Todos miraron el bebé llorando esperando que Kamijo hiciera algo para que dejara de hacerlo, pero por lo contrario este solo miró hacia todos lados con temor.
—Ma-Masashi … ¿Qué hago? —Preguntó con cierto terror en su mirada meciendo de manera un poco más torpe al bebé.
—Oh Dios, ¿Por qué? —Preguntó el azabache en voz baja caminando hasta tomar a su bebé en los brazos y sacar de un pequeño contenedor un tetero con una formula láctea que habían dejado las enfermeras —Solo tiene hambre, no te hará nada… —Comentó Masashi sentándose en uno de los sofás y dando de comer al bebé mientras le mecía más suavemente, el pequeño fue acallándose de a poco hasta que finalmente cayó rendido al sueño —Ya está —Concluyó el bajista percibiéndose cierto atisbo de severidad en su voz. La situación se tensó un poco entre todos, finalmente una voz ajena a los presentes interrumpió y muy para sus adentros todos agradecieron eso.
—Perdón, pero solo se admiten a tres personas en el cuarto —Una enfermera hizo el comentario desde la puerta, había ido a ver que todo estuviera en orden al escuchar los sonidos dentro de la habitación —Se les pide, por favor, que alguien se retire ¿Está bien? —La chica se veía un poco intimidada por la presencia de los músicos, pero después de todo tenía que cumplir con su trabajo —Pueden turnarse, si quieren, pero por favor —Terminó de decir realizando una seña con su mano hacia el pasillo, hizo una reverencia y se retiró del cuarto.
—Creo que saldré yo… Necesito tomar un café, no dormí en toda la noche —Explicó Masashi y Yuki de inmediato le miró.
— ¿Puedo terminar de darle la leche yo? Me iré luego porque tengo que hacer…—Pidió un poco dudoso ante la mirada de todos.
— La verdad, es que prefiero que lo cargue Yuki a que lo cargue Teru —Susurró malintencionado Kamijo, con una suave sonrisa en sus labios.
— ¡Eso no es justo! —La voz del peliplata se manifestó molesta, sentándose él luego en la cama junto a Kamijo. Yuki con cuidado cargó al bebé cambiando puestos con Masashi que se levantó de inmediato.
— Masashi… Te acompaño, después de todo yo no tengo nada que hacer y creo que si te dejo solo te dormirás en la cafetería —Bromeó Hizaki caminando a un lado del más alto para salir juntos de la habitación, Masashi le hizo un ademán de despedida a Kamijo que le respondió con corto asentimiento de cabeza que pasó desapercibido para el resto.
Por su lado Teru miraba emocionado al bebé que dormía mientras tomaba la leche que le daba Yuki.
— ¿Por qué todos tienen cosas del bebé antes que yo? Primero Hizaki, luego Masashi tiene la ecografía y ahora Yuki lo carga primero —Dijo malhumorado moviendo sus piernas, mirando el suelo.
— Cárgalo un rato, quejicas —Le codeó el rubio y de inmediato Teru cambió su rostro caminando hasta cargar con cuidado al bebé.
— ¡Ah! Eres tan hermoso… no eres como tus padres, ellos son malos conmigo…Pero tú no lo serás… ¿Verdad? Te traje un regalo muy lindo y ¿Sabes? Luego te enseñare a tocar instrumentos y saldremos juntos y…Comeremos muchos dulces y…—
— Teru…No te entiende —Reprimió una risa Yuki al ver a su compañero tan emocionado con lo que narraba.
— ¡Kami-chan! —Exclamó de la nada Teru entregando al bebé a los brazos de su padre y buscando entre sus cosas una bolsa de regalo —Es para ti…Bueno… Para el bebé…Es lo mismo ¿No? Espero te guste…—Comentó avergonzado y se colocó tras Yuki.
— ¿Eh? —Le miró sin saber que hacer por uno rato el rubio y sonrío, era Teru después de todo —Idiota, gracias…Seguro me gustará…—Con cuidado de no despreocupar al bebé abrió el regalo notando una pequeña camiseta de color negra con la insignia de Versailles —Oh…Teru…-Susurró un poco emotivo Kamijo, en verdad le parecía hermoso, pero no quería mostrarse débil ante su grupo —Es hermoso…—
— Es bueno que te guste Kamijo…—Susurró Teru y se acercó hasta dar un fuerte abrazó al rubio, teniendo cuidado de no pasar a llevarle. El vocal de inmediato correspondió, dando un beso a su mejilla.
