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You seem to need hope por parku

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Notas del capitulo:

DA WOLVES ARE HERE, BITCHES (?) OK, no sé que decir acá e-e

Lamento haber tardado como veinte días en actualizar, pero nosé, tuve un bajo de confianza mezclado con un bloqueo y eso U_U

Gracias a JHS_LCFR, que me beteó este capi :3 Y sin ella, sinceramente no hubiera podido superar ese bloqueo :3 ¡Muchas gracias!

You seem to need hope
Capítulo 26


Mientras Lay apagaba el fuego, yo entré a la carpa que estaba iluminada por una linterna con forma de farol que colgaba del techo. Me saqué el buzo y la remera, quedando con el torso desnudo; y después me recosté en una de las colchonetas que había ahí. Vi como Yixing entraba y cerraba el cierre, que era la "puerta" de la carpa. Se sacó el abrigo que llevaba puesto y, en vez de acostarse a mi lado, lo hizo directamente arriba mío; tapándonos con una de las bolsas de dormir. Apoyó su mentón en mi pecho y enderecé levemente mi cabeza para mirarlo. Me sonrió al tiempo que alzaba su mano derecha para acariciar mi mejilla, haciendo que le sonriera con sinceridad; perdiéndome en su mirada.
- Te noté un poco tenso hoy- comentó en voz baja.
- ¿Sí?- asintió.
- Sí- dio un beso en mi clavícula y volvió a mirarme -Y te aseguro que no tenés por qué estarlo- apoyándose sobre las palmas de sus manos, hizo fuerza para alcanzar mi rostro y unir sus labios con los míos.Sostuve su rostro con mis manos unos segundos, para después llevarlas a los costados de su cabeza y enterrar mis dedos en su pelo, mientras ambos abríamos la boca a la misma vez, para profundizar el beso en perfecta sincronía.
Volvió a recostar su cuerpo sobre el mío, apegándose completamente a mí. Nuestros rostros estaban tan cerca que sentía mis anteojos clavarse en el puente de mi nariz.

Abrí las piernas, dejándole espacio entre ellas, al tiempo que sus labios bajaban por mi mentón y abusaban de mi nuez. Comencé a pasar la yema de mis dedos suavemente por su espalda.
Una de sus manos se coló entre nuestros pegados cuerpos, empezando a acariciar el lado interno de mi muslo con algo de fuerza, llegando cada vez más arriba. Me mordí el labio inferior luego de un suspiro de gusto y, con la pierna que no estaba recibiendo ninguna atención, abracé su cadera, atrayéndolo más a mi cuerpo, si eso era posible.

Si te soy sincero, duele.

- Yixing... esperá- dejé caer mis brazos a mis costados, mientras él dejaba mi cuello y yo movía mi cabeza para evitar mirarlo directamente. Sentí su mano deslizarse por mi pecho hasta alcanzar mi mentón y, delicadamente, hizo que lo mirara. Esta vez directo a los ojos; transmitiéndome un millón de sentimientos y sensaciones simplemente con la mirada. Amor, cariño, comprensión, deseo, admiración, amistad y, muy en el fondo, una pregunta no dicha. Casi un ruego, una necesidad; de él por mí. Y, por qué mentirme, de mí por él.

Pero a la misma vez se siente bien cuando...

Cuando... Para saber cómo terminaba esa oración, tenía que averiguarlo yo mismo. Y una vocecita interna me decía que lo hiciera. Que lo averiguara por mí mismo. Que estaba bien, que confiara en él... Porque él me iba a cuidar, porque él me quería, y yo a él. Porque, sin darme cuenta, él había terminado siendo mi todo. Y estaba dispuesto a lo que fuera por él.

Y, por qué engañarme, Yixing no era el único que quería dar el siguiente paso.

Le sonreí, asintiendo levemente. Una hermosa sonrisa, adornada por un hoyuelo, apareció en su rostro; y alcé mi cabeza para besarlo con la boca abierta, introduciendo mi lengua enseguida y dirigiendo el beso. Sin separar nuestros labios, deslicé mis manos por su espalda hasta el borde de la remera y la levanté hasta sus axilas. Se alejó y, enderezándose tanto como pudo estando adentro de una carpa, se sentó sobre mi entrepierna; comenzando a moverse lentamente mientras se terminaba de sacar la remera.
Tirando mi cabeza para atrás y mordiendo mi labio inferior; me aferré con las uñas a sus muslos. Nos miramos fijamente unos segundos, y él se estiró para apoyar sus palmas a los costados de mi cabeza, profundizando el contacto sin despegar sus ojos de los míos.

