Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

JongKey/OnKey: "Sex or Love?" por ZaffireHeart

[Reviews - 32]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holiiiiis!!! Aquí les traigo el capítulo 8 de este JongKey! *w*


Esta vez si pude un poquito más temprano xD jajaj, aunque ahora que me doy cuenta, entre una cosa u otra, hace como 2 horas que estoy por publicar este cap xD jajaj


No tengo mucho para decirles, así que sin más


LET'S GO! ♥ A Leer! n.nv

JongKey: Sex or Love?

Capítulo 8: "Ases... Bajo la Manga II"

[…] y sin dudas, así fue… Allí dormimos ambos abrazando al otro, hasta que el amanecer llegó…

Desperté y él… aún estaba a mi lado sorprendentemente, no tengo idea de que hora serían, pero aún me encontraba súper adormilado, como si recién estuviera por acostarme a dormir, a pesar de que las aves ya habían dejado de cantar para dar paso a los sonidos de ciudad, ya bastantes avanzados, el sol también era fuerte, por lo que quizás serían 9.30 o 10 y algo de la mañana.

Hice el intento por acomodarme y seguir durmiendo un poco más ya que ahora tenía mi corazón tranquilo, pero entonces, oí un gran suspiro de su parte, indicándome que ya había despertado incliné mi cabeza hacia arriba para encontrarme con su mirada y él me sonrió, logrando que yo me contagiase levemente de aquel gesto y me volví a bajar la mirada una vez más.

-Buen día. Jong-

-Buen día. Gatito.-

Río él bajito, por lo que yo esta vez no hice nada, simplemente volví a sonreír levemente “en silencio”.

-¿Quieres que prepare el desayuno?-

-Quiero seguir durmiendo…-

Contesté con una voz realmente pastosa… dándole la espalda me acomodé en una posición fetal, e increíblemente, ese centímetro que me moví, hizo estremecer mi cuerpo al estar las sábanas sumamente frías. Por lo que me pegué a él, pero él se destapó y se levantó, en ese momento, tenía ganas de hacerle una especie de berrinche… de que se quedase conmigo en la cama, pero no quería ser tan “molesto” ya desde el principio… aunque ¿desde el principio de qué?...

-Tú quédate durmiendo un ratito más, que yo iré a preparar el desayuno. ¿Sí?-

-Hmsí-

Él apoyó una rodilla en la cama, y se acercó a mi rostro, dándome un beso en la mejilla, yo sonreí como un idiota, y luego él se fue de la habitación. Yo me acurruqué más a su lado de la cama, pues estaba súper calentito, así que nuevamente haciéndome bolita, me tapé hasta la cabeza otra vez, y continué “durmiendo”.

Cuando al rato siento como la puerta de la habitación se abre nuevamente.

-Key… gatito, despierta, te traje el desayuno, vamos dormilón, hazme un lugarcito.-

Esa voz tan dulce, tan amable, tan cariñosa, endulzó mis oídos, y volví a sonreír. ¡Me había traído el desayuno a la cama! Esto era mejor de lo que podía jamás esperarme.

Me desperté una vez más, y esta vez me estiré para ya despertarme por completo. Me corrí tal y cómo él lo había pedido, y mi cuerpo una vez más se estremeció al hacer contacto con el lado frío de la cama. Pero decidí ignorar aquel hecho, y le dejé “el lado calentito” a él, quien se sentó medio recostado, y alcanzó una bandeja que había dejado a su lado.

En ella se podía apreciar 2 tazas de café humeante con unos ricos panqués. Pues por lo menos a la vista se veían bastantes prometedores. Y sin dudas lo eran. Estaban deliciosos, o quizás era el hecho de ser “consentido” de esa manera después de mucho tiempo, lo que hacía que todo esté más que delicioso.

Luego de que terminamos el desayuno, el se puso de pie, llevó las cosas a la cocina, le dije que las dejara que yo luego las lavaría pero se negó a dejármelo hacer, y luego de que insistiera, y lo hiciera, se colocó nuevamente su ropa, la cual estaba algo rota y levemente manchada con sangre, por aquella “caída” contra la mesita ratona de vidrio.

Le revisé las heridas, pero no eran graves gracias al cielo, y ya comenzaban a cerrarse. Le sugerí que fuera a ver un doctor por el golpe en la cabeza, pero me dijo que ya estaba bien, y que no era necesaria, tanta preocupación por mi parte.

Y cómo aquello me hizo acordar, a lo que yo hace 4 meses “LES” dije, por lo que simplemente opté por quedarme callado, él me sonrió y se retiró, diciéndome que más tarde me llamaría. Asentí le despedí, y apenas se había cerrado la puerta detrás de él, ya sentía un enorme vacío, y no comprendía el porqué…

O quizás sí, aquel trato, aquel “consentimiento” por parte de él, me había afectado más de lo que pensaba. Necesitaba sentir algo de “cariño sincero” más de lo que me imaginaba.

 

<><><><><><><><><><><><><><> 

Cerca de las 4 de la tarde recibí un llamado…

-¿Una cita?-

-Sí, ¿qué te parece si vamos al cine y pasamos un agradable sábado?-

-Y-yo, no sé qué de-decir, ¡Sí, por supuesto! ¿Dó-dónde te-tengo que es-estar y a qué hora?-

-Nada de “¿A dónde tengo que estar?” Pasaré a buscarte por tu casa… dentro de 2 horas, ¿es suficiente tiempo para que te prepares?-

-Sí, y hasta creo que me sobrarán unos 3 minutos…-

-Bien, entonces, estaré por allí alrededor de las 18 horas, ¿de acuerdo?-

-Sí, perfecto, te espero…-

-Okey, nos vemos gatito…-

-Adiós…-

Cuestioné algo curioso al principio, intentando sonar lo más serio posible, a pesar de que la sonrisa se me formase sola, incapaz de controlarla. A lo que él me contestó dulce y sereno. La emoción era casi incontrolable, por lo que la voz me temblaba, pero pude “ponerme serio” en el teléfono, luego de algunos segundos, hasta que nuevamente él volvió a preguntarme divertido sí; “2 horas eran suficientes para mi” a lo que le respondí de la misma manera siguiéndole aquel pequeño jueguito que había empezado, hasta que nos despedimos.

