“Uchiha Sasuke… ¿Eh?”
“Uzumaki Naruto… ¿Eh?”
Ambos estaban en su respectiva habitación, vaya, ¿Cuántas veces se habían preguntado el nombre del otro? Era la mañana siguiente y ambos tenían un dolor de cabeza molesto, no insoportable pero sí molesto. En realidad y si recordaban bien nada interesante había ocurrido la noche anterior, de hecho, parecían dos viejos amigos hablando de trivialidades después de mucho tiempo y bebiendo para des estresarse. Extraño
Pero al menos tenían algo a su favor, más excusas para reencontrarse, actuar como dos simples viejos amigos… Un paso más era un paso más. Quizás fue porque eran más las cosas que tenían en mente y los atormentaban que por eso el momento pasó rápido y sencillo lejos de lo que hubieran imaginado.
Sasuke había manejado de regreso, pero se detuvo en un conjunto de apartamentos que no era donde estaba el suyo, por “precaución”… Naruto solo siguió caminando a partir de ahí. De todas maneras las calles estaban tranquilas y él sabía defenderse…
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La semana pasó rápido y sin contratiempos, ya era un viernes por la tarde y en Konoha las personas iban de aquí para allá preparándose, entre ellas Sasuke. Mientras que Naruto estaba con Gaara fuera de ahí.
-¿Estás seguro? –Kisame un poco alejado de todos estaba al teléfono cuando su vista se posó en Sasuke-
-Sí, lo estoy.
-Está bien, confío en ti
-Kisame… Que comprenda
-…
-Pero cuídalo
-Entendido. Ustedes también por allá
-Todo bien por aquí, cualquier cosa te avisaré
-Bien
Cuando colgó observó la hora, pronto el sol se escondería y él ya estaba listo.
-¡Todos! –Alzó la voz- ¡Comiencen a preparar los vehículos! ¡Rápido!
-¡Sí!
Si en serio quería hacer algo y ayudar, lo haría. Sasuke no era alguien más importante y tampoco lo vería como tal, ya todos estaban casi listos y los autos estaban siendo preparados. Sasori, Karin, Konan y Kisame irían en el mismo auto los primeros tres estaban terminando de revisar que todo estuviera bien.
-Kisame, ¿Dónde irá Sasuke? –Preguntó Sasori-
-Sasuke estará con Tobi, ya hablé con Itachi… ¿Está todo listo?
-Si
-Bien. ¿¡Listos!? –Pregunto en voz alta observando la noche empezar a surgir-
-¡Sí!
-¡Todos atentos! ¡Supongo que no tengo que hacerles el cuento largo! ¡Todos deben saber que deben hacer y donde deben estar! ¿Cierto?
-¡Sí!
-¡Si uno muere… Los demás sigan! –Observó a todos fijamente- ¡Andando!
Todos iban armados y vestidos de negro. Entraron a los autos comenzando a alejarse, siendo liderados por Kisame.
-¿Algo en el radar?
-No –Respondió Konan-
-Bien, ojalá todo siga igual y esto sea fácil… No pierdan de vista el objetivo
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-Ya deben estar en movimiento
-No quiero saber nada… No hasta mañana por lo menos
Itachi y Deidara estaban en Shanghái. La noche también estaba sobre sus cabezas. Acababan de entrar a un casino, pero las intenciones no eran jugar…
-Me gusta tu traje
-Concéntrate Itachi –El moreno sonrió-
Tomaron asiento en la barra del sitio.
-¿Seguro que es aquí? –Preguntó el rubio-
-Ah, claro vas a desconfiar ahora de mí… -Itachi se hizo el ofendido, Dei lo miro mal- Jaja, eres muy impaciente acabamos de llegar. ¿Salud?
-… Salud –Chocaron copas- ¡Estamos en un casino! ¡Juguemos!
-No. Concéntrate
-¡Por favor!
-No me gusta cuando haces eso… Siempre ganas
-¡Sí!
-Pero no aun
-Pero…
-Buenas noches caballeros –Un hombre de traje se acercó a ambos, Deidara se levanto alejándose-
-Bienvenido… -Se saludaron con apretón de manos-
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Japón
-¿Todo bien? –La luna estaba en lo alto del cielo, Tobi estaba hablando con un hombre que acababa de bajar de una avioneta-
-Así es
-Bien… -Con una mano hizo un movimiento haciendo que los hombres bajaran y comenzaran a hacer una línea de ensamblaje para bajar todo y llevarlo a los autos. Mientras Ibiki y otro hombre estaban detrás de Tobi protegiéndolo-
Tobi se acerco a uno de los autos revisando la mercancía eran armas, solo armas. Observó a lo lejos y luego al cielo, todo estaba bien y normal. Mientras unos cuantos metros lejos de ahí estaban en una camioneta Kisame, Sasori, Konan y Karin vigilando todo mediante laptops, y radares
-Kisame, tenemos un problema –Kisame se levanto acercándose a la peli azul-
-¿Qué ocurre?
