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siempre contigo por yuki666

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Notas del capitulo:

*W* por fin estoy de regreso!!! tuve algunos problemas personales y la verdad no pude publicar antes, pero en cuanto prendi mi pc les dejo este capitulo!!

muchas gracias por apoyarme!! espero que el fic siga siendo de su agrado.

 

 

 

Cuando Atsushi entro a la casa de su amigo se sorprendió de ver un par de cajas en la sala, Nigou miraba a su amo con cierto recelo.

-¿me vas a ayudar verdad?-

Le suplico el pelirrojo con cierta ansiedad.

Murasakibara asintió. Tras un año después de la muerte de su persona más amada por ambos Taiga finalmente había tomado el valor para guardar todas sus cosas… borrar de la casa la presencia de Tatsuya.

Subieron con cajas en mano y entraron a la recamara principal.

-yo vaciare los cajones… tu puedes bajar la ropa de las perchas…- organizo Murasakibara al ver a su mejor amigo como perro en periférico.

Y así los dos comenzaron con su tarea.

Era casi medio día cuando las tripas de ambos rugieron fuerte y claro, Taiga creyó que era suficiente trabajo y merecían comer algo. Doblo las últimas prendas que había en la cama, guardo algunos zapatos y se puso de pie.

-Iré a preparar algo para que comamos… te espero en la cocina.-

El ojivioleta asintió, abrió el cajón de la ropa interior de su fallecido amigo y  tomo las prendas para meterlas en la caja.

Cayó un sobre cerrado.

Y tras dudarlo un poco opto por abrirlo y leerlo, no por morbo o maldad. Era mera curiosidad.

Sus piernas estaban temblando al terminar de leer por tercera vez las líneas de la carta.

No podía ser cierto. Aquello seguramente era una mentira. Los pasos de Taiga acercándose a la habitación lo pusieron nervioso y con la idea de guardar aquello que definitivamente no debía de saberse se encamino al baño.

 

Por obvias razones choco contra su amigo y como pudo guardo la carta en el bolsillo de su pantalón. Taiga le dio un golpe juguetón en el hombro.

-Baka… como estabas tardando vine a buscarte… ¿Qué es lo que escondes eh?-

Le cuestiono al ver la notoria ansiedad de su amigote.

Atsushi solia ser bastante tonto para mentir.

-nada… estaba en camino al baño…-

Taiga noto que estaba escondiendo algo, de manera juguetona comenzó a toquetearle, provocándole cosquillas y tratando de alcanzar su bolsa.

-¿Qué escondes grandísimo granuja? ¿eh? ¿eh?-

Muy a su pesar Atsushi sonrió, era bastante cosquilludo.

-espera… no… cosquillas no…-

Rieron y juguetearon por un par de minutos…

-ya basta… - finalizo el pelimorado y sujeto ambas manos de su amigo

-en el cajón de Murochin encontré una carta que le di hace años… la quiero conservar… es mía… -

Taiga le miro con gesto sereno.

-oh… lo siento… claro… puedes quedártela-

El altote sonrió con aparente agradecimiento… realmente era culpa por tener que engañar a su mejor amigo.

Entro al baño y se imaginó que como estaría todo el día ahí podría por accidente tirar la carta o sacarla y Taiga la vería… aquello lo metería en una complicada situación.

Abrió el cajón más bajo del pequeño mueble que estaba en el baño. Aquel donde guardaba los líquidos de limpieza, Taiga rara vez lo abría puesto que como casi no estaba en el hogar realmente no había mucho que limpiar, coloco el sobre en lo más profundo del cajón y le cerro esperando de todo corazón que esa carta no fuera encontrada. En cuanto pudiera se la llevaría.

Se miró al espejo y vio al hombretón con gesto infantil que le devolvía la mirada… no… no era ningún niño… él también era un hombre y también era capaz de enamorarse, de darle una vida de confort a una persona, de hacerse responsable de alguien.

Tatsuya siempre le había dicho que la vida estaba llena de segundas oportunidades. El y Murochin se habían conocido el primer día de clases, en la primera hora, Tatsuya pese a su baja estatura se había sentado hasta atrás, justo a un lado suyo para pasar desapercibido, nunca le había gustado llamar la atención pese a que por su extremada sensualidad siempre lo hacía.

Realmente ninguno hizo algo extraordinario, ni siquiera se habían sonreído o algo así, lo suyo había empezado de manera cómica puesto que al estar escribiendo Atsushi había roto su lápiz por la mitad, Tatsuya había visto eso y sonrió divertido por el asunto, cuando el altote estaba buscando un lápiz nuevo en el interior de su mochila un tonel de dulces cayeron al suelo.

