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Enamorando al Rey de Slytherin por Yadira xD

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Notas del capitulo:

 Jajajaja ya lo había publicado y me iba a ir a dormir cuando me percate que lo había publicado como capítulo de otro fic xD


Lo que causa el sueño… pero bueno aquí les dejo el nuevo capi. Un poco tarde u.u y lo siento pero he estado reajustando mis horarios, ya que me dieron el trabajo (T~T) pero bueno, los dejo leer y espero que lo disfruten.


Creo que uno o dos capis más y finaliza la trama de James y Tom, la pregunta es ¿Qué pareja seguirá?

Flash Back.


Después del fracaso con los planes de Sirius y Lily, Remus había sido el elegido por James para ser el siguiente. Ahora era su turno quisiera o no.


 


James y sus amigos estaban sentados a la sombra de uno de los arboles ubicados en el patio de la escuela, tratando de no llamar mucho la atención.


Este día tenían clases en conjunto con los Slytherin, pero por circunstancias “extrañas”, el profesor de Alquimia no había asistido, así que les habían dado el resto de la hora libre. Y era justo el momento perfecto para llevar a cabo el plan del castaño.


No sé veía a ningún alumno de Slytherin por los alrededores, según ellos, no querían estar en compañía de los leones, por lo que se habían ido quien sabe a dónde. Y gracias al poco tacto de Sirius, los de su misma casa los habían dejado solos con todo el patio.


El pelinegro miraba el cielo con aburrimiento.- me alegra que no hayamos tenido clases, pero, alguien puede decirme ¿Qué hacemos aquí?


-Esperamos.- fue la respuesta de Remus.


-Mmm… ¿Qué esperamos?


El castaño suspiro.- a que pase el profesor Riddle, canuto.


-Mmm… ¿para qué?


Gracias a Merlín, Lily intervino.- ¡para tomar el té, Sirius! ¿Qué más íbamos a hacer todos juntos, en el patio y con la mirada fija hacia el pasillo?


-Déjalo Lily.- dijo sonriendo Frank.- solo actúa de ese modo porque está irritado, ya que Snape aún no le habla por lo ocurrido hace cinco días.


Las risas no se dejaron esperar.- Si, ríanse y búrlense de las desgracias ajenas, ya los  quiero ver cuando el amor de su vida no les hable ni para darles la hora del día.- dijo enfurruñado.


-Ya lo hace.- dijo en un susurro Remus, poniendo una cara de tristeza, la cual fue notada únicamente por Arthur.


Él cual decidió que era mejor cambiar el tema.- este plan me parece muy bueno, sin duda será efectivo.


La sonrisa del castaño volvió a su rostro.- Si, yo también espero que resulte.


-¿Hola? Aquí Sirius ¿alguien puede decirme de que va este dichoso plan?


-Es fácil.- sonrió James.- hemos estado mandando gerberas a Tom los últimos días.


-¿Gerberas? ¿Ese es tu plan? Mandarle ¿flores?- soltó una risa.- eso no va a funcionar, lunático.


-Qué tu no conozcas la palabra cortejo, no quiere decir que otros no lo hagan.- defendió Lily.- a veces es necesario demostrar que te interesas por esa persona, y  conquistarla con bonitos detalles.


-Si, como si un hombre estoico amante de las serpientes fuera a sentirse alagado porque le lleven flores.- rodo los ojos mientras era acribillado con la mirada por la pelirroja.


-Me parece una buena idea.- Peter trato de aligerar el ambiente.- aunque me pregunto ¿Cómo le han hecho para darle las flores sin morir en el intento?.- Las miradas se posaron en James y en Remus, ya que es la misma pregunta que se había hecho la mayoría.


Ambos cómplices se regresaron a ver y sonrieron.- Convencimos a un niño de segundo de Hufflepuff para que fuera por nosotros.


-Valientes Gryffindor salieron.- Lily negó pero con una sonrisa que la delataba.- mandan al peón antes de que se arriesgue el Rey.


Ante la analogía, los leones se rieron.


-Le dije a Remus que podía llevarlas, pero él me contesto que se iba a perder la esencia del “admirador”, si iba yo.- se encogió de hombros.- así que acudimos al chico tejón y accedió encantado… parece que es fan de moony.- movió las cejas de forma graciosa, obteniendo de nueva cuenta la risa de todos y el sonrojo del castaño.


 


Todos pasaban un buen rato, riendo y contando historias sobre los enamorados de Remus, hasta que Frank giro hacia el pasillo y vislumbro a una serpiente que venía caminando.- bajen la voz chicos, ahí viene Crouch.


