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El Espejo por Marieene

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Notas del capitulo:

Solo tengo para decirles una sola cosa: 


MUY FELICES FIESTAS PARA TODOS.


El regalito de hoy es el cap 4 


Pasenla lindo en familia y amigos, brinde, beban, no se mamen, no menajen mamados y rian, diviertanse y todo lo demas


Eso si, disfruten este humilde cap n.n


Saludos a todos 


Marieene


 


 


 


 

Capitulo IV


 


Estaba altamente asombrado y emocionado. Lo había logrado. ¡Lo había logrado! Había conseguido abrir una pequeña abertura en el espejo, lo suficientemente pequeña como para pasar un libro de su lado hacia la habitación de Thor. Estaba inmensamente feliz por su pequeño gran paso. Tal vez no podía traspasar él, pero ya sabía manipular su magia a tal punto de crear una especie de portal temporal entre dos espacios distintos. Pronto, muy pronto podría poner un pie del lado de su amigo y estar para siempre a su lado. Ya no volvería a estar encerrado en una desolada prisión. Nunca más.  


Observó desde su lado hacia la habitación de Thor, allí, junto al espejo donde siempre estaba sentado su rubio amigo, ahora descansaba un libro, que pocos segundos antes había tenido él mismo entre sus manos. Entusiasmado, buscó otro libro y tocó el espejo, sus finos dedos acariciaron el cristal y al quitar la mano con lentitud, quedando solo su dedo corazón, sus labios se movieron y sus ojos se cerraron. Sonrió ampliamente cuando sintió un cosquilleo en su dedo. Al abrir los ojos las pequeñas ondas se extendían por todo el espejo. Era hermosamente extraño ver aquello, por un momento creía estar mirando hacia un tranquilo estanque de aguas mansas. El espejo fue retomando la tranquilidad de la normalidad y los dedos de Loki acariciaron el lomo del libro que anteriormente había buscado. Ahora la puerta hacia Thor estaba abierta. Con apresurada emoción empujó el libro por el espejo y muy pronto, cuando sus dedos ya no tocaban el tomo de historia con paginas amarillentas, escuchó un “plaf” y rio con alegría. ¡Otro éxito! Se puso de pie y comenzó a mirar hacia todos lados llamando a su amigo de rubios cabellos. Pero por mucho que lo nombrara, el Príncipe no daba señales. Luego se silenció por miedo a ser escuchado por alguna otra persona desconocida. Se acuclilló y comenzó a garabatear en el suelo. Quería verlo, quería ver a Thor y mostrarle lo que había conseguido con esfuerzo. Pero él no estaba…la soledad lo rodeaba. Tal vez ella era su verdadera amiga.       


Sacudió la cabeza intentando apartar sus pensamientos, ¡Thor era su amigo! Y se había ido solo porque él le había gritado que se fuera. Si no le hubiese gritado, aun estaría ahí, en plena madrugada, mirándolo e incentivándolo a seguir probando. Suspiró audiblemente enojado consigo mismo. Había sido completamente injusto con Thor. Se abrazó las piernas y esperó… y esperó…Hasta que la luminosidad de su prisión comenzó a aumentar como cada nuevo día. Pero sus parpados comenzaron a cerrarse y muy pronto cayó rendido ante el cansancio. Su cuerpo se acurrucó contra el espejo y su mente se olvido de cualquier preocupación. Su sueño resulto ser tranquilo y relajante. Pero ese sueño resulto ser interrumpido a los pocos minutos por unos, ya muy conocidos, golpecitos.


– ¡Loki! Despierta. –Se notaba claramente la excitación en la voz de Príncipe, quien no dejaba de golpear y llamarlo a viva voz. El aludido se desperezó algo molesto por la repentina euforia y gritos de su amigo, pero aun así sonrió recordando rápidamente lo que había conseguido hacer con su magia y lo que tenía para decirle. Se abalanzó hacia el espejo y quedo frente a Thor. A ambos les brillaban los ojos con emoción. –Hoy es un gran día. –Dijo el rubio y Loki se entusiasmo aun más. Tal vez su amigo ya había visto lo que hizo.


