Ambos cerraron los ojos al mismo tiempo, guiándose por la respiración del otro, buscándose como siempre, entregándose a ese fuerte sentimiento que los invadía desde el día en que se habían visto por primera vez… y muy despacio, suavemente, casi como una brisa de primavera, los labios calidos de Goku se rozaron con los del príncipe, compartiendo su aliento y su alma en un solo beso…
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Vegeta se quedó sorprendido… inmóvil… sin poder reaccionar…
Ese beso…
Ese beso no se parecía en nada a los que Bulma le había dado…
Era un beso puro… tierno…
Los labios de su profesor estaban inmóviles sobre los suyos, compartiéndole su calida respiración… Era el beso más perfecto que experimentaba en su vida…
Su estomago estaba lleno de cosquillas y sus mejillas inundadas de sangre, su piel ardía… todo su ser se rendía ante ese beso…
Pero pronto, demasiado pronto… Goku se separó de él, para mirarlo con ternura… sus manos aun seguían sobre su rostro, sujetándolo delicadamente…
Vegeta miró esos ojos negros, y se vio reflejado en ellos…
Pero eso no fue todo… en ese espejo oscuro pudo vislumbrar muchas cosas mas…
Su misión, su destino, aquello que tenia que hacer…
El príncipe cerró los ojos y se liberó de las manos de Goku con algo de violencia…
-¿Por que hiciste eso?- murmuró Vegeta con voz siniestra…
Goku pareció sorprendido de la pregunta…
-Por que el destino así me lo indico…- fue su sincera respuesta…
-¿Por que? ¿Por los poemas?- preguntó Vegeta con algo de sarcasmo…
-No…- respondió Goku con toda sinceridad –Fue por que te he amado desde el momento en que te vi…-
Vegeta se estremeció ante esas palabras como si le hubieran dado una descarga eléctrica…
-¿¿Tú??... tú no puedes estar diciendo eso… estas loco…- murmuró el príncipe, levantándose de su pupitre con gran estruendo…
Goku también se puso de pie, sintiéndose como un acusado en presencia del juez que decidirá si le quita la vida o lo perdona…
-Vegeta… te amo…- repitió Goku con una sonrisa –Ya se que carece de toda lógica… apenas tienes 15 años y yo 27… eres un príncipe y yo solo soy un profesor sin nada que ofrecer… pero te amo… y cuando se trata de amor nada importa… ni la edad… ni la clase social…-
Los ojos de Vegeta brillaron intensamente, casi como si el príncipe estuviera conteniendo las lagrimas, pero Goku ya lo conocía y el príncipe era demasiado fuerte como para llorar…
-No sabes lo que dices…- susurró al fin Vegeta, dándose la vuelta abruptamente y marchándose del cuarto de estudios…
Goku fue tras él de inmediato…
-Vegeta… espera… mi príncipe… por favor espera…- dijo Goku, sujetándolo del brazo y obligándolo a que se volviera hacia él…
-Déjame…- murmuró Vegeta, pero sin fuerza suficiente como para soltarse de él… siempre le pasaba lo mismo con aquel hombre… lo debilitaba hasta dejarlo prácticamente indefenso…
-Antes asegúrame que tú no sientes lo mismo que yo…- dijo Goku, acercando inevitablemente sus labios a los de Vegeta, como si no pudiera contenerse, como si se hubiera vuelto adicto a su sabor tras probarlos…
-No… yo no siento nada… por ti…- murmuró Vegeta débilmente, esquivando la boca de su profesor…
-Júralo…-
-Lo Ju…-
Vegeta no pudo decir nada mas, por que los labios de su profesor lo acallaron sin que él pudiera evitarlo…
De nuevo ese beso puro que enloquecía su razón… que lo hacia sentir que se elevaba hasta lo mas alto del cielo sin siquiera despegar los pies de la tierra…
-No me mientas…- murmuró Goku con una sonrisa después de separarse de la boca del príncipe…
-Debes comprender…- susurró Vegeta –Que solo por que el destino quiera algo… no significa que debamos dárselo… lo importante… son las decisiones que tomamos…-
-¿¿Que quieres decirme con eso?? Por favor… háblame claro Vegeta… veo en tus ojos el amor… pero también necesito escucharlo de tus labios…- susurró Goku apasionadamente, antes de volver a sujetar la barbilla de su príncipe y depositar otro suave beso sobre aquellos labios que le hacían sentir que perdía la razón lenta y dolorosamente…
Todo su cuerpo ansiaba amar a Vegeta, unirse a él… con una intensidad que no había sentido jamás…
¿En que momento se había dado cuenta de cuales eran sus sentimientos?
