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Andrógino por Hacchiko

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Notas del capitulo:

Hi, babies¿Qué creen? Este mes cumplo años :’v! ¡Felicítenme, felicítenme! No es obligatorio, ho, ho, pero me harían muy feliz si me llenaran de comentarios :’v Sobretodo con el Question Time!

 

¿Recuerdan que les dije que soy una paranóica que no confía en los internet? Bien, enfrenté mi miedo. Mi lap no agarra, so, tuve que meterme a otra compu $: Por lo que estoy escribiendo lo más rápido posible $:

 

Cosas importantes:

    • ¿Qué es el QUESTION TIME? Son sugerencias de lo que podrías agregar a tu comentario para el fanfic y mostrar tus opiniones. Por lo tanto, no es obligatorio contestarlo o responder todas las preguntas (aunque me haría inmensamente feliz que las respondieran todas).

 

 

    • Todos tenemos valor, y tenemos derecho a expresarnos. Eso quiere decir que, en caso de que quieras dejar tu valioso y hermoso comentario, por favor, te suplico, no pongas «soy un asco pero aquí voy»/«Te hice una biblia, perdona por escribir tanto» ni nada parecido. En cuanto pienses que eres un asco, tú mismo te lo estás creyendo, y eso, mi querido lector, no es cierto.

 

 

    • NO IMPORTA LO LARGO QUE SEA TU COMENTARIO, LO ACEPTARÉ CON MUCHO AMOR. AMO LEER, así que, mientras más largo y extenso, más feliz me haces♥.



    • Algo importante que olvidé comentar en el capítulo pasado. Por favor, no odien a Sulli, al menos no aún. Sí, ella sale a escondidas con Min Ho, pero, ¿sabe de Tae? ¿Sabe lo que Min Ho y Tae Min sienten por el otro? ¿Es malvada siquiera? Digo, no es mi idol favorita femenina, pero tampoco la odio. No la juzguen todavía por favor :'(

 

 

Creo que eso es todo. (Creo). Muchísimas gracias por apoyarme, por leer, esperar y comentar. Espero les guste tanto o más –mucho, mucho más- que los anteriores, y si pueden, dejen amor con comentarios.

Besos y abrazos psicológicos♥

att’Hacchi♥!

 

 

Andrógino

Semana 18: Filmando octavo episodio.

Capítulo 24: Distraídos

 

 

 

Había estado ansioso por ese día, esperando que llegara y que al mismo tiempo, jamás pasara. No sabría qué hacer ni qué decir. Nunca había tenido una cita, esta sería la primera en toda su vida, a pesar de ser falsa, y seguía sin estar preparado. Se sobresaltó cuando vio a Joon salir de la tienda, llegando a su lado con una sonrisa tranquila.

 

 

-¿Y bien, novio? ¿A dónde me llevarás? -cuestionó alzando las cejas ante el sobrenombre remarcado, disfrutando de los nervios del otro.

 

 

-N-no lo sé. -tartamudeó y tragó duro, sintiendo a sus manos sudar. Luego, sonrojado, se acercó a su oído para susurrar.- ¿Ya somos novios? -y Joon descubrió que se había saltado un paso.

 

 

-Tienes razón. No me has pedido adecuadamente que sea tu novio. -le dio una miradita de pies a cabeza.- Y déjame decirte que no soy un chico fácil. -Onew asintió como si acatara las órdenes de algún militar. Joon al verlo tan obediente, sonrió con suavidad, tomó su mano y comenzaron a caminar.

 

 

Salieron de la plaza, y continuaron hasta llegar a un restaurante de pollo. Era temprano, y el local estaba vacío, aún así, tomaron una de las mesas más apartadas para alejarse de la vista pública. Joon rió al darse cuenta de que, en efecto, su primera cita (falsa) sería en una tienda de pollo. Onew, en cambio, una vez sentados, se percató de que un restaurante de pollo no era lo más adecuado para una primera cita, lo cual, le hizo avergonzarse.

 

 

-Lo siento, ¿te sientes cómodo o prefieres ir a otro lugar? -el alto negó.

 

 

-No, estoy bien aquí, gracias. -Onew asomó su cabeza al menú pegado en la parte superior de la pared tras el mostrador.

 

 

-¿Qué vas a pedir? -Joon se alzó de hombros. No solía comer eso, así que no tenía idea de cómo funcionaba.

 

 

-Lo mismo que tú.

 

 

-¿Una cubeta? -el pelinegro abrió sus ojos impactado. ¿Todo eso comía? No creía poder acabárselo.

 

 

-Un poco menos. -y Onew, obediente, lo dejó solo para ir por su comida. Unos minutos más tarde, volvió con una cubeta, una caja chica, puré y dos sodas, de lo cual, Onew extendió las últimas dos.

 

 

Al inicio, comieron en silencio, sin embargo, entre mordisco y mordisco fueron comentando hasta entablar una conversación. Joon no podía creer que Jin Ki comiera tanto, le impactaba y al mismo tiempo, le daba risa.

 

 

-Siempre quise ser actor. -confesó el mayor, ya que anteriormente había comentado que tenía 24 años. Jin Ki mostró sorpresa.

 

 

-Omo, ¿en serio? ¿Y ya has actuado? -preguntó, mordiendo otro piernil.

 

 

-En la escuela. Hice de príncipe azul.

 

 

-Aigo, debió salirte natural. -bromeó, avergonzando un poco a Joon, quien se cubrió la boca sin tocarla, para reírse. Incluso, Onew percibió un tenue rubor en sus mejillas.- ¿No has audicionado para alguna empresa? -Joon se encogió de hombros.

 

 

-Es complicado, y más si no tienes experiencia o conexiones que te ayuden. -Onew mostró comprensión en su rostro.

 

 

-Yo te contrataría, pero no sé nada de eso. -mencionó, deseando poder ayudarle de alguna manera.

 

 

-Gracias.

 

 

Cuando terminaron de comer, Joon intentó pagarle la mitad del total a Onew, pero este se negó, diciendo que la primera cita iría por su cuenta. Al salir de ahí, Joon creyó que tendría que irse rodando pues estaba demasiado lleno. Continuaron conversando, bastante entretenidos conociendo al otro, y mientras caminaban, veían a su alrededor, hasta que Jin Ki, sin aviso alguno, empezó a correr.

