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Andrógino por Hacchiko

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Notas del capitulo:

¡Woahh, ya son 10,512 leídas! ¡Me siento feliz, seguimos creciendo!

¡Hola, hola! ¿Cómo están? ¿Me extrañaron (:? Bueno, como ya es rutina, les pondré notitas IMPORTANTES, favor de leerlo... por favor (:



    • "Andrógino" cumplirá un año el 29 de junio (es decir, el siguiente mes) y haremos algo especial: Un reto. Sí, ya sé que usé esta idea en "Shelter" pero espero que aquí sí funcione. La meta es superar los 85 comentarios para el 28 de junio y si lo logramos.. pues, felicidades, DOBLE capítulo. Si no lo logramos, pues.. ni modo. ¿Por qué pongo condiciones si se supone que es una fecha muy especial? Usualmente, para mí es un complicado avanzar tan rápido, pero últimamente ando inspirada y tengo un poquito más de tiempo libre (¡yeey!). Espero puedan comprenderme.

 

    • Por favor, únanse a mi facebook, y si se puede, compártanlo con sus amigos que les guste el 2min y JongKey. Solo si se puede (:

 

    • ¿Les llegan las respuestas que mando a sus comentarios? Cuando ustedes comentan, yo respondo, pero cuando vuelven a comentar, no mencionan nada de lo que les respondí y no sé si es porque ya pasó, ya se les olvidó o no lo creen importante, ¿si les llega?



 

 

Bueeno, muchísimas gracias por todo, por leer, por comentar y aún más, por esperar. Espero que les guste mucho este capítulo♥. Ahora sí, disfruten.

 

 

Besos y abrazos psicológicos♥ 

att'Hacchi♥!

Andrógino

Semana 4; Editando segundo y tercer episodio/

Filmando cuarto episodio.

Capítulo 11: Precauciones.

 

 

 

Tae jamás en su vida había tenido admiradores. Mucho menos, secretos. Por lo tanto, no sabía cómo lidiar con ello.

 

 

La primera vez, fue ese martes de la cuarta semana en casa de SHINee. Su Mánager les permitió descansar el día lunes, porque ya día martes tendrían que ir a grabar sus opiniones y las canciones al final del capítulo dos y tres para ya subirlos al aire.

 

 

Tae había despertado, estirándose y bostezando, cuando su mano, al dar con la almohada, tocó un papel. Tae, confundido, tomó el sospechoso papel y descubrió que se trataba de un sobre pequeño cuadrado azul, que equivaldría a un cuarto de una hoja tamaño carta. Extrañado, lo volteó, descubriendo su nombre con letra desordenada en pluma. Volvió a girarlo para verlo de frente y abrirlo con mucho cuidado, sacó una hoja doblada a la mitad y la abrió. Era del mismo color pastel que el sobre, enchuecando su boca por la curiosidad del contenido, se puso a leer una frase corta.

 

 

“Dongsaeng, eres tan linda.

Atentamente,

Tu admirador secreto”.

 

 

Pero qué... Tae se sonrojó. ¿Admirador secreto? ¿Quién podría ser? ¿Sería acaso una broma? Miró a ambos lados, sus Hyungs estaban dormidos todavía. Puso su mano en su barbilla, pensando. Tenía que ser alguien que viviera dentro del apartamento, es decir, alguien de SHINee era el "admirador secreto". Cerró sus ojos, buscando en su mente.

 

 

¿Quién podría ser?

 

 

 

 

 

Mánager Hyung llegó casi a medio día, encontrando a SHINee listo para trabajar. (Y resignado. Muy resignado). Fueron al estudio de grabación, les dieron la letra y se pusieron a ensayar. Por suerte, los videos tardaban un minuto o uno y medio, ya que se trataba de parodias.

 

 

Primero decidieron grabar la canción del segundo capítulo, poniendo en práctica la versión masculina de Tae. No hubo mucha diferencia a la primera canción más que mayor control de la voz, notas más largas y mejor sostenidas, sin embargo, aquellos pequeños detalles presumían la lenta y efectiva evolución de Tae. El vestuario era sencillo, trajes color negro y blanco, en algunas escenas salían con ropa informal, sin embargo, el video era en blanco y negro, así que, la diferencia no era grande. La canción, mundialmente conocida, era una gran disculpa, aunque solo pensaban en un gran descanso. Deberían escribir alguna canción que hablara sobre descansar. O dormir.

 

 

Sorprendentemente, algunos de sus SuJu Hyungs aparecieron al set de grabación, harían colaboración con ellos, algo que en verdad no esperaban. Los invitados, lo primero que hicieron tras saludar a sus dongsaengs, fue hablar con Key, preocupados porque aunque lo vieron irse en mal estado, no supieron nada de sus resultados, si estaba mal, si estaba bien o qué tenía. Después de charlar, con paciencia e incluso diversión, les enseñaron lo más básico de la coreografía. Los mayores se hallaban atrás, SHINee un poco más en frente y Tae todavía más, como siempre, resaltando.

 

 

Al momento de grabar, gracias a sus Hyungs, todo salió bien. Ahora llegaba lo difícil, la canción femenina, la que ninguno quería cantar (ni siquiera Tae).

 

 

La canción exageradamente femenina, también traía de sorpresa al grupo "autor", por así decirlo. Aunque el baile fuese algo vergonzoso porque todos los pasos eran demasiado femeninos, era divertido ver a SHINee bailándolo, por lo que decidieron dejarlo así, y agregarle, con la misma canción, pasos de Replay, su canción debut. Las chicas de T-ara* bailaron con ellos en el video. Aquí, el vestuario fue muy diferente, todos llevaron vestuario “salvaje” con colores de guepardo combinado con ropa negra o dorada, excepto Min Ho. Él quiso ser diferente, por eso se puso ropa totalmente negra y un pantalón dorado. Los demás lo quemaban con la vista, por querer “resaltar” entre ellos.

 

 

Los chicos, respetuosamente agradecieron a las señoritas y ellas, tras charlar un poco con ellos, se fueron. Una vez que grabaron la entrevista final, pudieron respirar de verdad e irse a su casa. El primer capítulo saldría el jueves, ya habían dado el aviso, muchos comerciales, y esperaban buenas respuestas de las fanáticas.

 

 

El jueves había llegado más rápido de lo que creyeron, y claro, no perdieron la oportunidad de verse a sí mismos en televisión. Curiosos, se sentaron en el sofá con palomitas y toda chuchería que pudieran meterse a la boca. Terminaron riendo al darse cuenta de que todo lo que hacía Tae, todas sus travesuras, sus almohadazos, sus gritos, sus hielitos en la ropa (de ellos), los sustos, las malas comidas, todo, lo exageraba todavía más para darle más acción al programa, ahora que ya conocían mejor a Tae, ya podían distinguir lo que sobreactuaba y lo que era de verdad, incluso, en ese primer capítulo, podían ver las risitas contenidas del joven travieso (o traviesa), cuando llegó a sus cuartos, cuando se metió en la cama de Jong (y que nadie le creyó), cuando este se cayó, cuando Key corrió a maquillarse, cuando Tae hacía sus berrinches.. Todo estaba ahí, la explicación del juego también.. Bueno, era mucho contenido, esperaban que las fans pudieran disfrutarlo tanto como ellos lo hacían.

