-Ah, esto es aburrido…
-Comienzo a pensar que nada te parece divertido
-Casi –Suspiro con fastidio-
Suigetsu recargó su mejilla en su mano mientras Kimimaro cruzado de brazos permanecía en silencio observando la calle fuera del pequeño café donde estaban… Un simple “Vamos” de parte del peliblanco mientras se levantaba fue suficiente para que el peli morado volviera a la realidad y lo siguiera.
Un auto negro los esperaba afuera, al entrar lo primero que hizo la mirada verde fue verificar el vidrio oscuro que los separaba del conductor, él no debía oír ni ver nada… Luego subió encontrándose con Orochimaru sonriendo tranquilamente y con Kabuto a su lado observándolo seriamente en silencio. El ambiente se volvió tenso.
Con que el pelilargo tocará el vidrio a su lado fue suficiente para que el auto comenzara a moverse.
-Así que… Supongo
-¿Suponer? –Interrumpió Orochimaru- ¿Qué supones Suigetsu?
-… Nada
-Oh, que interesante suposición… -Sonrió volviendo su vista al teléfono en sus manos, Kabuto pudo sentir la mirada de los otros dos sobre su persona-
-¿Qué?
-¿Por qué tan callado?
-No tengo nada que decir, ¿Y tú? –El peli morado pudo notar claramente la discreta mirada que le envió Orochimaru, pero Kabuto también lo notó-
-Solo que aún no entiendo a donde vamos
-Paciencia –Mencionó el pelilargo- Ya casi llegamos… Es hora de volver a Tokio
Cuando bajaron del auto el jet privado del pelilargo se mostró frente a ellos. Era obvio para Kimimaro y Suigetsu, de que algo faltaba en la ecuación pero también que ya tenían la respuesta de si Kabuto era o no un enemigo… Verlo ahí junto a ellos en ese momento significaba un claro no.
El peli gris se durmió rápidamente sentado hasta el final del pasillo, ninguno estaba cerca de otro en los mullidos sofás pero nadie dijo nada.
Los sueños, mejor dicho recuerdos no tardaron en volver a su mente atormentándolo. Aun no estaba del todo seguro de si Orochimaru aún confiaba en él o no, no era fácil confiarse de alguien como él pero el hecho de aun estar vivo le decía algo… Algo que no necesariamente era algo bueno
Orochimaru nadó en sus pensamientos más profundos con psicología a través de preguntas, apenas despertó enterándose de la muerte de Kakuzu supo que había la gran posibilidad de que ese día, él saldría de ahí dentro de una bolsa para cadáveres. Por suerte, tuvo la suficiente inteligencia para responder rápidamente a cada pregunta del pelilargo de una manera para nada sospechosa.
Eso no evitaba que el miedo corriera por sus venas, si bien siempre supo que jugaba con fuego al estar de infiltrado espiando en primera fila al hombre actualmente más poderoso de las bajas calles de Tokio, ese había sido el día que más real notó su estupidez… De jugar con fuego teniendo paja en el ojo
Pero también su valentía, no cualquiera se enfrentaría de aquella manera a alguien como Orochimaru, no cualquiera aguantaría tanto como él. Porque si bien Orochimaru ni siquiera lo golpeo, sus heridas eran más bien psicológicas… Su mente aún se recuperaba de la batalla contra el pelilargo, algo de lo que debía sentirse orgulloso, porque por ahora, había logrado salir con vida de esa batalla. Pero salir de la guerra sería aún más difícil
Se sentía asqueroso. Asqueado de saber que por su cuerpo podría, al verse en un espejo, observar las huellas del pelilargo… Asqueado de saber que había estado con alguien más, aunque fuera contra su voluntad, que no fuera Anko. ¿Cómo podría ahora ver a la chica a los ojos? Ni siquiera se sentía capaz de volver a tocarla. Pero eso solo le daba más fuerza para seguir adelante con su misión, espiar desde adentro. Ahora más que nunca tenía fuerzas para acabar con Orochimaru.