Las cabezas giraron para mirar al mencionado, pero eso no fue lo que llamo la atención de Remus y James, sino el hecho de que traía en su mano un muy conocido ramillete de flores.- ¿No son “esas” las flores que le dimos a mi Tom?.- James entrecerró los ojos para enfocar mejor su mirada.- ¿Qué hace “ese” con las flores que le di a mi Tom?.- dijo enojado.


-No lo sé.- dijo un poco confundido el castaño.- pero debe haber una explicación para ello.


-¡Claro que hay una explicación!.- se puso de pie.- y lo descubriremos ahora.


Antes de que hiciera una tontería, la pelirroja lo jalo de un pie, provocando que perdiera el equilibrio y fuera a parar de cara al suelo.


-¡Auch!.- aun en el suelo, giro su cara para ver al causante de su caída.- ¿Por qué hiciste eso, Lily?


Ella solo rodo los ojos.- porque estaban a punto de hacer una tontería.


-No iba a hacer nada tonto.- se sobaba su cara.- solo iba a preguntarle de la manera más atenta, ¿por qué diablos tiene las flores que le regale a Tom?.- Lily alzo una ceja sin creerle nada.- bueno, quizás lo hubiera hechizado una vez pero nada grave le va a pasar a esa serpiente rastrera y ahora ladrona.


-Apoyo a James.- ahora la mirada fastidiada de Evans se enfocó en el pelinegro.- ¿Qué?


-Cállate, Sirius.- se sobo el entrecejo mientras pensaba que hacer. Una idea se encendió en su cabeza.- ¡Peter!.- El aludido dio un brinco de sorpresa.- ve tú y pregúntale a Crouch porque es que tiene las flores que estaban dirigidas para el profesor Riddle.


-¿Por qué yo?.- realmente no quería ni acercarse a esa especifica serpiente después de que jurara que acabaría con él.- mejor que vaya James.


-No.- contesto tajantemente.- James acabara esto en un baño de sangre.- Sirius se iba a ofrecer pero la pelirroja le gano.- y Sirius es un idiota que solo quiere problemas. A parte tú no has hecho nada, así que te toca.


Las miradas estaban puestas en Peter, que al final acabó aceptando ir muy a su pesar.- Esta bien, yo voy.- se puso de pie sin animo alguno.


Camino unos pasos y se giró a ver a sus amigos quienes le hacían señas para que siguiera su andar.  Suspiró derrotado y siguió caminando hasta llegar detrás de Bartemius, quien iba a paso lento.


-…¿Crouch?.- llamo con voz baja. El susodicho siguió su caminar como si nada. Peter respiro hondo y volvió a llamarlo.- ¡Crouch!


Barty se detuvo en seco y se giró con una velocidad inimaginable, quedando solo un metro de distancia entre ellos.


La sorpresa y la sospecha estaban reflejadas en el rostro del Slytherin. De entre todas las personas de la escuela, ese preciso león era el último que esperaba ver y que le llamara.- Pettigrew.- dijo arrastrando las palabras.- ¿Qué quieres?


-Bue…no yo que..ria …sabe…r bueno s..i t…u.- las palabras no salían con propiedad a causa de lo nervioso que estaba.


Barty frunció el ceño.- no entiendo nada de lo que quieres decirme.


Estar cerca de los Slytherin de por si ponía nervioso al león, en especial esa que tenía en frente. Por esa razón, su boca no coordinaba bien lo que su cerebro le ordenaba.- flo…res yo qui…en.- señalo la mano que sostenía las flores.


La mirada de la serpiente se dirigió a su mano y de ahí Peter.- ¿Las flores?.- este asintió con la cabeza.- ¿las quieres?.- Eso lo tomo de sorpresa, ¿le estaba ofreciendo las gerberas? ¿A él?.- realmente no me importa que las tengas.- se encogió de hombros.- El profesor Riddle me pidió que las llevara al salón de pociones para que las usáramos en nuestra próxima clase. Parece que alguien se las regala, pero al ser alérgico a este tipo de flores, decidió emplearlas de otra forma, así que las utilizaremos para una poción.


-¡Oh! Entonces ese es el motivo.- cuando se dio cuenta lo que había dicho se tapó la boca con rapidez, pero eso ya no servía de nada, Bartemius lo había escuchado y ahora lo veía con extrañeza.


Pero la extrañeza no duro mucho antes de que se convirtiera en risa.-  así que es eso.- lo miro con burla.- te gusto.


-¿Qué?.- ahora el que miraba con sorpresa, era Peter.- No, no es lo que estás pensando.


Aun riendo, Crouch le aventó el ramillete de gerberas al león, que por poco las deja caer.- No eres mi tipo, Pettigrew. Así que aprovecha esas flores que será lo único que obtengas de mí.