 

 

Día viernes, Tae tenía que cortarse el cabello ya, pero su mamá siempre lo hacía y esta sería la primera vez que iría a una peluquería solo. Sintió adrenalina, y al mismo tiempo, miedo, sin embargo, no quería ayuda. No, era un gran paso a ser más maduro, más responsable y un futuro buen adulto. Decidió ir solo, sin decirle a nadie.

 

 

Una hora más tarde, regresó corriendo, tapando su cabeza con una gorra para el frío invierno, aunque ese no fuera el motivo. Tae no había quedado satisfecho con su corte, pero, ¿cómo decirle a la señorita que su pelo había quedado feo? Lo primero que hizo al entrar corriendo, fue quitarse los zapatos, saludar sin detenerse y esconderse en el baño, cerrando con seguro. Quince minutos después, a Jong Hyun le llegó la urgencia de ir al baño, pero estaba ocupado.

 

 

Cinco minutos pasaron con Kim golpeando la puerta, insistiendo en que le abrieran porque tenía una emergencia muy importante que atender, y no podría hacerlo en una maceta, no esta vez. Con el escándalo, llegaron sus compañeros y se unieron a la causa, hablando a Tae para convencerlo de que saliera, pero éste no respondía, y eso los estaba alarmando.

 

 

Ya más inquietos por la casi media hora que el niño llevaba encerrado, Onew fue a buscar la llave del baño, mientras Jong, Min Ho y Key insistían para que Tae les abriera. Por fin, el niño respondió, pero no abrió la puerta ni se asomó.

 

 

-Tae, dinos qué pasó. –pidió Ki Bum con sus brazos cruzados, preocupado.

 

 

-Es que... es vergonzoso, Umma. –contestó tímido.

 

 

-No le diremos a nadie, Tae, pero si te hicieron algo, tienes qué decirnos para saber cómo ayudarte. –expuso Min Ho, creyendo que quizá con eso podría persuadirle.

 

 

-No quiero que me vean, me dejaron feo.

 

 

-Tae, sweety, tú no eres feo. –soltó Key con más tacto materno que amistoso.

 

 

-Pero mi pelo sí. –insistió.

 

 

-Tae, déjanos entrar. –Unos segundos pasaron en silencio, con Min Ho y Key pegados a la puerta, mientras Jong brincaba en su propio lugar para aguantarse.

 

 

-Está bien.. ¡p-pero solo Key Umma! –el mencionado se cruzó de brazos separándose de la puerta, mirándola como si ésta fuera el berrinchudo de Tae.

 

 

-Tae, Jong tiene una gran emergencia, sal de ahí. No dejaré que nadie te vea más que yo. Solo ponte tu gorrito con el que entraste.

 

 

-¡¿M-me viste entrar?! –preguntó llenándose de pánico.

 

 

-Por supuesto. Nadie entra a este apartamento sin que yo me entere. –soltó autoritario Ki Bum poniendo sus manos en su cintura.- Vamos, sal. –insistió una vez más, y tres segundos después, Tae salió con su gorrito cubriendo su cabecita sin dejar ni un solo pelo fuera de su escondite. Key tomó su mano y se lo llevó al cuarto, encerrándose a ambos. Jong Hyun no perdió la oportunidad y entró corriendo al baño, dejando solo a Min Ho, hasta que llegó Onew. El menor miró a verle las manos, descubriendo una llave.

 

 

-Ya no será necesaria, Hyung.

 

 

-¿Eh? –preguntó algo tonto, sintiéndose peor por haber perdido tanto tiempo en algo que ni iban a ocupar.

 

 

 

 

 

Por fin solos, Tae se atrevió a deshacerse de su gorrito, mostrando su cabello mal cortado y Key comprendió el horror del menor. Las puntas ni siquiera estaban parejas, en algunas partes, su cabello estaba corto y en otros, largo, mientras que en algunos sectores de su nuca estaba casi (y muy casi) pelón. ¿En qué estaba pensando la persona que le trasquiló la cabeza? Negó cerrando su cabeza, asustando más a Tae. Ki Bum lo sentó en una silla, acariciando algunos de sus mechones, los cuales, dejaban rastros de pequeños cabellos en su mano. Luego se puso frente a él, se inclinó hasta quedar cara a cara, poniendo sus manos sobre las del menor, las cuales reposaban en los descansa-brazos de la silla.

 

 

-Escúchame bien, Tae. Puedo ayudarte, pero ahora sí tendrías que confiar ciegamente en mí. –el pelinegro tragó duro, asustándose. ¿Podría quedar peor? Miró al suelo, pensando.

 

 

Key no se apartó ni un segundo, necesitaba ver la seguridad en los ojos de Tae antes de proceder a experimentar con su cabello. El joven no ocupó mucho para saber que lo más seguro era creer en Ki Bum, no solo por su excelente sentido de la moda (en cuatro semanas, pudo darse cuenta de que en verdad, Key tenía un don para el estilo), sino también por el cariño que había logrado tomarle. Sonrió, seguro de sí mismo, observó los ojos de su Hyung y asintió.

 

 

-Confío totalmente en ti, Hyung. –contestó con firmeza en cada palabra, Key, al oír y presenciar su respuesta, sonrió también, jamás le haría algo malo, así que haría hasta lo imposible por darle un mejor aspecto a su cabello. Ki Bum, listo para la batalla, tomó sus tijeras, un rociador con agua y su cajita con artículos para cortar cabello.

 

 

 

 

 

Onew y Min Ho jugaban en la sala con la consola. Jong Hyun estaba entre ellos, mirándolos, con ganas de arrancarle el control a alguno de los dos (preferiblemente a su dongsaeng), pues, ninguno le dejaba jugar a él. Cuando estaba a punto de arrebatarle el aparato a su menor, escucharon la puerta del cuarto abrirse. Instintivamente, giraron sobre sus cuerpos en el sillón para ver a Ki Bum salir, limpiando su frente con cansancio, pero con una victoriosa sonrisa. Ellos tan solo le miraron sin cambio alguno en sus semblantes.

 

 

-He terminado. –confesó Key. Tardaron siete segundos en analizar a qué se refería, hasta que un pequeño rayito de luz pasó por sus cabezas, haciendo que abrieran la boca sorprendidos.

