Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Forced Love por Maachaan

[Reviews - 32]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hey! This is Vi, again.

¿Qué tal muchachines? Hace mucho que no nos...leíamos. 

Estoy aquí para traerles la continuación, galletas, paz y amor ♥.

Enjoy!

Kamijo se removía entre las sábanas blancas; el sol golpeaba con fuerza contra sus ojos haciéndole cubrir su rostro con la almohada sin el más mínimo interés de querer levantarse.

— Arriba, no puedes dormir todo el día…—Se quejó Masashi saliendo del baño con una toalla en su cintura y otra sobre los hombros, mirando como las sabanas se movían y se hacían un ovillo.

— Kamijo, tienes que desayunar, luego no podrás comer nada…Arriba…—Decía el mayor mientras tomaba ropa para vestir y al cabo de unos minutos realizó una mueca de claro disgusto —Dije que arriba…—Se acercó hasta la cama quitando las mantas y viendo como Kamijo le miraba de mala gana.

— Tengo nauseas…—Dijo haciendo un leve mohín con sus labios y tomando nuevamente las mantas para cubrir su cuerpo.

— No podrás comer luego de esto y luego no podrás comer en casi dos días ¿Seguro no quieres nada sólido? —Preguntó sentándose en la orilla de la cama y acariciando el cabello desordenado del vocal.

— Quiero…Quiero carne y arroz y curry, también un poco de pollo, café, jugo de naranja y un postre de flan y… —Dijo de inmediato sentándose y sonriendo amplio —También quiero algo, no sé, algo cremoso ¿Pastel? —Dijo mirando al mayor con una cálida sonrisa en los labios y acercándose a su cuerpo para abrazarlo —¿Podemos comer eso?

— Kamijo, es un desayuno, no el fin del mundo, volverás a tener la oportunidad de probar comida después de la operación, además, ¿Podrás comer todo eso si tienes náuseas? —Preguntó un poco preocupado acariciando sus mejillas.

— Si, además si lo vomito ¿No es mejor? Se supone que no debo comer mucho —Se alzó de hombros y se levantó sacudiendo su cabello, mirando al espejo su cuerpo. Ahora ocupaba una polera color negro de Masashi que le quedaba demasiado ajustada y unos bóxer —Hola amor~ —Dijo sonriente acariciando su vientre.

— Tus cambios de humor siguen sorprendiéndome…—Ironizó Masashi levantándose de la cama —Iré a preparar algo de comer ¿No me quieres ayudar?

— Sí…Ya voy…—Dijo tomando un pantalón para caminar.

Masashi por su lado fue hasta la cocina comenzando a sacar la cosas para preparar comida, darle el ultimo gusto en el embarazo le hacía sentir extraño, sonreír casi como un bobo mientras preparaba el arroz con curry.

Un fuerte abrazo le hizo salir de sus pensamientos y sonrió levemente.

— Cuánto amor esta mañana ¿A qué se debe? —Preguntó sacando un poco de carne y trozándola con cuidado.

— No lo sé, solo quiero cariño…—Suspiró pesado bajando la mirada — ¿Soy muy molesto?

— Oh, no… Solo lo que siempre has sido —Habló Masashi al tiempo que se giraba dando un beso a los labios de Kamijo que lo miraba con ojos molestos —Era solo una broma… ¿Quieres seguir con esto? —Señaló la comida que se cocinaba — Mi celular está sonando…— El rubio apartó a Masashi del lugar para seguir cocinando y es que a pesar de que no sabía hacerlo, lo único que debía hacer era revisar que no se quemara.

Masashi comenzó a hablar por teléfono con su hermana, de las últimas cosas que tenía que llevar. Como siempre eran las mismas preguntas, si tenía todo listo, si le faltaba algo… Tonterías según el mayor.

Luego del desayuno, Kamijo había comenzado a arreglar el bolso y el resto de las cosas que estaban en la lista del hospital. Más que nada ropa de bebé y cosas de ese estilo junto con las recomendaciones pues faltaban solo unas horas para al final conocer a su pequeño.

— ¿Todo listo? —Preguntó el mayor apoyando en la puerta mirando como el vocal se probaba diferentes chaquetas.

— No me queda nada bien, estoy gordo, se nota mucho ¿Y si Teru tenía razón? ¡Quedare gordo! —Dijo palmeando su vientre y sacando una risa de los labios de Masashi.

— Bien, sí, ponte lo que sea…Te verás gordo igual, ¿No?

— No debiste decir eso Masashi —Dijo Kamijo apretando su mandíbula y lanzando la chaqueta y bolso contra el mayor — ¡No estoy gordo! —Gritó de inmediato sentándose en la cama.

