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El listón por Reiga

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Notas del fanfic:

¡Buenas noches!  Ya es bien tardecita pero quiere venir a compartirles este pequeño escrito, no era el que quería sacar por el cumple de taiga, pero este salió primero: 3  … el otro vendrá después <3.

Espero que les guste ^^!

 

Especialmente dedicado al grupo
"Aokaga 5x10"

 

Dos de la mañana con treinta y siete minutos,  no podía cerrar sus ojos y dormir junto a su placido novio, los nervios miedos e inseguridades se estaban apoderando de su ser.

 En unas cuantas horas seria el momento en que él y a la persona a su lado se enlazarían de manera permanente, para formar una familia. De su enemigo a  mejor amigo, luego a  pareja para posteriormente pasar a novio, en  alguna parte del día pasaría a ser su esposo definitivamente antes  dios y las leyes.

Trataba de no moverse pues no quería despertar al bello durmiente, observo su espalda delineando con la mirada ese cabello rojizo y no evito acercarse con cautela, rodearlo por la cintura y con su otra mano acariciar su cabello mientras depositaba un ligero beso en su hombro.

–¿No puedes dormir? –le escucho preguntar.

–Lo siento no quería despertarte.

–No te preocupes estaba despierto, ¿Qué es lo que te preocupa daiki? – el pelirrojo se dio vuelta en medio del abraso mirando directamente esos ojos azulinos.

–Creo que son solo nervios –trato de sonreír.

–Aun estas a tiempo de arrepentirte… –bromeo.

–kagami~ – suspiro en advertencia.

–Hablo en serio, una familia eso… – unos labios demandantes sobre los suyos interrumpieron lo que diría. Se aferró a su espalda y abrió su  boca dándole la bienvenida a la escurridiza lengua de su novio.

Aomine cortó el beso, dejando uno casto antes de alejarse un poco más y así poder verlo.

–Lo diré ahora y espero que más adelante no lo vuelvas a mencionar – dijo en un tono serio mas no enojado –  ese accidente nos quitó la posibilidad de tener un hijo propio, mas no de ser padres y mucho menos de ser felices – le mencionó abrasándolo, dando un tierno beso en su frente – mi felicidad eres tú y mientras te tenga todo estará bien.

Kagami sonrió alejándose para observarlo, volvió a sonreír con nostalgia al ver cuánto había cambiado su moreno en todo el tiempo que llevaban juntos.

–Entonces que es lo que te preocupa.

Aomine suspiro y resignado lo dejo salir.

–Tú has estado actuando extraño últimamente, ¿no me dejarías plantado verdad? – kagami se mordió el labio para no reírse en su cara y no lo hiso ya  que parecía que al moreno de verdad le estaba mortificando ese tema.

–¿De verdad crees eso?

–No lo sé, momoi decía que eran síntomas normales antes de casarnos, pero tú has estado raro, distante, no me has dejado  tocarte,  te tomaste muy enserio lo de la abstinencia sexual hasta la luna de miel – le dijo con reproche ante la idea de momoi sobre cero actividad sexual hasta la noche de bodas. Lo que era absurdo ya que ellos prácticamente lo han hecho hasta casi de cabeza, por una manera de decir.

–Lo siento, no se si he actuado raro pero no te dejare plantado idiota

–El idiota estaba demás ¿no crees?

Después de eso ambos sonrieron y se  abrasaron para intentar dormir unas horitas si quiera, mañana sería un día agotador y ambos lo sabían.

 

~*~

 

“¡Maldición!”  El moreno ya había perdido la cuenta de cuantas veces había maldecido, jamás en su vida había estado tan nervioso, al menos ninguna ocasión que pudiera recordar en este momento.

Miraba en cada a momento a taiga que parecía que nada podría afectar esa sonrisa que llevaba en el rostro, pensaba una y mil estupideces del porque estaba tan feliz, pero ninguna cerca de la verdad.

–¿Se puede saber porque están tan feliz? – le pregunto ya molesto de ser el único nervioso, ¿es que no sabía que día era?

Kagami suspiro.

