Capítulo 8: "Una Declaración"
[…]-Ssh, me pareció escuchar algo…-
… La posición en que MinHo me tenía, no me permitía moverme, por lo que intentando mirarlo con algo de desesperación, pero en silencio, escuché una voz… algo familiar.
-Mierda… aquí es el lugar de mis más locas y sucias fantasías, no puedo creer que sabiendo que es algo totalmente imposible, aún siga esperanzado…-
Se oía aquella voz lamentándose, totalmente deprimida pero que se escuchaba a la perfección… y haciendo unos suaves movimientos, con mi mano “limpia” logré zafarme de MinHo, quien me soltó, con algo de dificultad, mirándome unos instantes, para luego hacerme aquel gesto de “enfermera” poniendo la mirada nuevamente en el lugar, de donde provenía la voz del “intruso”… yo asentí, y me acomodé cerca de MinHo, para poder ver mejor, la voz provenía de enfrente, y otros pequeños árboles nos “camuflaban” por lo que podíamos observar, pero no ser observados… o eso es lo que me parecía.
Y cómo lo sospechaba, esa voz era de… de… aquella persona que vi la otra vez que “escapé” y oí ser llamado “HeeChul ssi” según el “viejo loco” de SiWon, si mal no recuerdo.
Esa persona, liberando un gran suspiro de frustración, se sentó en los manzanares, mientras los observaba con una extraña nostalgia, tomó una manzana que estaba cerca del suelo y la arrancó…
-Pensar que esto es la clara representación del “Edén” que tanto mencionas, lugar, en el cual no creo, pero sólo por complacerte, finjo que en verdad me fascina… y ésta… ésta pequeña manzana, tan roja, tan deliciosa, es la representación de “mi fruto prohibido”, la tentación, de obtener tu cuerpo… tu amor, SiWon ssi.-
Aquellas últimas palabras, me sorprendieron por lo que abrí mis ojos, ¿En verdad te gusta, en verdad lo amas? ¿Entonces quieres decir, que aquellas “bromas” que le decía, eran tus verdaderos sentimientos?
Me quedé realmente sorprendido ante ello, pero más aún cuando comenzó a pasarse aquella manzana por todo su cuerpo como si fuera una caricia, algo erótico, debo admitirlo, hasta que luego de que recorriera “TODO” su cuerpo, se la llevó a la boca, y comenzó a lamerla y besarla. Comenzando a emitir sonidos algo sugerentes, y mientras hacía eso, su mano, lentamente se iba deslizando hacia sus partes íntimas, hasta que llegó allí, y sujetándoselo con algo de fuerza al parecer, soltó el primer gemido y sus piernas se abrieron más, mientras estaba recostado de espalda en el tronco de otro árbol de manzanas.
Una intensa sesión de caricias, dieron inicio, y mientras acallaba sus propios gemidos con aquella manzana mientras continuaba besándola y lamiéndola, su mano había comenzado a infiltrarse bajo su ropa, su remera y se había detenido, en lo que parecían sus pezones, por la posición de ella, y nuevamente esos suspiros ahogados, por aquella manzana que prácticamente ya brillaba a la luz de la luna, por la saliva que tenía encima. Tragué saliva también sin poderlo evitar, pues ya comenzaba a sentir presión en mis pantalones.
Luego de observar totalmente embobados a esa persona, que parecía unos cuantos años más joven que el viejo loco, pero no tanto como nosotros, “sufrí” de otro shock al ver cómo desprendía su bermuda, y se la bajaba junto con su ropa interior, “liberando” aquel erguido miembro, que realmente se alzó “victorioso”
-¿¡Pero qué-!?- Exclamé, aunque no sé aún, cómo es que fui capaz de hacerlo en voz baja… y por la impresión me alejé, y retrocedí un poco teniendo aún “inhabilitada” a aquella mano que me había engrudado, pero cuando retrocedí, me encontré con el cuerpo de MinHo, chocándolo, y quedé sentado de espaldas, entre sus piernas, pues al parecer estaba mal sentado, y con mi impacto, le hice perder el equilibrio. Y cuando chocho contra su cuerpo, siento algo “rocoso” en mi baja espalda… Me sorprendí una vez más y girando e inclinando mi cabeza lo más que podía me encontré con su mirada… -Mi-MinHo, ¿acaso tú… tú?- Él algo asombrado ante mi “sensibilidad” allí abajo, nuevamente me hizo aquel gesto de mantener silencio, no era capaz de observarlo bien, pero apostaría todo, a que nuevamente se encontraba sonrojado a más no poder. –Me callaré cuando respondas a las palabras que dije antes.- sentencie susurrándolo, en lo que escuchaba unos cuantos “gemidos de fondo”.
-Aahms, SiWon, SiWon, có-cómo me-me gustaría que tu-tus labios estén en el lugar de esta hmns, maldita manzana, aah, y sean tus manos aaahmns las que reemplacen las mías, aaah~ u-un día si-sin ve-verte y ya, aaahms ya te extraño horrores hmns aaah.-
-¿Qué-qué pa-palabras?- Preguntó algo… agitado, nervioso, avergonzado, excitado, no lo sé, pero sé que a uno de esos adjetivos, correspondía a su tonalidad.
Respondió en el mismo susurro, que casi resultaba inaudible, y yo algo nervioso, ante esas palabras, decidí arriesgarme una vez más… pues decidí volver a repetirlas. -¡Aah~ SiWon… SiWon sigue así aahmns me-me gustas tanto, t-te deseo tanto… ahmns.- Me sonrojé a oír aquel tono tan libidinoso en HeeChul ssi… pero intentado concentrarme en MinHo, hablé.
-Palabras… las cuales, expresaban mis verdaderos sentimientos hacia ti, que me gustas, te quiero, me he enamorado de ti, y desearía que fueras algo más que mi “amigo”, por favor, a-acepta mis sentimientos, y-ya no puedo soportarlo más, de-deseo poder llamarte mi a- amns.-
¿Adivinen qué? Sí, volvió a callarme colocando su gran mano en mi boca, yo fruncí mi ceño, y cuando estaba por “actuar” de una manera, algo “malévola” podría llamarse, él me atrae más a él, aunque realmente era imposible, pero lo que si era posible, era “sentir su erección aún más dura” y acercando su rostro, sus labios a mi oído me habla.
