Hacia como mes y medio que asistía a las clases de Nimiel, había descubierto a pesar de lo serio que era, que tenia pequeñas cosas que me hacían gracia, siempre que me miraba notaba un eje de sorna en él, como dejándome muy debajo de su alcance.
Vaya, pareciéndome que quería que le alcanzara o algo por el estilo, siempre con las miraditas, siempre con los comentarios.
Y hoy no era una excepción.
Le miré, y allí estaba, leyendo su libro mientras yo me rompía la cabeza para dibujar algo que le impresionara.
"Michael..." su voz profunda me hizo levantar la mirada, yo simplemente miré hacia arriba, encontrándome con los ojos marino. "...llevas una hora sin hacer nada..."
Era verano, y como tenia vacaciones había decidido hacer mas horas de clase, con mis ahorros pagaba las horas, y claro, si quería entrar en la universidad, estas clases ya no podría hacerlas por el horario.
Vamos, tenia dos o tres meses para sacar algo de mi profesor, aunque fuera algo... solo un beso, pero algo quería conseguir.
…l comenzó des de el primer día para provocarme, yo le seguiría el juego hasta que ganara la partida.
Me levanté de la silla y di dos o tres vueltas entorno del papel del cuadro, me quité la camiseta y me quedé con una de tirantes interior, me atusé el pelo color fuego y cogí el pincel.
Su voz...
Me había dado una idea, y si, no era algo muy normal.
Comencé a pintar y Nimiel se sentó en el pupitre volviendo a la lectura, dándome un vistazo de tanto en tanto para ver como avanzaba la pintura y el retrato.
Mis manos actuaban casi por si solas, me encantaba el arte, la pintura, sentir como la tela se iba tiñendo por mis dibujos.
No sé exactamente cuanto estuve pintando, creo que mas de una hora porque Nimiel llamó a alguien diciendo que no podría ir a impartir clases a otro lado, que tenia que atender a un alumno.
Y ese alumno era yo, y si, le dejaría con la boca abierta cuando viera mi dibujo.
"Acabé..." me separé de la tela, pasándome la mano llena de pintura por la frente, manchándome, pero me daba igual, me había quedado lo que yo estaba pensando y lo que quería transmitir.
Nimiel se acercó y se paró en frente del cuadro, estaba con los ojos algo abiertos y creo que le sorprendí un poco.
"..." vi como su mirada azul marino se posaba en mi y simplemente me estremecía, me miraba...¿diferente?
Volví mis ojos color miel hacia la tela.
Dos hombres, entrelazados entre si, con los cuerpos pegados y la sabanas color marfil, el ambiente algo cálido y uno de ellos con una ligera cara de placer.
Sonreí para mi mismo, me daba igual si ahora resultaba que mi profesor no era homosexual, eso sería una buena prueba.
"¿Qué te parece Nimiel?" me senté en la mesa, viendo como mi profesor rubito miraba la tela de arriba abajo.
"...Creo que esta bastante bien..." Nimiel se giró hacia a mi, acercándose. "¿Es algo que te sucede? Digo quizá te has inspirado en algo que te ocurrió hace poco..." me sonrió torcidamente.
Yo solamente sonreí del mismo modo.
"...no, es algo que me gustaría vivir dentro de poco." Oh, creo que le miré con demasiado descaro y el comentario que hice hizo que me mirara un poco sorprendido. "¿te molesta que me gusten los hombres?"
"Para nada..." se acercó mas, poniendo un brazo a cada lado mío, quedando a escasos centímetros de mi rostro. "...incluso es interesante..."
"...Nimiel..." sentía como todo el cuerpo me temblaba, pasé una de mis manos por su brazo y creo que a él se le erizó la piel.
"¡Michael e venido a buscarte tío!" Jon entró en la sala, los dos nos giramos de golpe mirando a mi amigo que simplemente se puso a reír. "Lo siento..."
"Da igual, la clase ya se a acabado hace rato..." Nimiel se separó de mi, alejándose, me miró y sonrió picaramente, o eso me pareció. "Lávate la frente Michael, estas sucio de pintura..."
