-Ahora serás mi esposa…- murmuró Vegeta, antes de darle otro tierno beso en los labios, aunque por el rabillo del ojo espiaba a su profesor…
Goku sintió por un instante un vacío tan enorme que no era posible de explicar…
Como si todo lo de su interior hubiera sido arrancado de un rápido pero doloroso tajo…
Vegeta se casaría con Bulma…
Ella lloraba de felicidad…
Vegeta sonreía…
El Rey asentía, entusiasmado y conforme…
El príncipe se casaba…
La suerte estaba echada…
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-Bueno! Esta noticia es tan esplendida que el profesor Son sin duda te concederá el día libre de estudios… ¿no es cierto?…- dijo el Rey con una sonrisa enorme en la cara mirando a Vegeta, el príncipe se giró un poco hacia la figura inmóvil de su profesor, su cara de absoluta indiferencia fue la única cosa que llegó hasta el alma de Goku en el estado en que este se hallaba, y solo llegó para provocarle mas dolor…
-Tengo el día libre verdad?- le preguntó Vegeta impasible…
Goku asintió con la cabeza maquinalmente…
¿Qué otra cosa podía hacer?
¿Tomarlo del brazo y secuestrarlo?
¿Obligarlo a romper ese absurdo compromiso?
No, era imposible… y además… con excusa lo haría??? No tenia motivo alguno para meterse en esos asuntos…
-Perfecto…- murmuró Vegeta…
-¡Bien! que tal si ahora que esta toda la familia reunida, almorzamos juntos?- sugirió el Rey con entusiasmo, sin percibir el estado de animo deprimido de Goku…
-Me parece buena idea- aceptó Vegeta sin ningún problema…
“El amor lo ha cambiado… eso se ve a kilómetros… siempre fue frío e insensible… y sin embargo, ahora que esta con ella… lo he visto sonreír por primera vez y hablar sin ira… entonces él…. Él la debe querer mucho…” pensaba Goku, mientras los demás charlaban alegremente como la familia que pronto serian, con Goku allí, totalmente fuera de lugar…
-Emmm… creo que yo me retiro… debo hacer algunas cosas…- farfulló patéticamente el profesor, deseando desesperadamente poder escapar de aquella situación…
-De ninguna manera… usted nos acompañara…- dijo el Rey, un poco perturbado por el recuerdo de aquel beso y de aquella situación que se había dado entre ellos y que aun no habían aclarado…
-Preferiría… no hacerlo…- murmuró el profesor Son, sin saber como decir que francamente, lo devastaba la idea de que Vegeta se casara con Bulma…
Aunque claro, el profesor ni siquiera sabía por que este echo le causaba tal dolor y tal molestia…
-Vamos… no será lo mismo sin usted…- el Rey insistió hasta que al final a Goku no le quedo mas opción que aceptar la invitación a cenar con ellos, cosa que Vegeta parecía apenas notar… Como si Goku ni siquiera existiera…
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Todos se sentaron a la mesa, el Rey como siempre en su elegante asiento en la cabecera, con Bulma y Vegeta a su lado, tomados de la mano y con Goku del otro lado, justo enfrente de la feliz pareja…
Bulma parecía tener la sonrisa grabada en su hermoso rostro de mujer, mientras que Vegeta también sonreía…
Goku nunca debería saber que aquella sonrisa no era mas que una farsa…
Goku jamás debería saber lo mucho que le costaba a Vegeta mantener aquella mascara feliz y serena…
Goku jamás debería saber que Vegeta solo estaba cumpliendo con aquella misión para la cual estaba destinado casi desde el momento mismo en que Vegita estallara en mil pedazos, con aquello que el destino le había ordenado hacer...