Abrió un poco los ojos observando al nombrado a lo lejos concentrado en su tableta, quizás y si tenía un poco más de suerte, no volvería a escuchar la voz melosa y fastidiosa, los coqueteos, las miradas y los toques del pelilargo para él. Eso si es que no volvía a beber sin saber una droga que le imposibilitara moverse. “Desear la muerte de alguien es malo, pero yo no soy una buena persona…” pensó.
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Tokio
-Estoy aterrorizada –Comentó Anko a la laptop frente a ella, donde podía ver el rostro de Sasori-
-¿Por qué? ¿Qué pasa?
-Tengo un mal presentimiento. Orochimaru llegará hoy, pero algo me dice que esta vez es diferente
-¿Cómo así?
-No sé explicarlo, tendría que esperar a ver a Kabuto y que él me cuente algo
-Ya veo, pero ¿Tu estas bien?
-Sí, yo estoy bien no te preocupes. Orochimaru ni siquiera sería capaz de pensar en mí, ni siquiera soy una persona significante en su vida… ¿Cómo estás tú?
-Bien, ¿Por qué lo preguntas? –El notó el cambio de tono de la chica y su mirada triste-
-Porque te ves triste
-Son ideas tuyas
-¿Cómo están en Alemania?
-… Supongo que bien, no lo sé. –La mirada de la chica no cambio, él entonces suavizó su mirada y sonrió- Estoy bien, ya entendí que no fue mi culpa, no te preocupes
-Genial –Sonrió-
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Osaka
-¡Konan!
-¿Qué pasa? –La chica volteó rápidamente por el grito de su amiga pelirroja-
-Tienes que ver esto, según parece el tal Jiraiya consiguió como detectar al jet de Orochimaru y sabe donde aterrizaran
-¿Y? –La peli azul se colocó detrás de ella observando los hologramas por pantallas frente a la pelirroja mientras esta movía con sus manos imágenes de aquí para allá-
-Hay una orden de arresto –Los ojos de Konan mostraron sorpresa- ¡Jiraiya quiere arrestar a Orochimaru apenas llegue a tierra! Lo estará esperando
-No puede… No podemos permitírselo
-Pero no podemos ir a Tokio
-¿Quién lo dice? Orochimaru no te conoce y a mi no me reconocerá
-¿Nosotras solas? –La sorpresa asomó por el tono de ella-
-Karin, ¿Estas dudando de ti?
-Claro que no pero ¿Nosotras solas?
-Bueno, si tanto quieres que vaya alguien más hablemos con Itachi, pero no será él quien vaya
-¡Claro que no! Pero… ¿Entonces quien?
-…
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-¡Sube! ¡No lo pierdas!
-¡Cállate! ¡Solo me distraes!
-… Vaya hombres malvados estos dos… -Susurró Tobi observando desde el banco alto a Itachi y Sai jugando frente al televisor. Suspiró-
-¡Tobi!
-¡¡Silencio!! –Gritaron los Uchiha sin despegar la vista del televisor, Tobi bajó observando a las dos chicas-
-¿Qué pasa?
-Necesitamos tu ayuda… -Solo entonces ambas notaron la pelea virtual de los otros dos morenos- Eh…
-Itachi
-¡Ya va! ¡Un momento!
-…
-¿Qué? –Konan observó la sorpresa en los ojos de Karin-
-Es que… Usualmente veo a Itachi como alguien muy serio, no como un “gamer”
-¡Puedo oírte!
-¿Y les falta mucho?
-No ¡Quítate! ¡Quítate! -Le grito a Sai-
-¡Deja de darme ordenes! -Le respondio-
-Como sea, ¿Para qué me necesitan? -Interrumpio Tobi-
Tobi, Karin y Konan salieron de la sala de juegos mientras las chicas le explicaban todo lo que acababan de encontrar
-Yo concuerdo con Karin, alguien debe ir con ustedes. Siempre es mejor más que menos
-Si exacto –Concordó la pelirroja-
-Por eso queremos que tú vayas
-¿Yo?
-¿Para qué me necesitaban?
-…
-¿Qué? –Itachi acababa de aparecer ganándose una mirada de curiosidad y desconcierto de parte de Karin-
-Nunca volveré a verte igual
-Si bueno, pasando de eso… -Hablo Konan llevando una mano a su cadera- Jiraiya quiere arrestar a Orochimaru
-¿Qué?
