Tres semanas después.
Remus, Sirius, Peter, Arthur, Frank y Lily, miraban en silencio como James caminaba murmurando a lo largo de la sala común, de un extremo a otro, solo para dar la vuelta y encontrar su camino de regreso.
Solo con verlo ya se sentían mareados.
Habían iniciado el plan “¿Cómo atrapar a Tom Riddle”, con mucho empeño y uno que otro con esperanza… que ilusos habían sido.
-No puedo creer que ninguno de los planes haya surtido efecto.- susurro Remus.
-Yo les dije que esa serpiente era caso perdido.- bufo Sirius.- pero nadie quiso escucharme.
-No necesitamos tu negatividad en este momento, Sirius.- Lily hablo.- con la de James nos basta.- El susodicho se detuvo de golpe y volteó a verlos, causando que sus amigos se sobresaltaran.
Esperaron a que dijera algo, pero nada salió de él, solo suspiro y siguió con su andar.
-Me da pena verlo de ese modo.- Frank lo miraba con preocupación. Verlo serio, no era algo a lo que estuviera acostumbrado.- Nuestros planes fueron un fiasco.
-Mi plan era perfecto y hubiera surtido efecto si no fuera por esos estúpidos libros.
-¿Qué dijiste?.- entrecerró sus ojos la pelirroja.- tú fuiste el culpable de ese fiasco. Tú y tus tontos celos.
Flash Back…
Plan “caza a un depredador con una buena carnada”.
Sirius, Remus y Lily eran los primeros sacrifici… quiero decir, los primeros voluntarios para llevar a cabo un plan para conquistar a Riddle.
En ese momento, se encontraban escondidos con la capa de invisibilidad de James en uno de los pasillos que daba justo en frente de la habitación del “conquistado”.
-¿Estás seguro de esto?.- Lily no estaba muy convencida respecto al plan de Sirius.- No crees que es un tanto “extremo”.
-Extremo es lo que necesitamos para que esa serpiente caiga.
-Estoy de acuerdo con Lily.- Remus estaba nervioso, miraba de un lado a otro, atento a que no viniera ningún profesor.- No me parece buena idea eso de entrar a la habitación de Riddle en la noche ¿y si lo mata por equivocación?
-Es un pequeño precio que puede llegar a pagar.- Lily y Remus lo miraban boquiabiertos.- No me miren de ese modo. Solo es una broma.- ni una risa.- creo que han perdido el sentido del humor.
-Eso se fue justo cuando me entere que James estaba enamorado del profesor Riddle y quería que le ayudáramos a conquistarlo.- dijo con melancolía.- Solo que había un pequeño problema, y era que si nos cachan estamos ¡muertos!
Sirius rodo los ojos… y decían que él era el exagerado.- Tranquilízate, veras que todo saldrá a la perfección.- contesto seguro de sí mismo.- después de todo es un plan mío, es cien por ciento seguro.
-¿Aparecerle al profesor Riddle con ropa sexy es un buen plan para ti?.- alzo una ceja interrogante.- ¿y qué es eso de sexy ropa?
-Tus dudas me ofenden. Para que lo sepas, ese es un plan que me ha servido muchas veces a lo largo de mi exitosa y joven vida.
-No quiero ni saber en dónde y con quien usaste ese “truco”.
-Si sigues de ese modo te quedaras solterona, virgen y con diez gatos.- Lily estaba a punto de protestar cuando Remus los cayó.
-¡Shhh!.- puso su dedo sobre sus labios.- alguien viene.
Los tres se quedaron en silencio y se pegaron más el uno al otro. Sus corazones estaban latiendo muy rápido, si eran descubiertos a esas horas fuera de sus dormitorios, sin duda serian castigados. Sobre todo el castaño y la pelirroja, ya que eran los prefectos de sus casa, quienes hacían respetar las reglas.
La ansiedad se hacía más densa con cada segundo hasta que una voz los tranquilizo.- chicos.- alguien dijo en un susurro.- ¿Dónde están?
James venia gateando por el pasillo. En otras circunstancias se hubieran echado a reír en ese momento al verlo de ese modo.