 

 

-¿Qué hiciste? –preguntó Onew, pues, según Min Ho, el drama que Tae tenía al llegar, era como para imaginárselo calvo.

 

 

-Solo le di un poco de estilo. –admitió con una mano en su cintura, y la otra frente a su boca, soplando a sus uñas con superioridad. Luego giró hacia el cuarto.- Yah, Tae, sal de ahí. ¡Quiero que te vean!

 

 

Lleno de timidez raramente expresada, cabizbajo, caminó fuera del cuarto hasta posarse frente a ellos. Su cabello era, ciertamente, mucho más corto que, en un estilo honguito que agregaba un aire más inocente, su copete cubría su frente parcialmente, dividido en algunas partes. ¿Cuál había sido el desastre que no lo encontraban? A todos les gustaba el nuevo corte de Tae, quien estaba sonrojado ante tantas miradas.

 

 

-¿Me miro feo? –se atrevió a preguntar. Ellos soltaron una risa incrédula.

 

 

-¿Feo? –repitió Jong Hyun.

 

 

-Nah, Tae, ¡te miras asombroso! –admitió Min Ho, animándole.

 

 

-Me agrada más tu cabello ahora. Combina más contigo. –comentó Onew, viéndole con más detalle. Key no perdió la oportunidad para hacer su “baile de la victoria” antes de ir a abrazar a Tae, diciéndole que –como siempre- Kim Ki Bum Key, tenía razón. Esa noche, bajo la almohada de Tae apareció una cartita anaranjada que le provocó un adorable rubor.

 

 

“Qué linda te ves con el cabello corto.”

 

 

 

 

 

(Semana 5) Una semana y media había pasado. Entre ellos, la amistad era cada vez más fuerte, la confianza era más evidente, las bromas interminables, las risas eternas y creían que nada jamás terminaría, ni su felicidad, ni la tranquilidad, ni la diversión entre ellos, mucho menos ahora que se aproximaba el cumpleaños de Jong Hyun. Sería ya la siguiente semana, y claro, Onew, Min Ho, Key y Tae ya planeaban qué hacer, cómo y cuándo. Tae estaba más que emocionada, jamás le había hecho una fiesta de cumpleaños sorpresa a nadie más que a sus familiares, pero nunca lo admitiría. Era algo muy personal para ella.

 

 

Esa semana, a Tae le tocaba cantar (de nuevo) en una fiesta, igual que con Onew, solo que ahora su dueto sería con Jong Hyun, su gran amigo al que quería igual que a sus amigos (excepto a Min Ho, él seguía siendo su persona favorita en todo el universo). Ahora, no habría piano, porque la canción no lo necesitaba. En lugar de eso, usarían una guitarra. Jong Hyun tocaría las cuerdas mientras Tae, sujetando el mástil, apretaba los cuadros que su amigo le decía.

 

 

Habían ensayado mucho esas casi dos semanas, pues Tae no sabía nada de guitarra. No obstante, se sentía incómoda cuando estaba a solas con Jong, pues sentía el ambiente más tenso, que el otro le sonreía demasiado, que le abrazaba mucho o incluso, varias veces aprovechaba para darle uno que otro besito en la mejilla, y eso no le gustaba. Sentía que invadía su espacio personal, pero no era capaz de decírselo. Le daba pena, y no quería herir sus sentimientos.

 

 

Las cartas no habían parado de llegar, cada día aparecía una nueva relacionada con algún acontecimiento. Y Tae ya se estaba frustrando. Todavía no encontraba a su dichoso admirador secreto, ahora, sospechaba tanto de todos, que ya no sabía en qué creer. ¿A quién le gustaba? Una vez, creyó que su admirador era Onew, pero gracias al cielo que él no se dio por enterado. No, no lo era. Inconscientemente, se lo había dicho al comentarle algo que no coincidía con una de sus cientos de cartas. Sin embargo, muy a pesar de lo mucho que le desesperaba no saber quién era su “admirador”, algo en su corazón le alentaba a creer que esa persona era Min Ho.

 

 

¿En verdad sería Min Ho? Estaba tan confundida. Deseaba que fuera Min Ho, y al mismo tiempo no. Porque ni ella misma entendía qué era lo que quería. Aun así, con cada minuto que pasaba, ella aseguraba cada vez más que Choi era el autor de esas cartas. ¿Sería él? ¿Y si sí lo era? ¿Qué haría?

 

 

Ahora asumía su responsabilidad. Si desde el principio le hubiese preguntado a Key qué hacer en esos casos, no estaría tan desesperada por desenmascarar a su tan afamado admirador. Solo esperaba poder encontrar alguna respuesta coherente cuando desenmascare a su admirador.

 

 

 

 

 

Hora de la fiesta. Tae, con un lindo vestido azul ligeramente alzado por el exceso de tul, lleno de brillantitos y un corsé negro que era parte de sus acolchadas mangas. Su bufanda de rayas negras y azules, unos zapatos negros de tacón pequeño y un brillante broche con forma de mariposa azul con detalles negros, en el lado derecho de su cabeza, unos guantes largos hasta sus codos del mismo azul que su vestuario entero y unas medias totalmente blancas. Su corto cabello en forma de hongo, ya más crecidito, pero igual de adorable.

 

 

Jong Hyun vestía un traje elegante del mismo azul que Tae, con una camisa blanca debajo, un moño negro en su cuello y zapatos del mismo color. Subieron ambos al escenario, siendo recibidos por una ola de aplausos de sus amigos y compañeros. Kim se situó al lado derecho de Tae, sacó su guitarra y la joven la tomó del mástil con ambas manos, posicionando sus dedos en los lugares correctos. Jong Hyun acercó un poco más el micrófono, siendo el primero en hablar.

 

 

-Buenas tardes, SM, yo soy Jong Hyun de SHINee.

 

 

-Buenas tardes, SM, yo soy Lee Tae, miembro temporal de SHINee, y esta canción se llama...

 

 

No quería oír el nombre de la canción porque se lo sabía y en parte, le dolía que fuese Jong Hyun con quien Tae cantaría. Sería ridículo a estas alturas sentirse tan mal por algo tan simple, más aun, si no se había declarado. Se sentía un cobarde de lo peor, seguía huyendo de lo inevitable, de su único final. Alzó su vista hacia sus dos amigos: su amor platónico y la persona que le gustaba. Hacían linda pareja. Ahora estaba más resignado, y aunque le afectaba admitir que no podría tener algo más que la amistad de Jong Hyun, sentía que alcanzaba la madurez suficiente como para aceptar la realidad y un «no» por parte del Kim mayor.

 

 

Ki Bum inspiró profundo, aplaudiendo cuando dijeron el título de la canción, el ejemplo perfecto de un amor perfecto entre dos mejores amigos.