-Ah~, esas palabras…- Dijo serio, poniéndome nervioso, pues su tonalidad seria, me sonó a una de total desinterés, lo cual me dolió, y mis ojos se cristalizaron junto a mi corazón que me dio una extraña punzada, pero sin saberlo al parecer él no había terminado de hablar. – ¿Sabes? Nunca creí que las dirías, pero de todas formas, creí que con mi comportamiento para contigo, había dejado mis sentimientos hacia ti, más que claros… de lo contrario, jamás te hubiera permitido, hacerme aquello que me “hiciste” en el establo, ni mucho menos, lo de “nuestra reconciliación”, como así tampoco, me hubiera molestado ni esforzado tanto, en éste día, para hacerte, el “adolescente” más feliz del mundo… tú, tú también me gustas, también te quiero, y no me eres indiferente para nada, desde hace tiempo, algo dentro de mí desespera por decirte al oído… “Te amo”…-
Aquellas palabras, susurradas con tanta sensualidad, lentitud, y esa pequeña vibración en mi oído debido a timbre de voz tan profundo, realmente me volvió loco, y cómo dije antes, me hizo el “marica más feliz del mundo”…
No podía creer, estar escuchando esas palabras, de esa boca, de esos labios, “deliciosamente rojos”, me causó tanto placer, tanta euforia que no pude evitar morder mi labio inferior, con suma lujuria, y sujetándolo de la nuca con mi mano “limpia” no pude evitarlo, y estirándome un poco le besé, él me correspondió con mucha más pasión que antes… era increíble, pero en estos momentos, parecía, que no quedaba rastro alguno, de aquel MinHo, dulce, tímido e inocente, que al parecer “corrompí” pero ¿les digo la verdad? No me arrepiento, absolutamente de nada… ta-también “le… amo”.
-Ta-también algo dentro de mí, muere po-por lla-llamarte de una manera diferente; “mi-mi amor”, ¿puedo hacerlo?...-
-Nada me haría m-más fe-feliz…-
Contestó nuevamente en mi oído, a propósito, con aquella voz, que ya prácticamente me hacía delirar… sonreí a más no poder y girándome, sin hacer mucho ruido, me acomodé mejor, y me coloqué a horcajadas de él, a pesar de que aún mantenía sus piernas flexionadas y abiertas, por la caída anterior, segundos después de que me “ubiqué” él extendió sus piernas… y quedé, un poco más cómodo, siendo yo ahora, quien flexionara las piernas a cada lado de su cadera.
Envolví su cuello nuevamente con aquella mano limpia, y un nuevo beso dio inicio… resultando ser aún más excitante con aquel “particular sonido de fondo”
-¡Aaah~ SiWon! ¡SiWon ssi, mmmns más ra-rápido, aaaah~.-
Se oían aquellos gemidos, capaces de excitar a cualquiera, ya sea hombre o mujer, por lo sensual que sonaban, pues estaban plagados de placer…
-MinHo… MinHo, mi amor…-
Susurré, también con algo de placer, en mis palabras, él suavemente quitó mi mano de su cuello y sujetándome de mi espalda y cintura, comenzó a acostarme, me dejé llevar, hasta que él quedó encima de mí, y tomó mi mano “engrudada” aún por el dulce del pastel, y comenzó a lamerla… se sentía extrañamente, “delicioso” entre mis dedos, que ya estaban prácticamente “cristalizados” por el dulce… o el almíbar, no sé qué es lo que tenía realmente, pero de que era “pegajoso” lo era.
-Aahmns- MinHo…-
Aún no me acostumbraba a llamarle “mi amor” a pesar de que lo anhelé por tanto tiempo, ahora, me daba algo de vergüenza decirlo, cuando tendría que ser todo lo contrario…
-Hhmns SiWo~n! ¿Cu-cuándo vo-volverás?... aaahmns~-
¿Aún seguía allí, auto-complaciéndose? ¿Tanto “aguante” tenía? Yo hacía segundos que recién estaba comenzando a “recibir atención” por parte de MinHo, y resulta que ya siento que me correré, pues el dolor, comenzaba a hacérseme insoportable.
Él inesperadamente, fue quien tomó las riendas, desprendiendo mi pantalón con algo de desesperación, y sacando “mi miembro” dentro de mi ropa interior, pero sin quitármela, aquello realmente me extraño, ¿Él, él s-se atrevería a ha-hacer e-eso qu-que yo pienso?... Mi corazón se exaltó en demasía, ante aquella idea, pero simplemente me dejé hacer, pues mi razonamiento comenzaba a fallarme, a abandonarme, y eso no sé si era bueno o malo. Sólo quería gozar…
Y nuevamente sus acciones me dejaron boquiabierta, tomó mi mano ya no tan engrudada, y me hizo, sujetar mi propio miembro, y luego soltarlo, al mi mano estar engrudada, sentí un pequeño tironcito en mi miembro, casi al 100% despierto, y gemí sin poderlo evitar, pues aquella sensación realmente me complació.
-Qué libidinoso, resultaste ser, por lo que veo, eres de esos, a quienes les gusta “jugar” y “probar cosas nuevas” ¿verdad?-
Habló con sorna, sorprendiéndome realmente, siendo capaz de ver, sólo por casualidad, su sonrisa de lado con algo de perversión, pues la luna, recién comenzaba a iluminarnos, al encontrarse, un poco más arriba.
Aquel comentario, no me lo esperaba para nada, pero créanme, que también acabo de descubrir, “que soy así”, por lo que sin darme cuenta, ya me encontraba haciendo “aquello” por mí mismo, repetidamente, él sonrió de lado y mientras yo estimulaba mi miembro de aquella “innovadora” manera, él comenzaba a besar mi cuello.
Tuve que colocar mi otra mano en mi boca y morderla para no gemir de manera audible, pues, la verdad que el que HeeChul ssi, estuviera ahí, me ponía de sobremanera nervioso, pero irónicamente, todo resultaba mucho más placentero, debido a la adrenalina, que el hecho de “poder ser descubiertos” me provocaba.
