Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

siempre contigo por yuki666

[Reviews - 90]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

bueno bueno... primero que nada, finalmente les conteste todos sus bonitos rw, no solo de este, sino que tambien de in fire, algo loco y yo tambien queria, una disculpa por la enorme tardanza y de antemano muchas muchas gracias por todo su apoyo y por regalarme unos minutitos de su tiempo para comentar <3

 

les habia dicho que actualizaba "en un momento" a las personas a las que les conteste su rw pero ya pasaron como 5 dias xD sorry, tuve cosas que atender. finalmente les dejo el capitulo y advierto:

NUEVO EMBARAZO, LEMON MIDOTAKA  xD es algo pequeñito pero espero que les deje un buen sabor de boca xD

abajo les dejo otra notita, esperando de todo corazon que lean esta y la de abajo xD

 

Tetsuya abrió los ojos, se levantó con mucho cuidado y se calzo la playera de Taiga que era lo suficientemente grande para cubrirle hasta medio muslo, camino hacia la cocina, calentó lo que había en la estufa y sirvió de todo un poco para él y mucho de todo para su tigre acomodándolo en una charola y subió de regreso a su habitación. Así debía haber sido el día que se quedó en la casa de Taiga, había tenido la ilusión de prepararle un sencillo desayuno y juntos compartirlo en la cama con mimos y arrumacos. Esperaba que todo fuera como siempre había imaginado.

Cuando entro a la habitación Taiga ya estaba despierto, veía el techo  con gesto indescifrable.

-¿te lastime?- cuestiono con verdadera preocupación en la mirada, se sentó y permitió que Tetsuya colocara la bandeja sobre sus piernas.

-se supone que tú eres el convaleciente…- le reprocho con dulzura.

Tetsuya pucheo mientras tomaba una galletita y la mordisqueaba…

-estoy bien, ya no soy ningún convaleciente y no… no estoy lastimado.-

Los dos comieron justo como Tetsuya había deseado, juguetearon, se bañaron juntos e hicieron el amor una vez más en la ducha, aquello era perfecto.

 

Ryota espero los 3 minutos que decía el instructivo mientras paseaba nervioso frente al lavabo, por favor por favor por favor… debía ser una broma, tenía ya muchos años viviendo con su esposo y hubo un tiempo en el que habían buscado embarazarle pero las pruebas que le había practicado Midorima decían que el útero que yacía en su cuerpo era “agresivo” para la gestación, había sido doloroso y frustrante pero lo habían aceptado, Daiki le había dicho que ellos eran familia y de ahí había nacido su extraño complejo de  madre por Tetsuya. Pero hacia un par de días se había sentido mareado, esa mañana había vomitado y  sentía su cuerpo “raro”.

Se mordió el pulgar nerviosamente, ¿y si estaba? ¿Y si no? Ambos eran jóvenes, tenían una vida bastante cómoda, un niño no estaba contemplado en sus planes en estos momentos pero… tampoco les vendría mal.

Su corazón latió en sus oídos cuando los tres minutos pasaron. Se acercó a la pequeña prueba y la miro totalmente expectante.

-Ryota… ¿has visto mi…?-

Daiki entro precisamente en ese momento, anudándose la corbata del uniforme, miro a Ryota y lo que tenía en su mano.

-¿interrumpo?...-

El rubio no sabía si reír, llorar, esconder la prueba o enseñársela, simplemente se quedó ahí, tieso, como venadito alumbrado por un auto a mitad de la noche en una carretera.

-creo que estoy embarazado…- chillo el rubio con los ojos aguados y una sonrisa nerviosa.

-eso es bueno… ¿no?... ¿Por qué no me lo habías dicho?-

El rubio camino desesperado al retrete, bajo la tapa y se sentó, lloró con las emociones a flor de piel.

-no sé si estoy…  - miro la prueba y lloro con más fuerza – esta cochinada no marco nada, creo que no la hice bien, tengo miedo… queríamos hace años un bebe pero ahora estoy bien, Kurokocchi es realmente como un hijo para mí, la vida contigo ha sido genial, ¿seré una buena madre para un bebe? ¿Y si no lo estoy? ¿Ya no me vas a querer? Oh Daichii, todo es tan confuso.

El moreno se hinco frente a su rubio y beso su frente, sus lágrimas y finalmente sus manos.

-estaremos bien… primero tenemos que ver si estas o no… y te voy a seguir amando sea cual sea el resultado, Tetsuya ya no puede ser tu… nuestro hijo… es un hombre, adulto, incluso meses más grande que tú y que yo y que muy probablemente se va a casar en poco tiempo e incluso irse de aquí, Kagami tendrá pensado en tener un hogar más grande, ser el macho alfa pecho peludo de su casa… igual que yo…-

Ryota sonrió divertido ante el comentario de su hombre de las cavernas. Daiki hizo lo mismo al ver que su esposo se había calmado un poco.

