-Vegeta, mas te valdría ser amable con tu nuevo profesor- decía por enésima vez el rey a su rebelde hijo, con quien se entrevistaba en la lujosa oficina de la mansión, Goku esperaba afuera, en la sala, tras el frío recibimiento de aquel que seria su alumno, sin imaginarse siquiera de que hablarían padre e hijo…
-No se me antoja ser amable de acuerdo? Ya bastante he tenido con toda la sarta de insectos inútiles y estupidos que has elegido para ser mis profesores como para encima soportar a uno mas- dijo Vegeta cruzado de brazos y dándole la espalda a su padre…
-Jovencito no olvides con quien estas hablando!- reprochó el Rey duramente, sentado detrás del escritorio de su oficina y contemplando a su joven hijo que yacía parado frente a él…
-Como si pudiera olvidarlo- replicó Vegeta con amargura, -Hablo con el cobarde que permitió que exterminaran a todo su planeta y destruyeran su raza-
El rostro del Rey se ensombreció ante ese ultimo comentario, adquiriendo un aspecto casi amenazador –No fue mi culpa que nuestro planeta fuera destruido- intento explicarle a su hijo por milésima vez, pero Vegeta no lo escuchaba.
-Puede ser que no- replicó el joven con algo de sarcasmo –Pero de algo que si eres culpable es de haber venido como un gusano a implorar la ayuda de los terrícolas cuando hubiéramos podido dominarlos tan fácilmente y apoderarnos de su inmundo planeta-
-No lo entiendes Vegeta… No hubiera servido de nada hacer eso, Freezer se hubiera enterado y hubiera venido por nosotros, lo mejor que podíamos hacer era pasar desapercibidos…- dijo el Rey suavemente, pero Vegeta se rió del con desprecio…
-Y es posible que acaso tu magnifico plan implicara convertirnos en los perros guardianes de estos inmundos terrícolas?- insistió Vegeta, lleno de odio…
-Nosotros no somos lo perros guardianes de nadie!- exploto el rey con furia, harto de los cuestionamientos de su hijo –Prometimos al Rey de la tierra que protegeríamos su planeta de invasores alienígenas a cambio de todo esto que hoy tenemos! A cambio de volver a vivir como la realeza que somos! Y a cambio de que nuestra existencia permaneciera en secreto!!-
-Mejor hubiera sido la muerte…- susurro Vegeta cerrando los ojos y apretando la mandíbula con fuerza, acto seguido salio precipitadamente de la oficina de su padre, con su orgullo ultrajado como siempre. Siempre que tocaba aquel tema con su padre terminaba hiriendo su orgullo, estaba harto de vivir en secreto, estaba cansado de no poder ser reconocido como quien en verdad era, el príncipe de la raza mas poderosa de todo el universo! Pero su padre algún día se arrepentiría por todo esto, eso podía jurarlo por su vida…
Cuando salio de la oficina se tropezó con aquel insignificante profesor de cuarta el cual se veía sucio y lleno de barro, Vegeta nisiquiera le dirigió la palabra, por el estado de sus ropas y la pobre maleta que traía se notaba que incluso entre los cánones terrícolas debía ser basura, pero para el no seria mas que un insecto molesto al cual planeaba despreciar tanto que lo obligaría irse por propia voluntad, tal y como hacia con todos los profesores que su padre le ponía para obligarlo a aprender todas aquellas babosadas terrícolas, que rayos le importaban a el, un príncipe saiyajin, la literatura y la historia tan ridículas de aquel planeta mediocre? Sin embargo el Rey insistía con que era necesario…
-Vegeta, al fin le encuentro, creo que deberíamos presentarnos adecuadamente y…- dijo Goku, Vegeta se quedo inmóvil al escuchar a ese insecto llamarlo por su real nombre, lo mínimo que podía hacer era decirle “Milord” o “Mi príncipe”, pero no, he aquí que la basura humana lo trataba como si fuera un igual…
-Tal vez le di una mala impresión por mis ropas, pero hoy llovió y…-
-No me interesa- gruño Vegeta – lo mejor que podrías hacer seria marcharte insecto-
Y dicho esto el príncipe salio muy orgulloso de la sala, dejando a Goku boquiabierto…
“Vaya… se nota que a este muchacho por mas príncipe que sea no le han enseñado ni la mas minima noción de los modales… Ya veo que será un fastidio ser su profesor” pensó Goku con bastante desanimo, comenzando a arrepentirse de su alocada decisión de seguir al extraño elegante al cual había ayudado…