Remus saco su mano de un lado de la capa y le hizo señas para que fuera hasta ellos, pero no los vio.
-¿Acaso esos lentes de abuelo son de decoración?.- Lily rodo los ojos y saco su cabeza.- ¡Hey!.- susurro.- James, estamos aquí.- movió la mano de un lado a otro sin obtener aun nada.- Esta más ciego de lo que pensaba.
-Chicos ¿Dónde diablos están?.- James seguía en su búsqueda.
-A ver, quítense.- Sirius los hizo a un lado.- miren y aprendan.- se sacó uno de sus zapatos y lo arrojo.
El zapato fue a dar justo en la cabeza del de ojos color avellana.- ¡Auch!.- se sobo el lugar donde “algo” le había dado con fuerza.- ¿Qué diablos?.- alzo “eso” que lo había golpeado, era un…- ¿zapato?.- en ese instante noto un movimiento en la esquina izquierda del pasillo.
Era canuto, quien le hacía señas con la mano. Con razón no los veía, estaban en la esquina del pasillo, lo cual era bueno ya que nadie podía notarlos si es que salían de la capa, estaban ocultos entre las sombras y la negra noche.
Se acercó poco a poco, tratando de no hacer ruido, y se introdujo dentro de la seguridad de la capa, topándose con la sonrisa socarrona de Sirius.- Hasta que nos ves. Esos lentes tuyos no sirven de mucho.
Esa sonrisa solo provoco que James frunciera el ceño. No había necesidad de preguntar quién había arrojado ese apestoso zapato, ya sabía quién era el culpable. Alzo el zapato y se lo arrojo con fuerza en la cara.- te regreso lo que te pertenece, canuto.
Para cuando Sirius reacciono, ya era demasiado tarde.- ¡Duele!.- alzo la voz.- ¿Por qué mierda hiciste eso?.- le ardía y estaba seguro que tenía la marca del zapato marcada en su hermoso rostro.
Remus dejó caer su mano en la boca del pelinegro con fuerza.- Shhhh, cállate Sirius.- susurro.- Harás que nos descubran.- Ahora no solamente tenía una marca de zapato en su cara, sino que unos labios hinchados le hacían juego.- y tú.- señalo a James.- ese no era el modo de…
Silencio total.
Lily miraba como el castaño parpadeaba a mil por minuto, como no dando crédito a lo que veía.- ¿Remus?.- le llamo pero este solo miraba fijamente a James. Así que la pelirroja siguió su mirada y fue que supo el motivo que lo había dejado estático… James vestía un tipo de camisa de seda color verde desabotonada del pecho, un bóxer demasiado pequeño que no dejaba nada a la imaginación y… ¿eso eran medias negras?.- ¡Por Merlín! ¿Qué es eso?.- señalo consternada.
James bajo la mirada hacia su atuendo y sonrió.- Sirius me dijo que lo usara, ¿verdad que es sexy?.
-¿Sexy? ¿Esa es la “ropa sexy” que menciono Sirius?.- eso más bien era demasiado revelador.- no creo que el profesor Riddle caiga en eso.- estaba segura que en cuanto lo viera le lanzaría un crucio. Ella lo haría.
Sirius quito de su boca la mano del congelado Remus y hablo.- Es el conjunto perfecto para conquistar a alguien, Lily. Aunque los colores no me gusten mucho.
-¿Los colores? ¿Eso te preocupa?.- lo miro molesta.- Pero ese traje parece salido de una película xxx.
-Me asombra que sepas que es una película xxx.- dijo con ironía.- y sobre el atuendo, quiero que sepas que es muy costoso. No sabes lo que tuve que hacer para conseguirlo.
-No y no me interesa.- se cruzó de brazos y al hacerlo le pego a Remus en el hombro ya que estaban muy cerca.- pero ese atuendo no conseguirá que Riddle caiga por James. ¿Acaso quieres venderlo como mercancía?
-Lily querida, eres demasiado puritana para entender la mente de un hombre. En cuanto Riddle vea a James se le lanzara encima..- dijo seguro aunque imaginar ese escenario le causo horror.- el que no enseña no vende.