-Hay alguien demasiado cerca del rango del radar
-Síguelo, parece ser una sola unidad… Si se acercan demasiado avísame
-Bien
-Sasori, ¿Ya terminaron? –El pelirrojo pregunto por su auricular, Tobi le respondió-
-Dice que aún faltan algunas cajas más
-¡Tenemos problemas! –Gritó Konan- ¡Diles que se alejen! ¡Rápido!
-¿Qué pasa? –Kisame se acerco rápidamente-
-¡Son policías! –Grito Karin una vez había conseguido la radio donde estaban hablando los policías-
-¡Se acercan con rapidez los veo en el radar!
Mientras que Tobi y los demás seguían cargando las cajas, por su auricular escucho a Sasori
-¡Rápido! ¡Tobi tienen que alejarse! ¡Se acerca la policía!
-¡Pronto todos! ¡Atención vayan a sus vehículos! ¡Mayday! ¡Policía acercándose!
Todos corrieron a los autos, pero en eso Konan susurró que ya era tarde. Los autos y las sirenas ya estaban frente a ellos, el piloto subió comenzando a alejarse en la avioneta mientras un auto de policía lo seguía, Ibiki los siguió.
Dos cajas cayeron al suelo debido a los disparos y los que cargaban estas cajas tuvieron que esconderse detrás de sus autos para empezar a disparar.
-Maldición, esto va mal son varios… -Kisame tomó su arma y salió del auto corriendo-
-¡Karin dinos si vienen mas en camino! –Dijo Sasori-
-La avioneta despegó –Hablo Konan- Ibiki está en ella pero aun hay un auto siguiéndolo.
-No llegará lejos, lo que haya quedado en la avioneta se salvó. ¡Tobi, ¿Qué está pasando?! –Preguntó por el auricular-
-¡Uno de nuestros autos se ha ido pero en este momento estamos en un intercambio de balas!
-¡Kisame está en camino!
“¡Joder!” pensó Sasuke. Era la primera vez que estaba en una situación así y su peor error era no saber actuar en equipo, en ese momento recibiendo disparos desde todos los ángulos tenía que tener ayuda así que se unió a alguno de los hombres de Konoha para defenderse mejor.
Claro que una cosa era ser compañeros y otra… Cuidarse las espaldas a toda costa.
-¿¡Como se enteró la policía!?
-¡No podemos pensar en eso ahora Karin! ¡Sujétense! –Sasori se pasó al lado del piloto y comenzó a acercarse al sitio-
-¡Cuidado! –Grito Konan cuando un auto policial se interpuso en su camino. Chocaron, el pelirrojo chasqueó la lengua pero siguió su camino, Konan salió por una ventana disparando al auto policial aun detenido-
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China
-¿Todo bien? –Deidara acababa de volver donde Itachi que ya se encontraba solo-
-Sí, ¿Nos vamos?
-No… -El rubio le dio un beso- Dijiste que podríamos jugar… -Itachi sonrió-
-Vamos
El pelinegro tomó el maletín que aquel hombre había dejado frente a él. Deidara sabía jugar póker, y ahora mismo estaba jugando… Itachi sabía jugar pero no quería, le daba gracia y a la vez le gustaba ver a Deidara tan serio, le quedaba bien. Dos partidas después, una de ellas ganadas, fue suficiente
-Vamos Dei… -Susurró Itachi-
-Tienes razón, vamos.
Si Itachi supiera que en realidad había estado jugando de aquí para allá cuando lo había dejado con el hombre de traje… Mientras iban en auto Deidara comenzó a reír de repente.
-¿De qué te ríes?
-Jajajaja
-Ya entendí… -Suspiró, Dei estaba borracho-
-Itachi… -Susurro viendo al moreno, pero éste tenía la vista fija en el camino- Eres guapo… -Él rió en silencio- Me gusta tu perfil… -Acercó una mano a la mejilla del moreno acariciando mientras reía otra vez- Soy el novio de Itachi Uchiha –El moreno otra vez rió en silencio, cuando estaba borracho pero feliz, Deidara era muy divertido, cantó como si estuviera presumiendo de su relación con el moreno-
De lejos y a primera vista nadie notaría que el rubio estaba borracho, porque era solo un poco y porque cuando se emborrachaba no se notaba; Caminaba solo sin tambalearse, hablaba normal quizás solo un poco más de lo normal, lo único relevante era que se reía de repente y un pequeño sonrojo adornaba su rostro. Habían llegado al hotel y en el ascensor el rubio se abrazó al brazo del moreno riendo
-¿En serio estas borracho? ¿Tanto bebiste? -¿Qué habría hecho Dei mientras él estaba recogiendo el maletín?-
-Que aburrido eres… -Hizo un puchero- ¡Itachi! –Grito de repente y luego rió- Dime que me quieres
-Jajaja, Dei tu sabes que te amo
-Soy el novio de Itachi –Cantaba otra vez-
-Eres divertido…
-Ita… -Acababan de salir del ascensor y el rubio jaló al moreno dejando de caminar-
-¿Qué pasa?