Goku jamás podría saber nada de todo esto…
-Rápido Rudolph!!! Trae el almuerzo!...- ordenó el Rey mirando a su mayordomo, quien de inmediato asintió y fue hacia la cocina…
-Que buena que es esta noticia queridos míos…- dijo el Rey mirando con felicidad a su hijo y a su futura nuera tras darle la orden al sirviente…
-Déjenme decirles que hacen la pareja perfecta… ¿No le parece Son Goku?- dijo el Rey mirando a Goku quien aun seguía pareciendo un ser echo de piedra y hielo…
-Si…- murmuró el profesor, bajando la vista para que nadie notara nada en sus ojos, aunque Vegeta lo estaba mirando fijamente y su corazón tembló por lo que vio en los ojos de su profesor…. Era dolor, e impotencia…
-Así es… realmente hacen la pareja perfecta… y bien… debemos planear cuando será la fiesta del compromiso y cuando la boda…- dijo el Rey…
-Que sea… lo mas pronto posible…- dijo Vegeta con rapidez, haciendo que Goku sintiera otra puñalada mas en su ya muy maltrecho pecho…
-Tampoco seas tan precipitado hijo mío… ya sabes como son las malas lenguas… un casamiento precipitado a tu edad, siempre da de que hablar… Muy bien… la fiesta de compromiso será en dos meses… a fines de la primavera… y el casamiento será en cuatro meses… así podrán irse de luna de miel durante el verano a alguna playa paradisíaca…- decidió el Rey…
-Me parece una excelente idea suegro…- dijo Bulma, feliz de poder llamar de aquel modo al Rey, mientras Goku sentía su estomago llenarse de veneno…
¿Suegro? ¿Acaso esa mujer descortés le había dicho “Suegro” al Rey…?
Era una atrevida y una estúpida decidió Goku de pronto, sorprendido, ya que él jamás en su vida había tenidos malos pensamientos o sentimientos hacia alguien…
-Pues vaya que quieres hacerme esperar…- dijo Vegeta a modo de broma, la peliverde se ruborizó de inmediato y bajó la vista…
-Es que tu padre tiene razón Vegeta… que pensarían de nosotros si nos casamos tan rápido…- murmuró Bulma, aun sujetando la mano del príncipe…
-Si…. Esta bien… Será lo mejor por que dentro de cuatro meses ya tendré 16 años…- dijo el príncipe casi para si, mientras Goku se moría de ganas de replicarle que entre 15 y 16 años no había la gran diferencia cuando se trataba de casarse…
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Todos comieron el almuerzo hablando alegremente de los preparativos para la gran fiesta de compromiso, y por primera vez Goku no fue capaz de comer ni un solo bocado…
El Rey lo miraba preocupado, pero no se atrevió a decirle nada, aun seguía muy avergonzado por lo que había echo el día anterior…
Cuando el almuerzo terminó, el príncipe y Bulma decidieron que se quedarían juntos en el gran salón donde había un elegante sofá frente a una enorme pantalla de TV y un reproductor de Dvd´s…
-Elige la película que quieras cariño…- murmuró Vegeta, esperando que esas palabras que le repugnaba decir llegaran a oídos de su profesor, cosa que si sucedió…
Goku soltó un profundo suspiro, que sonaba resignado y comenzó a levantarse de la mesa para irse, pero en ese momento el Rey le hizo un disimulado gesto…
-Venga conmigo…- murmuró el monarca, bastante ruborizado…
Goku accedió sin hacerse el mas mínimo problema, ya que su mente estaba puesta en Vegeta y en su futuro matrimonio, así que siguió al Rey rumbo a la oficina de este sin apenas darse cuenta…
El Rey entró último, cerrando la puerta detrás de si y apoyándose sobre ella, sin atreverse a mirar a Goku…
Ese gesto hizo que al fin el profesor Son se sustrajera de sus pensamientos y se concentrara en los acontecimientos que lo rodeaban…
El Rey parecía nervioso, indeciso… como si estuviera por decir algo de suma importancia…
Apenas se dio cuenta de esto, el corazón de Goku comenzó a latir desenfrenadamente, ¿Qué seria aquello que el Rey deseaba decirle? Seguro algo acerca de lo que había pasado entre ellos…
-B-bien Son Goku… emmm… quiere tomar algo??- preguntó el Rey, sin decidirse a ir directo al grano…
-No gracias…- murmuró Goku, de todos modos el Rey fue hacia el reluciente aparador donde guardaba sus bebidas y sus vasos y se sirvió una buena medida de whisky escocés para cobrar valor…
-Ufff... bien… quería hablarle… acerca de lo que sucedió… ayer… entre… nosotros…- el Rey hablaba cortado, era la primera vez que Goku lo veía nervioso o inseguro por algo…
-Yo…- prosiguió el Rey…- Yo solo… ¡Quería disculparme con usted!- soltó el Rey abruptamente…
-Estaba pasando un momento difícil… y fue algo impulsivo… quiero… que me disculpe… y que no piense mal de mi… he sido un necio… y espero que podamos seguir siendo buenos amigos…- concluyó el Rey con gran dificultad…
Goku se sorprendió por las palabras, y de inmediato se sintió decepcionado, un segundo después, volvió a aplastarlo la amargura…
Decepción tras decepción…
Primero Vegeta se casaría, y ahora el Rey le decía que aquel hermoso beso no había sido mas que un error??? Es que nada podía salirle bien???