-¿Lanzarse encima?.- alzo una ceja.- eso solo lo harías tú, Sirius. Y no soy una puritana.
-Por si no lo saben aún estoy aquí.- dijo James intercalando su mirada entre el pelinegro y la pelirroja.- basta de hablar de mi ropa.- a él si le gustaba y era seguro que a Tom también… quizás.- no creen que es mejor seguir con el plan y…
El sonido de una puerta abriéndose llamo la atención de todos. Giraron sus cabezas como pudieron a causa del estrecho espacio entre ellos para tener mejor visión y lo que miraron, los dejo helados, en especial a Sirius.
Snape venia saliendo de la habitación de Riddle con unos libros en mano. En cuanto vieron eso, Remus y Lily sabían que estaban acabados, serian descubiertos en ese preciso momento. Y no se equivocaron, ya que Sirius salió de la capa hecho una furia, sin darles tiempo a detenerlo.
Se acercó con paso veloz a su novio quien no prestaba atención a su alrededor, hasta que sintió un fuerte jalón en su brazo izquierdo.
Snape estaba a punto de sacar su varita cuando se percató quien era la persona que lo retenía.- ¿Sirius?
-¿Q-U-E M-I-E-R-D-A H-A-C-E-S A-Q-U-Í?.- sus dientes rechinaban a causa de lo enojado que estaba.
-¿Qué?.- no entendía a que se refería ni el motivo de su enojo.
-NO TE HAGAS EL TONTO, SABES BIEN DE QUE HABLO.- tiro de su brazo de nuevo, causando que los libros que traía se le cayeran al suelo.- ¿QUÉ HACES AQUÍ?
-Mira lo que hiciste.- miro como sus libros descansaban en el suelo. Frunció el ceño y alzo la mirada para encarar al pelinegro.- primero que nada, no me grites y segundo, suéltame que me haces daño.
Sirius disminuyo el agarre mas no lo soltó.- ¿Qué haces aquí?.- su respiración era agitada y sus ojos estaban echando fuego.- ¡Contéstame! ¿Qué diablos haces saliendo de la habitación de esa serpiente?
Severus lo miro fijamente, supuso que hasta cierto modo, ver salir a tu novio de la habitación de otro hombre era algo raro.- Sirius no es lo que piensas.- entendía su punto de vista y su enojo, así que trataría de no enojarse por ello. Después de todo, la paciencia y serenidad era una cualidad de su casa.
-¿No es lo que pienso? No me creas tan imbécil para no darme cuenta lo que estabas haciendo ahí metido.
Okay, eso sí que molesto al azabache.- no todos somos como tú.- dio un tirón a su brazo para que lo soltara, cosa que no paso.- ¡Suéltame!.
-No te voy a soltar hasta que me digas que está pasando y me digas que hacías metido en esa habitación con Riddle.
-No estaba metido en su habitación con él.- dijo mordaz.- solo vine por unos libros que me presto. A parte él ni siquiera está ahí.
-¡No mientas!
-¡No estoy mintiendo! Estúpido pulgoso.
-¿Cómo me llamaste?
Esto se iba a poner feo, por lo que Lily se levantó presurosa y se dirigió hasta donde estaban los novios discutiendo, mientras Remus se quedaba sometiendo a James. Con Sirius y Severus peleando era más que suficiente.
-Chicos cálmense.- trato de razonar, aunque ninguno de los dos prestaba atención. Solo se miraban el uno al otro en una batalla de miradas.- Nos pueden escuchar si seguimos gritando. Puede venir un prefecto, un maestro o peor… ¡Riddle!
Un aire frio provoco que sus cuerpos se estremecieran, pero ya era muy tarde para hacer algo.- Supongo que ser lo peor que les puede pasar es un honor, ¿cierto señorita Evans?.
Lily, Severus y Sirius giraron sus cuerpos en cuanto escucharon la voz… estaban muertos, bueno, solo los leones.