 

 

Jjong y Tae cantaban muy juntos el uno al otro, compartiendo la guitarra para tocarla al mismo tiempo, el mayor la sostenía tocando las cuerdas mientras Tae detenía con sus frágiles dedos (enguantados de forma elegante) en la nota ensayada desde el mástil, todo esto a la par que tarareaban lenta, dulce y melosamente. Comenzó Jong Hyun, mirando el rostro de Tae como si le dedicara la canción, provocándole un tenue rubor que cualquiera pensaría, era por vergüenza y amor juvenil, pero no, era por vergüenza e incomodidad.

 

 

«¿Puedes oírme? Te estoy hablando, a través del agua, del profundo océano azul, a través del enorme cielo, oh mi.. Bebé, lo estoy intentando».

 

 

Key podía notarlo; a pesar de que ambos se observaban fijamente, Jong Hyun miraba con ternura y pasión a Tae, mientras que ésta última le devolvía la vista con una adorable sonrisa y un tímido sonrojo, pues esa mirada le hacía sentir incómoda. Ahora era turno de Tae, sin dejar de sonreír, cantó.

 

 

«Chico, te escucho en mis sueños, siento tu murmuro desde el mar, te tengo conmigo en mi corazón, tú haces todo más fácil cuando la vida se pone difícil».

 

 

La calmada, ligeramente aguda pero enternecedora voz de Tae se escapaba de su boca para volar tranquilamente por el salón y aterrizar en los oídos de cada una de las personas en el público. Sin siquiera proponérselo, se puso a meditar la relación entre Tae, Jong Hyun y él.

 

En respuesta, bajó su mirada como señal de derrota, pensar que podía ser sustituido en cualquier segundo por una niña de sexo dudoso con apenas 14 años de edad le deprimía, que su mejor amigo (y amor platónico) le olvidara y se fuera con ella sería algo tan fácil de cumplir, pero si llegara a ocurrir.. ¿Qué pasaría con Kim Ki Bum? ¿Olvidado y solitario por siempre?

 

 

De pronto, deseó, solo por una hora, cambiar de cuerpo con Tae, con eso sería suficiente para disfrutar de la exagerada cercanía que sostiene con su amado Jjong, ansiaba tener esa atención sobre él, esos ojos comiéndoselo vivo, esos labios que se mordía solo para soportar los miles de deseos que escondía en su alma, esa ternura abrazándolo cada segundo, esa irresistible voz que le arrullaba calmando hasta la más angustiante pesadilla, pero sobre todo, esa necesidad de rozar su cuerpo con el suyo, aunque sea su mano con su hombro, daría todo en su mundo por una caricia, incluso, si fuera de ese tamaño, con eso resistiría resto de sus años, ahogándose en el mismo amor no correspondido.

 

 

«Suerte que estoy enamorado de mi mejor amigo, suerte de haber estado donde he estado, suerte de volver a casa de nuevo».

 

 

-Sé lo que estás pensando.

 

 

Abrió sus ojos sorprendido y giró a su derecha, donde estaba Min Ho, quien le había hablado en medio del dueto que resonaba en todo el salón. Key giró su rostro al lado contrario, fingiendo ignorancia y desinterés.

 

 

-No sé de qué me hablas. -Min Ho fijó su vista al frente, en el escenario con una sonrisa calmada, y habló como si tratara negocios clandestinos.

 

 

-Te gustaría que Jong te viera como a Tae.

 

 

Ki Bum, impresionado, abrió sus ojos, sintiéndose descubierto, volvió su rostro hacia su alto compañero, quien solo miraba el show inmutado, con la misma sonrisa que había llegado.

 

 

-¿Cómo sabes tú eso? -murmuró escandalizado apretando los dientes. La sonrisa de Min Ho creció, y sin verlo siquiera, respondió.

 

 

-Me lo acabas de decir.

 

 

Key apretó sus ojos enojado consigo mismo. Era la segunda vez que le pasaba eso, nunca antes soltaba cosas tan importantes en despistes de ese estilo. Recordó cuando Tae le sacó la misma información de la misma manera. Aish, se sentía tan tonto.

 

 

-Yo te sugiero que se lo digas lo más pronto posible. Él está ansioso por su cumpleaños porque piensa que lo pasará con una linda novia. Y con "linda novia" me refiero a Tae. -aclaró mandándole una leve mirada.- Está trabajando en eso.

 

 

Key cruzó sus brazos, curioso por la información.

 

 

-¿Cómo estás tan seguro de todo eso?

 

 

-Me lo dijo esta mañana. Está seguro de que conquistará a Tae. -soltó de la misma manera, mirando al frente inmutable, pero sin sonrisas. Key sintió miedo, sin embargo, pensó en lo dicho poniendo una mano en su mentón.

 

 

-¿Por qué te interesa tanto lo que pase con ellos o conmigo?

 

 

-Porque si Jong Hyun se declara y Tae lo rechaza, de lo cual estoy seguro, Jong quedará muy herido, y tú también porque pensarás que su única felicidad es Tae, cuando en realidad no lo es. -Key, ahora sí, volteó su cuerpo completo hacia Min Ho, observándole con una ceja alzada.

 

 

-¿No has pensado que Tae podría aceptarle con tal de no herir sus sentimientos? -Min Ho bajó su rostro, sorprendido de no calcular eso.- Al parecer, no. Pero Jong sería muy feliz aún con esa falsa y patética oportunidad, mientras que Tae, sin importar lo inconforme que esté, no cambiará nada, hasta que Jong Hyun se harte. -escupió con algo de frialdad. Min Ho giró completamente hacia él, dispuesto a contraatacar su argumento.

 

 

-Pero tú debes impedirlo-

 

 

-¿Ah, sí? –interrumpió con una ligera ironía.- Te preguntaré. ¿Por qué? O más bien, ¿por qué estás tan seguro de que todo esto funcionaría?

 

 

-¡Porque te gusta Jong tanto como tú a él! ¡Es más claro que el agua lo mucho que se gustan tú y él, son muy obvios, solo que él está confundido! -explicó entre murmuros, aunque ya se estaba exasperando.

 

 

-¿Cómo puedo gustarle si está confundido? -debatió tranquilo, viendo al otro tratando de mantener la calma.

 

 

-¡No está confundido contigo, sino por tí! ¡No quiere admitir que le gustas porque ambos son hombres y en Tae hay una gran posibilidad de que sea mujer! -inspiró profundo, y expuso más sereno.- Si ella dice que es hombre, a Jong dejará de gustarle, te lo aseguro.

 

 

-¿Y qué hay de tí? -Min Ho quedó callado por la pregunta sin saber a qué se refería, pues le tomó con la guardia baja.- ¿Por qué estás tan interesado en que esto funcione? ¿Qué beneficio obtienes tú?

 

 

-Ya te lo dije, me importan ustedes. Si ves ahorita a Tae, te das cuenta de que...