 

 

Joon vio con asombro como Onew llegaba a la zona de juegos del parque, específicamente, a las resbaladillas, la cual era una estructura de madera con techo, que medía dos metros, tenía, después de las escaleras, un piso grande pentagonal con cuatro resbaladillas diferentes tanto en forma como en color. A esa hora, había cerca de diez niños haciendo fila en el juego, claro que los infantes le miraban fijamente, extrañados por ver a alguien tan grande con ellos.

 

 

Jin Ki, al llegar a la cima y sentarse sobre un resabaladero amarillo en espiral, le gritó a Joon que se uniera a él. ¿Estaba loco? Onew se tiró y gritó emocionado mientras se deslizaba, hasta que sus pies tocaron el suelo, se levantó y corrió de regreso con Joon como un niño en busca de su mamá para que le comprara algo.

 

 

-¡Hyung, únete! -el aludido sonrió al ver sus intentos por llevarlo, resistiéndose al inicio, aunque luego se dejó manejar para ir juntos a los juegos.

 

 

¿Quién diría que Lee Jin Ki podía ser tan niño? Joon no se lo esperaba, pero tampoco estaba decepcionado. Onew jaló su mano para conducirlo a las escaleras de las resbaladeras, haciendo fila con los niños e ignorando la incomodidad del mayor. Una vez sentados en el estenso tobogán rojo, que era el más largo y menos empinado, Jin Ki lo hizo acomodarse tras él, con su pelvis pegada a su cadera, sus piernas rodeando las suyas, e incluso posicionó sus manos alrededor de su cintura sin percatarse del nerviosismo que crecía en él, impidiéndole negarse o reaccionar en contra de la exfesiva (y repentina) confianza que Onew estaba mostrando. (Aunque más que molestarle, le agradaba), y se deslizaron, riendo al llegar al suelo.

 

 

Más tarde, luego de usar cada uno de los toboganes (tres veces cada uno), fueron al pasamanos chico, en el que Joon se subía a la parte de arriba de los escalones del techo, observando entre risas cómo Onew avanzaba los tubos caminando un poco agachado con varios niños regañándole por hacer trampa. Después, se fueron a los columpios, balanceándose más alto como si fueran competencias. Tan entretenidos estaban que no se percataron cuando los niños fueron abandonando el lugar. Cuando terminaron de repetir todos los juegos, se sentaron a conversar en un columpio cada uno.

 

 

-Tengo sed. -comentó vagamente Onew.

 

 

-Cruzando la calle hay una tienda. Puedo ir a comprar unas sodas.

 

 

-Aigoo.. Me da flojera levantarme. -admitió, provocando risas, y una vez serios, el pelinegro volvió a hablar.

 

 

-Déjame pagarlas. -pidió.- No me dejaste gastar en la comida.

 

 

-Yo te invité, yo debería pagar.

 

 

-No seas ridículo. Esta cita es de dos personas y yo también debo pagar. -se quejó, poniéndose de pie.

 

 

-¿Seguro? -Joon asintió.

 

 

-Ahorita vuelvo. -avisó antes de caminar.

 

 

Onew observó su figura tranquila andando hacia el final de la cuadra. Aburrido, paseó su vista por el lugar, encontrándose una silueta muy familiar sentada en un banco a orillas del parque. Apenas se imaginó a la persona que se parecía y su teléfono sonó sobresaltándolo, antes de revisarlo.

 

 

«¿Sabes en dónde está Tae Min?»

 

 

Jin Ki frunció el ceño pensando que era demasiada casualidad, ya quea persona que estaba mirando se parecía mucho a Tae Min. Observó un poco más a la silueta lejana y cabizbaja, notando que estaba cansado. Volvió a su teléfono y tecleó una respuesta.

 

 

“Lo encontré.”

 

 

Una vez enviado, guardó el celular y se encaminó hacia el probablemente-Tae Min, percatándose poco a poco de que, más que desanimado, se encontraba en un trance meditativo y triste. Se sentó a su izquierda en la banca.

 

 

-¿Qué pasa? -el menor dio un brinquito en su lugar, y observó a su mayor, delatando sus ojitos hinchados. ¿Había estado llorando?

 

 

-Hola, Hyung. -contestó desviando su mirada, aunque ya era demasiado tarde, Onew ya había visto sus brillantes ojos.

 

 

-Key está preocupado. No sabe dónde estás.

 

 

-No quiero ir a casa. -Onew se sorprendió por su respuesta.

 

 

-¿Por qué no?

 

 

-No lo sé. -mintió sintiendo que los sentimientos volvían como olas para empujarlo al llanto, su cara se desfiguró, y tuvo que bajar el rostro para que Jin Ki no se percatara de las lágrimas que comenzaban a caer. Ya no quería llorar.

 

 

-Tae... -murmuró al notar cómo su Dongsaeng llevaba sus manitas a sus ojos para secarlos. Sintió el fuerte impulso de abrazarlo, pero recordó que había dejado a Joon. Cielos.- Espera un momento, ahorita vuelvo.

 

 

Pidió antes de dirigirse a la tienda que Joon le había dicho, encontrándoselo en la orilla de la cuadra conversando con alguien más. Cuando el pelinegro notó que se acercaba, se despidió del amigo y fue hacia él.

 

 

-Lo siento, olvidé preguntarte qué bebida querías. -explicó rascándose el cuello.

 

 

-No importa, yo... -no supo cómo decirlo; volteó a la banca y luego a él, percatándose de que él también vio hacia allá.- Hyung, necesito hacer algo, lo lamento.

 

 

-¿Eh? -preguntó torpe mirándolo a los ojos.- ¿Me estás dejando plantado? ¿Qué clase de novio eres? -bromeó cruzándose de brazos.

 

 

-Es que.. Bueno... -giró de nuevo hacia Tae, que lloraba con el rostro escondido entre sus palmas.

 

 

-¿Qué le pasa al pequeñín? ¿También es parte de Chunee?

 

 

-SHINee, y sí, no, algo así. -explicó sin saber cómo decirlo. Suspiró avetgonzado.- Lo siento, pero no puedo dejarlo solo.

 

 

-Entiendo. -dijo sonriendo.- Entonces, me voy primero. Buena suerte, Líder. -contestó dándole un beso rápido en la mejilla, pero antes de que Jin Ki pudiera ilusionarse, añadió:- Aún me debes diez wons. -dio media vuelta y se fue.

