Ese día estaba recostado sobre el suelo mirando cada detalle por si algo se le había escapado, discerniendo con esa mirada ámbar lo que siempre llenaba su mente en esa soledad cuando…
Una rosa…
Una rosa roja se deslizaba por la ventana para caer sobre su pecho delicadamente.
Estaba reseca pero podía verse que estaba muy bien cuidada.
Al principio la miro escéptico pensando que ya había perdido la poca razón que le quedaba pero aspiro la poca fragancia que despedía la rosa y su mente volvió a reaccionar.
Como el rayo se levanto para mirar por la ventana esperando que su mente no lo engañara y lo vio…
Ahí estaba su amado Law del otro de la ventana con una gabardina oscura sucia tapando su cuerpo que más bien parecía que ocultaba algo.
-¡Law! – no puedo evitar su emoción pero los barrotes solo le permitía sacar sus manos hasta los antebrazos.
No podía abrazar a su amor…
Pero Law se acercó lo suficiente para poder besarlo con dulzura.
Sus manos se enredaron en su cabello rojizo para que pudiera colar su lengua y aumentar la intensidad del beso. Law le había extrañado demasiado.
Kid controlo el beso acariciando su nuca y tocando los nuevos pendientes que colgaban de sus oídos. Eran preciosos, color metal como el de sus ojos.
-Kid, tengo tanto que contarte. – empezaba Law emocionado después de ese beso y de haberlo encontrado por fin… - Pero antes tengo una cosa que enseñarte. – susurro para tomar una de las pálidos manos de Kid y guiarla por entre la gabardina.
Lentamente la abría para dejar a Kid asombrado.
-Te acuerdas que una vez dije que había algo malo en mí… - dijo algo triste pero luego le miro directo a sus ambarinos ojos. – Creo que me equivoque. – sonrió cuando la mano de Kid se deposito sobre su vientre.
Tenía un bultito en este y se movía ligeramente cuando escucho la voz de Law.
Kid solo sonrió emocionado.
Su amado Law estaba esperando un hijo suyo.
No podía estar más feliz.
Pero la sociedad siempre estaba ahí para juzgarlos…
-¡Te encontré! – le dijo un oficial al moreno para jalarlo del brazo sorprendiéndolo y tirándolo al suelo.
Law que se asusto por cómo le había agarrado dejo al descubierto su pancita que tanto se había esmerado en ocultar.
-¡Law! – Kid sentía la impotencia llenarle al ver que el oficial solo sonreía para sacar las esposas detrás de él y mirar a su novio con malos ojos.
Tenía que salir de ahí…
Tenía que ayudarlo…
Tenía…
Y varias personas empezaron a juntarse alrededor de su amado moreno quienes empezaron a juzgarlo.
-¡¿Cómo es posible?!
-¡¡Eso debería estar prohibido!!
-¡¡Blasfemia!!
-¡¡Los de su clase no se pueden multiplicar!!
Si había algo de lo que gente le gustaba hablar era de lo que entendía… y no quería comprender…
Todas esas personas empezaban a gritarle y decían cosas horribles de él…
Pero Law no estaba escuchando… Sentía algo más en su cuerpo.
-¡Argh! – empezó a dolerle su vientre…
Habían pasado nueve meses exactamente desde que la sociedad lo separo de su amado Kid…
El gran momento estaba por llegar.
No podía ser posible… Kid tenía que estar a su lado y…
Las personas alrededor de Law le impedían la ver a su moreno, una tras otra se interponían para dejar ver solo las espaldas de ellos, los gritos de esa gente, y los sollozos de su moreno ahora por el dolor que sentía por las contracciones en su vientre.
Pero no toda la sociedad era malvada…
De entre la multitud había una persona buena… Una chica… Una chica que vestía de enfermera…
Ella quizás era la única movida por un altruismo extremo, pues comprendía esa sensación de sentirse solo en un mundo de gente sucia y putrefacta.
La gente cree que estar solo le hace un solitario… pero ella no creía eso… Estar con la gente equivocada era lo más solitario del mundo…
Camino hasta el moreno para tenderle la mano y sonreírle ligeramente.
Por primera vez en su vida… Law le sonrió a alguien más que no era su amado novio.
Kid apretaba los barrotes bajo sus manos intentando moverlos, destrozarlos para salir de ahí, esperando que su fuerza le sacara de ahí, pero no podía… él no tenía la fuerza necesaria.
Golpeándose la frente esa vieja herida que le habían hecho cuando le apartaron de su lado, esta volvió abrirse para dejar su sangre empezara a deslizarse por su rostro pálido.
¿Cómo es que era tan débil?
Y todo por ser alguien diferente… alguien que no podía luchar contra toda una sociedad entera él solo.
Alguien insignificante en un mundo de…
El llanto de un pequeño bebe interrumpió la oscuridad que amenazaba con consumirlo…
Levanto la vista para que su ambarina mirada mostrara todo el dolor que jamás pensó sentir. Un dolor que desaparecía para escuchar otro llanto más acompañando al primero.
¿Acaso eran…
La gente se había quedado muda al ver algo maravilloso delante de ellos y los llantos disminuyeron conforme la gente se iba alejando de aquel lugar.
Kid trataba de ver que era lo que había pasado, que había pasado con su moreno, con su bebe, con…
Y la vio… La gabardina que traía su moreno en el suelo… y manchada de sangre… pero sin rastros de su moreno.
Su herida era lo que menos le preocupaba ahora que imaginaba lo peor.
El líquido carmesí ya escurría por los barrotes, su frente esta recargada en el metal oxidado dejando que la sangre pintara sin dejar ni un solo espacio vacío hasta el piso.
Se sentía la peor persona que había nacido en el mundo…
La Inútil frivolidad que le congelaba el cuerpo por ser alguien débil…
Levanto la vista una vez más para mirar la sucia gabardina con sangre e imaginar lo peor…
-¡¡Law!! – grito con dolor y furia quebrada.
-¡Law! – no podía creer que la sociedad se aprovechara de un joven y un bebe indefenso…
-Law… - ya susurraba su nombre para dejar que todo el mundo cayera sobre sus hombros y lo terminara de romper en miles de partes.
Por primera vez desde que era un crió abandonado… dejo que una lagrima abandonara sus ambarinos ojos y se deslizara por su mejilla para perderse con la sangre que no dejara de salir por su herida.
Quería matar a todos…
¡Maldito sea el mundo donde nació! ¿Por qué? Porque…