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Eres como una tormenta contra mi ventana por chibibeast

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Notas del capitulo:

¡Hola!

Han pasado 84 años (?)... y yo vengo a actualizar hasta hoy xp

La verdad es que tenía pensado dejar abandonado este fic y el de "Los Clanes" pero tres personitas me animaron a seguir con ambos, por eso les dedico este cap a Momo-san, Karikarija Suzuki y Auditore (si llega a leer sabrá que es para ella o Kari le dice, no sé xD)

No es un gran cap y no se dice mucho, pero habrá mejores, eso sí.

Ah, si alguien ha leído mis primeros fanfics publicados en diciembre de 2014 y tal vez alguno le gustó y guardó, podrían decirme si tienen "Primavera, mi estación favorita llena de dolor" es un Reituki, fue el tercer fic que publiqué; por razones de edición lo borré de AY y por un jodido virus tuve que formatear la USB donde lo guardaba, si alguien lo tiene le estaré en deuda ;n; pueden encontrarme en Facebook como Isa Yanne Suzuki.

Disculpen los errores ortográficos.

¡A leer!

Se levantó a las 6 am, muy temprano dirían muchos para alguien que está desempleado, Tanabe Yutaka se caracterizaba por ser emprendedor y no darse por vencido, así que esa mañana se decidió por preparar unos cuantos Currículo Vitae y buscar empresas que necesitaran empleados que ejercieran su carrera profesional; se bañó, vistió y salió del edificio, conocía algunas empresas en las que podría tener una oportunidad pero uno nunca está seguro, así que iría a varias y cuando lo llamaran vería cual le favorecería más; tomó todo lo necesario, incluyendo el celular ajeno que hoy entregaría a su dueño.

 

 

 

 

 

*****

 

 

 

 

 

Se revolvió un poco incómodo en la cama, sentía frío y algo lo aplastaba. Abrió los ojos e identificó la habitación en la que se encontraba, la habitación de Akira, el frío se debía a que las cobijas estaban tiradas en el piso y lo que lo aplastaba era el cuerpo de Akira, rodó los ojos fastidiado y trató de quitarlo de encima suyo no importándole si despertaba al rubio; se removía debajo de aquel cuerpo más alto y pesado que el propio, pero sentía que mientras más se movía más peso se sumaba, bufó cuando escuchó la risa tonta de su amigo. Vio el reloj digital sobre la mesita de noche al lado de la cama, marcaba las 6:30 am, era muy temprano, tontearía un rato con el rubio.

 

 

 

 

 

*****

 

 

 

 

 

Iba conduciendo su auto, hace un par de minutos salió de la última empresa en la que dejó su Currículo Vitae, el reloj en el tablero mascaba las 8:30 am, aún faltaban un par de horas para que se reuniera con Matsumoto; parqueó el auto frente a la cafetería en la que se encontraba el día anterior, entró, se sentó en la misma mesa y ordenó un desayuno que no le cayera pesado ni tan liviano. Comió con tranquilidad, de vez en cuando observaba pasar unas cuantas personas, madres que llevaban a sus hijos caminando a su escuela, personas ejercitándose y uno que otro dueño paseando a su mascota; eso le recordó al cachorro del protector de pantalla del celular, se veía muy lindo y se preguntaba si Matsumoto sería el mismo hombre que llamó tanto su atención ayer.

 

 

 

 

 

*****

 

 

 

 

 

Sentía que le faltaba la respiración, sus pulmones clamaban por aire, sus mejillas coloreadas de rojo, de sus ojos brotaban finas lágrimas, jaloneaba el cabello rubio y arañaba la espalda y brazos del hombre sobre él, las manos ajenas recorrían todo su torso por debajo de su camisa del pijama, se removía por lo que el otro le hacía sentir.

 

─ A-Akira… ya… no…─ decía con dificultad, el rubio no le dejaba.