Me levanté y le pedí a Jon que me limpiara la frente, él simplemente se acercó y me lavó con una toalla que había para las manos, cogí mis cosas y le dije a mi amigo que se esperara fuera.
"Me voy ya Nimiel..."
"Ok...hasta mañana..." Nimiel se acercó y me abrió la puerta, atusándose con la otra los cabellos rubios, mirándome de soslayo cuando me fui, porque yo...también me lo quede mirando un buen rato, hasta que cerró la puerta.
Suspiré.
¡Mierda! Yo quería besarle...
"Michael no sabía que estuvieras liado con tu profe..." Jon me cogió del hombro y me comenzó a chinchar dándome golpecitos en la espalda.
"No estamos liados..." suspiré, la verdad ya me gustaría... comencé a caminar adelantando a Jon, quería irme a casa ya. "...solamente es que a mi me gusta y quiero conseguir algo..."
"Mmm... tampoco te metas en líos con personas adultas Michael..." eso hizo que me girara para ver a mi mejor amigo, le miré interrogativamente. "... piensa que luego no hay marcha atrás..."
"¿Por qué dices eso?" me esperé a que caminara junto a mi y él negó con la cabeza mirando melancólicamente algo. "Jon...¿ocurre algo que deba saber?"
"Que va, solo que a veces, cuando alguien se lía con otro que es mayor que él puede haber mucha diferencia tanto de pensamiento como de puntos de vista, y entonces...la cosa se lía...¿me entiendes?" me miró con un eje de ternura... le encontraba muy raro.
"..." me quedé pensativo, según mamá Nimiel tenia los 27 recién cumplidos, por lo tanto nos llevábamos unos nueve años...bastante diferencia, quizá Jon tenia razón.
"Ahora si solo quieres un rollo de verano adelante, mientras no te quedes prendado de él..." Jon se paró en la puerta de mi casa, sin darme cuenta habíamos estado hablando del tema hasta llegar a mi casa.
"Jaja... igualmente no creo que Nimiel quiera algo conmigo... para él debo ser un crío que le va detrás, pero me da igual porque quien la sigue la consigue." Sonreí y mi amigo me acarició el pelo y se despidió de mi.
Entré en casa, las paredes blancas, los cuadros y fotos de nuestra familia por el pasillo, los marcos de la pared de una madera clara, a mi personalmente me parecía una casa bastante grande, aunque cuando convivían cuatro se hacia pequeña.
Miré en la cocina donde mamá estaba preparando unas magdalenas caseras buenísimas, des de pequeño que la había visto haciéndolas, y a mi me encantaban.
Subí las escaleras hacia mi habitación y me senté en la cama, lo que me dijo Jon me estaba haciendo pensar.
No es que estuviera perdidamente enamorado ni nada parecido, pero Nimiel me hacia mucha 'gracia', me gustaba su forma de ser y también su físico para que decirlo.
Aunque a mi eso no me importaba mucho, de hecho estuve saliendo con un chico que según los de las clase era de los feos, pero a mi me encantaba su forma de ser, ¿Y por que no? Me gustaba mucho.
Ladeé la cabeza, eso eran cosas del pasado.
Ahora era mayor, me estaba dando cuenta poco a poco que maduraba con el tiempo y la gracia es que no sabía si alegrarme o tener complejo de Peter Pan y querer ser un niño toda la vida, sin preocupaciones ni responsabilidades.
Nimiel me gustaba. Pero también sabia que querer algo con él era una locura, primero era mi profesor, segundo era mucho mas mayor que yo y tercero prácticamente era un desconocido. De hecho solo le conocía de un mes y medio.
Pero su cercanía me volvía loco, su voz, sus gestos, sus ojos...
Hasta había soñado con él muchas veces...
Pensando se me pasaron las horas y mi madre me llamó para cenar, bajé como siempre y me senté para comenzar a cenar, mi padre aun no había llegado de trabajar, tenia turno de noche esa semana y mi hermano bajó con el pijama, se había puesto malo y estaba con fiebre.