Riddle estaba cruzado de brazos con su perfecto traje y sus fríos ojos puestos en ellos.- No sé qué hacen a estas horas fuera de su sala común y no me interesa, pero creo que tienen el coeficiente intelectual lo suficientemente desarrollado para entender que pasara a continuación ¿verdad?.- Lily trago audiblemente, ella y Sirius estaban acabados.
-Veinticinco puntos menos a Gryffindor por cada uno de ustedes.- tratar con esos leones le quitaban años de vida.- Mañana mismo hablare con su jefa de casa para que les imponga un castigo.- giro su mirada con aburrimiento hacia Sirius.- Por lo visto a usted le gusta estar castigado, joven Black.- no le dio ni tiempo al nombrado para reaccionar cuando Riddle ya había quitado su mirada de él y se posaba en Severus.- recoja esos libros, joven Snape. No se los di para que los tirara.
-Si.- el azabache no espero ni dos segundos cuando ya estaba recogiéndolos. Cosa que no le hizo mucha gracias a su novio.
Por otro lado, Lily estaba nerviosa. Riddle solo los observaba sin interés alguno mientras Severus terminado de recoger todos los libros, pero eso no la engañaba. Sabía que el profesor tramaba algo. Miró de reojo donde se suponía que estaban Remus y James, a lo menos ellos se salvarían del castigo.- ¿Qué ve señorita Evans?.- eso la sobresalto de nuevo. Alzo la vista para enfrentar los fríos ojos color verde esmeralda.- Nada profeso.- dijo con voz débil.
-Mmm.- era obvio que no le creía nada.- en ese caso, váyanse de mi vista en este momento.- los leones ni se lo pensaron dos veces cuando ya se habían dado la vuelta para salir corriendo.
Sirius regreso a ver a su novio, estaba parado sin inmutarse por el tono de voz y los ojos de Riddle. Aún estaba enojado y dejarlo con esa serpiente no era algo que iba a hacer. Así que tomo su mano y lo jalo, obvio, eso a Severus no le agrado pero no iba a ponerse a discutir delante de su jefe de casa. Por lo que dejo que lo guiara.
Riddle miraba como esos mocosos se perdían al dar la vuelta en uno de los pasillos. No entendía como alguien como Snape que era una mente brillante, salía con un atolondrado como ese Black.
Aun con la espalda recta y mirando hacia el pasillo, dijo.- Joven Potter, joven Lupin.- Estos dos se sobresaltaron al escucharlo decir sus apellidos, ¿Cómo es que los descubrió?.- les sugiero que ustedes también se vayan, o ¿es que también quieren un castigo?.
James quería quedarse pero Remus no lo dejo, aun quería vivir. Jalo a su amigo y lo llevo casi a la fuerza hasta su sala común.
El plan había sido todo un fracaso pero por lo menos, a ellos no los castigaron.
Final del Flash Back.
-Ese plan fue un enorme error.- señalo a Sirius.- y por tu culpa acabe encerrada en la oficina del director escuchando sus relatos de cuando era joven. A parte de que nos pusieron a ayudar a los elfos con la comida durante cuatro días.
-No fuiste la única que salió perdiendo.- refuto el pelinegro.- Severus dejo de hablarme durante una semana.
-Eso te pasa por celoso y desconfiado.
-A lo menos mi plan iba a ser un éxito, solo que por circunstancias externas no se logró como debía.- ahora era el turno de Sirius de señalar.- reconoce que mi plan fue mejor que tu tonto plan.
Lily rodo los ojos.- Claro que no. Si el profesor hubiera visto a James con esa cosa que llamas “ropa sexy”, en este momento estaríamos en un funeral.
-Que sí,
-Que no.
Las cabezas de Arthur, Peter, Remus y Frank solo se movían de un lado a otro, entre el pelinegro y la peliroja. Mientras James seguía con su andar sin enterarse de nada.
Flash Back…
Plan “tener gustos en común te acercan más a tu pareja”.
James, Frank, Lily y Sirius estaban sentados en una de las mesas de la biblioteca con unos libros en sus manos, según ellos “estudiando”.
-Esto es una tontería.- dijo en voz baja Sirius.
-No es ninguna tontería.- respondió Lily.- la base para cualquier relación es conocer a tu pareja.