–¿Puedo saber porque demonios esta tan molesto? – le pregunto con el mismo tono, un sonrojo en el rostro del moreno y el que no le mantuviera la mirada se lo hiso saber –

Kagami comenzó a relatar –Llevo siendo pareja de alguien por cinco años, hemos pasado por muchas cosas, altas y bajas aun así nos hemos mantenido juntos, pero una en particular nos golpeó duro…  tuvimos un accidente hace un año en donde perdimos a nuestro hijo, no lo pude mantener a salvo dentro de mí y se me diagnostico que ya nunca podría tenerlos, por meses fui un idiota y le pedí que me dejara una y otra vez… y aun así él no lo hizo, se mantuvo a mi lado aguantándome… hasta que un día, harto de mi comportamiento con un golpe me hizo comprender  mi error, que no me dejaría hiciera lo que hiciera, porque me amaba y   quería pasar el resto de su vida a mi lado, fue ese día el que me pidió matrimonio y fijamos la fecha para el dia dehoy… ¿sabes por qué elegí esta fecha?

Aomine lo escuchaba atento y asintió – Tu cumpleaños.

–Así es –le sonrió acercándose al moreno acariciándole la mejilla con ternura y delicadeza –le dije que ese sería el mejor regalo que podría darme y estuvo de acuerdo… ahora me gustaría saber ¿por qué demonios estas tan inseguro? Daiki estoy bien, no te dejare plantado, no tengo arrepentimientos cuando se trata de ti.

El moreno sonrió y con la misma delicadeza de los pétalos de una roza acaricio la mejilla de su novio viendo como este cerraba sus ojos para sentir ese bello tacto.

Un beso lleno de amor sello su promesa de ya no más inseguridades, cuando iba a volver el beso más pasional, la puerta de su departamento se abrió con bombos y platillos.

–Nada de cariñitos – dijo Kise tomando al moreno y separándolo de kagami.

–Así es despídete Daiki que ya no lo ves hasta el altar – decía un entusiasmado Takao –vamos sin-chan no está esperando, adiós Tai-chan – se despedido empujando al confuso pelinegro.

Después de que eso dos torbellinos entraran y prácticamente raptaran a aomine entro kuroko y momoi.

–¿Cómo te encuentras? – le pregunto con cariño la peli rosa.

–Nervioso, pero bien – sonrió feliz.

Unas horitas más y ya estaba todo listo, momoi arreglaba unos últimos detalles en el cabello del novio mientras kuroko arreglaba el corbatín.

–kagami-kun deja de moverte – le regaño –ya está listo – dijeron los dos al unisonó.

El pelirrojo se levantó y fue a mirarse al espejo de tamaño completo sin evitar sonrojarse al verse.

Su cabello siempre alborotado lucia de manera impecable hacia atrás con unos mechones hacia un lado, su cuerpo lo cubría un traje hermosamente blanco, con un corto plateado debajo del blazer largo y encima de la camisa, misma que se adornaba con hermoso corbatín de un rojo muy  suave.

–Te ves hermoso kaga-chan – dijo entusiasmada la peligrosa mientras kuroko asentía.

–¿Kagami-kun al final llevaras eso? – pregunto el más bajo apuntando una pequeña cajita al lado del ramo de rosas blancas, mientras el mismo sonreía por el significado.

–Si – contesto con firmeza, kuroko lo tomo y se lo puso al pelirrojo.

–Bien ya está todo listo, será mejor ir andando, mira que si lo dejas esperando mucho de seguro vendrá a buscarte  – kagami sonrió pues aquello no era una simple broma.

 

~*~

 

La dulce melodía del cristianismo acompasaba su acelerado corazón, sus mejores amigos se encontraban a su lado, como los más fieles guardaespaldas,  el día de hoy se habían puesto de acuerdo en no hacer ningún comentario de mal gusto y  se los agradecía.

Ya había recibido a todos lo invitados y la hora acordaba ya iba con cinco minutos de mas, podía notar a sus padres sonriéndole con tranquilidad y al padre de kagami, un poco nervioso, la paciencia no era su don al parecer y  sonrió al verlo igual que él, nuevamente iba a mirar la hora cuando una mano se apoyó en su hombro.

Y miro a todos sus padrinos de boda y amigos detrás del sonriendo.

–Tranquilízate va a llegar – le dijo Akashi.

–Un novio, no es novio si no se hace esperar  – le dijo guiñándole un ojo el rubio.

–Es verdad… si llegara antes sería raro – secundo ahora el peli morado, divertido al ver a aomine tan nervioso.

–Hay un buen augurio para ustedes el día de hoy – le sonrió el peli verde.