 

 

Jin Ki ni siquiera pudo articular algo, avergonzado y sonrosado por la despedida de su falso novio, se quedó mirado cómo desaparecía en la vuelta de la esquina. Esperó veinte segundos más a que su corazón dejara de latir frenético, y una vez calmado, regresó con Tae, ahora preocupado.

 

 

-Minnie, vamos a casa. -el aludido negó con la cabeza, secándose un ojo. Decidió no insistir, y pensó en otro lugar donde llevarlo que no estuviera a la luz pública. Tronó sus dedos con la respuesta en mente, y tomó la mano de Tae Min para que lo siguiera.

 

 

Si Tae no hubiese estado mirando el piso durante todo el camino, se habría percatado de que el lugar al que Onew lo llevaba era menos preferible que el apartamento de SHINee, para su mala fortuna, se dio cuenta cuando ingresaron a la empresa. Jin Ki lo condujo al elevador, el mismo que Tae tomó apenas una hora antes, cuando el sol aún brillaba para él y su corazón no estaba hecho añicos. Subieron cinco pisos y salieron del ascensor caminando por el extenso pasillo. Tae Min se puso tenso, pues era el mismo piso en el que había encontrado a Min Ho y a Sulli juntos, aunque era probable que ya no estuvieran, ya que se habían retirado desde antes que Tae Min saliera del edificio. Pasando por los cuartos, identificó en un pasillo horizontal la voz de Amber, volteando instintivamente, y encontrándola platicando con Krystal y Sulli. Tragó saliva nervioso, desviando su vista mientras avanzaban entre las demás conversaciones de los otros cuartos. Onew abrió la puerta, y Tae Min ya no entendió, pues lo siguiente eran las escaleras de emergencia. Con duda, volteó hacia su Hyung.

 

 

-¿Por qué nos bajamos del elevador si íbamos a seguir subiendo? –Onew jaló su mano para que atravesara el umbral, cerró la puerta y una vez solos, le murmuró en el oído.

 

 

-Porque sería muy sospechoso que el elevador esté en un piso donde no hay nadie.

 

 

Tae no entendió, pero antes de preguntar, Jin Ki tomó su muñeca y empezaron a subir los escalones hasta llegar tres pisos más arriba. Abrieron la puerta y caminaron en silencio por el pasillo hasta que el Líder se detuvo frente a uno de los cuartos, sacó una llave que traía en su collar y con ella abrió la puerta. Hizo una seña a Tae y éste, obediente, entró con él. Jin Ki puso el seguro y encendió la luz. Era la sala de ensayos que, entre otros grupos, SHINee usaba para sus coreografías. Minnie volteó hacia Onew sin entender, pero este no le hizo caso, en lugar de eso, tomó una guitarra que estaba recargada en la pared; la había dejado ahí unos días antes cuando fue a ensayar un par de canciones.

 

 

Como Jin Ki era el Líder del grupo, tenía acceso a horarios del cuarto de ensayo que era usado por SHINee y otros dos grupos; Onew aprovechaba esto, y a veces lo consideraba su santuario, pues iba a ensayar canciones o coreografías cuando éste se encontraba solo. Dos días antes había ido a ensayar una canción en acústica, y tan torpe como solía ser, olvidó su guitarra. Menos mal que no le pasó nada. Jin Ki, tranquilo, se sentó apoyando su espalda en la pared, afinando el instrumento.

 

 

-¿Quieres oír algo*? –no esperó a que Tae respondiera, empezó a rasgar las cuerdas con habilidad, entonando una melodía en tarareos. Casi un minuto después, se detuvo.- ¿Te gusta? –el joven levantó su pulgar en modo de aprobación, y Jin Ki sonrió, antes de seguir tocando. Tae Min, sin tener idea de qué hacer, fue hacia él y se acuclilló a su lado. Onew dio al menos tres vueltas a la misma melodía, puliéndola en cada repetición, cuando Tae por fin habló.

 

 

-Hyung. –el mayor le miró sin detenerse.

 

 

-Mande, Dongsaeng. –respondió alegre.

 

 

-¿Te sabes la de «qué puedo hacer»? –el alto se detuvo al recordar la melodía y percatarse de que no era una canción muy alegre que digamos.

 

 

-Eh, claro.

 

 

-¿Podrías tocarla por mí? –el castaño le miró, queriendo decirle que una canción triste no solía aliviar los malos momentos, no obstante, al verlo con los ojos tan brillantes y un puchero deprimente, no tuvo el valor de negarse.

 

 

-Claro, Minnie, lo que quieras. –contestó sonriendo incómodo antes de tocar las cuerdas adecuadas con suavidad, dando paso a una música tranquila, lenta y melancólica. Tae Min miró la pared de enfrente, recordando  a Min Ho Hyung cuando estaba con Sulli.

 

 

«Por cada paso que doy mis ojos derraman lágrimas. Por cada paso que das, mis lágrimas caen de nuevo. Te irás a un lugar muy lejano donde no te alcanzaré con mis manos. Soy incapaz de detenerte, solamente me quedo llorando.»

 

 

Una gota se deslizó por su mejilla pero Tae Min ya no quiso hacer nada por detenerla. Parpadeó un par de veces, dejando que las demás gotas le siguieran hasta desaparecer en su cuello. Tae Min estiró sus manitas como si de verdad viera cómo Min Ho se alejaba de él, las cerró en puños y las mantuvo en su estómago, preparándose para cantar el coro. Su voz estaba más grave y temblorosa, su cuerpo estaba tambaleante, sus pestañas mojadas y sus rojas mejillas, bañadas; sus puños blancos por apretarlos con tanta fuerza.

 

 

«¿Qué puedo hacer? ¿Qué puedo hacer? Te fuiste muy lejos de mí. ¿Qué puedo hacer? ¿Qué puedo hacer? Me dejaste solo. Te amo, te amo, aunque yo te llame... No podrás oírme, porque el que te grita es mi corazón.»

 

 

Onew intentó no distraerse observándolo, estaba preocupado por la criatura cantando a su lado, pues aunque podía darse una idea de lo que pasaba con él, no estaba completamente seguro del “cómo” o del “quién”. Negó con la cabeza, pues justo esa semana, Tae Min había lanzado su canción, que precisamente hablaba del primer amor. Tan irónico, Tae sufriendo por un amor no correspondido.