-Pero acabas de decir que…-De inmediato se quedó en silencio ante la gélida mirada de ‘su príncipe’ y tragó saliva —Bueno…Como te decía ¿Todo listo? —Solo un leve cabeceo del rubio recibió como respuesta y se acomodó el bolso para luego caminar y dejar la chaqueta sobre sus hombros — ¿Ya? Vamos…—Tomó con cuidado su mano comenzando a caminar y de inmediato los brazos del menor le envolvieron.

—No, ya no quiero…—Susurró ocultando su mirada como si se tratara de un niño.

—Estará todo bien…Te amo… Tranquilo, ¿Sí?

Solo faltaba eso para estar tranquilo otra vez. Solo un ‘Te amo’ de sus labios.

No podía estar tranquilo, daba vueltas en la cama, de un lado  a otro, miraba el reloj, abrazaba a su pareja, caminaba de aquí para allá y se sentaba una vez más. Cantaba y acomodaba las cosas, se quedaba callado, jugaba con su celular, lo dejaba y regresaba a los brazos de Masashi.

—Pareces un gato en una jaula —Se quejó Masashi intentando dejar a Kamijo sentando en la cama del hospital, en verdad todo era cómodo, una cama, dos sofás grandes, algunos muebles, televisión y bastante amplia junto a las maquinas normales.

 — ¿Qué esperabas? Estoy nervioso…—Se quejó removiéndose entre sus brazos, frotando sus mejillas como si fuera un gato —Tardan mucho…Quiero hacerlo ya…

—Bien, Kamijo-san —Dijo una joven mirando desde la puerta —Tiene que pasar a la sala de preparaciones…

— ¿Qué? —Le miró incrédulo y se abrazó más a Masashi, no esperaba que de verdad le dijeran que ya todo estaba listo, otra vez todo ese miedo se posaba en su mente.

—Tranquilo, estará todo bien…Por favor tienen que pasar, está todo preparado…—Dijo la joven comenzando a caminar y de inmediato ambos le siguieron, sabiendo perfectamente qué pasaría.

No era una sala muy grande, solo tres personas dentro y una de ellas era la persona encargada de este paso.

—Buenas, mi nombre es Arai y estaré desde ahora con ustedes, soy quien administra la anestesia. Muy bien, antes que todo debo explicarles un poco más detallada la operación aunque ustedes ya sepan cómo es el procedimiento, es parte del protocolo… Primero se administra el suero a goteo a la vena de la mano izquierda, el acompañante, de esta forma podrá tomar su mano derecha si es que lo desea…El suero lo suministraré ahora, ¿Entendido? —Explicaba mientras preparaba la bolsa de suero y la colgaba ajustando la aguja —Kamijo asintió de inmediato y se sentó tomando aire. Definitivamente era una aguja pequeña pero no le gustaba para nada que pusieran químicos en su cuerpo.

Lentamente sintió como el líquido ingresaba a su cuerpo, haciendo una mueca de incomodidad.

—Todo estará bien, pasara pronto, solo es suero para mantenerte hidratado por el momento…Ahora te sientas en la camilla, esta parte es un poco más dolorosa y lo sabes… ¿Prefieres a una enfermera frente a ti o a tu acompañante? Te pondré la anestesia.

—Quiero a Masashi —Pidió rápido, con cierto temor en su voz, mirando los ojos de su pareja.

—Tranquilo…Solo duele los primeros minutos…—Dijo intentando calmar a su paciente.

Kamijo se sentó de la manera que le fue indicada, apoyando sus rodillas contras su vientre, dejando las piernas abiertas para que Masashi se situara entre ellas, acariciando su vientre, manteniendo sus cuerpos juntos.

-Sus manos en los hombros de… ¿Cómo se llama? —Preguntó Arai.

-Miwa, Masashi Miwa… —Contesto el mayor acariciando el vientre entre sus manos.

—Kamijo, debes poner tus manos sobre sus hombros, toma aire y te diré cuando comenzaremos, si estas tenso la anestesia no surtirá todo el efecto, así que calmado ¿Vale?

Lentamente el anestesiólogo pasó un algodón con alcohol por la espalada de Kamijo y este inmediatamente se tensó un poco, apretando de manera suave los brazos de Masashi.

—Bien, a la cuenta de tres… Solo toma aire e intenta no moverte o puede ser peligroso…Uno…Dos…Tres…Acá vamos.

