Hacia dos meses que había vuelto de Francia, se acabó el curso y ya me había sacado el título. Me sentía un poco triste, porque echaría de menos a todos los que se habían quedado.
Sen y Nick finalizaron el curso al mismo tiempo que yo. Y hace poco recibí una postal de ellos dos, se ve que se habían ido a vivir a un piso en el centro de la ciudad, a Sen lo cogieron en un trabajo y vendió uno de sus cuadros, del cual estaba muy orgulloso.
Marien aun le quedaban unos meses para finalizar y Mark suspendió una de las asignaturas por lo que tenía que ir a recuperarla.
En mi casa todo seguía igual.
Mari comenzaba el curso nuevo, James ya con el título universitario estaba trabajando en una empresa, papá como siempre, relajado y con esa cara de tranquilidad que parecía no cambiar, y mamá…mamá tan alegre y feliz.
Hasta a veces me daba vergüenza depende de que cosas me preguntaba, más bien, porque todas eran referidas a Nimiel.
Nimiel volvía a estar aquí en su piso de siempre, hubo unas semanas que tuvo que ir a Francia por asuntos de trabajo, pero finalmente se había instalado otra vez y salíamos a menudo.
Estuve mirando universidades con la carrera de arte, quería apuntarme a alguna, pero hasta el año que viene no podía porque el curso ya había empezado.
Mamá me dijo que me lo tomara con tranquilidad, que había estado fuera estudiando por mucho tiempo y que ahora me iría bien relajarme, mientras que papá me dijo que debía encontrar un trabajo, que no esperara a que este año sin hacer nada sería para hacer el vago.
"¿Encontraste algo?" Jon dio un sorbo a su batido, yo le miré, habíamos quedado para tomar algo.
"Que va…cuesta encontrar trabajo…" suspiré y miré a mi amigo.
Le había crecido el cabello, lo llevaba recogido en una coleta, el rubio le brillaba como el mismísimo sol, estaba algo moreno y sus ojos verdes deslumbraban.
Vamos, que estaba feliz.
"¿Por qué no pruebas de buscarte un promotor o algo por el estilo?"
"No creo que tuviera éxito…además, Nimiel se ocupó antes de volver de que algunos de mis cuadros fueran enviados a gente que él conocía por si interesaban y poderlos poner en alguna galería o algo…pero de momento no ha recibido ninguna llamada…"
"Vaya…"
"¿Y a ti la universidad como te va?" le miré y él me sonrió.
"Muy bien…me he puesto en publicidad…siguiendo los pasos de mi marido." Se puso rojo al nombrar la palabra 'marido'. "…suena tan bien decir marido." Se rió tontamente y yo también me reí.
"Hombre, supongo que a parte de seguir sus pasos la idea ya te gustaba ¿no?"
"La verdad es que me gustaba la carrera, y si puedo llevar un buen trabajo mejor." Jon sonrió divertido. "Además…adivina donde son las prácticas que haré en medio del curso…"
"No me digas…¿en la empresa de Ian?"
"Siiiii… tu no sabes la ilusión que me hace." Jon comenzó a moverse nerviosamente. "Lo tendré como superior, lo veré trabajando…y con lo sexy que es."
"Para el carro que te estas emocionando."
"Jaja, es que no puedo pensar en otra cosa, además mis padres como no querían saber mucho más de mi, ya pusieron la casa a mi nombre porque ya soy mayor de edad."
"¿Saben que estas casado?"
"Si, es por eso que ya han decidido poner la casa a mi nombre, ya no quieren saber nada más de mi, me mandaron un último correo electrónico diciéndome que ya podía ganarme la vida y que si tenia el morro de casarme con un hombre que él me pagara mis gastos, que ellos no lo harían. Así que ya se puede considerar que no tengo padres."
"Lo siento Jon…"
"No lo sientas Michael, ahora es cuando estoy mejor. Vivo en una casa grande, con Ian, él trabaja, yo estoy acabando mis estudios…además tengo unos ahorros, este verano trabajé y puedo ayudar a mantener la casa…"
"Es verdad…¿Cómo lo hacéis para pagarlo entre los dos?" miré curioso a Jon.
"Ian dice que no trabaje durante el curso que tengo que estudiar para aprobar, con mis ahorros del trabajo y los ingresos que mis padres pusieron y que yo no gasté puedo ir ayudando. Aunque Ian dice que él con lo que gana puede pagar perfectamente los gastos…"
"Pero tanto tu como él sois unos cabezones." Me reí.
"Ahí le has dado."