"¿Cómo van las clases de arte enano?" James me miró mientras comía su porción de tortilla, comía un montón, parecía que tuviera una agujero negro como estómago y por mas que comiera nunca se saciaba.
"Bien, la verdad es que muy bien y encima el profesor esta bueno." Sonreí y mi madre me dio un codazo.
"¿Es que acaso solo vas por eso?" mamá me riñó mirándome de soslayo, James solo comenzó a reír.
"Sabes que no... a mi me encanta pintar..." comencé a explicarles todo lo que me había contado Nimiel acerca del arte, de la pintura, y vaya, parecía que se quedaron sorprendidos de que escuchara tanto sus explicaciones.
"Michael parece que las clases te son provechosas hijo." Mamá me miró y sonrió, supongo que le gustaba que el dinero invertido fuera aprovechado y que me gustara verdaderamente lo que era el arte.
"Dentro de dos días inauguran la galería 'marshan' de la avenida central..." eso era música para mis oídos, creo que hasta los ojos me brillaron. "...ah no enano, yo no te acompaño, con este catarro tengo para algunas semanas." Bostezó y yo miré a mamá quien negó con la cabeza.
"¿Entonces quien demonios me puede acompañar? A Jon no le gusta nada el arte y papá trabaja, y solo no quiero ir, allí siempre por la noche hay ladrones." Me enfurruñé.
"Contigo no hay problema te harías amigo hasta de un ladrón." James comenzó a reír y yo le di una patada a la espinilla, haciendo que gimiera de dolor.
"¡Queréis parar ya!" mamá chilló con ese tono agudo que le caracterizaba para que calláramos. "Michael...¿por qué no se lo preguntas a tu profesor? Seguro que él va como invitado de honor allí, es una galería importante y seguro que Nimiel va..."
"¿Invitado de honor?" arqueé una ceja, mamá asintió.
"Nimiel es un pintor que es conocido fuera de aquí por sus obras, no es muy famoso pero los cuadros que hacen son comprados a buen precio y algunos hasta han sido expuestos en galerías importantes de Francia." Mamá me dejó con la boca abierta. "...no quería decírtelo porque la verdad las clases son caras pero bueno, él no se quedará todo el año aquí, así que aprovecha las clases que te quedan durante el año..."
"No lo sabía..." me sentí un poco avergonzado, yo un enamorado del arte, un fanático de los cuadros...¿no conocía a Nimiel?
Acabé de cenar y subí a mi habitación, mañana le preguntaría a Nimiel porque no me dijo que sus obras eran conocidas y también si me quería acompañar a la galería marshan. Aunque seguramente no querría ir conmigo, y mas, si iba como invitado especial.
Hoy tenía clase por la mañana hasta el mediodía, me puse unos piratas blancos caídos y una camiseta de tirantes azul. Bajé las escaleras de dos en dos como hacia siempre y me fui como alma que lleva el diablo.
"¡Michael el almuerzo!" mamá me chilló des de la ventana y me tiró un bocata envolvído en papel de cocina, lo cogí al vuelo y me fui, llegaba tarde, me entretuve en la ducha.
Cuando llegué a la clase ya me había acabado el bocata y entré en la clase, Nimiel me esperaba sentado en la silla con los brazos cruzados.
"Lo siento...me entretuve en la ducha..." le señalé mis cabellos mojados, por no decir chorreando, las gotas caían por mi cara y Nimiel creo que se me quedó por unos momentos mirando la camiseta por donde se perdían las gotas de agua.
"No si ya lo veo..."
"Esto... quería preguntarte algo...¿de verdad eres un pintor importante? No es por ofender pero nunca había oído tu nombre..." le miré acercándome, quedando en frente de su poderosa mirada, me sacaba como una cabeza.
"Normalmente los cuadros están firmados con el sobrenombre de 'N'. Quizá por eso no los debes conocer..." cerró los ojos y se apoyó en la mesa, mirándome fijamente.
"...Ah, pues si que conozco entonces si que conozco tus cuadros, son fantásticos, no lo digo por peloteo pero si que tengo algunas fotos de cuadros tuyos..." sonreí mirándole.
