Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Andrógino por Hacchiko

[Reviews - 175]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Muchisimas, muchisimas, muchisimas gracias a todos los que leyeron -esperaron- y comentaron, en verdad, soy muy feliz, mis pequeños solecitos llenos de alegría (?)!


Quiero agradecerles especialmente a:


 


 


Elfka


Sr Dark -aunque olvidé ponerle en la respuesta, me dejó con curiosidad.. Sr Dark es hombre? osea que tengo un fan hombre? o será que el nombre significa algo como Sabadito Risitas Darks? jum... me gustaría una respuesta, ojalá Sr Dark lea esto.-


YuuMinnie


ggaabbyy22 -me encanta tu nick, pero sabes cuanto tardaría yo si hiciera eso? es decir, hhaacccchhiikkoo pff! hueva para mi, pero shilo para ti ;D


uzumyhikari


Sou-Tan


 


 


Muchas gracias a todos! Y otra cosita, a los que les prometí publicar antes de las dos semanas, cumplí esta vez, pero parece ser que será la única asegurada, pues en verdad si necesito las dos semanas para escribir algo coherente y aceptable, por lo tanto, me disculpo, en serio, lo bueno es que, pude cumplirles, y con eso, estoy satisfecha. Muchas gracias.


 


Sin más que aclarar, espero que les guste.

Andrógino

Semana 1, día 5; Filmando primer episodio.

Capítulo 4: Ki Bum.

 

 

 

Apartamento de SHINee; 08:12 a.m.

 

 

Dos  días habían transcurrido, pero a cada minuto que pasaba, más detalles conocían de Tae, lo cual era bastante emocionante para ellos.

 

 

Decir que era fanática de Michael Jackson era poco, se sabía todos  los pasos de cada baile que él había lanzado y la letra de la mayoría de sus canciones, a pesar de tener un pésimo acento inglés. También había demostrado tener un talento especial para la música, a pesar de mostrarles solo un poco de lo que podía hacer, ya que, como siempre llevaba vestido, no podía moverse libremente por el miedo de que su falda se levantara, además de no estar acostumbrada a usar ese estilo de prendas.

 

 

Otro detalle suyo, era que, siendo exageradamente torpe y despistada, al nivel de perder todo lo que caía en sus diminutas manos, era misteriosamente inteligente. Siempre encontraba algo con que burlarse indirectamente de ellos. ¿Cómo? Simple. Cuando ellos hallaban la luz al final de la cueva, ella se los tapaba con su dedo, haciéndolos dudar. Si ella les daba una pista sin querer, al instante les decía algo que alteraba toda idea en su cabeza.

 

 

Por ejemplo, un día antes, Key le dijo que demostrara sus habilidades, después de todo, si estaba ahí, era porque tenía alguna cualidad especial, ¿cierto? Ahí fue cuando todos descubrieron un detallito insignificante: Tae no hizo ninguna audición, de hecho, fue elegida por su apariencia. Ese dato hizo enfadar a Key, ¿cómo era posible que aceptaran a una simple niña andrógina sin saber si tiene alguna especialidad solo por tener una cara bonita?

 

 

Jong Hyun insistió que demostrara si tenía algo en especial, cantar, bailar, actuar, pintar, dibujar, escribir, componer... algo. Ella dijo que amaba bailar, pero se negó rotundamente a mostrarles, ya que, como les había dicho antes, no estaba acostumbrada a usar vestido. Luego agregó que también le gustaba cantar, pero que le daba mucha pena, pues no podía mantener las notas altas. Esas fueron dos importantes pistas, que no dudaron en usar en su ventaja, gritando emocionados “¡Eres un hombre!” mientras empezaban a brincar. Pero la chica solo se quedó parada ahí frente a ellos, observando como si hubieran descubierto que el agua tiene oxígeno, o que el verde era la suma del azul y amarillo.

 

 

Ellos notaron que no había sorpresa, felicidad, tristeza, decepción.. ningún sentimiento en el rostro de la chica y preguntaron al respecto, ¿no habían ganado ya? A lo que ella solo respondió “¿están seguros de eso?” y eso fue más que suficiente para destruir todas sus ilusiones.

 

 

Ella era tan inteligente, que daba miedo como lo ocultaba tras esa dulce mirada infantil. ¿Cómo lo hacía? Simplemente, era escalofriante.

 

 

Esa tarde, habían decidido salir a la plaza para ver en qué entretenerse... De acuerdo, fue por capricho de Key, ¿contentos?

 

 

Ki Bum parecía niño en una tienda de juguetes gratis.. o en una dulcería, o tal vez las dos cosas. La felicidad brillaba en su juvenil rostro afeminado, mientras que los demás iban detrás de él, aburridos.

 

 

Tae iba vestida con un (por más increíble que suene) sencillo vestido blanco hasta sus rodillas, de manga larga y pegada, como si se la hubiesen pintado al cuerpo, con una franja amarilla en las orillas de la falda (ligeramente alzada como sus vestidos anteriores) y mangas, sin olvidar la bufanda de rayas amarillas y blancas idéntica a sus medias, unos zapatitos flats* blancos y una enorme flor artificial en su cabeza, de centro amarillo con pétalos blancos (¿de dónde saca tanta ropa? Simple. Del staff).

 

 

Entraban a una tienda, Key se distraía con lo que vendían ahí y los demás, en cuanto notaban que no hubiera algo interesante para ellos salían de ahí.

 

 

Mientras iban caminando, miraban las tiendas simplemente moviendo sus cabezas de lado a lado, contando chistes entre sí o hablando de temas de poca importancia, hasta que Jong Hyun miró un local en específico, sonrió, tomó la mano de Tae diciendo “ven” y ambos entraron.

 

 

A Min Ho le enfadó eso. ¿Quién se creía Jong Hyun que era? Bueno, era su Hyung... ¡pero no tenía derecho a llevarse a Tae así! Le estaba contando algo interesante..

 

 

Inconscientemente, se cruzó de brazos e hizo un puchero frunciendo su ceño, deteniendo sus pasos e ignorando totalmente a Onew y a Key, que ya entraban con los otros dos.