 

 

-No mientas. Te gusta Tae. Es más que evidente, y tú le encantas. No deja de hablar de ti, no deja de verte, no deja de pensar en ti, le interesa todo lo relacionado contigo. Lo que tú quieres es sacar a Jong del camino usándome. -expuso serio, sintiendo el enojo fluir bajo su delicada piel. Min Ho lo pensó. ¿Decir la verdad o mentir? Suspiró. Debía ser honesto.

 

 

-No los estoy usando, si me preocupo por ustedes.

 

 

-Pero admite que te gusta Tae. Admítelo. -desafió Key acercándose a su rostro. Min Ho cerró sus ojos, dudando. Luego los abrió tras pensar un poco.

 

 

-No lo sé. Pero en verdad me importan Jong Hyun y tú, Ki Bum. Te he visto muy decaído estos días y tú no eres así, tampoco quiero ver triste a Hyung, él es muy sensible. Tú lo sabes. -Key se sorprendió ante sus palabras.- El día que tuviste que ir al hospital... -apretó los ojos, pero Tae tenía razón, debía avanzar, ser maduro y reconciliarse con Key, dejar el pasado y las tonterías atrás, más aún porque Min Ho sabía que Ki Bum no era malo, solo era él. Él mismo.- me asusté, y temía que tuvieras algo grave. No quería que te pasara nada malo.

 

 

Key relajó su rostro totalmente, sintiendo ganas de llorar. Sus palabras le estaban conmoviendo. ¿Era cierto? ¿No era algún plan malvado para salirse con la suya? No. Podía notar en su rostro que decía la verdad. Ki Bum no supo qué pensar o qué decir. Min Ho se estaba abriendo con él, dando el primer paso a un camino de paz o incluso, a una verdadera amistad, sin rechazos, sin indirectas, sin favores a escondidas, sin enojo, sin preocupaciones secretas o ayudas clandestinas. Min Ho estaba perdonando, y al mismo tiempo, pidiendo una especie de disculpa, dando a lucir que él si quería un empate, un fin, una tregua pacífica entre ellos. Key sonrió conmovido. Él también quería dar ese paso pero, por ahora, seguirían con esa conversación.

 

 

-Entonces, ¿no te vas a declarar? –Min Ho miró al suelo, meditando, finalmente le miró a los ojos.

 

 

-No. Todavía no estoy seguro. ¿Y si es un hombre? –Key alzó una ceja, sonriendo.

 

 

-¿Y yo si tengo que declararme a Puppy sin importar que los dos seamos hombres?

 

 

-Eso es totalmente diferente. –El mayor rodó los ojos ante la ridícula excusa del otro.

 

 

-Es lo mismo, digas lo que digas. Yo te sugiero que se lo digas lo más pronto posible. –y Min Ho rió al sentir una especie de deja vú, pues esa misma frase la había dicho él hacía unos minutos.- Si tú no se lo dices, yo no se lo diré a Jong Hyun.

 

 

-Podré soportar mi pérdida, ¿tú podrás con la tuya? –Ki Bum abrió sus ojos sorprendido. Era cierto, Min Ho ni siquiera estaba seguro de lo que sentía. En cambio, Key sí. Suspiró cerrando sus ojos, derrotado.

 

 

-Está bien, lo haré. –Min Ho mostró una rápida sonrisa, que al instante desapareció tras escuchar las siguientes palabras de Key.- Pero hasta después de su cumpleaños. –el pelinegro alto frunció su entrecejo.

 

 

-¿De qué te servirá?

 

 

-Piénsalo. Jong es tonto, pero no tanto. Jamás se arriesgaría tanto a un “no” en su cumpleaños, cada año recordaría que fue rechazado por la chica que le gusta. Lo hará después, no sé cuando, pero después. –Min Ho, de nuevo, se asombró de la ágil mente de Ki Bum, abriendo su boca en una pequeña y perfecta “o”.

 

 

-Bien, tienes razón. –inspiró, listo para irse.- Buena suerte, te veo luego. –y dio media vuelta a punto de retirarse cuando una mano tomó la suya, frenándolo. Giró extrañado, encontrándose con Ki Bum, el mismo con el que llevaba minutos hablando, solo que ahora mostraba una faceta tímida muy poco vista en él.

 

 

-Lo siento. -Ladeó su cabeza, sin saber a qué se refería.- Debí controlar mis palabras, mi forma de hablar fue incorrecta. Perdona si te ofendí. –soltó con la cabeza un poco baja, un leve rubor en sus mejillas, sus manos enfrente unidas y un pie dudoso juntando la punta con el piso. Luego agregó.- Mucho. Porque es obvio que te ofendí, así que más bien, me disculpo si te ofendí mucho o demasiado. Todavía no controlaba bien mi acento. –hizo una pausa, pero luego frunció su ceño.- Además fue tu culpa, tú me hiciste enojar. –Min Ho rió por lo último, luego hizo una reverencia de casi 90 grados.

 

 

-Perdón. –se levantó, atrayendo la sorprendida mirada de Key.- Tienes razón, fue mi culpa también. No debí comportarme así, y menos siendo tú alguien tan viejo. –bromeó, ganándose un puchero de Key.

 

 

-Yah, todavía soy muy joven. –Choi se rió, contagiando a Ki Bum. Al callarse, se miraron sonriendo. ¿Y ahora? Ki Bum, sonrosado, extendió lento y dudoso su mano derecha, en un signo de paz.- ¿Quieres empezar de nuevo? –el alto extendió la suya, sonriendo.

 

 

-Soy Min Ho, de SHINee. Mucho gusto. –Key aumentó su sonrisa, revelando sus dientes.

 

 

-Y yo soy Ki Bum, de SHINee, pero dime Key. El gusto es mío.

 

 

 

 

 

Onew reía con algunas de sus noonas, contando anécdotas, cuando de pronto escucha a alguien, justo a su espalda, del otro lado de la barra, murmurando cosas sospechosas.

 

 

-... Y ahí es cuando entras en acción. -terminaba de explicar una mujer en voz baja.

 

 

-Noona.. Esto es peligroso, si nos atrapan nos pueden correr o demandarnos.

 

 

-Nadie sabrá nada.

 

 

Onew giró, pero ya era muy tarde, no había parejas murmurando planes malvados tras él. Seguramente, habrían ido a ejecutarlo, pero, ¿qué era? O más bien, ¿contra quién? Instintivamente, miró al escenario, con esos dos cantando todavía. Tuvo un mal presentimiento, por lo que se acercó, buscando en los alrededores alguna trampa, cuando en el techo, donde estaban las luces y se sujetaban las cuerdas, halló a una persona vestida de negro, sujetando una cuerda. Levantó un poco más la vista y distinguió un balde grande, que si lo giraban, caería justo donde están parados Jong Hyun y Tae.