El Rey esperaba una respuesta del profesor, pero Goku permaneció mudo, como sumido en sus pensamientos…
Definitivamente la suerte jamás le sonreía a él…
Siempre había pensado que aquel encuentro casual, en ese desafortunado día, con el Rey había sido un regalo del destino… pero por lo visto no había sido mas que una sucia jugarreta…
Un plan malvado de la suerte o del karma para hacerlo concebir ilusiones y después romperlas en mil pedazos…
-Podrá perdonarme Son Goku??- volvió a preguntar el Rey, extendiendo su mano siempre áspera y fría en dirección al profesor, a quien volvía a tratar formalmente como el día en que se habían conocido…
Goku se debatió por instante muy largo, hasta finalmente tomar una decisión…
-Claro que si… ya lo he olvidado…- respondió el profesor con algo de nostalgia antes de extender su mano también y estrechar la del Rey en un formal apretón…
El Rey sonrío feliz, devolviéndole el apretón y finalmente retiro su mano…
-Me alegra mucho que mis estupideces no lo hayan ofendido…- dijo el Rey alegremente, aunque por dentro pensaba si estaría haciendo lo correcto….
Si… no cabía duda…. Kakarotto no se merecía que él estuviera con él solo por que le recordaba tanto a Bardock… y sin embargo… tenia tantos sentimientos por Goku… tantas emociones… que en su corazón no dejaba de existir la duda…
Tal vez… tal vez después… el día en que Goku supiera toda la verdad…
Pero no hasta que ese momento no llegara…
-Bien milord… entonces yo… ya me retiro…- murmuró Goku, obligándose a formar una sonrisa en su guapo rostro que a todas luces se vio falsa y quebrada…
El Rey asintió, sin darse cuenta de todos los sentimientos que el profesor escondía y lo dejó pasar…
Goku salió rápidamente de allí, con una mano en la boca…
De nuevo ese maldito agujero en el pecho que no lo dejaba en paz…
¿Por qué? ¿Por qué todo le salía tan mal?
Pasó por la sala, donde Bulma y Vegeta miraban muy compenetrados una película, el brazo del príncipe estaba pasado sobre el respaldo del sofá, abrazando a Bulma y la peliverde de tanto en tanto estiraba el cuello para darle algún que otro beso que los labios del príncipe recibían desprevenidos…
Se veían como una perfecta pareja feliz, y Goku creyó que ni siquiera lo vieron pasar… como si no fuera mas que un fantasma o una sombra…
Pero se equivocaba… claro que Vegeta lo había visto pasar… el príncipe podía sentir su presencia incluso cuando Goku estaba lejos de allí, incluso cuando no lo veía…
Y de nuevo los sentimientos que guardaban en su corazón se agitaron tormentosamente…
Goku había estado en la oficina de su padre…y Vegeta no podía evitar llenarse de rencor al pensar en ellos dos juntos…
Pero no tenia sentido… él se casaría con la terrícola, Goku no debía existir en su vida mas que su profesor… él no tenia derechos sobre Vegeta ni Vegeta tenia derechos sobre él… No eran nada el uno para el otro, no eran nadie… solo simples desconocidos que por obligación debían estar juntos…
El príncipe intentó convencerse de esto, decirse una y otra vez que él solo debía concentrarse en su matrimonio y que Bulma le construyera aquella nave que él y su padre necesitaban para salir a buscar a Freezer… pero a pesar de que estas eran sus obligaciones y asuntos mas importantes… no podía dejar de pensar en su insignificante profesor… en la mirada de este cuando él le había propuesto casamiento a Bulma…
¿Qué significaba todo esto… acaso… acaso su profesor podría…?