Entre besos, fricciones y caricias, ambos quedamos en ropa interior, acalorados y excitados.
- Lu...- susurró Lay contra mi mejilla, después de terminar un beso con un sonoro ruido, mientras su mano estimulaba mi miembro.
- ¿Mmm?- musité con los ojos cerrados, algo frustrado por la interrupción.
- ¿Viste que hoy, en el tren, miré adentro de mi mochila y me reí?- asentí luego de jadear levemente -Me encontré con una nota de Chen y un regalo de su parte- fruncí el ceño y abrí los ojos.
- ¿Sí? Qué bueno- ¿Era necesario que me contara eso en ese momento? Dejó de lado las caricias, recibiendo un bufido frustrado de mi parte, y se estiró para agarrar algo de su mochila -¿No me lo querés mostrar después?- pregunté. Él volvió a acomodarse, sentándose sobre mi abdomen.
- No seas desesperado... ¿Alguna vez te dejé a medias?- me guiñó un ojo. Sentí mi cara enrojecer por la vergüenza, y negué. Intentando fingir que no tenía una molesta erección, hice mi mayor esfuerzo por prestarle atención. Cuanto antes me mostrara lo que sea que quería mostrarme, antes iba a retomar sus besos y atenciones. Me dio un pequeño papel, el cual leí confundido.

"Úsalo bien"

- ¿Qué...? ¿Qué cosa te dice que uses bien?- cuestioné, algo más calmado, mirándolo. Me devolvió la mirada, con cautela y un poco avergonzado.
- Esto- me entregó algo. Lo miré detenidamente, y los colores volvieron a subir a mi cara. Era un pote de lubricante.
- ¿Chen te regaló esto? ¿Te lo dejó con esa nota en la mochila?- asintió. Suspiré, mirando hacia un costado.
- Sí...- murmuró, y volví a concentrarme en su rostro -No te quiero obligar a nada, pero como parecías... no sé... dispuesto, quería que supieras que tenemos esto. Que te va a ayudar a que... no sea tan molesto- comentó, evitando decir que iba a ser doloroso. Algo obvio.
Le sonreí, levantando mi mano para acariciar su mejilla derecha con cariño, llevando la caricia hasta su nuca y haciendo fuerza para atraerlo a mí y besarlo dulcemente.
Captando el mensaje, salió de arriba mío unos segundos para volver a acomodarse en el espacio que le hice entre mis piernas.

Acariciando mi torso lentamente, de manera descendiente, llegó al borde del bóxer; empujando hacia abajo para quitármelo. Volvió a besarme, mientras yo imitaba su acción anterior, y me deshacía de su ropa interior.
Estando ambos desnudos, comenzó a frotarse suavemente contra mí, los dos ahogando los sonidos que rogaban por salir de nuestras gargantas en los labios del otro. Hacía todo lento, como queriendo disfrutar de mi cuerpo, y yo me sentía demasiado bien. Demasiado querido, o más. Entre sonrisas, susurros, besos, suspiros y roces, entendí que estaba esperando a que yo diera alguna señal para dar el siguiente paso.
Avergonzado, hundí mi rostro en el espacio entre su cuello y hombro, y con una mano alcancé el lubricante que estaba al lado nuestro. Lo puse en su mano y le sonreí tímidamente, viendo como me devolvía el gesto y se sentaba sobre sus talones.
Colocó con delicadeza mis piernas abiertas sobre sus muslos, a cada lado de su cuerpo. Vi cómo destapaba el pote de lubricante y se ponía una generosa cantidad en la mano derecha.

*

Sinceramente, había dolido... Pero estaba seguro que podría haber sido mucho peor, de no ser porque Yixing había sido extremadamente dulce y gentil a la hora de prepararme.
Cuando noté que volvía a tomar el lubricante, me arrodillé para sacárselo. Miró confundido cómo esparcía por mis dos manos mucha cantidad de la sustancia y, antes de que pudiera decir algo, lo besé con ganas; mientras pasaba mis manos por su intimidad, llenándola del líquido. Me mordió el labio inferior, y yo lamí el suyo superior. Me alejé y me volví a recostar, volviendo a dejarle espacio para que se colocara entre mis piernas.