En un momento, dejé de sentir sus labios sobre mi cuello, y realmente me sentí desesperado, quería, seguir sintiendo aquellos labios sobre mi cuello, pero nada de ello sucedía…
-Mi-MinHo…-
Le llamé algo agitado, tironeando suavemente de su camisa y con la voz débil, pareciendo un niño que recién terminaba de llorar, me ignoró, él parecía estar sumido en su mundo, por lo que algo “frustrado” me di vuelta como pude debajo del cuerpo de MinHo, y él ni siquiera pareció darse cuenta, y yo aún enojado, por “cortarme la diversión”, dirigí mi mirada a dónde supuestamente él la tenía y también quedé totalmente pasmado ante lo que veía.
-Si-SiWon ssi, m-me, me e-estoy po-por co-correr aaahmns, aaahmn, m-más rápido, más rápido…-
Él se encontraba auto-complaciendo con una mano, mientras que con la otra, al parecer “dilataba” su “entrada”… pero no era con un dedo, sino con 2, sus piernas se cerraban y se abrían irregularmente, mientras sus estimulaciones, o vaivenes, aumentaban o disminuían según lo que “él le pedía… a SiWon ssi”.
Vergonzosamente, ahora entendía por completo a MinHo, entendía el porqué de su “estupefacción” pues yo me encontraba casi de la misma manera, volviendo a estimular mi miembro por inercia prácticamente, como podía, con aquella mano, que ya no era tan “pegajosa” y no surgía el mismo efecto…
-¡Aah~! MinHo…-
Gemí, al darme cuenta de que era sujetado de las caderas, arrastrado y dado vuelta, de una manera algo brusca, pero que realmente me había gustado, pues, la verdad, sí, disfrutaba de este “nuevo MinHo” que se había transformado por completo.
-Se me hará más fácil, hacerlo ahora…-
Dijo de la nada, de repente, otorgándome, un dulce beso en los labios, haciendo a mi corazón dar un vuelco, pues esta combinación ahora de “Tierno pero pasional” me agradaba aún más… pues eso es lo que me enamoro realmente, su ternura…
Se deslizó por todo mi pecho, descendiendo, hasta mi bajo vientre, “amagándome” logrando que sintiera, “el placer por adelantado” pero al ver que no llegó realmente, me sentí extraño, o más bien… desesperado. Subió nuevamente, pero esta vez, acariciando mi piel con sus labios, en lo que mi remera, subía también, y volvió a besarme con dulzura.
-Déjame devolverte, algo de lo mucho que me has dado… no te aseguro que “tocarás el cielo con las manos” pero daré mi mejor esfuerzo, porque… te amo.-
Aquellas palabras, aquellas últimas 2, no tenía ni idea, de la dimensión que aquellas 2 simples palabras, tenían y significaban para mí. No pude decir nada, pues, su cavidad bucal aprisionando mi “urgido” miembro, me anulo completamente.
-¡Aanms!~- Gemí nuevamente de una manera aniñada, por lo que opté de inmediato, a colocar nuevamente mi mano para acallar mis gemidos…
-¡AAAAHMNS SIWON SSI! ¡TE AMO! ¡TE AMO TANTO!-
Escuché gemir “finalmente” abrumado de placer, a “HeeChul ssi” deduciendo que por fin había logrado, alcanzar su orgasmo… aquel grito me excitó demás, como también a MinHo, pues él quien estaba recién iniciando con los vaivenes, lamiendo con “miedo” mi falo, de repente, los aceleró a más no poder, o eso creía, pues, me hacía “retorcer” del placer, a tal punto que mis costillas, parecían desprenderse de mi cuerpo, al elevar mi espalda del suelo, “quebrándome” por las repentinas y cargadas “oleadas” de placer.
Aquello era una sensación tan, pero tan deliciosa, que luego de eso, mi cuerpo sentía un hormigueo constante haciendo más delicioso y placentero aún, aquel acto provocado por nuestros “salvajes, bajos instintos”, aquella “extraña” danza de “amantes” bajo la luz de la luna y estrellas, las cuales parecían brillar en todo su esplendor, al estar tan alejadas de la ciudad. El ambiente, el paisaje, era hermoso, todo… era perfecto. A tal punto, que hasta el cantar de los grillos, me parecía la más hermosa melodía.
-¡AAH~ MinHo~ MinHo~! Sssnm.-
Estaba entrando en una especie de trance, y con tan poca cosa… lo sé, pero no lo puedo evitar; sentir esto… cuando haces, este tipo de cosas, con la persona que tanto quieres, anhelas, deseas y sobre todo, que te corresponde, en igualdad de condiciones.
Sin dudas, este era el mejor sexo de mi vida, y eso que aún él no se había quitado absolutamente nada de sus prendas, pero eso, acabaría en estos momentos…
Con ambas manos, y con algo de “sacrificio” lo tomé de sus hombros, y le obligué a subir nuevamente a la altura de mis labios, y estando prácticamente unos contra los otros, me dice.
-¿Acaso, no te gusta? ¿Soy tan malo en ello?-
Sonreí, pues en verdad se notaba contrariado con ello, y extrañamente tímido, nervioso, y asustado. Era increíble, cómo de un segundo a otro podía pasar de ser un “semental, salvaje y decidido” a un “niño asustado e inexperto, que solo me causaba ternura”, éste chico, éste hombre, era único, y perfecto, no puedo creer que tuve la fortuna de encontrarme con él y conocerlo más a fondo…
-No, no es eso, es solo que de repente, se me antojaron, nuevamente tus labios, tus “Red Delicious”…-
Sonreí con ternura amabilidad, mitigando un poco mi libido, controlando la “ninfómanA” que había en mí, y provocando un delicioso roce, fui yo esta vez, quien atacó sus labios, para devorarlos y “explorarlos” por completo, tanto externa como internamente…
Y ésta vez, él solo se limitó a corresponderme e intentar seguirme el ritmo, aprovechado eso, comencé a desprender su camisa, cómo podía, mis manos temblaban, pero no de nervios, sino de ansiedad, “ya lo quería todo”, “lo quería todo… todo dentro de mí”. Díganme goloso, lujurioso pervertido, o ninfómanA, pero realmente lo deseaba, esto estaba sobrepasando mis límites de paciencia, y más ahora que comencé a sentir de nuevo, cómo tímidamente, una de sus manos apresaba mi falo, y con algo de dudas, comenzaba a estimularlo, haciéndome gemir, jadear en sus labios. Llevando a cabo, aquel excitante y tan mencionado “intercambio de alientos” tan húmedo como hirviente...
