como es y solo para él. Porque solo es MinHo él que conoce esa parte de él, la parte infantil y linda, la parte en donde deja todo atrás y le pide que le cante una canción para dormir.
-No sé cantar-
-¡MinHo!- KiBum se queja con un puchero que de nuevo es besado por MinHo. KiBum casi no lo admite, pero a él le gusta la voz de MinHo, para él es una de las mejores voces de SHINee.
-¿Qué quieres que te cante?-
-Lo que quieras-
Y entonces MinHo comienza a cantar una canción en japonés, no sabe por qué, pero esas son sus favoritas. MinHo canta y observa como KiBum cierra los ojos, su cabeza apoyada en su pecho y la respiración que poco a poco se vuelve calmada y suave.
MinHo sigue cantando, a pesar de que su pareja tenga los ojos cerrados, siempre se asegura que KiBum este completamente dormido para terminar de cantar, si lo hace antes KiBum se remueve y le pregunta por qué terminó de cantar. Y no es que le moleste que el rubio este despierto, porque ama cuando sus ojos lo ven con ese brillo especial, pero MinHo también ama verlo dormir.
Cuando KiBum esta completamente dormido, con sus labios entreabiertos y tan incitadores a ser besados, cuando su respiración es suave y sus manos agarradas fuertes de su camisa se aflojan, MinHo deja un ultimo beso en la frente del mayor y cierra los ojos para poder dormir.
La mañana después también es especial para MinHo. Si ellos no tienen agenda, KiBum se permitirá dormir unas horas mas, MinHo siempre se despierta antes. Su vista nunca se aparta de KiBum y sonríe como el tonto enamorado que es.
Le gusta ver a la ventana que aun se encuentra empañada y sentir ese olor a lluvia que deja después. El aire frio es perfecto. Perfecto para abrazar aun más a su pareja, perfecto para cubrirlo con las sabanas que KiBum, como siempre, lanzo al rincón de la habitación.
Después de observar a KiBum por algunos minutos, MinHo cuidadosamente se incorpora, tratando de no despertar a KiBum y se dirige a la cocina por su típico café mañanero. El dormitorio esta en silencio, seguramente los miembros aun duermen.
Una vez que su café esta listo, MinHo se dirige de nuevo a su habitación, porque sabe que KiBum odia despertarse y que él no se encuentre a su lado. No se recuesta y abraza a KiBum, simplemente se sienta en la cama, apoyándose en el respaldo y espera a que su pareja se despierte.
KiBum aun duerme y su rostro hace gestos graciosos, que aunque JongHyun los vea extraño a él se le hacen adorables. A decir verdad a MinHo todo lo que KiBum haga se le hace adorable. El libro que nunca termina de leer se encuentra en la mesita de noche, lo toma para leer aunque sea unas páginas y deja la taza de café en su lugar.
Ni siquiera recuerda en que pagina se quedo, pero tampoco puede hacer nada, KiBum empieza a removerse y MinHo sabe que esta pronto a despertarse.
MinHo ama como los ojos felinos de su pareja se abren con sueño aun. Después de que sus ojos parpadeen un par de veces y que su boca se abra y se cierre una y otra vez, KiBum recuesta su cabeza en el regazo de MinHo.
-Buen día- MinHo enreda sus largos dedos en los cabellos dorados y se inclina para besar la frente de KiBum, murmurando un “buen día” también.
-¿Dormiste bien?- KiBum asiente. Minutos después KiBum se incorpora para ahora recostar su cabeza en el hombro del alto.
-Café- MinHo ríe al ver como los ojos de KiBum brillan, a él también le gusta el café. MinHo toma la taza y toma un poco del café. Sonríe para después besar a KiBum.
Sabe a café y los labios dulces de KiBum le dan un toque único, que a MinHo le encanta. No sabe porque lo hace, pero siempre lo lee en las historias y lo ve en las películas. En las películas los protagonistas lo disfrutan y él, si se trata de los labios del rubio, sin duda lo disfruta.
-Delicioso- murmura, adueñándose una vez más de los labios de su pareja.
A MinHo le gustan las mañanas después de un día lluvioso. Ama besar los labios de su pareja una y otra vez, ama que los brazos de KiBum se enreden en su cuello, ama que las manos recorran el cuerpo del otro y sobre todo ama que los “te amo” se escapen de sus bocas.
A MinHo sin duda le gustan los días lluviosos.