No lo sabía… pero estaba casi seguro de que había sido mientras Vegeta recitaba aquella poesía que se llamaba “El Profesor”…
En ese momento todo había sido tan claro… tan cristalino como el agua… como los ojos de su príncipe…
El profesor se separó un poco para recuperar el aire, y acarició las coloradas mejillas de Vegeta con ternura…
-No tienes nada que temer… yo te protegeré… no permitiré que tu padre te case con esa mujer…- susurró Goku…
Pero el príncipe apartó la caricia de un manotazo…
-Tu no entiendes nada… es lo que tengo que hacer… ahora déjame en paz…- dijo el príncipe, cobrando al fin fuerza suficiente como para alejarse de su profesor…
Goku lo observó marcharse… pensando en que todo lo que Vegeta necesitaba era tiempo… tiempo para asumir el gran amor que sentían el uno por el otro…
Y después de esto el corazón de Goku al fin se sentía feliz… y liviano…
Que más daba que aquel amor careciera de toda lógica…
Él solo era conciente de que su pecho reventaba de amor por ese príncipe tan rebelde y fastidioso…
Que no le importa quedarse sin trabajo… que su único miedo siempre había sido no volver a verlo…
Todo el tiempo lo había estado amando en silencio… sin saberlo… y ahora al fin… lo había descubierto…
El profesor se llevó una mano a los labios, con una ligera sonrisa, aun sentía la boca de Vegeta sobre la suya y aunque el príncipe no le había correspondido el beso, no por eso era menos hermoso… Su príncipe… Suyo…
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Vegeta estaba demasiado alterado como para poder pensar en nada…
Su corazón latía lleno de alegría por aquellas palabras que Goku le había dicho, pero aun así la angustia lo dominaba…
Aquello era imposible…
El Tenia que casarse con Bulma…
Ese era el plan… esa era la única manera de lograr la venganza que deseaba contra Freezer…
Y a pesar de todo… deseaba tanto estar con él…con su profesor… entregarse a sus besos… corresponderlos con toda su alma…
Pero no podía…
De un modo u otro tenia que casarse con Bulma… y si aceptaba también estar con Goku… al final el profesor terminaría lastimado…
-Y yo… y yo no puedo permitir que eso pase…- murmuró Vegeta para si con una media sonrisa colmada de dolor…
Goku le había dicho que él lo protegería… pero eso era imposible… Vegeta tendría que protegerlo a él… No tenía más opción… No jugaría con sus sentimientos por que en verdad… en verdad lo quería…
-Maldita sea!!! Por que?? por que!!!?? Por que tenia que pasarme esto justo ahora!!???!- exclamó Vegeta mientras escapaba rumbo a su cuarto, apretando los puños lleno de dolorosa ira…
En ese momento odiaba con todas sus fuerzas a Bulma a Freezer y hasta a su padre…
Si no fuera por ellos entonces él podría estar con ese maldito insecto de Goku que tanto había llegado a querer…
Pero no… era imposible…
No tendría mas opción que hacerle creer que no sentía nada por él…
Pero para eso debía prepararse muy bien… montar una actuación que fuera perfecta y de la cual no hubiera duda alguna… Tendría que mantenerse sereno hasta el final… y luego… tal vez si no perdía la vida intentando destruir a Freezer… entonces tal vez… volvería por él…Claro, siempre que al volver hubiera alguien esperándolo, cosa que Vegeta dudaba…
“Que fácil es…” pensaba el príncipe con amargura “para un terrícola, enamorarse y desenamorarse casi a voluntad… en cambio a nosotros… los saiyans… cuando nos llega el amor es para siempre… y como podría él esperarme si ni siquiera sabe quien soy… si ni siquiera sabrá lo mucho que yo… que yo… lo quiero… es imposible… aunque mi padre y yo podamos matar a Freezer… cuando regrese a la tierra ya no abra nadie esperándome…” esa conclusión tan evidente para nuestro príncipe pareció desgarrar en mil pedazos su corazón… Pero no había más alternativas…
-¡Vaya hijo Mio! ¿¿Ya has terminado tus clases??- preguntó en ese momento una voz que le era familiar, sacándolo de golpe de sus agónicos pensamientos…
“Hemos terminado si… pero para siempre…” pensó Vegeta con amargura…
-Si padre, ya es la hora del almuerzo…- respondió Vegeta con voz algo ronca que el Rey ni siquiera notó…
-Ya veo… y el profesor Son donde esta?? No almorzara con nosotros??- preguntó el Rey…
-Se quedó acomodando algunas cosas creo…- respondió Vegeta, fingiendo indiferencia…
-Oh vaya… bien… ayer no quiso cenar con nosotros… espero que no sea por que le estas dando problemas Vegeta…- dijo el Rey con severidad, mientras su hijo le dirigía una sonrisa irónica…
-Para nada papá… aunque es totalmente inútil que siga asistiendo a clases particulares cuando me casaré dentro de tan poco tiempo…-