-Mi-MinHo- Susurré, luego de que, un pequeño “descanso” se efectuara entre nosotros, y él simplemente sonrió, no contestó nada, y finalmente pude ser capaz de quitarle aquella camisa, a lo que él, me quitó mi remera también de una manera algo brusca, pero me encantaba. -¡MinHo, m-me h-haces ta-tan feliz…!- Gemí, segundos después de que sentí cómo sus dientes “atacaban salvajemente” mis pezones, mis gemidos ya me eran imposible retenerlos, pues el placer a pesar de que creía era imposible, iba en aumento, y ambas manos las tenía sobre los hombros de él, intentando “asimilar, canalizar” aquel placer abrumante, clavando las pocas uñas que tenía, en sus hombros…
-No-no sé porqué, pe-pero m-me en-encuentro e-extrañamente e-excitado con-contigo, a-aquí, e-en este lu-lugar Ta-TaeMinnie…-
Me decía algo agitado, mientras ya había logrado erguir mis pezones por completo, mis labio inferior, ya no sentía dolor alguno, pues había optado por morderlo para acallar mis gemidos, pero aún así, uno que otro escapaban de mi garganta.
Mis ojos estaban cerrados, a más no poder, aquellos gemidos de HeeChul ssi, sus palabras, sus acciones, su todo, nos había resultado una especie de “afrodisíaco” para nosotros… pues la verdad es que ambos, estábamos “más calientes” de lo normal por su culpa…
Dirigí mis manos a su pantalón, y con clara desesperación, intenté como pude, desprenderlo, él al parecer se percató de ello, y dejando mis pezones, “en paz” por unos instantes, se quitó TODO, de una sola vez… y volvió a colocarse encima de mí, imitando mis acciones con mis prendas ahora…
Verlo desnudo, y con la piel algo centelleante, por las pequeñas “perlas” de sudor bajo la luz de la luna, realmente me excitaba aún más, si es que se podía…
La situación en sí, era estimulante desde un principio. HeeChul no se oía más, por lo que creería que quizás se haya retirado, pero nada me lo aseguraba, y aún así, mi garganta, comenzó a liberar gemido tras gemido los cuales iban en aumento, ante las acciones de MinHo, quien ya al haberme quitado todo, había vuelto a mi miembro, a re-estimularlo, mientras que con sus manos, volvía a la carga con mis pezones, alternándolo con caricias por todo mi cuerpo. Al tener los ojos cerrados, entregado totalmente al placer, el sentir sus manos recorrer mi cuerpo en casi toda su totalidad, se sentía realmente maravilloso.
Pero al ya estar a punto de “correrme” decidí que ahora sería su turno, y cómo pude, luchando contra la flacidez de mi cuerpo causada por el placer, logré levantarme y girar, para dejar a MinHo debajo de mí, él me miró a los ojos, y sonrió, yo sonreí con malicia, y agarrando, con la mano, un trozo de pastel de manzana que aún seguía allí cerca de nosotros, lo desparramé por completo en sus pezones…
-¿¡Pe-pero qu-!? ¿Tae-Min?-
“Renegó” estupefacto ante mis acciones, me acerqué a sus labios, y amagando con mis movimientos me dirigí a uno de sus oídos…
-E-está deliciosa, y sería una pena, desperdiciarla, por un descuido de mi parte, además “es mía” ¿cierto? Puedo hacer con ella lo que quiera, y lo que quiero, es “comérmela toda”…-
Dije en un tono totalmente libidinoso, finalizando mi oración con aquellas palabras de doble sentido, totalmente intencionadas…
Él tragó saliva, y sus ojos se abrieron a más no poder, reí pícaro y me devoré su cuello, comenzando a descender lentamente hacia aquella “dulce zona”…
-¡Aaah~ TaeMinnie! ¡Hmns~!
Gemía al compás en que recibía mi atención “allí” y sin dejar de estimular ambos por vía oral como no podía ser de otra manera, observando de reojo, ubiqué el pastel y tomando otro trozo de él, a lo grotezco, simplemente con la mano, comencé a desparramar esa “porción” desde su cintura, hasta su bajo vientre, y sin darle tiempo a nada, comencé a retirarla de inmediato, lamiéndola, mordiéndola, comiéndola, de cualquier forma cómo me fuera posible.
-¡MINNIE! ¡Ahmns Ah! ¡N-No ha-hagas eso!-
-¿Porqué debería detenerme? Está más que claro que te gusta… estás ya duro como una roca, y no me lo puedes negar… tu “cosa” prácticamente, me está “apuñalando” el estómago…-
Dije serio, totalmente concentrado en retirar todo resto de dulce de su cuerpo, en verdad que esa cosa, me encantaba, y esto también…
-¡TaeMin ssi! ¡N-no aaahmns no sea ta-tan di-directo mmss!-
Me regañó levemente, pero lo único que provocó en mí, fue una amplia sonrisa de lado, cargada de lujuria y perversidad…
Me acercaba a la parte principal de “mi dulce”. Tal y cómo él me hizo hace unos cuantos minutos atrás, comencé a sujetar y soltar su miembro, con mi mano que estaba totalmente pegajosa nuevamente.
-¡AAH~ MIERDA!-
Gimió casi retorciéndose, y realmente me sorprendió que liberara aquel “insulto” tan “inapropiado” para él, pero un MinHo “maleducado” también era totalmente factible y excitante… todas sus facetas en estas circunstancias me “ponían a mil” sí, definitivamente, era unA ninfómanA…
-¿Te gusta verdad? ¿Se siente bien? Sí, yo sé que te gusta, yo sé que te calienta, se siente demasiado delicioso…-
-Ta-TaeMin ssi, n-no di-diga e-esas co-cosas p-por mí… ahmns~-
Volvió a regañarme y tratarme de esa manera que no me trataba en mucho tiempo, ¿y saben qué? No me molestaba para nada, pues, sólo me recordaba nuestros inicios, y me hacía sentir de cierta manera, como si estuviera viviendo por segunda vez, “nuestra primera vez…” aunque suene irónico, lo sé, para mí así era… Y pues no pensaba detenerme, al contrario…
Quité mi mano de su miembro, y comencé a lamerlo, y besarlo, el sabor dulce del almíbar o caramelo, se sentía en todo su esplendor, por lo que no tardé mucho en introducírmelo por completo, y “degustarlo” literalmente como a un dulce, mi dulce favorito, “Mi MinHo, mi Red Delicious, mi ‘Sagwa Ibsul’, mi-mi… amor~”
-¡AH DEMONIOS TAEMIN!-
Volvió a gemir con todas sus fuerzas, ya prácticamente no importándole nada, si nos estaban observando o no, como a mí tampoco. Estaba tan “cachondo”, que literalmente nada me importaba, sólo sentir y otorgar place en igualdad de condiciones.