Kamijo de inmediato soltó un jadeo, eso en verdad dolía, el solo hecho de que una aguja gruesa se cruzara entre los huesos de su espalda. Mordió su labio con fuerza y suspiro cuando sintió que la aguja ya no se movía.

—Ahora comenzare a inyectar el líquido…No te muevas…-

El rubio cabeceó pero en cuando comenzó a ser introducido el líquido, un leve espasmo recorrió su espalda, sí ya la aguja dolía, que el líquido se inyectara era algo mucho peor.

—Mierda…Duele…—Susurró contra Masashi, incrustando sus uñas en los hombros del nombrado.

—Tranquilo…Respira… Todo estará bien príncipe, ya pasará —Dijo el azabache besando la frente de su pareja, odiaba verle llorar sin poder hacer nada, pero sabía que no podía ser fuerte por él.

—D-Duele mucho…—Susurró sintiendo como lagrimas gruesas cruzaban sus mejillas y su respiración se aceleraba cada segundo hasta que sintió como la aguja lentamente era retirada de su cuerpo.

—Bien… Listo…—Dijo Arai pasando una vez más el algodón por la zona —Ahora Masashi-san se arreglara y Kamijo debe ir a la sala de operaciones, Masashi llegará en unos segundos…

—M-Me siento mal…—Susurró Kamijo soltando lentamente su agarre contra Masashi.

— ¿Amor? ¿Estás bien? ¿Qué ocurre? —Preguntó el bajista preocupado acariciando el rostro del más bajo.

-Tengo frío…Estoy mareado…

—Chicas, monitoreen su pulso, su presión está bajando, la adrenalina está mal… Es normal, pasa más de lo que creen, es porque está nervioso y con el dolor afecta de ese modo, pero pasará con lo que será inyectado…

Kamijo estaba totalmente mareado, no le gustaba. Ni cuando estaba en los conciertos y no comía nada se sentía de ese modo. Por unos segundos cerró sus ojos y todo era oscuridad, no escuchaba ya nada, ni había dolor alguno, hasta que una voz interrumpió su perfecta calma.

— ¿Estas mejor? —Preguntaba Masashi mientras le miraba preocupado.

—Me siento como en una nube…No está mal…—Murmuró, ahora mucho más relajado mientras una enfermera terminaba de administrar el medicamento.

—Nos vemos en el pabellón, me tengo que cambiar…—Explicó el azabache dando un corto beso sobre los labios del vocal mirando cómo le sacaban en una silla de ruedas.

Su mundo comenzaba a ser otro en ese mismo instante y dos chicas le ayudaron con una bata celeste, una mascarilla y un gorro para su cabello, desinfectando cualquier cosa que pudiera estar mal.

Por su lado Kamijo estaba en una sala muy diferente a lo que había pensado, habían alrededor de seis o siete personas riendo relajadas, escuchando una música suave, casi clásica, solo podía reconocer el violín y el piano.

Se encontraba recostado en la camilla mientras un joven untaba el desinfectante en su vientre previo a lo que debían hacer.

— ¿Cómo se llamara? —Preguntó el encargado de la cirugía mientras de manera disimulada daba caricias chequeando que todo estuviera bien.

—Yuuichi… Miwa Yuuichi…—Repitió mirando su vientre por última vez y extendiendo su mano a tocarlo —Ya nos veremos, pequeño —Dijo con una suave sonrisa posada en sus labios.

El resto de las personas comenzaban a armar una suerte de pared para que no viera nada de lo que pasaba, ordenaban los instrumentos y procuraban que la zona estuviera debidamente anestesiada.

Se abrió la puerta y de inmediato el rubio ladeó la cabeza mirando a su pareja. Nunca notaba mucho qué tan hermoso podía ser Masashi, pero vestido de ese modo llamaba mucho más su atención, haciendo que sus mejillas se sonrojaran un poco.

—Te vez hermoso, cariño…—Murmuró el azabache caminando hasta sentarse a un lado de Kamijo tomando su mano y besándola con cuidado.

—Bienvenidos a la sala número cinco —Habló una mujer de cabello rubio, ya mayor —Espero su estadía sea buena acá, lo que pasara, desde luego, ya saben qué es…Luego llevaremos a su pequeño a una sala aproximadamente por una hora para monitorear y lo dejaremos en su cuarto después…Claro, lo verán justo después de nacer no hay que preocuparse por eso… ¿Listos?-

—Listos…-Dijeron ambos en un coro y Kamijo cerró los ojos suspirando suave, sentía como tocaban su piel y eso le ponía nervioso, pero realmente no sentía ningún dolor, solo como le ‘tocaban la piel’.