A las afueras de la iglesia una himuro caminaba de un lado para otro hasta que un bello auto adornado con listones y rosas blancas paraba enfrente de él.

–Te ves lindo taiga – le sonrió su mejor amigo y hermano.

–Gracias.

–Bien, nosotros entraremos, no nos hagas esperan tanto tai-chan – le dijo momoi, seguido de kuroko.

–¿Seguro que quieres entrar solo?

–Si no te preocupes. 

El moreno se fue y respiro hondo cerrando sus ojos, estaba seguro de que aquella caminata sería la más larga de su vida, pero luego pensó, uno se casa una vez en la vida y el… solo con Aomine, valía la pena esa tortura.

Sonrió más tranquilo y sus pasos fueron más seguros después del segundo paso.

 

~*~  

 

Aomine vio a kuroko, momoi y himuro caminado por el lado de la iglesia para luego llegar al mismo lugar en donde estaban sus amigos, pero por el lado contrario.

La música nuevamente lleno sus oídos, viendo a lejos a la personita que amaba con todo su ser, sonrió con verdadera alegría al ver lo lindo que se veía con ese traje.

Todos y cada uno de los presentes sonreía con cariño, al hermoso novio y de apoco cada  una de esas miradas fueron cambiando por una de verdadero asombro.

Los ojos de aomine se posaron  en ese pequeño listón de color rojo que llevaba kagami en el brazo izquierdo.

El blanco en un traje del novio o la novia significaba la pureza de esta en camino al altar, y el blanco con algún distintivo de otro color, como en este caso el corbatín rojizo, simbolizaba que ya no era virgen pero que la única persona con la que había estado era la persona con la cual estaba contrayendo matrimonio.

Y luego estaba el listón rojo, signo demostrativo de que el novio caminaba al altar con un ser y símbolo del amor  en su vientre.

Kagami llego enfrente de él y le sonrió feliz al ver el rostro desconcertado de aomine.

–Es… – no salía de su impresión.

–Si – le dijo seguro, el padre iba a comenzar con la ceremonia pero kuroko le hiso señas para que esperara ya que ellos tenían que hablar.

–Pero…

–Perdóname por  no habértelo dicho, no era seguro hasta luego de dos meses…  podía perderlo, no quería ilusionart.e

–¿Tienes dos meses? – le pregunto tomando sus manos mientras su rostro intentaba sonreír, pero sus ojos derramaban lágrimas, kagami lloro también y asintió –¿por eso, lo de la abstinencia y el que dejaras el equipo? – volvió a preguntar tomando su rostro con sus manos y con sus pulgares secaba su llanto, este volvió a asentir.

–Si, es delicado en mi caso, pero no hay riesgos despreocúpate – aclaro inmediatamente ante el rostro de miedo del moreno, el mismo que algo iba a decir pero un dedo del pelirrojo lo silencio –después tendremos todo el tiempo para hablar ahora solo hay una palabra que quiero decir.

 Ambos se miraron y luego a los alrededores,  kagami tenía razón no era el lugar para seguir hablando tomo su  mano y miro al padre, para dar inicio a lo que los conllevaba a ese lugar.

EL “si, acepto” de parte de ambos amantes nunca fue más sincero y lleno de sentimientos, ambos se miraron con la felicidad completa en sus ojos, ante las palabras “Puede besar a su esposo”.

–Ahora si taiga, eres mío por completo – le susurro sobre sus labios posicionando una mano en su cintura y la otra en el cuello de taiga ejerciendo presión para dar paso a un beso pasional pero rectado, se separó un poco manteniendo milésimas de distancia   en donde azules y rojos se encontraban. Sonrieron ante el bullicio y la aglomeración  de las personas que festejaban su unión.

–Siempre he sido tuyo, ahora más que nunca – le menciono tocando su vientre, aomine volvió a sonreír llevando su mano por sobre la barriga de taiga notando con alegría ese minúsculo bulto.     

Aomine estrecho con fuerza contenida ese cuerpo que ahora y como siempre le traía una nueva felicidad a su vida, aquella  felicidad que tiempo atrás creyó perdida. Pero que ahora volvía con aun más fuerza, y en un día tan especial.

 

Fin

Notas finales:

¿Que tal?... espero les haya gustado n.n  nos estamos leyendo!

Muy buenas noches chibi-chanes OwO  


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