 

 

Al estar dentro, Jin Ki y Ki Bum se fueron a ver lo demás, mientras el trío Jong2Min seguía en el mostrador de vidrio cerca de la entrada, donde además de la caja registradora, había pulseras, anillos, collares y aretes, pero lo que precisamente había llamado la atención de Jong Hyun, la razón por la que ambos estaban frente a la vitrina ligeramente inclinados apoyándose en sus rodillas, era lo que había dentro del mostrador: unos colgantes para celular.

 

 

-Mira, éste me recuerda a ti.

 

 

Murmuró con una sonrisa, señalando con su dedo índice un pequeño colgante para celular con la forma de un moño estilo Minnie Mouse. Tae frunció su ceño ofendida, ¿ésa era la imagen que ellos tenían de ella? Alzó una ceja, como no queriendo creer lo que su mente quería decirle, y giró lentamente su rostro para ver a su... ¿Oppa? ¿Hyung?

 

 

Si así iban a jugar, ella no se quedaría atrás. Volvió a ver los colgantes y encontró uno en especial que parecía gritar “¡JONG HYUN!”. Sonrió traviesa.

 

 

-Ése me recuerda a ti.

 

 

Él siguió con su vista para identificar al que se refería y al verlo hizo un puchero, provocando risas en ella. Era un pequeño amuleto, no mayor al tamaño de su meñique, con forma de un dinosaurio T-REX, verde con ojos grandes. Parecía la versión en miniatura de un juguete, lo cual era adorable desde el punto de vista de Tae.

 

 

-Oye, eso no es gracioso. Más respeto a tu Oppa.

 

 

-¿Cómo sabes que eres mi Oppa?

 

 

Preguntó con seguridad, alzando ambas cejas, creando dudas en el cerebro del otro, que se quedó mudo. Ella solo rió un poco más antes de levantarse y salir de ahí. Él se levantó también, pero se quedó observando los colgantes.

 

 

Menos de un minuto pasó cuando la criatura, ya en la salida, escuchó la voz de Jong Hyun, diciéndole que le esperara. Aquello le dio curiosidad y volteó justo en el momento para ver cómo se acercaba corriendo mientras ocultaba algo en su espalda sonriendo emocionado.

 

 

-Cierra los ojos y dame tus manos.

 

 

Ella obedeció dudosa, y sintió algo ligeramente frío pero pequeño entre ellas. Frunció su ceño y miró el diminuto objeto con un puchero, notando al instante que se trataba del colgante Rex. Levantó su mirada sin entender.

 

 

-Es para que me recuerdes.

 

 

Sonrió y le dio las gracias, siendo observaba desde dentro por una diva furiosa, que ignoraba sin querer, los comentarios de su Hyung sobre lo bonita que era la muchacha de la caja registradora.

 

 

Ki Bum tenía sus brazos cruzados, su ceño fruncido y su cara a punto de arder en el rojo vivo. ¿Cómo se atrevía ese Jong Hyun a consentirla? Se sentía colérico, triste, decepcionado, traicionado, y sin duda alguna, olvidado. Era como si le hubiese sustituido por una niña que apenas conocía unos días atrás.

 

 

Quería ir corriendo y ponerse entre ellos dos para separarlos, encargarse de que esa mocosa ni se ilusionara con la presencia de su Puppy, pero la realidad era otra. No podía, eso sería admitir abiertamente que él sentía algo más fuerte que una amistad por su Hyung y no, Ki Bum no era gay, para nada, en absoluto.

 

 

No importaba lo mucho que quisiera estar al lado de Jong Hyun, lo mucho que quisiera abrazarle, o besarle, dedicarle palabras cariñosas sin ser juzgado o aunque sea, tomar de su mano, con eso sería inmensamente feliz, juraría que nada lo derrumbaría. NADA.

 

 

Es cierto, ambos bromeaban y de vez en cuando se abrazaban o se tomaban de las manos y estaban a una distancia peligrosamente corta, pero no era lo mismo, no. Ki Bum quería algo serio, una relación real donde Kim Jong Hyun le jurase amor, por su personalidad, por su físico, por su forma de pensar, su forma de vestir, sus caprichos, sus berrinches... por todo, de la misma manera que Kim Ki Bum le amaba en secreto.. no, espera, ¿qué? No, esperen.. No, olvida eso... Key es totalmente heterosexual y nada lo cambiará, nada, nada, NADA..

 

 

-¡Key!

 

 

El castaño claro se sobresaltó, parpadeó repetidamente y miró a Onew, que era quién le hablaba desde hacía varios minutos, al parecer, se concentró tanto en sus propias ideas que se le olvidó donde estaba.

 

 

Cada vez era más común que se sumiera de más en sus pensamientos, llegando casi siempre a la misma conclusión: amaba a Jong Hyun, pero algo en su mente se lo negaba totalmente, no quería, no podía, eso era imposible.

 

 

-Key, ya nos están esperando afuera, apúrate.

 

 

-Sí... claro, ya voy.

 

 

Decía pausadamente, medio ido todavía. Sacudió su cabeza y despertó, volteó hacia la niña anexada que los acompañaba como un chicle en el zapato (desde el punto de vista de Key) y su enojo volvió. Caminó con paso seguro hacia la parejita, que reía por los chistes de Jjong y se puso en medio.

 

 

-¿Y ahora a dónde vamos?

 

 

Preguntó fingiendo inocencia, sin saber que eso no le afectaba en absoluto a la menor.

 

 

-Yo quiero ir al baño.

 

 

Admitió finalmente el líder, con un poco de pena y un ligero sonrojo en sus mejillas.

 

 

-¿Saben qué? Yo también quiero.

 

 

Soltó Puppy rascándose la cabeza.

 

 

-Vamos.

 

 

Afirmó Min Ho, dejando claro que, al igual que los otros dos, necesitaba ir al baño, además, estaba aprovechando ya que, si los tres iban juntos, se quedarían solos Key y Tae, y por todos los cielos,  Key era tan homosexual que parecía que él había inventado la palabra “gay”, o diseñado la bandera arcoíris, por lo que jamás intentaría ligarse a Tae, así que podía ir relajado a descargar su vejiga.

 

 

Diez minutos después, Tae y Ki Bum estaban fuera de los sanitarios, esperando a los restantes. Ki Bum no podía ni  verle del enojo que nacía en él, por lo que estaba cruzado de brazos volteando al lado contrario a Tae, mientras que ella observaba curiosa su regalo, como si en cualquier segundo fuera a cobrar vida.