—Deberían hablar de cosas, esto durará un rato y no queremos que Kamijo-san este estresado… —Comentó el anestesista que miraba de reojo lo que pasaba tras la sabana verde —Bueno, regreso en quince minutos para verificar que todo vaya como corresponde.

Kamijo miraba la gente hacer cosas, era muy diferente a lo que creía, se sentía como un cobarde ahora que lo pensaba, toda la tragedia que pasaba por su mente ahora estaba siendo anulada, hasta el momento que una risa salió de sus labios, dejando a Masashi un poco confundido.

— ¿Te da cosquilla lo que hacemos? —Preguntó el médico sin comprender mientras miraba por un lado de la sabana.

—A-Ah, no, solo recordaba algo, lo siento —Se disculpó de inmediato y miró a Masashi, apretando un poco su mano — ¿Sabes?, creo que mi miedo era infundado…No es tan grave…—Admitió bajando su mirada un poco sonriendo leve.

—Oh, Kamijo… Me alegra escuchar eso…—Susurró contra su frente, besándola. Hizaki con los chicos vendrán de amanecida… ¿No importa? Dijeron que quería ver a Yuuichi…-

—Oh…Esta bien, supongo que no importa mucho que vengan…Auch…—Se quejó un poco apretando de manera inconsciente la mano de Masashi pues sentía como tocaban su vientre.

La calma en el cuarto era agradable, a ratos todos reían por algo que decía algún enfermero o cosas que el mismo Masashi decía en tono de sarcasmo o broma. Prácticamente habían volado los minutos y los quejidos y cosas por el estilo quedaban olvidados.

—Bien Kamijo, sentirás presión… No dolerá pero si mucha presión pues ahora veras a tu bebé por primera vez… ¿Listo? —Preguntó la mujer y el rubio asintió emocionado apretando con fuerza la mano de su pareja, de inmediato la presión se hizo presente y un jadeo salió de sus labios, era incómodo, algo que no quería sentir pero tomo aire y aguantó.

—Estoy acá príncipe, a tu lado…—Susurró Masashi, besando la frente de Kamijo un par de veces mientras este realizaba una leve mueca.

Ambos se miraron por unos segundos y compartieron un cálido beso cerrando sus ojos al tiempo que una voz nueva se hacía presente para todos, un llanto agudo, el llanto de su bebé.

Ambos sonrieron abriendo los ojos de inmediato y una joven llegó a su lado con un pequeño bulto entre sus brazos, enrollado en una frazada color azul.

—Felicidades padres…Es hermoso… —Dijo la joven dejando al bebé a un lado de la cara de Kamijo y Masashi.

—Oh Dios…Yuu…Eres hermoso…—Murmuró Kamijo mientras pequeñas lagrimas corrían por sus mejillas. De inmediato extendió su mano a tocar la de su bebé y este apretó su dedo —Bebé…Bienvenido al mundo —Susurró dando un besó en su pequeña cabeza.

Por su lado Masashi miraba a Kamijo y a su pequeño con una sonrisa en sus labios, acariciando con cuidado la cabeza del bebé.

—Bueno padres, ahora tenemos que ir con el pequeño a ver que todo esté bien…—Dijo la mujer sacando al pequeño y ambos asintieron con la cabeza de manera suave.

Ambos se besaron otra vez mientras esperaban la sutura de la zona.

—Masashi… Gracias por esta a mi lado…—Murmuró Kamijo entrelazando sus dedos esta vez y mirando a sus ojos —Por no dejarme solo con mis inseguridades…

-Nunca te dejare solo mi príncipe…Aun cuando me lo pidas, me estaré a tu lado…

— ¡Todo listo! —Exclamó un joven quitando lentamente la sábana y Kamijo de inmediato miró su vientre.

— Wow… ¡Yo era delgado!… —Bromeó mirando su pecho y vientre planos, claro, un poco abultado pero prácticamente no era nada. El cansancio le venció en ese momento.

 

Sus ojos se encontraban pesados, no estaba seguro de donde estaba, su cuerpo también se sentía pesado y se removió sintiendo una punzada de dolor en su en su vientre, haciéndole soltar un leve quejido.

—Kamijo, quieto…No debes moverte mucho…—Habló Masashi que se encontraba a su lado sentado. Sin pensarlo ayudo a Kamijo a sentarse con cuidado dando un suave beso a su mejilla.

—Ma-Masashi…Me dormí… ¿Cuánto dormí? —Preguntó preocupado apoyando sus codos para quedar un poco más erguido, intentando olvidar el dolor en su vientre —Me duele un poco…-

—Cuatro horas, creo que cinco…Te quedaste dormido en la cama del pabellón, me diste un gran susto con eso…—Comentaba el mayor mientras acariciaba los mechones rubios de Kamijo —Acaban de inyectarte algo para el dolor y se retiraron ¿Quieres algo?