Corté el móvil con una estúpida sonrisa, y mis mejillas al rojo vivo, o mejor dicho, al “rosa” vivo. Y una vez que corté, miré la hora en mi móvil, “4.30” tenía media hora menos de lo que pensaba, así que apresurado, lancé el móvil al sofá y corrí hacia la ducha.

Una vez que me duché lo más rápido posible pero bien, salí corriendo totalmente desnudo y mojado por la casa pues en el apuro había olvidado llevarme la toalla, y en ese momento agradecía el hecho de vivir solo.

Resbalé en el piso de madera, y casi caigo, pero por suerte pude sujetarme de algo, y continué mi “odisea” hacia mi habitación. Saqué una de las toallas que tenía en mi armario, y me sequé velozmente, pues ya estaba medianamente seco, en aquel trayecto recorrido de manera “veloz”

La peor parte se aproximó. ¿¡Qué me ponía!?

Luego de media hora totalmente estresante y decisiva, me decidí por usar, una playera de cuello redondo gris, con pequeños lunares negros, una chaqueta blanca, con un reloj medianamente grueso negro como accesorio, un jean ajustado a mi figura, en conjunto con unos borcegos del mismo color que el reloj y un pequeño par de aros plateados en forma de cruz, para luego delinear mis ojos tan solo un poco, para darle un poco más de forma, aunque tampoco era tan alevoso, era más bien un “retoque natural” Le sonreí al espejo, satisfecho con el resultado, y me retiré de allí.

Luego de eso volví a guardar toda la otra ropa, que había arrojado sobre la cama, de una manera muy desordenada, cerré el armario, y corrí rápidamente al lavadero, para coger un trapeador o secador, como le digan ustedes y limpiar el piso “chorreado” por mi viaje apresurado a la habitación desde el baño.

Miré la hora, luego de haber limpiado el piso, 17.57… sonreí con ironía, realmente me habían sobrado 3 minutos.

Me dirigí a mi habitación para colocarme un poco de colonia y esperar por “mi chico”.

Sonreí divertido al decirle así. –Eres tan ridículo Key…- Me dije a mí mismo, y antes de que nuevamente pudiera contestarme a mí mismo, siento el timbre. Mi corazón se aceleró como típica adolescente eufórica y emocionada. Y nervioso, salí a “ponerle el pecho a la bala”.

Y con una incontrolable sonrisa recibí a aquel “chico” que esa misma mañana me había “mimado” de una manera como hacía mucho tiempo no hacían.

-Hola…-

Hablé, luego abrir la puerta y bajar la mirada totalmente avergonzado por mi estúpida sonrisa, tanto así, que había comenzado a balancearme sobre mis propios pies.

Él de la nada, toma mi mentón con su mano delicadamente, lo eleva y me besa de una manera fugaz, robándome un beso como si se tratase de una veloz serpiente venenosa atacándote…

-Estás hermoso. Seré la envidia de todos.-

Profirió luego con una sonrisa realmente cálida, en lo que yo le observaba totalmente pasmado ante su acción anterior. Pues realmente no me lo había esperado. Y volví a sonreír nuevamente de una manera estúpida, cuando pude volver en mí.

-No-no e-es pa-para tanto…-

-Lo es. Créeme, ¿acaso no te has visto en el espejo?-

Cuestionó casi de manera indignada, cosa que me hizo sentir realmente feliz.

-S-sólo pa-para fi-fijarme si-si estaba todo en orden. P-pero tú también e-estás gu-guapo.-

Mentí levemente, pues sí había estado bastante tiempo mirándome al espejo, para luego sonrojarme de una manera realmente “abrupta”.

-Bueno, no importa, y gracias ¿estás listo?-

Cuestionó nuevamente de manera alegre y “colorida”, por lo que yo asentí lentamente mientras nuevamente una sonrisa tímida adornaba mi rostro, él sonrió ampliamente y me ofreció su brazo para que lo tomara, cosa que realmente me avergonzó.

-No soy una niña, para que utilices tus “dotes” de playboy conmigo.-

-No, tienes razón no eres una niña, eres mucho más hermoso que una, y no lo hago por “playboy” simplemente lo hago porque siento que te mereces un buen trato, digno de un “Rey”. Así que por favor “Mi señor ¿me haría el honor de concederme esta pieza”?-

Habló serio, pero luego al final agregándole un toque divertido se inclinó levemente, colocando una mano detrás y la otra ofreciéndomela para que la tomase… sonreí aún más avergonzado y la tomé. Él besó el dorso de mi mano y finalmente nos retiramos de mi departamento. Cerré con llave, y nos dirigimos ahora uno al lado del otro hacia afuera.

Allí nos esperaba un coche plateado, no tengo idea que marca, pero su diseño era muy “vistoso” como quien dice, parecía realmente elegante.

-¿Mi Señor?-

Continuó con aquel pequeño jueguecillo, y me abrió la puerta del acompañante, una vez más mis mejillas tomaron aquel color rosa intenso, y sonreí para intentar disimular un poco mi pena, y él segundos que me terminase de acomodar y colocar el cinturón de seguridad, se sentó a mi lado. Me miró rápidamente, como echándome un vistazo rápido como si quisiera corroborar que “estuviese allí” y sonriendo al ver que le correspondí la mirada, puso en marcha el coche.

Y nuestra cita dio inicio oficialmente. Mi corazón aún no se calmaba del todo, y seguía latiendo de manera algo anormal pero ya no tan exageradamente como al principio como cuando le abrí la puerta.