 

 

Finalmente, la criatura en vestido volteó a ver a su acompañante. No le gustaba mucho el silencio, así que trató de cortarlo.

 

 

-Ne, Oppa... ¿qué comeremos?

 

 

¿Era en serio? ¿Le estaba hablando a ÉL? ¿Al maravilloso todopoderoso Kim Ki Bum, alias, La Todopoderosa Llave que Todo lo Abre? Hizo un gesto incrédulo, y soltó un irónico “ja”. ¿Es que acaso esa mocosa era cínica? Se dignó a verla, todavía con desprecio en sus ojos, un detalle demasiado claro para la niña, tanto, que le hacía sentir incomoda.

 

 

-Escucha, cosa. –dijo despectivamente- no sé quién te crees que eres, pero no me hables, ¿sí? El que hayas logrado entrar a SHINee, o la SM no te hace importante, ni siquiera tienes algo que presumir, así que olvídate de relacionarte conmigo.

 

 

Decía escupiendo las palabras en su cara, con su ceño fruncido y sus ojos entrecerrados, mostrando el enojo en cada letra, deprimiendo con cada segundo a la menor.

 

 

-Yo...

 

 

Y dejó su boca abierta por unos segundos en lo que su mayor se daba la vuelta, pero luego la cerró, pues no tenía nada que defender. Suspiró triste, jamás había imaginado algo así en sus primeros días dentro de la banda. Bajó su mirada, apoyándose (emocionalmente) en su mini-Jjong, que inconscientemente le hacía sonreír.

 

 

Key, en cuanto notó la sonrisa de Tae, se volvió a acercar, enfadado todavía, y ahora más que presumía el obsequio que le había dado su mejor amigo.

 

 

“Estúpido Jong Hyun.”

 

 

-Aléjate de él.

 

 

Confundida levantó su rostro para verle a los ojos, y como si fuera a entenderle mejor, ladeó su cabeza, pero no funcionaba, así que preguntó.

 

 

-¿De qué hablas, Oppa?

 

 

-Ya sabes de quién hablo. No quiero que te acerques a él.

 

 

Ella parpadeó rápidamente, pero no lograba asimilarlo. ¿De quién se debía alejar? ¿Min Ho? ¿Onew? ¿El viejito en bicicleta que repartía leche y que justo en ese momento pasaba por un lado de ellos?

 

 

Y antes de que pudiera asegurarse de quién hablaba, salió Onew con Jong Hyun y Min Ho, bromeando.

 

 

-¿Listas, chicas?

 

 

-No soy chica, Jong Hyun –reclamó Key con sus manos en la cadera.

 

 

-Lo sé, muñeca –y le guiñó un ojo coqueto, bromeando, sin saber que ese pequeño acto, provocaba en el otro, más que furia, una potente inquietud y mariposas inquietas, que cosquilleaban en su estómago.- ¿Estás bien, Key?

 

 

Preguntó al instante preocupado, pues las mejillas de su amigo se habían teñido de un rojo suave, que a cada segundo se expandía por su blanco rostro, pero tras varios segundos, Ki Bum se dio cuenta de su torpe reacción, que dejó expuestos sus confusos sentimientos.

 

 

Aún así, su orgullo le obligó a pensar rápido para salvarse a sí mismo, reafirmó su cruce de brazos, le dio la espalda a la entrometida mocosa y a su puppy para seguir caminando como si supiera hacia donde se dirigía, de todas maneras, no pasaron ni diez segundos cuando los restantes cuatro le imitaron.

 

 

Más tarde, los cuatro fantásticos corrían desesperadamente de un lado a otro con Min Ho y Jong Hyun cargando a Tae, cada uno sujetándole de un brazo mientras Onew se sujetaba la entrepierna de su pantalón, tratando de retener sus fluidos por el mayor tiempo posible, maldiciéndose a sí mismo por seguirles el juego de “¿quién toma más agua?”.

 

 

Izquierda, derecha, adelante.. sus piernas no paraban en lo que sus ojos rastreaban el dichoso sanitario, hasta que por fin dieron con el lugar, Jin Ki se apresuró aun más empujando con fuerza las puertas del baño masculino.

 

 

Min Ho y Jong Hyun se detuvieron con Tae en sus manos, ¿qué harían ellos? La soltaron, y ella salió directo al sanitario femenino. Los tres restantes se miraron en lo que esperaban.

 

 

Onew fue el primero en salir, con su rostro lleno de paz, en cambio, Tae seguía adentro. ¿Deberían ir a buscarla? SHINee se quedó pensando.

 

 

-¿Estará bien? –preguntó dudoso Jong

 

 

-Será mejor que alguien entre por ella.. –sugirió Min Ho.

 

 

-No se puede, es zona prohibida –les contradijo Onew, los demás se llevaron una mano a su barbilla meditando.

 

 

-En ese caso, hagamos “piedra, papel o tijera” y el perdedor entra –solucionó Min Ho.

 

 

Todos asintieron y empuñaron sus manos para hacer la figura que su mente dictaba. A la cuenta de tres, Jong Hyun, Min Ho y Onew sacaron piedra, mientras que Ki Bum hizo papel con sus ojos cerrados, al medio segundo de hacer su jugada los abrió y en cuanto se dio cuenta de que había ganado, sonrió apretando sus puños con una muda auto-celebración mental, tan emocionado estaba que no notó cuando sus amigos se lanzaron una mirada cómplice, que tomaba de la mano a la sonrisa traviesa.

 

 

-Creo que sería mejor si el primer ganador fuera el que entrara.

 

 

Comentó Onew como quien no quiere la cosa, Key reaccionó, y enfadado giró a verlo.

 

 

-Debes estar bromeando..

 

 

-Nop, no lo estoy

 

 

Y Key, con ganas de estrujar a sus amigos, entró al baño de señoritas, encontrándose al instante con la muchacha que tanto esperaban justo frente al espejo peinándose, quién giró para verle fijamente con la curiosidad de un bebé en sus ojos. Luego de varios segundos parpadeó confundida y habló.

 

 

-Oppa, ¿qué haces aquí?

 

 

-Te estás tardando mucho, ya salte.

 

 

Ella parpadeó todavía mirándole, hasta que volteó hacia el gran espejo para seguir con su trabajo, ignorándole olímpicamente.