El Rey se acarició la barba, pensativo…
-Ahora que lo dices puede ser… pero la verdad prefiero que aproveches estos cuatro meses para instruirte aun mas, como corresponde…- dijo al fin el monarca…
-Como sea…- suspiró Vegeta, poniendo los ojos blanco…
Sabía que eso no haría mas que darle mas problemas y sufrimiento… pero aun así… era un tiempo que valía la pena pasar junto a aquel hombre que quería… aunque mas no fuera mirándolo desde la lejanía…
-Bien… entonces vamos al salón a esperar al profesor y luego almorzaremos…- dijo el Rey, indicándole a su hijo que pasara…
Vegeta suspiró y fue hacia su lugar en la mesa, sentándose allí, justo enfrente del lugar que ocuparía Goku si almorzaba con ellos…
Vegeta cruzó los dedos debajo de la mesa deseando que Goku no asistiera al almuerzo… no se sentía de ánimos suficientes como para enfrentarse aun a su profesor…
Pero su pedido no fue escuchado, y a los cinco minutos llego Goku, intentando ocultar la sonrisa que se formaba en su rostro cada vez que miraba a Vegeta…
-Buenos días profesor Son…- le saludó el Rey, educadamente como siempre…
-Buenos días Milord…- respondió Goku, de un modo bastante distraído, sin apartar los ojos de Vegeta…
El Rey notó esa distracción lo cual le llamo la atención y le molesto…
Goku siempre era tan cortes, siempre estaba tan pendiente de él…
¿Por qué ahora no era así?
¿Qué había en la mente de Goku que fueras más importante que su Rey?
-¡¡¡Rudolph!!! ¡¡¡Trae el almuerzo!!!...- ordenó el Rey con voz seca, bastante enojado…
El sirviente acató la orden en el acto y el Rey se dedicó a contemplar al profesor con serena severidad…
-Lo noto… un tanto distraído hoy Son Goku… que le sucedió ayer que no pudo acompañarnos a cenar?- preguntó el Rey…
-Emmm… pues… me dolía mucho la cabeza…- mintió Goku, esperando que el Rey se lo creyera…
-Bien… me alegra que ya se haya recuperado entonces… Por cierto hijo- dijo ahora dirigiéndose al príncipe –Ya he mandado a buscar los modelos de tarjetas para las invitaciones a tu fiesta de compromiso y a tu boda… solo necesito que Bulma me de el visto bueno y ya las mandare a imprimir…- comentó el Rey, justo cuando los sirvientes comenzaban a traer el almuerzo…
Vegeta no le respondió, pero no pudo evitar intercambiar una mirada con Goku, quien se veía muy molesto…
-También pronto vendrá la modista a tomarte las medidas para el traje de gala… no quiero que vistas como tu acostumbras… por cierto esta noche Bulma y su padre vendrán para terminar de aclarar todo respecto al matrimonio y cenaran con nosotros…- prosiguió el Rey, haciendo que Goku apenas pudiera contener sus deseos de gritarle en la cara al Rey que Vegeta y él se amaban y que no habría ninguna boda…
El almuerzo se desarrolló en silencio, aunque de tanto en tanto el Rey hacia algún que otro comentario respecto a la boda y lo emocionado que estaba por todo el asunto…
Solo Vegeta sabía el por que de aquella emoción…
Su padre ya estaba viendo su nave construida… aquella con la que podría salir a vengar la destrucción de su planeta… aquella con la que podría ir a buscar a Freezer para destruirlo…
Eso era lo único que le importaba al Rey… conseguir su venganza…
Cuando finalmente el almuerzo terminó, el Rey anunció que se iría a dar un paseo por el jardín, y Goku y Vegeta quedaron solos…
El príncipe no estaba dispuesto a escuchar de nuevo ninguna confesión de amor por que sabia a la perfección lo cerca que estaba de dejarse llevar por esos sentimientos, así que se levantó de su asiento y se encaminó hacia las escaleras…
Pero Goku no lo dejaría escapar tan fácilmente…
-Vegeta espera… tenemos que hablar…- dijo Goku, levantándose también y siguiéndolo…
-Déjame en paz… tú y yo no tenemos nada de que hablar…- replicó Vegeta, alejándose…
-Tenemos todo de que hablar…- respondió Goku, tomándolo del brazo con algo de fuerza…
-¿¿No escuchaste o eres idiota?? ¡Me voy a casar!- dijo Vegeta, sacudiéndose ese agarre tan perturbador…
-¿¿En verdad te dejaras casar?? ¿¿¿A pesar de lo que sientes por mí???- preguntó Goku, frunciendo el ceño…
-¿¿¿Sentir por ti??? ¿¿Yo sentir algo por ti?? ¡¡¡No seas ridículo!!! ¡¡¡Tú no eres nadie!!! Y yo soy un príncipe… acéptalo…- gruñó Vegeta, odiando tener que ser cruel con él…
Goku de apoco lo soltó, pero sus ojos negros aun estaban clavados en los del príncipe…
-Yo se que me quieres… por eso te enojaste tanto cuando bese a tu padre… por eso te sonrojas cuando me ves… por eso no hiciste nada para evitar que te besara…-
“Buenos puntos…” pensó Vegeta, “Pero no puedes hacérmelo mas fácil? No ves que odio ser cruel contigo…?”
