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LA VERSIÓN JAMÁS CONTADA. por Huitzil

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Notas del capitulo:

¡Hola! Primeramente déjenme agradecerles a tres personas que se han tomado la molestia de comentar cada una de mis historias a pesar de que están ocupados y que tal vez  no tienen tiempo, me dan el ánimo para seguir adelante.

Gracias Khan Lecter por tus comentarios tan graciosos que me ponen de buen humor y por reírte de mis malos chistes en la historia.

Gracias Ferunison porque adoras a Mycroft y a Lestrade tanto como yo y me dices cuanto te gusta, eso de verdad sube el auto estima de un escritor como yo

Y por ultimo a Hamburguesa con queso, gracias por tus comentarios me dan risa también

¡Gracias a todos por leer y llegar tan lejos!

Los personajes de Sherlock Holmes no me perteneces son creación de Papá Conan Doyle.  

Esta vez la historia es narrada por el Dr. Watson. ojala les guste mucho.

LOS HERMANOS HOLMES.

Se podía decir que en todo el largo y ancho mundo no existían hombres más inteligentes y sociópatas que no fueran los hermanos Holmes.

Siempre tan astutos, tan inteligentes, superiores, sabios, intrépidos y misteriosos; ambos hermanos siempre despedían un aura de intriga para quienes los veían y por su fría e inhumana sinceridad apartaban a todas las personas. Ser honestos consigo mismos y con los demás siempre les había traído únicamente soledad. No es que la despreciaran, pero tampoco la amaban, la abrazaban como su única amante en el mundo y nunca se quejaron por eso, todo lo contrario complacientes jugaban contra el destino y apostaban sobre la vida. ¿Quién sabe? tal vez hoy sería un buen día para morir.

Los hermanos Holmes tenían una educación excepcional y unos modales que solo los caballeros del pasado poseían y que el tiempo se había comido en el desayuno. Si, los Holmes eran los especímenes más extraños sobre todo el mundo, como hombres eran atractivos y seductores, como amigos eran insoportables y como amantes…. Bueno, toda vía no existía en la tierra un humano que lograse cautivar su corazón.

Ambos hermanos poseían la misma mirada furtiva, perdida y muerta cuando estaban aburridos, en cambio cuando lograban encontrar algo de su interés sus ojos se encendían y  se reflejaba un brillo misterioso lleno de vida que reflejaba únicamente alegría que, por imposible que suene, era contagiosa para quienes de verdad podían apreciarlas.

Justo ahora ambos hermanos estaban de pie en el mismo edificio en donde frecuentemente daba mis consultas, con el mismo porte de superioridad y arrogancia que siempre desprendían sus cuerpos cuando estaban en otro lugar que no les fuera familiar, me miraban curiosos y en ambos ojos no había nada de lo que anteriormente describí, hoy su mirada no estaba perdida y muerta; no, por supuesto que no, pero tampoco tenían ese brillo lleno de vida que a veces deslumbraba lleno de alegría y hambre de más; no, hoy su mirar plateado poseía un brillo opaco antinatural y terrorífico que me ponía los bellitos de la nuca de punta.

- Creo que cumpliste lo que dijiste, Mycroft, antes de la comida has encontrado a quienes creí perdidos.- me atreví a hablar primero al notar que ninguno de los dos articulaba palabra quise dibujar una sonrisa pero algo no me cuadraba, algo no estaba bien en este ambiente tan pesado.

Mycroft no dijo nada, solo me siguió mirando, ¿Era lastima lo que veía en esos ojos plateados que el pelirrojo de los Holmes me dedicaba? Antes de que yo preguntara algo, desvió la mirada a donde estaba su hermano. Voltee a ver a Sherlock, era como si Mycroft me dijera con ese gesto “Él te dirá la verdad”, trague saliva al darme cuenta que Mary no los acompañaba y un terrible miedo que no sabría describir subió por mi espina vertebral.

-¿Dónde está mi esposa Mary?-

Sherlock se quedó callado, no dijo nada al igual que su hermano, el silencio se me hacía malditamente insoportable incluso fue tal que podía escuchar el tic y el tac del reloj que colgaba sobre nuestras cabezas.

- ¿Y bien, te vas a quedar callado o me vas a contestar?- le pregunte a Sherlock en forma de reclamo, los nervios me traicionaban y mi mal temperamento salía a flote, mi tono de voz se escuchó muy amenazante, quería una respuesta y la quería ahora.