 

 

«Todo el día trato de olvidarte, pero solo te recuerdo. Todo el día, trato de decir adiós, pero de nuevo pienso en ti.»

 

 

El coro se repitió, mientras Tae se preguntaba, realmente, ¿qué podía hacer? Le dolía tanto el alma, todas sus esperanzas se habían destruido de un minuto a otro, desde ir a confesarse hasta ser brutalmente rechazado sin necesidad de palabras. ¿Cómo no se dio cuenta de que a Min Ho Hyung le gustaba alguien más? Quizá estaba tan cegado por los divertidos momentos junto a él, que no pudo ver que las pistas claras estaban justo frente a su nariz. Sulli era bonita, alegre, tímida y dulce. Ya había conversado con ella una o dos veces, pues en esas dos semanas que Ki Bum estuvo enyesado, las chicas de F(x) les visitaron seguido.

 

 

«¿Qué puedo hacer? ¿Qué puedo hacer? Eres el único para mí...»

 

 

Todavía no terminaba el show. Apenas llevaban ocho capítulos, y aún así, Tae no creía poder seguir con esa farsa. ¿Por qué tuvo que lanzarse de esa manera al abismo? Cerró los ojos, arrepentido. ¿Cómo iba a sobrevivir las siguientes semanas fingiendo que no pasó nada? Min Ho le gustaba demasiado, no podía solo aparentar que era su amigo. Sorbeteó, parpadeando más rápido. No podía irse tampoco. Su madre pensaría que los chicos le lastimaron y eso crearía escándalos al grupo y a la empresa. Inspiró pesado, cada inhalada de aire era como una roca para sus pulmones, demasiado densa y difícil de respirar. Después de todo, Min Ho Hyung no tenía la culpa, jamás fue su intención ilusionarlo para rechazarlo, él no sabía que Tae interpretaría tan erróneamente su amabilidad hasta convertirlo en algo que nunca existió. En una ilusión que ni de broma podría ser realidad algún día.

 

 

Iba a repetir el coro una vez más, pero cuando iba en “el que te grita…” su voz se quebró y escondió su rostro entre sus manos, humillado. Debía verse patético. Se sentía tan tonto, tan avergonzado. Onew, al escuchar cómo se interrumpía la canción, dejó la guitarra en el suelo y se acercó al pequeño hecho ovillo, abrazando sus rodillas desconsoladamente como un gatito en la lluvia. Jin Ki, preocupado, rodeó con sus brazos a su Dongsaeng, esperando que Tae pudiera sentir su apoyo, y que de ninguna manera estaba solo.

 

 

 

 

 

Ki Bum metió la ropa en la lavadora con brusquedad. ¿Dónde demonios se habían metido todos? ¿Dónde estaba Tae Min? ¡Llevaba ya dos horas sin saber de él! ¿Y Min Ho? ¡Ese vago andaba afuera desde la mañana! ¿Y qué hay de Onew? ¡Pff! ¡Ese ni se diga!

 

 

Lanzó un grito frustrado y enfurecido antes de seguir levantando la ropa, cuando de pronto, al alzar un pantalón, bajo él encontró una cucaracha que le hizo gritar agudo con todas sus fuerzas, soltando la prenda y que esta cayera en su cabeza. Espantado, dio media vuelta para salir pero chocó con el idiota de Jong Hyun. Todavía asqueado por el animalito, se aferró al torso del mayor, dando chillidos aterrorizados. El otro, al ver su inquietud, alzó una ceja, y luego vio el suelo, encontrando a medio paso, el maléfico insecto que tanto molestaba a su Bummie. Sin miedo alguno, estiró el pie y con su pantufla, aplastó al bichito con un “crash” final, provocando que la espalda de Key se estremeciera entre sus brazos (ya que Jong Hyun no perdió la oportunidad de abrazarlo). El menor volteó sin separarse, para comprobar que el monstruo no continuara vivo, y al no verlo, volteó hacia Jong Hyun, con la tela cubriéndole media cara.

 

 

Jong, observó su rostro con detenimiento, antes de retirarle delicadamente el pantalón del rostro, y de paso, acariciando su mejilla izquierda con dulzura, pues Key ya no le permitía tocarle.

 

 

-¿Lo viste? Era enorme. –murmuró como un niño relatando sus traumas a alguien de confianza. Jong rió.

 

 

-Sí, casi se comía tu cabeza. –bromeó pasando su pulgar por los labios de Key. Este, malhumorado, alejó su cara de su palma con cierto rechazo.

 

 

-Qué chistosito. –sarcasmeó llevando el pantalón a la lavadora.

 

 

-Bummie, veamos una película.

 

 

-No. -rechazó mientras agregaba polvo a la lavadora.

 

 

-¿Por favor?

 

 

-No.

 

 

-Vamos, ¡te salvé la vida! ¿Recuerdas?

 

 

-¡Cállate! -gritó avergonzado mientras tiraba más detergente a la lavadora y sin darse cuenta de que la cantidad indicada ya la había pasado varios segundos atrás.

 

 

-Oww, pero Key...

 

 

-¡Te dije que no! ¡Aléjate! -gritó tirando todo el contenido de la bolsa en un arranque de furia, dejando con la boca abierta a Jong Hyun, impactado.

 

 

-Key... -intentó decirle, y de nuevo, el otro le interrumpió.

 

 

-¡Cállate! ¡¿Qué parte de "aléjate de mí" no entiendes?! ¡Tae, Onew y Min Ho llevan todo el día desaparecidos! ¡¿Qué voy a hacer?! -se desahogaba, al tiempo que jalaba sus cabellos, y Jong, bueno.. Seguía sin saber cómo decirle a Key que no se echaba el paquete entero de detergente en una sola lavada.

 

 

-Keey...

 

 

-¡¿Pero cómo se supone que sepa yo dónde están?! ¡Ni siquiera han mandado un mensaje, una llamada, al menos señales de humo o algo!

 

 

-Ki Bum...

 

 

-¡Yah! ¡Todo es tu culpa! ¡De seguro se fueron porque eres un enfadoso! -y Jong Hyun se olvidó de la espuma que empezaba a salirse de la tapa que cubría la lavadora.