— Yo también traje algo…-Susurró Yuki extendiendo un regalo, de manera un poco más sería que Teru. Kamijo con cuidado tomó el regalo y lo abrió, notando una pequeña gabardina negra de cuero, bastante a su estilo.
— Si Hizaki le regala vaqueros grises comenzaré a pensar que fueron juntos a comprar las cosas… —Bromeó Kamijo y ambos rieron un poco nerviosos.
— De hecho yo con Teru si compramos las cosas juntos —Dijo el baterista con una suave sonrisa —Bueno…Yo me tengo que ir… Lo siento Kamijo, espero estés bien rápido para salir… Por cierto, Teru… ¿Te iras conmigo o con Hiza?
— Pues…Me vine con Hiza, pero conduce tan leeento… Y tú tienes la moto, no me pierdo en eso… Nos vemos luego Kamijo, pequeño Kamijo… —Se despidió agitando su mano. Al momento en que salieron, Kamijo suspiró pesado mirando a su bebé y acariciando con cuidado su cabello, de manera lenta.
— Al fin solos… ¿No? Parece que mucha te quiere…—Murmuró y con cuidado lo dejó en su cuna, agradeciendo que estuviera a un lado de la cama, pues no se sentía muy capaz de levantarse.
— Kamijo-san —Murmuró una joven desde la puerta —Ya pasaron un par de horas y debe comenzar a caminar así que… Debe levantarse por ultimo a dar una vuelta al pasillo
— Comprendo… —Dijo sin mucho ánimo, sentándose en la cama y haciendo una leve mueca de dolor al sentir la herida.
— Lo sé, duele…Vamos…—Exclamó teniendo su mano.
~
Masashi caminaba por el jardín interno del hospital, había comprado un café expreso para intentar disipar su sueño y al no poder fumar en el lugar, eso le relajaba bastante.
— ¿Muy agotador? —Preguntó Hizaki caminando hasta una banca del lugar para poder sentarse un lado del azabache.
— Solo no dormí, quería velar por el sueño de Kamijo y Yuu… —Explicó bebiendo de su café mientras miraba el ambiente calmo del lugar, a pesar de esta en el centro del hospital y rodeado por muros, estaba repleto de plantas y una hermosa fuente de agua.
— Serás un buen padre. —Animó el castaño mirando el cielo mientras acariciaba un poco un mechon de su propio cabello.
— Hizaki…Eres el mejor amigo de Kamijo y bueno…Creo que deberías saber algunas cosas…—Comenzó a decir dudoso el azabache.
— ¿Estan saliendo? Eso ya lo sé…—Comentó casual, como si fuera algo completamente natural —No, no fue por el beso de allá arriba…—Rió e voz baja antes de que el mayor preguntara.
— ¿Te lo dijo Teru?
— ¿Teru sabía? Oh no, no fue Teru… Pero se nota cuando Kamijo cambia, por lo menos yo lo noto…Yo fui quien le dijo que fuera al médico cuando lo noté diferente… —Explicó mientras miraba con una suave sonrisa al contrario.
— Bueno…Creo que eso es lo de menos ahora…Aun que si somos pareja…Kamijo te mintió… —Aclaró sin saber lo que tenía que hace o decir. Hizaki era el mejor amigo de Kamijo, desde que él entro siempre ellos estaban juntos. Pero decir las cosas que tenía que decir le costaba, más si se trataba de alguien que le tenía tanto cariño a su pareja.
— ¿En qué me mintió? —Preguntó Hizaki sin entender de que hablaba el bajista.
— No estaba ebrio, ni él ni yo…De hecho… No había alcohol ni nada de por medio… Fue… Un día después de ensayo. Kamijo estaba de mal humor y comenzamos a discutir…Las cosas bueno… —Tragó grueso dejando el café sobre la banca.
— ¿Las cosas qué? Masashi…Comienzo a asustarme ¿Kamijo se desquito con sexo? ¿Qué paso? —Inquirió curioso.
