El jardín frontal estaba lleno de rosales y juguetes por todos lados, un par de niños de ojos grandes estaba jugueteando en este con el rociador, estaba vestidos como si fuese invierno a pesar de que fuera pleno junio
- ¡Entren ya!-grito una voz masculina desde dentro
- ¡Ya vamos papa!-grito uno de los niños que resultaba ser de ojos escarlatas, una niña claro y con el cabello azul marino, el otro que era un varón de cabellos oscuros y ojos rosados que se dedicaba a levantar los juguetes desordenados
Entrando a la morada se apreciaba el emblema irken rayado por en medio dando una figura de irken y una de humano con la leyenda ‘’ZaDr’’, hace unos meses que decidieron poner eso para identificar a la familia.
¿Por qué no era peligroso que la hija estuviese si las lentillas afuera? Simple, las razas exteriores llegaron a refugiarse a la tierra, así es, hay alienígenas por la calle y relaciones entre humanos y estos antes mencionados.
- Zid, lávate las manos antes de tocar la comida-el humano de lentes le hablo de forma autoritaria pero dulce a la vez y el niño de ojos amorosos obedeció
- Mama Zim!- la de ojos rojos le dio un plato para poder obtener parte de la cena
- No quiero que alimentes a Gir, ¿entendido Jazz?
- Si mama…-la pequeña fue a sentarse a lado de su padre, este le desacomodo el cabello con una caricia juguetona
El ikren mayor de ese lugar tenía unas cuantas cicatrices en las mejillas apenas perceptibles pero visibles
El humano al igual que el irken tenía una cuantas y los lentes reparados, con cinta en medio y uno de los cristales quebrado, solo en la parte de arriba pero no le hacía molestia alguna.
GIR normalmente cuidaba de los pequeños mientras Zim y Dib iba a atender asuntos, ya que, ellos iniciaron esta revolución y procuraban mantener esa paz en el mundo por consecuencia casi nunca estaban en casa, más que los fines de semana y eran los que realmente disfrutaban de ver a sus hijos juguetear y crecer.
El de cabellos negros estaba vestido por completo de negro, se notaba la cara algo decaída ¿adivinan a donde iba el humano? A un funeral, al funeral de Ginger, la steedy alvina murió en el impacto dando así que muriese desangrada- no debió de haber muerto…
- No empieces a culparte humano…
- Pero si yo tan solo hubiese ido más rápido…
- Ya te lo dijo la human Gaz, no es tu culpa ¿entiendes?
- Está bien…-coloco ambas manos sobre la cintura de pareja para regalarle un beso sobre donde se supone estaría su nariz-ahora ponte el esmoquin Zim
- ¡Pero a Zim no le queda el negro!
- Anda…
Las mesas enfilas que sostenía algunos maceteros negros con un sinfín de rosas blancas sobre ellas, estaban llenas, familia y amigos de la Steedy ahora difunta
La variedad de gente tanto humanos como alienígenas convivían en armonía hay ¿Por qué no estaba tan tétrico el ambiente? La razón de esto es que los Steedy celebran el fallecimiento de uno de los suyos con alegría
- ¿Pero por qué?-pregunto el humano al irken que estaba a su lado
- Ellos son una raza muy pacifica, cuando uno de los suyos muere agradecen que hayan pasado a mejor vida y no tendría que seguir lidiando con la guerras con las que constantemente batallan
- ¿Cómo sabes todo eso?-pregunto al tiempo que limpiaba los cristales que usaba casi todo el tiempo
- Sencillo, tenemos que estudiar a las razas inferiores a nosotros, como la humana
- Entonces sabes de más razas…
- Algo así
La lluvia es bastante molesta en estos días de verano, arruina las salidas familiares, aunque los pequeños ZaDr no les afectaban esto, ya que siempre hallaban la forma de divertirse en casa
- ¡Mama!-se escuchaba mientras jugaban los pequeños-¡Zid me pego con el cojín!
- ¡No es cierto!-decía entre lindos pucheros
- Ustedes ya basta se van a caer
A veces pasaban así todo el día, hasta que a Zim algo lo enojaba y los mandaba a la cama sin cena, fuese de noche o no , realmente a Dib le volvía loco el ver enojado a Irken, terminaban peleando luego besándose hasta que varias veces llegaban a la cama.
Y cuando digo a veces, es siempre
A veces el pasado retumbaba en los pensamientos del humano, teniendo terrores nocturnos donde veía al irken muerto entres sus manos, eran los peores momentos que pasaban por su mente.
Podría decirse que era el único con remordimientos en su familia
Pero no era así
Zim también había pasado noches enteras pensando en lo que le depararía el destino, su pareja, su familia, ¿otras razas vendrían a molestarle o a tomar venganza? eran sus mayores preocupaciones, aunque nunca lo dijese siempre guardando un semblante decidido y testarudo, tan natural como respira.
A veces quería regresar el pasado para ver qué hubiese pasado si no se hubiese enamorado perdidamente de ese humano.
- No imposible…-dijo viendo la ventana, sabía perfectamente que su destino era con él y si no hubiese sido lo correcto las cosas ya estrían mal para todos los relacionados con él, excluyendo a Ginger, eso pareciese que debió ser un factor para cumplir el final feliz junto con el humano
Sentía un mínimo remordimiento por esa chica, no tanto realmente, pero lo suficiente como para haber asistido a su funeral
Podría repasar esa libreta que tenía en sus manos na y otra vez, era una bitácora, que se había convertido en un diario electrónico, escribió cada cosa que pasaba con el humano, esto y aquello ingresadas en esa pantalla semi-transparente
No pudo haber pedido nada más que disfrutar sus momentos y el resto de esa vida, tenía todo lo que nunca pensó que tendría a llegar.
- Estoy feliz…