 

 

-¿Disculpa? ¡¿Yo qué tengo que ver aquí?! -exclamó.

 

 

-¡Que eres un enfadoso que no me deja ni respirar a gusto!

 

 

-¡¿Yo?! ¡Nada de esto pasaría si no fueras una apretada* y me aceptaras de una vez! -y empezaron a discutir a gritos, moviendo los brazos con exageración, sin importarles lo hinchadas que estaban las venas de sus cuellos, como si fueran a explotar, ni la de sus frentes.

 

 

Mientras ellos escupían las palabras al contrario con todo y pulmón, la espuma comenzó a incrementar hasta caer al precipicio en una cascada blanca y espesa, todo sin que ellos se percataran. Fue cuando a Ki Bum se le ocurrió darle un fuerte empujón al enano, descubriendo apenas que no estaba tan flaco como antes, sin embargo, no pudo pensar mucho en ello; su pie pisó mal en un intento de retroceder; éste se deslizó hacia adelante, y Ki Bum, sin tiempo para pensar en una mejor opción, jaló al otro de la camisa, que en lugar de ayudarlo a quedarse en pie, solo le dio un peso extra. Key cayó de espaldas al suelo con Jong Hyun encima.

 

 

Jong, asustado, se separó revisando el rostro de Key, quien apretaba sus ojos por el dolor. Su espalda amortiguó el golpe antes de que su cabeza chocara, no obstante, seguía doliéndole mucho, y por varios minutos, lo dejó ensordecido con un persistente zum. Jong, angustiado, con ganas de llorar, tomó las mejillas de Ki Bum, buscando sus ojos, esperando que reaccionara.

 

 

Gritó su nombre, pero Key, aunque lo miraba borroso, no lo escuchaba, el estúpido zumbido no le dejaba oír nada más. Jong Hyun, al punto del colapso, llorando, acarició sus ojos.

 

 

-¡Bummie! ¡Bummie! ¡Key, reacciona! -gritó.- ¡Ki Bum, mírame! ¡No te duermas!

 

 

El nombrado, con cansancio parpadeó lento. Estaba mareado y confundido, intentó llevar una mano a su propia cara pero falló, cayendo a un lado de su cuello. Extrañado, frunció su ceño al sentir algo suave pero traspasable. Confundido, levantó su mano para examinarla, más solo pudo distinguir blanco.

 

 

Jong Hyun volteó a la lavadora. Estaba chorreando demasiada espuma, y sin demorarse más, se puso de pie para desconectarla, pues sería peligroso si ésta seguía chorreando. Después se hincó a un lado de Key, tomó su mano cubierta de burbujas con ambas manos.

 

 

-Amor, escucha, no te muevas, ¿me oyes? No te muevas. -ordenó fuerte, claro, pero cariñoso y angustiado. Key, en cambio, solo miraba una silueta de colores difusa, y a lo lejos entre el zumbido molesto y el eco, logró distinguir:

 

 

"... mor... cha... muevas... yes... no... ehas..."

 

 

¿Qué? ¿Quería que se moviera o no? Se mareó aún más al ver la silueta que cobraba un poco de nitidez, negando con la cabeza. Jong Hyun le dio un beso en los nudillos y se levantó corriendo, dejando a Bummie asustado, extendiendo la misma mano hacia su dirección. ¿Lo iba a dejar solo?

 

 

Bling Bling, una vez abajo, tomó el teléfono de la casa y llamó a su doctor de confianza, diciendo que era una emergencia. En cuanto le aseguró su rápida presencia, Jong corrió escaleras arriba y se tiró de rodillas a un lado de Bummie, quien, entre asustado y confundido, mantenía su mano alzada hacia él, queriendo sentir su rostro. Jong, un poco más calmado, acarició su mejilla con la derecha, queriendo tranquilizarlo; con la izquierda acarició su cuello y la escabulló por su nuca y un poco más arriba, para asegurarse de que no hubiera daños. Con cuidado, sacó la mano, analizándola y aliviádose al no detectar sangrado, ya que el golpe había sido muy fuerte. Luego, tomó una toalla, la dobló y la colocó bajo la cabeza del contrario, prosiguiendo con las caricias en el rostro de Key.

 

 

-Nunca me lo perdonaré si te pasa algo.

 

 

Ki Bum no le entendía y lo podía rectificar por su rostro adormilado. Cielos. Jong Hyun, unió su frente suavemente con la del otro, derramando un par de lágrimas. Los segundos le fueron eternos, la ambulancia aún no llegaba y Jong Hyun sentía que moriría de las ansias. Le dio un beso en la nariz y uno en la frente, cuando de pronto, escuchó las sirenas. Apurado, bajó las escaleras, abriendo la puerta. Varios paramédicos, entre ellos, su doctor de confianza, entraron a toda velocidad con una camilla, dirigidos por Jong Hyun, llegaron al cuarto, y sin perder tiempo, revisaron a Key. El vocalista se quedó en el umbral, observando a Key.

 

 

-¿Está bien?

 

 

-Aparentemente, no tiene daños, pero unos estudios nunca están de más. -concluyó el hombre antes de colar sus manos bajo el cuello y rodillas de Key, con ayuda de otros dos, lo pusieron en la camilla.

 

 

Una hora más tarde, Jong por fin pudo respirar aliviado, ya que los resultados comprobaban que Ki Bum no tenía heridas más graves que un sencillo hematoma en la parte posterior de su cabeza. Ki Bum aunque despertó en medio de las pruebas, se quedó dormido, pues la somnolencia que no le llegó la noche anterior se apareció con creces por el golpe. El doctor le dijo a Jong que no era de preocuparse, mientras lo despertara cada dos horas para asegurarse de que reaccionara normalmente, estaría bien. Luego de percatarse de que no tuviera problemas, Jong Hyun llamó a su mánager para que los llevara a casa.

 

 

Menos mal que no tuvo que enfrentarse a despabilarlo, pues Ki Bum despertó a los diez minutos de que llegaron a su hogar, en el sillón. Jong Hyun se sentó con él y le dio un vaso de agua, Ki Bum, bocabajo, se enderezó, aceptando sediento la bebida. Cuando lo terminó, Key volvió a recostarse boca abajo y suspiró, volteando hacia Jong, observándolo con atención y timidez.