Nos quedamos hablando toda la tarde, luego fuimos al cine como siempre hacíamos y acabamos en un centro recreativo jugando. A las nueve y media Ian fue a recoger a Jon y se fueron y yo me fui hacia una galería del centro donde habían puesto uno de mis cuadros, la galería que mas apreciaba, la galería marshan.
A las diez había quedado para cenar con Nimiel, me daba tiempo a echar una visita rápido.
Nimiel había conseguido poner alguno de mis cuadros en una de las salas de la galería, por lo que mi curiosidad pudo más y fui a ver si había alguien mirándolo.
Y si había varias personas, pero hubo una que me llamó la atención. No podía ser, me acerqué poco a poco y le toqué levemente la espalda.
"¿Dick?"
"¿Uhm?" sus ojos azul marino me hicieron estremecer, me había costado reconocerle, iba con un traje chaqueta negro y con una camisa blanca debajo, el pircing en el labio ya no estaba y llevaba el cabello despeinado. "¿Michael? Que alegría verte por aquí…"
"Si…me sorprendió verte mirando este cuadro…"
"Es bueno me gusta, he visto otros de este autor…los fui viendo en diferentes galerías y aunque no son de las mas importantes me interesó." Dick sonrió afablemente.
"¿Co-consideras que es bueno?" le miré sorprendido.
"Si…la verdad es que estuve buscando como contactar con él, pero hay tantos que se apellidan Williams que tardaría una eternidad…" suspiró y me miró.
"Yo conozco a este chico…" le miré sonriente.
"¿Ah si? ¿De veras?" Dick se volteó hacia mí.
"Soy yo."
Se quedó con la mirada fija en mi y me señalo como preguntándome si era verdad y yo asentí.
"¿En serio?" me miró con una ceja enarcada.
"En serio, yo soy el autor, Michael Williams." Me reí un poco. "¿O es que no tengo cara de tener talento?" le miré enfurruñado.
"No, no…pero como solo nos conocimos en la discoteca, no tuvimos tiempo de saber a que nos dedicábamos cada uno."
"Ya…" me quedé parado, me sentía un poco mal por no haberle llamado, pero tampoco quería que malinterpretara las cosas. "¿Y porque quieres ponerte en contacto conmigo?"
"Buena pregunta, ahora que ya sé quién es el autor de los cuadros que me han gustado tanto tan solo debo presentarme como hombre de negocios." Buscó algo en su chaqueta y me dio una tarjeta. "Soy Dick Latener, empleado de la galería eternity."
Me quedé con la boca abierta.
¡Eternity era la galería mas importante de toda la ciudad!
"Pe-pero…¿Qué quiere tu galería de mis cuadros?"
"Veras queremos poner uno de tus cuadros en la galería…y algunos serían enviados a diferentes galerías mas importantes de las que has estado dejando tus cuadros…queremos potenciarlos, así ganará la galería y tu. Supongo que querrás hacerte algo reconocido ¿no?"
"Cla-claro…pero es que me coge desprevenido…acabo de acabar literalmente poco de la carrera en la escuela de arte de Francia…y no sé…" estaba echo un saco de nervios.
Noté una mano que me acariciaba el rostro.
"No pasa nada…tu piénsatelo, tienes mi tarjeta…y si aun no tiraste a la papelera mi numero de móvil puedes llamarme."
"Va-vale…"
Miré el reloj, eran casi las diez.
"¿Quieres ir a tomar algo?" la voz de Dick me sacó de mis pensamientos.
"…No puedo, he quedado…tengo que irme, me pensaré tu oferta y te llamaré ¿ok?" me guardé la tarjeta en la cartera.
"¿Cuál de las dos ofertas?"
"¿Eh?" le miré intrigado.
"Piénsatelo bien hay dos ofertas, una la profesional, otra le podemos decir la lúdica."
"¿Ir a tomar algo?" me puse algo nervioso.
"Claro, tu piénsatelo y me dices algo." Dick se acomodó la chaqueta y se despidió de mí, dejándome parado delante de mi cuadro como un tonto.
Dirigí mi mirada al cuadro. Un bosque lleno de hojas verdes, de luminosidad, una luz radiante…¿en que estaba pensando cuando lo hice?
Ladeé la cabeza, si no me daba prisa haría tarde a la cita, y Nimiel se enojaría si le dijera que llegaba tarde porque me encontré con Dick.
