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Detalles por -Raiden-

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Notas del capitulo:

La escuela me secuestro y ya volvi...

Perdonar u_U

No puedo decir mucho ahora que ya dentro de una semana y media me voy a mis practicas hospitalarias. Pero quien jodidos me manda a estudar areas de la salud?!

 

"No debes dejar que los errores te alcancen... Eres aun más fuerte que ellos... Lo sé"

 

Eustass Kid tenía una sonrisa de oreja a oreja, de hecho en vez de verse feliz parecía un maldito psicópata a punto de asesinar a su pobre víctima.

 

¿Pero cuál era la razón de su felicidad?

 

Simple… Se había prestado como voluntario para llevar a Trafalgar Law al colegio todo el maldito mes.

 

Al principio esto fue sospechoso para su padre, Dracule Mihawk, que le miraba con esa frialdad y seriedad que lo caracterizaban, de ahí saco esa actitud Law, de eso estaba seguro el pelirrojo, pero acabo aceptando al ver que lo decía totalmente en serio.

 

La verdad no esperaba que estuviera así de cooperativo pero no sospecho nada… por ahora.

 

Por otro lado cuando regresó lo primero que se topo fue con la chica sirvienta de la casa.

 

-Oye Baby 5… Creo que tenemos que… - pero ni siquiera termino de hablar cuando una fuerte bofetada dejándole una bonita marca rojiza en su pálida mejilla  lo descoloco.

 

-¡¡No vuelvas a hablarme jamás!! ¡¡Eres un idiota mentiroso!! ¡¡Tú no necesitas mi ayuda!! - le gritaba con lagrimas en su claro rostro para intentar abofetear nuevamente al pelirrojo pero este se aparto para intentar detenerla.

 

-¡¡Cálmate de una puta vez!! No sé de qué coño hablas. - le grito para que dejara de llorar y ya no tratara de golpearlo con una cuchara que traía en su delantal.

 

Se calmo por un momento cuando escucho la fuerte voz del chico, la verdad es que si imponía ese tono de voz algo oscura, pero sirvió para calmar la situación.

 

-Escucha… No sé qué mierda pasa por tu cabeza, pero no es nada de lo que piensas. Solo cálmate, de acuerdo. - dijo con voz molesta y mirándola directamente a los ojos.

 

Tenía que dejarle en claro que lo que estuviera pasando, que obviamente no sabía que era, lo acabaría antes de empezar.

 

Odiaba meterse en problemas con las chicas que solo complicaban las cosas sin siquiera enterarse de qué demonios pasaba a su alrededor.

 

-Pensé... sniff... Pensé que... - empezaba la chica con voz quebrada y con unas cuantas lágrimas más saliendo de sus ojos pero...

 

-No. Cualquier cosa que estés pensando no. - aclaro Kid para terminar ahí la conversación.

 

Ya sabía que era lo que estaba pensando y obvio nunca jamás pasaría nada de nada.

 

Baby 5 solo asintió con la cabeza para volver a llorar corriendo a la cocina como si fuera peor que una magdalena. A lo mejor estaba exagerando un poco la chica pero no era para más... esas palabras le afectaban de sobre manera.

 

 

 

 

Para cuando llego la tarde cierto moreno regresaba de la escuela con una pequeña mochila al hombro, dos gruesos libros en sus manos y el móvil encima de dichos libros.

 

-¿Como pudieron avanzar tanto en lo temas en tan solo una semana? - se quejaba el pequeño Law para entrar por la enorme puerta sin poder mirar al frente por culpa de los dichosos libros.

 

En su colegio donde ya cursaba el último año para ingresar a una preparatoria de las más prestigiosas en todo el país, siempre se realizaban las tareas, exámenes y demás en la misma institución pero eso no evitaba que tuvieran que estudiar en casa para aprobar los exámenes.

 

Aunque era algo que hacía con mucha frecuencia, los temas que más le gustaban leer eran los relacionados con la medicina, anatomía humana y sobre todo el corazón humano.

 

Era un chico… peculiar, pero no por eso menos interesante, de hecho llamaba la atención con su mera presencia.

 

Cuando estaba maldiciendo mentalmente el moreno por no poder ver el camino delante de él, cargar los pesados libros que siempre los llevaba su hermano mayor, sintió un escalofrío recorrerlo por toda su columna vertebral.