 

─ ¿Qué pasa, Taka? ¿Ya no aguantas? ─ le susurró en el oído sin parar de mover sus manos.

 

─ ¡Ya basta, Akira! ¡Harás que me orine! ─ entre carcajadas el rubio no paraba de hacerle cosquillas a Takanori, ambos reían, sus risas estruendosas retumbaban en la habitación, la cama estaba más desordenada que antes, el castaño pataleaba y daba manotazos al rubio para que lo dejara ir, pero este se negaba.

 

Después de unos minutos Akira dejó de ‘torturar’ a su amigo castaño y simplemente quedó recostado sobre él de nuevo, ambos regulando sus respiraciones, sus rostros se encontraban demasiado cerca, sus narices se rozaban, sólo bastaría que movieran sus cabezas y sus labios se unirían; la alarma del despertador empezó sonar antes de que cualquiera realizara algún movimiento, se separaron.

 

 

 

 

 

*****

 

 

 

 

 

Salió de la cafetería y cruzó al parque frente a esta, llegó a la misma banca del día anterior y se sentó a esperar a Matsumoto, vio su reloj de pulsera ‘9:45 am’, faltaba poco para que hiciera acto de presencia. Paseó su vista por el lugar, había más gente que antes, apreció mejor a su alrededor y notó cosas que no había notado; por ejemplo: los puestos de venta, una fuente bien detallada casi al centro con un angelito cargando un cántaro del que brotaba agua que caía a la pileta, unos metros más alejada había una cerca pequeña que rodeaba una roca volcánica y del otro lado un kiosco en el que algunas personas pasaban el rato. Era muy bonito y a pesar de que casi siempre acudía a la cafetería nunca se había dado el tiempo de detallar nada. “O estaba muy ocupado pensando en el trabajo o realmente soy muy despistado” río para sí, ser despistado era otra de sus características.

 

 

 

 

 

*****

 

 

 

 

 

Abrió el armario donde el rubio le había cedido espacio para dejar algunas mudas de ropa para cuando se quedara a dormir como en esa ocasión, ya se había bañado así que sólo tomó las prendas que combinaban y se las puso, pasó a ver su reflejo en el espejo de cuerpo completo que estaba en la habitación, arreglaba su cabello; en eso Akira salió del baño con una toalla rodeando sus caderas y algunas gotitas de agua resbalaban por su torso.

 

─ Aléjate de mi espejo, lo quebrarás en miles de trozos. ─ se posó detrás del castaño, burlándose.

 

─ Já, si no lo has quebrado tú dudo que lo vaya a hacer yo. ─ le sacó la lengua al reflejo del rubio.

 

─ Te ves muy bien. ─ posó su cabeza sobre el hombro izquierdo de Takanori.

 

─ Sabes que no me gusta lucir mal, además luego de encontrarme con Tanabe y que me devuelva mi celular hay que ir a la tienda y supervisar que los idiotas que contrataste no rompan nada, de nuevo, cuando llegue hoy la carga de instrumentos. ─ frunció el ceño ─ Y quítate que me estás mojando. ─ se volteó quedando frente a frente con el rubio.

 

─ Bien. ─ se alejó ─ Sólo espera a que me vista y partiremos. ─

 

─ No te he pedido acompañarme. ─ elevó una ceja.

 

─ No te he pedido permiso para acompañarte. ─ se miraban retadoramente.

 

─ Apresúrate. ─ suspiró derrotado ─ Iré a darle de comer a Koron-chan mientras te vistes. ─ salió de la habitación y el rubio sonrió.

 

 

 

 

 

*****

 

 

 

 

 

No tenía nada qué hacer durante el día, se entretenía con las aplicaciones que guardaba en su celular, ya sólo faltaban dos minutos para que fuera la hora del encuentro. Traía puesto lo que le dijo a Matsumoto que sería lo que le identificaría: un collar con un par de anillos dorados como adornos.