 

 

¿Cómo alejarse si Jong Hyun prácticamente daba dos pasos cada vez que Key lograba retroceder uno? Esa misma semana le había dicho a Jong Hyun que no aceptaría por ningún motivo porque simplemente lo que le decía no era cierto. ¿De verdad pensaba que le creería su "no me gustabas pero ahora sí, seamos novios"? Claro que no. Nadie cambiaba de opinión (y menos sobre esos temas tan importantes) tan rápido, tenía que ser lástima, pues era el único sentimiento que Jong podría tener hacia él. Admiró una vez más su atractivo rostro, sintiéndose tonto por seguir suspirando su nombre aún sabiendo que no le correspondía. El mayor acarició su mejilla con dulzura.

 

 

Se quedaron un rato más en silencio antes de optar por pedir comida a domicilio. Luego de llamar al primer restaurante que se les ocurrió, Jong Hyun volvió al sillón para acompañar a Key. Una vez más, sus mentes se hallaban en blanco. ¿De qué hablar?

 

 

-¿Sabes? Eres mucho más lindo que Tae cuando duermes. -confesó Jong Hyun, a lo que Ki Bum rodó sus ojos.

 

 

-Sí, claro, hablando entre sueños y roncando soy muy lindo.

 

 

-Al menos no babeas como Tae. -ambos rieron por el comentario.

 

 

-Tonto. -contestó entre risas.

 

 

-Es en serio. Además te vistes mejor, tienes mejor sentido del humor, eres más listo, más alto...

 

 

-Ni creas que caeré con eso. -interrumpió enseriándose.- No te va a funcionar.

 

 

-¿Qué más puedo hacer si no me quieres dar una oportunidad?

 

 

-Oye, un beso no es precisamente una "estrategia de conquista". Los besos se dan con personas de real estima, no de experimento. -renegó frunciendo su ceño.

 

 

-¿Y cómo sabré si hay química verdadera entre nosotros?

 

 

-Eso se siente aunque no haya besos, torpe. -expuso acomodándose boca arriba, y así, verlo mejor.

 

 

-¡Pero te salvé la vida y dos veces! -exclamó mostrando dos dedos, dándole más veracidad a su argumento.- Me deberías de dar al menos un besito.

 

 

-En tus sueños, quizá.

 

 

-Eso es demasiado leve comparado a lo que yo sueño.

 

 

Admitió en un murmuro que Ki Bum no logró distinguir, y una vez más, se quedaron en completo silencio, meditando profundamente. Key no iba a ceder ahora por nada en el mundo, pero Jong Hyun tampoco se rendiría, aún entendiendo que sería más difícil debido a que había roto sus ilusiones y ahora las tendría que volver a armar.

 

 

-Me asustaste.

 

 

-¿Lloraste mucho? -se burló el otro antes de reírse al notar el leve rubor en las mejillas de su mayor. Sí, Kim Jong Hyun lloró mucho. No ocupó palabras para saberlo.

 

 

-Fue mi culpa. No pude decirte que no se echa toda la bolsa de detergente en una lavada. -Key pensó un poco y se sorprendió al percatarse de que sí lo había hecho. En ese caso, su golpe fue lo mejor que le pudo haber pasado, pues era preferible a la electrocución que tanto él como Jong pudieron sufrir, si es que la lavadora no explotaba. Sudor helado bajó por su cuello; tanto que pudo haber pasado por una torpeza suya. Inspiró, sintiéndose culpable.- Pero no te preocupes, estás bien, y eso me tranquiliza. -añadió con honestidad Jong sin dejar de acariciar su cabello, provocando que este se sonrojara.

 

 

-Gracias, Hyung.

 

 

-De nada, Dongsaeng.

 

 

-¿Te duele algo? -Ki Bum, ante la pregunta, tanteó la parte trasera de su cabeza, apretando los ojos y dientes cuando tocó la zona del golpe.

 

 

-Sólo si lo toco.

 

 

-Oh. -fue lo más inteligente que alcanzó a responder, justo antes de añadir:- ¿Ya te gusto otra vez?

 

 

-Absolutamente no.

 

 

-¡Pero te salvé la vida dos veces! ¿Por qué no-?

 

 

El timbre sonó. Key sonrió, salvado por la campana, sabiendo que se trataba de la comida rápida que Jong ordenó por teléfono. Gracias al cielo, Bling Bling no volvió a insistir en el tema, y Key pudo relajarse un poco. Min Ho llegó en la noche, cuqndo elos estaban mirando una película, no obstante solo saludó y subió a dormir. Onew y Tae aparecieron media hora más tarde, se quedaron con ellos a terminar la película. Ninguno de los tres explicó donde anduvieron.

 

 

 

 

 

-Big news.

 

 

Los cuatro giraron hacia Key, deteniendo todo movimiento. Era la mañana siguiente, estaban desayunando, y al mismo tiempo, preguntándose qué quiso decir (excepto Onew, él sí sabía inglés).

 

 

-O sea, nuevas noticias. -todos soltaron un "o" de comprensión.- Hablamos con el manager y Tae, cantarás el domingo de la semana que viene. Pero esta vez será un dueto con Min Ho, aunque el presidente dijo que también puedes cantar un solo.

 

 

-¿Solo? -repitió Tae con la boca llena de arroz.

 

 

-Sip, puedes escoger cantar solo o en dúo.

 

 

-Será divertido, Minnie. -comentó Min Ho sonriente, a lo que Tae le miró unos segundos (sin poder masticar por la enorme cantidad de arroz en su boca), giró su rostro al lado contrario y metió más arroz, como si no quisiera contestar, extrañando a los presentes.

 

 

-También dijo que tu canción es un éxito. -Tae intentó repetir "canción", y aunque no pudo ni cerrar bien la mandíbula, Key le entendió.- Sí, la de "You". Dice que es la más vendida en la semana.

 

 

Tonta canción. Tae asintió tratando de sonreír, más no le era posible.

 

 

-Y también dijo que tendremos un concierto la próxima semana. Nos dio la lista de canciones que presentaremos y Minnie estará en el concierto. -ahora sí, el mencionado tragó y sonrió.

 

 

-¡Omo! ¡Eso es genial! -comentó Onew emocionado.

 

 

-Lo sé, lo malo es que tendrá dos canciones femeninas y dos masculinas.

 

 

-¿Eh? ¿Por qué? -reclamó el menor de ahí.