A los dos minutos el Rey salio de su oficina, y puso una mano sobre el hombro de Goku…
-Se que ahora el trabajo le parecerá difícil Son Goku, pero en el fondo mi hijo es un chico bueno- dijo el Rey a modo de disculpa, Goku no creyó mucho en esa ultima afirmación, se notaba que el arrogante principito era un ser déspota y orgulloso, pero Goku no se sentía especialmente sorprendido por eso, siempre había tenido la idea de que cuanto mas alta era la clase de una persona, mas lejano era su corazón al de un simple humano, como si el poseer tantos bienes y riquezas conllevara un costo y ese costo fuera el propio corazón, por eso mismo muchas veces se había sentido dichoso de ser una persona de clase baja y libre, prefería una libertad llena de lodo, como estaba su traje ahora y no una jaula dorada donde lo tuviera todo pero de la cual no pudiera salir…
-De momento permítame enseñarle el cuarto de estudios- dijo el Rey de nuevo con esa aire pomposo que lo caracterizaba, Goku se dejo conducir en silencio por toda la enorme mansión, intentando controlar sus reacciones ya que a cada paso veía un objeto mas caro y lujoso que el anterior… Y sin embargo, la mano del Rey, tan calida, aun seguía apoyada sobre su hombro...
El contacto era agradable, cercano, como si al Rey no le importara lo sucio de sus ropas ni su condición inferior, como si fuera una de esas extrañas excepciones en las cuales los bienes materiales son proporcionales a la grandeza del corazón, se sintió a gusto junto a el, incluso aunque recién lo conocía… Mientras caminaban Goku lo miraba de reojo, en verdad el Rey era un hombre muy guapo, idéntico a su hijo a excepción de que el Rey llevaba barba, una barba de candado que en cierto modo lo hacia mas guapo, mas… interesante… Goku se mordió los labios inconcientemente, ¿Qué rayos pensaba? Una cosa era que el Rey fuera amable con el, y otra bien distinta era que el aspirara a algo mas que un simple trato cordial…
“Seguro que me trata con tanta amabilidad por que tiene miedo de que decida irme de aquí, seguro su hijo es tan rebelde y detestable que espanto a todos los profesores y yo soy ultimo recurso… no debo hacerme ilusiones…” pensó Goku mientras una parte de el deseaba que el rey quitara la mano de su hombro y otra parte deseaba que la dejara… “Lo malo de mi personalidad es que me ilusiono muy pronto, y me enamoro muy fácil… pero no esta vez… no volveré a arruinar ningún trabajo por dejarme llevar por la pasión” se prometió el profesor así mismo, aunque de pronto a su mente acudieron imágenes del príncipe... El muchacho era muy guapo pero...
Pero el ya se había metido con un adolescente y su vida había ido en picada, por culpa de eso lo habían echado de su antiguo empleo y se había ganado reputación de depravado, reputación que deseaba que el Rey jamás descubriera…
-Bien Son Goku, llegamos- dijo el Rey en ese momento sin abandonar su lujosa manera de hablar, y haciendo que Goku regresara de las nubes por las que divagaba su pensamiento…
El rey abrió unas puertas de roble enormes y quedo ante la vista de ambos el desorbitante “Cuarto de Estudios”, solo aquella habitación era al menos tres veces mas grande que el departamento en el cual viviera Goku, los pisos estaban ricamente alfombrados con alfombras de tonos azules dorados y rojos que debían valer una fortuna, un elegante escritorio yacía en medio de la habitación detrás del cual había una enorme pizarra de color verde que ocupaba casi toda una pared, a un costado una computadora de la mas alta tecnología y frente al elegante escritorio, una mesita baja también de roble con una elegante silla acojinada…
Pero todo esto no fue lo que sorprendió a Goku, nisiquiera la enorme araña de cristal similar a la de la entrada que había allí también, si no la exuberante cantidad de libros que invadían el cuarto de estudios…
Todas las paredes, excepto aquella ocupada por la pizarra, eran altísimas estanterías llenas de libros, tanto que el lugar parecía una enorme biblioteca…
-Espero que este material sea suficiente para la educación de mi hijo- dijo el Rey con sencillez.