“No. Claro que No” pensó Vegeta de inmediato, sacudiendo la cabeza de un lado para otro… en todo caso si su profesor quería a alguien, ese, era el Rey…
-Que pasa mi amor? Por que sacudes así la cabeza?- preguntó Bulma, aun acomodada en su pecho…
-Por nada…- murmuró Vegeta siniestramente…
Los ojos azules de Bulma lo miraban con algo demasiado parecido a la adoración y a Vegeta ciertamente le irritaba mucho esa mirada, a pesar de no ser mas que una despreciable y débil terrícola, la mujer tenia sentimientos, y Vegeta no quería herirlos… pero tal vez fuera necesario…
-Entonces déjame darte un beso a ver si ya no mueves mas la cabeza…- dijo Bulma con una sonrisa, acercando su boca a la de Vegeta para darle un tierno beso que al príncipe no le quedo mas opción que recibir…
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Mientras tanto, Goku se había ido a la cocina, durante el almuerzo no había comido nada así que el hambre no de había demorado en llegar a pesar de su tristeza…
El profesor abrió la heladera con desgano, pensando aun en la romántica escena de Vegeta en el sofá con su prometida, y en las palabras del Rey asegurándole que solo lo había besado “Por error”…
Claro, después de todo, como se suponía que el Rey volvería a ser tan idiota como para enamorarse de alguien de clase baja nuevamente…
Por lo visto ya le había pasado una vez y no deseaba que la experiencia se repitiera, de modo que ahora eran nuevamente “amigos”…
Un deprimido Goku observaba la heladera, pero allí no había nada que en verdad se le antojara, por lo que abrió el congelador, y allí, vio un enorme balde de helado…
Helado…
Eso si se le antojaba…
El profesor sacó el helado del congelador y lo apoyó sobre el mármol de la cocina…
Era de fresa… eso le traía un recuerdo de sus primeros días en aquella mansión…
Y el recuerdo era Vegeta, zampándose la misma clase de helado mientras Goku lo miraba…
-Ese día tenia la boca llena de helado y solo por que yo se lo señale el muy orgulloso no se dignaba a limpiársela…- murmuró Goku con una leve sonrisa…
Desde aquel día habían pasado tantas cosas… tantos sentimientos habían crecido en su pecho y echado profundas raíces…
El profesor tomó una cuchara de uno de los cajones, abrió el balde de helado y comenzó a comer de él, como ese lejano día estuviera haciendo Vegeta, sin dejar de pensar en el príncipe…
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-Mmmh… Vegeta… ¿Por qué no vamos a tu habitación?.- murmuró Bulma después del beso…
El príncipe enseguida se puso nervioso –Y para que…??- preguntó con una sonrisa…
-Ya sabes para que…- le susurró la peliverde al oído antes de volverlo a besar…
Vegeta le devolvió el beso, y la astuta Bulma deslizó su mano hasta tomar la mano de Vegeta, el príncipe la dejó tomarla, hasta que de pronto la peliverde, guío su mano hasta quedar arriba de sus senos, forzándolo casi a acariciarlos…
De inmediato Vegeta se separó y se alejó…
-Sabes… de pronto se me antojó un poco de helado, no quieres??- preguntó el príncipe un poco asustado por la valentía de aquella mujer…
-Mmmh si… pero para lamerlo de tus labios amor mío…- susurró la peliverde, estirándose tentadoramente en el sofá…
-Es buena idea… pero mejor si dejamos esas cosas para cuando estemos casados…- dijo Vegeta, intentando ocultar que la mujer no le atraía ni un poco… que de echo estaba seguro de que cuando hicieran el amor por primera vez en la noche de bodas sería el rostro de su profesor el que vería… el que desearía… el que soñaría…
“Que idioteces pienso!!!” se recriminó Vegeta furioso…
Bulma lo miró con una mano sobre el rostro, espiándolo entre sus dedos…
-No me digas que eres tan conservador…- murmuró la peliverde, mientras Vegeta pensaba que todos los sonrojos y recatos del almuerzo de aquel día, no habían sido mas que actuaciones para que el Rey se la imaginara como una chica pura y perfecta para ser la esposa de su único hijo…
-Pertenezco a la realeza… me han educado así mujer- dijo el príncipe al fin, orgullosamente…