 

 

-Porque ya habías debutado con "Fashion Monster" para tu papel femenino, y acabas de debutar con la de "You" para tu lado masculino. Tienes que mostrar tanto de hombre como de mujer.

 

 

-Pero dijeron que ya no me vestirían así. -renegó.

 

 

-Ya lo hablaron con tus padres, incluso dijo que podías llamarlos para confirmarlo tú mismo. -Tae Min rodó sus ojos frustrado.- Vayan empacando sus cosas y demos lo mejor de nosotros, por favor.

 

 

Y a Minnie solo le quedó suspirar resignado. No había modo de que pudiera solo presentarse de hombre sin levantar sospechas.

 

 

 

 

 

Onew estaba componiendo una canción. Tenía la idea, pero no lograba fluir por completo. Mordía el borrador del lápiz sin dañarlo realmente. Intentaba sacar esa melodía de sí, más no la encontraba, pues su mente tenía algo inconcluso que no podía transmitirlo. Como si hubiera olvidado algo. Fue cuando su celular vibró corto en el piso a su derecha. Un mensaje.

 

 

"Hola, novio."

 

 

Sonrió sin pensarlo. Le había dado su número sin dudar a su nuevo Hyung. No obstante, eso le recordó lo que había olvidado. Eso era. Tecleó su respuesta velozmente.

 

 

"Olvidé pedirte que fueras mi novio."

 

 

"Y darme mis diez wons."

 

 

Jin Ki rió en voz bajita antes de escribir una respuesta.

 

 

"En la próxima cita te los doy."

 

 

"¿Y un besito también?"

 

 

Jin Ki se sonrojó al leerlo, sin embargo, antes de que pudiera siquiera abrir un nuevo mensaje y redactarlo, le llegó otro de él.

 

 

"Es broma."

 

 

Onew suspiró más tranquilo, mandó un último mensaje y bloqueó su teléfono justo cuando Tae se acercó a él en ropa cómoda, diciéndole que se fuera poniendo en su posición para ensayar las coreografías que presentarían en su concierto. Onew, levantándose, repasó en su mente el mensaje que acababa de enviar.

 

 

"No me molestaría darte unos cuantos, Hyung."

 

 

 

 

Semana 19

 

Algo que usualmente Min Ho hacía en los conciertos era acercarse a Minnie y tener contacto con su cuerpo. Abrazarlo, tomar su mano, cargarlo, tomarlo de la cintura, agarrar sus mejillas, entre otros detalles inocentes. Bien, eso era antes, pues ahora, Tae Min hacía de todo para escapar de sus "garras". Quizá estaba exagerando, pero lo sentía de esa manera en esos días.

 

 

En los ensayos, Tae Min prácticamente se resbalaba de sus dedos cuando lo intentaba abrazar, le daba sonrisas forzadas, e inventaba excusas ridículas para evitarlo, aunque algunas si resultaron ser ciertas, ya que en los últimos días se ha vuelto más apegado a Onew Hyung.

 

 

Al menos, en el concierto no lo evitó por completo. Si bien, tomó su mano un par de veces, fue el único tipo de contacto que Tae le permitió tener. Corría con sus otros Hyungs cuando notaba que Min Ho lo abrazaría. Y eso fue una dura patada directa al autoestima de Min Ho.

 

 

¿Por qué lo trataba así? ¿Le habría hecho algo? Extrañaba abrazar a Minnie, habían sido tan cercanos y de un momento a otro se volvieron desconocidos. No lo entendía. Suspiró con añoranza, viendo a Tae Min con una peluca rubia, lentes, blusa rosita pegadita, chaleco rosa fuerte, falda pegadita de brillitos rosa oscuro, mallas oscuras y tenis azules; interpretando "Mi primer beso" con Key en un vestuario similar en la parte de arriba. En ese momento, se encontraba tras el escenario, esperando a que llegara su solo. Y hablando de turnos, a finales de esa semana cantaría con Tae, lo cual le hacía desear que no le ignorara tanto. Ni siquiera en sus ensayos hablaba más de lo necesario, Minnie estaba empeñado (más bien, "empeñada") en evitarle lo más posible. Ya se sabían la canción, al igual que con Onew y Jong Hyun, era una romántica, Tae usaría un lindo vestido azul celeste y tocarían juntos el piano. Algo en lo que Min Ho era un total asco. ¡Ni siquiera podía tocar la de "El viejo McDonald tenía una granja"!

 

 

Su pantalón vibró corto. Revisó el teléfono, se quedó leyendo un par de segundos y luego tecleó una fugaz respuesta.

 

 

-¿Con quién hablas? -Choi se sobresaltó girando hacia su sonriente Hyung.

 

 

-Con nadie. -respondió tranquilo.

 

 

-Oh, bueno. -soltó restando importancia al asunto, dirigiéndose hacia Jong Hyun. Min Ho ocultaba algo, y Onew creía saber qué era.

 

 

 

 

 

Sábado. Nuevamente, ensayo. Lo cual significaba: miradas evasivas (usualmente al piso), sonrojos inesperados, conversaciones que se enfocaran en el ensayo, manos sudorosas, tartamudeos, actitudes distraidas, y más. Todo por parte de Taem.

 

 

Min Ho adoraba la personalidad suave de Minnie, su dulzura e inocencia, sus sonrisas, sus parloteos, su timidez... Todo. El problema era que seguía comportándose distante con él, huyendo, cortando charlas fuera del trabajo, centrando su mirada lejos de él. Y ya comenzaba a preocuparse.

 

 

"Si tan solo fuera una chica."

 

 

Apretó los ojos reprendiéndose mentalmente. Una vez más, el pensamiento despertaba por sí solo, aún más rápido de lo que a él le gustaría. Seguía sin estar seguro sobre el género de Tae, y en realidad, ese fue el principal motivo por el que buscó a Sulli.

 

 

Para ser honesto, comenzaba a tener miedo de sí. Su mente siempre se enfocaba en Minnie, en lo divertido que es estar con Minnie, en lo linda que es, en lo adorable que es aún sin tener la intención, en lo traviesa y juguetona que puede ser. Tae podría ser la chica que nunca creyó encontrar (y menos de esta manera), la mujer ideal para él. Su único problema, el que nunca se callaba, el que regresaba a su cerebro para atormentarlo unas horas más, era que Tae puede no ser una mujer. Incluso si Min Ho estaba un 99% seguro de que era una chica, el otro 1% era la realidad escondida, aquella en donde estaba la respuesta a sus dudas. O más bien, la verdad que no deseaba ver.

