Suspiró con flojera estirándose en la cama, la alarma del reloj en el buró junto a él lo había despertado, se sentó observando por la ventana el cielo rosa y naranja brillando. Era hora… Se levantó para ducharse y dejo que el agua bajara por su cuerpo mientras pensaba en lo que debía hacer, salió y se encontró consigo mismo en el reflejo del espejo cuerpo completo con el que contaba el baño de la habitación, una mano se posó sobre su cabello, sus labios se curvaron en una sonrisa
-No me veo mal de moreno –Se burló, aún era extraño observar como su siempre rubio cabello ahora era azabache- Hay que saber aparentar…
Se observó al espejo mientras abotonaba los botones de los puños de la camisa blanca, salió y mientras bajaba por el ascensor se colocaba la chaqueta, dio las gracias al portero que sostuvo la puerta de cristal mientras salía y una vez afuera ya había un auto esperándolo
-Que tenga buenas tardes
-Gracias
Las llaves del auto quedaron en sus manos y el subió a él, rápidamente se colocó la corbata sin atarla y el auto se puso en marcha. Su teléfono sonó, ya sabía que hacer pero aun así respondió y una vez había llegado al estacionamiento del sitio ató la corbata, se colocó los lentes oscuros y bajó. Justo a tiempo, dos autos después observó la hummer estacionarse, se movió más rápido que el chofer y abrió la puerta del pasajero seriamente
-Buenas tardes señor
-Buenas…
El hombre bajó como si nada, ni siquiera le dirigió mirada, él cerró la puerta y comenzó a seguir al otro que seguía con la vista en la tableta en sus manos, detrás de sus lentes oscuros miro a ambos lados los otros dos hombres de negro que acompañaban al que acababa de bajarse. Se quedó en la puerta de la mansión junto con otro hombre, observó el reloj en su muñeca, la noche estaba a punto de caer sobre ellos.
Todo estaba a punto de comenzar, apenas la oscuridad abarcó el cielo las luces del sitio se encendieron, de colores, la alfombra ya estaba dispuesta desde la entrada de la casa hasta adentro y detrás de la puerta principal. Los autos comenzaron a detenerse en la entrada y las personas elegantes a bajar, él y el otro hombre abrieron las puertas y solo se dedicaron a observar quien entraba, pura gente de sociedad, todos destilaban riqueza egocentrismo envidia y a la vez clase con cada movimiento que realizaban.
Las risas falsas, los chismes, las copas chocar, la música, todo había comenzado ya, no pudo evitar perderse en sus pensamientos pues esta era la parte fastidiosa de su trabajo, aparentar esperar… Naruto no era bueno esperando, jamás lo había sido. Cuando al fin la medianoche había llegado dos hombres llegaron para el cambio de guardia, sonrió adentrándose entre las personas de la fiesta podía ver perfectamente aun detrás de los lentes oscuros y entre las pocas luces del sitio, tenía que encontrar al sujeto.
Se detuvo un momento en el pequeño balcón en el que terminaba la escalera dando paso al segundo piso, desde ahí podía observar mejor a las personas y nadie podría sospechar nada. Sus pensamientos comenzaron a volar un rato, ya habían pasado seis meses desde que había dejado Japón él y Sasuke se habían ido buscando tiempo para tomar la decisión de seguir con lo que sabían hacer o hacer algo mas con sus vidas entre otras cosas que corrían por sus mentes, y hacía ya casi tres meses que no veía al moreno sus caminos se habían separado por diferentes razones, mientras él había seguido hasta Inglaterra el moreno había seguido hacia Milán. Desde entonces no sabía nada de él y desde hace seis meses nada de Deidara o Gaara… Pero si todo salía bien, pronto podría viajar de vuelta a Japón, claro antes tendría que encontrar a Sasuke…
Sus pensamientos se vieron interrumpidos, su mirada se detuvo en el objetivo, si, era ese si recordaba bien la foto que le habían mostrado, pero su mirada se desvió al ver a uno de los guardias acercarse al anfitrión de la fiesta y hablarle al oído, su mirada se afilo y bajó un poco los lentes para ver mejor, sonrió, él conocía bien ese peinado. Bajó lentamente por las escaleras siguiendo con la mirada a ese guardia, este se detuvo junto a la barra y luego se dirigió por el pasillo, su oportunidad, llegó rápidamente detrás de él y colocó su mano en su hombro el otro ni siquiera volteó solo lo miró por el rabillo del ojo, él solo se mostró serio y se acercó hasta susurrarle al oído
-Hola Sasuke
El moreno se sorprendió, alguien conocía su identidad, rápidamente botó la copa intacta de sus manos y tomó la mano del otro en su hombro lo giró de manera que la espalda del otro quedara frente a él y su pecho contra la pared, pero no pudo preguntar ni hacer algo más cuando ambos escucharon dos disparos al final del pasillo, ambos corrieron hacia el sitio ya sus armas ocultas estaban en sus manos, la puerta cayó rápidamente y entraron encontrándose con un hombre muerto, el objetivo del rubio apuntándole al anfitrión de la fiesta, Sasuke actuó más rápido disparando pero el hombre se movió y recibió el disparo en su hombro, disparó a los dos recién llegados mientras el anfitrión se tiraba al suelo el rubio empujó al moreno evitando que ambos recibieran el disparo, luego el hombre saltó por la ventana.