-Espero que haya alguna película de tu agrado en la cartelera, pues la verdad, a penas se me ocurrió esto, te llamé, y ya no tuve tiempo de averiguar que películas había.-

Habló nuevamente de manera dulce y calmada, apenas iniciado nuestro pequeño viaje, y sonreí.

-No te preocupes, de seguro alguna habrá que nos guste medianamente a los 2, ya que si sólo me gusta a mí, tu no la disfrutarás, y eso no sería justo…-

-Aww, tan considerado mi gatito.-

Fingió conmoverse, mientras con 2 de sus dedos intentaba pellizcar una de mis mejillas, sonriendo, mirándome por unos instantes, ya que no podía quitar la vista del camino, pues extrañamente había bastante tráfico aún a esta hora.

Luego de unos quizás 20 interminables minutos, por el abarrotamiento de tráfico, logramos llegar al cine, y estacionar el coche. Una vez que lo estacionó, me miró con una dulce sonrisa, haciéndome sonrosar nuevamente, y salimos de allí.

Nos dirigimos al cine, y nos pusimos a observar la cartelera. Había una considerable variación entre los géneros, por lo que ambos estuvimos “debatiendo” un buen rato sobre qué película ver, pues ambos queríamos “complacer al otro”, aquel debate se extendió bastante para mi sorpresa, pero por suerte, pudimos llegar a un acuerdo, y elegir una película a medias. “Desde mi Cielo”. Salí realmente llorando de allí, y en la película, no paré de sollozar, de esconderme en su pecho para no querer ver la película y de ser abrazado por Jong en sus intentos por consolarme.

Jamás había sentido tanta “impotencia” al ver una película así, realmente me llegó al corazón, y pues, mis lágrimas no se hicieron esperar con aquella última frase de la película. Y aunque, al principio estuvo algo confusa para mí, a medida que iba avanzando la iba entendiendo mejor. Pero así también angustiándome peor. Quizás no debimos haber elegido esa película, quizás debimos haber visto “Maléfica” como realmente se me antojaba a mí. Pero pues, creería que no sería justo.

Pero bueno en fin… mis lágrimas ya estaban saliendo, y no había manera de pararlas.

-Oh vamos gatito… no llores así, ha sido solo una película.-

-Es que… es que ¡Tenía 14 años!-

-Ssht, ssht, lo sé, lo sé gatito. Pero ahora me haces sentir culpable, la idea era hacértelo pasar de 10, no angustiarte así de esta manera…- Me hablaba de una manera muy compasiva, en lo que aún me tenía abrazado. -¡Ya se! ¿¡Qué te parece si te llevo a comer a tu lugar favorito!? ¡El que sea, no importa! ¿O quieres ir al parque de diversiones?-

-¿Al parque de diversiones? ¿No es algo tarde ya?-

Él sonrió y miró la hora, para luego mirarme a los ojos, en lo que me limpiaba mis lágrimas.

-Son las 8 el parque está abierto hasta las 11.30 tenemos tiempo de sobra gatito… ¿Quieres ir? Y de paso aprovechamos ya para comer algo por ahí… ¿quieres?-

No pude evitarlo, asentí y sonreí tímido, amaba el parque de diversiones.

-¡Ese es el rostro que quiero ver en mi gatito! ¡Lindo, sequito y sonriente!- Pellizcó suavemente mis mejillas, y me besó nuevamente de aquella manera tan repentina en medio de la acera, provocando que varios nos mirara extraños, cosa que me avergonzó levemente. –Ven, vamos en busca del coche.- Me tomó de la mano sin siquiera preguntarme si me apetecía o no y me “arrastró” hacia el estacionamiento.

 

Una vez que nos subimos al coche, salimos de allí y nos dirigimos al parque de diversiones y realmente se me hacía extraño ir allí a esta hora, pero pues, realmente quería olvidarme de aquella película.

Pagó ambas entradas, luego de que nuevamente diéramos un pequeño espectáculo de quien pagaba a quien, y pues, como el “debate” anterior terminó ganándolo él. Era tan terco como yo, en algunas cosas… Pero yo por no mantener una eterna discusión, terminaba claudicando “por las buenas”.

Por lo que luego de aquella discusión como les dije, entramos y visitamos los juegos en su mayoría, incluso “la casa del terror” y a pesar de que nunca había querido entrar allí, esta vez lo hice, y a pesar de que me exalté en algunas veces, terminaba riendo, por lo “estúpido” que había sido mi exalto.

Salimos de allí una vez más tomados de las manos sin que me diera cuenta, y así nos mantuvimos durante toda la “odisea” en el parque.

A mitad de la noche, más o menos a las 9.30 o 10.00 hicimos una pausa para comer en un lugar de comida rápida allí dentro del mismo parque, nos quedamos allí un buen rato, hablando de cosas triviales, conociéndolo aún más, hasta que decidimos salir de allí y “terminar la cita” por así decirlo, con “broche de oro” como era infaltable, la vuelta en la noria.

La cual ofrecía un paisaje realmente bello desde su altura máxima, aunque me provocó cierto vértigo, pero decidí no demostrarlo, aunque él me lo notó igual, pues de repente dejé de sonreír y de moverme, sin contar que me puse aún más pálido de lo que ya era. Oh por lo menos así me dijo él.

-Lo que sucede… es que realmente me producen vértigo las alturas. Siento que en cualquier momento caeremos y todo esto se desmoronará, y realmente no puedo dejar de pensar en ello.-

Él me miró algo sorprendido, pero luego de ello, me sonrió, y se pasó de su asiento al mío, quedando a mi lado, y me abrazó una vez más.