– ¿Lo viste? –Pregunto sin poder ocultar la alegría. Pero Thor solo le devolvió una mirada de confusión.


– ¿Ver qué? –El de cabellos negros se sentó mas cómodamente en el suelo confundido.


– ¿Por qué es un gran día? –Preguntó, notando claramente que había algo que no concordaba en la conversación. Thor se acercó lo más que pudo al espejo y sonrió más que nunca. Fue entonces que Loki vio algo que antes no había notado. Thor traía una armadura puesta, dura y resistente, coloreada por una gran capa roja en su espalda.


– ¡Hoy Padre me llevara a ver los nueve mundos! ¿No es genial? –La blanca y resplandeciente sonrisa del rubio desilusionó completamente a Loki, quien solo pudo hacer una mueca ocultando la presión que en su pecho se comenzó a gestar. –Incluso es probable que conozca tu mundo, Jotunheim. –Thor enseguida se levantó y comenzó a recoger algunas pocas cosas de sus estantes mientras no paraba de hablar sobre lo fascinante que seria el viaje junto a su padre y lo mucho que había esperado para que eso sucediera. Volvió a acercarse diciendo que le traería muchos regalos de todos los lugares a los que iría. –Te traeré muchos libros. –Se acomodó la armadura y levantó la vista. El semblante firme e inexpresivo de Loki le advirtió que algo no andaba bien y la preocupación comenzó a crecer en su interior. – ¿Qué sucede Loki? –Preguntó pegándose al espejo para verlo mejor. Se notaba triste. Loki levantó el rostro para mirar a los ojos azules y señaló hacia los pies de Thor, éste no comprendió y esperó a que hablara, pero cuando los labios finos y rojizos del Mago se abrieron, el ruido de pisadas apresuradas hizo a Thor reaccionar e incorporarse rápidamente mirando hacia la gran puerta de su dormitorio. –Lo siento Loki, debo irme. Te prometo que volveré pronto. –Dijo ya preparado para irse, pero la suave voz de su amigo lo detuvo.     


–Tú siempre cumples las promesas, ¿verdad? –La verde mirada se fijó con suavidad y cariño en el rostro cada vez más masculino del rubio. Éste sonrió y asintió con confianza.


–Sabes perfectamente que siempre cumplo mis promesas. Esta no será la excepción. –Se miraron y Loki hizo una seña con la mano para que Thor se acercara al espejo. Ya ambos parados uno frente al otro, el de cabellos negros sonrió tiernamente aunque con tristeza por la inminente soledad que se vendría.


–Quiero muchos regalos y también que me cuentes todo sobre esos mundos. –Le pidió y el rubio sonrió con calidez moviendo la cabeza afirmativamente. Entonces Loki dio un paso mas hacia adelante chocando las puntas de sus botas contra el marco del espejo, su rostro siguió moviéndose hacia adelante, directo hacia el rostro de Thor. El Príncipe quedó estático en el lugar, aunque hipnotizado por el movimiento de Loki, él también, sin darse cuenta, comenzó a inclinarse hacia adelante. Pronto los ojos verdes se escondieron tras los parpados y sus labios se toparon con el frio cristal del espejo, si tan solo pudiera dar un par de centímetros mas podría…besarlo. Thor se mantuvo quieto, desfrutando del suave beso que nunca fue. No era en los labios, sino que en alguna parte muy cercana a ellos. Su corazón se aceleró irremediablemente sintiendo una calidez que nuca antes había sentido y un cosquilleo recorrió su cuerpo por completo. Se sentía tan bien… Pronto Loki se separó con lentitud bajo la celeste mirada de su amigo. Y con una sonrisa pura, apoyó la palma de su mano en el espejo. –Debes irte. Te estaré esperando. –Y Thor, con pesar, se retiró al volver a escuchar las pisadas de los guardias fuera de su habitación. Todo el entusiasmo que había tenido se esfumó por completo. Ahora el viaje duraría una eternidad, pues deseaba volver ya mismo junto a su amigo de cabellos negros. Caminando con el corazón apretado por la angustia de no poder ver a Loki por varios días, se encontró con su padre a los pocos metros y sin perder tiempo, la expedición por los nueve mundos había comenzado.


