Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi pequeño problema. por fxctheworld

[Reviews - 60]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Y aquí esta el siguiente cap! disfrutenlo. :)

- ¿Qué no te lo dijo? - Cuestionó el albino dando la vuelta en una esquina, llevaban 10 minutos en carretera.

- Me dijo que había besado a un chico, pero creí que eras tú. - Respondió haciendo obvia la respuesta.- Como recuerdo que me dijiste que hiciéramos un rapidito.

- Imbécil, si nos besamos. Pero fue después de que besaras a Yami ¡Fue genial como te le lanzaste! - Río deteniéndose en un alto.- ¿Tu hermana esta bien no?

- Sí, le dije que se encerrara en su cuarto, nunca la arriesgaría en uno de mis problemas. Puedo ser reventado, grosero, todo. Pero no pondría en peligro a mi única familia.

- También esta tu abuelo y tu madre...

- A esa mujer no la menciones, por favor. - Habló rápidamente callando a Bakura, el sólo negó con la cabeza.

Tanto como Bakura y Yugi se preocupaban por la rubia menor, sabiendo lo que su madre la obligaba hacer. Estudiar, y siempre ser la mejor. La número uno en todo el mundo, como Yugi dejó de estudiar hace dos años por las presiones de su madre hacía el. Así que ella desquita su coraje con Rebeca obligándola a hacer todo lo que Yugi no pudo y contratando maestros especiales. Es decir, profesores que le enseñasen en casa.

Por esa misma razón cuando Yugi podía se la llevaba lejos de ese infierno al parque, o algún otro sitio a que se divirtiera. Claro a escondidas de su madre. Sí sabía algo de eso, su hermana pagaría todo.

Yugi sacudió sus cabellos tricolores frustrado mirando al espejo y notó un auto atrás de ellos con un cabello conocido por el, fijo más su vista y era...

- ¡Mierda, acelera Bakura!

- ¿Por qué?

- ¡Yami está detrás de nosotros! - Ambos miraron hacía atrás, y si en efectivo era Yami quien miraba a Yugi con enfado.- ¡Acelera carajo!

- ¡No puedo, si me paso la luz roja me quitan el auto imbécil!

- No lo haces tu, lo hago yo y sabes que soy capaz de arrojarte por la ventana. ¡Ya no seas marica!

Gritó desesperado el tricolor apurando a Bakura, el no tuvo otra opción que obedecer a su amigo y arrancar a toda velocidad violando las leyes de transito, Yami no dudo en seguirlos. Pero le sería difícil, el auto de Bakura era un Ferrari, y el de Yami una camioneta. 

Bakura esquivó con facilidad los carros que se le ponían en frente moviendo sus cuerpos de un lado a otro como si se tratase de una atracción. El tricolor estaba confiado en que lo perdería de vista con el automóvil de Bakura. Así que se relajo en el asiento estirando sus pies mientras Bakura manejaba a toda velocidad.

- Vamos, lo haces muy bien. - Dijo burlonamente mirándolo, este le saco su dedo de en medio. Este lo mordió de forma juguetona, Bakura sacó su dedo.

- Espérate hasta llegar al hotel calentón. - Soltaron una carcajada ambos, hasta que la camioneta de Yami logró ponerse a la par suya.

- ¡Detengan este auto! - Ordenó mirando a Yugi y luego a la carretera, así sucesivamente.

- ¿Quién me lo ordena? ¿Tú? ¡Ja!

- ¡Mocoso detén el auto!

El movió su dedo negando con una sonrisa. - No-oh.

Yugi tomó una caja de clavos que había en una parte del asiento y se la mostró a Yami, este palideció mirándolo amenazadoramente.

- No lo harías.

- No me rete como en Blockboster. - Abrió la caja acercándola a la ventana.

- ¡Mutou, no lo hagas!

- Goodbye, Atemu. - Lanzó los clavos a la carretera justo al frente del auto de Yami, trató de esquivarlos pero no tuvo éxito, las llantas terminaron ponchándose ocasionando un alto desenfrenado con los carros de atrás.