 

 

Estaban frente a frente ensayando su baile. Min Ho estiró el brazo que sujetaba a Tae, y cuando estuvieron separados a excepción de sus manos, el menor se enrrolló hasta quedar entre sus brazos dándole la espalda. Min Ho podía sentir lo tenso que estaba Tae, y también su alivio cuando, siguiendo el baile, se dio media vuelta, tomó sus manos y distanciados a medio metro del otro, se movieron para girar juntos.

 

 

Inevitablemente, se acordó de Sulli. Era media cabeza más alta que Tae, era bonita y agradable, además de que su cabello era larguísimo y sedoso. Estaba casi completamente seguro de que él era su primer novio, y aunque se sentía un poco culpable por eso, lograba contrarestarlo con la idea de que la estaba haciendo feliz, ¿no? Sulli era muy dulce, y había notado desde días antes que le gustaba, así que su cerebro le dijo que tal vez si salía con ella, dejaría de ilusionarse con Tae. No puede permitirse enamorarse de Minnie ni por un momento, y Sulli, sin darse cuenta, colaboraría a que eso no pasara.

 

 

No la lastimaría, por supuesto que no, pues estaba saliendo sólo con ella. Y tampoco dañaría a Tae Min, ya que no había manera de que se enterara. Solo quería evitar que su corazón se enamorara más de Tae, y de esta manera, evitaría sufrimiento a ambos. Despertó a la realidad cuando sintió el diminuto pie de Tae sobre el suyo, lo miró y notó su rubor.

 

 

-L-lo siento. -balbuceó bajito sin dejar de ver al suelo. Min Ho, cansado de que le evitara, paró en seco y alzó su barbilla para que viera su cara.

 

 

-Basta. ¿Qué pasa contigo? -cuestionó serio pero suave. Minnie, avergonzado, iba a excusarse.- Y no aceptaré un "nada, Hyung". -advirtió imitando su vocecita. Lee frunció su ceño intentando apartarse, pero Min Ho no aflojó el agarre a su muñeca.

 

 

-Suéltame. -siseó entre dientes.

 

 

-No hasta que contestes.

 

 

-No quiero. -se quejó cohibiéndose, sintiendo que un nudo se formaba en su garganta.

 

 

-Dime, Tae Min. No te haré nada. –pidió más suave.

 

 

-No quiero.

 

 

-¿Por qué no? -insistió jalando su rostro hacia él, apretándolo de las mejillas. Entonces vio que sus ojos brillaba más que hace rato cuando bailaban.

 

 

No. Sería humillante si Min Ho descubriera que Tae entendió mal sus sentimientos y creyó que le gustaba, pero, ¿qué podía decirle? Iba a hablar, cuando escuchó un comentario que no pudo entender. Al menos, no a qué se refería.

 

 

-Te pareces a Key. -Tae alzó su ceja extrañada. Sintiendo sus mejillas entumecerse, forcejeó una vez más, logrando que soltara su rostro.

 

 

-Lo tomaré como un cumplido. –comentó sobando sus adoloridas mejillas.

 

 

-Ahora solo falta que salgas corriendo cada vez que veas a Jong Hyun y digas lo tonto que es. –Minnie detuvo todo movimiento, analizando la frase, percatándose de que el nuevo trato hacia Jong Hyun era más que intencional, tenía un origen y una razón. Parpadeó intentando recordar si Key había mencionado algo al respecto, más no encontraba nada relacionado.

 

 

-¿Qué con Jong Hyun? –dijo olvidándose de las formalidades.

 

 

-No, nada, estaba bromeando. –dijo rodando los ojos al darse cuenta de que no era gracioso, y luego, notó que Tae no entendía el porqué de su chiste. Dudoso, se acercó.- Eh, porque Jong Hyun le dijo que no... –agregó alargando la última letra, y comprobando que en efecto, Tae no tenía ni idea de eso.

 

 

-¿Que no a qué?

 

 

-No te lo contó. –murmuró sorprendido y Tae decidió que era momento de irse. Dio media vuelta, yendo hacia la salida.- Espera, Tae, Key no te va a decir nada.

 

 

-Se vale intentarlo. –fue lo último que dijo antes de cerrar la puerta.

 

 

 

 

 

Continuará...

 

 

 

Notas finales:

1* La melodía que Onew tocó en el salón de ensayos es esta. Es una canción que es parte del Soundtrack de una novela que adoro (mi segunda favorita, plz). Por si tienen curiosidad, la novela se llama "I Hear Your Voice", la recomiendo mucho.

2* Para quienes se estén preguntando “¿qué clase de palabra ofensiva es esa?”, bueno, la saqué de una serie en internet. Algunos sabrán cuál, otros no. En este, quien insulta se refiere a que es una persona muy difícil que de plano no quiere ceder, o al menos, eso entendí :v Me da mucha risa ese “insulto”.

 

*CANCIONES usadas en el capítulo.

De Jang Geun Suk, "What Should I Do?"

 

Ahora, un muy, muy, muy pero exageradísimamente cortito (porque como puse antes, no estoy en mi lap y siento cierta desconfianza)...

 

¡QUESTION TIME!

 

¿Les gustó? ¿No les gustó? 

¿Faltó algo? ¿Su parte favorita?

¿Qué opinan de la primera escena? ¿Se imaginaban que así sería una cita de Joon y Onew? (Qué loquishos)

¿Les gustó la canción? (A mí sí D':!)

¿Les gustó la confianza entre Tae y Onew? (Bien amiguis :'( Yo así me imagino a Onew)

¿Alguien más cree que el destino de Key es el hospital? No deja de visitarlo :/!

¿Creen que Onew llegue a pagar esos diez wons?

¿Alguien entendió la forma de pensar de Min Ho? ¿Quien sigue odiando a Sulli?

¿Alguien quiere mandar lindos deseos y amor para Hacchi por su ya casi cumpleaños :'(?

 

 

¡Muchísimas gracias a todos! Espero les haya gustado mucho, mucho más que los anteriores. Muchos besos y abrazos psicológicos♥!

 

att’Hacchi♥!


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