Sherlock me ignoro, estaba más pálido que de costumbre se dio media vuelta y empezó a caminar a la salida,  me quede incrédulo en silencio viendo cómo se marchaba pero no fui el único, también Mycroft se quedó dudoso sobre si seguir a su hermano o quedarse a mi lado. Sin embargo percibí que había optado por lo segundo y se acercó un poco a mí hasta que me hizo sentir como un insignificante bicho bajo su lustroso zapato, tan petulante como siempre el mayor de los Holmes me miraba pero siendo quien era no me deje intimidar y no baje la mirada todo lo contrario lo desafié con la misma.

- Doctor Watson, querrá tomar asiento por lo que le voy a decir, esta no es una noticia que se tome tan a la ligera.

Dijo en tono serio mientras señalaba una silla con la mano derecha, el cuarto en el que estábamos de color blanquezco se me hizo diminuto y obscuro, negué con la cabeza, fuera lo que fuera quería estar de pie frente a ese hombre tan intimidante.

- No.- conteste escupiendo la palabra con repulsión pero sin olvidarme de mi determinación cuando Mycroft se resignaba a contestarme y abría sus delgados labios formando las palabras inesperadamente Sherlock regreso a largas zancadas hasta que quedo en medio de los dos, miraba enojado a su hermano, y tenía una mueca que nunca antes le había visto, ambos hermanos se miraban retándose internamente, me sentí en medio de un huracán que apenas comenzaba.

-Mycroft, este no es tu asunto, lárgate ahora mismo.- gruño Sherlock.

-El doctor Watson pregunto por su esposa y a mí me encargo encontrarla es mi deber decirle donde se encuentra en este momento. Además, ya te marchabas.- Mycroft seguía con su semblante apacible sin mostrar ninguna emoción pero su tono de voz tan severo decía todo lo contrario.

- Este no es lugar indicado para decirle a John la verdad.- Sherlock se puso delante de mí en forma de protección como si su hermano amenazara con matarme o algo por el estilo.

- ¿Cuál supones que es el lugar indicado Sherly?-

- Soy Sherlock idiota y el lugar no te importa estas despedido Mycroft vuelve a tu bati-cueva a comer algún pastelillo.-

Sherlock entonces me tomo con fuerzas de la muñeca y salió disparado del lugar jalándome con fuerzas lo último que escuche fue la potente voz de Mycroft alzarse por encima de nosotros como si de una maldición se tratara.

-La verdad es como el sol, siempre tendrá que salir.-

A pesar de encontrarnos a inicios de primavera hacia mucho frio por las calles que estaban infestadas de seres vivos, quise zafarme de su agarre sin embargo el pelinegro de mi amigo me tomo con más fuerzas, quería detenerme en breve gritarle e incluso golpearle para que me diera una respuesta pero al ver tantas personas alrededor hacer una escena no era lo más indicado en este momento me deje llevar hasta el lugar al que Sherlock quería ir tratando de calmarme.

Las últimas palabras del mayor de los Holmes aun resonaban en mi cabeza, su mirada lastimosa, el tono en el que me había hablado, se debía ser un completo idiota si no se entendían todas esas señales, a Mary le había sucedido algo verdaderamente malo como para que ambos hermanos tan perfectos se comportaran de esa manera, no quería ni imaginarme lo que hubiese pasado, no quería pensarlo siquiera porque una idea era peor que la anterior y más desastrosa.

Desde que Mary había perdido a la bebe y la habían diagnosticado como infértil, la mujer se había transformado en alguien que yo desconocía, claro, era por la perdida y la desconsolación;  nuestra relación se fue enfriando con los años, ya no éramos los felices amantes que antes se habían tomado de la mano en un frio día de invierno en Londres, ahora parecíamos como dos desconocidos con un pasado en común.

En las noches no dejaba que la tocase y yo no la obligaba a nada que no quisiera, me sentía mal por ella, pero aun peor me sentía mal por nuestra relación; con el tiempo termine durmiendo en el sofá ya que llegaba muy cansado del trabajo y el primer lugar con el que me topaba era el viejo sillón que estaba casi en la entrada, derrotado me dejaba caer y me quedaba profundamente dormido hasta el día siguiente en el que me volvía a levantar para ir al trabajo.