 

 

Jin Ki se alarmó, y tomó su celular, llamado a Jong Hyun, pero este no contestaba, estaba con la canción todavía. Fue cuando terminaron, que los aplausos resonaron en todo el salón, los cantantes hicieron una reverencia, mientras Jong sujetaba la guitarra, colocándola en el lado contrario a Tae, agradeciendo todavía. Jin Ki volvió a llamar y de nuevo fue ignorado. Ya desesperado, al ver que el chico escondido comenzaba a girar el balde, se acercó al escenario y solo alcanzó a gritar una vez.

 

 

-¡Quítense de ahí!

 

 

Todos giraron a ver a Onew, extrañados, cesando sus aplausos paulatinamente, ¿era alguna broma? Los del escenario habían escuchado el grito y entendían las palabras pero no el por qué las decía su Hyung (y Oppa), se miraron confusos, como si por telepatía compartieran sus dudas, preguntándose por qué se veía tan alterado. Onew se acercó más, disculpándose rápido al empujar a sus compañeros de empresa, pero no llegó a tiempo.

 

 

El balde giró y soltó una gran fuente de líquido espeso rojo, que cayó justo entre los dos, empapándolos a ambos casi por completo, a excepción de sus hombros de la orilla. Hubo exclamaciones sorprendidas, e incluso algunas asustadas y preocupadas.

 

 

Onew se tapó los ojos, frustrado consigo mismo por no ser lo suficientemente rápido, los demás habían llevado una mano a su boca o al pecho, asombrados y preocupados por la pareja en el escenario. El culpable de la soga, en cuanto el balde quedó vacío, huyó a las escaleras, sabiendo que contaba con poco tiempo. El par presente, con la guitarra milagrosamente limpia a excepción de unas cuantas gotitas, seguían inmóviles, como estatuas. Jong Hyung, tras unos segundos, se quitó la sustancia que estaba sobre sus ojos con ambas manos y miró al público, quietos esperando alguna reacción. Jong se apartó la sustancia de su boca con cierto asco, examinándola.

 

 

Tae, en cambio, era otra historia. Inmóvil totalmente, seguía con su boca abierta, no hizo otro movimiento más que abrir sus ojos, los cuales recibieron la luz del reflector, escuchando voces en su cabeza, viendo imágenes recreadas por su cerebro, presumiéndole horribles recuerdos de su infancia. El ruido de la gente susurrando entre sí se fue disminuyendo en la mente de Tae hasta quedar en silencio, opacada por los gritos que aterrorizaban su alma desde su infancia.

 

 

"¡Fenómeno!"

 

"¡Extraterrestre!"

 

"¡Anormal!"

 

"¡No me hables!"

 

"Aish, no me toques, no quiero que me contagies lo raro.."

 

"¡Muerete!"

 

"Dicen que sus papás no le quieren, por eso le dejan ser así de ridícula".

 

 

De pronto, las frases fueron multiplicándose, aumentando de volumen y rencor, cada vez más hasta que ya no distinguía el significado, pues todas gritaban al mismo tiempo. Espantado abrió sus ojos aun más, sintiendo una silenciosa lágrima correr por su mejilla, retrocedió un par de pasos lentos, dio media vuelta y corrió para bajarse del escenario y huir de ahí, ignorando por completo a Jong Hyun pidiéndole que no se fuera.

 

 

Min Ho y Key, al escuchar el grito de Onew habían volteado al escenario, justo a tiempo para ver el baño rojo, y corrieron hacia allá.

 

 

Hubo algunos que se desmayaron al pensar que el líquido era sangre, y otros gritaron que eso era, provocando que los susurros subieran el volumen muy levemente. Jong Hyun olfateó en su mano el exceso que cubría su boca, y luego levantó la mano para atraer la atención de sus compañeros.

 

 

-Es pintura roja, no se alteren, por favor.

 

 

Un ruido metálico silenció a todos, Jong al girar hacia arriba, abrió sus ojos asustado y por mero instinto, saltó como un portero bloqueando el gol a su entrada, el balde metálico de considerable tamaño cayó, haciendo eco en su sonido. Key se trepó al escenario, preocupado, ni siquiera quiso acercarse por las escaleras, y tomó el rostro de Jong sin importarle que la pintura roja manchara su blanco traje.

 

 

-¡Puppy! ¡¿Estás bien?! ¡¿Te duele algo?!

 

 

-No. -apenas pudo articular pues sus mejillas estaban siendo apretadas, Ki Bum no esperó más y lo abrazó, escondiendo su rostro en el cuello del mayor, quien respondió el gesto. Key estaba espantado, algo les pudo haber pasado tanto a Tae como Jong Hyun, su corazón parecía querer salir de su pecho y el Kim mayor podía sentirlo. Lo apretó con más fuerza, tranquilizándose con ese delgado cuerpo entre sus brazos, y Key, con ser protegido por Jjong.

 

 

La gente comenzó a preguntar quien podría ser el culpable. El resto de la velada estaba cancelada, el presidente de la SM estaba furioso, ya que habían intentado meterse con sus niños, y eso a nadie se lo toleraba. Enfadado, fue a interrogar a Onew, al parecer, sabía algo, mientras los guardias de seguridad veían la escena del "crimen". Jin Ki, lo único con lo que pudo ayudar, fue señalando al muchacho que vertió la pintura sobre sus amigos, y aclarar que había una segunda culpable, una mujer, pero que desconocía su identidad.

 

 

Min Ho, Key y Jong Hyun se dividieron para buscar a Tae, preocupados por su reacción, hasta que por fin, el primero en hallarle fue Key. Estaba escondido entre unos arbustos en el gigantesco patio trasero, sentado abrazando sus piernas con la cabeza escondida entre ellas. Su vestido y medias eran un desastre, ya con la pintura seca, se habían echado a perder. Key se agachó, y gateó con lentitud hacia la niña.

 

 

-Hey... No te preocupes, todo está bien. -trató de tranquilizarle y estiró una mano para acariciar su hombro, pero Tae se apartó.

 

 

-No me toques. -dijo sin levantar su cabeza.- Soy un fenómeno.

 

 

Key abrió sus ojos sorprendido con la respuesta, ¿por qué decía eso de repente? Ki Bum intentó volver a acercarse, pero Tae alzó su cabeza y le dio un manotazo, ahí, el Kim pudo notar sus irritados ojos y su voz pesada. Tae estaba llorando.

 

 

-Tae, nadie cree eso.

 

 

-Sí, alguien sí lo cree. -soltó sin duda, abrazando sus piernas. Ki Bum quiso preguntar por qué estaba tan seguro, pero en cuanto abrió su boca, Min Ho llegó arrodillándose, preocupado por la criatura, y esta, al identificarle, se lanzó a sus brazos para esconderse en su pecho y llorar, sorprendiéndolo. Jong apareció unos segundos después, cambiando su expresión angustiada.