Se dio la vuelta riendo, pero Peter no quería que se hiciera una idea equivocada y después se estuvieran esparciendo chismes por toda la escuela sobre ello. Antes de comprender lo que estaba haciendo, lo tomo del brazo y lo hizo girar.- ¡Espera!


Crouch le sacaba unas dos cabezas, realmente era alto.- ¡Oye, suéltame!.- jalo su brazo fuera del agarre del león pero al hacerlo, provoco que este perdiera el equilibrio y se fuera a estampar sobre su pecho. Ese golpe fue inesperado, provocando que el propio equilibrio del propio Barty se perdiera, ocasionando que ambos fueran a acabar en el suelo.


El instinto de supervivencia de Peter le ordeno que se aferrara a lo primero que viera, en este caso, la toga de Barty; mientras que este pasaba las manos alrededor de la cintura del león, para amortiguar el golpe.


Por todo el patio se escuchó un fuerte sonido, que no fue otro que los cuerpos de ambos tocando el suelo precipitosamente.


Todo el lugar quedo en silencio. Lily, James, Remus, Frank, Sirius y Arthur miraban todo lo acontecido en silencio.


El primero en abrir sus ojos fue Peter. No le dolía nada, lo único que sentía era algo duro bajo su cabeza. Al enfocar mejor su vista, se dio cuenta que “ese algo” era el pecho de la serpiente.- Yo, lo siento.- incorporo su torso de manera inmediata mientras sus mejillas se teñían de rosa.- de verdad lo siento mucho, yo y…o no quería que pasara esto. Simplemente quería que no te fueras con una idea errónea de lo que acaba de pasar.- hablaba con rapidez.


A Bartemius le dolía la espalda y sentía un peso extra sobre su abdomen. Abrió poco a poco los ojos encontrándose al causante de su caída.- Pettigrew.- dijo entre dientes.- siempre que estas cerca algo malo pasa.- Estaba a punto de perder los estribos y exigirle que se quitara de encima, cuando una voz lo interrumpió.


-¿Qué significa esto, jovencitos?.- ambos giraron sus cabezas con rapidez hacia la dueña de esa voz. Encontrándose con la mirada desaprobatoria de la profesora Mcgonagall.- ¿Cómo es posible que a plena luz del día estén haciendo esto? Esto es una grave falta a la moral.


Ese fue el momento en el que ambos se dieron cuenta en la posición en la que estaban. Bartemius estaba tirado en el suelo con sus manos sobre las caderas de Peter, mientras que este, estaba sentado sobre su abdomen. Para cualquiera que pasara por ahí, era lógico que pensaran que lo que menos hacían era tener una pelea.


Rápidamente ambos se pusieron de pie.- Profesora no es lo que está pensando.


-Es más que claro lo que está pasando, señor Crouch.- los miraba de manera desaprobatoria.- veinte puntos menos a ambas casas por sus conductas poco sensatas y faltas a la moral en plena luz del día.


-Pe..ro pero no estábamos haciendo nada.


-Sera mejor que guarde silencio, señor Pettigrew. No intente poner a prueba mi paciencia.- lo mejor era quedarse callados y no echarle leña al fuego.- andando, iremos a decirle al director acerca de su poca moral, y para que les designe su correspondiente castigo.


Peter miro sobre su hombro hacia donde sus amigos estaba y … ya no estaban. En cuanto vieron a Mcgonagall, todos habían salido huyendo por sus vidas.


Suspiro y siguió a la profesora que no paraba de decirles la poca educación que tenían al tratar de cometer lo que según ella era “acciones poco propias para un estudiante”. Pero era mejor prestarle atención a ella que a Bartemius quien no paraba de lanzarle miradas asesinas.


Si las miradas mataran, él ya estaría a unos cien metros bajo el suelo…


Final del Flash Back.


 


-Estoy castigado por un mes.- suspiro Peter.- debo ayudar a la señora Pomfrey en la enfermería todas las tardes después de clases con un muy enojado Crouch, del cual me debo cuidar porque estoy seguro que solo espera el momento en que me descuide para lanzarme un imperdonable.


-Eso no fue tan malo.- Sirius trato de aligerar las cosas.- a mí me pusieron a ayudar a los elfos a preparar el desayuno junto con Lily.


-¿No fue malo?.- le lanzo una mirada sucia.- Cuando la profesora nos llevó ante Dumbledore para que nos asignaría nuestro castigo.- un escalofrió paso por su cuerpo.- nos dio a mí y a Crouch una clase de sexo seguro… Aún sufro pesadillas por culpa de esa plática.


