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Yo no quiero un amor dulce por Marie Horson

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Una semana, exactamente una semana desde que yo era quien cuidaba a Bonnibel. La verdad es que me parecía bastante entretenido al principio aunque debo admitir que mucho no hago, solo le cocino y le hablo de estupideces. Me he preocupado de que no aparezca el imbécil de Marshall. Ella no me habla mucho de su vida, a aparte de ver películas aburridas sobre amores imposibles, no hace nada más.

La peli negra estaba intentando cocinar algo decente y mientras picaba la lechuga bostezaba pues estaba harta de levantarse temprano, sin embargo lo ameritaba la situación. Era un cuchillo gigante, digno de arma blanca de chucky, sin embargo ella no lo usaba para perseguir a algún niño, simplemente ella picaba de manera para nada profesional la lechuga.

- Muere…muere…muere maldita! – susurraba mientras lo hacia – jejeje…

En la habitación la peli rosa intentaba levantarse con ayuda de unas muletas que le había traído Grumosa. Si bien era cierto no podía usarlas bien porque solo podía apoyar un solo pie en el suelo, pero algo la desconcertó, y eso fue un horrible grito que provenía de la cocina.

- MIERDA! – gritaba la vampira con su dedo lleno de sangre producto de un pequeño corte que le había ocasionado el cuchillo asesino. La peli negra comenzó a correr por el pasillo sin embargo este de un momento a otro se terminó cuando terminó chocando con la peli rosa, la cual cayó encima de ella, dos miradas se penetraron y se volvieron rosas como el cabello de la protagonista. El silencio se hizo eterno en aquel pasillo que era testigo del inevitable sentimiento grato que sentía la una por la otra. Ambas se miraron fijamente e instintivamente comenzaron a acercar con cierta complicidad.

- Marcie… - susurró la peli rosa al mismo tiempo que se intentaba separar. Marceline se levantó y la tomó en brazos para regañarla.

- cómo se te ocurre levantarte?! – le decía al mismo tiempo que la llevaba en brazos hasta la cama

- es que te pones a gritar como loca…entonces me preocupé – explicaba la peli rosa con rostro de regaño

- pero si no me había pasado nada, simplemente me corté – explicaba la joven al mismo tiempo que la metía a la cama – nada más…

- decía restándole importancia. La peli rosa al notar la herida en su dedo índice la tomó entre sus manos y lo chupó delicadamente – Bo…Bonnie…

- susurró histérica la peli negra

- qué? – preguntó Bonnibel al mismo tiempo que le daba un pequeño beso al dedo de Marceline – te duele mucho? – preguntó

- N-n-no! No hagas eso! – gritó exaltada - pero por qué no? Tenías sangre… - explicaba la peli rosa

- po…podría tener sida! – dijo Marceline separándose totalmente roja - el sida no se pega de esa manera, Marceline… – decía la joven sonriéndole – cuanto falta para el almuerzo? – preguntaba

- ya va a estar! – decía esta al mismo tiempo que la peli rosa le tomaba la mano - Marceline…me estás cuidando…

- lo sé…

- tienes que cuidarte a ti también – le sonrió tiernamente

- lo sé…Bonnie…. – susurró al mismo tiempo que salía de la habitación… Así es, Bonnibel a parte de eso y confundirme cada día…no hace nada más, definitivamente…¡Nada más!

Dos jóvenes iban caminando por las calles, uno de ellos llevaba un papel en sus manos, mientras miraba las calles.

- asúmelo, Jake, estamos perdidos…. – decía Finn algo molesto

- perdidos? No es como si estuviésemos perdidos en Tokyo…simplemente en un lugar residencial de gente senil…

- exageras, imbécil! – decía al mismo tiempo que quedaba mirando un edficio – mira es por allá! – gritaba el joven

- oh…un edificio rosa, podría jurar que ahí vive Bonnibel – decía Jake

- es ahí, Jake – decía el rubio emocionado – por fin llegamos! – comenzaban a subir las escaleras del gran edificio en el cual se encontraba la enferma y la mejor amiga de los jóvenes rockeros.