-¿De dónde sacaste esa tontería?
-Que tú te tires a todo lo que camina sin ni siquiera saber su nombre no quiere decir que todos seamos igual, Sirius.
El pelinegro entrecerró los ojos.- no me tiro a todo lo que camina.- las miradas que le dirigieron sus amigos no eran de apoyo.- está bien, lo acepto, pero ya cambie. Ahora soy solo de Severus.
-Me alegra tanto oír que ya no eres un golfo, Sirius.- James los miraba con molestia.- pero sería agradable que pueden dejar de hablar de eso y poner ahínco en esto.
-Si.- contesto Black sin nada de ánimo.- aunque aún digo que esto no funcionara.
-Funcionara mejor que tu dichoso “plan”. El cual consistía en meter a James en la habitación de Riddle con poca ropa y esperar a que se le lanzara encima.- bufó.- sin duda un gran plan.
-Cállate, Evans.
-Cállate, tú.
-Creo que se deberían callar los dos.- dijo Frank.- o vendrán a sacarlos de la biblioteca.
La encargada de la biblioteca, la señorita Pince los miraba con sospecha. Sobre todo porque Sirius estaba ahí, cosa que rara vez pasaba.
-Ella empezó/Él empezó.- dijeron al unísono.
James se pasó una mano por sus ojos irritado.- Parecen niños discutiendo por quien tiene la paleta más grande.
-No es cie…
-Ahí está.- los corto Frank.- y no está solo.- Los chicos se giraron “discretamente”, hacia su derecha y lo vieron.
El profesor Riddle se dirigía a una de las mesas que estaba a tres de la de ellos, junto a dos de sus alumnos Slytherin: Los hermanos Lestrange.
-Se supone que Riddle siempre viene solo a la biblioteca.- Sirius dejo caer su cabeza sobre su libro.- entonces ¿qué hacen ellos aquí?.
-No lo sé.- ahora no sabían que hacer para deshacerse de esas dos serpientes.- mi fuente me dijo que él siempre viene solo… o venia.
-Tu fuente no es muy confiable, Frank.
-Lo siento.
Lily le dio un zape al pelinegro en la cabeza. A veces solo debería quedarse callado.- no te preocupes Frank. Solo es algo nuevo de lo que debemos ocuparnos y listo.
-¿Qué se supone que haremos?.- pregunto James, con la mirada puesta en Tom.
-Debemos quitar del camino a los Lestrange.- puso la mano sobre su barbilla y empezó a pensar.- yo puedo distraer al mayor de los hermanos.
-Y yo puedo distraer al menor.- aporto Frank, obteniendo la mirada inquisidora de Sirius.
-¿Desde cuándo son expertos en distraer a los estirados Lestrange?.- Las mejillas de ambos se tiñeron de rojo, agarraron el libro y se taparon las caras para esconder el sonrojo. Pero por primera vez, Sirius prestaba atención y noto ese gesto… Aquí había algo extraño, tarde o temprano adivinaría que era.
Para cambiar de tema, Lily le dio una hoja a James.- éstas son las preguntas que le debes hacer. No te olvides de ninguna, de este modo lo conocerás más a fondo.- Tomo la hoja no muy convencido, pero tampoco se iba a poner quejumbroso. Ellos lo estaban ayudando y agradecía eso.
-Suerte, James.- Frank se puso en pie, seguido por la pelirroja.- es momento de quitar a los que estorban.
-Gracias, chicos.
-Para eso estamos los amigos.- aunque ellos preferían vivir tranquilos que estar temerosos de volverse el blanco de Riddle… lo que se hace por un amigo.
-¡Oigan!.- exclamo Sirius, llamando su atención.- ¿Qué se supone que haré yo? ¿Quedarme y ver como cornamenta liga con...- decirlo le causaba un poco de malestar estomacal. Acostumbrarse al hecho aún estaba lejos.- la serpiente?
-Tú quisiste venir, así que no te quejes.- Lily le dejo claro antes de darles la espalda y encaminarse hacia la mesa ocupada por las serpientes.