Naruto observó que el anfitrión estaba bien y que Sasuke también se aseguraba de eso, saltó por la ventana cuando observó más hombres llegar, el moreno dejo al anfitrión en manos de los otros y también saltó siguiendo a los otros dos que corrían por el jardín vacío de la mansión. Al llegar al garaje donde estaban todos los autos aparecieron dos hombres de seguridad con el anfitrión, pero eran impostores de parte del objetivo, Naruto y Sasuke se vieron atrapados, pero entonces aparecieron varios hombres más disparando a los impostores, mientras todos se encargaban de los hombres el objetivo corrió pero el rubio fue más rápido siguiéndolo y antes de que este entrara a su auto le disparó matándolo.
Se ocultó entre los autos y la oscuridad observando como todos se daban cuenta que el que había intentado asesinar al anfitrión estaba muerto, uno de los impostores muertos y otro apresado. El rubio observó que el moreno se había parado cerca de él y lo tomó rápidamente del tobillo haciéndolo caer y jalándolo hacia él, con su mano cubrió su boca evitando que dijera algo y se colocó sobre él evitándole levantarse aunque era difícil, antes de seguir peleando más quitó la mano besando al moreno que quedo en shock y antes de que reaccionara se levantó corriendo ocultándose había escuchado a alguien acercarse, otro hombre apareció y jaló al moreno subiéndolo a un auto y llevándoselo, Naruto entrecerró los ojos, tenía que irse comenzaban a llegar más personas incluso la policía… El trabajo estaba hecho.
Mientras tanto en un auto en movimiento estaba un moreno aún sorprendido tratando de recordar todo lo que acababa de ocurrir, el hombre a su lado hablaba con el piloto era obvio que no habían notado nada pues no lo mencionaban. Eran sus compañeros después de contarles lo que había ocurrido sobre la misión, omitiendo la última escena claro, volvió a sus pensamientos “¿Naruto?” pensó observando hacia atrás por el parabrisas trasero, esos labios y ese beso solo podrían ser de una persona, sonrió.
Después de los tres bajarse y adentrarse en una casa, hablar y despedirse él se cambio tomó sus cosas y salió como si nada bajo la oscura madrugada. Pero no llegó muy lejos cuando alguien lo tomó desde atrás cubriéndole la boca, pensó en defenderse pero el aroma familiar llegó a su nariz, junto a una voz
-Sasuke… -Se relajó rápidamente y sintió como el otro lo soltaba-
-Eres tu –Comentó como si nada dando la vuelta- Espero me tengas buenas noticias –Comenzó a caminar, el otro lo siguió ambos subieron a un auto estacionado en la esquina, el moreno pasó una mano por su cuello mientras el peli castaño a su lado comenzaba a manejar- ¿Y bien?
-Siempre tan agradable –Sonrió- Si, te tengo buenas noticias
-Que bueno porque sé que está aquí
-¿Tan seguro?
-Lo vi –El otro lo miró sorprendido por un momento- Pero no sé dónde encontrarlo
-Bueno, eso no será más problema –Sasuke lo miró con una ceja alzada-
-En serio quieres encontrar a ese tipo jaja ¿Tanto quieres deshacerte de él?
-Ja… -El moreno se burló en silencio negando con la cabeza y observando por la ventana- No es asesinato mi interés
-¿Ah no?