-Es mas que suficiente- dijo Goku con asombro en la voz… jamás había visto nada similar a aquello, nisiquiera en la biblioteca de la escuela donde antes había trabajado…
-Me alegro, por cierto Son Goku, tiene otros conocimientos además de su titulo de profesor de literatura?- pregunto el Rey con la mirada perdida en algún punto del elegante cuarto de estudios…
-Ehhh, pues si, no solo soy profesor de literatura, si no también de ciencias y de matemática, pero hace bastante tiempo que no ejerzo esos conocimientos…- dijo Goku con modestia, el Rey sonrío un poco –Sin duda es usted un muy buen profesor Son Goku, y esas son justamente las materias que deseo que mi hijo aprenda…-
Goku asintió en silencio, el Rey parecía sumamente satisfecho con el…
-Bueno ahora que ya vio el cuarto de estudio, le mostrare el cuarto donde dormirá-
Goku lo miro incrédulo… -¿Viviré aquí?- pregunto lleno de sorpresa, y el Rey pareció sorprenderse de la propia sorpresa de Goku –Por supuesto, todos los profesores vivían aquí, es lo mas conveniente, espero que no tenga ningún reparo en eso…-
-Por supuesto que no- respondió Goku rápidamente, sin poder creerse su suerte, ahora no solo no debería preocuparse mas de conseguir un empleo si no que también tendría casa y comida aseguradas…
-Bien, le mostrare su habitación entonces- el Rey cerro las puertas de la sala de estudio y guío de nuevo al profesor através de los interminables pasillos y escaleras de la mansión, hasta otras puertas también de roble y elegantes…
Las abrió y esta vez la expresión de sorpresa de Goku no fue capaz de contenerse…
-Ohh!!-
- Se que no es mucho pero es la habitación del profesor anterior, los armarios están bien surtidos de ropa y zapatos, así que si lo desea puede cambiarse- dijo el Rey con una leve sonrisa…
Que no era suficiente?? Pensaba Goku, esa era la habitación mas lujosa que jamás viera, era enorme, con una cama doble que en realidad parecía triple y una ventana que daba al jardín, por la cual entraba el delicioso aroma de los árboles de Sakura en flor… todo el cuarto estaba pintado de colores claros lo que hacia que se viera aun mas grande…
-Es… es perfecta… muchísimas gracias Milord…- Goku inconcientemente le había dado el nombre que el joven príncipe había esperado recibir antes, y así seria siempre…
El rey volvió a sonreír esta vez con más calidez…
-Bien Son Goku, lo dejare para que se cambie y en una hora se servirá la cena en el salón principal y para mi seria todo un placer que nos acompañara…- dicho esto el rey salio de la habitación dejando solo a Goku quien se dedico a contemplar todo con admiración…
Finalmente se decidió a abrir el enorme ropero y cual no fue su sorpresa al verlo lleno de finos y elegantes trajes de diseñador, y zapatos lustrosos, selecciono uno discreto y sobrio y lo dispuso sobre la gran cama, justo a su lado estaba el cuarto de baño y entro en el para darse un rápido baño y comenzar a prepararse para la cena de aquella noche, motivo por el cual se sentía repentinamente nervioso…
Mientras tanto el Rey escuchaba sus movimientos dentro de la habitación con una sonrisa extraña… Aquel era el hijo de Bardock… no tenia ni la mas minima duda…
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Una vez listo el profesor decidió salir de la habitación, y comenzó a caminar por el pasillo, aunque ciertamente no estaba nada seguro de por donde habían venido…
“En una hora en la sala principal me dijo… pero… donde estaba la sala principal?- pensaba Goku mientras caminaba totalmente perdido en el interior de la mansión…
Atravesó un enorme salón despoblado que le recordaba a los antiguos salones de bailes de los que solo había leído en novelas de hacia doscientos años, el eco de sus pasos era intimidante y aunque no recordaba haber pasado antes por allí, siguió su camino…
Finalmente termino llegando a una cocina en la que no parecía haber nadie…
Pero entonces un ruido le llego desde donde estaba el refrigerador, allí a un costado, se inclinaba Vegeta, dándole la espalda, no parecía haberlo escuchado llegar…
El príncipe tenia en la mano una cuchara y atacaba un enorme balde de helado de fresa del cual comía como si su vida dependiera de ello, y ensuciándose toda la boca sin importante nada…
Goku se quedo viéndolo con la boca abierta, esa manera de comer era peor que la suya propia!!!