-No te preocupes, yo estoy aquí, no tienes a qué temer, no dejaré por nada del mundo que “caigas”. En verdad gatito, no te preocupes, aquí estoy yo para protegerte, incluso con mi vida, si es necesario.-

Me habló de una manera tan cálida y seria, que realmente me lo creí. Creí que esto se desmoronaría en cualquier momento, por lo que me aferré a él con ahínco. -¡Jong!- Exclamé para luego hundir mi rostro en su cuello.

Y cuando quise acordar, ya no había movimiento alguno, abrí mis ojos, y él me estaba separando de su cuello con una sonrisa divertida en su rostro, yo me sonrojé a más no poder.

-¿Por qué no me dijiste que le tenías vértigo? Hubiéramos podido obviarlo como a la Montaña Rusa…-

-Yo… yo-

-Ya, no importa, ven salgamos de aquí, ya hemos terminado la vuelta, ahora estás a salvo…-

Me habló de una manera tan cariñosa y cálida que solo me daban ganas de abrazarlo hasta más no poder, y hundirme, “refugiarme” en el hueco de su cuello.

Pero aún sin decir nada, simplemente asentí, él besó mis labios nuevamente de una manera fugaz, y salimos de allí, con una mirada totalmente extrañada detrás nuestro, era aquel quien “cuidaba” de la atracción.

Nos subimos a su coche en silencio, llevándome también de la mano, haciéndome sonrojar aún más, y de camino a casa, fue realmente silencioso, pero la sonrisa “divertida” pero a la vez tranquilizante no se le iba del rostro.

“¿Qué estarás pensando?” Era lo que me preguntaba, pero decidí simplemente callar. Y llegamos finalmente a mi edificio.

-¿Qui-quieres su-subir?-

Pregunté realmente apenado y aún no sé porque de repente tanta inhibición. Él sonrió de lado como satisfecho, de cierta manera algo pervertida, como si se esperara aquella pregunta, por lo que le miré realmente nervioso,  cuando se percató de mi mirada de “borrego degollado” suavizó y enterneció su sonrisa y mirada.

-No, gracias en verdad, pero lo dejaremos aquí por hoy, ya ha sido suficiente. En verdad agradezco tu oferta, pero lamentablemente por hoy la declinaré, será mejor que bajemos. Te acompañaré a tu puerta y luego me iré a mi casa.-

Habló como mencioné anteriormente con una ternura y cariño impresionante, sonreí con algo de derrota y asentí como un niño pequeño, y bajé del coche, él me siguió por detrás poniéndome algo nervioso, como nunca.

-Bi-bien, ¿a-aquí no-nos despedimos entonces?-

Cuestioné, una vez que llegamos a la puerta de mi departamento, y hube quitado la llave. Él me sonrió y me arrinconó contra la puerta, apoyando o intentando apoyar su frente en la mía, pues era algo más bajito que yo.

-Sí, aquí nos despedimos, es mejor así… créeme, de lo contrario no te dejaré dormir ni siquiera sentarte en el sofá. Me has estado “provocando” todo el día con estos pantalones tan ajustados a tu figura…- Habló de manera algo sensual ahora, en lo que sin que me diera cuenta, en qué momento fue, había colocado sus manos en mi espalda baja, y había comenzando a descender peligrosamente hasta mis glúteos. Me encendí como si fuera un fósforo. Mi rostro era como la cabeza de un fósforo, y tragué saliva de manera dura. –Estás realmente hermoso, y ese delineado, te queda estupendamente sensual… eres toda una delicia… de la cual hoy me abstendré, aunque luego no me lo pueda perdonar, pero será mejor así…- Habló nuevamente en ese tono que ya me estaba haciendo temblar las piernas…

-¿Y-y si-si no quiero que te abstengas?-

Pregunté nervioso e inconscientemente aquello, cosa que luego me golpeé mentalmente por aquel comentario tan lanzado… él al principio se mostró sorprendido, al igual que yo, y luego sonrió nuevamente con esa sonrisa “peligrosa”.

-Je, lo siento, pero quieras o no, me abstendré… ya entra, antes de que me arrepienta.-

-Yo-yo- Quise excusarme con algo, pero él colocó su dedo índice sobre mis labios y me sonrió nuevamente, mientras me miraba a los ojos.

Yo le mantuve la mirada esta vez y comenzó a acercarse más de lo que ya estaba, y por inercia cerré mis ojos antes de que aquel “futuro” contacto se ejerciera y en efecto, sentí sus labios posarse suavemente sobre los míos como si se tratase de una mariposa posándose en un pétalo de rosa.

–Jong~- Arrastré su nombre con una voz extrañamente ronca, y coloqué mis brazos por inercia sobre sus hombros, y en ese momento que yo hice eso, él colocó sus manos en mis nalgas, apretándolas levemente, provocando que me tragara mi propio gemido, y comenzamos un beso, mucho más demandante que aquellos “ataques de serpientes” que me dio durante toda la cita.

Sus labios se movían y abarcaban por completo los míos, en lo que yo intentaba “abrazar” su labio inferior. Nuestras mandíbulas comenzaron a trabajar aún más, incluyendo o “invitando” también a nuestras lenguas.

Eso sí, que realmente se le podía llamar un beso, sus manos ejercieron una nueva presión sobre mis nalgas, en lo que luego comenzó a subir lenta y tortuosamente sus manos hasta nuevamente mi baja espalda, pero por debajo de mi ropa.

El aire se ausentó por completo y tuvimos que separarnos, por más que al parecer ninguno quería.

-Eres delicioso, gatito hermoso… descansa. Dulces sueños.-

Habló nuevamente con aquel tono que rezumaba ternura, en lo que volvió a besar mis labios de forma demandante pero breve. Yo me le quedé mirando, me quedé, con ganas…

-S-sí, d-de acurdo, n-nos vemos e-en la-la uni-universidad…-

El simplemente asintió y deslizando sus manos “desganadas” de mi cuerpo, se alejó con aquella sonrisa que ya no sabía cómo interpretar.