Mis vaivenes, en su miembro, ya habían tomado ritmo, y MinHo también comenzaba a mover sus caderas involuntariamente, “embistiéndome”. No opuse resistencia para nada, simplemente, intentaba seguirle yo, el ritmo ahora.
Su mano, segundos después, como era de imaginarme, se encontraba sobre mi nuca, queriendo acelerar aún más “sus embestidas” al parecer, estaba entregado al 100% al placer, y su razonamiento, pues, de él, ya no quedaba absolutamente nada, solamente nuestros más sucios y bajos instintos, ambos nos aventurábamos a una búsqueda sin fin de placer, puro y absoluto.
-¡MIERDA MINHO! ¡YA NO AGUANTO! ¡NO PUEDO!-
Exclamé, totalmente desesperado, ansioso, y algo cabreado, no me importaba nada, tan sólo, quería sentirlo dentro de mí, y corroborar que esto es real, que él me corresponde, que él me ama, cómo yo a él, o por lo menos que me quiera, como yo a él, mi cuerpo, mi “orificio” pedía prácticamente por él. Y así lo hice, sin más que esperar, ni previa preparación, me incorporé, y acomodándome mejor, me “auto-penetré” en MinHo, él sorprendido ante mi acción, no pudo hacer nada, ni tampoco quería que lo haga, por lo que de una brusca y veloz embestida, “me uní a él”.
Me incliné, aún sin haberle dado tiempo a recuperarse, tomé sus labios, esos que ahora sabían realmente a manzanas por mi “anterior labor”, manzanas y algo más, que le daba ese sabor “único y especial”…
Comencé a mecerme, cómo dije, sin darle tiempo a nada, en verdad que estaba comportándome cómo ¡Una maldita Ninfómana! Pero él, él me provocaba esto, sin haberme acostumbrado aún a su tamaño, comencé a mecerme con brusquedad, pasión, lujuria, ansiedad, y NECESIDAD.
-¡Aah sí! ¡Aaah Sí MinHo! ¡MinHo aah sí! ¡Más rápido, más fuerte! ¡Aaah~ sí, sí hmhs!-
Placer, placer era lo único que quería, cada vez más y más, nada me era suficiente ahora, en verdad que estaba demás “poseído” por la “ninfómana” en mí, pero es que… es que, en verdad no era un “sesión de sexo más” ésta, esta era especial, tanto por el lugar, la situación, y lo más importante, por la persona con quien lo estoy llevando a cabo, mi “ex - amor platónico inmediato”, pues sí, pues desde el primer momento en que lo vi, sentí algo muy raro, muy especial, por él.
Y a pesar de que me ha costado llegar a donde estoy ahora, se lo agradezco infinitamente, si no hubiera resultado tan paciente, inocente y tierno, esto no hubiera sido posible, ni tampoco, podría haberme mostrado como realmente era, y la verdad que me siento totalmente tr apersona con él, me siento mucho más liviano, más relajado…
-¡Minnie! ¡Aah~ Minnie y-yo n-no aguantaré po-por mucho más!-
Dijo entre jadeos, sujetándome suavemente y girándome de repente, dejándome debajo de él en un rápido movimiento. Yo agitado por toda la excitación de recién, simplemente le sonreí, un poco más calmado, me colgué de su cuello suavemente, y él sin que le dijera nada, vino hacia mis labios, y comenzó a moverse lentamente, pero sus estocadas, eran profundas y precisas…
Dando así lugar a otro pasional beso, mientras gemidos eran atrapados por sus labios, al ser liberados en medio del beso. Mis manos, comenzaron a recorrer su cuerpo, en busca de las suyas. Era increíble como nuestros cuerpos se acoplaban, nuestros labios se rozaban, se besaban, nuestras manos se entrelazaban, mi cuerpo… mi cuerpo vibraba y… y nuestros corazones… se aceleraban, se amaban…
Mi cuerpo, mi cuerpo ya no podía tolerar más placer, estaba en mi punto máximo, saturado… pero, pero tampoco podía detenerme, mi cuerpo, mi interior era un maldito infierno, un maldito volcán en erupción, pero nada de ello mi importaba, sólo gozaba, sentía, y disfrutaba a MinHo, a… mi~ amor…
Aceleró sus estocadas a lo máximo que su cuerpo le daba, y soltando sus manos de repente, me fui a su espalda, a clavar mis uñas en ella, pues, había dado en aquel punto que me provocó más placer del que creía que podía sentir…
-¡MINHO! ¡MINHO! ¡Ahí! ¡Po-Por favor n-no te dentegas! Aasgj, aahgs, ¡H-HAZME TUYO NUEVAMENTE! ¡Y-YA NO AGUANTO! ¡NO AGUANTARÉ POR… POR MUCHO TIEMPO!-
Grité, jadeé, gemí, desesperado, a más no poder, sentía que mi cuerpo, estaba en plena ebullición, debido a todas las correntadas incesantes, que ser embestido en aquella zona me provocaba…
-¡Minnie! ¡Minnie, y-yo ya ya no re-resisto!...-
-¡HAZLO! ¡HAZME TUYO!... ¡SOY TUYO!-
Grité en pleno éxtasis, dejándome llevar por todas mis sensaciones, comenzando a entrar en el mismísimo nirvana, pues de repente, todo a mí alrededor dejó de existir, dejó de oírse y me concentré en aquel placer totalmente envolvente…
-Aaaaah~ ¡malditos!-
Sentí, aquel gemido y grito, ajeno a nuestras voces, pero le ignoré totalmente al haber llegado a mi orgasmo, haciéndome sentir, una de las más exquisitas sensaciones imposibles de expresar con palabras… en ese momento, sentí como si hubiese blanqueado mis ojos, pues el orgasmo era realmente sensacional, provocándome, pequeñas convulsiones de placer absoluto, y más aún al sentir, aquella “sensación semi-líquida, tibia” desparramarse por mi interior… sí, sí… era la esencia de MinHo…
Cayó encima de mí, cómo si se tratara de una torre derrumbándose, pues estaba totalmente agotado y agitado, pero a pesar de su condición, hasta el último segundo se aseguró de no hacerme daño ni de aplastarme, por lo que cayó suavemente sobre mí. En ese momento, yo aún agitado también, flexioné mis piernas, y le abracé tanto como mis brazos me daban, dejándolo, totalmente aprisionado tanto entre mis piernas como entre mis brazos, y aquella leve sensación de ser aplastado, me resultaba grata.