-No –Sonrió orgulloso- Son otras razones las que me llevan a él –El otro no comprendió pero tampoco pensaba preguntar solo rió para aliviar el ambiente- Llévame ahora
-¿Ahora? –Eso sí lo sorprendió-
-Sí, ahora. ¿Algún problema? –Solo escuchó la risa de su compañero y él sonrió también- Veo que no
-Vamos… -Giró rápidamente para llegar a su destino… Sasuke rió mentalmente ¿Coincidencia? Tal vez solo suerte. El auto se detuvo frente a un hotel elegante y antes de bajar el peli castaño le entregó una carpeta- Búscalo como “Menma” –Asintió-
-Gracias Neji –Le dio la mano, el otro le devolvió el saludo sonriendo-
-No hay de qué, cuando quieras. –Observó el auto irse y se dio vuelta-
-Así que… -Observó la carpeta en sus manos- Menma Uzumaki –Sonrió-
Naruto bebió lo que quedaba de vino en la copa y se recostó mejor en el sofá, todo había salido mejor de lo que esperaba incluso ya sabía que Sasuke estaba en el país, la idea de gritarle por no haberlo contactado estando en la misma ciudad pasó por su mente, pero ahora solo importaba encontrar al moreno ¿Cómo? Ya lo vería… Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el toque en su puerta ¿A esta hora? Dudó. Tomó el arma escondida bajo la chaqueta en la pequeña mesa del centro y se dirigió a la puerta, no preguntó nada solo oyó el toque una vez más y abrió lentamente sin dejarse ver, esperando que quien estuviera afuera entrara. Apenas vio un pie asomarse apuntó, el otro entró totalmente y lo miró fijamente…
-¿Pensabas matarme? –Rió- ¿A estas alturas? –Cerró la puerta mientras el otro asombrado bajaba el arma-
-Sasuke
-Hola Menma
-… ¿¡Hola Menma!? –Sasuke alzó una ceja sin entender ese tono molesto- ¿¡Como te atreves a aparecerte como si nada en mi puerta!? ¿¡Hace cuánto… -Pero sus palabras quedaron en el aire cuando el otro tiró su bolso y lo besó-
-No estoy aquí para oír tus quejas dobe –Dijo cuando se separó, el otro simplemente lo abrazó aún más estampándolo contra la puerta y besándolo una vez más, esta vez con necesidad con fuerza como si fuera la última vez. No hacía falta nada más, ni una sola palabra el punto era que ambos estaban ahí, ahora, el calor incrementando lo dejaba claro-
“Te necesito” fue lo único que salió de los labios de ambos, fue fácil desprenderse de la ropa contraria, que el sudor comenzara a correr, los latidos fueran en aumento, los suspiros a salir, caer en la cama. El contacto, las manos, los besos, las mordidas todo solo ayudaba a la llegada del éxtasis…
Naruto abrió los ojos y levantó parte de su cuerpo repartiendo besos por el cuello y la espalda del Uchiha.
-¿Te dormirás?
-Si sigues con eso no creo que dormir sea lo que haré –Ambos rieron, el ojiazabache sintió el lóbulo de su oreja ser mordido y un susurro-
-¿Me extrañaste? Me hacías falta teme –Se dejó caer abrazando al moreno, sus piernas estaban entrelazadas y su cabeza reposaba sobre el hombro del otro-
-Solo quieres que lo diga
-¿¡No lo harás!? –Fingió indignación y molestia solo observó la sonrisa burlona del otro, entonces lo vio abrir los ojos y mirarlo por sobre su hombro-
-Te necesitaba Naruto. Por cierto, te queda el negro
-Jaja, sabía que te gustaría
-Pero a mí me queda mejor
-¿Ah?
-Admítelo –Como respuesta solo recibió una mordida en su hombro- Lo tomaré como un “cierto”
-¿Hace cuanto estas en Londres?
-Dos semanas
-¿Y donde estuviste?
-No eres fácil de encontrar usuratonkachi. Primero tuve que contactarme con algunos amigos
-¿Qué hacías en esa fiesta?
-Habían rumores de que había un asesinado detrás de William –El anfitrión de la fiesta- Sabía que entre esas personas habría alguien que me ayudaría a encontrarte, aunque no hizo falta tu me encontraste a mí y Neji te encontró a ti
-¿Quién es Neji? –Sasuke rió-
-Un viejo amigo que sabe de mis andanzas. ¿Qué hacías tu ahí?
-Parece que lo mismo que tu, pero desde otra perspectiva… Yo no quería proteger al tal William, mi trabajo era solo deshacerme del asesino. –El silencio reinó unos segundos hasta que el Namikaze preguntó- Quiero ir a Japón, quiero ver a Deidara y a Gaara… A Itachi, Sai, todos. Hace mucho que no sé nada de ninguno –Rodó acostándose sobre su espalda junto al moreno-
-¿No sabes nada cierto? –Se levantó quedando sentado-
-¿Sobre qué?
-Dobe… -Negó con la cabeza- Necesitas revisar de vez en cuando tu correo, o usar tu teléfono personal de vez en cuando
-Ah… -Suspiró- He estado ocupado
-Si… -Sasuke sabía de lo que hablaba, Naruto tenía un teléfono personal para amigos familiares y otro que pertenecía a Kitsune-
-¿Qué tiene que ver eso?
-Pronto viajaremos a Japón, tienes una invitación pendiente
-¿Invitación?
-Quieres ver a todos ¿O no? Te estoy diciendo que tienes la oportunidad perfecta
-Bueno… -Jaló al moreno colocándolo sobre él y sonrió entrelazando sus manos- Ya no tengo nada más que me impida ir, ya te encontré. Contigo voy a cualquier lado –Le regaló un beso lo suficientemente largo para que el moreno nunca olvidara su sabor-
-No volverás a oír esto de mi parte, me gusta tu lado cursi –Se rió y luego se dirigió a la oreja del ahora moreno Namikaze y susurró bajando una mano por el acanelado torso- Pero me gusta más el lado salvaje –Naruto no pudo evitar reír mientras cazaba los labios del otro una vez más-
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Japón, Osaka.