— Él comenzó a discutir conmigo… Nos gritamos cosas, el ambiente no era bueno y lo forcé a tener relaciones conmigo en el estudio… —Sentenció mirando el suelo, por primera vez en mucho tiempo sentía que todo se venía abajo por la helada mirada del guitarrista.
— ¿Lo obligaste? Eso explica por qué actuaba así…—Dijo con frialdad Hizaki, mirando el rostro del azabache.
— Bueno…Él te mintió pero yo no se lo pedí, encontré los exámenes por accidente y le pedí una explicación .Lo traté como un cualquiera y lo sé… No debí decirle nada de eso… Yo me arrepiento de lo que hice, está mal… —
— ¿Pero tú eres imbécil o qué te pasa? ¡Eres un idiota! —Alzó la voz de la nada Hizaki, levantándose de la banca y mirando con odio al mayor —Claro que me mintió… Kamijo se habrá sentido como un objeto… Es normal, es preferible mentir y decir que fue bajo su voluntad que ser la escoria de alguien ¿Cómo pudiste?
— Lo amo… —Murmuró con voz un poco quebrada sin atreverse a mirar a los ojos del castaño.
— ¡No te atrevas a decir eso! Después de lo que has hecho, no lo digas… ¿Cómo fui tan ciego? ¡¿Cómo mierda están saliendo?!
— Y-Yo… Bueno… Intente dar lo mejor de mí, estar para él y le hice saber lo que siento…Dijo que me amaba….
— ¿Cuándo lo dijo? —Preguntó casi en un gruñido Hizaki.
— Hoy…Hace un rato… Pero eso no tienen nada que ve… —Intentó terminar la frase pero de inmediato Hizaki le hizo callar.
— ¿No tiene nada que ver? ¿En serio? ¿No consideras que estaba embarazado? Todo él no es el mismo por tu culpa, sus hormonas le hacen decir y sentir cosas ¿No tiene nada que ver? Seguro se sentía solo y por eso te aceptó, por eso tiene miedo, por eso se tardó tanto en decir te amo ¿Eres tan ciego acaso? No mereces estar al lado de Kamijo después de lo que le has hecho…—Dijo con rabia Hizaki mirando molesto al azabache.
— No pensé…Pero sé lo que siento… —Susurró en el aire con voz baja.
— Claro que no pensaste… Iré con Kamijo y ni te atrevas a ir ahora…Me iré dentro de una hora…Si te veo te juro que no me importa que Kamijo diga o suponga amarte… No te aparezcas mientras habló con él o me encargare de que no lo veas más, a la mierda Versailles —Amenazó el castaño ingresando al hospital.
— ¿Qué mierda haré? —Se preguntó a si mismo Masashi, pasando sus manos por su cabello, soltando un leve suspiro. Perdería a Kamijo luego de todo, pero Hizaki tal vez tenía razón y solo por su estado había dicho que lo amaba, tal vez…Era todo una mentira demasiado bien armada por sus manos —Mi príncipe… —Dijo apretando sus puños, no tenía mucho que hacer, no podía decir nada contra Hizaki, solo esperar una hora en ese lugar, torturando su mente.
~
Por su lado, Hizaki tomó aire de manera pesada, caminando un poco más calmado por los pasillos, recriminándose a sí mismo cómo no se había percatado de todo antes.
Al llegar al cuarto de Kamijo notó como el rubio acababa de llegar junto a una enfermera que lo dejó con cuidado sentado en la cama y luego se retiró. Miró con seriedad a su amigo por unos segundos ¿Había pasado todo eso en silencio? ¿Había soportado todo eso el solo? No sabía cómo comenzar pero una voz sacó todo pensamiento de su cabeza.
— Hime-san ¿Estás bien? Pareces enfermo —Habló Kamijo notando que el castaño estaba en la puerta si moverse para nada.
— Tenemos que hablar… —Sentenció ingresando al cuarto y cerrando con llave la puerta tras de sí, sentándose frente a frente en el sofá para mirar la cara del rubio.
— ¿Masashi te contó que somos pareja? —Preguntó un poco preocupado acomodándose en la cama.
— No solo eso…Me contó que fue lo que pasó en la sala de ensayos, me contó que mentiste, me conto que te viol… —De inemdiato la voz de Hizaki se vio interrumpida por la ronca voz de Kamijo que se hizo presente.