-Ya va siendo hora de que pierdas la virginidad entonces…- dijo la peliverde con algo de burla en la voz –Y yo estaré encantada de ser la primera…-
El príncipe se puso todo rojo ante esas palabras…
-No hables sin saber!!! Yo no soy eso!!!...- el sonrojo en su cara lo delataba bastante, así que Bulma se rió en su cara…
-Esta bien si lo eres… todos lo hemos sido alguna vez… déjame enseñarte…- murmuró Bulma, invitándolo de nuevo al sofá, pero Vegeta no sentía nada, no existía nada en ella que lo provocara, por muy hermosa que fuera… ella no era la indicada, ella no era ESA persona…
“Y aun así tarde o temprano deberé hacerlo…” pensó el príncipe con desanimo… Él jamás había experimentado el amor… jamás había conocido a nadie que le gustara de “ese” modo…
Bueno, excepto tal vez cierto profesor de ojos negros…
“No no no!!!!” repitió en su mente el testarudo príncipe…
-Vendrás… o no??- preguntó la peliverde, comenzando a bajarse un poco el escote del vestido para que se viera aun mas la curva de sus senos…
-Mejor será que no… iré a buscar… el helado…- murmuró Vegeta…
-Pídeselo al mayordomo y quédate aquí…- dijo la peliverde con voz suave y tentadora…
-Es la hora de la siesta… no hay nadie… en el servicio…- mintió el príncipe, sabiendo a la perfección que el mayordomo Rudolph no debía andar muy lejos del salón…
Vegeta escapó de allí en dirección a la cocina, intentando acallar sus perturbados pensamientos, mientras que Bulma se quedó sola en la sala, mirando la TV bastante frustrada… vaya que era difícil de seducir ese principito…
A Bulma nunca le había costado ni medio segundo tener a toda clase de hombres rendidos a sus pies y complaciéndola… pero ese joven… ese joven era todo un reto… y por eso la fascinaba… era el hombre ideal para ser su esposo…
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Vegeta llegó a la cocina deseando encontrarse con una muy buena excusa para demorarse allí lo mas que pudiera, sin saber que ese deseo se haría realidad de la forma que menos se esperaba…
Allí en la cocina, y totalmente solo, estaba su profesor… Goku…
El profesor fue sorprendido por el príncipe con la cuchara de helado llena a rebosar y el balde medio vacío…
La cuchara se escurrió de los dedos de Goku inevitablemente de solo ver allí parado a Vegeta, justo enfrente suyo…
Y esta vez los ojos del príncipe no lo ignoraban…
Se habían quedado prendidos a los suyos, entrelazados en una misma mirada…
El rostro de Vegeta ya no parecía frío ni indiferente… se veía lleno de miedo… de tristeza…
Vegeta retrocedió un pequeño paso… casi como si esperara escaparse de la cocina antes de ser atrapado…
Pero el paso que él retrocedió, Goku lo avanzó…
-Vegeta…- susurró el profesor, ignorando la cuchara que ahora ya había manchado de helado todo el piso…
El príncipe tardó un largo segundo en recuperarse, y cuando lo hizo fue para montar en cólera…
-Quien demonios te dio permiso de comerte mi helado insecto????- preguntó el príncipe frunciendo el ceño y poniendo esa expresión tan fiera que de un modo u otro encantaba a Goku…
La frase fue tan por completo fuera de lugar, que Goku soltó una pequeña risa de puro alivio…
-Lo siento Vegeta… tenia hambre y…-
-Y por eso te crees con derecho de comerte mi helado??- gruñó el príncipe irritado, aunque se esforzaba por contener una sonrisa…
-Siempre puedes comprar mucho mas…- dijo Goku con una amplia sonrisa, casi olvidándose de que ese chico le había causado un dolor tan grande hacia tan poco tiempo…
El príncipe avanzó hacia su profesor confiadamente y señaló el piso…
-Vamos, levanta la cuchara- ordenó con voz severa…
Goku, que no era ningún orgulloso, levantó lo que había tirado y lo colocó junto al balde de helado…
-Y ahora yo tengo que comerme esto, todo lleno de tus babas… wackkk te lo regalo!! Yo me largo!! Me has quitado el hambre!- se quejó el príncipe, mirando el interior medio derretido del fondo del balde de helado que era todo lo que Goku había dejado…
-Gracias…- murmuró Goku con algo de sarcasmo…