 

 

-¿No me oíste? Sal ya.

 

 

-Ya sé por qué me tratas así.

 

 

Él levantó una ceja mostrando que no entendía, pero que tampoco le importaba y levantó su mano cerrada con su pulgar arriba para señalar la puerta detrás de él, en una muda orden.

 

 

-Ya sé de tu asunto con Jong Hyun Oppa

 

 

Mencionó ella sin ver en absoluto la expresión de sorpresa y horror que Key mostraba, ¿sabía ella de su amor por Jong Hyun? Bueno amor no aceptado o no admitido, pues las pruebas que había descubierto por sí mismo le asustaban mostrándole indicios de algo más, mucho más fuerte que la amistad, y aunque quisiera negarlas se volvía a sorprender a sí mismo suspirando su nombre.

 

 

En todo caso, ¿cómo sabía ella todo eso?

 

 

-Me pregunto cómo reaccionará Oppa cuando se lo diga

 

 

Comentó ella lentamente girándose a enfrentar por fin su rostro, que enrojecía espantado por ver -en su mente- la cara de asco y decepción de su mejor amigo.

 

 

-No le digas.. Él dejaría de hablarme, yo no..

 

 

Suplicó con sus ojos llenándose de lágrimas.

 

 

-¿Y eso a mí en qué me afecta?

 

 

Interrumpió ella fríamente, acomodando algunos mechones que observaba -de nuevo- en el espejo.

 

 

Key cayó sobre sus piernas en el suelo, con sus manos a ambos lados, imaginando la espalda de Jong Hyun alejándose poco a poco de él. Se abrazó a sí mismo con sus lágrimas cayendo finalmente.

 

 

-Yo no podría.. Yo..

 

 

Se calló por culpa de una bola de emociones en su garganta que lo ahogaba, bajó la mirada.. Si así se ponía por lo que su mente le mostraba, ¿cómo se pondría si realmente pasaba? Soltó una risa irónica, burlándose de lo patético que era, sintió pena de sí mismo. ¿Tanto miedo tenía a perderlo?

 

 

Tan concentrado estaba que no notó cuando Tae volteó a verle, con sorpresa y curiosidad, agachándose hasta quedar a su altura, frente a frente, observaba el rostro hundido en  preocupación de su Oppa, con una silenciosa lágrima ninja rodando por su mejillas, ella abrazó sus propias piernas mirándole, todavía sin creer la reacción del otro. Luego de varios segundos en silencio, Ki Bum decidió levantar su rostro, fue cuando una sonrisa feliz apareció en el rostro de ella, e internamente se preguntó si se había perdido de algo.

 

 

-Vaya, y yo creí que hablábamos de dinero

 

 

Soltó Tae ocultando una risita detrás de su mano, Key parpadeó varias veces tratando de procesar las palabras.

 

 

-¿Qué?

 

 

-Oppa, yo jamás, jamás, aunque lo supiera, jamás le diría a alguien un secreto suyo..

 

 

-Pero.. Tú dijiste.. -balbuceó medio atontado

 

 

-Mentí.

 

 

Respondió con una sonrisa, sacando apenas su lengua, después prosiguió.

 

 

-Por más pequeño o tonto que fuera, nunca se lo diría a nadie.

 

 

Silencio incómodo, ambos se quedaron congelados, ella sonreía y él observaba hacia la nada, estupefacto, hasta que una jovial risita por parte de ella destruyó esa imagen. Ki Bum volteó a verla.

 

 

-No sabía que te gustaba Jong Hyun Oppa

 

 

Key se puso rojo hasta las orejas, y mejor se escondió abrazando sus piernas para disimular su intenso rubor.

 

 

-¡E-eso no lo debe saber nadie!

 

 

Gritó señalándole sin sacar su cara de su escondite. Ella simuló tener un zipper* en lugar de boca, lo deslizó y cerró con una llave imaginaria para después lanzarla a sus espaldas, lejos de ellos, terminando con un guiño coqueto y una alegre sonrisa.

 

 

Key le miró unos segundos más, dudando si podía confiar en ella; debía admitir que era demasiado astuta, mucho más de lo que creía y eso era un peligro, pero a pesar de todo, algo en ella le había agradado, no sabía si era por la forma en la que le sonreía o por su amabilidad queriendo ayudarle, una cosa era segura: si no fuera porque la broma fue para él, se habría reído muchísimo.

 

 

Meditó mientras se ponía de pie, rechazando la mano de la pequeña, se secó sus mejillas -todavía sonrosadas- y sus ojos -aún hinchados, pues estuvo a un pelo de rana calva de soltar el llanto como un bebé-, suspiró cansino y avanzó hacia la puerta, siendo seguido por la nena que se apresuraba a alcanzarle.

 

 

Afuera, los chicos comenzaban a desesperarse, ¿les habrá pasado algo? ¿Y si Key no pudo contenerse y golpeó a la niña? Era bien sabido por todos que el instante en que miró a la criaturita comenzó a odiarle, y aunque los celos por obtener la atención de las cámaras fuera una opción a sus sospechas, no estaban seguros de la verdadera razón.

 

 

Un escalofrío les pasó fugaz por la columna, y de sus frentes cayó una gota helada.. ¿Ki Bum habría aprovechado para lastimar a la menor? No, Key era lo suficientemente maduro como para saber las terribles consecuencias.. Pero cuando la diva se enfadaba, hacía las cosas sin pensar..

 

 

Asustados por su hipótesis, corrieron hacia la puerta del baño para damas, sin embargo, antes de acercarse, salió el chico glamouroso cabizbajo e incluso, un poco decaído. Detrás de él salió la chiquilla totalmente intacta -para alivio de sus "Oppas"- con sus manos en su falda y una expresión calmada.

 

 

Los chicos suspiraron ya más relajados, se acercaron con Jong Hyun en la delantera, quién apenas iba a decirles una broma, hasta que se dio cuenta del aura de Key mirando el suelo, dándole una imagen deprimente, así que rápido, se acercó a su mejor amigo, detalle que fue rápidamente notado por los demás que corrieron al instante preocupados.

 

 

-¡Key! -gritó Onew a la distancia

 

 

-¡Bummie! ¿Qué pasó amigo?