Él aún no podía hablar, pues la verdad es que estaba totalmente exhausto, pero eso ya no importaba, no eran necesarias las palabras en estos momentos, pues “ambos confirmamos” nuestros sentimientos hacia el ajeno, con éste acto, de “total entrega” hacia el otro. O por lo menos, eso es lo que yo pensaba.
Cerré mis ojos, algo cansado, sintiendo el aliento aun hirviente y húmedo de MinHo en mi oído, y con una leve sonrisa, liberándolo un poco, deslizo mis manos en una dulce y tierna caricia, rumbo a su nuca, posando una de mis manos allí, mientras que la otra aún permanecía en su espalda.
-MinHo… ha sido maravilloso, t-te qui-quiero, mi-mi a-mor.-
Dije totalmente rojo y tartamudo al final, pero aún sin borrar mi sonrisa de mis labios, ¡Sí! ¡Finalmente podía decirlo en voz alta, de manera natural! Decirle “mi amor” se sintió mucho mejor que cualquier otra cosa…
-Y-yo, y-yo t-te a-amo Mi-Minnie…-
Contestó aún sin aliento, dejándome también a mí ahora sin aliento, al oír aquellas últimas palabras… no pude más que ampliar mi sonrisa, ayudar a elevar su cabeza de mi oído y teniéndolo nuevamente cerca de mis labios, los tomé, como no podría ser de otra manera.
Nuevamente un beso, dulce, lento y casto, transmitiendo con serenidad, nuestros sentimientos, afortunadamente correspondidos. Cuando nos separamos, él me miraba con una dulce y cálida y aniñada sonrisa, por lo que no pude evitar decir aquellas palabras finalmente.
-Yo-yo también te-te amo mi… mi amor…-
Él sonrió ampliamente, y su rostro pareció iluminarse de repente, contagiándome aquella sonrisa, tan maravillosa que tenía.
-Te vez hermoso sonriendo de esa manera con tus bellos ojitos risueños…- En ese momento, bajé la vista algo apenado, pues su tono sonó tan dulce, tan cariñoso que me fue imposible no apenarme. –Sé ue puede llegar a ser una pregunta estúpida, pero… ¿Ahora…? ¿Somos… novios. Verdad?- Aquel tono emitido con algo de pena, y aniñado, no hizo más que ampliar más mi sonrisa si es que era posible.
Le tomé el rostro con ambas, manos, y “obligándole” a que me mire a los ojos le respondí en un todo divertido, pero a la vez impregnado de ternura.
-Pues claro que sí mi amor, de lo contrario, no podría haberte llamado de esa manera…-
-Cierto, tienes razón, siento mi pregunta tan estúpida, te amo Minnie, que no se te olvide nunca…-
Besó mis labios de manera fugaz, una, dos y tres veces, y finalmente ya más recuperado, se quitó de encima y de “mi interior”, sí, aún seguía allí, y al él haberse “separado” de mí, sentí un gran vacío dentro, y hasta incluso llegué a sentir frío, provocándome un leve escalofrío.
-Será mejor, que vayamos volviendo a la estancia, ya ha oscurecido demasiado, el sereno comienza a caer, y nos podría hacer mal, al estar en “estas condiciones”.-
Desvió su mirada, seguramente, queriendo ocultar su sonrojo, yo no pudiendo estar más feliz y satisfecho, asentí. –Sí, tienes razón… mi amor.- ¡Kyaaa! Se sentía tan bien poder llamarle así, que estoy seguro que no me cansaría de hacerlo, aunque debo confesar que aún se me hace un poco extraño, pero al diablo con todo, le amo, él me ama, me corresponde, y “somos novios” oficialmente, así que podría llamarle como a mí se me antojase, incluso, hasta podría decirle “osito” jajaja, se sentía tan extraño que esas palabras salieran de mi mente… nunca creí que podría llegar a este nivel, en que pudiera expresar mis sentimientos, tal cuales son, y no fingirlos más. –Iré en busca de mi ropa, tu deberías ir por la tuya.-
Volví a hablar, mientras con extremo cuidado me acomodaba, y gateaba hacia mi ropa, la cual estaba desparramada por todos lados, extrañamente…
Ya había juntado todas mis prendas, a excepción de una… la más importante… mis bóxers, no los encontraba por ningún lado…
-Oye MinHo, ¿no has encontrado mi bóxer entre tus prendas?- Pregunté absolutamente curioso, y algo extrañado, él me miró de la misma manera y se puso a buscar entre sus prendas…
-Hm-m- Negó con aquel sonido, para luego mirarme y continuar hablándome. –No, aquí no hay nada, están solo mis prendas… ¿dónde los habré arrojado?- Preguntó ahora en un tono divertido, haciéndome sonrojar levemente, y él ya vestido se acercó a mí. Y comenzó a buscarlos junto conmigo.
No los encontrábamos por ningún lado, hasta que llegamos al árbol en que estábamos recostados en la tarde, y del otro lado en que estábamos, finalmente MinHo lo encontró…
-Uuuh~ vaya~ parecer que alguien, los había encontrado primero…-
Silvó al principio asombrado, mientras los elevaba con solo 2 de sus dedos, yo le miré y abrí mis ojos a más no poder… “algo espesamente blanco” corría por una de “las piernas”… Y-yo me quedé totalmente helado… ¿A-acaso…?