- quién mierda puede ser… - susurró Marceline al sentir que alguien tocaba la puerta

- Muaja! – gritaron ambos jóvenes al ver a Marceline luego de una semana "desaparecida"

- chicos…qué…qué hacen… - siendo interrumpidos por los chicos que pusieron en una mesa una bolsa llena de distintas cosas

- trajimos un par de cosas necesarias para la lisiada – explicaba Jake

- no nos agradezcas Marceline… - sonreía Finn completamente orgulloso

- qué trajeron? – preguntaba Marceline

- trajimos suero…

- pero Bonnibel no necesi… - siendo interrumpida por Finn

- también trajimos esta cosa que no entiendo para qué es…exprime algo…

- decía Finn - Finn! – gritó Marceline indignada – esto es para sacar leche materna! – decía sin comprender

- nunca se sabe cuando aparece una embarazada – explicaba Jake – pi-ca-ro-na!

- pero Marceline es mujer, Jake – susurraba Finn al oído

- Diablos! – gritó Jake – pero bueno…también trajimos este martillo y también este fortalecedor de uñas!

- me dará un infarto… - decía Marceline agarrándose la cabeza

- nunca se sabe cuando se te pueden quebrar las uñas! – explicaba Jake – las uñas son la carta de presentación de una persona – sonreía al mismo tiempo que junto a Finn corrían hacia la habitación de la peli rosa

- chicos… - musitó Bonnibel al ver a los jóvenes

- así que besando a Marceline ¡Maldita lisiada! – decía Jake al mismo tiempo que Bonnibel sonreía y Marceline le pegaba en la cabeza

- imbéciles… - decía la peli negra sentándose en la cama – puedes creer que te trajeron un fortalecedor de uñas?

- un fortalecedor de uñas? – preguntó sin comprender Bonnibel

- ya sabes…sana en todo sentido – explicaba Finn

- muchas gracias, Finn – le sonrió la peli rosa al rubio que se sonrojaba

- chicos…gracias por la visita…ahora…se van? – preguntó Marceline sonriéndoles con cara de "váyanse"

– al parecer estamos interrumpiendo…somos mal tercio… - sonrió deductivamente Jake

- de hecho somos 4…Jake – decía Finn con rostro analítico

- entonces podrían ser pareja, chicos! – decía Marceline – es hora de asumirse, o no, Jake?

- tiene razón, Finn! – decía Jake tomando la mano de Finn al mismo tiempo que este se reía

- no entiendo como conquistaste a arcoíris! – decía el rubio

- a una mujer se le conquista con el humor…siempre funciona, hermano! – explicaba el hombre con cara de perro

- vendrá Flame así que es mejor que se vayan… - dijo Marceline - Flame? Vendrá Flame? – preguntó Finn algo nervioso

- viene a darnos los avances de las grabaciones… - explicaba la peli negra

- pero por qué viene ella? – preguntó Finn - porque ella viene a darnos una pauta de que se ha avanzado y cómo nos ponemos de acuerdo…entiendes? – decía Marceline sin mucho interés

- vámonos Jake… - pedía Finn con algo de temor

- pero yo estoy entretenido contemplando a Bonnibel… -explicaba Jake - ah? – miraron Bonnibel y Marceline a Jake

- vamos! Creí que era el galán de esta historia…no? no?

- no, Jake…no eres el galán…

- lo podría ser si la autora de esta historia supiera coreano y pudiera darle diálogos a arcoíris! Nadie piensa en mis sentimientos! – decía mientras comenzaba a llorar en el hombro de Finn – nadie piensa en el perro insensible!

- definitivamente se les olvidó traer pastillas para el dolor de útero…siempre se pone sensible – comentaba Marceline a los demás.

Una rubia salía de la sala de maquillajes y se iba directamente hacia su auto, habían terminado las grabaciones por lo que su única gran motivación ahora era llegar a casa y probablemente pedir algo para comer y finalmente terminar su solitaria velada con una película. Estaba harta de tener soportar al imbécil de su jefe que cada medio minuto le decía que tenía que continuar aparentando una relación que odiaba con todo su corazón, no soportaba el hecho de sentir que ese hombre realmente no la quería a su lado y es que se comenzaba a sentir el problema de todas las relaciones en las que había estado ¿podía ser eso cierto? ¿podía ser ella el factor común del fracaso de cada una de las relaciones en las que había estado? Pensaba en todas las veces que había tenido problemas con Marceline y comenzaba a martirizarse de no haber hecho algo por cambiar las cosas.