…Eso sí que es terrorífico, pensaron sus amigos.


-Bueno, bueno, bueno. Está bien.- sonrió Frank.- tampoco nos vamos a poner a pelear por uno que otro plan mal ejecutado.


-Mira quien lo dice.- lo señalo Peter.- tu plan fue el peor de todos.


 


Flash Back…


Gran comedor.


Después del fiasco en el plan de Remus, todos estaban un poco decaídos a causa de su poco éxito.


-¿Ahora qué hacemos?.- pregunto Lily.


-No sé. No tengo ninguna idea.- contesto Sirius.- ¿y tú, Peter?


Peter estaba sentado a un lado de Arthur haciendo su tarea.- no me hables, mal amigo. Me abandonaron para que el castigo solo recayera en mí.


-Ya te pedimos perdón.- dijo un poco avergonzado Remus.- no sigas enojado por ello, somos amigos.


-Sí, aparte sabes bien que yo ya tengo dos castigos que cumplir. Uno más y me dejan sin Quidditch.- dijo con terror Sirius.


Peter solo rodo los ojos y siguió en lo suyo.


-Bueno.- James estaba comiendo una tarta de pera.- ninguno de los planes a surtido efecto y no sé porque.


-Quizás el destino trata de decirte que dejes a esa serpiente en paz y busques alguien menos sádico para amar.- dijo, ganándose la mirada poco amistosa del de lentes.- ¿Qué?


-Cállate, Sirius.


-Se les está haciendo costumbre mandarme a callar.


-Si no dijeras tantas tonterías no habría necesidad de hacerlo.- Lily y Sirius empezaron una guerra de miradas.


Pasando de alto a sus amigos, Frank centro su mirada en James.- ¿Qué te parece un regalo?


-¿Un regalo?.


-Sí, algo parecido a lo que trataba de lograr Remus.- sonrió.- de esa forma se dará cuenta del interés que tienes en él.


-Me parece buena idea.- dijo animado el castaño.


-También a mi.- aporto Arthur.


-Bien, entonces un regalo será.- estaba alegre nuevamente. Tenían una idea muy buena, quizás esta si funcionaria.- pero, ¿Qué le regalo?


-Libros.- dijo de inmediato Lily.


-Una varita nueva.- sugirió Remus.


-Un esclavo para sus experimentos.- las miradas volvieron hacia Sirius.- ¡Ash!, ya no aguantan ni una broma, aburridos.


Pasando por alto el comentario del pelinegro, Frank volvió a hablar.- Qué te parece una mascota.


-¿Una mascota?.- lo pensó.- No creo, Tom no es de los que le gustan los animales.


-Estas equivocado, James. Al profesor Riddle le gustan los animales, en especial las serpientes.


-¿Serpientes? Que original.- rodo los ojos el pelinegro y prefirió comer su cereal antes de que alguien lo mandara a callar de nuevo. Sabía que estaba siendo un dolor en el trasero pero no lo podía evitar, su novio aun lo trataba con el látigo de su indiferencia y eso lo ponía de un muy mal humor.


Volviendo a dejar de lado los comentarios ácidos de su amigo, James dijo.- no sabía que le gustan las serpientes.- miro a Frank directo a los ojos.- ¿cómo lo sabes?


-Como lo sabe es lo que menos importa.- intervino Lily.- lo que debe importar ahora es averiguar en donde podemos conseguir una serpiente en esta época del año.


-En la tienda de animales mágicos que está en el callejón diagon. Ahí hay un sinfín de animales, sin duda tendrán una serpiente.


-Pero el callejón diagon queda lejos.- dijo Lily.


-En ese caso, esta otra tienda igual en Hogsmeade. También ahí puedes encontrar una serpiente.


-Por eso te amo Remus.- James sonrió.- mañana mismo voy a comprar una, solo que tendrán que cubrirme con los profesores.- sonrió de manera traviesa.


Sus amigos asintieron en confirmación, sin saber que mañana sería un largo día…


 


Al día siguiente…


El día había pasado sin ningún percance. Los profesores no habían sospechado de la inasistencia de James, aunque estaban seguros que Riddle no se tragó el cuento de su supuesto resfriado, pero tampoco comento nada al respecto…. ¡Gracias a Merlín!


En ese momento, todos… bueno, con excepción de Peter, quien estaba ayudando en la enfermería a causa de su castigo, iban hacia el dormitorio de su líder para ver con sus propios ojos el regalo que había comprado.


Abrieron la puerta y la cerraron. El lugar estaba en silencio, eso no era una buena señal.