-Bésame –No se esperaba esa petición, pero sonrió complacido y unió sus labios con los del rubio, pronto pasó de un simple roce. El rubio se separó riendo otra vez y entraron a la suite, Dei se dirigió a la cama y se lanzó sobre esta- Que suave
Abrió los ojos viendo al moreno desvestirse y entrar al baño. Escuchó el agua caer y se sentó, se quito la corbata y el saco, los zapatos y las medias, el cinturón y desabrochó la camisa levantándose…
-Itachi… -Susurró abriendo la puerta, el moreno se acaba de soltar el cabello y estaba solo en bóxer-
-¿Qué pasa? –El sonrojo del rubio era un poco más grande y comenzó a reír en voz baja acercándose al moreno, pasó los brazos por su cuello y lo vio fijamente- ¿En serio estas borracho?
-Si… No… No se Jajaja. Hazme un favor
-¿Cuál?
-Amor
-¿Qué?
-El amor… Hazme el amor –Itachi se sonrojó, el tono del rubio era más que atrevido, su mirada, sintió los labios del otro contra los suyos y no dudo en corresponder rápidamente pasando sus manos por la cintura de éste-
Deidara abrió la boca incitando a las lenguas a jugar entre ellas, Itachi entendió inmediatamente. Los sonidos comenzaron a ir en aumento y la falta de aire también… Cuando el oxigeno se volvió indispensable el rubio corto el hilo de saliva que quedo colgando y bajo al cuello del moreno, este levanto al rubio hasta sentarlo en el tocador quedando entre sus piernas. El pantalón del rubio se deslizó lentamente hasta el suelo con la ayuda del moreno.
Las manos de ambos buscaban más contacto más placer recorriendo lo que podían. Hasta que las manos alvinas llegaron a los glúteos del rubio
-Ah…
Una vez más capturaron los labios del otro, el moreno quitó la cola dejando caer el dorado cabello. El rubio bajo una mano por todo el torso del moreno hasta llegar a su miembro causando que éste lo mordiera reprimiendo un gemido, sonrió. Se separaron mientras el moreno se dirigía al cuello canela el rubio seguía rozando el miembro del moreno sobre la tela.
Podía sentir como el ojinegro estaba marcando su cuello, y le encantaba esa sensación. Llevó las manos a la espalda del moreno y con las piernas abrazo la cadera de éste causando que sus miembros se rozaran haciéndolos gemir.
-Ah, Ita…
-Estas muy excitado –Susurró contra su oído mientras lo mordía-
-Ah
El rubio bajo el bóxer el moreno hasta que quedo desnudo y éste hizo lo mismo con el rubio. Itachi tomó por las caderas al rubio y lo levantó dirigiéndose a la ya llena bañera jacuzzi quedando sobre éste. El agua estaba tibia pero ellos no. El moreno bajó por su cuello, clavícula, hombros, hasta llegar a sus pezones. Sabía que era el punto débil del rubio
-¡Ah!
Eso lo volvía loco, Itachi lo sabía y lo estaba torturando… Lamía, mordía, succionaba y jalaba de sus pezones de una forma exquisita, cuando estaban lo suficientemente rosa y erectos el moreno alzó un poco más al rubio hasta sentarlo en el borde y bajó por su torso repartiendo mordidas y lamidas.
Llegó al miembro del rubio y mordió la punta causándole un escalofrío y un sonoro gemido. Sonrió, esa vista había sido perfecta. Las manos del rubio se aferraron con fuerza al borde inclinando la cabeza hacia atrás, la lengua del moreno subía y bajaba por su miembro de forma lenta y torturante.
Tembló cuando sintió su miembro ser apresado por la cálida boca del ojinegro comenzando a succionar. Los jadeos, suspiros y gemidos del rubio eran su afrodisíaco y en ese momento estaban a tope, alzó la vista aun succionando y se sonrojó. Deidara se mordía el labio inferior, tenía los ojos cerrados, la cabeza un poco hacia atrás, sus manos se aferraban con fuerza al borde y sus piernas abrazaban la parte superior del moreno para no perder el contacto.