Afortunadamente la clase termino al mismo tiempo y pudo inclinarse para juntar todas sus golosinas. –Vaya…- había iniciado Tatsuya con gesto sereno mientras se inclinaba para ayudarle.

-creo que esto es mucho dulce para una persona… ¿te molesta si te robo uno?-

Atsushi nunca había compartido sus dulces con alguien, ni siquiera con sus hermanos pero el ojo visible del moreno y el bello lunar de su rostro le provocaron algo en su interior que le había impulsado a decir que sí.

Platicaron ese día de muchas cosas, pronto Murasakibara se dio cuenta que a Tatsuya le gustaba consentirlo y solia sobornarlo con más golosinas, y definitivamente supo que se había enamorado.

Pero Tatsuya siempre le había tratado como si fuera un niño. Como si fuera su hermano menor. Cuando había conocido a Taiga incluso había tenido el descaro de presentarlo como si fuera su niñera. Tatsuya nunca lo había visto como un amante, y se había casado con Taiga.

Pero probablemente la vida le estaba dando realmente una segunda oportunidad. Pese a que Tetsuya no era su tipo físicamente hablando lo que importaba era lo de adentro… ¿o no?

Y adentro de Tetsuya yacía el corazón de Murochin…

 

 

 

Tetsuya abrió los ojos y sonrió estúpidamente, se sentía tan feliz que rodo en su cama como niño pequeño y dio un gritito eufórico, su cita del sábado había sido igual de bonita que la del viernes, y ese día también vería a Taiga puesto que trabajarían en la remodelación. Era el primer lunes del último año en que se levantaba con verdadera emoción.

 

Una vez arreglado fue a la cocina donde Ryota ya preparaba el desayuno, cuando sonó el timbre principal ambos se vieron sorprendidos, era muy temprano para que los trabajadores llegaran y no esperaban a nadie.

-a lo mejor es tu tigre encantado- jugueteo con la sartén mientras tarareaba la marcha nupcial.

Tetsuya sonrió estúpidamente y salió para ver quien llamaba, la ilusión de que realmente fuera Taiga estaba ahí presente en su corazón.

-hola Kurochin… buenos días- para desilusión suya pero extrañeza del momento Atsushi estaba ahí de pie, con un enorme, variado y colorido ramo de flores.

-ten… espero que te gusten.-

Eran muy bonitas, y afortunadamente ya podía tener flores cerca, invito al altote a pasar hasta su hogar y le sirvió su típico jugo de frutas.

-¿Taiga no viene contigo?-

Atsushi hizo un puchero que le robo el corazón, definitivamente era un niño grandote.

-yo también quiero ser amigo de Kurochin… por eso le dije a Kagamichin que viniera por su cuenta propia al trabajo… ¿no quieres ser mi amigo?-

-por supuesto que si… Si Taiga es tu amigo tú también eres mi amigo… desayunemos para que cuando lleguen los demás trabajadores puedas esforzarte al máximo.

Murasakibara miro al pequeño ojiceleste que se levantaba para poner la mesa para desayunar.

No perdía detalle alguno de sus movimientos. La esbelta figura, los suaves gestos, el rostro sereno, los labios rosados y suaves, el ligero aroma de su perfume.

-Kurochin es tan bonito…- canturreo mientras cogía un pedacito de pan y lo mordisqueaba.

-yo también quiero un novio bonito y chiquito como tu…- Tetsuya no supo que decir en ese momento… Kise siempre lo apachurraba entre sus brazos y le decía palabras similares, incluso Takao lo trataba como si fuera un peluche abrazable en todo momento, pero en este caso ¿Qué tenia que decir? No conocía mucho al jovensote que yacía frente a él y su comentario se le hizo extraño.

-¿verdad que mi Kurokocchi es toda una monada?- bendito don del oportunismo que tenía su amigo mami…

-oh si…- continuo Murasakibara con el rubio mientras sonreían emocionados.

-yo también me súper enamore de mi Kurokocchi hasta que Daichii llego a mi vida y me flecho el corazón con su forma de ser… desde entonces Kurokocchi es como mi pequeño polluelo…-

A Murasakibara no le gustó mucho que digamos la idea de que el pequeño peli azul se convirtiera en su “polluelo”… sonrió y desayuno con los amigos.

Notas finales:

soy la unica que sigue en depresion despues del final del anime?? QAQ 

para los que no lo han hecho les sugiero que lean el manga, a mi en lo personal se me hizo mas super emocionante, espero seguir contando con sus rw, entre mas vea, mas rapido actualizo, lo prometo.

byebye!!!

besitos!!!


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