 

 

Ki Bum, al escuchar la bella cantarina pero preocupada voz de su Hyung, se sobresaltó por el pequeño susto de ser descubierto en un acto prohibido; sin pensar, alzó la mirada hacia el mayor, permitiéndole una mejor vista de su delicado rostro, pero en lugar de calmarle, le preocupó más notar esos brillosos ojos de un tono rojizo irritado, esas dulces mejillas sonrosadas ahora estaban más coloradas que de costumbre al igual que su nariz, y a pesar de la sorpresa escrita por toda la cara de Ki Bum, podía sentir la angustia y tristeza que le transmitían sus ojos.

 

 

Key, después de varios segundos reaccionó y volvió a bajar su rostro, sorbiendo por la nariz sus líquidos fluidos mientras evitaba su mirada.

 

 

-Key, háblame.

 

 

Insistió él. Tae, al ver la terquedad del otro, decidió interferir, inventando al instante una inocente mentira.

 

 

-Es que Oppa estaba caminando y se... ¡torció el tobillo! -terminó casi gritando lo último, luego puso sus manos detrás de su cuerpo y sonrió lo más natural posible, viendo al chico que defendía. La diva estaba más que sorprendida, sin creer que a pesar de lo mal que le trató, ella le ayudaba. Sin saber por qué, se sintió peor- ¿Cierto, Key Oppa?

 

 

El otro parpadeó un par de veces, y sin estar convencido por completo, miró al suelo para que nadie notara que mentía mientras su nariz volvía a aspirar, provocando ese incómodo sonido.

 

 

-Ehmm.. Sí.

 

 

-Todavía te duele, ¿verdad, Oppa?

 

 

-U-un poco.. -balbuceó Ki Bum, callándose bruscamente por el sonido de las piedritas en el suelo moviéndose frente a él, señal de arrastramiento de pies. Levantó su vista sorprendiéndose de encontrar a Jong Hyun arrodillado como un caballero a su dama, ofreciendo su espalda al chico.

 

 

-Sube. -Ki Bum abrió aún más los ojos, sonrojándose al instante.

 

 

-P-pero Jong Hyun..

 

 

-Estás lastimado, no debes caminar así. Sube por favor, soy fuerte. Podré llevarte. -finalizó con una sonrisa confiada mirando sobre su hombro al menor, quien sonrojado trataba de calmar insistentemente, con un puño sobre su pecho, a su iluso corazón.

 

 

Sin pensarlo más, se acercó lentamente para pasar con timidez e incluso algo de miedo, sus brazos alrededor del cuello del mayor; apenas iba a subir una pierna a la cintura del otro, cuando Jjong se levantó y tomó entre sus manos los glúteos del delgado niño, quien asustado se aferró con fuerza a su cuerpo. Al instante se escucharon las escandalosas risas de Min Ho, Onew y Jong Hyun, por lo que Key, avergonzado, le pegó en el hombro al vocalista.

 

 

-¡No te rías! ¡Pude haberme caído! -gritaba con sus mejillas rojas, pero al ver que las risas continuaban, volvió a abrazar con fuerza el cuello del Kim.

 

 

-Relájate, Key, solo estamos bromeando. -le tranquilizó el que lo cargaba.

 

 

-¿Quieres ir a casa o prefieres dar otra vuelta? -le dio a escoger Jin Ki

 

 

-No.. Vamos a casa, tengo hambre.

 

 

-Entonces comamos pollo -sugirió alegre Tae

 

 

-¡Eso iba a decirles yo! -exclamó con entusiasmo el líder, como si le hubiesen leído la mente.

 

 

-Entonces apúrense -comentó Min Ho sujetando su estómago al sentir como rugía.

 

 

Onew llamó al manager y continuaron caminando, al cabo de media hora salieron de la plaza, mientras el guardia de seguridad les abría la puerta por cortesía, pero todavía no estaba su auto.

 

 

Los chicos siguieron bromeando hasta que Jin Ki se dio cuenta de un pequeño pero muy importante detalle, con calma volteó a ver sus dongsaengs para contarlos, confirmando su miedo, giró su cabeza para buscar a su alrededor, pero no estaba. Ya claramente preocupado, calló a los niños y con voz al punto de enloquecer, habló.

 

 

-Chicos, ¿dónde está Tae?

 

 

 

El silencio reinó y los demás imitaron a su Hyung, asustándose. Se miraron entre sí a los ojos sin saber qué decir y voltearon en señal muda de auxilio al mayor de todos.

 

 

-Vamos a buscarla -ordenó con seguridad

 

 

-Hyung..

 

 

-Tú esperarás aquí, Key y nos avisarás si llega. -le indicó Onew dando una suave palmadita a su hombro para que no se preocupara, pero el guardia de seguridad, al escucharlos sin querer, se les acercó.

 

 

-Lo siento chicos pero ya tengo que cerrar.

 

 

-Señor, por favor, se nos perdió.. -Jong Hyun dudó un momento pero luego continuó- una niña, déjennos buscarla

 

 

-No lo sé, chicos, ya debemos cerrar y..

 

 

-¿Hay más guardias en las otras salidas? -preguntó de repente Onew.

 

 

-Sí -asintió, abrió la boca para preguntar pero fue interrumpido por el mismo joven.

 

 

-¿Podría preguntarle a los otros guardias si la niña pasó por su puerta?

 

 

El oficial lo pensó unos segundos pero finalmente aceptó, tomó su radio que en un pitido reaccionó y contactó a los demás; entonces se detuvo para preguntarle a los muchachos la apariencia de la criatura, y al obtenerla la compartió con sus compañeros, pero todos negaron haberla visto.

 

 

-Necesitamos buscarla, por favor, déjennos entrar -pidió casi en súplica Min Ho.

 

 

-Está bien, pero que sea rápido, ya están apagando las luces.

 

 

Y sin esperar más, los tres entraron corriendo, encontrando al instante tres caminos; como si se hubiesen puesto de acuerdo por telepatía, tomaron automáticamente un pasillo, siendo Min Ho el de la izquierda, Onew el del centro y Jong Hyun de la derecha.

 

 

Avanzaban buscando rápidamente en los establecimientos, mientras notaban que en algunas zonas las luces ya habían sido apagadas; a cada segundo la desesperación aumentaba y ellos solo tenían una cosa en su cabeza.