Paso la lengua por la punta del miembro del rubio haciéndolo temblar, subió besándolo con deseo éste pasó sus manos a la nuca del moreno apretando y jalando las hebras negras. Itachi podía sentir el pre semen hacer presencia, pero un gemido escapó de sus labios cuando una mano del rubio apretó la punta de su miembro.
El sabía que si había algo en lo que Deidara era un Dios del sexo, era cuando le practicaba sexo oral, pero también sabía cómo masturbarlo. Abrazó la cintura del rubio y lo metió de nuevo en el agua mordiendo su hombro
-Ita… Ah… Te necesito
-Somos dos –Susurró contra su oído-
El rubio llevó las manos al borde de la bañera cuando sintió el miembro del moreno rozar su entrada y se mordió el labio inferior
-No… No hagas eso –Itachi tomó de su barbilla para verlo fijamente- Déjame escucharte –Entonces fingió embestir al rubio golpeando su entrada sin entrar-
-¡Ah! Ya… Hazlo…
Se posicionó mejor tomando con una mano la cintura del rubio y con la otra su pierna. Dirigió su miembro a la entrada del rubio y comenzó a entrar lentamente, el rubio sentía las manos dolerle por cómo se aferraba al borde. Itachi cerró los ojos debido a como su miembro estaba siendo succionado con fuerza por esa cálida entrada. Suspiró en un gemido mientras esperaba que Dei se moviera.
El rubio respiraba con dificultad y apenas el dolor había pasado a ser placer movió las caderas, esa era su señal Itachi comenzó a moverse lentamente mientras cazaba los labios del rubio, eran adictivos contenían una especie de adictivo que los hacía tan especiales. En serio necesitaba sentir ese cuerpo de aquella manera.
Las embestidas fueron en aumento, y cuando el oxigeno hizo falta el moreno sintió como el rubio succionaba la piel de su cuello, sonrió eso dejaría una marca
-Orgulloso…
-Ah, mira quien… Lo dice
El moreno tenia ambas manos en la cintura del rubio y este se había abrazado a su cadera con una pierna, mientras ahora sus manos paseaban dejando marcas por toda la espalda del moreno. Ambos escuchaban la respiración agitada y los gemidos del otro en su oído, eso solo era más excitante el agua se movía a la par de ellos y salpicaba. De repente el rubio apretó con fuerza sus dedos a la espalda del moreno
-¡Ah! ¡Ahí! ¡Itachi ahí!
Había encontrado el punto exacto, el rubio se removía de placer bajo su cuerpo arqueando su espalda. Un sonoro gemido salió del moreno cuando una de las manos del rubio apretó uno de sus glúteos. Ambos llegarían al clímax pronto, una nueva danza entre sus lenguas dio inicio, una vez más el moreno dio en el punto exacto y Deidara se vino con un sonoro gemido apretando lo más que podía el cuerpo del moreno contra el suyo. Itachi luego de esa escena solo dio unas embestidas más y se corrió también por la succión de la entrada del rubio sobre su miembro, el rubio tembló al sentir aquella esencia tibia en su interior. La frente del moreno cayó sobre su hombro mientras respiraban agitadamente
-No estás borracho…
-Jaja, ¿Cómo lo sabes?
-Porque te conozco –Cazó los labios del otro una vez más, salió del rubio y con una mano se llevó el cabello hacia atrás mojándolo- Que interesado eres, usas como excusa una borrachera para abusarme
-¿¡Abusarte!? No me parecieron gemidos de miedo específicamente
-Jajaja me encantas Dei –Le dio otro beso-
-Lo necesitaba
-Somos dos… -Dei suspiró inclinándose hacia atrás aun abrazando al moreno, mostró un puchero-
-Itachi, báñame
-¿Perdón? Que flojo… -Entonces el rubio le lanzó agua al rostro-
-Jajajaja
-Bueno señor, eso significa una declaración de guerra
Le gustaba la faceta infantil del rubio, y a éste le gustaba cuando el moreno le seguía la corriente por más que muchas veces se lo había criticado en el pasado. Dicen que el sexo te ayuda a relajarte y era cierto… Ahora estaban más relajados, y sus mentes estaban por completo indiferentes a lo que pudiera estar pasando en Osaka…
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Japón
Al día siguiente iban bajando del avión, el maletín fue dejado en casa y luego se dirigieron a Konoha, en los pasillos se encontraron con Kisame
-Kisame, ¿Cómo salió todo?
-Tu hermano recibió un disparo
-¿¡Que!?
La cara de Itachi fue de espanto, mientras la de Deidara mostraba sorpresa y a la vez miedo… Itachi se veía molesto y eso nunca significaba algo bueno.