Flash Back

- cómo que se acabó? – preguntó una joven mirando de manera exaltada a su entonces novia

- eso… - decía sentada mirando el piso – que se terminó, Marceline…

- no se puede terminar, de qué estás hablando Fionna? – preguntaba la joven al mismo tiempo que sentía que su corazón comenzaba a latir rápidamente pero no de manera agradable

- de que se terminó, Marceline! – gritó la joven mirándola a los ojos, sin embargo la rabia que sentía en ese momento se anuló al ver como la mujer que amaba comenzaba a llorar ahí mismo

– Fionna no podemos terminar…tú y yo nos queremos… - intentó tomarla del brazo pero la otra chica la esquivó – nos…nos amamos…éramos felices juntas…

- tú misma lo dijiste Abi… - dijo Fionna mirándola haciendo todo esfuerzo humano por no llorar

– éramos felices…ya no lo somos…

- pero podemos volver a serlo…

- no será así, Marceline… - la joven respiró profundamente y desvió la mirada – esto se acabó y es mejor que lo comprendas pronto…porque si no es así sufrirás…y no quiero eso

- entonces si no quieres eso por qué mierdas terminas?! – gritaba al mismo tiempo que la agarraba de la camisa poniéndose histérica – Fionna tú me amas! – le gritaba indignada mientras comenzaba a llorar

- pero no me enamoré de quien eres ahora! – la miró – solo míranos! Mira esta mierda que somos! No quiero esto para nosotras! No quiero esto! Esto es enfermizo, Marceline…¿cómo no te das cuenta?! - al decir esto se quebró – por favor vete…que no te quiero volver a ver…

Fin Flash Back

Una peli negra quedó mirando fijamente sus manos mientras pensaba algo bastante parecido a lo que recordaba en aquel momento la rubia, al mismo tiempo que sentía como una mano pasaba por su brazo y lo intentaba agarrar pero ella se sobresaltaba y la miraba algo nerviosa

- qué ocurre? – preguntó Bonnibel al ver a Marceline algo tensa

- na…nada… - desvió la mirada

- no me mientas…te pasa algo… - la miró preocupada

- no…o sea… - sonrió algo nostálgica – es solo que…me impresiona como cambia la vida…sin que te des cuenta

- la vida cambia día a día, Marceline….iluso es quien cree que es igual todos los días – sonrió mirando la cama – solo míranos… - la quedó mirando y tras decir eso Marceline se levantó incómoda y se agarró la cabeza – Marceline estás bien? – preguntó Bonnibel

- lo estoy… - dijo la joven al mismo tiempo que sentía que tocaban la puerta – debe…debe ser Flame…iré…iré a abrir – decía mientras comenzaba a correr hacia la puerta pero esta se abría casi azotándole la nariz: Eran Grumosa y Flame al encuentro.

- así que eres la nueva niñera…esto es el colmo de falta de producción – decía Lumpy al mismo tiempo que comenzaba a caminar en dirección a la habitación – queriiiida! – gritaba Grumosa al mismo tiempo que comenzaba a poner aerosol en toda la habitación – cómo sigues? - considerablemente mejor… - sonrió Bonnibel

– bueno Marce… - siendo interrumpida

- ese adefesio ha hecho algo bueno? Claro que no – decía al mismo tiempo que entraba Flame

- cómo sigues, Bonnie? – preguntó la joven

- bien, muchas gracias, Flame – le volvió a sonreir

- acaso nadie confiaba en mis cuidados? – preguntó Marceline

- ha intentado abusar de ti, cariño? – preguntó Grumosa acercándose y acariciando su frente – pobrecita…noto el abuso de parte de esa salvaje, pero tranquila que aquí llegó mamá grumosa!

- esta no tiene límites – explicaba Marceline a Flame la cual le pasaba un informe a la peli negra

- aquí está todo lo que hemos hecho – decía Flame algo abúlica

- muchas gracias – le sonrió Marceline – me acompañas a fumar?

- a fumar?! – gritó Grumosa – a fumar?! – la miró de pie a cabeza

- así es Grumosa, iré a fumar con Flame mientras tu continúas tu docureality "lo que callamos las divas" – y tras decir esto se fue con la peli roja de la mano

- te das cuenta de lo que acaba de hacer? – preguntó Lumpy mirando a Bonnibel

- bueno tú la provocaste y…. – siendo interrumpida

- LE ACABA DE DAR NOMBRE AL DOCURREALITY! – decía emocionada – esto es lo mejor que me ha pasado luego de la lipoescultura!

- ayy…Lumpy… - susurró Bonnibel

- Toma 1.313 – sonrió – la marginal se fue a fumar un cigarro con risitos de salitre! Al parecer algo se tejen entre manos y claramente es algo más que esas horribles poleras negras que llevan puestas!