Yugi río a carcajadas chocando cinco con Bakura sin apartar la vista de Yami quien lo veía totalmente enfadado, hasta podría jurar que sus puntas carmesí se volvían fuego del enojo.

La radio sonó con la canción de Toxic de Britney Spears, Yugi negó con la cabeza por la canción que colocaron en la radio, miró a Bakura.

- Oops! I did it again. - Cubrió su boca haciéndose el sorprendido. Nuevamente ambos rieron arrancando perdiendo de vista a Yami, mientras a el lo dejaban con los de transito poniéndole una multa.

Después de varios minutos llegaron al hotel Paulo, pero había un problema. Si se registraba con su nombre era muy probable que su madre o Yami lo encontrasen.

- ¡No, ya hice mucho por ti Yugi! - Se negó Bakura ante la petición de su amigo.

- Sólo es una noche, Kura.

- No.

- Anda ¿Qué te cuesta pagar una noche en el hotel?

- Mucho. - Gruñó cruzándose de brazos.- Ese dinero lo guardo para unas putas.

El rodó sus ojos con desdén.- Yo te consigo las mejores ¡Dale ya maricón!

- Vuélveme a decir maricón y te parto tu madre. - Amenazó saliendo del auto dando un portazo, Yugi sonrió triunfante saliendo también, no sin antes acomodarse su cabello hacía atrás, quedando como si fuese lacio. Como el pelo de una chica. No podrían reconocerlo, rasgo sus pantalones quedando así cortos hasta el muslo, luego su camisa la rasgo haciendo notar su ombligo. - Pareces puta.

- Es el chiste, fingiremos que soy tu putita de esta noche.

- Pero aún no es de noche. - Como respuesta, recibió un golpe en la cabeza por parte del tricolor, Bakura se quejó.- ¡Oye!

- Ya sé que no es de noche, genio.

Ambos entraron al hotel, justo donde esta recepción. Yugi le dio un golpe al albino para que caminara. El lo hizo tomando la mano de Yugi justo como en su plan.

- Buenos días ¿en que puedo ayudarles? - Atendió la recepcionista.

- Una habitación por favor.

- ¿Una cama o dos?

- Una. - Respondió Yugi apegándose a Bakura, el puso sus ojos en blanco.- Pero que sea grande la cama, así podremos tener espacio para los fluidos.

La recepcionista abrió los ojos aterrada, siguió tecleando.- ¿Tarjeta o efectivo?

- Efectivo. - Le dio un par de billetes.

- ¿Anónima?

Yugi asintió. La mujer les dio una llave, se retiraron de ahí para subir a la habitación. Bakura se dejó caer en la cama. De sus bolsillos se cayó una pequeña bolsita con algo blanco en su interior.

- No sé como pude terminar metido en esto contigo.

- Por qué eres mi único amigo y debes ayudarme. - Recalcó cada palabra de su oración, Bakura lo miró con desdén y volviendo a su posición actual. Sin que se diera cuenta, Yugi tomó con rapidez la bolsa. - No me molestes mientras duermo, puta.

- Como quieras. - Bufó prendiendo la televisión, su celular sonó. Un mensaje de Rebeca.

¡Nii-san! ¿Dónde estas? Mamá y el abuelo están preocupados por ti, por favor... vuelve.

Rebeca.

Yugi en lo más profundo de si, se sentía mal en dejar sola a su hermana. Pero no encontraba el modo de librarse de ir a California. De hecho, no tenía un plan exacto para quitarse a ese hombre de encima.

Pasaron las horas, hasta que se hizo de noche. Yugi pasó toda la tarde viendo televisión, inclusive tenían un canal de pornografía en el hotel el cual sólo veía excitado mientras se masturbaba. Bakura por su parte estaba dormido mientras roncaba, ni con golpes lograba que paraba sus ronquidos.

Estaba demasiado aburrido, hasta que pensó en algo. La bolsita, la sacó de su pantalón para verla. Y no cabía duda, era marihuana.

Sonrió acercándose la bolsita inhalando el polvo hasta llegar a su nariz.

.

.

.