-¿James?.- Él susodicho estaba arriba de la cama con una ¿silla? en las manos.- ¿Qué haces ahí?


El aludido los regreso a ver con una cara de terror.- ¡Cierren la puerta! ¡Se va a salir!.


-La puerta está cerrada.- No comprendían que quería decir.- ¿Qué sucede?.- hasta que una cosa larga y negra apareció debajo de la cama de Sirius.- ¡AHHH!.- gritaron e imitaron al de lentes.


Todos se subieron a un lugar alto; Remus se subió a la misma cama que James, Sirius se subió arriba de un baúl, Lily y Frank se subieron corriendo a la cama del castaño, mientras Arthur se subía a la mesa de noche que se encontraba junto a la ventana.


-¿Qué diablos es eso?.- la cosa se volvió a meter debajo de la cama.


Con una sonrisa nerviosa, James regreso a ver al pelinegro.- Es el regalo de Tom.


-¿La serpiente?.- dijeron al unísono.


-Sí.


-Pero… ¿Qué hace suelta en la habitación?


Suspiro derrotado.- Pensé que la caja donde la traía era muy pequeña e incómoda para ella, así que decidí darle un poco de espacio.- miro a sus amigos que a su vez lo miraban enojados.- la solté en la habitación pero…


-Después ya no pudiste atraparla.- concluyo Remus.


-No.


-¿Qué esperas entonces? Agárrala y métela a la caja de nuevo.- le dijo Lily.


-No puedo.


-¿Por qué?


James se miraba nervioso, otra mala señal.- porque no me acuerdo si es venenosa.


-¿QUE?.- gritaron asustados.- ¿ESA COSA ES VENENOSA?


-No sé, no me acuerdo exactamente lo que el vendedor me dijo.


-¿Por qué mierda compraste una serpiente venenosa, cornamenta?.- Sirius miraba hacia abajo, si esa cosa se le acercaba iba a correr como nunca en su vida lo había hecho.- ¿Por qué no le compraste un perro o un gato?


-Porque a Tom le gustan las serpientes.


-Pues esa serpiente está a punto de matarnos.- sentencio el pelinegro.- la voy a destruir.


-¡NO!.- dijo alterado James.- no le puedes hacer nada, es de Tom.


-Pues poco me importa que sea de ese estirado amante de las serpientes.


Remus un poco más tranquilo pregunto.- ¿te acuerdas que especie te dijeron que era?


Hizo memoria.- me dijeron que era una… ¿pitón reticola?


-¿Una pitón reticulada?


-Sí, eso mismo me dijeron.


Frank regreso a ver a Remus.- ¿es venenosa?


-No, no lo es.- todos suspiraron con alivio.- pero…


-¿Pero?.- ese “pero” no era nada bueno.


-Tienen mucha fuerza, son capaces de asfixiar a las personas, y su mordedora a pesar de que no es venenosa, puede causarnos mucho daño.


-¡Yo no quiero morir!.- sollozo Lily.


-¡Nadie va a morir¡.- trato de calmarla Arthur.- solo debemos encontrar una manera de salir de la habitación sin que nos ataque.


-Es imposible.- contesto James.- ya lo intente pero cada vez que me acerco a la puerta, sale y trata de atacarme.


-¿Qué vamos a hacer?.- dijo un exaltado Sirius.- mí Sev aún no me habla.


-¡Cállate, Sirius!.- dijeron a la vez James y Lily.


A causa de su alboroto, no escucharon que la puerta se estaba abriendo.- ¿Chicos?.- todos voltearon hacia la puerta. Ahí estaba Peter parado con la perplejidad impregnando su rostro.- ¿Qué hacen encima de la cama, el baúl y en la mesa de noche?


-¡NO! ¡NO ENTRES!.- gritaron todos.


Peter se asustó ante el grito y entrecerró la puerta.- ¿Qué? ¿Qué sucede?


-El regalo de Riddle se escapó y ahora trata de matarnos.- dijo rápidamente Sirius.- ¡ve y busca ayuda! ¡Llama a un Slytherin!


-Que sean Slytherin no quiere decir que sean entrenadores de serpientes, Sirius.- Remus negó con la cabeza.


-¡ESO ES!.- levanto la voz James.- busca a mi Tom. Él sabe hablar pársel, puede controlar a su mascota.


Un siseo se escuchó, alterando de por sí, la poca calma que había- ¡AHHHH! ¡RAPIDO PETER!


No esperó ni que se lo dijeran dos veces para salir a buscar ayuda. El problema era ¿Qué le iba a decir a Riddle cuando se lo encontrará?