Me le quedé mirando hasta que desapareció de mi vista, y decidí entrar a casa. Una vez dentro me tiré a mi sofá y colocándome un almohadón en el rostro grité, por una parte, de euforia y por otra de rabia, pues aun me recriminaba, el hecho de no poder haberme guardado aquellos pensamientos, y haberme dejado tan en evidencia frente a él.

¿¡Qué sucedió con aquel “Aléjate de mí”, Key!? ¿¡Con aquel “no quiero saber nada absolutamente nada de ti”!?

“Eres delicioso, gatito hermoso…” Retumbaban aquellas palabras en mi cabeza con aquella tonalidad que era capaz de derretir hasta el mismísimo hielo.

Mis mejillas nuevamente se colorearon de una manera que simulaban ser 2 cerezas o manzanas directamente. Coloqué mis manos sobre mis mejillas para intentar aplacar un poco el calor y me dirigí a mi habitación. No tenía tanto sueño como acostumbraba a esa hora, pero de todas maneras decidí ponerme mi pijama, para luego ir a mirar un poco de televisión al living.

Una vez que ya me hubo dado sueño debido a que no encontraba nada interesante que ver en el televisor, me fui a acostar, para comenzar mi semana una vez más en la universidad.

 

~ 2 Semanas después – Jueves – En la cafetería ~

Dentro de mi cuerpo comenzaba a despertar un calor, un fuego que era incapaz de controlar, mientras que mi respiración comenzaba a alterarse, mis ojos, estaban tan fijos en un lugar en específico, que realmente no podía creer como todavía no había comenzado a salir humo de allí.

Mis ojos estaban puestos en “una parejita” aparentemente feliz, quienes estaban a las risitas, mientras que “ese niño bailarín” se acercaba a cada segundo al oído de JinKi susurrándole cosas, con un sonrisa de lado que daba mucho qué pensar, y más por las  expresiones de JinKi. Y entre cada una de esas sonrisitas mi sangre comenzaba a corroer mis venas de lo tan hirviente que se encontraban, y no le encuentro una explicación a ello. Sólo sé que odio a ese “niñato” y más aún que esté cerca de JinKi.

Y a pesar de que ya había comenzado a “superar” lo de aquella segunda “gran pelea” aún en mi interior, se revolvían ciertas sensaciones. Y odiaba eso… odiaba al niñato ese, odiaba a JinKi, me odiaba a mí mismo por sentir odio por ellos…

-… entonces. ¿Qué te parece?-

De repente llegó a mis oídos totalmente ensordecidos por la rabia,la voz dulce y amable de Jong, y en ese momento me percaté de que me estaba hablando. Mi torrente sanguíneo se calmó drásticamente.

-Supongo que es un sí. Pues estás todo rojito…-

Dijo divertido, mientras se apoyaba en la mesa para estirarse hacia mi persona, tomar mi delgado mentón y besar mis labios, nuevamente de aquella manera dulce pero demandante, no era un “picotazo de serpiente” era un contacto bien dado.

Y sin saber porqué, con mi mirada, y con algo de dificultades buscaba la presencia de aquellos 2 como queriéndoles demostrar que nosotros también “éramos felices” a nuestra manera… pues decir un “nosotros” se me tornaba extraño decirlo. Pues realmente no sabía si había un nosotros.

-¿Qué?-

Tendí a decir sin pensarlo, luego de que se separara de mis labios y me permitiera respirar nuevamente. Él me miró extrañado. Yo me puse algo nervioso, temiendo que aquello que me haya dicho haya sido algo importante.

-¿No me estabas escuchando gatito precioso?-

-N-no l-lo siento, m-mi mente s-se va-vació.- Opté por ser sincero, o medianamente sincero.

-Bueno, no importa, de todas maneras, ¿quieres ir?-

-¿A-a dónde?-

-A la casa en las afueras de la ciudad de mi familia… mi abuela ha enfermado, y mis padres, los cuales viven en el extranjero, me encargaron si no podía cuidar de ella por el fin de semana, hasta que ellos pudieran hacerse, o por lo menos intentarlo. Y la verdad es que me gustaría que me acompañases, y de paso me gustaría que conocieses a mi abuela, ella es muy dulce, y le hará bien, tener a alguien con quien conversar, en lo que yo, voy y vengo a la farmacia o al médico para buscar sus cosas, sus remedios y demás… En verdad  que no me has escuchado nada, ¿Te preocupa algo, gatito?-

-¿¡Eh!? ¿¡A- a la casa de tu abuela!? ¿Se-seguro? Mi-mira que no quiero importunar, y si es por no dejarme solo el fin de semana, no tienes de qué preocuparte, mira que no moriré por estar un fin de semana “tranquilo” en mi casa, en serio Jong, lo que menos quiero ser, es una molestia, o un estorbo.-

-Lo que menos eres Gatito, es un estorbo, al contrario, siempre que te tengo a mi lado, me siento mucho más enérgico que de costumbre, eres mi Musa, y créeme, soy yo el que te necesita allí…-

Habló con una ternura indescriptible, obsequiándome luego, una de esas sonrisas súper mega híper brillante que realmente te cegaban momentáneamente. Bueno, de acuerdo, no tan exagerado, pero de que te iluminaba, te iluminaba.

Sonreí tímido, luego de oír aquellas últimas palabras y asentí, ya no encontrándome capaz de rehusarme ante sus palabras…

-D-de acuerdo… i-iré contigo, só-sólo avísale a tu abuela que irás conmigo… lo que menos quiero es caer de sorpresa.-

-Descuida, ya está avisada desde el momento en que mis padres me pidieron el favor.-

Me sonrió divertido, a lo que yo le vi más que asombrado.

-¿¡Qué hiciste qué!?-

Él rió aún más divertido, y nuevamente, tomó mi mentón, lo elevó y nuevamente, un “picotazo de serpiente” para luego sonreírme.