-Parece que encontró el jet de Orochimaru y sabe donde aterrizara –Hablo Karin- Emitió una orden de arresto y lo estará esperando en el sitio
-No puede
-Por eso Karin y yo iremos
-¿Qué? Eso no
-¡Bueno! ¿¡Es que acaso nos ven como damiselas en apuros!? –Konan alzó la voz molesta-
-Claro que no, pero seamos sinceros Karin no es la mejor con un arma y tu sola no es que logren algo
-No queremos interferir en el arresto –Los otros dos mostraron duda-
-¿Entonces? –Preguntó Tobi-
-Lo que queremos es evitar, el arresto. No se necesita todo un pelotón para hacerlo –Comento Karin-
-Ya veo
-De todas maneras, solo te quería avisar y Tobi irá con nosotras
-¿Iras?
-Sí, iré
-Y… ¿Cuándo?
-Ahora, Orochimaru llegará hoy… Según esto finalizando la tarde, debemos irnos
-Está bien, estoy de acuerdo. Vayan, y manténganse en contacto
Los tres asintieron al permiso de Itachi alejándose. Sabía por qué las chicas se ofrecieron, Orochimaru no las tendria en mente y tampoco conocía a Tobi, con y sin máscara… Pero, si lo pensaba mejor, Jiraiya si sabía quién era Konan, pero quizás era hora de que se volvieran a encontrar…
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Tokio
-¿Están listos? –Preguntó Jiraiya a los hombres frente a él-
-¡Sí!
-¡Pues vamos!
No quería que nada saliera mal, subió a su auto en el cual también iban Kakashi, Yamato y Yahiko. Tendrían que llegar antes de que el jet del pelilargo aterrizara, ya quería tenerlo en frente…
Pero sus planes se vieron frustrados, Karin había logrado apagar un par de semáforos causando que todos los autos de los subordinados del peli blanco tuvieran que separarse y además causando un tráfico que los haría tardar, pero aún así poco a poco llegaron los autos uno a uno, los hombres se ocultaron perfectamente esperando el jet y solo faltaba que llegara el auto donde iba el peliblanco.
Aún tenían tiempo pero no demasiado, cuando llegaron, un auto impacto contra su lado derecho causando que saliera de la carretera hacia el monte. Los cuatro salieron siendo Yahiko el único sujetándose su brazo con fuerza debido al golpe, pero los otros tres salieron solo un poco golpeados y quizás sangrando pero nada de mucha importancia.
-¿¡Pero qué carajos hacen!? –Grito Jiraiya al auto detenido después de haberlos chocado, no podía ver quiénes iban dentro y a lo lejos se veía el hangar y no habían señales del jet- ¡Esta es zona restringida! ¡Policía de Tokio! ¡Deben irse! –Las puertas del auto se abrieron- ¿¡No escucharon!? ¡Váyanse de aquí o serán arrestados! –Sus gritos se detuvieron cuando observó un rostro conocido y susurró sorprendido- Konan…
Los otros tres oficiales voltearon, Yahiko principalmente sorprendido para observar a unos metros de él ese cabello azul que él muy bien conocía mecerse por el viento. El se acercó soltando su brazo hasta quedar junto a Jiraiya, los otros dos se acercaron un poco pero sin comprender mucho.
La mirada de Konan se dirigió al brazo del peli naranja, algunas gotas de sangre caían sobre el pavimento, ella seriamente solo volvió a observar a los dos primeros frente a ella
-¡Konan! ¡Tú y tus amiguitos váyanse de aquí! ¡Es zona restringida! ¡Esto es un operativo policial!
-Uno que no puedes llevar a cabo –Dijo sin siquiera alzar un poco la voz- Jiraiya-sama
-¿Qué?