Días después…
La mañana apenas comenzaba e Itachi ya estaba dando órdenes de aquí para allá, Deidara pensó que eso de ser director y líder se le daba muy bien al moreno, suspiró alejándose de ahí y dirigiéndose a la oficina del otro se sentó detrás del escritorio y giró la silla viendo por el ventanal hacia la ciudad, mentía si decía que no extrañaba Alemania pero más había extrañado todos esos años su país natal, haber vuelto a Osaka había sido fácil.
Después de la victoria contra Orochimaru y la disolución de la alianza con Ibiki, Jiraiya y Yahiko habían decidido no volver a Tokio ya que era donde estaban los otros dos, si lo pensaba bien ya varias veces se había dicho mentalmente el error que era ser amigo de dos policías, y todos lo sabían. No era una amistad cualquiera, tampoco una amistad que trajera buenas consecuencias, era mejor la distancia aunque fuera una tan “corta” como una ciudad de diferencia, ellos no pertenecían a la justicia así como Jiraiya y Yahiko no pertenecían a la delincuencia.
A pesar de eso todo había salido mejor de lo que, por lo menos él, esperaba. Pasaba más de un año de la derrota de Orochimaru y al menos en su mundo ya era un tema pasado las cosas para ellos fueron iguales, con la diferencia de que ya no había alguien contra Akatsuki tan poderoso como el pelilargo.
Ya pasaban de seis meses de no ver a su primo, a Naruto, y sabía que Sasuke no estaba con él, Itachi se lo había comentado. Intentaba no demostrarlo pero con todo lo que sabía Naruto podía hacer, aún así no podía evitar sentir curiosidad… Quizás incluso algo de miedo porque podría ser actualmente de la vida del otro, ser un sicario siempre sería parte del rubio menor y después de casi perderlo por culpa de otro sicario, Kimimaro, estaba cometiendo hipocresía, doble moral quizás. No podía pedir que Naruto tuviera otra vida, ¿Con que derecho? No era su padre y aunque lo fuera él, Deidara, no había dejado de ser lo que era ¿Con que cara pedirle al rubio algo como eso? Entonces se daba cuenta de que él no podía hacer nada.
Tenía que dejar de preocuparse por Naruto, dejar de ser el hermano mayor sobre protector. Solo entonces lograba seguir con su vida como si nada… Sintió una mano en su hombro.
-Piensas demasiado –Escuchó contra su oreja-
-Ese es mi peor defecto
-Mm quizás –No pudo evitar reír un poco, se dio la vuelta aun en la silla y observó a Itachi sentado en el escritorio- Estoy seguro que no quieres oír nada de lo que yo tengo para decir –Deidara rió-
-Si se trata de Akatsuki no, no quiero –Itachi sonrió orgulloso-
-Ya sabía, yo tampoco quiero hablar de todas formas –Tomó al rubio de la barbilla levantándolo y acercándolo hacia él, lo suficiente para robarle el aliento, para besarlo como solo él podía hacerlo-
-¿Crees que estén ahí? –Preguntó mientras el moreno se dirigía a su cuello con sus labios- Esta noche, me refiero… -Escuchó una pequeña risa de parte del Uchiha, lo miró fijamente sonriendo de lado y mordió su labio inferior-
-Algo me dice que si… -Le dio la vuelta al rubio pasando una mano por debajo de su camisa- ¿Puedes dejar de pensar y preocuparte tanto por un momento? –Deidara cerró los ojos debido a los besos que le cosquilleaban el cuello-
-Si… -La sonrisa del moreno se hizo mayor, que alegría que ellos pudieran tener tal vista de la ciudad, pero que desde afuera solo se viera un inmenso vidrio de color oscuro. También merecía unas gracias el creador de las puertas con seguro-
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Aeropuerto de Osaka…
Odiaba el color negro… Toda su vida lo había amado, hasta hoy, hoy estaba claro en que el negro era el peor color del mundo. Debería estar prohibido usar ese color en los aeropuertos… Mejor dicho en cualquier sitio público, mejor dicho él debería prohibirle a Naruto volver a vestirse de negro en público. Lo peor es que comenzaba a sentir como su entrecejo se fruncía, tenía que relajarse y solo mantener su seria expresión de siempre. ¡Pero maldita sea era difícil!
Y el muy dobe no se daba cuenta. Acababan de bajar del avión y desde entonces más de una mujer, y uno que otro hombre, tiraba la vista hasta el de ojos azules. Aun con el tapabocas puesto el condenado se veía bien, de ser famoso no tendría tantas miradas encima era el pensamiento del Uchiha. Naruto vestía completamente de negro, su cabello era negro, el jodido tapabocas era negro ¡Lo único diferente eran sus putos hermosos ojos azules que llamaban la atención a kilómetros! No, peor fue cuando se quitó el tapabocas, si ya llamaba la atención aparentando seriedad cuando se lo quitó y una llamada entro en su celular comenzaron las sonrisas… “Maldición” pensó el moreno, pero es que ni siquiera aparentaban que el dobe las tenia babeando y él ni se daba cuenta, de hecho iba varios pasos delante de Sasuke.