Amaba a Mary, con todo el corazón, la amaba profundamente con cada fibra de mi ser al punto de que a pesar de todo, no me importaba nada, ni sus mentiras, ni su identidad y a pesar de darme cuenta que vivía una aventura con alguien más, de que ya no me amaba y que lo nuestro se había ido por el escusado… seguía a su lado por el hecho de que sabía que ella era quien me había salvado de una muerte segura.

Cuando Sherlock fingió su muerte (cosa que muchos recordaran) mi mundo se vino abajo, sin querer admitirlo me di cuenta que yo sentía algo más por el detective, más que simpatía, más que una relación de amistad, lo que sentía rebasaba con creces el afecto de un hermano,  obviamente pasarían siglos antes de que yo admitiera sentimiento alguno por ese arrogante hombre.

Ante el mundo me fingí ser un hombre fuerte, un hombre que podía seguir de pie cargando con la muerte de su mejor amigo pero muy dentro de mí pedía que la muerte me llevara a reunirme con él.

Quería morirme pero era tan cobarde que no podía hacerlo por mi propia mano. Me había convertido en un total fracaso en el segundo año sin Sherlock Holmes, hasta que  apareció Mary, con una sonrisa angelical, con una mente magnifica, no me aburría a su lado era romántico con ella sin parecer un idiota y sin darme cuenta la soledad y tristeza que se habían anidado en mi corazón fueron desapareciendo.

De una manera u otra había logrado sobrevivir. Y cuando mi vida mejoraba, cuando está dispuesto a realizar la mayor azaña de mi vida… Regreso como un torbellino sin control el hombre que me había arruinado, mismo hombre que ahora sujetaba con fuerzas mi mano como no queriendo soltarla y confundiéndome por completo.

Llegamos a nuestro antiguo hogar resoplando como caballos de carrera, en un arranque de evidente ira me solté de su mano en un movimiento brusco que me pareció de lo más grosero, pero ahora no importaban los modales, queria la verdad y la quería ahora.

-¡¿Qué está pasando Sherlock?!- grite eufórico recuperando el aliento.

- Debes de tranquilizarte John.- mascullo Sherlock reincorporándose se enderezo por completo y parecía que no había corrido más de la mitad de la ciudad ni siquiera había sudado una gota.

-¿Tranquilizarme? Bien ¡Estoy tranquilo! Ahora dime ¿Porque hiciste eso cuando tu hermano me iba a decir la verdad?-

- Lo hice por tu propio bien.- se defendió el hombre mientras se quitaba la bufanda del cuello.

¿Había escuchado bien? ¿Sherlock Holmes el hombre más inteligente del mundo me acababa de dar una excusa tan patética? Le di la espalda para pensar mejor sus palabras, ¿Mi propio bien? ¡Esas palabras eran tonterías!

- No me vengas con esas cosas Sherlock, ¡dime de una buena vez que le paso a Mary!- Tome por las solapas a Sherlock evidentemente enojado y lo estrelle contra la pared, él en cambio solo me sujeto por las muñecas y mostro un rostro afligido que jamás había visto y que rogué por todos los dioses no haber visto jamás.

Por un momento al ver esa mirada cristalizada desee volver a Afganistán, volver a la guerra ir a cualquier otro sitio; desee con toda el alma no haber conocido a esa mujer Mary, desee no haberme topado con los dos hermanos Holmes, desee que esa bala se hubiera incrustado en mi corazón y no en mi hombro.

Afloje el agarre y mis ojos se llenaron de lágrimas que no pude ocultar, desesperado trate de quitarlas, no quería que Sherlock me viera llorar aunque siendo sicero no sabia nisiquera el por que lloraba.

Los hermanos Holmes siempre eran portadores de malas noticias, ahora lo sabía a la perfección, ahora lo comprobaba sin saberlo.

Los odiaba….

                  Los odiaba, porque me hacían sentir tan tonto.

                        Los odiaba porque los quería a ambos y yo no significaba nada.

                                Los odiaba por ser los perfectos hermanos Holmes.

Notas finales:

que tal? Esta vez no habra mucho lemon ya saben la historia no tiene que ser solo sexo, tambien quiero que vean un poco mas como se siento Watson al ser desplazado por su mejor amigo ¿Podran ambos amigos ser felices? ¿Watson perdonara a Sherlock por lo que hizo? jajajaja no se pierdan el proximo cap. me siento como las series de anime narrando la continuacion XD :3 no me arrepiento de nada.


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