 


El aire le faltaba y estaba sudando a mares, Peter no era una persona atlética en comparación a sus amigos que gustaban de los deportes. La única vez que hizo ejercicio fue en quinto año, cuando Sirius junto a James le habían dicho que estaba gordo y que debía bajar de peso.


Ese año fue el más duro de su joven vida. Lo único bueno fue que realmente bajo mucho de peso gracias al espartano entrenamiento, pero eso fue hace dos años, su condición física de ahora era nula.


Al dar la vuelta por uno de los pasillo, se topó con una pared que lo mando al suelo.-¡Auch!


-¿Pettigrew?.- alzó la vista presuroso, encontrándose con unos ojos color plateados… era Malfoy, y no venía solo; a su lado estaban el mayor de los Lestrange y el novio de Sirius, Snape.- ¿Qué te sucede? Pareces alterado.


Con su respiración entre cortada, lo único que pudo decir fue.- pe...li..gro l..os chi.. cos.


Los tres Slytherin se le quedaron viendo, hasta que el entendimiento de sus palabras se instaló en su cerebro. El primero en salir corriendo hacia la sala común de Gryffindor fue Snape, seguido de Rabastan y por último, el heredero de los Malfoy.


Peter aún en el suelo se les quedó viendo, después de unos segundos de respiración, se levantó y los siguió, olvidando que sus amigos le habían dicho que buscará a Riddle.


 


-¡WAAAA! Nos quiere comer.- gritaba Sirius mientras brincaba de donde se encontraba hacia la cama más cercana, la cual era de James.- esa cosa nos está atacando.


La serpiente se había subido al baúl en donde el pelinegro estaba. Poco a poco se fue bajando mientras siseaba hacia ellos.


-Quizás tenga hambre.- dijo Frank, siempre viendo lo bueno en las cosas.


-Me importa poco que tenga hambre.- Sirius estaba alterado.- yo no me voy a convertir en alimento de serpiente.


-¿Dónde está Peter? Ya se tardó mucho.- Lily no le quitaba la mirada al lugar donde la serpiente se había escondido.


-No ha de tardar mucho.- trato de animar Arthur, y justo en ese momento, el sonido de la puerta siendo azotada llamó la atención de todos… Y ahí estaban, en el umbral de la puerta, Malfoy, Lestrange y Snape.


-¡Sirius!.- el azabache corrió hacia donde estaba su novio y de un salto, brinco sobre la cama de James y abrazo a su pulgoso.- ¡Por Salazar! ¿Estás bien?


El pelinegro sólo parpadeaba sin entender que pasaba, más no era lo suficientemente estúpido como para no aprovechar la situación.- Mi Sev.- lo abrazo con fuerza.- estaba tan asustado de no volver a verte.


-¡Lupin!.- esa voz era inconfundible. Lucius corrió hacia Remus, subiendo de forma poco "Malfoy" a la cama. De un empujón, quito a James del camino.- ¿Estás bien?


Esa preocupación repentina lo descolocó.- .. s..i.- El rubio platinado suspiro aliviado, sin percatarse del modo como estaba actuando.- que bueno.


Un repentino grito los saco de su nube momentánea.- ¡Rabastan! Cierra la puerta y sube ahora.


La serpiente estaba yendo con velocidad sobre el mayor de los Lestrange, pero eso no fue lo que dejó atónitos a todos... ¿desde cuándo dejo de ser “prepotente Lestrange” para convertirse en Rabastan?


El pelirrojo vio venir a la serpiente en su dirección, siseando y con los colmillos descubiertos. Como todo Slytherin, reaccionó de manera instintiva y corrió lo más rápido que pudo hacia el lugar más alto, el cual era junto a Arthur.- ¿Qué diablos le pasa a esa cosa?.- miro como se enroscaba en el centro de la habitación, alerta.- quería matarme.


-No es la única.- Sirius estaba abrazando a Snape, quien del susto al ver a la serpiente, se había trepado como si de un árbol se tratara en él.- ¿desde cuándo eres tan amigo de Evans?.- entrecerró los ojos.- algo tramas.


-No es el momento para eso.- Lily estaba más preocupada en no convertirse en comida de serpiente que en el hecho de haber llamado a Lestrange por su nombre de pila.


-¡Lo defiendes!.- miro de uno al otro. A pesar de que la mayoría de las veces actuaba como un idiota, sabía leer muy bien el ambiente.- ¡ustedes dos se traen algo!.- Los implicados se regresaron a ver nerviosos.


-¡AHHHHH!.- Remus, Lucius y James brincaron a la cama donde estaban Sirius y Severus. La serpiente siseaba más fuerte a cada segundo, parecía que le agradaba asustarlos.