Después de cenar en el restaurante, Nimiel y yo fuimos hasta mi casa, saludamos a mis padres y subimos a mi habitación, mi hermana se había quedado a dormir a casa de una amiga y James, mi hermano, se había ido de fiesta. Mis padres se fueron a casa de mis tíos poco después de llegar, así que se podía decir que la casa estaba realmente tranquila.
"Es verdad…quieren contratarme." Miré a Nimiel, él me miró sorprendido. Me senté en el escritorio, mirándolo, él simplemente me miraba interrogativo desde la ventana. "…un hombre de la galería eternity quiere contratarme, dice que mis cuadros son buenos y que podría promocionarme de algun modo…"
"Eso esta muy bien…" Nimiel se encendió un cigarro. "…¿Te ha dado su tarjeta?"
"Umm…si."
"¿Me la dejas ver?" le dio una calada a su cigarro y me miró con esos profundos ojos azul marino.
"Si prometes no enojarte te la enseño." Busqué entre mis cosas, sacando la cartera y buscando en ella.
"¿Por qué debería enojarme?" Nimiel se atusó el flequillo rubio, mirándome de reojo.
"Porque en cuanto sepas quién es el que me quiera contratar no querrás que contacte con él…" me guardé la tarjeta entre mis manos. "…y quiero que mis cuadros salgan en la galería eternity."
"Si no te explicas mejor Michael…no sé porque debería enojarme."
"Dick."
"¿Qué?" Nimiel me miró entre interrogativo y enojado, seguramente el nombre del chico con el que bailé le había quedado grabado en la mente.
"Dick es el empleado de la galería eternity, se ve que le habló de mis cuadros a los responsables de la galería y le dijeron que encontrara al autor y que me propusiera poner alguno de mis cuadros allí…y otros serían enviados a galerías mas importantes de las que he estado poniendo mis cuadros últimamente…"
"…"
"… ¿Y bien?" le miré preocupado.
"…"
"Nimiel di algo…no quiero que te enojes, es algo profesional, lo encontré de casualidad en la galería marshan…" apagó el cigarro y se acercó a mi, yo tragué en seco, sin mediar palabra.
"Ok…" Nimiel puso una mano a cada lado mío, mirándome fijamente, intentando intimidarme, sabía muy bien que me ponía nervioso que me mirara de ese modo. "…te dejo contactar con él…pero solo para lo profesional, no quiero que vayas con él de copas ni nada de eso."
"De acuerdo…" suspiré, a veces Nimiel era celoso hasta la médula, aunque yo también lo era mucho.
"No me gusta para nada ese tipo."
"Pero si nunca lo has visto Nimiel…solo Ami te habló de él." Apoyé mi espalda en la pared.
"Me da igual, tan solo hizo falta que tu amiga me dijera que te mirar como si fueras su cena." Nimiel pasó su mano por detrás de mi nuca, acercándome a él. "…y solo yo te devoro Michael."
Me puse rojo como un tómate.
"…no pasará nada Nimiel, yo te quiero y no miró con 'esos' ojos a otros tipos…" ladeé un poco la cabeza dejando que Nimiel pasara sus labios por mi mejilla, bajando hasta mi cuello.
"Pero él a ti seguro que te mira como si quisiera hacértelo allí mismo ¿verdad?" su mano me sostenía de la nuca, mientras sentía su respiración cálida en mi cuello.
"Nimiel no digas bobadas…Dick tan solo el día de la discoteca se quería divertir y por pura suerte me encontró y hablemos, pero también pudo pasarle esto a cualquiera…Dick no es mal tipo."
"Deja de decir ya su nombre…" Nimiel me besó apasionadamente, hundiendo su lengua en mi boca, su otra mano bajó hasta mi cintura y me agarró fuertemente, mientras que yo envolví su cintura con mis piernas.
Su mano acariciaba mi cabello pelirrojo, jugando con él, tirando de él cariñosamente, nuestras lenguas bailando acompasadamente entre ellas, sentía como de tanto en tanto iba mordiendo mis labios dejándolos rojos e invitantes.
Me cogió y me recargó contra la pared, acariciando con urgencia mi cuerpo, sintiendo como mi piel se encendía con tan solo notar el tacto de sus manos sobre ella.
"Ahmm…"
Sentía su excitación, bajé mis manos y desabroché con urgencia su pantalón, metiendo la mano por dentro de su pantalón acariciando su miembro, él soltando un jadeo en mi cuello.
Me bajó y nos volvimos a besar, mientras él me arrancaba de un tirón el molestoso jersey, haciendo yo con el suyo lo mismo, pegándonos mutuamente a nuestras pieles, acariciando todo su cuerpo, sintiendo sus manos poderosas excitarme.