 

-Hola Trafalgar… - era Kid quien con un dedo definía la curvatura natural de su espalda con  mucha delicadeza y ese saludo con ese tono grave de voz casi le hacían pegar un brinco al pobre chico.

 

Pero evito hacer tal niñería cuando el peso de sus libros fue disminuyendo hasta que sus brazos ya no sostenían los dichosos libros.

 

Era el pelirrojo quien ya los tenía en una sola de sus manos como si no pesaran nada y le sonreía con galantería.

 

Y la cara del moreno tomo un sonrojo espectacular, seguido de la mirada nerviosa pero sin dejar de ser molesta, esperando la carcajada del mayor por hacerle ver así.

 

-Eustass-ya… - susurro su nombre para intentar tomar le móvil que estaba sobre los libros pero el mencionado lo dejo fuera de su alcance.

 

-¿No vas a saludar? - ese maldito se estaba divirtiendo de lo lindo con el menor que solo se sonrojaba más y más, podría decirse que lo disfrutaba de una manera poco sana.

 

-Vete a la mierda. - pero el pelinegro era muy listo para caer ante sus provocaciones, aunque estuviera crispado le mandaría muy lejos antes de darle lo que quería.

 

Bastante tenía con haberlo besado… dos veces, como para seguir ahí de idiota enamorado viendo como el otro solo se aprovechaba de él.

 

Law esquivo olímpicamente su comentario acerca de sus modales y la manera correcta de saludar, tenía que salir de ahí cuanto antes, pues su cara seguía ligeramente sonrojada.

 

Pero Kid no se rendiría tan fácilmente, cuando se proponía algo difícilmente se detenía hasta conseguirlo.

 

Siguió al menor por todo el pasillo central de la enorme casa, subió las alfombradas escaleras que llevaban al segundo piso y a los cuartos de los inquilinos que residían ahí.

 

No le quitaba la vista de encima, y lo miraba de arriba abajo. Su cabello, su cuello, su espalda, su cintura, su lindo culo y sus largas piernas que a veces vacilaban en cada paso que daba pero volvía a subir su vista directamente a su culo.

 

-¡Deja de mirarme! - dijo Law encarándolo deteniéndose en la puerta de su cuarto.

 

-¿Acaso te molesta? - remato Kid para mirar sus ojos que destellaban molestia. Como le gustaba hacerlo enfadar.

 

-¡Claro que me molesta! ¡Me estas violando con la mirada! - no podía creer el cinismo del pelirrojo estúpido que solo conseguía hacerlo sonrojar más ahora que le veía solo sus labios pintados de negro.

 

-Pues te aguantas porque yo puede mirar lo que a MI se me da la gana. - el maldito aparte de descarado parecía no tener madre, con todo respeto y dejo al pelinegro con la boca entre abierta.

 

No podía ser más obvio por parte de ambos; Kid por indecente y Law por darle permiso al no responderle nada.

 

-¡¡Ya déjame en paz!! - ya estaba con los sentido y nervios a tope por no saber cómo es que ese estúpido le manejaba con tan solo una de sus miradas…

 

Su ambarina mirada…

 

-No… - esa gutural voz seguida de, el inesperado acto que siguió con una velocidad impresionante dejo al menor aun más crispado respirando agitamente.

 

Kid había acorralado a Law contra la pared tirando los libros de lado junto con el móvil del pelinegro, clavando más su mirada como si lo devorara lenta y suculentamente, tomándose su tiempo para dejar que sus brazos y manos le cerraran cualquier vía de escape a los lados de la cabeza del menor, y descendieran hasta llegar a la altura de su pecho pero sin dejar de tocar la pared detrás de el.

 

-No quiero dejarte en paz…Trafalgar… - declaro como si gruñera cada palabra para acortar más el espacio entre sus cuerpos.

 

-A-aléjate… por favor… Eustass-ya… - quería todo menos que se alejara. Su cuerpo podía sentir el calor que despedía el mayor, su mano tocar su mejilla de forma suave para delinear sus labios y luego besarlo con lentitud para volverse un beso totalmente frenético.