-Debí imaginarlo.- dijo enojado Sev, pero sin bajarse de su seguro lugar. Tenía los brazos enroscados en el cuello de Sirius y sus piernas estaban enganchadas en su cintura.- ustedes solo son problemas. ¿Qué hace una pitón reticulada en su habitación?


-No sabemos.- mintió Frank.- cuando llegamos ya estaba aquí.


-Yo deje la ventana abierta y por ahí debió entrar.- Remus estaba seguro que no se tomarían muy bien el hecho de que trataban de conquistar a su jefe de casa. La mentira en esta situación era mejor.- fue mi culpa.


-No fue tu culpa.- trato de consolarlo Lucius.- fue un error, a todos nos pasa…bueno a mí no.


James lo regreso a ver con cara de: ¿Qué mierda le pasa a este?. Malfoy no era esa clase de persona, nunca consolaba a nadie que no fuera de su círculo de amigos.


Al igual que Sirius con Lily, James sospechaba que aquí había gato encerrado pero… ¿con Malfoy?


Nuevamente, el sonido de la puerta siendo azotada los saco de su trance.- ¡Me dejaron atrás!.- Peter estaba a punto de morir por una sobre dosis de ejercitación.


-¡Cierra la puerta!.- gritaron todos.


La serpiente volvió a sisear, bajándose de la cama fue en dirección hacia el recién llegado.- ¡Corre, colagusano!/ ¡Corre, estúpido león.


Peter vio que se acercaba y corrió hacia la mesa de noche, pero la serpiente como anticipando el movimiento, lo siguió.- ¡AHHHH!


-¡No, no vengas aquí!.- grito Sirius, pero no le hizo caso. Salto a la cama junto a ellos, y la serpiente hizo lo mismo.- ¡AHHHHH!


El caos se desato en la habitación. Los chicos brincaban de cama en cama, de mueble en mueble y corrían en círculos por todos lados.


-¡Sirius, haz algo!


-¿Qué quieres que haga?.- corría mientras cargaba a su histérico novio.


Lily copio a Severus y se montó en la espalda de Rabastan.- ¡Corre!


-¡Lily me estas ahorcando!.- decía mientras anclaba los pies de la pelirroja en su cintura para que no cayera.


-¡Aun quiero conocer a mi hijo!.- Arthur decía frenético, mientras jalaba a Peter de una mano, ya que se había paralizado del miedo.- ¡Corre, Peter!


-¡Nos va a comer!.- era lo único que decía.


De la otra mano lo jalaba Frank.- ¡no es momento de entrar en pánico!.- no convencía a nadie cuando era uno de los que más gritaba.- ¡AHHHH!


Lucius había tomado a Remus y a James en brazos, cargándolos como costal de papas. Ya que fue demostrado que ante el pánico, perdían todo sentido de equilibrio, y sus tres caídas consecutivas lo habían demostrado.- ¡Pesan demasiado!


-¡No te atrevas a decirme gordo, rubio oxigenado!.- estaba asustado pero no iba a dejar que lo ofendieran.


-¡Si no te gusta, corre tú solo!


-¡Cállense los dos y corran que ahí viene!


-¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!


 


Los gritos alertaron a los demás alumnos de séptimo de Gryffindor, quienes asustados llamaron a su jefa de casa.


El caso de la serpiente se rego por todo Hogwarts en menos de dos minutos, pero con unas pequeñas alteraciones:


“¿Te enteraste? Parece ser que un basilisco está aquí y ya se comió a los alumnos de séptimo de Gryffindor”.


“Los merodeadores convirtieron a unos Slytherin en serpientes reales”.


“Parece que encontraron un criadero de serpientes venenosas en la sala común de los Gryffindor”.


 


La mayoría de los profesores y Dumbledore, llegaron para arreglar la situación de una vez por todas, antes de que la histeria colectiva se hiciera más grande.


Como experto en pársel, Riddle fue el elegido para controlar la situación. En menos de diez minutos, el ojiverde salía con una serpiente enroscada en su mano, y detrás de él, un grupo de jóvenes histéricos, asustados, llorando y uno desmayado.


De todos los implicados, Remus era uno de los que estaba más tranquilo, así que fue quien conto lo que había pasado. Su historia se centró en la ventana abierta y la sorpresa que se llevaron cuando volvieron de clases y encontraron a la serpiente ahí.


Desde que empezó a narrar lo que había pasado, sintió la mirada del amor imposible de James sobre él. Riddle sabía que mentía, pero no dijo nada para desacreditar lo que había dicho. Con esta, ya eran tres las veces, que había preferido guardar silencio a echarlos de cabeza, y siempre que pasaba, James estaba metido en medio… quizás llamar amor imposible a lo que su amigo sentía no era totalmente cierto.