-Lo siento…-Todos se sorprendieron cuando de repente Konan, Karin y Tobi, con su máscara puesta, rápidamente sacaron sus armas disparando al frente, Yahiko rápidamente reaccionó tirándose al suelo, los otros res recibieron un disparo en brazo o pierna alejándose-
-¡Jiraiya! ¡Kakashi! ¡Yamato! ¿Están bien? –Preguntó Yahiko, todos corrieron detrás del oscuro auto del que habían bajado protegiéndose de los otros disparos-
-Sí, yo si
-Yo también
-Sobreviviré. ¿Quiénes son ellos? –Pregunto Yamato apretando su pierna-
-Enemigos –Comento Yahiko levantándose para disparar también-
-¡Se acerca algo! –Grito Kakashi, todos voltearon observando un pequeño objeto oscuro por los cielos, Jiraiya tomó el radio de su pantalón-
-¡No pierdan de vista cual es el objetivo!
-¡Señor! ¿Dónde están? –Respondió un hombre-
-Ocupándonos de algo, solo sigan el plan y arréstenlos
-¡Si señor!
Jiraiya observó a los otros tres a su lado disparar y ocultarse, ¿Por qué Konan estaba ahí? ¿Y de repente los quería matar? ¿Por qué dijo que no podían seguir con su operación? Eran demasiadas preguntas y ni una sola respuesta, él también tomó su arma saliendo un poco y disparando.
Tobi observó como el objeto se acercaba e iba en descenso
-¡Son ellos! –Grito a las chicas-
Las balas cesaron un momento observando el jet aterrizar, los hombres de Jiraiya corrieron saliendo de sus escondites hacia el jet, Konan sin saber algo más que hacer salió corriendo
-¡Konan!
-¿A dónde vas? ¡Detente! –Grito Tobi pero apenas intentó salir Yamato disparó-
-¡Tobi hay que hacer algo!
-¡Konan! –Ambos observaron a Jiraiya gritar mientras la chica peli azul pasó junto al auto de ellos dirigiéndose donde se encontraba el jet- ¡Yahiko!
-¡Vuelve!
Grito Kakashi pero al subir un disparo de Karin lo hizo volver a ocultarse, todos observaron como el peli naranja corrió intentando alcanzar a la chica. Ella volteó observando que la perseguían y disparó pero el chico pudo esquivarlo rápidamente y seguir detrás de ella.
Ella observó como los hombres tenían agachados a algunas personas que bajaban del jet, pero entonces sintió como el chico tomaba su brazo y la empujaba contra la pared más cercana
-¿¡Qué coño crees que haces!? –Ella ni siquiera respondió simplemente golpeó su estomago con su rodilla liberándose y corriendo una vez, pero él entonces observó algo- ¡Detente! ¡¡Todos al suelo!! ¡Konan!
Sin saber por qué todos se lanzaron al suelo, Yahiko abrazó a la chica cayendo ambos al suelo rodando, lo siguiente que Konan vio fue como el jet se volvía una bola de fuego de repente. Todos se cubrieron el rostro. Cuando todo pasó el chico se levantó chasqueando la lengua
-Fue una trampa… ¡No, no te vas! –Apenas Konan intentó correr él volvió a agarrarla por los brazos contra la pared- ¿¡Que estás haciendo aquí!? ¿¡Por qué quieres proteger a Orochimaru!?
-¡Eso no te importa!
-… -Ambos se mostraban molestos- Tu vienes con nosotros –El le colocó las esposas alejándose-
-¡Konan!
-¡Váyanse! –Tobi asintió empujando a Karin dentro del auto y entrando él también arrancando, Yamato y Kakashi dispararon pero no detuvieron el auto-
-Ella viene con nosotros –Konan ni siquiera se movió, solo se mostró seria. Los hombres de Jiraiya llegaron en sus autos donde estaba él-
-Fue una trampa –Mencionó Yahiko soltando el brazo de la chica y sosteniendo el suyo con una mueca de dolor, ella no pudo evitar preocuparse, Jiraiya lo notó-
-¿Quiénes bajaron del jet? –Pregunto Jiraiya a uno de sus hombres-
-El piloto, una azafata y dos rusos bien vestidos… Solo sobrevivió el piloto.