Naruto tenía que dejar de vestirse de negro, volver a ser rubio y siempre llevar mascara puesta, si, buena solución.
-Ne, teme ¿Tienes algo? -¡El muy cara de inocente todavía preguntaba! Pero Sasuke como todo Uchiha no iba a hacer escenas frente a nadie y simplemente no respondió. Después de estar dentro del taxi Naruto comenzó a sentir el ambiente extraño, Sasuke había estado demasiado callado…Malo, y de vez en cuando arrugaba el entrecejo, malo. Pero porque se llamaba Naruto Namikaze Uzumaki que descubriría que le pasaba al otro. Apenas entraron al departamento que antes compartía con Gaara y descubrir que estaba vacío no dudo en hablar- Haz estado muy callado
-Siempre estoy callado
-Demasiado
-¿Y?
-No entiendo –Suspiró, se dejó caer en el sofá y cerró los ojos, sintió al moreno acercarse y abrió los ojos, ahí estaba Sasuke observándolo molesto- ¿Ahora que hi…
-No vuelvas a vestirte de negro en público sin una máscara –Después solo lo observó perderse en la que antes era su habitación ¿Qué había sido eso? No comprendía ¿No vestirse de negro? Se miró a si mismo ¿Qué tenía de malo? Esta vez no entendía a Sasuke…-
Sasuke acababa de lanzar su maleta en algún sitio de la habitación. Se dirigió al baño lavándose el rostro y se quitó el suéter, las botas y la camisa, abrió la ventana pero dejó las cortinas abiertas estas comenzaron a danzar en el viento él simplemente se acostó en la cama, tenía ganas de dormir hasta que fuera tarde, pero sus ideas se vieron interrumpidas cuando sintió el colchón hundirse en varios sitios a su alrededor, abrió los ojos encontrándose de frente con los ojos azules de Naruto.
-Eres muy celoso –No pudo evitar sonreír cuando el moreno se mostró enojado. Por supuesto que había notado que había llamado la atención de algunas personas, pero también notó otra cosa- Yo no soy el único que roba miradas extrañas
-No sé de qué hablas
-Sí, claro –Se burló- Yo no siento celos –Mintió- Después de todo –Lentamente se fue acercando al rostro contrario hasta respirar justo contra los labios de Sasuke- Tu eres mío –No dio tiempo a que el otro protestara cuando tomó su boca con ferocidad y comenzar un juego con la lengua de éste. Para cuando se separaron sonrió los labios del moreno estaban rojos y el aliento le faltaba, seguramente él estaría igual. Sasuke dio vuelta a los papeles quedando encima-
-Mientes cuando dices que no sientes celos
-Sí, pero tenía que decirlo para que me prestaras atención y escucharas el resto –Admitió como si hablara del clima restándole importancia con los hombros mientras Sasuke fruncía el entrecejo al verse descubierto- Te volverás viejo rápido de tanto arrugar el entrecejo. ¿Por qué estas tan enojado?
-No estoy enojado… -Era cierto, Naruto se dio cuenta- Estoy cansado
-Yo también –Se restregó los ojos mientras que Sasuke se acostaba sobre él- ¿A qué hora tenemos que salir?
-Que importa… Empezará cuando lleguemos –Naruto rió mientras dejaba que el sueño lo abrazara. Sasuke observó en la esquina de la habitación un peluche de un gato negro con blanco se sorprendió y luego rio- Aun lo tienes
-¿Mm?
-El peluche…
-Me lo diste tú ¿Cierto? No podría botarlo
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Esa misma tarde en otra parte de Osaka
Gaara suspiró cerrando los ojos un momento, recibió un beso y abrió los ojos encontrándose con Sai.
-Todavía nos quedan cosas por hacer
-Ya lo sé –Sai besó la mano del pelirrojo- Pero necesitábamos ese receso –Rió, el otro sonrió también, estaban tirados en el sofá de la oficina del sitio desnudos, acababan de tener sexo y Sai tenía razón, merecían ese descanso y vaya descanso se sentía mejor- Aún es temprano
-Ah… -Suspiró- Ni tanto no te confíes –Observó el techo mientras sentía los pequeños mordiscos del moreno en su cuello- Sai…
-¿Mm?
-¿Crees que aparezcan? –El moreno detuvo todo movimiento y miró fijamente al otro-
-Creo que sí. A lo mejor
-… -Sai sonrió adivinando los pensamientos del pelirrojo-
-Relájate, estarán. –Gaara sonrió agradecido y ambos se levantaron comenzando a vestirse-
-Necesitamos un baño
-Me gusta como piensas –Ninguno pudo evitar reír por el doble sentido de la oración. Pero aún tenían algunas cosas que arreglar en el sitio y luego podrían arreglarse para esa noche-
Gaara se recostó del barandal observando todo a su alrededor y algunas personas ir de aquí a allá terminando los detalles de último momento. ¿Cómo habían llegado hasta ahí? Sonrió, últimamente sonreía bastante y es que su vida ya no era como antes, para mejor o para peor. Ahora estaba establecido en Osaka, junto con Sai. Juubi ahora estaba ubicado en Osaka y gracias a las locas sugerencias de un rubio amigo que hace tiempo no veía el sitio había crecido como no se lo había imaginado antes, eso y gracias a Sai.