Final del Flash Back.


 


-Solo recordar a esa cosa rastrera me pone de nervios.- un escalofrió cruzo por el cuerpo de Sirius.- Nunca quiero volver a verla.


-Lo siento chicos.- dijo apenado Frank.- pensé que sería buena idea.


-No fue tu culpa.- Lily trato de animarlo, después de todo, quien había tenido la gran idea de darle espacio a la serpiente y soltarla en la habitación, había sido James.


-Si mal no recuerdo, el profesor Riddle se quedó con la serpiente.- el pelinegro regreso a ver a Arthur con los ojos muy abiertos.- le puso, Nagini.


-¿No me jodas?


-No lo hago.- soltó una risa.- ayer que fui a dejar mi trabajo atrasado de defensa, lo vi con ella en su oficina, parece que si le gusto su regalo.


La alegría del pelirrojo no era compartida, los demás estaban más preocupados preguntándose que iban a hacer ahora. Nada había resultado como lo habían pensado. Aunque aún faltaba que Arthur y Peter planearan algo, pero después de todo lo ocurrido, ya no querían saber nada de planes.


El silencio en la habitación se volvió más sofocante, hasta que James paro su andar de repente y grito.- ¡Ahhh!.- Sus amigos pensaron que por fin se había vuelto loco.


Respiro profundamente una, dos, tres veces, antes de que se dejara caer en la cama más cercana a él. Su concentración se centró en el techo de la habitación, estaba empezando a dudar de todo. Quizás nunca iba lograr llegar a Tom.


El silencio que reinaba provoco en los presentes un sentimiento de derrota y lastima a la vez, sentían que le habían fallado a su amigo, había pedido su ayuda y ellos no habían dado todo.


-Deberías decirle simplemente lo que sientes.- Las miradas se centraron en Arthur, quien estaba a su vez, mirando a James, que al escucharlo decir esa frase, se incorporó y presto atención.- No necesitas emplear un sin fin de trucos y planes para expresar lo que realmente sientes.- el pelirrojo lo miraba con sabiduría, y una calma que inspiraba a creerle todo lo que dijera. Si en ese momento le ofreciera comprar la torre Eiffel, sin duda la compraría.- Solo ve y dile lo que tu corazón siente, quizás él no te toma en serio porque piensa que es un juego. Recuerda que no tenemos la mejor reputación entre los profesores.


Una sonrisa se instaló en los labios del de lentes.- Si estás seguro de que lo amas, deja todos estos planes, se sinceró, demuestra y expresa lo que sientes. No te des por vencido, recuerda que eres James “nunca me doy por vencido” Potter. Lucha, lucha y lucha, si de verdad lo quieres, debes luchar, porque nada en la vida es fácil y el amor, es uno de los sentimientos más difíciles de afrontar.


A los oyentes se les hizo un nudo en la garganta, en especial a Remus y a Lily.


-Anda.- la atención de James cambio a su compañero y hermano de bromas.- ve y dile a esa serpiente tuya lo que realmente sientes y si eso no funciona, siempre puede ayudar la sala de menesteres. Una semana ahí metido y créeme.- sonrisa pícara.- te dirá te amo en menos de una hora.


James sonrió ante la sugerencia de Sirius, sabía que solo trataba de animarlo muy a su estilo.- tienen razón, un Potter nunca se da por vencido. Mis sentimientos dan más que esto así que iré.- se puso de pie totalmente decidido.- iré y le diré lo que siento.


Sus amigos empezaron a vitorear como si de un partido de Quidditch se tratara.- ¡ánimo, James! ¡Tú puedes! ¡Ve tras esa serpiente!.- eran unas de las frases de apoyo que le daban mientras su líder caminaba hacia la salida en busca de Riddle.


En cuanto salió y cerró la puerta, el silencio volvió a invadir la estancia.


-¿Creen que es muy tarde para un seguro médico?


-¡Peter!


Dijeron en unísono, pero realmente no lo culpaban, todos pensaban lo mismo. ¿Qué pasaría si Riddle lo rechazaba? O peor ¿Lo cruciaba?


Lo único que les quedaba era creer en las palabras de su amigo sobre que el jefe de la casa enemiga no era lo que aparentaba, que debajo de esa fachada fría, se encontraba un hombre amable… aunque ellos dudaban lo de “amable”.

Notas finales:

Como aquí ya son las 3 de la mañana jaja me voy, pero no sin antes darles las gracias por toda su paciencia y por comentar que les ha parecido cada capítulo.

 

PD: mañana respondo los review (^-^)


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