-Eso, lo que oíste, ya está avisada, y se muere por conocer al mejor amigo de su nieto favorito…-

Sonrió complacido, yo me le quedé mirando, nuevamente con la mente en blanco. Parpadeando reiteradas veces, aún no pudiendo entender lo que acaba de oír.

-¿Ya lo tenías planeado de antemano, no es cierto?-

-Yep-

Contestó como niño pequeño, orgulloso por su travesura, ante mi tono medianamente de reproche. Simplemente resoplé dándome por vencido, y tocó la campana. Recogí mis cosas y me dirigí a mi aula, no sin antes, echarles una última mirada fulminante a “la otra parejita” pero esta ya no estaba. Y cuando me giro para retomar mi camino, choco con alguien, y lo único que alcancé a oír a la ligera fue el intento de advertencia de Jong, pero lo recibí tarde.

-Lo siento, venía distraído-

Escuché una voz amable y afligida, y cuando levanto la mirada, me encontré con él. Era JinKi… tenerlo después de tanto tiempo, tan cerca, hizo que mis sensaciones que creí había enterrado despertaran nuevamente y me provocaran una vorágine, un maremágnum de emociones y sensaciones que ni yo sabía que tenía.

-Bummie…-

Le oí susurrar, y mis ojos se abrieron a más no poder, luego de oír aquel “apodo” que hacía tanto no oía ser dicho con esa ternura apenas imperceptible pero que la capté. Mis lágrimas amenazaron con salir, pero aún no sé cómo, logré contenerlas.

-¡Yah, JinKi, tú no tienes porqué disculparte, él es quien debería disculparse! ¡Yah tú, rubiecito, ¿¡Es que acaso no piensas disculparte con mi novio!?-

-¡Tae!-

Exclamó de repente algo enojado, haciendo que mi corazón amenazara con salir de mi pecho, al oír aquellas 2 últimas palabras, y al sentir unas manos en mis hombros, eran las de Jong, cuando volteé rápidamente para fijarme de quien se trataba. Ambas miradas se cruzaron y se sintió realmente la tención entre ellos.

-Llego tarde a clases, adiós-

Dije de repente, zafándome del agarre de Jong y pasando bruscamente por en medio de JinKi y aquel niñato altanero. “Tae”, así le había llamado él… y “mi novio” era como le había llamado aquel mocoso malcriado a JinKi.

-¡YAH! ¿¡Nuevamente te irás sin disculparte, maldito cabrón!?-

-¡TaeMin!-

Escuché a lo lejos, las voces de aquel niñato mocoso y la de JinKi.

JinKi… JinKi, JinKi, JinKi; ¡Mi mente no tenía otra cosa en ese preciso momento que no sea ese nombre!

Mis lágrimas se mostraban reacias a obedecerme y… 1, 2, 3 rebeldes escaparon por mis mejillas. ¿¡Por qué lloras Key!? ¿¡Por rabia, por impotencia, por dolor!? ¿¡Por qué!?

El hecho de que me haya dicho “Bummie” nuevamente, había desenterrado aquellas sensaciones que como bien había dicho antes, creí haberlas enterrados para siempre. No comprendía cómo es que un simple “mote” pudiera haberme provocado tanto. ¿¡Qué demonios te sucede Key!? ¡No puedes sentirte aún culpable por haber terminado con él, a estas alturas! ¡NO! ¡Eso ya forma parte de tu pasado! Concéntrate… concéntrate ahora en JongHyun, aquel que… hizo que todo esto sucediera…

Sonreí de lado derrotado, soy un imbécil. El Rey de los imbéciles.

 

Llegué a mi salón de clase, limpié mis lágrimas antes de entrar, e ingresé. Quizás tal como la otra vez, simplemente debí haberme saltado la clase, pues realmente no tenía ganas de nada, ni tampoco presté atención al profesor.

Luego cuando la bendita campana sonó, avisando que la jornada escolar terminaba, me retiré de allí como alma que lleva el diablo, y decidí dar una vuelta por el campus, pues no tenía ganas de encontrarme con Jong, por lo menos no por el momento. No tenía ganas a someterme a “un interrogatorio” de cómo es que me siento, y si estoy bien y demás cosas que en estos momentos, sólo me cabrearían más.

Así que para evitarlo, agarré hacia el otro lado de la salida, y terminé dirigiéndome a la cancha de atletismo, y cuando estaba por sentarme en la gradas para respirar un poco de aire, retrocedo sobre mis pasos de inmediato al ver lo que vi.

¿Se lo imaginan? Sí seguro que sí.

Vi al “niñato mocoso danzarín” muy a las sonrisitas una vez más… ¡PERO CON OTRO!

Si mal no recuerdo, es el mejor alumno de “aquella sección”, en varios eventos lo han nombrado y ha representado muy bien a nuestra universidad.

Si mi memoria no me falla, creo saber que se llama “Choi MinHo”… Ese maldito niñato mocoso ¡Estaba jugando a 2 puntas!

¿¡PERO QUÉ MIER-!? ¿¡SE ESTÁN BESANDO!? ¿¡LO ESTÁN!? ¡Oh por Dios! Se los ve realmente apasionados, incluso aquel muchacho unos pocos centímetros más alto que el mocoso, ha colocado sus manos en su espalda baja, y no siendo suficiente con eso, el niñato mocoso malcriado, ha colocado sus manos en ambos hombros del otro, sonriéndose realmente con complicidad

¿¡Es que acaso no me habías gritado a los 4 vientos, mocoso que JinKi era tu novio!? ¿¡Qué demonios haces con él!? ¿¡Qué demonios haces con MinHo!? ¡No puedo creer que te dé el rostro para engañar a JinKi, y aun peor y más despreciable, en el mismo lugar donde estás con él!? ¿¡Es que acaso quieres que te descubra maldito niñato, como yo te estoy viendo ahora!? ¡Podría haber sido él tranquilamente! ¿¡CÓMO TE ATREVES A ENGAÑARLO, A JUGAR CON SUS SENTIMIENTOS!?