Ninguno pudo volver a Tokio luego de todo lo ocurrido, luego de saber que Akatsuki se quedaría en Osaka, Kiba y Shikamaru se habían portado tan bien con él y con Naruto al hacerse cargo de Juubi todo el tiempo que ellos no pudieron, pero pensaba que toda esa amistad se iría al demonio cuando ellos se enteraran que se mudaba a Osaka, contrario a eso Shikamaru y Kiba no aguantaron las ganas de querer ir con él. Juubi era su hogar, y cambiar de ambiente le hace bien a más de uno, nada los ataba a Tokio. No tuvo respuesta para ellos cuando preguntaron por Naruto… Aún no tenía respuesta de donde estaba el rubio.
Sintió unos brazos alrededor de su cintura y se dio la vuelta.
-Gaa-chan me prometió un baño
-Yo no prometí nada… -Ya se había acostumbrado tanto a ese Gaa-chan que pocas veces lo odiaba, de hecho el moreno ya no lo usaba con tanta frecuencia, llevó las manos a la nuca del otro- Pero tienes razón, tenemos que prepararnos –Acercó a Sai hacia él hasta que unieron sus labios y luego simplemente jaló al moreno hasta salir de Juubi-
La noche estaba sobre ellos, la luna, las estrellas… Una hermosa luna llena. Itachi tomó la mano de Deidara entrando al sitio, ya habían muchas personas ahí, el ambiente estaba activo ellos se dirigieron a la barra donde encontraron a Sai con una inmensa sonrisa
-¡Itachi! ¡Deidara!
-¡Sai! –Respondieron ambos devolviendo el abrazo, Sai se cruzó de brazos colocando un dedo en su barbilla como pensando-
-Mmm… No entiendo los disfraces me rindo
-Bakuhatsu –Dijo Deidara-
-Karasu –Dijo Itachi, Sai rió ya entendía- Y nuestras capas Akatsuki –El moreno y rubio mayor llevaban trajes de vestir lo suficientemente elegantes sin exagerar de color negro con camisa roja y sobre eso una larga capa negra con nubes rojas-
-Y tu eres un… -Deidara dudó-
-Yakuza
-¡Exacto! –Apuntó con el dedo a Itachi, Sai vestía como cualquier yakuza adinerado, de traje, elegante, con sombrero y bolsillo de reloj-
-¿Van a pedir algo o se quedaran observándose como idiotas?
-¡Hola Gaara! –Comentó alegre Deidara, el pelirrojo del otro lado de la barra sonrió saludándolos-
-Este si me cuesta… -Susurró Itachi pero todos lo oyeron-
-Yo le digo, Shukaku –Sai presentó al otro-
-Ah claro jajaja –Itachi rió, todos entendieron. Después de todo lo ocurrido con Orochimaru, Sasuke un día como si nada peleando con Gaara lo llamo “Mapache” desde entonces el pelirrojo fue llamado por todos Shukaku, todos necesitaban un alias para el pelirrojo luego de lo que había hecho y Gaara no tuvo más opción que solo aceptarlo como un sobrenombre cualquiera-
-Si bueno… Llevarlo a la forma humana es algo difícil –El pelirrojo llevaba en su ojo izquierdo un lente de contacto color arena-dorado con un pequeño diamante negro y cuatro puntos a su alrededor negro igual, el delineado alrededor de sus ojos ayudaba a la apariencia, vestía un traje color vino tinto-
Mientras algunas horas después afuera estaban dos hombres observando el sitio
-¿Es aquí? –Preguntó Naruto-
-Si
-Me encanta –Sonrió entrando con el moreno- ¡Por dentro es aun mejor tío! ¡Gaara se lucio! –Sasuke rió, ese acento, Naruto estaba de buen humor ese día- ¡Hay que buscarlos!
-Creo que esto tardara… -Suspiró, los ojos de Naruto se desviaban a cualquier cosa alrededor, pero el también tenía que admitirlo Juubi no era en ese momento lo que era cuando conoció a Naruto-
-Tío creo que debes buscarte pareja ya –Comentó Gaara-
-¡¿Cómo te atreves?! ¡Ni que estuviera viejo! –Todos rieron debido a la reacción de Sasori, el pelirrojo mayor llevaba la misma capa negra con nubes rojas sobre su traje rojo con corbata blanca-
-Tiene razón, se te pasan los años Sasori
-Tu tampoco tienes a nadie –Le respondió a Tobi-
-Eso es lo que ustedes creen…
-¿¡Que!?