 

Se encontraba tan sumido en un juego de carreras de autos que no notó cuando una persona de baja estura, castaño y vestido entre elegante y casual se detuvo frente a él, hasta que un chihuahua de pelaje oscuro tomó entre sus colmillos la tela de su pantalón y empezó a dar tirones.

 

Una sensación extraña le molestaba en una de sus piernas, llevó su vista hacia abajo y vio una machita negra con marrón pegada a su pantalón, su vista aún no se adaptaba a ver algo que no fuera la imagen del juego, parpadeo varias veces y así pudo diferenciar lo que había, la pequeña cachorro gruñía y él sólo la veía con confusión; de repente escuchó un carraspeo, levantó su vista hacia dónde provenía el sonido, recorrió todo el cuerpo frente a sí hasta llegar al rostro, un rostro blanquecino con piel que se veía bien cuidada a simple vista, sus ojos cubiertos por unas enormes gafas que se notaban caras y su cabello castaño bien acomodado. El hombre frente a él llevó una de sus manos hacia su cabello y guardó un mechón detrás de la oreja izquierda, una de las cejas se elevó.

 

─ ¿Eres Tanabe Yutaka? ─ esa voz grave hizo que un escalofrío recorriera su cuerpo, la sorpresa en su rostro fue visible, la imagen de ese hombre y su voz le confirmaron sus sospechas, el sujeto que vio ayer y el dueño del celular son la misma persona.

 

─ S-Sí. ─ respondió un poco nervioso, tragó saliva y aclaró su garganta ─ Hola. Tú debes de ser Matsumoto Takanori. ─ el castaño asintió, Yutaka se levantó de la banca y realizó una corta reverencia al castaño ─ Mucho gusto. ─

 

─ Igualmente. ─ realizó una reverencia, también.

 

─ Eh, disculpe que diga esto, pero… ¿Podría decirle a su mascota que suelte mi pantalón? ─ señaló hacia abajo y ambos vieron a la cachorrita.

 

─ ¡Koron-chan! Deja de hacer eso, podrías lastimar tus colmillos y rasgar la ropa de Tanabe-san. ─ se acuclilló para tomar a Koron entre sus brazos ─ Lo siento, no suele hacer eso a menos que quiera atención. ─ se disculpó y acarició la cabecita del cachorro.

 

─ No hay problema. ─ rasco detrás de su cabeza de manera nerviosa ─ Me disculpo por no haberlo notado antes. ─ “Ah, seguro piensa que soy un tonto.”

 

Negó con la cabeza y pasó a sentarse en la banca acomodando a Koron sobre sus piernas. ─ Siéntese, por favor. ─ le pidió con voz suave y el pelinegro obedeció.

 

Sentados uno al lado del otro el silencio se apoderó del ambiente, Yutaka estaba nervioso, Takanori simplemente se dedicaba a acariciar la pancita de Koron y esta movía sus patitas intentando atrapar los dedos de su dueño. Yutaka se aventuró a romper el silencio.

 

─ Es un perro muy lindo. ─ Koron y Takanori voltearon a verlo, luego siguieron en lo suyo.

 

─ Es hembra. ─ “Tonto, debí preguntar primero” se regañaba el pelinegro ─ Y sí es muy linda. ─ le vio sonreírle a Koron y se sonrojó “Tú también eres lindo.”

 

─ Ah. ─ silencio ─ ¿Qué raza es? ─

 

“Es muy curioso” pensó Takanori, “También guapo y se ve que tiene buen cuerpo” miraba a Yutaka de reojo y se mordió el labio inferior disimuladamente.

 

─ Es un chihuahua. ─ respondía sin verlo a los ojos ─ Su nombre es Koron, tiene 2 años de edad, es muy juguetona y le gusta llamar la atención; ¿No es así Koron-chan? ─ Koron emitió un agudo ladrido y movió su colita, sacaba su lengüita intentando lamer los dedos del castaño.

 

─ ¿Chi-Chigua? ¿Ah? ─ ladeó su cabeza en confusión intentado pronunciar la raza del cachorro.