Me hablaba a mí mismo, totalmente enfurecido. Aunque… a decir verdad, no soy nadie para “indignarme” por ese comportamiento, desgraciadamente, yo hice lo mismo con él, le engañé, tiré todos sus “sentimientos y su amor” a la basura, por una estúpida calentura, que ahora me está rondando peligrosamente cerca del corazón…

¡Dios! No puedo seguir viendo esto, necesito irme a casa, y comenzar a aprontar la pequeña maleta para el “inesperado” viaje a la casa de la abuela de JongHyun…

Salí corriendo de allí, ya no pudiendo soportarlo más, ¡Sabia que ese mocoso no era de confiar! ¡Ahora comprendía por qué desde un principio me cayó pésimo! Ahora con mucha más razón le odiaba.

-¡Oh! ¡Bummie, espera!-

Escuché una voz perfectamente conocida, pero la ignoré, no podría verle a los ojos, no podría estar allí mirándole, sabiendo que él al parecer se ha enamorado de ese mocoso, y yo saber que aquel mocoso, no es más que un desvergonzado.

Le oí gritarme una vez más, pero le ignoré nuevamente, hasta que en mi camino, me topé con JongHyun, quien preocupado, me pregunto donde había ido, ya que fue a buscarme a mi salón y no me encontró.

No le respondí tampoco, y decidí pasar de largo con un “-¡Ahora no puedo, debo irme a casa!-” Y pues creí que con ello, me libraría de JongHyun, pero como si fuera adrede, me persiguió, y me cogió del brazo obligándome a girar hacia su rostro, y su mirada ya no era la de un cachorro dulce, sino la de un león estudiando a sus presas. O a su presa en este caso.

-No, no te dejaré ir, hasta que me digas que es lo que te sucede, ¿Por qué esa actitud tan repentina? ¿Acaso viste un homicidio, un crimen, una injusticia, un fantasma o qué? Para que estés así.-

-N-no tengo ganas de hablar en este momento, por favor JongHyun, déjame ir, sólo por esta vez, a su tiempo te lo diré, en verdad. Ahora por favor sólo déjame ir.-

-De acuerdo… pero ni pienses que te dejaré regresar solo a casa, te acompañaré te guste o no, hablemos o no.-

Suspiró ante mi tono de súplica, y yo luego le imité suspirando cansino, al oírlo decir aquello de una manera realmente seria. ¿En verdad se encontraba tan preocupado por mi estado? Eso “era nuevo”

-Bien… al parecer no tiene caso discutir esto contigo, haz lo que quieras…-

-Por supuesto, siempre hago lo que quiero, o lo que me propongo.-

Me habló ahora un poco más bromista, sacándome inconscientemente una tímida sonrisa, y me soltó el brazo, yo me giré una vez más dándole la espalda y comencé a avanzar hacia mi casa, en lo que él no tarda en ponerse a la par mía. Con aquella sonrisa característica, nuevamente en su rostro. Otorgándome calma, calidez y serenidad.

Luego a mitad de camino, cuando veníamos aún sin decir palabra alguna, él se atreve a romper aquel silencio que estaba utilizando para pensar un poco en las cosas que me habían ocurrido hoy.

-¿Cómo estás?- Le miré confundido, sin entender bien a qué se debía aquella pregunta, en lo qué él vuelve a sonreír dulce pero levemente y mirándome vuelve a hablar. –Me refiero a lo de JinKi, digo, después de casi 5 meses sin hablar, ha de ser difícil volver a verlo, y hablarte así tan de cerca y de prepo.- ¡Bang! Justo en el blanco 100 puntos, perfecto. ¡Gracias Kim JongHyun! Gracias por recordármelo, y revolver la daga sádicamente en mi corazón.

-Estoy en estado neutral, ni triste, ni feliz, lo que él haga con su vida, ya no es asunto mío, como así tampoco es su asunto lo que yo haga, de hecho nunca lo fue, así que no entiendo a que viene esa pregunta.-

Respondí con frialdad, mintiendo al 100%, pues no quería demostrar mi verdadero sentir frente a él, no, ya no más, demasiado fue el que me haya visto llorar, “apenas nos conocíamos” en la azotea de la universidad.

-Vaya… no me esperaba esa respuesta, pero de cierta manera me siento aliviado, de que ya estés “superándolo”.-

Habló con un deje de alivio, haciendo que realmente me creyera sus palabras, pero algo en el fondo, muy en el fondo, me decía que no me había creído absolutamente un pepino de lo que le había dicho.

Pero para no hablar más del tema, decidí “fingir” que también le creía, y sonreí levemente, como dándole a entender, que “también era un alivio para mi” superar por fin mi pelea con JinKi, pero todo era una mentira, una vil, cruel y sucia mentira.

Verlo tan de cerca, de manera tan repentina, me había afectado mucho más de lo que realmente creí que me afectaría. Pero ya no había vuelta atrás, no, ya no más.

Lo mejor será, que realmente comience a “pasar de él” y concentrarme en “mi vida” ahora “con Jong” cosa realmente irónica del destino, pero aún así, “apostaría una ficha”. Su comportamiento ha cambiado drásticamente, y para bien, cosa que realmente me extraña, ¿fue realmente así de dulce todo este tiempo? ¿Qué fue lo que realmente me atrajo de él? Pues su físico seguro, ya que tenemos una gran atracción física entre ambos, es algo que realmente es inexplicable, pues el solo hecho de tenerlo cerca, ya hace que mis hormonas “de adolescente en celos” vuelvan a despertar de inmediato.