-¿Ah? –Se hizo el loco, Tobi llevaba su usual mascara sobre su cabeza y la misma capa negra de nubes rojas, el decía no necesitar disfraz, él era un disfraz… Como siempre nadie quiso llevarle la contraria a sus extrañas frases-
-Creo que miente… -Susurró Karin contra su copa-
-No tienes pruebas –Le respondió Tobi. La pelirroja llevaba unas simples orejas de conejo sobre su cabeza, una camisa manga larga morada abierta dejando ver su abdomen y una falda negra con nubes rojas corta adelante larga atrás, además de una botas de tacón negras- A las mujeres les afecta más la falta de compañía
-¿¡Que dijiste!?
-Siempre hablando de más –Comento como si nada Itachi-
-¡Hola! –La conversación de todos se vio interrumpida, cuando todos voltearon ya Deidara estaba abrazando efusivamente al recién llegado, los demás se levantaron alegres-
-¡Naruto!
-Mejor dicho Kitsune –Comento Sai, todos podían observar al hombre oculto tras una inmensa capa negra, pero debajo se notaba el traje completamente blanco con una corbata azul, el rostro del rubio no se notaba-
-¿Y Sasuke? –Pregunto Itachi, inmediatamente una voz se escuchó detrás de Naruto-
-Aquí –El moreno fue recibido igualmente por los brazos de todos, llevaba un traje negro completo con una corbata azul igual y su máscara de rasgos felinos reposaba en su cabeza-
-Te dije que vendrían –Le comentó Itachi al rubio a su lado-
-¡Lo sabías!
-Juro que no
-No le dijimos a nadie –Comento Sasuke aun de pie, Naruto también estaba de pie observando por el barandal de cristal, estaban en el segundo piso que tenia forma de U alrededor de toda la pista en el primer piso, ellos estaban aparte en la zona “VIP”- De hecho este dobe ni siquiera sabía de esto
-¿¡Que!? ¡Pero te escribí a tu correo! –Gritó Gaara-
-Estuve ocupado –Comento como si nada restándole importancia-
-Creí que no sabías donde estaba Naruto –Comento Itachi-
-No sabía, hasta hace unos días…
-¿Cómo que no sabias? –Pregunto Karin-
-Larga historia el punto es que fuimos por lados contrarios –Naruto se volvió hacia todos y se quito la capa, todos mostraron sorpresa-
-¡Eres pelinegro! –Grito Sai-
-Y se ve mejor que tu –Comento Tobi-
-Tú también eres pelinegro –Le recordó Karin-
-Pero a mí me queda perfecto –Todos rieron-
-Alguien me enseño que hay que saber aparentar –Naruto sonrió hacia Deidara-
-¡Soy el único diferente de todos! –Se burlo el rubio- ¡Soy el único rubio!
-Y yo el único peliplata –Todos observaron a los recién llegados-
-¡Hidan! ¡Kisame!
-No estaría tan seguro
-¡Kabuto Anko! –Todos estaban ahí-
-Yo soy la única pelimorado –La chica choco la mano con Deidara en señal de victoria. Los cuatro recién llegados llevaban la misma capa, excepto Anko que la llevaba como un gran abrigo, debajo llevaba una camisa de malla y un pantalón negro largo. Kabuto llevaba lentillas con forma de ojos de serpientes, el cabello ahora estaba corto y su traje era gris. Hidan vestía un pantalón negro y la capa cubría parte de su torso, podía verse en su pecho una pintura negra con blanco simulando sus huesos bajo la piel. Kisame vestía de traje azul marino completo, llevaba maquillaje bajo sus ojos en forma de agallas-
Todos se pusieron al tanto de sus vidas, todo lo que habían pasado en ese tiempo. Hidan y Kisame seguían en Alemania y pensaban quedarse por allá, su vida ya estaba formada allá, Kabuto y Anko habían decidido llevar una vida diferente algo alejado de todo lo que alguna vez tuvo que ver con Orochimaru y la pelimorado tenía dos meses de embarazo. Itachi y Deidara seguirían siendo lo que siempre habían sido, Sai no había abandonado por completo sus actividades en el mundo de la mafia pero no eran tan seguido, Gaara había quedado fuera de todo lo que tuviera que ver con el sicariato la delincuencia, por decisión propia y todos lo apoyaban, Sasori junto con Tobi siempre serian parte de Akatsuki pero pensaban viajar por el mundo frecuentemente, siempre volviendo a Japón a Osaka pero siendo libres de seguir a otros sitios. Karin también se había quedado en Akatsuki pero estaba estudiando para terminar la carrera de medicina, había descubierto el uso doble de la medicina para el bien y para el mal.