— ¡No lo digas!… ¿Qué sacas con decirme esto? —Preguntó dolido, no entendía por Hizaki era tan frío con él aún más si sabía todo eso.
— ¿Qué sacas con defenderlo? Te trato como la misma mierda y tú le dices que lo amas ¿En qué piensas? Te utilizó… ¿Es que sufres de Síndrome de Estocolmo?, ¿O es alguna derivación de esa mierda?, ¿Necesitas un maldito psicólogo? —Regañó Hizaki mirando como su amigo bajaba la cabeza y unas débiles lágrimas corrían por sus mejillas.
— Me ama… Yo lo amo, lo que hizo está hecho y no importa, él me protege y me cuidó durante todo este tiempo sin que nadie se lo pidiera…-
— ¡Es su obligación! Por muy molesto que estés con alguien no puede llegar y tomar su cuerpo… ¡Tienen un bebé de por medio! Es claro que hizo lo que hizo para estar cerca de su bebé no de ti…
— ¡No digas eso! Tú no sabes lo que él siente por mi…No sabes lo que yo siento por él… ¡Tú no sabes cómo es él, maldita sea Hizaki!
— Bien, ¿Se aman? ¿Piensan jugar a la casita feliz? ¿Eso?, ¿Y cuando Yuuichi les pregunte cómo fue que sus padres terminaron estando juntos? ¿Qué le vas a decir?, ¿La verdad?, ¿También le irás con el cuento de que pasó cuando estaban borrachos como una cuba?, ¿O vas a inventar un cuento de hadas y princesas…príncipes, la mierda que sea, solo para él? —Despierta de una vez, esto no es una historia lastimera que sirva como canción para la banda. Estabas solo, te sentías mal y por eso no ibas a ensayar, te sentías ocupado ¿No? Y él solo aprovechó el momento y armó esto… Cuando quieras ser tú otra vez, cuando no te sientas solo, cuando no estén las hormonas del embarazo en tu cuerpo ¿Qué pasará? ¿Lo amarás igual? Cuando no estés sensible por todo ¿Él te aguantará? ¿Crees eso? ¡Despierta! —Gritó exasperado Hizaki mientras miraba como su amigo solo lloraba en silencio, notaba cómo el cuerpo del rubio sufría leves espasmos ante el llanto y sus rostro estaba empapado por las lágrimas que inundaban su cara.
— No me importa que no confiaras en mí, pero no quiero que ese idiota siga jugando contigo ni se aproveche de ti… —Susurró Hizaki más calmado, caminando hasta donde estaba Kamijo y secando de su rostro las lágrimas.
— T-Tienes razón…Yo…No lo amo…Solo estaba mal… —Sollozó en voz baja apartando al menor de su cuerpo y mirando al suelo —Ahora vete…No quiero que me vean así…Te llamare luego…Vete ¿Si?-Dijo entre suaves sollozos y Hizaki solo asintió, no sin antes besar su frente y retirarse.
Sentía sus ojos arder en lágrimas y un interminable nudo en la garganta. Se tendió en la cama y abrazó una almohada, escondiendo su rostro en esta, ahogando de este modo todos los sollozos.
Tal vez era verdad, era un juguete de Masashi, tal vez había actuado por desquite, por no sentirse solo con su bebé, por intentar tener a alguien a su lado.
Solo había actuado de ese modo por las hormonas, por el miedo a la soledad, por el miedo a caer. Se sentía tan pequeño, tan indefenso, tan dolido entre sus pensamientos. El “para siempre” antes pensado ahora era una mentira. No quería intentar recordar cosas buenas con él, solo quería estar en su cama, solo, desahogarse llorando… Sintiéndose patético.
~
— Kamijo… —Murmuró Masashi que, apenas entró alcanzó a notar cómo su pareja lloraba de manera intensa en la cama. Sin pensarlo se aproximó y le quito la almohada abrazando su cuerpo, siendo correspondido por sus brazos con fuerza —No llores…Por favor…No te hará bien… —Susurró besando su frente, intentando calmar el estado de ánimo del menor pero de inmediato sintió como le empujaba.
— No…No me toques… —Susurró apartando las lágrimas de su rostro y mirando el suelo —T-Tengo que pensar…Vete, quiero estar solo —Pidió apenas en un hilo de voz —Y-Yo…No sé si en verdad te amo…Lo siento…—