No sé si a él le pase lo mismo conmigo, pero de que nos compenetramos bien, lo hacemos sin dudas, hasta el punto de transformarnos en algo “inherente”, algo realmente asombroso a mi parecer.

-Gatito… ¡Gatito!-

Su voz y el chasquido de sus dedos, me hicieron despertar de mi trance, y parpadeé reiteradas veces, él me miró al principio curioso, tal como la vez anterior, para luego sonreírme con dulzura, provocando que mis mejillas se encendieran nuevamente.

-Ya llevaban mucho tiempo sin sonrosarse, ya comenzaba a parecerme extraño y a preocuparme.-

Me dijo divertido, refiriéndose claramente a mis mejillas, haciendo que éstas se encendieran aún más, frente a esa sonrisa brillante y cálida.

No dije nada, pues no tenía realmente nada que objetar, mi sonrojo me avergonzaba tanto, que mi mente quedó en blanco, él pellizcó con suavidad una de mis mejillas perfectamente “disfrazadas de manzanas” y sin borrar su sonrisa habla en aquel tono desbordante de dulzura y amabilidad.

-Ya, no importa, te veo mañana en la noche gatito, no iré a la universidad porque tengo unos últimos detalles que arreglar, antes de ir a lo de mi abuela, así que vendré en la noche a buscarte, para que podamos llegar en la mañana del sábado a lo de mi abuela, ¿De acuerdo?-

-Sí…-

-Bien así me gusta, nos vemos gatito, cuídate mientras yo no esté, y ya no puedo esperar para que sea Viernes en la noche… vendré a buscarte cerca de las 20.30 o 21.00 horas, así que por favor intenta estar listo, ya para esa hora.-

-Sí, de acuerdo, lo haré.-

-Eres hermoso… y delicioso.-

Habló entusiasta, mientras apretaba ambas mejillas con su mano, y movía mi rostro hacia un lado o al otro, haciendo que mis labios quedaran como “boca de pez”, boca de pez, la cual “la serpiente picoteó una vez más”.

-Jaja, nos vemos gatito hermoso.-

Habló divertido y cariñoso, en lo que besaba mis labios de aquella manera fugaz pero demandante. Palmeó una de mis nalgas suavemente, provocando que ahora mi rostro se tornara completamente rojo, y sonriendo con satisfacción se dirigió nuevamente hacia la acera, para seguir camino a su casa, o eso creo.

-Adiós…-

Hablé en un susurro, que él no logró escuchar, al ya estar media cuadra adelantado. Levantó su mano y se despidió finalmente…

-Bien Key, tú tranquilo, prepara tus cosas, NO pienses en MAS NADA, NI NADIE.-

Me dije a mí mismo en voz alta y me adentré en mi edificio, para ir a mi departamento. Y comenzar  a aprontar las cosas, aunque no supiera bien, por dónde empezar. Pero ya qué, debía empezar por algo, y ese “algo” era la maleta.

 

~ Viernes – 20.40 p.m – Casa de Key ~

Mis uñas ya prácticamente no existían, estaba demasiado ansioso y nervioso, pues después de todo, era al “primer familiar” de Jong que iba a conocer. Además de que esto es algo que realmente me “enteré” a último momento, por lo que no tuve el tiempo adecuado para ver qué era lo que más me convenía llevar para utilizar en aquel lugar, y pues si bien era únicamente por el fin de semana, yo llevaba una pequeña maleta, que era como para una semana.

Pues realmente con los nervios, creía que todo era necesario, cosa que seguramente era errónea, pero pues, yo aún “sabiéndolo” lo coloqué igual.

 

Miré el reloj una de tantas veces más, y continué mordisqueando mi otro dedo, pues mi pulgar había comenzado ya a doler. No sé porqué me había agarrado este extraño “ataque de ansiedad”… no en el sentido patológico, simplemente, en el sentido figurado.

Hasta que finalmente a las 20.56 siento el timbre de mi puerta sonar, y apresurado, casi llevándome por delante todo, abro la puerta, y lo que me encuentro del otro lado, me deja absolutamente mudo y con mis ojos más que desorbitados…

Notas finales:

OMG! *0* Al parecer, JongHyun lo logró! Se tiró a Key!!! xD :P

Pero este Key aún todavía sigue indagando en la vida de JinKi xD Ay, ay, ay~ Key, Key... Keyla :P jaja ♥

TaeMin malo! >:( ¿¡Cómo vas a engañar al corazoncito de pollo de esa manera, con el super mega hiper archi sexy "chico de atletismo"!?

"¡Malo, malo, malo eres, no se daña a quien se quiere no! Tonto, tonto, tonto eres..." b34; :P Comenta si lo has leido cantando xD

Ok no jaja, :P Locura mía xD. Bueno, en fin, me dejo de estupideces, y me voy despidiendo, les recuerdo, que ya casi se termina, 3 o 4 capis más y "Chau, chau Adiós... Sex or Love~..."b34; ♥ xD

Como sea, :P espero que les haya gustado el capi, este ya con un JongKey al que estamos más acotumbradas a leer, o por lo menos a yo escribir :3

Como siempre, me disculpo si encuentran alguna falta de ortografía que se me escapó xD y también, como siempre, le dejo el link de mi página a quienes le interese, ya casi llego a los 250 *w* por ahí no es la gran cosa, pero para mí sí lo es, y en verdad se los agradezco muchísimo :3

♥ https://www.facebook.com/ZaffireHeart

Cofcofseaproximaelfinalcofcof ¬u¬

Bueno, en fin, ahora sí me despido definitivamente :3, gracias por leer! ♥ Cuidense, saludos, suerte, y éxitos! ^u^* ¡Nos estaremos leyendo el Martes que viene, si no me sucede nada! :3

PD: Siempre me voy al carajo con esto de las notas finales xD

Bye bye~ ^u^//

♥ ZaffreHeart ♥


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).