- Lumpy! – gritó Bonnibel – entre Marcie y Flame no pasa nada!

- aja! – la miró de pie a cabeza – si tanto lo niegas es porque sabes algo! Vamos! Confiesa! - decía al mismo tiempo que su lengua se volvía de serpiente y la sacaba con ansias de saber chismes y más chismes

- no pasa algo entre Flame y Marcie… - volvía a repetir Bonnibel

- como lo sabes?! Te lo dijo?! Es verdad que la tonta esa volvió con la rubia de Grease!?

- no…tampoco volvió con Fionna…Marceline está soltera…y no le gusta ni ella ni Flame - decía mirándola algo molesta

- por qué estás tan segura?! - porque me lo habría dicho! – dijo Bonnibel - te das cuenta la cantidad de groupies que tiene Marceline?! Debe tener sida! Y qué digo?! Sida en los ojos! Sida en las pestañas! Ten cuidado cuando la miras…puede tener sida en la mirada!

- no hay caso contigo…verdad?

En la terraza las dos jóvenes estaban calladas hasta que por fin una habló

- ocurre algo Flame? Te noto algo callada

- eso pasa porque estoy callada…Abadder – explicó la joven mirando el piso

- puedes confiar en mi, sabes que sirvo para esos horribles consejos… - le sonrió –

es que…no te ha pasado que sientes que quieres a alguien pero no puedes estar con esa persona? – explicaba - mmm…y por qué no puedes estar con esa persona? – preguntó Marceline

- porque no le interesas… - decía algo triste

- y eso cómo lo sabes? – preguntó Marceline - porque es obvio, Abadder…y bueno…si no fuese así… - suspiró – si no fuese así de todas maneras le haría daño…

- a ver…te gusta pero tienes miedo a hacerle daño?

- así es… - dijo la joven algo triste – tengo miedo de…de hacer llorar a alguien que quiero mucho

- simplemente procura no cortar cebollas cerca de él y listo… - le sonrió haciendo que Flame la mirara y negara con su cabeza - no hay caso con Abadder…no es así? – la quedó mirando

- solo te diré algo, Flame…la vida me ha enseñado un par de cosas importantes…

- cómo cuales?

- dicen que todas las personas están toda la vida esperando que alguien llegue con una flor… creo que es mejor tomar esa flor y correr hacia esa persona…pero te puedes caer…sin embargo…al menos lo intentaste…

- gracias, Abadder – le sonrió y besó su mejilla – si fuese lesbiana puedes estar segura que no le dejaría libre el camino a Bonnie – le sonrió y tras decir esto Marceline se sonrojó totalmente y la quedó mirando al mismo tiempo que Flame sonreía algo coqueta, sabiendo que había dado justo en el clavo.

Las muchachas se terminaron por irse del lugar. Marceline volvió a la habitación de Bonnibel la cual miraba el techo, tenía sus audífonos puestos, escuchaba algo de música, la peli negra le quitó un audífono y comenzó a escuchar lo que oía su amiga enferma

- mierda! Qué rayos es esto? – preguntó Marceline histérica

- Emily Autumn… - explicó la joven

- mierda! Esto hace que sienta horribles ganas de suicidarme! – decía la joven quitándole los audífonos

- bueno esa es la música que me gusta… - decía la joven algo abúlica

- pero si escuchas esa música es obvio que te vas a deprimir – explicaba Marceline

- eso no es verdad

- me dan ganas de cortarme las venas con una lechuga… - decía mirándola

- tonta… - sonrió Bonnibel con algo de tristeza – Marceline….puedo preguntarte algo…?

- ya lo estás haciendo…. – la miró la peli negra

- es verdad que tú tuviste groupies….y ese tipo de cosas cuando cantabas con los muchachos? – preguntó la peli rosa

- este… - la joven desvió la mirada – bueno…algo así…

- y…cómo era eso? – preguntò Bonnibel

- bueno era incómodo…pero nunca estuve con ninguna de esas niñas… - la quedó mirando

- por qué no?