Se acomodó, apoyando sus codos a los costados de mi cabeza, y besó mis labios con dulzura mientras sentía como entraba lento pero firme en mí.
Me separé del beso con un gemido de dolor, y no pude evitar que una solitaria lágrima cayera. El dolor era considerable. Quemaba, ardía; era un tipo de dolor que nunca había experimentado. Pero mi corazón no latía fuerte solamente por eso, o por la excitación. Si no que también, la sensación de estar así con Yixing, me llenaba el pecho de tal manera que me costaba respirar.
Hice el mejor intento de sonrisa, viendo en su expresión como estaba resistiéndose a moverse; mordiendo su labio inferior.
- Perdón- susurró, secando la lágrima que había caído con su mano, manteniéndola ahí después, para crear una caricia en mi mejilla.
- No te... disculpes- respondí con dificultad, intentando relajarme y acostumbrarme al tamaño de Yixing. Le acaricié el pelo, tirándolo para atrás y luego su rostro, sin cortar el contacto visual. Lo besé, al tiempo que mis manos viajaban por su espalda, bajando hasta su trasero y, agarrándolo de ahí, lo atraje más a mí; logrando robarle un gemido. A pesar de sentirme bien por conseguir que él disfrutara; fruncí levemente el ceño unos segundos por la molestia, que ya era bastante tolerable. Volví a hacer presión con mis manos, diciéndole sin palabras que podía moverse.
Sin despegar sus ojos de los míos, y sin alejar nuestros labios, comenzó con un lento vaivén.

No hicieron falta palabras. Actuábamos por instinto, como si el cuerpo ajeno fuera el propio, y supiéramos exactamente dónde y cómo tocar. Como si lleváramos años haciendo eso. El calor; los sonidos; el placer; sentir alguna rama, que había quedado olvidada debajo de la carpa, clavándose en mi espalda; la suave piel de Yixing contra la mía. Sus besos, la forma en que me miraba, como viendo directo en mi alma. La manera protectora en que me abrazaba y gemía directo en mi oído, al tiempo que yo abusaba del punto sensible en su oreja. Su lengua en mi cuello y sus manos en mi cuerpo, que no se quedaban quietas mientras sus embestidas se volvían más frenéticas. Mis propios sonidos, que no sabía que podía llegar a emitir. Todo era una combinación perfecta para hacer del momento unos de los mejores que habíamos compartido.
Mirando a sus ojos, pude sentir mi pecho inflarse. Lo amo, pensé. Te amo. Sin embargo, al momento de terminar, salió de mis labios su nombre, seguido de las palabras “Te quiero”. Ambos sonriendo al notar que habíamos dicho lo mismo a la misma vez. Unas estocadas más y Yixing terminó, dejándose caer arriba mío. Nos mantuvimos de esa manera unos segundos: él con su cabeza apoyada en mi pecho y yo abrazándolo y acariciando su pelo.

*


Un aullido se escuchó a lo lejos, y volví a recordar el miedo que había tenido afuera de la carpa.
- ¡Jacob!- exclamé en un susurro. Lay rió, y se despegó de mi pecho para poder besarme, y callarme, al tiempo que finalmente se deslizaba fuera de mi cuerpo, haciéndome soltar un quejido de la impresión.
- No está Jacob...- comentó mientras se sentaba y buscaba algo en su mochila. Yo seguía acostado, no muy seguro de poder moverme -Y, si llegara a estarlo, de seguro estaría traumado por los ruidos que hicimos... Se debe morir de ganas, ya que no puede hacerlo por estar atado a una nena.
- ¿Fanático de Crepúsculo?- cuestioné, divertido por que supiera tanto. Me apoyé en mis codos.
- No en realidad... Pero vi las películas- me sonrió, volviendo a colocarse de frente a mí, empezando a limpiar mi abdomen con un pañuelo descartable. Al terminar, hizo lo mismo con el suyo -¿Querés... que te limpie atrás también?- preguntó inseguro.
- ¡No! Yo lo hago- informé, avergonzado.

*


Ya limpios, y con los bóxer de nuevo en su lugar, nos acostamos abrazados y tapados con las bolsas de dormir, mirando el techo de la carpa.
- ¿Sabés?- comenzó a hablar -Es la primera vez que lo hago con sentimientos verdaderos- murmuró. Lo miré, sonriendo bobamente, y me estiré para besarlo.
- ¿Y cómo fue?- quise saber, sin apartar mis ojos de él.
- Lo mejor que sentí... Y no hablo sólo del placer físico- sonriendo, me dio un tierno beso en la punta de la nariz.
- Yo... Me sentí igual. Sentía... que el pecho me iba a estallar de tantas emociones y sensaciones- confesé -Perdón si no estuve muy participativo, pero para ser sincero, estaba muy nervioso.
- No te preocupes por esas cosas. Te digo la verdad, fue lo mejor que sentí- empezó a hacer cuchi cuchi en mi pelo. Me relajé, apoyando mi cabeza en su pecho -Además, tenemos mucho tiempo por delante en el que vas a poder estar más participativo; e incluso, si te animas, dominar el encuentro- bostezó. Abrí mis ojos grande. ¿Había dicho que yo iba a poder hacer de activo? Nunca me hubiera imaginado que él iba a tirar la idea por su cuenta. Sin saber qué responder, me abracé más a él con los brazos, y una de mis piernas sobre las suyas; dispuesto a dormir -¿No te molestaron los anteojos?- preguntó unos minutos después, ya que en ningún momento me los había quitado.
- No...- acarició mi cuello con su dedo pulgar -Quería ver bien todo... Por eso no me los saqué- susurré, sonrojándome, y me tapé la cara con la mano por la vergüenza. Su pecho vibró bajo mi rostro cuando dejó escapar una leve risita.
- Qué lindo- comentó, con su mano en mi mentón, me hizo levantar la cabeza con suavidad para besarme por un largo rato.