Nuevamente y como tantas otras veces se encontraba en su acogedora prisión a solas, rodeada de libros sin vida, sin nadie con quien hablar, sin nadie con quien estar. Thor era lo único que tenia y lo único que quería. Suspiró con resignación agarrando un libro del suelo, y enfadado por su situación lo arrojó lo mas lejos que pudo, provocando que una alta tira de libros se derrumbara a sus pies. Su mirada bajó con flojera hacia el desastre de libros esparcidos por todo el lugar y con curiosidad, sus verdes ojos se concentraron en uno en particular. Era extraño, parecía estar cubierto por un cuero peludo cris y suave. No tenía nombre o por lo menos no podía verlo. Pisando todos los otros, caminó hacia él y lo tomó con cuidado. Efectivamente no tenía nombre y sus páginas estaban garabateadas en un idioma extraño. Con ánimos curiosos y excitados, se sentó en un rincón bajo la luz, y sonriendo con orgullo al poder comprender ese idioma, comenzó a estudiarlo, no sin dificultad. Y luego de unas cuantas paginas, comprendió que era un libro de bestias. Susurró algunas palabras y continuó leyendo. A cada minuto, mas emocionado se encontraba, porque con cada página que pasaba, mas comprendía sobre ese extraño ejemplar y había algo extrañamente llamativo en su interior. Quería saber.


Dos días pasaron, hasta que satisfecho, cerró el libro habiéndolo terminado por completo. Dejo escapar un quejido de cansancio, y se desperezó, estirando su espalda, piernas y brazos. Caminó un poco y luego volvió a sentarse, ansioso por probar aquella nueva magia que había aprendido entre líneas de aquel libro. No era fácil, ni tampoco sabia exactamente que resultado obtendría, pero debía probarlo, debía averiguar. Si todo salía bien, tal vez tendría compañía con quien dormir esa noche. Sonrió y luego de meditar unos segundos sentado en el suelo y con el libro abierto en el medio, se concentró y comenzó a murmurar palabras sin sentido para la gran mayoría. Sus manos se juntaron sobre el libro, y poco a poco se fueron separando, de éstas parecía provenir una extraña luz blanca, que si hubiese tenido los ojos abiertos, de seguro se hubiese cegado. Sus palmas siguieron separándose con lentitud, y la luz siguió aumentando de tamaño. Luego, pronunciando una última palabra, abrió los ojos y de golpe la luz se extinguió dejando a la vista una pequeña criatura peluda sobre el libro. Asombrado y complacido, Loki sonrió ante la criaturita, que no era ni más ni menos que un cachorro de lobo. Un pequeño lobito. Con cuidado acercó su mano hacia la criatura, y los negros ojos de ésta fueron lo único que se movió, siguiendo la mano que se acercaba más y más a su pelaje. Asustado ante tanta cercanía, el lobo abrió la boca y cerró sus dientes contra la piel pálida del Mago provocándole dolor, e incluso haciéndolo sangrar. Pero Loki no se movió y mantuvo su mano prisionera de esos filosos dientes. 