- no lo sé, porque estaba con Fionna y no me gusta la infidelidad…

- nunca…nunca la engañaste? – preguntò Bonnibel con cierta duda

- me involucraron con un par de chicas…y otro par de chicas dijeron que yo había tenido cosas con ellas pero solo eran rumores, yo estando con Fionna… - la joven sonrió amargamente unos segundos – solo la engañé con el alcohol…y creo… - sonrió con mayor tristeza – que esa fue la peor infidelidad que le pude haber hecho

Hubo un silencio de parte de ambas bastante incómodo, Bonnibel tomó una de las manos de la peli negra y se apoyó en ella, Marceline comenzó a acariciar su cabello y posteriormente aclaró

- no escuches música que te haga sentir triste, Bonnibel…. – besó su mejilla

- realmente te importa si estoy bien o no? – preguntó ella

- claro que me importa, tú me importas mucho – la quedó mirando. Ambas terminaron por acostarse mientras se seguían mirando

- tu también me importas – le sonrió sonrojada- te quiero tanto – susurró Bonnibel a Marceline mientras la abrazaba fuertemente, ambas estaban calladas, ambas solo dejaban que sus corazones latieran totalmente juntos.

- yo a ti… - le susurró Marceline al oído a Bonnibel – y te cuidaré siempre, siempre…

- cuídame… - susurró Bonnibel. Habían dejado de hablar, era como si compartieran una privacidad en todo sentido, no querían que nadie las escuchara, a pesar de estar solas en momento lo reducían a la capacidad auditiva de aquellos susurros – cuidame siempre…. – dijo la joven para quedar mirándola

- Bonnie… - la joven le comenzó a acariciar la mejilla a la princesa, la cual con su mano libre entrelazaba su mano con la de la vampira y lamía inocentemente uno de los dedos de la joven. Se quedaron mirando fijamente y de manera inconsciente se comenzaron a acercar, sin embargo la peli rosa se le acercó un poco más.

- Marcie…

- dime…

- hay…hay algo que te tengo que decir… - dijo sonrojada mirándola

- claro, dime – dijo Marceline acariciando su mejilla

- es que…es que yo… - le sonriò nerviosa – yo te quiero mucho

- yo a ti… - la miró

- que me cuides lo agradezco mucho, eres tan tierna conmigo que a veces…siento que no merezco tantas atenciones de tu parte – dijo algo triste

- no me molesta hacerlo…

- pero me da miedo que… - la joven desvió la mirada – que cambies conmigo…

- no lo haré… - susurró Marceline - me gusta estar contigo

- pero…por qué? – la miró con miedo

- si te dijera por qué me gustas…estaría toda una vida buscando razones que posiblemente no encontraría… - la miró fijamente

- gustar? – preguntó Bonnibel sonrojada

- este…yo… - Marceline la quedó mirando fijamente y esta vez fue Bonnibel quien depositó un beso en los labios de la joven, posiblemente era el beso más casto que había recibido en toda su vida

- MArceline…. – susurró Bonnibel

- dime…

- quiéreme… - susurró

- lo hago…

- quiéreme a tu lado – la miró fijamente y se comenzó a acercar lentamente nuevamente sin embargo el celular de la peli negra comenzó a sonar

- disculpa… - se levantó Marceline muy nerviosa y quedó mirando fijamente el número telefónico – aló? Qué pasa? - la joven calló mientras miraba el piso, no quería ver a Bonnibel – pero es que…está bien…está bien! Voy para allá… - cortó el número – Bonnibel debo salir…vuelvo en un rato – explicó la joven mientras cogía su chaqueta

- a…a donde? – preguntò Bonnibel asustada por la manera precipitada de MArceline

- donde…donde Simon, no te preocupes, vuelvo antes de media noche – y tras decir esto besó la mejilla de la joven y partió rumbo al destino que la esperaba.

Fionna estaba en su casa, puntualmente en el sillón llorando cuando de pronto comenzó a mirar el techo buscando respuestas, buscando soluciones a su vida, en aquel momento que tanto necesitaba de alguien. Necesitaba de alguien que la apoyara en aquel momento. Fue cuando su puerta sonó, la abrió y enseguida abrazó a quien entraba al departamento.

- Abi… - susurró la joven mientras rompía en llanto y la abrazaba

- Fionna… - musitó la joven algo tensa

- Abi no me dejes!... – comenzaba a sollozar – por favor no me dejes…

- pero…pero dime qué pasó? – preguntó la joven con cierto temor mientras tomaba su rostro

- es…estoy…estoy embarazada, Abi…. – sollozaba – estoy embarazada… - y tras decir esto Marceline abría enormemente sus ojos para abrazarla fuertemente y besar su nuca.

- mierda… - pensaba.


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