—E-Esta bien… ¿Ya es de día? —Preguntó inseguro abrazando por los hombros a Masashi para sentarse en la camilla.

—Lo es… Seguro los chicos están por llegar, es bueno que despiertes… Creo que alguien quiere conocerte mejor…—Mencionó Masashi caminando hasta rodear la cama y buscar en la cuna un pequeño bebé, que ocupaba un gorro color rojo junto a un traje entero al mismo tono, envuelto todo en una frazada celeste.

Masashi se sentó meciendo al bebé mientras miraba a Kamijo

— Creo que debes cargarlo… —Extendió al bebé y el rubio de inmediato negó con la cabeza, haciendo retroceder un poco su cuerpo como si estuviera asustado.

—Yo…Yo no sé hacerlo ¿Y si lo dejo caer? —Preguntó dejando sus manos contra su pecho para evitar que Masashi se lo diera.

—Baka, no pasara nada…—Dijo y con cuidado dejo al bebé en las piernas de Kamijo, sin soltar su cabeza hasta que estuviera firme. Rodeó al menor y le abrazó por la espalda tomando los brazos del rubio y haciendo que este lo cargara —Con cuidado…su cabeza la tomas con una mano…—Susurró instrucciones contra su oído mientras le guiaba y de manera un poco torpe logró que el rubio pudiese conseguirlo, haciendo que  estrechara al bebé contra su pecho.

—Hola Yuu…Oh…Eres tan bonito… —Murmuró pasando sus dedos por el rostro del bebé que ahora dormía de manera plácida sobre sus brazos —Parece que Masashi es mejor que yo en esto…Pero no me quedare atrás…Lo prometo bebé…-Le habló mientras comenzaba a mecerlo lento.

—Mi pequeño príncipe…—Susurró Masashi abrazando a su pareja de manera delicada para no rozar con la herida.

—Nuestro…—Dijo Kamijo notando como el bebé se removía un poco haciendo que el gorro se cayera de su cabeza — ¡Mira! ¡Su cabello es como el tuyo! —Dijo de inmediato el rubio, sorprendido, tocando el poco cabello que tenía el bebé —Es tan pequeño…—Murmuró mientras acariciaba sus manos.

—Mis amores… Tan bonitos los dos…—Halagó Masashi besando la mejilla del vocal provocando que un leve sonrojo cubriera las mejillas del menor —No dejaré que nada nunca les ocurra, los protegeré pase lo que pase…

—Eres como un caballero…—Susurró Kamijo ladeando el rostro para ver los hermosos ojos del azabache.

—Soy su caballero y cuidaré a mis príncipes…Lo sabes bien, los amo…A ambos…—Se acercó con cuidado a los labios de Kamijo, dando un beso simple para luego topar sus narices.

—Ma-Masashi…Yo…Yo también te amo…—Susurró avergonzado Kamijo mientras topaba sus labios repetidas veces con los del bajista.

—Vaya, pensé que nunca lo dirías…—Dijo Masashi cerrando sus ojos, compartiendo esta vez un beso más íntimo con su pareja, moviendo ambos sus labios de manera suave, gustando el perfecto momento y ambiente que ahora se creaba hasta quedar sus labios a escasos centímetros.

— ¡Maa-chaaaan!, ¡Kaaaaami-chaaaan! —Gritó un alegre Teru entrando de golpe al cuarto junto Hizaki y Yuki.

—A la mierda el momento perfecto…—Gruño en voz baja Masashi. Kamijo de inmediato le empujó, tomando un puesto más tenso y mirando a todos sin saber qué decir. Todos se miraban pero nadie decía nada hasta que Yuki carraspeó un poco:

—C-Creo que llegamos en mal momento…—Intentó romper el ambiente haciendo una mueca con sus labios.

—Yo…Creo que debí tocar la puerta…-

—Sí Teru, debiste tocar la puerta…—Musitó desanimado Kamijo al tiempo que el bebé comenzaba a llorar.

Ahora el asunto estaba en hacer uso de su creatividad para inventar una buena excusa que darle a los demás sobre el por qué se estaba besando con el bajista de su banda, con el que todo ese tiempo había dejado en claro no tener nada. Excusa principalmente para Hizaki, que les miraba de forma seria desde el umbral de la puerta.

Notas finales:

Bien, espero que os haya gustado mucho ♥


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).