–No te hare daño. –Susurró Loki a la criatura y comenzó a acercar con más lentitud su otra mano. Los negros ojos comenzaron a seguir esa nueva mano y cuando se sintió amenazado, volvió a abrir su boca soltando la mano de Loki, pero mordiéndole fuertemente la otra. Se escuchó como la criatura gruñía con desconfianza y miedo, crispándose y apretando con fuera sus fauces. –Tranquilo. –Y sin rendirse ni asustarse, Loki comenzó a volver a intentar tocar el pelaje de la bestia. Los negros ojos volvían a mirar con desconfianza. –Tranquilo. –Volvió a repetir y esta vez la criatura se relajo un poco, aflojando un poco sus dientes de la mano del de cabellos negros, pero sin soltarlo del todo mientras temblaba un poco al sentir como Loki lo acariciaba con cuidado extremo. Lo acaricio y peino, esperando que se relajara, y así lo hizo. El pequeño lobo comenzó a abajar la guardia disfrutando de las suaves y relajantes caricias. A los pocos minutos, la mano de Loki quedo completamente liberada. Fue entonces que dejo de acariciarlo para inspeccionar sus heridas. No eran muy graves, pero para ser apenas un cachorro, tenia demasiada fuerza y dientes muy filosos que habían perforado su piel. Soltó un gemido de dolor cuando se tocó las heridas. Se estaba por sanar con magia cuando la pequeña bestia camino con timidez y miedo hacia él y mirando con ojos brillosos lo que había causado, olfateó las manos de Loki y comenzó a lamerlas quitando la sangre que se chorreaba en pequeños hilos hacia el suelo y si bien al principio provocaba ardor, la sensación comenzó a mermar con los segundos. Para cuando la criatura se alejó volviendo a su lugar sobre el libor, a Loki ya no le dolía nada, aunque seguía teniendo las incisiones y un que otro corte pequeño. Tan solo tres segundo hicieron falta para que las heridas se cerraran por completo. –Eres una criatura muy inteligente. –Le dijo al cachorro sonriéndole. Volvió a intentar tocarlo, y esta vez el animalito se dejó acariciar completamente calmo. Los días pasaron y el vínculo entre la criatura y Loki se fortaleció a pasos agigantados. Ambos dormían uno junto al otro acompañándose mutuamente. El pequeño lobo resulto ser efectivamente muy inteligente y aprendía rápidamente las órdenes y los juegos que el jötunn le enseñara. Éste estaba feliz de no estar completamente solo, sino que ahora tenía a ese pequeño animal de compañero.


A los diez días de no tener noticias de Thor, el cuerpo de Loki comenzó a cambiar asustándolo y tomándolo por supresa. Poco a poco su piel comenzó a oscurecerse, volviendo a su color original: Azul. Y sus ojos se tornaron rojo fuego, tal y como solían serlo antes. Loki volvía a ser un Gigante de Hielo.


–Tranquilo Fenrir, soy yo. –La criatura al escuchar su voz y luego sentir su olor, comprendió que era su amo y se relajo echándose en un rincón. El joven se observó el cuerpo y suspiró. Estaba dispuesto a investigar pero la luz comenzó a menguar, así que decidió descansar, y al otro día estudiar. Caminó hacia el lobo y tiró su capa a su lado, se acostó y a los segundo la criatura se acurrucó a su lado. Cuando abrió los ojos, le tomó unos segundo comprender lo que sucedía. Y al hacerlo, se levantó rápidamente y corrió hacia su criatura. –Cálmate. –Enseguida, la bestia se tranquilizó, pues había estado crispado gruñendo hacia el espejo. El lobo se relajó y se echó a sus pies. Loki lo acaricio y luego miró hacia el espejo, encontrándose con la razón de que su lobo estuviera tan nervioso. – ¡Hola Thor! –Dijo emocionado, mirando al rubio. Éste se había quedado de piedra al ver tal agresividad por parte de una bestia que nunca antes había visto temiendo también por la vida de Loki. Hacia menos de cinco minutos que había llegado al Palacio y estaba realmente ansioso por ver a su amigo. –Te presento a Fenrir. –Thor nunca había dejado de observar a la criatura. Era un lobo cachorro blanco, con el lomo un poco gris. –No te preocupes que no te hará daño. –Rio burlonamente Loki, sacando por fin a Thor del asombro inicial.    