 

─ Chi-hua-hua, con “h” no ”g”.─ explicaba, en esa ocasión volteó hacia Yutaka y rió bajito.

 

─ Ah… Eh…─ asintió apenado y apartó la vista sonrojado.

 

─Tanabe-san. ─

 

Hizo caso al llamado y al voltear se encontró cara a cara con Koron, su pequeña nariz húmeda rozaba con la suya, Takanori aprovechó que Yutaka no lo veía y elevó al cachorro hasta la cabeza del otro; de la sorpresa el pelinegro retrocedió y casi cae de la banca, por suerte logró sujetarse del espaldar y evitó caer.

 

─ ¡Oi! ¿Quieres matarme de un susto o qué? ─ tenía el ceño fruncido, pero escuchó la risa divertida de Takanori, un “jejeje” que lo contagió y también rió.

 

─ Lo siento, sólo trataba de aligerar el ambiente. ─ sonrió, Yutaka se ruborizó tanto que sus mejillas parecían un par de tomates. El castaño se quitó los lentes y los guardo entre su ropa ─ Tranquilo, no lo volveré a hacer. ─ asintió ─ Dígame, Tanabe-san, ¿ha tenido mascotas? ─ se notaba interesado en su respuesta.

 

─ No, trabajaba mucho, entonces no podía cuidar de una mascota. ─ se sentía extraño hablando en pasado de trabajo.

 

─ Oh, ya veo. ─ bajó al cachorro para que se entretuviera cerca de ellos.

 

─ Pero recuerdo que de niño sí tuve, era un gato que parecía un pequeño tigre por su pelaje. ─ contaba ─ Era muy huraño y arisco, la mayoría del tiempo tenía rasguños en los brazos hechos por él. ─ tocaba sus brazos como si tuviera las marcas ─ Sus escapadas de casa me metían en problemas, una vez entró a la casa de una vecina, rasgó sus cortinas, se comió su almuerzo y para rematar preñó a su gata; mamá me castigó por una semana como si hubiese sido yo el que causó tal desastre. ─ Takanori atendía lo que el pelinegro le contaba y contenía la risa que quería salir ─ Lo peor no fue que me haya quitado mis videojuegos o me haya prohibido salir sino que… ¡Me quitó mi mayonesa! No me dejó comerla y a mí que me gusta tanto. ─ hacía muecas y pucheros, ante eso último Takanori estalló en risas.

 

─ ¿Quieres decir que lo que más te importó fue no haber comido mayonesa? ─ preguntó entre risas.

 

─ Oye, era un niño, mis prioridades eran diferentes. ─ otro sonrojo, fingió molestia.

 

─ Lo siento, lo siento. ─ calmó sus risas ─ Pero es divertido, es bueno tener recuerdos de la niñez. ─ ambos asintieron, posaron su vista en las hojas de los árboles que se mecían por el viento.

 

─ Matsumoto-san. ─ viéndose a los ojos ─ Tome, olvidé a lo que veníamos. ─sacó el aparato propiedad del castaño y se lo tendió ─ Disculpe que haya hablado mucho y haya tardado en devolverle su celular. ─

 

Negó. ─ Fue una plática graciosa y entretenida. ─ le sonrió mientras aceptaba el aparato ─ No hablamos mucho, pero puedo suponer que sabes muchas cosas en general, debe ser muy interesante tener una conversación seria contigo. ─

 

Rió nerviosamente. ─ Tal vez. ─ mostró su sonrisa con hoyuelo incluido que dejaba hipnotizado a cualquiera y que lo hacía ver tierno, aniñado.

 

“Su sonrisa es encantadora, debe tener a muchas y muchos tras él... luce tan adorable.” sus pensamientos lo hicieron enrojecer peor que Yutaka.

 

Takanori iba a decir algo más, pero alguien (un rubio con raíces negras, de aspecto rudo y un algo intimidante) lo interrumpió.