 

Y terminar los dos entrando al cuarto y sobre la cama explorando el cuerpo del otro y…

 

Tenía que separarse, el cerebro de Law empezó a formular la forma de escapar de ahí ahora que podía, porque su cuerpo no reaccionara como quería y últimamente le estaba sucediendo cada vez que el pelirrojo esta cerca… así de cerca.

 

Sin embargo… la negativa del menor que ahora cerraba los ojos asustado con la respiración a tope, le dijo que no debía hacer eso, no debía acorralarlo de esa forma, no debía obligarlo a nada que no quisiera.

 

No debía tenerle miedo…

 

-Lo siento… yo… Mejor me voy… - dijo Kid para dejarle vía libre.

 

¡Joder! ¡Qué él no era un desalmado y embustero que todos creían! Era una persona como todas las demás, con deseos y anhelos. Alguien que solo buscaba su jodido lugar en el maldito plano que llamaban mundo real.

 

-Espera Eustass-ya… - ya le había tomado del brazo con ambas manos.

 

No quería que se fuera.

 

Más bien… no sabía lo que quería…

 

Law sentía que si ahora se iba perdería algo, algo que ya empezaba anhelar en su joven corazón pero que el mismo no sabía que era, aun necesitaba tiempo para aclararse completamente.

 

-Trafalgar… - podía sentir como temblaban sus manos sobre su brazo y eso solo le hacía querer protegerlo como nunca había querido con ninguna otra persona.

 

Lentamente volvió a encararlo para ver esa cara morena sonrojada y desconcertada. No pudo evitar relamerse un poco los labios para sonreír después con algo de ternura. Aún era un crió pero que a pesar de todo le llamaba como una maldición.

 

Paso sus brazos lentamente por su cintura para rosarla con su dedos para terminar otra vez en la pared que seguía detrás del menor, solo le tocaría si él quería, no le forzaría a nada, el necesitaba su absoluto y total permiso.

 

La mirada grisácea acero de esos ojos se torneaban como una cálida manta de desconcierto pero sin dejar de ser suplicante. Tenía que tocarlo una vez más, tenía que besarlo una vez más.

 

Podía sentir como su respiración se agitaba cuando las casi pequeñas manos del pelinegro se acercaban con temor para intentar tocar su pecho cubierto por su playera.

 

No necesito más para abrazarlo posesivo por la cintura y espalda delgada del otro, eso era lo que debía hacer, hacerle sentir protegido y que confiara en el, que sintiera algo más por él como el mismo ya sentía.

 

Law correspondió el abrazo sin ser muy consciente de esto, sus sentidos ya eran consumidos por las reacciones naturales de sus sentimientos confusos.

 

Basto que se miraran una vez más para besarse lentamente.

 

Los labios de ambos sabían cómo moverse, la lengua del mayor dominaba por completo el beso para hacerle disfrutar al máximo esa húmeda caricia que siempre los dejaba con ganas de más.

 

Le cargo por la estrecha cintura para recargarlo ligeramente en la pared y colar su mano por esa tira de fina piel morena que ya se asomaba por entre su camisa y pantalón.

 

-Es-espera… por favor… - suplico Law entre sus labios.

 

No podían seguir con eso, necesitaba definir lo que sentía, quería hacerlo pero siendo completamente consciente de sus sentimientos, de que todo estaba bien en su interior y no ser presa del deseo prohibido que tanto pedía su cuerpo.

 

Era la primera vez que sentía algo por alguien.

 

-Solo con una condición… - le susurraba Kid en sus labios para dejar que su aliento le estremeciera. –Déjame besarte… Necesito besarte… Quiero besarte todos los días… Ya no puedo dejar de besarte… - declaró para unir una vez más sus labios.

 

Kid entendía que estuviera confundido y si lo que quería era tiempo se lo daría con tal de besarlo, aunque fuera solo eso de momento.

 

Para él ya tenía claro que era lo quería y era a Trafalgar Law.

 

Pero no solo en cuerpo, quería tenerlo plenamente, que sus pensamientos y sentimientos fueran dirigidos a él y solo a él. Era muy egoísta en esa cuestión, porque no soportaba que alguien más tuviera lo que con tanto trabajo había encontrado había buscado.

 

El cariño de alguien…

 

Termino de besarlo para ver como el menor jadeaba en busca del preciado oxigeno con los ojos fuertemente cerrados pero sonrojado.