 

 

-Cancelaron la fiesta, están vaciando el lugar para buscar al culpable. -informó con voz entrecortada por el cansancio, y luego, al ver la escenita, cambió su expresión por una confundida.- Ahm, ¿qué pasa aquí? -cuestionó dudoso. Min Ho solo alzò sus hombros, pues él tampoco entendía lo que pasaba. Key aprovechó para acercarse y acariciar el cabello húmedo, en mechones rojos maltratados de Tae.

 

 

-Tae está segura de que alguien anda tras ella. -contestó Key, todos se miraron entre sí a excepción de Tae, quien seguía llorando en los brazos de Min Ho. Jin Ki apareció corriendo y se agachó junto a ellos, exhalando con alivio.

 

 

-Chicos, tenemos que irnos.

 

 

-Hyung, hay alguien tras Tae. -explicó Min Ho.

 

 

-Lo sé. Pude escucharlos. -admitió culpable, obteniendo miradas asombradas.

 

 

-¿Tú lo sabías? -preguntó Jong, incrédulo.

 

 

-Sí, pero cuando volteé, no estaban. Solo sé que eran un hombre y una mujer, a él ya lo atraparon pero la mujer sigue suelta.

 

 

-¿Por qué no nos dijiste antes? -cuestionó con furia Tae luego del dato, separando su rostro de Min Ho para fulminarle con rencor.

 

 

-Porque me enteré muy tarde, solo sabía que algo iba a pasar pero no lo que tramaban ni dónde. –Tae tragó, mirándolo con sus pestañas empapadas, sin creerle ni un pelo, como todo niño traicionado haría.- Por eso grité, Tae, no alcanzaba a llegar y te juro que si me hubiera enterado antes, solo unos segundos antes, habría hecho todo lo posible por quitarlos a los dos de ahí.

 

 

Tae temblaba, no por el frío ni los escalofríos que le provocaban la pintura en su cuerpo bajo la ropa (porque gran parte del bote se había colado), hipeaba y tenía pequeñas convulsiones cada cierto tiempo por el dolor de repetir humillaciones que ya creía olvidadas, por despertar y darse cuenta de que nadie podría protegerlo enteramente de todo, que siempre habría alguien que arruinaría con una lluvia de desgracias su luminoso día, y que, aún si no hacía nada, siempre sería una víctima y el blanco de las bromas pesadas. Inspiró profundo, y al no encontrar nada con qué atacar a Onew (porque sabía que su Hyung tenía razón), se volvió a esconder en el pecho de Min Ho. El alto entendió rápido la indirecta, rodeó con sus brazos al frágil cuerpo y recargó su mentón en la cabecita. Key volvió a acariciarle el cabello pegajoso, pero Tae le dio otro manotazo.

 

 

Porque Tae solo necesitaba a Min Ho en ese momento. Su perfume, sus brazos, su voz, su consuelo.. todo él. No quería ver a nadie más, ni siquiera a su “mamá” Key, quien se sobresaltó con el manotazo, y permaneció alejado con el sutil mensaje.

 

 

 

 

 

Al llegar todos al apartamento, Tae, Key y Onew fueron al baño juntos. Tae se quitó la ropa echada a perder y se puso un short negro y una camiseta ancha, se metió en la tina con agua caliente, y entre Key y Onew se pusieron a quitarle la pintura del cabello, mientras Tae se quitaba la que estaba en su cuerpo. Jong Hyun y Min Ho tomaron sus toallas y ropa limpia, fueron a unos baños públicos, y entre los dos se pusieron a quitarle la pintura roja.

 

 

Una hora más tarde regresaron al apartamento, y se sorprendieron al descubrir que Tae seguía en el baño con Onew y Key.

 

 

Se quedaron viendo televisión, abatidos por no poder hacer nada para alegrar a su temporal compañera. Fue cuando al genial de Min Ho se le ocurrió la más brillante idea de todos los tiempos. Sonrió para sí mismo al reconocerse como el genio más grande de todos los tiempos, luego se puso en pie y se dirigió a la cocina a realizar su muy brillante plan. Jong Hyun, en cambio, se quedó en el sofá sin prestarle atención a la tv prendida, pensando profundamente, casi en otro planeta.

 

 

En su mente, se repetía una y otra vez la expresión de Tae al ser atacada por la lluvia roja, su semblante de sorpresa, miedo y el trance que tenía. Ella sí parecía estar en otro mundo. También su carrera despavorida lejos del escenario como si de pronto hubieran salido monstruos para comerla viva, y finalmente, su llanto descontrolado al hallarla en brazos de su Dongsaeng. Jamás creyó ver tanto dolor en un rostro tan joven, y no era por un simple caramelo, su dolor era por algo mucho más problemático que él desconocía, y por desgracia, Min Ho sí conocía.

 

 

Estiró el brazo mecánicamente, como un robot programado, hacia su vaso y lo acercó a sus labios para beber, descubriendo que ya estaba vacío. Disgustado, lo dejó en su lugar, esperando a que Min Ho regresara para pedirle que lo llenara de agua. Para su mala fortuna, Min Ho seguía sin volver, y motivado por la curiosidad, decidió ir a buscarlo a la cocina.

 

 

Al entrar, se llevó una gran sorpresa por ver tantos ingredientes a la vista. En la mesa que se hallaba al centro de la cocina, había harina, huevos, leche, vainilla, chocolate, mantequilla, polvos que él desconocía y más ingredientes, con Min Ho al mando, leyendo un libro grueso de recetas, probablemente de Key. Oh, sí, Ki Bum se enfadaría. Jong Hyun, al notarlo tan atrapado en su lectura, se acercó para encontrar qué era lo que iba a preparar. Cansado de pensar, preguntó.

 

 

-¿Qué haces? –el alto, sin despegar su vista de la receta, contestó.

 

 

-Galletas. –el de menor estatura se cruzó de brazos.

 

 

-¿Ah, sí? ¿Para quién?

 

 

-Para Tae. –Jong Hyun abrió su boca sorprendido. ¡Qué buena idea! Y miró todos los ingredientes, contando. Eso animaría a Tae, por supuesto, ¿por qué no lo pensó antes? Finalmente, observó a su dongsaeng.

 

 

-Yo también haré galletas. –dijo repentino, asegurando con esa frase que Min Ho le daría de su masa para que él solo las metiera al horno y dijera “son mías”.

 

 

-Ni lo pienses. Es mi plan, mi harina, mi masa, mis galletas. –aclaró sin inmutarse, tan solo recalcando la amenaza en su advertencia. El otro le miró indignado, ¿lo acababa de rechazar? Frunció su boca, berrinchudo.