 

─ Takanori, ya debemos irnos, es tarde; recuerda que hoy llegan los nuevos. ─ se acercó hasta el castaño y posó una de sus manos sobre el hombro de este.

 

─ Cierto. Lo olvidé por completo. ─ suspiró ─ Bueno, debo irme, Tanabe-san. Muchas gracias por haberme devuelto mi celular y fue un gusto hablar contigo, espero algún día volver a encontrarnos. ─ hizo un corta reverencia en despedida, llamó a su mascota y se encaminó con el rubio al lado.

 

Yutaka también se despidió del castaño. Observó cómo Takanori sonreía y hablaba animadamente con el hombre que fue a buscarlo, el rubio asentía o daba pequeños empujones al castaño, se dirigían hacia un auto que se notaba bastante caro, al parecer ambos hombres poseían mucho dinero o sólo les gustaba darse sus lujos. Lo último que vio antes de que entraran al auto fue que el hombre rubio pasó su mano por la cintura de Takanori y dio un beso cariñoso en una de sus mejillas, le abrió la puerta del copiloto caballerosamente, luego él ingresó al lado del piloto y arrancó, los siguió con la mirada hasta que los perdió.

 

“Guapos, visten con estilo, tienen objetos lujosos, un perro cuya raza no es de origen japonés, obviamente fuera de mi alcance; seguramente se conocen desde hace años, son pareja, viven juntos y se aman más que a nada, un total y completo imposible para mí. Maldición, será mejor que me compre un gato… no, me traerá problemas.”

 

Sacudió su cabeza para dejar de pensar en suposiciones y tonterías, se levantó de la banca y se encaminó en busca de su auto.

Notas finales:

Se me hace que Kai va terminar siendo ukeado por Ruki xD


La descripción del parque es como el de la cuidad en la que vivo, es bonito c:


Extraño ver ese collar colgar del cuello de Kai ó3ò


Esa conversación me recuerda a cuando hablo por primera vez con alguien cx


¿Qué les pareció el cap.? Lamento si se aburrieron.


*Backstage*


-*Mientras Kai y Ruki hablan*-


Reita: -pensativo- 


Aoi: ¿Qué te pasa, calabaza? Owo


Reita: Nada, es sólo que esa escena mía con Ruki me dejó pensando  :│


Aoi: ¿En qué? O.o


Reita: ¿¡Por qué el maldito despertador tenía que sonar justo cuando iba a besar al enano!? ¡Arg, no es justo! Tan cerca que estuve >n< -haciendo berrinche-


Aoi: Jejejé Un.n  No lo sé, pero ¿a que dejó a varias con ganas de Reituki? ¬u¬


Reita: ¡Yo también quedé con ganas! Lo estuve a punto de besar, debajo de mi cuerpo, indefenso, sólo un poco más y… -con cara de súper pervertido- hubiera estado flojito y cooperando.


Aoi: Tú y tus cochinadas U-.-


Reita: Tú eres peor, así que no hables ¬¬


Uruha: No hay nadie más pervertido que Kai, él les gana -3- mejor ni sigan.


Reita/Aoi: ¿Y tú cómo sabes, pato con jamones de lo más sexis sensuales? -viéndole las piernas-


Uruha: Oi, vean mis ojos, par de degenerados ònó Digo que Kai es más pervertido porque Ruki me cuenta lo que le hace, además Aoi, tú ya estuviste con él  -.-


Reita:  ._.  Te lo tenías bien escondido, gato roñoso ¬u¬


Aoi: o///o ¡Lo hace bien rico! ¿¡y qué!? >///<


Reita/Uruha:  o.o  No era necesario mencionar eso  .///. 


Reita: ¡Mi escena de Reituki! TcT ¡Exijo una escena Reituki o entraré en huelga a ver cómo le hacen sin mí! ònó


Uruha: Tonto, no se ha dado cuenta de que es un personaje irrelevante U-.- (?)


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