 

-Tengo trabajo que hacer… pero volveré para despedirme como se debe. - ya era un hecho.

 

Lo besaría y le seguiría besando hasta que el crió definiera bien que era lo que quería…

 

Se separo de él para sonreír con altanería y dejarlo ahí como un completo idiota con la cara colorada y el ceño fruncido por la declaración-orden que le dio.

 

Odiaba que le dieran órdenes.

 

 

 

El atardecer daba paso a las tempranas estrellas que se asomaban en el anaranjado cielo despejado.

 

Ya casi era hora de regresar a casa para el pelirrojo que ahora estaba en el invernadero arreglando el sistema de riego que estaba “Fuera de servicio”.

 

Aun no entendía cómo es que con tanto dinero no habían mandado a repararlo o comprar otro… pero ahí estaba él haciendo trabajo de electrónica que la verdad se le daban bastante bien a pesar de saber lo básico.

 

-¡Ja! Y Ace decía que no podría arreglar ni una cafetera. - recordó con una sonrisa cuando su amigo le molestaba con eso.

 

Su amigo… Hace una semana que no le llamaba ni sabía nada de él…

 

Su mente viajo al pasado cuando en medio de la pelea le golpeo por su instinto asesino.

 

-Mierda… - gruño para llevarse su dedo a la boca.

 

Se había cortado con la navaja que uso para cortar un par de cables y reparar el circuito quemado.

 

Se distrajo por culpa de sus pensamientos. Era mejor terminar de esa tarea y con suerte ponerse un poco de cinta adhesiva en el dedo para tapar la herida.

 

-Mira que eres descuidado… - le dijo una voz con burla.

 

Kid volvió a sonreír para seguir en lo suyo sin mirar la figura detrás de él que parecía impacientarse por ignorarlo de esa forma.

 

-¿Estas preocupado por mi? - pregunto para poner el panel de control en su lugar escuchando el silencio que emitía el otro detrás de él. – No pasa nada. He tenido heridas más graves. – termino de poner los tornillos y encender la corriente que alimentaba al circuito eléctrico.

 

-Idiota… Trae acá… - sintió las pequeñas manos sobre su mano para ver cómo le arrastraba hasta un botiquín instalado en una de las columnas de la estructura del invernadero.

 

Eustass Kid no dejaba de sonreír al que Trafalgar Law era quien le estaba curando la pequeña herida de su dedo con mucha sutileza y concentración evitando que siguiera sangrando.

 

-No sabía que eras tan bueno en esto, Trafalgar. - reconoció con asombro, no le había dolido nada.

 

-Bueno Eustass-ya, quiero ser medico algún día… - se sintió feliz por el halago de sus cualidades.

 

Ese era su gran sueño y siempre había que empezar por algo.

 

-¿Vienes para despedirte? - Kid no pudo evitar preguntar ahora que estaba ahí con el… completamente solo.

 

-¡¿Qué crees que todo el mundo es un puto pervertido como tú?! - si no se había sonrojado Law con el halago del otro, ahora su cara parecía un tomate por eso que le pregunto. – Te recuerdo que esta es mi casa y yo puedo hacer lo que…

 

Sus palabras murieron en su garganta al sentir una vez más esos labios robándole el aliento, las palabras, el sentido común y demás.

 

Ya le empezaba a gustar que le robara besos de esa forma tan poco sutil con ese toque salvaje pero sin dejar de ser suaves, calmados, para dejarse guiar por las sensaciones que le propiciaban la caricia de esa boca tan sucia.

 

Por puro instinto se abrazo al cuello del pelirrojo y sentir como le abrazaba por la cintura como la última vez.

 

Se besaron por varios minutos…

 

Esos besos se convirtieron en rutina de todos los días.

 

En la mañana cuando le llevaba a la escuela antes de salir del auto, le abría la puerta y entonces se besaban.

 

Cuando regresaba de la escuela caminaban sin decir nada hasta la puerta del cuarto del menor y se besaban.

 

Y cuando ya era hora de que el mayor se fuera, se esperaban en el invernadero y volvían a besarse.

 

Nadie se daba cuenta de ese detalle, era algo que solo ellos sabían, era su pequeño secreto.

 

Notas finales:

Gracias por leer.

Y una disculpa KenmaxD~san



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