Vegeta no respondió, se estaba marchando de la cocina, aliviado de que su profesor no hubiera tocado el endemoniado tema de su casamiento, cuando de pronto su voz suave pero llena de tristeza lo detuvo en el umbral de la puerta…
-¿Por qué vas a casarte Vegeta…?- preguntó Goku, sin poder contener aquella pregunta que luchaba por salir de su garganta desde que había oído la precipitada proposición de Vegeta a la peliverde…
“No puedo decirte la verdad…” pensó Vegeta, molesto…
-Por que es lo apropiado…- murmuró el príncipe, volviéndose para encarar a su profesor…
-Yo soy de la realeza… de la clase alta… ella también… somos el uno para el otro…-
-Tu crees que son el uno para el otro solo por que son de la misma clase??- preguntó Goku, incrédulo…
-Si… así es en la realeza y así será siempre… y tu no deberías inmiscuirte… después de todo, jamás podrías comprenderlo…- respondió el príncipe, dispuesto a marcharse, pero Goku de nuevo lo interrumpió, esta vez tenia una duda…
-¿Por qué quieres casarte tan joven? Cuantos años tiene ella además…?-
-Tiene 19- respondió Vegeta sin inmutarse ni un poco…
-Ella ya es una mujer y tú aun eres un niño…Tu apenas tienes 15… creo que deberías esperar… hasta estar mas seguro…- reflexionó Goku, intentando controlar todos los sentimientos que luchaban por transparentarse en su voz…
-No soy un niño!!! Y además, aunque lo fuera a nadie le importa, a mi no me importa, y de todos modos, no es de tu incumbencia- volvió a remarcar el príncipe…
-Es de mi incumbencia… por que me importas… me importas demasiado…- susurró rápidamente Goku, haciendo que el príncipe abriera los ojos de pura sorpresa…
-Q-que???.- apenas pudo murmurar…
Goku lo miró fijamente a los ojos, con una intensidad que quemaba, con un fuego que atravesó al príncipe de lado a lado, llegando hasta lo mas hondo de su ser…
El profesor avanzó hacia él, y Vegeta, casi inconcientemente, retrocedió hasta que su espalda chocó contra la pared…
Ahora Goku lo tenía arrinconado…
El profesor puso un brazo a la altura de su cabeza para que no escapara y volvió a mirarlo a los ojos…
-La amas??- fue la directa pregunta que salió de los labios del profesor Son…
Vegeta, ruborizado y sorprendido ni siquiera pudo responder…
-¿La amas?- insistió Goku, dando a entender que no lo dejaría ir hasta no obtener una respuesta…
-E-eso no es tu incumbencia….- balbuceó al fin Vegeta, intentando sonar ofendido y enojado…
-Solo es una simple pregunta… respóndela…- murmuró Goku con una voz seria e intensa que Vegeta no le había escuchado jamás…
-No tengo que responder eso… es totalmente inapropiado… y t-tu no eres nadie… para preguntar eso…- murmuró Vegeta, desviando el rostro hacia un costado y mirando el suelo con enojo…
-Solo pido que me respondas…-
-Me casare con ella… punto final… es todo lo que necesitas saber…- respondió Vegeta, rechinando los dientes… Se hizo un silencio mortal en la cocina, hasta que al fin, el profesor recupero el habla…
-No puedes…- murmuró Goku de pronto…
Vegeta lo miro incrédulo…
-Como que no puedo??? Quien te crees que eres tu para impedirme algo a mi???- exclamó el príncipe…
-Tu no puedes…- repitió Goku, tomándolo de la barbilla y obligándolo a mirarlo de nuevo cuando el príncipe desvío la vista…
-Suéltame…- murmuró Vegeta –Y jamás te atrevas a decirme que puedo hacer y que no…-
-Tu… Tu no tienes derecho de hacerme esto!!!!- exclamó al fin Goku soltando el rostro de Vegeta, dejando caer la cabeza y con los ojos cerrados, de los cuales se escaparon algunas lagrimas…
-H-hacerte que???- susurró el príncipe, sintiendo como su corazón comenzaba a galopar velozmente en su pecho de la emoción…
Goku tardó un instante en recuperarse del todo de las violentas emociones que lo embargaban hasta al fin poder retomar la palabra…
-Tu… tu no tienes derecho de hacerme esto por que yo…- susurró Goku…- Por que yo… yo te…-
-Profesor…- apenas susurró Vegeta en el silencio de la cocina, aguardando con ansias aquella ultima palabra que aun no se decía…