-¿Y de nuestros hombres? –Observó al piloto dentro de uno de los autos-
-Señor tuvimos dos pérdidas
-…
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-Ah… -Inhalo con fuerza- Que bien se siente
-No esperaba eso –Comento Kimimaro quitándose el paracaídas, habían saltado del jet pues Orochimaru ya sabía lo que Jiraiya planeaba, frente a ellos entre tanta tierra apareció un auto, todos subieron-
-Hay que tener siempre un plan B –Dijo sonriendo-
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Osaka
-¿¡Que!? -La noche ya estaba sobre Konoha cuando Deidara gritó-
-Ella dijo que nos fuéramos, supongo que sabe lo que hace… -Comento Tobi-
-¡Eso no tiene que ver! ¡Esta en Tokio sola! ¡En manos de la policía!
-No le harán nada –Comento Sasori- No tienen pruebas de nada
-Yo digo que debemos buscarla –Habló Karin-
-No –Todos voltearon observando a Itachi serio- Ella estará bien, sabe lo que hace… Despreocúpense
Nadie dijo nada más, Itachi sabía de qué hablaba, no tenían pruebas de nada contra Konan, excepto el hecho de que les había disparado a oficiales, y sabía que ni Jiraiya ni Yahiko dejarían que algo le pasara a la chica mientras estuviera ahí… De hecho pensaba que seguramente el peli naranja se la había llevado por una razón, hablar.
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Tokio
-¿Qué se supone estabas haciendo ahí? –Preguntó Kakashi, Konan sentada al otro lado de la mesa ni siquiera les dirigió la mirada-
-Señorita, le recomiendo que coopere con nosotros –Comento Yamato-
-¿Por qué estoy aquí? –Pregunto ella viéndolos inexpresiva-
-Podemos empezar por el hecho de que disparó contra oficiales
-¿Solo eso?
-Déjennos solos…
Los dos hombres observaron en la puerta a Yahiko, el se mostraba muy serio, así que decidieron salir dejándolos solos. Pero claro, que ellos se dirigieron al otro lado del cristal observando, pero se encontraron con Jiraiya quien apagó el micrófono y les dijo un “vamos” todos se alejaron.
-¿Qué estabas haciendo ahí?
-¿Leen libretos o qué? ¿Todos preguntan lo mismo? –El se sentó frente a ella pero ella ni siquiera lo miro-
-Solo queremos saber que estabas haciendo ahí
-Arréstame de verdad o déjame ir
-Puedo hacerlo, nos disparaste… -Ella se cruzó de brazos- ¿Estas de parte de Orochimaru?
-No
-Cierto, tu eres parte de… ¿Akatsuki? –Solo entonces se gano la atención de la chica- Si, Akatsuki… ¿Dónde están ellos ahora?
-Yo les dije que se fueran
-Y vaya que te hacen caso
-No diré nada más… -Ella alejó la mirada pero su vista se detuvo en el brazo vendado del chico, su mirada se suavizó- Lo siento
-¿Qué? –No había escuchado bien el susurro de la chica-
-¿Te duele?
-… Solo un poco. –El observó ¿Tristeza? En la mirada de la chica, pero ella seguía observando su brazo- Konan
-…
-¿Me puedes contar que planeaban hacer?
-No puedes arrestar a Orochimaru
-¿Por qué?
-…
-Konan… -El intentó tocar la mano de ella sobre la mesa pero ella la alejó cruzándose de brazos- ¿Por qué no?
-¿Por qué te lo diría? Tú no me creerás, ni tampoco estás de mi parte…
-¿Por qué no mejor me explicas?
-¿De qué vale?
-Sabes que no te voy a arrestar, no presentaré cargos pero… Háblame, yo puedo ayudarte o por lo menos intentarlo
-No sé si creerte
-Yo soy quien no debería creer en ti –El tenía razón-
-Esta guerra no les pertenece, ustedes no tienen que hacer en esto
-¿En serio? ¿No tenemos nada que ver con Orochimaru? Porque tu bien sabes igual que yo por qué estamos detrás de la misma persona… Sabes que Jiraiya y yo también tenemos nuestras razones para ir tras él. Esta guerra es de todos…
-Déjame ir
-Con una condición
-¿Cuál?
-Yo te llevo
-…
¿Qué más podía hacer? Sabía que eso podría pasar, encontrarse con Yahiko y también que tenían una conversación pendiente pero no pensaba que ambas cosas ocurrirían el mismo día. Ahora se encontraba en el auto del peli naranja junto a éste, en silencio… No sabía que decir
-Konan
-…
-¿Estás bien?