 

 

¿Dónde estaba Tae?

 

 

 

 

Estaba confundida, asustada, quería llorar, pero ya era grande y no podía permitírselo.

 

 

Llevaba al menos cuarenta minutos perdida, su celular no tenía carga, la plaza estaba vacía, en algunas zonas ya estaba oscuro y con candado y para colmo, no tenía ni la menor idea de donde estaba la salida o para dónde se habían ido sus compañeros.

 

 

Todo iba bien, y aunque iba al último, ella iba siguiendo a sus compañeros caminando en línea recta hacia la salida, pues Onew estaba al teléfono con su mánager para que fuera llevando el auto, sin embargo, unas tiendas más adelante podía ver que no continuaba el camino, sino que se extendía un pasillo de izquierda a derecha, dando dos opciones a elegir.

 

 

De repente escuchó a su izquierda una música instrumental que atrajo su atención. Curiosa, giró un poco su rostro mientras caminaba, descubriendo a un señor maduro, cerca de los cuarenta, vestido con un pantalón negro y una chaqueta roja digna de un cascanueces, tocando una pequeña caja musical girando la palanca que tenía incrustada a un lado; en el suelo había un diminuto changuito bailando con las manos en su cabeza, corría a su derecha de forma adorable y movía sus bracitos para después hacer piruetas.

 

 

Tae al ver al exótico animal se detuvo súbitamente y se agachó para ver más de cerca el espectáculo. El changuito resultó ser un capucchino, color café oscuro, parte de su pelaje en hombros y cabeza color claro, y de rostro blanco rosado. La menor estaba más que encantada, el llamativo animal era toda una ternura, que al final de cada show pasaba un sombrerito de copa para el que quisiera cooperar y daba la mano al que se atreviera.

 

 

Cuando el señor comenzó a mandarle besitos al changuito de nombre Oliver, supo que le estaba llamando para irse, por lo que supuso que ya era tarde, pero cuando ella se puso en pie y dio media vuelta se encontró con la incómoda sorpresa de que estaba sola.

 

 

Giró su cabeza a ambos lados, teniendo tres caminos a elegir: en frente, a su derecha (que es de donde venía) y a su izquierda. Tratando de tragarse el miedo, sacó su celular; tristemente, no prendía, y se acordó que antes tenía muy poca carga. Más nerviosa que antes, pensó con la ilusión de adivinar cual camino tomaron y decidió avanzar por el pasillo del centro; de esa elección ya había pasado bastante y seguía perdida.

 

 

Ya decepcionada divisó a lo lejos una salida sin guardia, dudó por un momento si sería correcto salir, pero su desesperación le gritó que lo hiciera, por lo que con calma (y algo de miedo) avanzó hasta que notó un tenue sonido que crecía conforme se acercaba, se asomó por el vidrio polarizado usando sus dos manos para concentrar su vista y miró la lluvia de afuera, apenas iluminada por un par de farolas nocturnas que se encontraban cerca, quitándole un poco de oscuridad a la noche. Nada podía ser peor. Caminó y salió de la eterna plaza, siendo picoteada por unas insistentes gotas del cielo; suspiró de nuevo y observó el estacionamiento.

 

 

No reconocía el lugar, así que fue caminando sobre la banqueta hacia la otra salida rogando con que ahí estuviesen sus Oppas.

 

 

A medio camino, escuchó unas pisadas rápidas que se acercaban hasta que sintió una mano tomando de su muñeca, volteándola bruscamente.

 

 

El señor desconocido de mirada lujuriosa le sonrió y dijo.

 

 

-Tú vienes conmigo.

 

 

Ella, presa del miedo gritó mientras luchaba por soltarse, pero era imposible.

 

 

El hombre, al verla tan inquieta, la tomó como si de un costal de papas se tratara y la puso bajo su brazo izquierdo mientras ella suplicaba por ayuda y pataleaba.

 

 

-¡Yah! ¡Suéltala!

 

 

Ambos voltearon hacia la voz masculina y contradictoriamente chillona que les había gritado, descubriendo a un muchacho ya casi empapado, con cabellos castaño claro, respirando agitado mientras luchaba por no cerrar sus gatunos ojos ante la lluvia que comenzaba a tomar fuerza. Era Key, la llave todopoderosa (y orgullosa) quien había gritado en su defensa. Tae estaba sorprendida, no se esperaba que la persona en su rescate fuera el mismo Kim Ki Bum, que le había ordenado distanciarse de su “Puppy”.

 

 

El señor, miró por unos segundos al joven insolente, sin embargo, eso no fue suficiente para detenerlo por completo, ya que se dio a la fuga. Key, atento a sus movimientos, corrió hacia él y lo tomó de la chaqueta, provocando que éste se tropezara por la lluvia y soltara a la menor, quien cayó rodando un par de metros de ellos.

 

 

El hombre, enfadado se dirigió a la diva y decidido le dio un puñetazo en la mejilla izquierda, volteando su rostro.

 

 

Ki Bum no sabía nada de defensa personal, lo único que tenía en mente era salvar a la niña que presenciaba horrorizada la escena; por lo que se preparó mentalmente y puso ambos puños frente a su preciado rostro.

 

 

El otro, se aproximó listo a propinarle otra golpiza, hasta que unos delicados brazos le rodearon las pantorrillas y lo pararon, pero solo unos segundos, pues el desconocido tomó a Key de la camisa con su mano izquierda y lo alzó varios centímetros de suelo; el chico, asustado, se aferró con ambas manos a la muñeca del mayor pateando en fracasados intentos por volver a tocar el piso, y sin más ideas en mente, empezó a gritar.

 

 

El señor ya había levantado su puño derecho, listo para golpearlo en la cara, pero el repentino grito del joven le alertó; alterado, giró su cabeza a todos lados para comprobar que a varios metros, en la salida de la plaza, estaba un guardia de seguridad que había presenciado todo y que ahora se acercaba corriendo sin importarle la lluvia, mientras pedía refuerzos por radio. El casi-secuestrador soltó sin dudar al chico y escapó ignorando por completo las órdenes del policía.