–Como si un pequeño lobo como ese pudiera hacerme siquiera un rasguño. –Ambos rieron sentándose como siempre lo hacán, uno frente al otro, mirándose con admiración y anhelo. Largas horas estuvieron charlando, Thor le contaba con lujo de detalle cada lugar que había pisado y visitado, sin haberse asombrado al ver nuevamente a su amigo azul como cuando lo conoció, mientras atentamente Loki escuchaba, asombrado por esos lugares y los paisajes que el rubio describía. También se emocionó y pego un salto al ver los regalos que el Príncipe le había traído. En su mayoría eran libros, joyas y armas. Pero aparte de los libros, había una cosa que deseaba poder tener ya, y era un hermoso anillo dorado con una piedra verde incrustada. Era realmente hermosa. Siguieron hablando largo rato. Sobre todo y en especial sobre los cambios de Loki, que mientras hablaban había vuelto a cambiar siendo nuevamente  tan pálido y de ojos verdes como antes.


Hasta que la hora de dormir llegó y Thor cansado, luego de un “hasta mañana” se acostó en la gran cama que había junto al espejo. Al contrario, Loki no tenia sueño, y estaba inquieto. Por su mente en varias ocasiones se le pasó la idea de contarle a Thor su logro, pero luego la emoción de sorprenderlo lo hacia callar.


Tenía miedo de probar y fracasar, pero estaba arto de vivir encerrado. Necesitaba salir, ahora no era solo por él, sino por su querido lobo también. Mirando a Thor dormir, juntó valor y comenzó a recitar un conjuro largo y agotador. Tocó el espejo y las ondas se extendieron, luego todo se calmó y su mano se apartó. Suspiró temeroso, no solo por el riesgo que corría, sino también por temor a salir. ¿A dónde iría una vez afuera? No tenia un hogar, no tenia un lugar al cual ir. Nadie lo esperaba, nadie lo necesitaba. Acobardado, dio un par de pasos hacia atrás aterrado por la idea de salir. Pero al ir hacia atrás, sus pies chocharon contra la bestia blanca. Ésta lo empujo con el asico y Loki sonrió premiándolo con unas palmadas en la cabeza.


–Tú también quieres salir, ¿verdad? –Caminó nuevamente hacia el espejo y observó a su amigo dormir. Quería estar con él. Era lo que mas deseaba. Cerró los ojos, respiró y mantuvo el aire en sus pulmones. Y antes de dar un paso más hacia adelante, agarró a Fenrir y cerrando los ojos con fuerza, saltó hacia el espejo.   


Los ojos azules de Thor se abrieron de par en par al ser despertado por un resplandor dorado y verde, y su asombro era mayúsculo al ver una figura junto a su cama. Los segundos pasaron y por momentos creía estar soñando. Se arrastró hacia la figura, y estiró el brazo para intentar tocarla, elevando su mano hacia la mejilla pálida. Y se sobresalto al comprobar que todo era real. Pudo sentir su tacto contra la piel suave y blanca del rostro de Loki.


– ¿Cómo puede ser? Cuestionó saltando de la cama y poniéndose frente a su amigo.


–Sorpresa. –Thor levanto sus manos una vez mas tocando sus negros cabellos, su piel blanca, sus ropas de pieles. Era real. No pudo contenerse más tiempo y se abalanzó hacia el cuerpo delgado de su querido amigo. Al fin lo tenia de frente, al fin lo podía tocar. Largo rato estuvieron abrasados, aferrándose el uno al otro. Sintiendo que sus sueños se hacían realidad. Ambos cayeron a la cama riendo con lágrimas de felicidad en sus ojos. Al fin Loki supo lo que era una cama, lo que era la calidez de otra persona, lo que era estar en los brazos de Thor, pues una vez acostados, el rubio lo abrazó por la cintura y no lo soltó más, y él, dejó que la calidez lo invadiera, dejándose llevar por el cansancio en el pecho grande de su amigo. Y llenos de dicha, uno junto al otro, se durmieron mientras Fenrir se acurrucaba a los pies de ellos gruñendo envidioso.   

Notas finales:

A ver, para los que todavia no estan de joda dejen un rr :P

Para los demas, espero que lo lean y les guste

Bye bye!

            Marieene "se va con una copa de sidra bien fria" 


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