Desde su propia mesa, James y Sirius veían como sus amigos se acercaban a las serpientes y empezaban una conversación con ellos. Para asombro de todos, los dos Lestrange se pusieron de pie de forma casi pacífica y siguieron a los leones a la salida.
Sirius seguía con la vista a esos cuatro.- Algo no me huele bien.
-Pues deberías irte a bañar.
-No me refería a eso, cornamenta.
-Aja, si tú lo dices.- en estos momentos su atención estaba puesta en Tom, poco le interesaba lo que se trajeran los Lestrange con sus amigos. Después se encargaría de eso, por ahora, tenía que ir con su “pronto novio”, quien se había quedado solo en la mesa… esta era su oportunidad.
Sirius lo observo con una mezcla de fastidio y enojo.- Mejor vete y déjame aquí solo para que muera de aburrimiento, mientras que tú te vas a coquetear con esa estoica serpiente.
James rodo los ojos y se levantó.- Eres un exagerado, canuto. Nadie ha muerto de aburrimiento.
-Yo seré el primero.- dijo con sarcasmo, recargando su cabeza sobre una de sus manos.- cuando muera y me convierta en un fantasma, te seguiré para todos lados sin la posibilidad de desacerté de mí.
Sonrió hacia su hermano de travesuras.- Me alegro que seas mi amigo y me apoyes a pesar de que no estás muy de acuerdo con todo esto.
-Es lo que todo amigo debe hacer, aunque no me guste tu elección, yo siempre estaré para ti.- ambos se miraban con cariño, hasta que un inconfundible aroma lleno las fosas nasales de Sirius, haciendo que su cabeza girara con velocidad hacia la entrada de la biblioteca.
La persona que venía entrando no era otra que su novio, el cual no le hablaba desde el incidente de hace tres noches. En cuanto Severus vio a Sirius, frunció el ceño y dio media vuelta para irse.
Al ver esto, el pelinegro se levantó de golpe y lo siguió, olvidándose por completo de James.
-“Yo siempre estaré para ti”.- imito.- Por lo visto la amistad pasa a segundo plano cuando uno tiene novio.- bufo. Sabía que no era el momento de estar enojado por cosas sin sentido, más tarde se vengaría de canuto por dejarlo solo.
Así que armado del valor “Potter”, se dirigió a paso decidido a la mesa de Riddle.
El pelinegro se encontraba tan ensimismado leyendo que no se percató de la persona que tenía enfrente, hasta que este hablo.- Hola, Tom.
Escuchar su nombre de pila lo saco de inmediato de la concentración en la que estaba, y centro su mirada en el joven que tenía en frente.
Desde el incidente en su oficina, había preferido mantener la distancia, pero era casi imposible cuando las veinticuatro horas del día y los cinco días de la semana ese cuatro ojos lo seguía sin tregua alguna. Aunque últimamente había estado menos activo… quizás estaba planeando algo de nuevo.
Su alerta Slytherin se activó en el momento en el que ese león le sonrió. Esa sonrisa no pronosticaba nada bueno para él.- No le he dado el permiso ni la confianza para que me llame por mi nombre de pila, Potter.
Nada en los gestos poco amigables de Riddle impidieron que James tomara asiento en la silla en frente de él.- creo que después de decirte que te amo, tengo el derecho de llamarte por tu nombre.
El ojiverde ni se molestó en girar para cerciorarse de si alguien lo había escuchado. De antemano sabía que a esa hora la biblioteca era poco frecuentada por los alumnos, por ello, le asombraba un poco ver a ese alborotador ahí.- creo que es momento de dejar las cosas claras, Potter.- lo miro fijamente.- usted es un alumno y yo un profesor. Entre nosotros no puede haber nada.
-Entonces lo ha considerado.- contesto sonriendo el león.
-Deje de poner palabras en mi boca que nunca he dicho.- hasta cierto grado le asombraba la imaginación que tenía James en alterar las palabras a su conveniencia.- quiero que quede claro que entre nosotros no va a existir nada. ¡Nunca!.- Esos ojos avellana lo miraban detenidamente, eran atrayentes, vivaces, no le temían a nada, y por ello, debía alejarse de él.