Después de varios minutos salió de la habitación de hotel llevándose consigo las llaves del Ferrari de Bakura, mientras reía y bailaba. Los inquilinos lo miraban extraño, primero pensaron que era un travestí por su forma de vestir. Luego pensaron que era un payaso.

Salió del hotel subiéndose al auto y arrancando a toda velocidad, mientras en la radio sonaba Get The Party Started de Pink.

- Ohhhh I'm coming up so you better Get this party started!! - Cantaba sin parar sin parar mientras manejaba alocadamente entre los automóviles tratando de pasar.- ¡Mueve tu carcacha abuela! - Le gritó a una señora que no se movía tocándole la bocina varias veces, así que la sobrepaso sacándole sus dedos de en medio, la mujer abrió la boca sorprendida.

Siguió manejando hasta que sin fijarse por donde iba chocó con un poste arruinando el Ferrari de su amigo, este río nuevamente saliendo del Ferrari. - Lo siento automóvil de Bakura, te veré en el Infierno. - Le dijo al auto con un puchero acariciando la parte de atrás.

Camino hasta llegar a un club nocturno, pero se encontró con un guardia deteniéndolo.- Alto ahí, no puedes pasar sin identificación.

- Ah sí, acá esta. - Metió su mano en sus bolsillos, para luego sacarla mostrando su dedo otra vez, el guardia se mantuvo firme.

- No puedes entrar.

- ¡¡Déjeme entrar o le juro que le corto los huevos y los hago revueltos!!

- Seguridad.

- ¡No seguridad no! - Río corriendo de los policías que querían atraparlo, perdiéndolos por una de las calles. Volvió a entrar al club, pero el guardia se lo impidió poniéndose en frente suyo.- ¡¡Con un carajo, usted tiene un hermano gemelo!!

- Retírese señorita, por favor. - Eso le dio una idea a Yugi, se acercó provocativamente al hombre, mientras colocaba su mano ahí abajo, este se tenso. Aprovecharía que se vería como una chica para entrar.

- ¿No puedo entrar? ¿Y si te hiciera un oral aquí mismo? - Preguntó de manera inocente, jugando con la corbata del guardia, este negó con la cabeza. Al no ver su resultado hecho, jaló su miembro del hombre soltándole un grito de dolor y golpeándolo en el cuello dejándolo inconsciente. Entró al club.

A lo que venía, subió rápido al escenario apagando la música, todas las personas gritaron furiosas.

- ¡Pónganme atención abortos de su madre! - Todos callaron al darse cuenta de quien era, Yugi Mutou.- Como verán, por sus caras aseguraría que ya me conocen... sólo quiero decirles algo que seguro les gustará.

- ¿Nos bailarás como en tu fiesta? - Preguntó esperanzado un chico, el negó.

- No, algo mejor. - Arrancó un pedazo de ropa, sacando su encendedor quemándolo mientras de este salía humo subiendo hasta la alarma de incendio. Esta reaccionó mojando a todos.

Trataron de cubrirse para no mojarse, pero lo que no sabían era lo que venía después. Yugi tomó un clave de alta tensión acercándola hasta el frente de todos, gritaron exaltados.

- ¡Moriremos asados como pollos!

- ¡Estas loco, baja eso!

- ¡Alguien calle a ese hijo de puta! - Exigió el tricolor, un hombre le dio una bofetada, Yugi río.- Lo bueno de todo, es que... ¡Moriremos drogados y borrachos! - Gritó como si de un juego se tratase. Inmediatamente empezaron a correr.- Ni se molesten, las puertas están cerradas.

- ¡¡Alguien deténgalo!!

Yugi estaba por arrojar el cable abajo donde el piso mojado mientras reía macabramente. Pero fue detenido por un pañuelo que contenía una medicina para dormir, todo a su alrededor se volvió negro cayendo dormido en unos brazos, sólo antes de quedar inconsciente vio un rostro familiar y unos cabellos similares a los suyos, sonrió al reconocerlo.

- Yami.

 

 

Notas finales:

¿Le vendrá duro o no a Yugi? xD insisto Yugi, estas loquito.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).