-Mira… te lo explicare por ultima vez…- dijo el príncipe, recurriendo a todo su valor para hablar…
El príncipe se hallaba sobre los escalones de la escalera, mientras que Goku lo miraba desde abajo… esperando…
-Yo no siento nada por ti… me casaré con Bulma por que la amo y no por que me obliguen… me casare con ella por que es la adecuada, por que es de mi clase y no como tú que no eres mas que un insecto miserable… Me casaré con ella y tendré muchos hijos que continuaran con mi linaje y mi apellido real…- dijo Vegeta, remarcando cada palabra, y viendo como cada una de esas palabras parecían abrir una herida en Goku…
-Vegeta… ¡¡no puedo creer eso!!- exclamó Goku, negando con la cabeza…
-Vaya menudo idiota testarudo resultaste ser- prosiguió Vegeta con sarcasmo, dándose cuenta de que debería clavar el puñal mucho mas hondo para lograr que ese hombre dejara de amarlo… -Entiéndelo de una vez… tú no eres nada para mi y tus sentimientos no me importan… Ja! En verdad pensaste que alguien como yo podría querer a alguien como tú?? Tú?? Que eres un insignificante profesor de cuarta??? Me da asco de solo pensarlo… Soy demasiado para ti, y si tienes algo de dignidad deberías dejarme en paz…- dijo Vegeta, con todo el desprecio del que fue capaz…
Goku apretó los puños con fuerza, la rabia comenzaba a invadirlo, y un viento extraño y salido de la nada cruzó de pronto la sala, haciendo que sus cabellos se alborotaran, aunque Vegeta estaba tan concentrado en mantener su mascara de frialdad que apenas lo notó…
-Entonces… entonces no me amas…- murmuró Goku…
-Sorprendentemente has acertado- respondió Vegeta, subiendo unos escalones mas sin dejar de observarlo con superioridad –Creo que deberías usar tu asombroso poder de deducción para el bien de la humanidad en lugar de desperdiciarlo aquí conmigo…-
-No tienes por que ser tan cruel…- murmuró Goku con voz muerta, ocultando sus ojos de la vista de Vegeta –Tienes razón… fui un idiota al pensar que alguien como tú se fijaría en alguien como yo… lo siento príncipe…-
Vegeta lo miró desde su altura, con el corazón hecho pedazos pero disimulándolo a la perfección…
-Eso esta muy bien… puedes retirarte…- dijo el príncipe imperiosamente, antes de volverse y seguir subiendo las escaleras…
Goku lo observó marcharse en silencio…
Esta vez el príncipe había sido muy claro y contundente…
“Perdóname profesor…” pensaba el príncipe, desangrándose por dentro de lo profundas que eran sus heridas… “Pero es mejor así… yo debo seguir con una lucha que tú jamás conocerás y no puedo arriesgarme a que termines lastimado… lo que sientes ahora será compensado por todo el sufrimiento que te evité y que hubieras hallado de estar conmigo… ahora al menos puedo quedarme en paz sabiendo que pronto me habrás olvidado…”
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Goku se quedó un par de minutos mas allí, observando las escaleras vacías y sus blancos escalones de mármol…
-Vegeta…- susurró – ¿Como puedo soportar esto?… No… no puedo… no soporto no ser nada para ti… Creo… creo que ya se que es lo que debo hacer…-
Goku salió de la mansión, rumbo al jardín donde el Rey estaba paseando tranquilamente y disfrutando del sol…
De nuevo las aves cantaban y la brisa era agradable y calida… todo se veía lleno de la luz dorada del sol, pero esta vez la escena no alegraba el alma de Goku… no le llevaba paz… solo desasosiego…
-Milord…- dijo Goku nada más verlo, haciendo que el monarca se volteara para mirarlo…
-Son Goku! ¿¿A que debo tan agradable compañía??- preguntó el Rey con su calida y amigable sonrisa de siempre…
-Yo… yo necesito hablar con usted…- murmuró Goku sin corresponder la sonrisa…
-Dígame… ¿¿que ocurre??- preguntó el Rey, poniéndose serio de inmediato al ver la seriedad de su interlocutor…
-Yo… vengo a presentarle mi renuncia…- respondió Goku sin vacilar…