-agenda una cita con Midorima, iremos y en cuanto tengamos un resultado haremos lo que sea necesario, no te preocupes Ryo… estamos juntos, es lo que importa.

El rubio estaba seguro que se acababa de enamorar más de Daiki, el moreno era un hombre bastante parco, casi no hablaba… pero cuando lo hacía era tan malditamente romántico.

 

 

 

 

 

 

La paciente que acababa de atender salió sonriéndole con algo de mofa en la mirada, está bien, él era el primero en saber que se veía realmente ridículo con un enorme hematoma verde y morado en el rostro, parecía que tenía un antifaz grotesco , de esos que usaban en los carnavales de Rio de Janeiro, pero era inevitable, Tetsuya se había levantado de manera brusca y le había golpeado la cara, de eso hacía dos semanas, pero su piel al parecer era muy sensible, y para ser honestos un estúpido hematoma no le iba a impedir ir a trabajar en su amado consultorio.

-shin-chan… te traje tu compresita fría…- Takao entro al consultorio con una bolsita de gel frio, agradecido se retiró los lentes y permitió que su esposo y asistente le pusiera el remedio en la cara.

-deberías ponerte un poco de maquillaje… ya son tres los pacientes que salen y me observan con ojos de pistola como si te hubiera aporreado con un bate… - sonrió divertido y guio a su esposo para que se inclinara hacia atrás, en el respaldo de la silla giratoria. –pensaran que eres un mandilón…-

Comenzó un ligero masaje en los hombros del médico, su Shin-chan se estresaba bastante, era el único medico tan joven de su edad que había cursado al mismo tiempo la especialidad de obstetricia masculina y cardiología, graduándose con honores y logrando obtener su propio consultorio en uno de los hospitales más sofisticados de la ciudad.

Amaba con todo su ser a su Tsunderima, era un secreto a voces que ambas carreras habían sido elegidas por sus sentimientos, cuando se habían casado Takao había tenido un embarazo un poco complicado, muy complicado para ser honestos, placenta previa, la vida del moreno y de su pequeña Midori había corrido mucho riesgo, por esos días Shin-chan aún era residente de la carrera, tenía los conocimientos  pero no la suficiente experiencia y menos aún la autoridad para salvarle, aquello lo había frustrado terriblemente y juro no volver a poner en riesgo la vida de su pareja, pese a que amaba realmente la cardiología se dedicó en cuerpo y alma a amabas especialidades, y con ellas había salvado a mucha gente, incluido Tetsuya.

-tu próxima cita es en 45 minutos…- ronroneo Kazunari al odio del peliverde, giro la silla para quedar frente a él y sentarse en su regazo, esta sin lugar a dudas era una fantasía que tenía que hacer realidad, la silla brincaba un poco al movimiento y le permitía sentarse a horcajadas en su doctorcito.

-¿nos podemos portar mal? … ¿aunque sea tantito?- la compresa hizo un suave ruido al caer al suelo, Kazunari contuvo la respiración al ver que el iris verde de su pareja era cubierto casi por su totalidad por la dilatada pupila negra. Oh mierda, Takao estuvo a punto de venirse con tan solo esa imagen de su esposo excitado. Era tan magnifico, seductor, tan masculino.

Se besaron con hambre, Takao se ajustó en el regazo del médico a manera de que sus erecciones se rozaran por encima de la ropa, se froto contra el cómo gata en celo, jaloneo la corbata hasta aflojarla y dejar descubierto el cuello blanco para pegarse a el cual vampiro y besarlo sin obstáculo alguno.

-¿pusiste el seguro? – cuestiono el ojiverde con un gemido ronco. Kazunari conocía todos los puntos calientes de su esposo y le encantaba provocarlo.

-si…- ronroneo deslizando la lengua húmeda por la oreja, el sensible cuello, halando los cabellos verdes bien peinados y engominados. La verdad es que Takao ni se acordaba si lo había puesto  o no.

-quítate los pantalones… - le urgió el peliverde mientras se desabrochaba la cremellera y sacaba la furiosa erección palpitante, a Takao casi se le cae la baba, quería lamerlo hasta los huevos pero era algo que tendría que hacer después, el tiempo no estaba a su favor.

-ven acá pequeño zorro plateado…- las pupilas platinas de Takao brillaron cuando el peliverde le hablo con tal deseo. Su Midorima era tan romántico y tan tierno con él, esa había sido una barrera muy difícil de romper, pero lo había logrado con éxito.

Tras quitarse los pantalones volvió a su posición original, era maravilloso sentir sus genitales congestionados restregarse en la ropa de su esposo, apunto la erección del médico en su húmeda y palpitante entrada y se empalo a sí mismo, hasta el fondo, tragando pulgada a pulgada la carne dura y caliente.

-te sientes tan bien…- le halago del médico mientras acariciaba sus muslos, sus testículos tensos y su pene goteante.