Lamí su pecho, pellizcando uno de sus pezones, haciendo que gimiera. Lo empujé hacia mi cama, quedando él sentado y con los pantalones ya bajados, me arrodillé en el suelo y le miré pícaramente, tirando los pantalones lejos de la cama.
Mordí su erección por encima de la tela de la ropa interior, haciendo que un gemido ahogado escapara de su deliciosa boca, sonreí para mis adentros y bajé lentamente la ropa interior deleitándome con al visión que tenia delante.
Saqué mi lengua lentamente, lamiendo y envolviendo su miembro, acariciando con mis dedos sus testículos, haciendo que gimiera roncamente cuando comencé a succionar más rápido el miembro duro y caliente.
"Ohnn…Michael…" con sus manos agarró mi cabello empujando mi cabeza hasta que su miembro entró completamente en mi boca. "…me encanta tu lengua…"
Lamí con vehemencia cada trozo de carne que encontraba, mirándole a los ojos, se relamió los labios tiró la cabeza hacia atrás sintiendo como mi lengua y boca le proporcionaban placer.
"…¿solo mi lengua?"
Dejé su miembro y me levanté, quitándome el pantalón y la ropa interior, quedándome completamente desnudo en frente de él, me senté a horcajadas encima de él, haciendo que su miembro rozara mis nalgas.
"…me encantas todo tu Michael…pero…" puso sus dedos delante de mi boca y saqué mi lengua lamiendo lascivamente cada uno de ellos, mordiéndolos, sintiendo como mi excitación crecía más y más. "…tu lengua hace maravillas…"
Bajó por mi pecho atacándolo, mordiendo mi piel blanca, mordiendo mis pezones haciéndome estremecer. Su mano bajó hasta mi miembro y comenzó a masajearlo lentamente, yo lamía sus dedos, mordiéndolos mientras mis caderas se movían solas encima de Nimiel. Notando como su miembro grande y erecto me rozaba la entrada enloqueciéndome.
"…Nimiel…ahn…paraa…" sentía que si continuaba así me vendría.
"¿Por? Te ves delicioso así…" volvió a mi boca y lamió mis labios, enredé mi lengua con la suya y nos unimos en un beso apasionado y sofocado, sus dedos humedecidos por mi boca fueron hasta mi entrada y la acariciaron, para después adentrar uno de los dedos.
"Ahnn…¡Nimiel!" rompí el beso gimiendo fuertemente, él volvió a atrapar mi boca, acallando mis gemidos haciendo que entrara un segundo dedo.
No bastaba…
Quería tener su miembro caliente dentro de mí.
"Dime que quieres….ahn…" tiré de su cabello separándonos del beso.
"Quiero que me la metas ya…estoy ansioso…" gemí al sentir como sus dedos abandonaban mi entrada, sus manos agarraron mi cadera y me levantaron un poco, sintiendo como la punta de su miembro iba entrando en mi. "¡Ahnn, siii!"
"Michael…ahh…"
Comenzó a moverse lentamente dentro de mi, sintiendo como entraba y salía de dentro de mi, rodeé su cintura con mis piernas y me apreté más a él, sus manos agarraban mis caderas moviéndome al compás en que su miembro duro entraba en mi.
"Ohnn…no pares…más…" lamí su oreja, mordiendo su lóbulo, bajé mi mano y comencé a masajear mi miembro al ritmo en que él se movía. "…aahhnnn…."
El ritmo comenzó a ser mas frenético, se movía rápido, profundo tocando ese lugar que me hacia gemir fuertemente, enloqueciéndome a cada embestida, adorándole.
"Mm…ahnn…siii…" arañé su espalda sintiendo como dentro de poco culminaría. "…más fuertee…"
"Ahhn…" Nimiel me levantó de la cama cargándome en brazos y me estampó contra la pared con fuerza, saliendo de mí y entrando otra vez con fuerza, haciéndome gemir fuertemente.
"¡Ahh! ¡Nimiel!" el orgasmo llegó con las ultimas embestidas de Nimiel gimiendo su nombre, sintiendo como se vaciaba dentro de mi y como explotaba yo en mi mano.
Las rodillas de Nimiel flaquearon por el placer y se sentó en el suelo, conmigo encima. Apoyé mi rostro en su hombro regularizando la respiración.
"Ha sido…increíble…" rodeé con mis brazos su cuello y Nimiel salió de mi poco a poco, le besé la nariz y después sus labios. "…te adoro."
"Y yo a ti mon petit…"