Carta de un Capitán, al Rey Cuervo.
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x/x/x
Para: Mycroft Holmes.
De: Gregory Lestrade. Capitán de la octava compañía.
Hola dulce cariño.
Sabes que es broma el saludo (quiero tener mi cabeza sobre mi cuello toda vía) sé que te molesta que te llame de esa forma; pero estoy a distancia lo que me da el valor suficiente para hacerlo y porque aún no tienes la decencia de responder correctamente a mis cartas, creo que fui muy atrevido y descarado al confesarte mis sentimientos antes de irme, mis más sinceras disculpas por eso ¡Pero por lo menos ten la decencia de responder aunque sea una! La verdad no quería asustarte y no espero una respuesta positiva tuya, es más… estoy inseguro si abrirás este sobre en cuanto sepas que nuevamente soy yo; sin embargo como hombre no puedo negar lo que siento por ti.
Te amo Mycroft Holmes y te lo digo desde el alma sin retractarme de mis incorrectos sentimientos, eres como el día, mi atardecer y mi noche. Creo que estoy en esta estúpida y peligrosa misión porque te quiero ser de utilidad y quiero que me veas.
En cuanto regrese a Londres esperare tu respuesta, sea positiva, sea negativa… la que sea la aceptare y si no quieres verme después de lo que te dije también lo aceptare, no te pediré nada más y continuaremos siendo un par de extraños. Tú seguirás siendo el Rey de hielo y yo solamente un caballero de clase media; sin embargo eso no quita que mi corazón lata como caballo desbocado por ti ¿No te imaginas lo que siento por ti?, ¡Ay de mí y mi estúpida suerte! Créeme que si pudiera no sentir lo que siento por ti, si pudiera evitar sonreír por ti…. Lo haría, mil veces lo haría sin dudarlo, solo para no molestarte más. Solo quiero que sepas que te amo Mycroft Holmes y no me importa ir contra el mundo solo por ti.
Por cierto, tu hermano Sherlock está bien, no puede evitar desobedecerme y llevarme la contraria así como no puede evitar meterse en problemas con los demás es como un niño pequeño en el cuerpo de un adulto creo que es lo más gracioso de todo. Le he seguido incontables veces a distancia y es sorprendente como en más de una vez se me ha escapado, se ha dado cuenta y desaparece. Debe ser alguna clase de ninja entrenado por el gobierno para lograr semejantes huidas pero no te preocupes en cuanto puedo le doy mi ayuda y mi protección. Le he permitido muchas atribuciones que bien me harán perder el empleo o en el peor de los casos mi vida; pero lo protegeré de todo incluso a costa de mi vida te doy mi palabra, porque sé que es lo más preciado que tienes.
¿Sabes? No puedo evitar sonreír como si tuviera un retraso mental cuando estoy pensando en ti ¿Sera que ya estoy loco? La demencia me ha alcanzado indudablemente.- (y te lo comento a pesar de que no te importe en lo más mínimo porque me molesta estar sonriéndole a un pedazo de papel como si te tuviera enfrente). La verdad creí que jamás me enamoraría después de mi divorcio quise serrar mi corazón al mundo y al amor pero de pronto entraste en mi vida como un huracán ¡Haaaarg! Estoy diciendo tonterías en esta carta, tonterías sin lugar a dudas, es la quinta hoja que ocupo (las otras cuatro las he roto en miles de pedazos al sonar en exceso románticas) me avergüenza saber que soy un poeta cuando se trata de ti ¿Todas mis cartas sonaran tan estúpidas? Espero que no.
Bueno con el pesar de un enamorado debo dejarte amor mío, lo sé, me extrañaras y yo también lo hare.- (Siempre te extraño) es noche y hoy nos toca realizar un asalto en la compañía contraria y me toca supervisar: la guardia nocturna, a los soldados, a tu hermano, las municiones, ¡a tu hermano! debo encontrarme con el coronel para la estrategia…. ¡Dios! que dolor de cabeza me da saberme responsable, lo bueno es que ya falta poco para que vuelva a verte y entonces espero poder abrazarte y que me premies por lo menos con un diminuto beso, espera por mí Mycroft, por favor y no te enamores de nadie en mi ausencia, como capitán que soy de tu hermano es una orden.
Espero enormemente con todo el corazón verte pronto y escuchar tu suave voz. Por siempre tu caballero…
Lestrade.
Posdata: Te amo.
Posdata de la posdata: ¡Es en serio cuando dije que te amaba y en verdad.- (en verdad) espero que me digas que sí! Espera mi llegada con ansias que yo iré a verte de nuevo en cuanto acabe esta guerra.
Posdata de la posdata de la posdata: Nunca.- (nunca) olvides que te quiero.
Capitán de la Octava compañía de paracaidistas:
Lestrade se puso de pie, cansado, fatigado, se llevó una mano a la cara y se quedó viendo a la nada en aquella obscuridad, suspiro y empezó a doblar la carta para guardarla en un sobre blanco, volvió a suspirar al recordar el hombre que le había robado el corazón antes de la guerra, negó con la cabeza, sonrió y la guardo en su bolsillo suspirando una última vez para salir de la seguridad de la cabaña.