Ese suceso en su oficina no había dejado de darle vueltas por su cabeza. Ese chico le hacía ansiar cosas que juro nunca sentir. No lo iba a permitir, no iba a renunciar a sus planes por un sentimiento vano.
-Puedo hacerte una pregunta.- sus ojos conectaron de nuevo, en ellos nacía una chispa. La cual uno se negaba a aceptar y el otro la recibía con los brazos abiertos.- ¿te has enamorado de alguien?.
Tom dejo pasar el hecho de que desde hace rato no paraba de tutearlo.- yo no le hago preguntas de su vida privada como para que venga usted y me las haga a mi.- lo miraba con su altanería común.
Para cualquiera que le prestara por lo menos unos minutos de su atención a la mesa que era ocupada por Riddle y James, se daría cuenta que no era una plática de maestro a alumno. Sus miradas los traicionaban.
Esa respuesta evasiva no iba a doblegar su valor Gryffindor de ninguna manera. Recordaba algunas de las preguntas de la hoja que Lily le había dado. De la mayoría de ellas, ya sabía la respuesta, no por nada se había vuelto en el acosador número uno de Riddle.- ¿Qué buscas en una pareja?.
Un tic nervioso se instaló en la ceja del ojiverde.- Eso no le incumbe.- era casi imposible callar a ese león.
-¿Saldrías con alguien menor?.- insistió.
-No.- se sobo su sien.
-¿Tienes pareja?
Riddle estaba tratando tan duro para no pararse en ese momento y lanzarle un crucios a ese mocoso… aunque a nadie iba a engañar con eso, él no sabía la razón, o mejor dicho, prefería ignorar el hecho de que no podía herir a ese Gryffindor por más que lo alterara.
-¿Te gustaría tener una familia?
… uno.
-¿Cuántas parejas has tenido?
… dos.
-¿Eres virgen?
… tres.
-¿Te gusto?
Se acabó. La frágil paciencia de Tom se rompió.- ¡No!.- alzo la voz sin importarle un poco que estuviera en la biblioteca.- ¡No me interesa tener a nadie en mi vida¡ ¡No me interesa amar a alguien! ¡No me interesa esa palabra tan banal como el “amor”.- se levantó de golpe y con un fuerte estruendo.- ahora que ya lo sabe, será mejor que ponga su vista en otra persona. Porque de mí no va a obtener nada más que indiferencia, Potter.- Sus ojos se habían puesto color rojo escarlata.
Estaba totalmente irritado por el asunto, y antes de que hiciera algo de lo que arrepentirse, se dio media vuelta en dirección a la salida.
Mientras dejaba atrás a James totalmente asombrado por el exabrupto de la serpiente.
Final del Flash Back.
La luna llena estaba cerca, James estaba ido en sus pensamientos dando vueltas por la habitación y no ayudaba el hecho de que sus amigos no paraban de discutir entre ellos.
Ahora era Remus el que se estaba irritando.
-¡Basta!.- señalo a Sirius y a Lily.- ¿Qué no pueden estar en paz por unos jodidos segundos?
Ver a Remus molesto no era frecuente, pero cuando lo estaba, era de sabios mantenerse calmados y en silencio.
-Sí, el plan de Sirius fue un fiasco y nada decente. Básicamente no sirvió de nada.- trato de mantener la calma.- y el de Lily fue un total fracaso.- ambos susodichos se cruzaron de brazos. No querían admitir que el castaño tenía razón.- Y no por ello vamos a matarnos entre nosotros, ¿verdad?
-Grandes palabras para alguien cuyo plan también fue un fracaso.- a veces Sirius era demasiado temerario para su propio bien.
La cabeza de Remus se giró de una forma lenta y espantosa, casi como una película de terror.- ¿Qué dijiste?
-Nada.- contesto rápidamente.
Todos sabían que el motivo por el que estaba actuando de ese modo era porque la luna llena estaba cerca. Aunque eso no quitaba el hecho de que su plan fue un total fracaso y que Peter había terminado inmiscuido esta vez.
Continuara...