***

 




Me desperté con el sonido de un celular. Con los ojos entrecerrados por el sueño, vi como Lay se sentaba sobresaltado y tomaba su teléfono.
- ¿Hola?- habló con voz ronca -Chen, esperá un segundo- bostezó, y se puso su pantalón rápidamente. Giró para mirarme y, al ver que yo estaba despierto, se inclinó y me dio un casto beso -Buenos días- susurró -Ya vengo- agregó antes de salir de la carpa.
- Buenos días- respondí tardíamente, escuchando como hablaba con su mejor amigo mientras se alejaba. Me quedé un rato acostado, esperando a que regresara. Cuando cerré mis ojos, para intentar volver a dormir, mi celular comenzó a sonar. Lo atendí al ver que era XiuMin el que estaba llamando -¡XiuMin!
- Holaa, ¿Cómo estás? ¿Dónde están? ¿Cómo la están pasando?- preguntó todo rápido, sin darme tiempo a contestar. Me reí.
- Emm... Bien, en un camping, y muy bien... ¿Respondí todo?- cuestioné, intentando recordar todas sus preguntas.
- Sip. Me alegro por ustedes- escuché como masticaba algo. Sonreí divertido al notar que estaba comiendo mientras hablaba conmigo.
- ¿Y ustedes? ¿Cuál era la sorpresa de Chen?- me froté los ojos con una mano.
- Este... Después te cuento- respondió inseguro. Fruncí el ceño -¡Chen! ¡Vení!- exclamó en mi oído.
- ¡No grites!- le pedí.
- Perdón... Tengo que decirte algo, y espero que no te enojes- susurró.
- ¿Qué cosa?
- No sé cómo decirlo, pero la sorpr...- no terminó de hablar. En su lugar, un grito, claramente de él, y ruido de agua se oyó. Justo después de eso, se cortó la comunicación. Miré mi celular preocupado. Algo le había pasado, tenía que volver para asegurarme que estuviera bien.
Me senté, apretando mis dientes unos segundos ante la repentina molestia en mi parte baja. Comencé a guardar las cosas de manera desordenada en las mochilas.

- ¿Qué hacés?- preguntó Lay, entrando a la carpa. Se puso una remera que rescató antes de que yo terminara de guardar.
- Algo le pasó a XiuMin. Recién me llamó, estaba por decirme algo y de golpe gritó y se escuchó ruido de agua. Tenemos que volver- le informé, poniéndome un pantalón y luego una remera.
- No, esperá...- me tomó de las manos, impidiendo que siguiera ordenando.
- ¿Qué pasa?- lo miré impaciente.
- XiuMin está bien, no te preocupes- me despeinó con cariño.
- ¿Qué te lo asegura? ¿Y si se cayó de la bañera y se abrió la cabeza?- dije alarmado ante esa nueva idea.
- No seas exagerado- pidió, viéndome salir de la carpa y ponerme las zapatillas.
- No lo soy... Vestite, Xing.
- No volvamos, te digo que está bien- salió después que yo y me abrazó -Chen me dijo que se cayó a la pileta- susurró, para después depositar un sonoro beso en mi cuello. Me separé de él, confundido.
- ¿Qué pileta? En su casa no tienen pileta...- comenté. Miré a Lay, que me devolvía la mirada con culpa. Repasé en mi cabeza el día anterior. Yixing había llegado de la nada, y me había arrastrado al tren. Yo había notado que él no sabía a dónde íbamos, como si no hubiera tenido un plan en realidad. Tengo que decirte algo, y espero que no te enojes. No sé cómo decirlo, pero la sorpr..., recordé que había dicho XiuMin al teléfono. Algo hizo click en mi cabeza. Lay se mordió el labio inferior, nervioso -Están en mi casa, ¿No?

Notas finales:

Espero que les haya gustado y que me puedan dejar sus comentarios ya que, últimamente, no estoy pudiendo saber lo que piensan tanto como antes. Y, como se acerca el final, quiero saber que les está pareciendo :3

Y se lo montó salvajemente. Fin. Para vos, Bedu ;D

Lo de Jacob va para Pandapon~

 

Todas/os ustedes son lo más y me hacen re filiz. -Henryteamo-

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Parku~


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