-si sigues así no voy a durar mucho Shin-chan…- el pelinegro comenzó a subir y bajar en la erección clavada en su cuerpo, sintió cada borde, su ano húmedo segrego más lubricante y las caricias de su esposo le llevaron muy rápido al borde.

Eran una pareja de más de 8 años de conocerse, se sabían de memoria lo que a uno le gustaba del otro, que fuera rápido, duro y caliente sin lugar a dudas le agradaba a los dos.

-sostente…- el peliverde se puso de pie y Takao chillo cuando se clavó más en la pelvis del médico, de pronto yacía acostado en el escritorio, con las piernas elevadas hasta sus hombros para dejarle totalmente expuesto, el cuerpo de su esposo arremetiendo contra el con toda sus fuerza.

-shin-chan… yo… yo…-

Ambos gritaron cuando el fuerte orgasmo arraso con sus sentidos, se abrazaron fuertemente el uno al otro, se besaron con hambre, se mimaron disfrutando el residuo del acto.

 

-Midorima… Takao no está en su escritorio…- la pareja volteo a ver rápidamente la puerta abierta y a Kise y Daiki ahí, de pie, con los ojos bien abiertos, así como habían estado dispuestos a entrar de manera casual la pareja salió totalmente apenada.

Kazunari agradeció que el cuerpo de Midorima estuviera cubriendo el suyo y que la bata de este fuera lo suficientemente larga para cubrir a ambos. Abochornados comenzaron a vestirse, abrieron la ventana, se ajustaron bien su ropa y rieron avergonzados.

-se supone que pusiste el seguro…-

-se supone que tú siempre te portas bien…-

Los dos volvieron a reír, se asearon y finalmente Takao salió para darles paso a sus amigos.

-se supone que su cita es en quince minutos chicos…- Takao les pucheo a sus amigos y la pareja sonrió entre burlona y apenada.

-y se supone que ustedes no tienen que coger como conejos en el consultorio- el rubio bromeo mientras entraba.

-espero que se hallan lavado las manos, si me tienes que revisar no quiero que mi cuerpo entre en contacto de manera indirecta con el cuerpo de Kazuchii…-

El peliverde, con gesto profesional miro a sus amigos, por supuesto que se había lavado las manos, incluso se había cambiado la camisa puesto que la bella corrida de su esposo la había manchado, eso era algo que definitivamente no tenía que decirles.

-¿en qué les puedo ayudar chicos?...-

Al salir por la tangente como buen medico sus amigos definitivamente dejarían que el tema fuera agua pasada.

Tras una minuciosa exploración 30 minutos más tarde Midorima les contestaba.

-pues si… tienes 5 semanas de gestación… - Daiki abrazo a su rubio sonriéndole confortablemente, Ryota comenzó a llorar a moco tendido.

-felicidades chicos. – el medico les sonrió con honesta emoción, pese a que era por casos totalmente distintos al parecer no solo Tetsuya, también Ryota sería su paciente.

-tenemos que festejar esto, ¿les parece si vamos este fin de semana para hacer una comida? Se nos juntaron muchas cosas buenas que festejar.- comento el pelinegro mientras entraba con una charolita con un café para su médico. El peliverde le agradeció un una sincera sonrisa.

Takao era el más fiestero de todos, pero en esta ocasión tenía bastante razón, tenían muchas cosas que festejar, su hija Midori cumplía 5 años, se reinauguraba la guardería de Tetsuya, el embarazo de Kise… definitivamente tenían que reunirse.

-preparare la comida, ustedes pueden llevar el pastel, Tetsu prestara la casa.- como toda buena anfitriona Ryota organizo todo en un santiamén, Dios, Aomine amaba ahora más al rubio.

Notas finales:

bueno pues primero que nada espero me sigan apoyando con sus rw.

muchas gracias, este fic esta por finalizarse, un capitulo, dos a lo maximo. espero les este gustando.

ahora... ¿han leido el manga de KNB? ¿su extra game? bueno, en lo personal siempre he creido que en el manga se sienten mas algunas emociones entre las parejitas que tanto se shipean en la red, es en serio, como que siento que en el anime no lo supieron plasmar muy bien pero en fin, ambos son hermosos.

para los que leyeron el manga y leen el extragame estoy segura que se estan dando de cabezasos contra la pared por que la tension Midoaka estaaa!!! D:

yo siempre he creido que esos dos tuvieron sus buenos quereres en Teiko pero... que vuelva a jugar midorima con akashi tan bien como solian hacerlo :,( siento que Takao fue desplazado.

en el fanservice de KNB el midotaka es de las parejas mas estables, incluso en mis fics siempre ha sido asi, pero tengo una sensacion rara de que el fandom midoaka despierte xD

no se, estoy divagando en muchas cosas, espero poder saber su opinion.

nos vemos pronto!!

un besito


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).