 

 

-¡Pff!, ¿quién quiere de tu masa? Además, la harina es de Key, no tuya.

 

 

-No me importa, es mío el trabajo. Haz tu propia masa, flojo. –se defendió como era debido. Al diablo si la harina no era “enteramente” suya, el trabajo sí que lo sería. Entonces, revolver todo hasta que la masa sea homogénea, ¿eh? No parecía tan difícil. Tenía fé en que lo haría bien, para ser su primera vez. Bueno, en el caso de las galletas, porque para comidas, era un gran cocinero, pero claro, Key era el chef de la casa.

 

 

-Egoísta. De seguro tus galletas saldrán feas y, y, muy malas y, y.. –miró al piso buscando algún insulto o algo con qué agredirle.- y, y sabrán a tierra y a cosas feas.

 

 

-Qué bueno. Así te ahorras un mal sabor en las tuyas. –inquirió calmado, enfadando más a su Hyung sin si quiera intentarlo.

 

 

-Aishh.. Mis galletas serán las mejores y Tae me va a querer mucho por eso.

 

 

-Buena suerte. –canturreó el menor con indiferencia. En verdad, estaba muy ocupado con la receta como para prestarle atención a Jjong y a sus tonterías de niños. Necesitaba memorizar la receta para asegurar que le saldría bien, justo como le haría para cualquier canción. Jong Hyun tan solo bufó, enojado por no hacer fastidiar a Min Ho.

 

 

Cada quien en una orilla de la mesa central, comenzaron a trabajar. Jong Hyun ni siquiera estaba seguro de qué hacer, pues la cocina no era lo suyo. Él prefería comer la que su buen amigo Kibummie le hacía, o en el peor de los casos, comprarla ya hecha, por lo tanto, carecía de cualquier conocimiento sobre ello. En algún lugar había escuchado que las galletas llevaban leche y huevos.. pero, ¿por qué la masa se hacía durita? Se rascó la barbilla, pensativo. Su pose era digna de un monumento griego, tributo de la profunda meditación. Harto por sentirse tan inútil, decidió copiar a su, temporalmente, enemigo.

 

 

Min Ho se veía muy seguro de sí mismo mezclando la harina con el otro polvo raro, los huevos, la leche y otras cosas en un plato grande. Luego, con uno de sus musculosos brazos de hombre masculino, comenzó a batir con la cuchara. Inevitablemente, Jong Hyun se miró a sí mismo, levantó un brazo, lo dobló y miró sus “conejitos”, dándose cuenta de que en verdad, era muy flacucho, y que además, le urgía ir al gimnasio. Fulminó a Min Ho, envidiando sus masculinos brazos, que aunque no fueran tan evidentes como las personas de lucha libre o gente de cuerpos enormes con “cuadritos”, se notaba que tenía bastante fuerza, y mínimo, si iba al gimnasio.

 

 

Los minutos pasaban, y Choi, a comparación del enano Kim, casi podría ponerse a cantar mientras batía la masa, se miraba muy relajado. Kim, en cambio, ya se había cansado, pues su masa era dura, dura como piedra, y sus brazos muy débiles, por lo que decidió hacer una pausa para respirar y aprovechó para ver a Choi, quien también dejó la masa, solo que él fue a buscar otra cosa al refrigerador. A Jong Hyun le apareció una sonrisa malvada, y no perdió la oportunidad para acercarse y agregarle de todo lo que estuviera a su mano para arruinar la preciosa masa perfecta, producto de Min Ho. Por desgracia, Min Ho volteó a tiempo, descubriéndolo con las “manos en la masa”.

 

 

-¡Yah! ¡¿Qué estás haciendo?! ¡Aléjate de ahí! –y le dio un buen empujón, sin importarle que se tratara de su mayor.

 

 

-Nada, solo quiero arruinar tus galletas porque sabrán tan feo que Tae no volverá a hablarte. –Min Ho, enfadado por el intento cumplido de trampa, tomó vinagre, huevos y otras cosas y fue a la masa de Jong Hyun, tirándolas todas en su plato sin vergüenza alguna, mucho menos se molestó en quitarle el cascarón a los huevos. Nah, así mismo los quebró y los tiró ahí. A Jong Hyun casi se le cae la mandíbula al suelo de lo abierta que estaba su boca, y más enfadado, empujó a su Dongsaeng, apartándolo de ahí.- ¡Quítate, quítate! ¡La vas a arruinar!

 

 

-¡Eso quiero! –admitió el sucio de Min Ho, que tan solo estaba vengándose. Jong Hyun, desesperado porque Min Ho no dejaba de aventarle ingredientes con envolturas, agarró harina y se la tiró a la cara. El alto pelinegro se detuvo en seco, quedando como estatua. Abrió sus ojos y su boca, sorprendido, luego los entrecerró, fulminando a su enano mayor con furia. No tardó en tomar dos huevos y quebrarlos en la cabeza de Jong Hyun, aplastando las yemas.

 

 

-¡Eres un idiota!

 

 

-¡Y tú un enano! –Kim Jong Hyun abrió su boca, ofendido. Ouch, había tocado un punto muy sensible en él, pero estaba tan furioso que eso solo fue la gotita que colmó el vaso.

 

 

-¡Ahora sí te mato!

 

 

Y ardió Troya. La masa comenzó a volar entre ellos, al igual que los ingredientes, las cucharas, los recipientes… todo, sin olvidarse de los fuertes insultos infantiles.

 

 

 

 

 

Continuará...

Notas finales:

*De T-ara conozco poquitas canciones.. Es un grupo conformado por cinco chicas. Su nombre, literalmente, significa "tiara", porque desean ser consideradas "las reinas del K-pop". O al menos, eso es lo que wikidrama me dijo.

*CANCIONES usadas en el capítulo.

De Super Junior "Sorry sorry".

De T-ara "Bo Peep Bo Peep".

De Jason Mraz & Colbie Caillat, versión Glee "Lucky".

 

Recuerden, la meta es superar 85 comentarios para el 28 de junio, y habrá doble capítulo, daré mi mayor esfuerzo por avanzar con mayor velocidad pero igual calidad.

 

 

 

 

AHORA, el momento que TODOS hemos estado esperando..

 

¡QUESTION TIMEE!

 

¿Les gustó? ¿Valió la pena? ¿Se les hizo muy dramático el capítulo? ¿Les gustaron las canciones? ¿Cuáles no? ¿Les gustó el cambio de Look? ¿Y la reconciliación entre Min Ho y Key? (Yo a eso digo "¡yeey!") ¿Y el baño rojo? ¿Y la guerra de galletas entre Min Ho y Jong Hyun? Ese Min Ho con todos quiere pelea, renacuajo busca-pleitos e.e!

 

 

Bueno, nos leemos pronto, besos y abrazos psicológicos♥!

att'Hacchi♥


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