-No deberías distraerte del camino, ni siquiera deberías estar manejando con el brazo herido
-No me distraigo, solo hice una pregunta. Y mi brazo está bien
-…
Incómodo. La única palabra que encontraba para describir la situación y la… ¿Conversación?
-¿Dónde estuviste todo este tiempo?
-…
-¿No me hablarás en todo el viaje?
-Preferiría… He estado por ahí, hasta que me encontré con Sasori y me llevó con Itachi –Yahiko frunció el cejo-
-¿El de la máscara?
-No. El es Tobi, yo veo que tú seguiste siempre con Jiraiya
-No siempre pero sí… Nos fuimos por caminos diferentes aquel día, hasta hoy
-No empieces
-Si empiezo ¿Qué es Akatsuki? ¿Por qué estas con ellos?
-¿Por qué tú estás con Jiraiya?
-Es mi amigo, nuestro maestro, deja de evadir mis preguntas
-No sé por qué preguntas lo que ya sabes, vamos tras Orochimaru. Así como tu estas con los que te agradan y son como tu… Yo estoy con los que me entienden y son como yo
-¿Cómo yo? ¿Cómo tu? Entonces ¿Yo no te agrado?
-… -Ella recargó su codo en la puerta a su lado y su mejilla en su mano- Esto no va a ningún lado
-Ni lo hará si no me ayudas
-¿¡Que haces!? –Yahiko se detuvo orillando el auto- ¡Enciende el auto!
-¡No hasta que hablemos! –Ella intentó salir pero él se lo impidió sosteniéndola de las muñecas- ¡Deja de evadirme!
-¡No quiero hablar contigo!
-Entonces no nos iremos de aquí
-… ¿Qué quieres? –La duda asomó por la mirada grisácea de él, el silencio se hizo presente por unos segundos-
-¿Me olvidaste?
-No entiendo
-¿Quién es Sasori? ¿Quién es Tobi? ¿Quiénes son ellos? ¡No te das cuenta de cuánto me afecta! Si… Yo todavía te amo
-Yahiko
-No, siempre será así –Interrumpió- ¿Por qué tuviste que elegir irte?
-Ambos nos fuimos
-¡Tú me dejaste! Dime que aún me amas
-¡Tu decidiste cambiarte de bando!
-¡Íbamos por el mal camino!
-Tú me dejaste primero
-Yo no fui el que se dio vuelta cuando traté de arreglar las cosas
-¿¡Y qué importa ya!? ¡Ya no importa!
-¿En verdad ya no te importa?
-No me importa…
-¿Yo no te importo?
-¿Por qué lo haces todo tan difícil?
-¿Por qué evades mis preguntas?
-… No me importas –El sonrió-
-Eres tan mala mintiendo sobre tus sentimientos como yo
-Yo no…
Yahiko la interrumpió uniendo sus labios en un beso que rápidamente demostró cuánto lo necesitaban, cuánto extrañaban ese contacto. Desesperación. Pero él se separó sorprendido y asustado cuando sintió lágrimas cayendo por las mejillas de ella
-¿Qué pasa? ¿Por qué lloras?
-¿No lo entiendes? –Konan no era una mujer de fácil llorar, solo un par de veces la había visto llorar- Esto no puede ser –Susurró- Yo soy una criminal, y jamás dejaré de serlo, no quiero… Tú eres policía y siempre serás policía…
-Konan, ¿Me amas?
-Eso no importa
-A mí me importa
-… -Ella volvió a besarlo- Claro que sí… Tienes razón yo siempre te amaré –La mirada del peli naranja mostró alegría- Pero… -La alegría murió lentamente- Eso no significa nada, no podemos estar juntos, nunca más. Y lo siento
-¿Qué? ¿Por qué? ¡No!
Lo último que supo Yahiko, fue que estaba fuera de su auto mientras lo observaba alejarse. Era cierto eran diferentes, contrarios pero por más cosas que le hacía esa mujer él siempre la seguiría amando, sonrió sacando su teléfono por lo menos ahora estaba seguro de que tenía razón, ella todavía lo amaba también.
Y un hombre enamorado es capaz de todo por amor.