 

 

Key se sobó su trasero para mitigar el dolor, pues había chocado bruscamente sobre la acera; en cuanto el desconocido y el oficial se alejaron, Tae gateó hacia su Oppa y lo abrazó efusivamente por varios segundos, ahí notó el temblor que sacudía el cuerpo de la pequeña, sintiendo florecer dentro de él, un sentimiento de protección hacia la menor; seguido, ella se separó sin soltarle los hombros y le miró, todavía con miedo y preocupación, a los ojos.

 

 

-¿Está bien, Oppa?

 

 

Key asintió con una sonrisa, y le tocó el rostro con el dorso de su mano.

 

 

-¿Y tú?

 

 

Tae todavía temblando, asintió.

 

 

-Tranquila, ya se fue, no tengas miedo.. -murmuró Ki Bum conciliadoramente.

 

 

-Yo no tengo miedo.. -soltó Tae con un adorable puchero levantando su trompita, pues había sido un golpe bajo a su orgullo, detalle que enterneció a Ki Bum, pues no esperaba esa actitud en Tae.

 

 

Un estornudo de la pequeña hizo que saliera de su burbuja soñadora, pues Ki Bum se había olvidado por completo de la lluvia que se encargaba de empaparlos completamente.

 

 

-Salud -respondió Key, pero en ese mismo segundo, su instinto maternal despertó, ordenándole a esconderse en un lugar seco- vámonos antes de que te enfermes.

 

 

Le ordenó con dulzura, tomando su manita para ayudarle a ponerse en pie y así caminar a la plaza, pues en la entrada, justo por su alrededor tenía un techo que sobresalía, justo ahí fueron a parar, temblando del frío vientecito que empezaba a soplar. Key abrazó a la niña para compartirle su calor y evitar que se enfermara, mientras marcaba en su celular.

 

 

-Hyung. -habló en cuanto escuchó a Onew hablar por el teléfono.

 

 

-¿Qué pasó, Key? ¿Te duele mucho el pie?

 

 

-Ehh.. no, no es eso, Hyung –titubeó al acordarse de su “lastimado” tobillo- ya encontré a Tae, estamos en la entrada

 

 

-¡Eso es asombroso, ya vamos para allá! Ahorita mismo le aviso a los chicos, Hyung no debe de tardar en llegar, espera ahí

 

 

-Ok.

 

 

Y colgó, para seguir abrazando a la temblorosa niña. Bajó su mirada y con un puchero le habló.

 

 

-Yah -ella miró a su Oppa curiosa- dijo Onew Hyung que ya viene manager Hyung; cuando lleguemos, corres a bañarte

 

 

Ella, mirando la calle –con su ceño eternamente fruncido por el frío-, asintió a las órdenes de Ki Bum, quien soltó un suspiro, y sin darse cuenta, pensó en voz tan bajita, que a duras penas pudo escucharle Tae.

 

 

-.. Y te daré una sopa calientita..

 

 

Ella extrañada se volvió a verlo alzando una ceja, éste la miró sereno, parpadeó un par de veces y volvió a hablar.

 

 

-¿Qué? ¿No puedo planear en voz alta o qué?

 

 

Ante esto ella solo volteó hacia la calle mientras fruncía su ceño –solo que ahora por la confusión-, sin molestarse en responder. Pasados varios minutos, llegó la camioneta de SHINee, y ambos arribaron. Key se apresuró y tomó su chamarra que estaba en el asiento trasero, para dársela a la helada niña.

 

 

-¿Y los demás? –preguntó su Hyung mirándolos desde el asiento del conductor.

 

 

-Ya vienen –respondió Key sin siquiera verlo, pues estaba muy ocupado frotando los brazos de Tae con su chamarra, aunque esta no decía nada por estar estudiando su rostro. Se le hacía tan extraño ese cambio de actitud en solo un par de horas..

 

 

“¿Estará en sus días? No, Key es un hombre.. ¿o tal vez no?” discutía mentalmente la niña consigo misma, con su vista concentrada en el rostro de Ki Bum aunque no le pusiera atención, hasta que él se detuvo.

 

 

-Yah.. ¿qué me miras?

 

 

Tae solo parpadeó. Key rodó los ojos volteando a otra parte para volver al rostro de la niña.

 

 

-Sé que me estás mirando.

 

 

Ella suspiró bajando su mirada con pena.

 

 

-Creí que me odiabas.

 

 

-¿Qué? ¡Claro que no! Solo fue.. –dudó un poco- una mala primera impresión..

 

 

-¿Ni si quiera porque ya sé lo que sientes por..?

 

 

-¡YAH! –gritó Key interrumpiéndola, pues su mánager seguía presente- no.. no importa

 

 

Ella sonrió feliz.

 

 

-Gracias.

 

 

-No importa, solo.. no le digas a nadie –dijo él volteando a otro lado sonrojado.

 

 

 

 

Los minutos pasaron y los demás llegaron, abrazaron a cada uno y le remarcaron a Tae que no se volviera a alejar de ellos, notando al instante también el moretón que Ki Bum tenía en la mejilla, pero él insistía en que no dolía, así que trataron de quitarle importancia; más tarde, fueron a casa.

 

 

La lluvia no se había detenido, por lo que todos se bajaron con un paraguas en mano; todos a excepción de Jong Hyun, quien esperó a que Ki Bum se acercara, ya que había quedado en el asiento trasero del lado de la ventana. Key al darse cuenta, lo miró y en tono de burla le habló.

 

 

-¿Se te olvidó algo?

 

 

Jjong solo rió.

 

 

-No te duele el pie, ¿verdad?

 

 

Key se sorprendió. ¿Cómo se había dado cuenta? Antes de preguntarle, el chaparro ya le estaba respondiendo.

 

 

-Fuiste a buscarla. Gracias, Kibomi.

 

 

Key se sonrojó mirando al suelo para evitar sus ojos, y fingió enojo.

 

 

-Ya déjate de ridiculeces, no sé de qué me hablas.

 

 

Jong Hyun solo sonrió y acercó su mano a la mejilla golpeada de su amigo, acariciándola con suavidad como si en ese mismo momento Ki Bum fuera un cristal que se rompería con el simple toque del viento, seguido, Jjong le miró a los ojos.

 

 

-¿Te duele todavía?

 

 

Las mejillas del menor se coloraron, le sonrió y contestó.

 

 

-Estoy bien.