-¿Alguién aparte de nosotros? ¿Qué quieres deci-? ¿¡NO ME DIGAS QUE TE REFIERES A-!?-
Me auto-interrumpí a mí mismo, porque la verdad es que no tenía el valor para completar la frase… la escena, la situación ahora era demasiado extraña…
-Parece… que n-nos pagó con la misma moneda, aunque… fuiste tú quien la cobró, jaja-
Rió suavemente mientras me tiraba mi bóxer a mis piernas…
-¡Iugh! ¡No! ¿¡Qué haces!? ¿¡Qué se supone que me ponga ahora!? ¿¡No pretenderás que me lo coloque igual, así todo “sucio” verdad!? ¡No pienso hacerlo!...-
Contesté totalmente rojo, y nervioso, pues eso quería decir ¿¡qu-qué “é-él” n-nos ha-había vi-visto de-desde principio a fin, y… y también que-que nos había escuchado, me había escuchado, pedir por más como si me tratase de una zorra totalmente caliente!?
Mi rostro comenzó a arder aún más…
-¡MINHO! ¡NOS VIO! ¡NOS ESCUCHO! ¡ME ESCUCHO! ¡Y SE MASTURBO CON MI ROPA INTERIOR! ¡POR DIOS! ¿¡Cómo se supone que lo veré a la cara, la próxima vez que lo vea, si es que lo veo!? ¡No podría!-
Entré en una especie de ataque de pánico… mis manos, mi voz comenzaban a temblar a más no poder…
-Sssh ssh, tranquílizate Minnie, re-recuerda que nosotros también le vimos, por lo que también tenemos con qué “extorsionarlo” si es que esa fuese su intención, además, recuerda, nosotros llevamos la de ganar, pues su “amor no correspondido, unilateral, platónico” no es nadie más ni nadie menos que mi tío, “el dueño de todo esto”… así que no te preocupes, a él no le convendría para nada, el que nosotros, “le deschavemos” con mi tío… así que tranquilo, sólo vístete… y lo siento, pero tendrás que regresar sin ropa interior… ahora vístete, vamos, a ha refrescado bastante, y pescarás un resfriado.-
Me decía, tan tranquilo, tan sereno, mientras colocaba su gran palma en mi “pequeña” espalda, y me acariciaba, suave y deliciosamente, tranquilizándome realmente…
Aún algo nervioso, simplemente, opté por creerle, por asentir, no cuestionarle nada, y vestirme finalmente, pues la verdad no quería pensar en más nada… sólo quería disfrutar del momento que estábamos viviendo juntos.
Él sonrió con satisfacción, al verme asentir como un niño, y ayudándome a vestir, me puse de pie, se sentía realmente extraño, tener puesto solamente el pantalón, y era realmente incómodo, pues, ahora que estaba de pie, sentía cómo “aquel líquido no tan líquido” descendía lentamente, causándome cosquillas…
Aún estando absolutamente rojo, le ayudé a recoger las cosas del suelo, y así luego, subirnos a AnJi… y al sentir los movimientos del animal al moverse, no pude contenerme, al estar sin ropa interior, se sentía aún más, aquellos movimientos insinuante, y comencé a gemir nuevamente, lo más bajito posible…
-Mi-Minnie, ¿qué sucede?-
-Na-nada aamns-
Contesté con dificultades, pues los gemidos se me escapaban por sí solos, él detuvo el caballo de repente, y giró lo más que su cuerpo le permitía, yo le miré a los ojos… y mordí mis labios, totalmente avergonzado.
-Eso, que tienes ahí, no es un “nada”, Minnie, puedo sentirlo, ¿Acaso no te satisfice lo suficiente hace unos minutos atrás…?-
-¡No! ¡No es eso! E-es so-solo q-que… comprende, estoy sin ropa interior, y sin la silla de montar, y el lomo de éste animal se mueve mucho cuando camina tan despacio, y… y bu-bueno, yo-yo no puedo re-resistirlo…-
Dije aún más avergonzado que recién, él sólo me otorgó una cálida sonrisa, que parecía ser de alivio. Y giró nuevamente hacia el frente, volviendo a tomar las riendas de “AnJi”
-Hmm ya veo, pues en ese caso, tendré que acelerar el paso, para no “tentarte” ni torturarte involuntariamente…-
-¿¡Qué!? ¿¡Acelerar!? ¡N-! ¡YAH! ¡MINHO! ¡Es-espera, de-despacio! ¡Te-tengo miedo!...-
Grité desesperado, pues no me dio tiempo a salir de mi asombro, que ya a los segundos, la yegua, estaba comenzando a trotar… me aferré con todas mis fuerzas a su cintura, y aquella “estimulación” se hizo más brusca, en vez de mitigar…
-¡AH~ MinHo! ¡De-detenla! ¡Me-me vendré en mis pantalones! ¡Hmnsaaa~!-
Gemía mientras intentaba hablar, pero él al parecer decidió ignorarme, y no enlenteció el paso del animal en ningún momento, causando así, que en menos de 10 minutos, llegáramos al establo… y yo… yo pues manchara mis pantalones…
Una vez que bajamos, yo colorado a más no poder, estaba parado de una manera extraña, por obvias razones.
-E-esto e-es de-demasiado ver-vergonzoso… n-no pue-puedo cre-creerlo…-
-Jaja, ¿vergonzoso? ¿Qué dices Minnie? Acabas de incitarme a que lo hiciéramos en medio del campo, con “polizones” entrometidos, de una manera pasional, ¿y ahora me dices que “ensuciar” tus pantalones te da vergüenza? ¿Después de todo lo que has hecho minutos atrás…?-
Me decía, en un tono totalmente divertido… ¿Mi-MinHo se-se estaba bu-burlando de mí? ¿¡“El dulce y tierno MinHo”, se me estaba riendo en la cara!?
-E-eso e-es to-totalmente di-diferente… pu-pues y-yo-
-¿Tú qué Minnie? Te has corrido de todas maneras, hace minutos. Ya déjalo, no importa, sólo estamos nosotros dos, pon el jean a lavar, y duchémonos, para ir a dormir, ya es algo tarde, vamos… camina bien.-
Continuaba hablando totalmente rojo, en lo que él me interrumpió y continuó hablándome con aquel tono ya más cálido y no tan burlesco… é-él de cierta manera tenía razón, pero es que… es qué… Aish, olvídenlo, sí, será mejor que me apure, es una sensación realmente incómoda, andar con los pantalones “húmedos”.