Todo se volvió silencio a los oídos de Naruto, sonreía pero esta se hizo más pequeña poco a poco oyendo a todos a su alrededor. “Deidara, no creo que exista una mejor persona para estar siempre ahí para ti que Itachi igual no pienso que nadie más pueda soportarte jaja y viceversa él lo tiene todo contigo a su lado. Sai, creo que Gaara tiene tanta suerte de que lo ames tanto como él te ama a ti y que cuenten tanto el uno con el otro… Yo se que una nueva vida diferente a todo lo que conoces debe ser difícil y sé que lo haces por Gaara, el ha tomado la mejor decisión Gaara jamás ha pertenecido a este mundo… Y jamás debería pertenecer a él. Pero Sasuke ¿Qué hay de nosotros?”
Ni siquiera sabía de que hablaban los demás, se había perdido en sus pensamientos observó a Sasuke a su lado sonreír a los demás “La ultima vez peleamos… Al inicio estábamos de acuerdo en intentar algo nuevo pero nos dimos cuenta que no es fácil, yo siento que me rendí rápidamente pero es que por más horrible que sea, ser un sicario es lo que soy, por eso nos alejamos yo quise seguir esa vida tu quisiste una nueva… ¿Qué pasara ahora? No soy capaz de obligarte a seguir en esto, yo también temo de saber que pones tu vida en peligro, eso me dijiste que querías dejar esto porque habías experimentado el verdadero miedo pero… Pero esto es lo que soy, soy un sicario Sasuke”
Tomo la mano del moreno y este lo miro, Naruto le regalo una pequeña sonrisa y el otro le respondió apretando su mano… El resto de la noche pasó tranquila. “Día especial de disfraces” probablemente de todos los que estaban ahí, incluso Kiba y Shikamaru que aun eran sus amigos no entenderían sus disfraces pero ellos si… Todos ellos, Akatsuki, todos entendían una simple capa, unos simples lentes de contacto, un simple “alias” disfrazarse de tu yo interno por un día… Sonaba ingenioso.
-Y… Ahora ¿Qué pasará? –Pregunto Gaara. Solo estaban en el sitio él, Sai, Naruto, Sasuke, Itachi y Deidara. Naruto lo miro con algo de pena y sin una respuesta sabia a lo que se refería el pelirrojo y no sabía que responder-
-Creo que volveré a ser rubio –Comento riendo pero la seriedad volvió a él rápidamente suspirando-
-Siempre serán bienvenidos en Akatsuki –Dijo Itachi-
-¿Por qué el plural?
-No creerás que te libraras de mi pequeño hermano tan fácil ¿O sí? –Se burlo, Sasuke solo asintió sonriendo-
-…No lo sé –Dijo sinceramente- No sé qué será de mi ahora. –Luego observo a todos con alegría- Pero siempre volveré-ttebayo ¡Esta es mi tierra hostia! ¡Y ustedes mi familia!
-Ese es mi primo –Rio Deidara-
-De hecho creo que les tengo un trabajo
-¿Un trabajo? –Preguntó Sasuke observando a su hermano mayor, este le entrego una tarjeta de presentación-
-Un viejo amigo que dice haber sido el asesino de un tal Kitsune y un tal Neko –Sonrió de lado, obviamente no era un viejo amigo-
Sasuke abrió los ojos viendo a su alrededor, Sai estaba dormido Gaara estaba dormido Itachi estaba dormido Deidara estaba dormido… ¿Dónde estaba Naruto? Se levanto sin hacer ruido y busco por todo el sitio, pero el apartamento de su hermano no tenia rastros del ojiazul, salió y se dirigió a la azotea, el sol apenas comenzaba a mostrar los primeros rayos, observó a Naruto sentado en el borde observando el rosario que colgaba de su cuello en su mano, el rifle del rubio estaba a su lado
-¿Qué haces?
-Esto… Solo pensaba
-¿En? –El moreno se coloco junto a él-
-¿Qué será de mi ahora?
-De nosotros dobe
-No puedo obligarte a ser como yo Sasuke
-¿Quién dice que me obligas usuratonkachi? Ser sicario también es parte de mi, siempre lo será, soy un sicaro aunque yo haga algo mas lo único importante es… -Tragó- No importa que haga si estamos juntos –Naruto sonrió ofreciéndole su otra mano y el moreno la tomo sentándose frente a él, una pierna de cada uno colgaba del edificio-
-No somos los buenos eh…
-Nunca lo seremos –Ambos sonrieron-
-Es cierto –Suspiro- ¿Pero quien dijo que los buenos se divierten más? –Rió- Iré donde me diga el instinto, por el mundo… Pero siempre volveré aquí
-Volveremos
-Siempre volveremos aquí
-Supongo que Irlanda puede esperar… -Noto la interrogante en el otro- Siempre he querido conocer Irlanda –Rió sacando una pequeña tarjeta de presentación de su pantalón y colocando el rifle sobre su hombro- Tenemos un asunto pendiente –Sasuke asintió sonriendo. Naruto observó la ciudad a sus pies- Soy un sicario, es lo que somos…
No es un final, es un comienzo…
FIN