 

 

Jong Hyun rió rodando sus ojos ante el orgullo de Key; luego se volteó e inclinó, ofreciéndole la espalda. No le importaba si su amigo le había mentido, le encantaba tenerlo sumiso, le enternecía cuando mostraba su lado infantil, dejándose mimar.

 

 

Key sonrió feliz, y fingiendo que le daba exactamente igual, borró todo rastro de alegría, se subió lentamente a la espalda de su amor, mojándola en el proceso y tomó el paraguas que éste le ofrecía; contento, abrazó su cuello, y Jjong, en cuanto lo sintió se levantó para irse corriendo, sacando gritos espantados de Ki Bum, quien trataba de no reír.

 

 

Entraron rápido al departamento, encontrando a Min Ho y Onew en los videojuegos, claro que Jong Hyun se quejó, pues él también quería jugar. En cambio, Key fue directo a la cocina, sin importarle lo empapada que estuviera su ropa, movió ollas, sartenes y demás objetos de cocina, haciendo escándalo que llegaba a la sala de estar.

 

 

Minutos después, el aroma a comida caliente invadió las fosas nasales de sus Hyungs –y Min Ho-, a quienes se  les abrió el apetito por imaginar que estaría cocinando su delicado Dongsaeng –y Hyung, por parte de Min Ho-.

 

 

La noche pasó, Key se fue a bañar y al salir todos se pusieron a comer una sopa de verduras que él mismo había preparado. Todo era un tranquilo silencio, hasta que la voz de la menor rompe con la atmósfera y dice una frase tan simple, tan sencilla, pero con un mensaje que ninguno podía asimilar.

 

 

-Key Omma, ¿me das una servilleta?

 

 

Uno instantes pasaron con el mismo silencio.

 

 

-¿Cómo me llamaste? –preguntó Key confuso.

 

 

-Key Omma.

 

 

-¿Omma? ¿Por qué? –insistió Ki Bum sin entender.

 

 

-Porque yo creo que tú eres la mamá de SHINee.

 

 

Dos segundos se necesitaron para que Min Ho, Jin Ki y Jong Hyun partieran en trozos cualquier rastro de paz con sus risotadas exageradas: Min Ho golpeaba la mesa con su palma abierta, Jjong aplaudía y Onew tan solo se limitaba a sostenerse el estómago, mientras sus rostros adquirían un tono rojizo al igual que Key, solo que en éste era por otro motivo llamado “vergüenza”.

 

 

-¿Qué? ¿Por qué? –preguntó pero al no ser escuchado por las carcajadas gritó- ¡YAH! –los demás bajaron el volumen tapando con sus manos, su boca, y Key repitió la pregunta- ¿Por qué lo dices?

 

 

-Porque tú nos cuidas, nos alimentas, limpias la casa, la ropa, ordenas todo, acomodas todo, te preocupas por todos, te acuerdas de detalles que nosotros olvidamos, nos regañas por cosas pequeñas, nos gritas y ordenas, ¡tú eres la Omma de SHINee!

 

 

Finalizó la niña con una gran sonrisa por su gran descubrimiento.

 

 

-¡No es cierto!

 

 

Pero viera por donde viera, todo era cierto, sus compañeros, a pesar de ser mayores que él (a excepción de Min Ho) tenían una actitud digna de un niño de seis años, y él mismo se sacaba sus canas verdes por preocuparse y enseñarles orden.

 

 

Suspiró derrotado mientras los demás se reían.

 

 

-¡Omma! ¡Omma!

 

 

Empezó a gritar Onew, siendo acompañado por las carcajadas de sus Dongsaengs.

 

 

-¡Omma! ¡¿Nos lees un cuento?!

 

 

Y continuaron con sus risas sin sentido, haciendo enfadar a Ki Bum.

 

 

-¡YAH! –los chicos bajaron el volumen para ponerle atención- basta, todavía que yo hago todo por esta casa ustedes se burlan así, yo ya no voy a hacerles nada, no soy su sirvienta para andarme matando por esto

 

 

Los chicos, que por un momento callaron, aumentaron aun más las risas, pues el discurso era parecido al que sus madres usarían en una situación similar.

 

 

-Y  no, no pueden decirme Omma, así que vayan olvidándose de eso.

 

 

Los demás se quejaron decepcionados, pues sería un grandioso sobrenombre para su compañero, fue cuando la temporalmente chica volvió a hablar.

 

 

-¿Y yo, Omma? ¿Yo tampoco puedo decirte así?

 

 

Todos observaron a Tae y después a Key alternando, intentando adivinar los pensamientos de la diva, ¿aceptaría?

 

 

La niña le miró con ojos tristes y un adorable puchero, ganándose “awws” de sus Oppas, Key trató de resistirse, quedándose quieto con su mirada helada, pero no hacía efecto; parecía más bien una guerra de ternura contra frialdad, sin embargo, el ganador de esta ronda fue para Tae, pues Key bajó su cabeza en forma de derrota ante los ataques intensivos de Aegyo de la menor.

 

 

-Sí, tú eres la única. –recalcó cortante Key, gritando la última palabra para que quedara muy claro ante sus compañeros.

 

 

-¡Ahh, no es justo! –se quejaron los demás.

 

 

-No me importa, es mi decisión final. –volvió a recalcar mientras levantaba los platos para llevárselos a la cocina.

 

 

Los muchachos miraron atentamente a la menor, que solo sonreía orgullosa, haciendo pensar a los demás de que se trataba de su reciente victoria, pero era más que eso, mucho más.

 

 

Tae estaba harta de que le compararan con un moñito de Minnie Mouse, que al ver un vestido rosa pensaran automáticamente en ella, que con imaginarse princesas inmediatamente se acordaran de ella. No, ella no quería esa imagen, y esperaba poder cambiarla lo más rápido posible, lástima que tendría que esperar a la semana siguiente.

 

 

 

 

 

Continuará...

Notas finales:

NOTAS.

1* Flats. Son un estilo de zapatos planos, no tienen cintas y son cerrados, en los que simplemente metes el pie. Son cómodos, bonitos y modernos.

2* Zipper. Cremallera o cierre, ya sea de pantalón, chamarra, vestido.. casi cualquier prenda.

 

 

Don't be shy, pueden dejarme los comentarios, preguntas y reviews que quieran, serán bienvenidos (?).

 

 

 

 

 

att'Hacchi♥!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).