Sentí como su mano se ponía en mi cabeza y como me acariciaba los cabellos.
"Gracias Michael..."
Uau... creo que por primera vez vi una sonrisa como esa en su rostro.
"D-de nada..." me puse rojo como un tomate, subí el rostro y su mano resbaló hasta quedar en mi rostro, creo que aun me sonrojé mas. "...q-quería preguntarte algo más..."
"Dime..." su voz estaba sonando mas sensual de lo habitual.
"...¿Podrías acompañarme mañana a la galería marshan?" le miré a los ojos, sabía que me diría que no, pero a lo mejor así conseguía algo.
"Uhm...claro, supongo que si..." me acarició la cara, creo que me estaba derritiendo, tenia las manos frías pero mi piel estaba ardiendo.
"Me dijo mi madre que seguramente ibas de invitado especial...con otros pintores mas claro." Intenté disimular mi sonrojo y él continuaba con la mano en mi mejilla.
"Si, si que voy como invitado, pero me dijeron que fuera con acompañante así que ya tengo..." sonrió de medio lado, haciendo que mi corazón comenzara a bombear más rápido. "...solo debo decirte que seas obediente... y hagas todo lo que te diga..."
Oh, oh... ¿Eso iba con doble sentido quizá?
"Tampoco abuses..." le solté eso casi sin pensar, pero mi voz sonó tranquila incluso con un eje de sorna, él simplemente rió por lo bajo.
"Solo te digo que es un lugar donde habrá mucha gente importante el día de la inauguración, por que una cosa es ir el día en que la inauguran para la población y otra es ir la noche antes para la cena donde hay vip's."
Comencé a procesar la información.
Si era la noche antes de la inauguración y yo me pensaba que íbamos el día en que la inauguraban para la población...
¡¿Era esta noche donde iría con Nimiel?!
"¡Pero Nimiel si es hoy donde me quieres llevar!" le acusé con el dedo índice y él lo cogió con la otra mano, acercándome a él.
"Lo sé...pero yo mañana no puedo es el día que libro, es sábado, y no puedo, además ya que me han invitado a la fiesta VIP...¿por qué no ir? Y tu deberías pensar lo mismo, te estoy brindando la ocasión de ir a una fiesta donde habrá tus ídolos de pintura y arte..."
Allí me dio un golpe bajo.
Tenia razón, era una ocasión que si desaprovechaba no me lo perdonaría en la vida, primero porque estarían pintores famosos y segundo sería un tipo de 'cita' con Nimiel.
"Debo avisar a mi madre... no sé si me dejará..."
"Te acompaño a casa después de la clase y se lo comento a tu madre, supongo que si le digo que vas conmigo y que luego te traigo a casa acabada la fiesta te dejará..." Nimiel pasó una de sus manos por mi cintura, ahora si que estaba sonrojado.
"...¿Me llevarás a mi casa? Que lujo..." ironicé mirándole a la cara, él pasó uno de sus dedos por mis labios abriéndome un poco la boca, ahora si que estaba realmente sorprendido.
"Vigila con tus modales... ya te dicho que tendrás que obedecerme en todo esta noche...sobretodo cuando se trate de lo que sueltas por esta boca..."
"Que divertido..." abrí un poco mi boca y lamí con la punta de la lengua su dedo, noté como un escalofrío le recorría la piel porque tenía la piel de los brazos erizada.
La mano que sujetaba mi cintura me acercó más a él y mi boca fue cubierta por sus labios, abrí los ojos desmesuradamente, por una parte sabía que ocurriría dando yo esos comentarios, pero pensaba que para Nimiel era un juego de niños.
Pasé una de mis manos por su nuca y me puse de puntillas, profundizando el beso, abriéndome paso por esa boca hasta tocar con mi lengua la suya, sintiéndome en el paraíso.
Sintiendo el placer envolverme y como unos nervios se acomodaban en mi barriga.
Me sentó en la mesa y sus manos vagaron por mi cintura y espalda.
¿De donde salía un profesor como este?
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