-ejem!- tosió el profesor, para que el príncipe se diera cuenta de que era observado y defendiera lo poco que le quedaba de orgullo…
Vegeta se envaro y soltó la cuchara, pero como el príncipe que era aparento absoluta normalidad y guardo el balde de helado de vuelta en el refrigerador…
-Que haces aquí insecto??- gruño mirándolo lleno de ira y con la cara llena de helado, Goku intentaba contener la risa pero no estaba seguro de por cuanto tiempo lo lograría…
-Tiene helado en la cara Vegeta- dijo sin poder borrar su sonrisa, Vegeta le lanzo una mirada asesina, no solo le decía su nombre a secas si no que también lo humillaba diciéndole que estaba lleno de helado…
-Ya lo se, pero si es mi gusto andar así no tienes por que meterte- replico el príncipe furioso, y Goku se tuvo que morder la lengua para no decirle lo estupida y ridículamente orgulloso que estaba siendo…
-Me he perdido- dijo en cambio el profesor – Su padre el Rey me dijo que fuera a la sala principal para cenar con ustedes.-
Vegeta lo miro como al insecto de la peor clase…
-Sígueme- dijo al fin el orgulloso príncipe – pero a una buena distancia, ¿esta claro?-
Goku asintió en silencio y siguió al príncipe al cual vio limpiarse la boca discretamente…
Finalmente ambos llegaron juntos a la sala, donde el rey ya los esperaba sentado en la cabecera de la mesa…
pareció alegrarse de verlos llegar juntos y los saludo a ambos pero Vegeta no respondió y se sentó del lado opuesto de la mesa…
Goku le lanzo una mirada extraña, aquel jovencito era insolente incluso con su propio padre…
Los sirvientes trajeron la comida, pero Vegeta no probo bocado, seguía cruzado de brazos con la mandíbula encajada, dispuesto a hacer notar su molestia a toda costa…
-Por que no comes hijo?- pregunto al fin el rey, devorando con delicadeza un platillo exquisito tras otro, en tanto Goku intentaba contenerse para no comer como bestia, ya que jamás había probado tales platos finos como los que ahora disponían ante el…
-La verdad no tengo hambre- respondió el príncipe secamente.
“No me sorprende con todo el helado que te comiste” pensó Goku intentando contener la risa y la extraña sensación que le provocaba haber descubierto uno de los gustos de aquel joven al cual apenas conocía y que le cayera tan mal…
-De acuerdo Vegeta, entonces ya puedes irte a tu cuarto- dijo el padre con amabilidad, Vegeta no necesito nada mas para levantarse y marcharse de allí sin responder a los saludos de Goku…
-De nuevo me disculpo por la actitud de mi hijo- dijo el Rey algo apenado y Goku sacudió la cabeza en señal de que no debía preocuparse…
Terminada la cena ambos hombres se despidieron, y el Rey le dijo a Goku los horarios de la mansión.