-Bien, hemos llegado Minnie, hoy sí que fue un día, algo “agitado”, espero que hayas disfrutado de tu “cumpleaños”, estamos casi llegando al final de él…-
Habló dulcemente, regalándome una sonrisa igual, y dejando todo encima de la mesada, se dirigió directamente al baño, yo inconscientemente le seguí.
Él se detiene de repente en frente a la puerta del baño con la mano en el picaporte y una toalla en la otra, que había ido a buscar a la habitación.
-¿Piensas seguirme hasta adentro de la ducha? No sabía que podías ser tan “goloso” Minnie…-
-¿¡Eh!? Y-Yo, lo-lo si-siento e-es qu-qué no me di cu-cuen-
Había roto mi record de permanecer colorado, durante tanto tiempo, estaba tan avergonzado, de mis “deseos pecaminosos” traicioneros, que se me dificultaba hablar, y más aún que él me hablaba en ese tono burlesco una vez más, poniéndome más nervioso, pero no me dejó terminar mis palabras, pues, me tomó de la muñeca, y abriendo la puerta en un movimiento casi invisible, de lo rápido que fue, me tiró y empujó dentro del baño, con una sonrisa… endemoniadamente provocativa y sexy de lado… mi corazón se aceleró demás…
En efecto, MinHo estaba transformado… me mi excitación comenzaba a crecer nuevamente… ¡Malditos impulsos de ninfómanA!
-No te preocupes, de cierta manera, eso me encanta de ti…-
Dijo en un tono tan lento y sensual, que me derritió, pues me le quedé mirándole a los ojos, totalmente impactado, y sin ser capaz de reaccionar, él avanzó sobre mí, iniciando un beso, increíblemente cariñoso y suave, sí, aunque no lo puedan creer, y en ese momento, liberé todo el aire que estaba conteniendo sin darme cuenta, y me entregué nuevamente a él, pues ¿qué más podía hacer? Lo amaba, lo deseaba, me gustaba…
Comencé a sentir como mi ropa era retirada, lentamente, así como la de él, y su cuerpo comenzaba a empujarme hacia la ducha. Me dejé arrastrar, con la maravillosa sensación que sus labios me causaban, y el aire haciéndose notar lo esencial que era su falta, nos obligó a separarnos.
Me sonrió nuevamente de manera dulce y tierna, mientras me miraba a los ojos y tomó la palabra.
-Eres realmente encantador Minnie, ¿quién iba a pensar que detrás de ese chico, maleducado y totalmente desinteresado por la vida, se encontrase uno totalmente diferente, dulce, tierno, encantador y frágil? Me encantas… en verdad que lo haces y mucho.-
Volvió a sonreírme cálidamente, mientras besaba mis labios fugazmente… y encendió la ducha, causando que la “lluvia deliciosamente calentita” recorriera nuestros cuerpos…
Sonreí sin poderlo evitar y le abrasé, él me correspondió, y nos quedamos así, bajo la ducha, por un buen ratito, hasta que él me separó dulcemente, y estiró su brazo para tomar el shampoo, y comenzar a lavar mi cabello primero, seguido del suyo, “ser acicalado” por él, era una cosa que se sentía extremadamente… hmm como decirlo… ¿rico?, sí, quizás esa sea la palabra…
Así continuamos duchándonos, él… “consintiéndome en todo momento” entre beso y beso de vez en cuando.
Aquel… fue el mejor baño de mi vida, estaba tan relajado, tan calmado que un poderoso e invasivo sueño me había “atacado”, pues bostezaba una y otra vez demasiado seguido, y mis ojos pesaban…
-Ve a acostarte Minnie, yo ya iré dentro de un ratito, deja que termine de acomodar las cosas que llevamos al manzanar y encienda el lavarropas primero…-
Había vuelto, el “MinHo, normal”, hablándome de esa manera tan considerada, a ver que estaba prácticamente a los cabezazos sobre la mesa…
-No, quiero acostarme junto contigo, qui-quiero sentir el momento en que me-me co-cobijes e-en tus brazos…-
-Hay que ver, lo dulce y tierno que puedes llegar a resultar ser, de vez en cuando… de acuerdo Minnie… en ese caso, sólo aguanta un poquitito más. Ya casi termino.-
Simplemente asentí con una débil sonrisa, pues en verdad que me estaba durmiendo… y pues… al parecer lo terminé haciendo, ya que a los “segundos” siento como unas manos, cruzan por debajo de mis rodillas, y otra por mi espalda, desperté totalmente adormilado, pero al darme cuenta de que era él quien me cargaba con una enorme sonrisa y delicadeza, simplemente decidí quedarme quieto.
-E-eres muy considerado… mi… amor.-
Dije en un susurro prácticamente, oí una respiración por su parte, deduciendo así, que quizás ante mi comentario había sonreído aún más. Pero no dijo nada. Y comencé a sentir cómo mi cuerpo descendía, causándome una leve sensación de vértigo en el estómago, pero apaciguó cuando sentí el colchón, y las manos de MinHo, levantarme por partes el cuerpo, para quitar las sábanas debajo de mí, seguramente.
-V-ven, duerme conmigo mi amor.-
Volví a susurrar, aún sin abrir mis ojos, sentí la carnosidad de sus labios besar los míos fugazmente, en conjunto con la fragancia del shampoo y segundos después oí su voz susurrante…
-Sabía que ibas a pedir eso, cosita linda… ¿pero sabes qué? Lo iba a hacer de todas formas.-
Inmediatamente que terminó de decir aquello, sentí cómo su cuerpo comenzaba a acomodarse a un lado del mío, introduciéndose bajo las sábanas… y abrazándome de esa manera que me encantaba, envolviéndome en sus brazos, haciéndome sentir, ahora mucho más seguro que antes.
-Descansa, amor… que mañana nos espera un arduo día de trabajo. Te amo. Buenas noches.-
Volvió a susurrar más cerca de mi oído, haciéndome estremecer no por eso, sino por las maneras a que se había referido a mí, pues, era la primera vez que me llamaba de esa manera, por lo que con una amplia sonrisa en mi rostro, decidí entregarme totalmente a Morfeo, pero por supuesto no antes de decirle.
-Sí… lo sé, tú también descansa mi amor.-
Me acerqué más a su cuerpo si es que podía, me acomodé, y ahora sí. Finalmente me dormí, envuelto en por sus brazos…