-El desayuno es a las ocho de la mañana, luego Vegeta le estará esperando en el salón de estudios donde trabajara usted hasta las 12:45hs momento en el cual tomaran el almuerzo para luego retomar los estudios desde las 13:15hs hasta las 17hs que es el horario en el que se sirve el té, luego de eso estará usted libre para hacer lo que le plazca, aunque me gustaría que cenara todas las noches con nosotros-
Goku asintió algo mareado a las indicaciones del Rey, rezando por acordarse de todo, y finalmente ambos se despidieron y se marcharon a sus respectivas habitaciones…
Pero el rey esa noche no pudo dormir bien… las pesadillas y los sueños mezclados con recuerdos lo acosaban… Bardock… el hijo de Bardock estaba allí en su casa…
Y como si toda aquella realidad que ahora el vivía no fuera mas que un espejismo, el Rey retrocedió en su mente 15 años atrás… hasta el final de su planeta Vegita…
FLASH BACK
Todo era un caos en Vegita, el cielo estaba teñido de rojo y la tierra temblaba con fuerza, el palacio del Rey ya no era mas que una ruina y el propio Rey corría alejándose de el con un pequeño niño en brazos que no dejaba de llorar…
-Shhh Vegeta Shhhh- decía el rey muy nervioso…
debía llegar a la pista de despegue de la nave lo antes posible y cuando a duras penas había logrado llegar allí se había tropezado con Bardock, que operaba una de las pequeñas naves en forma de pelota donde los saiyans solian viajar…
-Planeabas escapar solo!!- había exclamado el Rey furioso, mirando a Bardock con desprecio…
-No!!- había exclamado Bardock como única respuesta, pero el Rey no le creía
-Siempre supe que eras escoria de clase baja! Pero nunca te imagine un cobarde!- había gritado el rey con gran ira…-además todo esto es por tu culpa!!-
Bardock había aceptado todas aquellas palabras en silencio pero sus ojos estaban enrojecidos…
-Entra en la nave Vegeta- le había dicho con hilo de voz mientras el mundo temblaba y parecía abrirse en dos…
-Que?- había alcanzado a preguntar el rey sorprendido…
-ENTRA EN LA NAVE!- grito Bardock con un tono de voz que el rey jamás le había escuchado…
Sumisamente el Rey entro con el pequeño príncipe Vegeta aun entre sus brazos, al verlo allí dentro Bardock soltó un suspiro de alivio…
-Las coordenadas están fijadas para el planeta tierra… Busca a mi hijo Kakarotto… y dile quien es… Y cuida mucho del pequeño Vegeta… Adiós… Mi rey…-
Solo entonces el rey había comprendido que era lo que estaba haciendo su soldado –no espera!!!- había gritado el rey, pero ya era demasiado tarde… Bardock había cerrado la puerta de la nave y se había marchado solo para enfrentar a Freezer, pero Vegeta sabia que no tenia oportunidad alguna… y Bardock también lo sabia, pero entretendría al emperador del universo el tiempo suficiente hasta que el Rey y el príncipe estuvieran a salvo…
El Rey Vegeta no pudo hacer nada más, y mientras la nave se alejaba a toda velocidad del agonizante planeta, pudo observar con toda claridad como Vegita explotaba, haciéndose añicos que solo fulguraron por un instante en la inmensa vacuidad del negro universo hasta desaparecer… Junto con Bardock… Junto con todo…
FIN DEL FLASH BACK
Los ojos del rey se había llenado de lagrimas mientras recordaba esto, a medias despierto, a medias dormido en su enorme y frío lecho… cumpliría la promesa que le había echo a Bardock, y entonces finalmente Goku sabría quien era en realidad…
-Te encontré Kakarotto… al fin te encontré- susurro el Rey antes de volver a dormirse…
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Goku por otro lado no podía pegar un ojo en su lujosa habitación…
Mañana comenzaría a enseñar al berrinchudo principito hijo del Rey al cual comenzaba a admirar… y solo podía preguntarse una cosa… ¿Cómo resultaría todo aquello?